IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

Alfonso Muñoz Güemes (CV)

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2. La semiótica como hermenéutica de la cultura.

      Las elaboraciones simbólico culturales de los distintos grupos humanos, permanecen como nos dice Carmelo Lisón, de forma latente en el pensamiento social del grupo, y su grado de expresión más elaborado lo podemos encontrar en las narraciones legendarias o mitos de origen, así como en toda la narrativa oral, que como toda forma de articulación discursiva representan las formas de pensamiento simbólico del grupo que las elabora y reproduce.
      Lisón propone que no es únicamente el trabajo de recogida y clasificación de datos culturales, lo que no permitirá acceder al conocimiento del grupo social, sino que la interpretación y análisis semiológico-semántico de los datos, junto con la explicación estructural permiten y constituyen en sí, la interpretación hermenéutica de la cultura. De esta forma, la interpretación hermenéutica de la cultura, constituye en sí una forma de conocimiento del entramado proceso simbólico-cultural de los grupos humanos, ya que en estas estructuras simbólicas se sustentan y afirman las relaciones institucionales que rigen y norman a las sociedades. Así, <<...la naturaleza autónoma del pensamiento simbólico, y el locus de esa creación o fuente primaria de significado>> 1 constituyen el objeto de análisis en última instancia del antropólogo.
      Consideramos que Lisón Tolosana concibe a las estructuras simbólicas y formales de pensamiento, como creadoras de cultura, como fundamentos de la organización sociocultural, socio religiosa, o en otros términos del ethos y la cosmovisión del grupo: la welltanschaung. Es decir, que se encontraría <<el sujeto dentro del significado2 >>. Cuando el autor define bellamente al antropólogo como poeta de la etnografía, nos remite a una cuestión de interés fundamental: ¿es el trabajo de interpretación antropológico-hermenéutica un trabajo de reinterpretación, o de recreación del texto simbólico cultural?. Esta formulación salta a la vista en cuanto el autor nos plantea que <<la representación antropológica de la etnografía nativa es, consecuentemente, una genuina creación.>> 3 De ello se desprende el problema epistemológico sobre la capacidad del investigador de reconstruir, analizar, explicar e interpretar el complejo sistema de comunicación cultural que constituye la base de la cosmovisión del grupo.
      Así, la objetivación del significado subjetivo, es lo que subyace en el arduo proceso de análisis que nos proponemos hacer en torno a las narraciones legendarias y la literatura oral del grupo social de la comarca de Campoo.
      Todo acto comunicativo, que en esencia es también un hecho social cultural, requiere de varios componentes para llevarse a cabo. Aquí nos ocuparemos en concreto de analizar el proceso comunicativo establecido entre los sujetos y las imágenes/objetos sagrados a los que piden mediante las rogativas.
      Los signos tienen por función comunicar ideas por medio de mensajes: los mensajes se expresan a través del habla, o medio de transmisión. Esta operación implica un objeto, una cosa de la que se habla o referente; se requiere de signos y de códigos que articulen a los signos (estructura del habla); y finalmente, se requiere de un emisor y un destinatario.

      ESQUEMA DE LA COMUNICACIÓN EN LOS RITOS PETICIONALES OBSERVADOS EN LA COMARCA DE CAMPOO:

             Gráfico # 1


                              CÓDIGO(REZOS)
                                   I
                                   I
                  MEDIO                        
      EMISOR      --------->   MENSAJE  -------->RECEPTOR
                  ROGATIVA     PETICIÓN          ADVOCACIÓN/ES
                  (PLEGARIA)     I
                                  I
            REFERENTE(COSMOVISIÓN AGROGANADERA DE CAMPOO)

