IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

Alfonso Muñoz Güemes (CV)

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6.    La competencia social ritualizada.

      Si como ya se ha dicho antes, existe una vinculación histórica y social entre los habitantes Meridionales de la comarca, y los del Norte de Palencia: ¿qué es lo que vincula, fuera de la administración pública y la institucionalización de la Virgen como Patrona de Campoo, a los Valles Septentrionales de Campoo con Montesclaros?
      Para explicar esto, encontramos fuera de las vinculaciones ya enunciadas, la posibilidad de responder realizando una comparación de las biografías de las Vírgenes y Santos de la comarca, para entender su competencia por ganar prestigio, y adeptos a su culto.
      Deliberadamente se ha utilizado el término biografía y no hagiografía, ya que lo que se intenta demostrar es cómo las imágenes sagradas han sido utilizadas por los distintos colectivos sociales de la comarca, para legitimar su presencia histórica en los territorios que ocupan. De la misma forma, el prestigio social que se le adjudica a los santos y vírgenes, es el reflejo de la competencia humana en el proceso creador de las fronteras simbólicas de los grupos sociales. Es decir, el prestigio social del grupo deviene, en este caso, del prestigio exterior que pueda alcanzar la advocación que ese grupo venera.
      Se utiliza el término competencia en una doble acepción: a los santos y vírgenes les competen y atañen los colectivos sociales a los que “escogen”, (o a los cuales son adjudicados). Por otra parte, los humanos socialmente agrupados hacen competir a los santos y vírgenes para mostrar el poder de cada uno de éstos/as, y construir a partir del prestigio de aquellos/as, el prestigio del grupo de pertenencia.
      La importancia de la observación recién hecha, radica en que permite comprender que la distancia social y la lejanía histórica entre los segmentos culturales de ambos extremos comarcales, se vehicula y expresa liminalmente a través de su adscripción devocional. El resultado de la adscripción a distintos grupos devocionales, permite a los actores sociales, autoadscribirse a otros grupos de referencia, como en el caso de lo que los propios informantes expresan:
<<Los de Valderredible y Valdeprado (del Río), ya no son cántabros, son más otra cosa, ¿sabes?. Aquí celebramos más a la Virgen de Labra, que es Patrona de éste valle (Campoo de Suso). Allá no son ganaderos como aquí, sí lo tienen algunos, pero son más agricultores, son más castellanos...>>
(Hombre. 60 años, ganadero, nacido en Villacantid, Campoo de Suso).
      En el caso del informante citado, la adscripción al grupo de referencia es hecha no sólo por la distancia geográfica que lo sitúa en apariencia en otra comunidad autónoma: ser cántabro como distinto de ser castellano, sino que además la actividad productiva fuente del sustento y denotadora de un estilo de vida es distinta.
      Cabe resaltar el hecho de que en la visión emic de la comarca de Campoo, se percibe como cultural y administrativamente distinto a una subárea que no sólo pertenece a la misma comarca, sino a la misma Comunidad Autónoma. En este sentido, el informante es portavoz del grupo social que habita en la subárea Septentrional de Campoo, y marca la diferencia simbólica de grupo, adscribiendo (exógenamente), a sus vecinos, que aparentemente pertenecen al mismo colectivo comarcal sancionado por la práctica devocional en el Santuario de Montesclaros, a otra Comunidad Autónoma y a otro estilo sociocultural
      El prestigio milagroso de los santos y vírgenes no sólo opera en términos de la adscripción de los grupos y colectivos a su devoción, también implica que la sanción simbólica operada por la participación colectiva en las conmemoraciones, peregrinaciones, fiestas y romerías, sean un reconocimiento social de las virtudes de esas imágenes, demostrando así, con esa adscripción-participación en el ritual, que se desea seguir manteniendo la vinculación con esas imágenes sagradas.
      Así, la competición entre santos y vírgenes, no es otra cosa, que la competición entre grupos sociales intracomarcales en el constante proceso de liminalización. Es decir, se traslada la creación de fronteras sociales hacia la competencia por demostrar al “otro”, que se pertenece al grupo actual, porque su advocación es mejor o más milagrosa.
      El dato etnográfico más importante en cuanto a la liminalidad emic, derivada en “competencia” entre advocaciones, se demuestra por el hecho de que la conmemoración de los santuarios de las Vírgenes de Labra (Campoo de Suso), y de Las Nieves (Campoo de Yuso), se realizan el mismo día.
      A éste respecto, de los datos de campo obtenidos sobre por qué unos van a una romería y otros van a otra, se deriva que, cada quien va al santuario que corresponde a su valle: sea Campoo de Suso, o sea Campoo de Yuso. Lo que los actores contestaron es precisamente que sancionan como propia a una de las advocaciones, según el sitio de nacimiento y residencia, por lo que su adscripción devocional y grupal es hecha en función de una de las dos imágenes. El área de adscripción grupal de los actores concretos, se deriva de la adscripción a uno de los dos cultos. Se participa del culto que corresponde al territorio sancionado como propio, el cual tiene, una imagen concreta.
      A pesar de que tanto los núcleos de población rural de los municipios septentrionales (Pesquera, Santiurde de Reinosa, y San Miguel de Aguayo), como los centrales (Campoo de Suso, Yuso, Enmedio y Reinosa), asisten cada uno, un día del año en peregrinación al santuario de Montesclaros, sancionan significativamente como propios  otros ámbitos litúrgicos más próximos geográficamente, y que en todo caso, responden a su percepción identitaria subcomarcal.
      Es decir, que la adscripción al grupo se hace en función de la proximidad social, que en el caso de Campoo se corresponde con la red familiar y social en los valles interiores, para irse extendiendo hacia el resto de la comarca en una identidad cada vez más difusa. Por otro lado, la cantidad de obras piadosas, milagros y favores concedidos por las distintas advocaciones a los pobladores de sus valles hace que estos colectivos compitan entre sí, adscribiéndose a distintos grupos.
      Los núcleos de población rural pertenecientes a un mismo valle o  a valles próximos, agrupados en torno a un culto devocional, conforman colectivos socioculturales definidos aquí como identidades subregionales, que se caracterizan por ser segmentos culturales significativos simbólicamente sancionados por sus respectivos santuarios. Esto, y los datos históricos, apunta a que si bien institucionalmente se le adjudicó el patronazgo de Campoo a la Virgen de Montesclaros, también es verdad, que la sola institucionalización construida desde fuera (exógenamente), no es suficiente, ni abarcadora de la identidad social de los mismos segmentos subcomarcales. Es decir, que la identidad comarcal es asumida en tanto que responde a prácticas construidas e institucionalizadas desde la administración pública local, y desde la administración del culto, sin embargo, las prácticas locales son muchas y definen en su singularidad a distintos grupos comarcales.
      Esto implica una competencia en el terreno simbólico que hace que los miembros de colectivos sociales concretos, como los núcleos de población que forman la Joyanca, en el Alto Campoo, se sientan más identificados histórica, afectiva y culturalmente con la Virgen de Labra, que con la Virgen de Montesclaros. Así, su identidad primaria conformadora del segmento cultural significativo subcomarcal, será sancionada desde esa práctica ritual, y no desde la  impuesta como práctica simbólica comarcal.       En ese sentido, hoy en día la Virgen de Montesclaros condensa en mayor medida el ethos religioso de los habitantes de la zona meridional comarcal; mientras que el ethos religioso de las zonas central y septentrional, se sanciona en mayor medida por la práctica devocional en los santuarios de las Vírgenes de Labra y de las Nieves.
      Por otra parte, los núcleos de población rural legitiman su existencia como grupo, a través del acto fundacional que la advocación de la parroquia local les ha dado.
      La distancia social es percibida no sólo a través del discurso de los actores sociales (como en el caso del informante citado párrafos atrás), sino que esta distancia social se demuestra también por las prácticas litúrgicas mismas. La virgen de Montesclaros remonta su origen y su culto, a un momento histórico en que la Merindad de Campoo pertenecía a la administración castellana, por lo que la percepción contemporánea entre el “nosotros” y el “ellos” emic,  tiene que ver con el origen histórico reconocido por los distintos grupos de la comarca.