Elaboración propia. Fuente: datos de campo propios.
      Todo mensaje se compone siempre de varias funciones que están presentes simultáneamente, y mezcladas en diversos grados cada una:
      1.    Función referencial. Base de la comunicación. Define las relaciones entre el mensaje y el objeto al que hace referencia. En este caso, es el vínculo entre aquello que se está pidiendo y a quién se les está pidiendo. Se le pide a la Virgen: salud, buena cosecha, abundancia en los productos de la tierra, que el ganado no muera y que sea productivo, etc.
      2.    Función emotiva. Define las relaciones entre el mensaje y el emisor: La forma de realizar el ruego, y el por qué de hacerlo, son dos factores que determinan que se muevan fuertes cargas emotivas en los actores sociales. Dado que se cree que a través de la eficacia del ruego se obtendrán beneficios y se mantendrá la continuidad y seguridad del grupo, entonces por ello se vierten todas las esperanzas y mucha carga afectiva en ese acto comunicativo.
<<La función referencial y la función emotiva son las bases a la vez complementarias y concurrentes de la comunicación. Por eso, con frecuencia hablamos de la "doble función del lenguaje"; una es cognoscitiva y objetiva, la otra afectiva y subjetiva. Suponen tipos de codificación muy diferentes, teniendo la segunda su origen en las variaciones estilísticas y en las connotaciones.>> 4
      3.    La función connotativa o conminativa. Define las relaciones entre el mensaje y el receptor, pues toda comunicación tiene por objeto obtener una reacción de éste último. En esta función se encuentra también la relación objetivo-cognoscitivo y subjetivo-afectiva del receptor, quién interpreta el mensaje de una de estas maneras, según sea la intención del mensaje. De la relación subjetivo-afectiva derivan las formas de  movilización de códigos sociales y estéticos que tienen como objetivo propiciar la participación comunicativa o respuesta del receptor.
      En este caso, si los ruegos se ven cumplidos, entonces se establece por parte del grupo emisor del mensaje una retroalimentación en la cual se confirma que la imagen/advocación escuchó las plegarias y concedió lo solicitado. Quienes interpretan que el receptor (imagen sagrada) ha recibido y descodificado el mensaje peticional, son los propios sujetos emisores, no el destinatario (talla).
      4.    La función poética o estética. Es la relación del mensaje consigo mismo. Es la función estética de las artes: el mensaje deja de ser el instrumento de la comunicación para convertirse en su objeto. Las tallas/objeto sagrado son mensajes-objetos que conllevan en sí mismos su propia significación. Pertenecen a una semiótica particular.     En el caso de los ritos peticionales, se observó en el caso concreto de la Virgen de Labra, la participación del Coro Campurriano Ecos del Ebro durante la misa, como forma de ofrenda hacia la Virgen. En este caso, la forma estética músico-coral aunque separada de la petición misma en sí, forma parte del conjunto de las actividades del rito conmemorativo.
      5.    La función fática. Tiene por objeto afirmar, mantener o detener la comunicación. Bronislaw Malinowski, cuando estudió los problemas del significado en las lenguas "primitivas", aisló un cierto tipo de uso lingüístico caracterizado por desempeñar una función de aproximación, contacto y familiaridad al que definió como comunión fática. Más tarde, Roman Jakobson5 determinó que esa función fática de Malinowski, corresponde al factor contacto del proceso lingüístico que asegura la fluidez del circuito de la comunicación.
      Esta función asegura en los términos de Malinowski, no sólo la continuidad de la comunicación, sino la ritualización de la misma.
"La función fática desempeña un papel muy importante en todos los modos de comunión: ritos, solemnidades, ceremonias, discursos, arengas, conversaciones, familiares, amorosas, donde el contenido de la comunicación tiene menos importancia que el hecho de la presencia y de la reafirmación de adhesión al grupo."6
      La función fática es uno de los niveles constitutivos del proceso comunicativo que se expresa en el texto cultural o matriz cultural particular del grupo de que se trate. Es uno de los niveles que aseguran no sólo la comprensión del mensaje, sino la reinserción y continuidad participativa de los individuos involucrados. Permite la continuidad comunicativa y tiene como consecuencia inmediata la noción inconsciente de adhesión o autoadscripción al grupo de referencia. O sea, se reafirma la empatía de los individuos involucrados en el proceso comunicativo, a un mismo grupo en el que se comparten los códigos de sentidos simbólicos, rituales, culturales, musicales, entre otros.
      De esta forma, se llega al análisis de una de las actividades socioculturales más importantes en la comarca, que permite la vehiculación de la adscripción de los actores sociales a la practica devocional mariana, debido a que se mueve una fuerte carga emotiva, y por la función fática recién descrita, se articula la retroalimentación de sentidos a través de los mensajes peticionales, que nuclean a los actores generando la frontera simbólica de grupo social.
      En los ritos peticionales marianos, al igual que en el resto de fiestas y conmemoraciones religiosas, o en aquellas celebraciones ritualizadas como “la bajada del ganado” de los puertos de altura, se verifica un proceso que permite que de la comunión (afectiva) se pase a la colaboración (práctica), la cual es una coordinación y una sincronización del trabajo en común, lo cual permite también la codificación y la socialización del mensaje a expensas de su contenido de información. En suma, se produce el proceso de autoadscripción y empatía que nuclea a los sujetos individuales en grupos sociales, que sancionan significativamente sus prácticas devocionales, marcando con ello las fronteras simbólicas de grupo.

1 Lisón Tolosana, Carmelo: Op. Cit. pág. 155.

2 Lisón Tolosana, Carmelo: Op. Cit. pág. 137.

3 Lisón Tolosana, Carmelo: Op. Cit. pág. 132.

4 Giraud, Pierre: Op. Cit. págs. 12-13

5 Malinowski y Jacobson son citados por Giraud, Pierre: Op. Cit. pág. 15.

6 Giraud, Pierre: Op. Cit. pág. 15