      Así, se vuelve a mencionar el hecho de que los habitantes de la Joyanca, históricamente han tenido más proximidad con los valles interiores de Cantabria, por lo que su adscripción al santuario de la Virgen de Labra, se entiende desde la lógica cultural, como significativa. La Hermandad de pastos Campoo-Cabuérniga es la objetivación histórica de ello.
      Además, la trayectoria histórica de los valles Meridionales (Valderredible, Valdeprado del Río y Las Rozas de Valdeolea), les aproxima a Castilla-León, lo que se evidencia por los datos sobre la continuidad en las prácticas simbólico litúrgicas y por la ritualización de la proximidad social a pesar de las fronteras.
      En este sentido, siguiendo los planteamientos de A. Rivas, sobre la creación de fronteras de grupo a partir de la mediación divina1 , la disputa sobre la pertenencia de la Virgen de Labra a Castilla o a Cantabria, es el substrato mítico que funda ese espacio social, creando la frontera de grupo, que dio origen a la separación culturalmente asumida del grupo social de Campoo, con respecto a Castilla. Al final, subyace en la sanción del segmento cultural la liminalidad entre “nosotros en Cantabria”, frente a “ellos en Castilla”.
      La frontera simbólica socialmente sancionada en Campoo de Suso, se expresa a través de la liminalidad derivada de la elección de la Virgen de Labra de permanecer en ese municipio, y crear un espacio sagrado fundacional del ethos colectivo subregional. La construcción de la identidad territorializada del segmento cultural de Campoo de Suso, Yuso Reinosa y Enmedio, es la base sobre la que se asienta la noción de permanencia histórica y de comunidad de destino, que es a la vez el soporte que cimienta su welltanschaung, a partir del universo simbólico de la ganadería. Así, se conforma un segmento socialmente sancionado por su adscripción a la práctica de un culto.
      Dos datos de campo permiten corroborar el planteamiento aquí hecho sobre la construcción social de la identidad a partir de áreas subregionales o valles en la comarca de Campoo:
      A. El culto y la fe devocional efectuados por los actores sociales de los núcleos de población rural de La Hermandad de Campoo de Suso, de Campoo de Enmedio, y Campoo de Yuso, en torno a La Virgen de Labra, constituyen una forma de sancionar significativamente la adscripción al espacio cultural subcomarcal.
      B. La ermita de La Virgen de Labra, tiene una campa adyacente, en la cual se han dispuesto, enterradas en el suelo, 24 piedras o “menhires”, que simbolizan a cada uno de los 24 pueblos del Valle. Cada una de las piedras lleva inscrito el nombre de cada uno de los pueblos, mientras que en el centro del círculo de menhires se encuentra una piedra que lleva grabado el nombre de Campoo de Suso.
      Esta, es una forma de simbolizar la creación de un espacio mítico-fundacional, al cual se asiste durante el tiempo sagrado de la conmemoración 2. Es decir, que se ha construido una reproducción física de lo que es un espacio mítico-fundacional, al cual se asiste sólo durante la conmemoración que rompe con el tiempo profano, para insertarse en el tiempo sagrado de la romería del día de la de la Virgen de Labra: el 5 de agosto.
      Como ya se ha señalado, ese mismo día se conmemora en Campoo de Yuso, a Nuestra Señora de Las Nieves, lo que es síntoma de la competencia social por crear los centros fundacionales, que en el terreno de lo non sacro, constituye una forma de legitimar la consolidación de los centros rectores de la vida social (administrativa), así como de consolidar a los centros comerciales en los que se desarrolla la vida productiva de la comarca.
      El hecho de que se haya construido el Embalse del Ebro en el municipio de Campoo de Yuso, ha sido el factor determinante en el declive de este Valle, relegándolo como principal centro productor pecuario de la comarca de Campoo. La inundación de los terrenos de pastizal y de las áreas productivas, marcaron el declive económico y el despoblamiento del valle, obligando a la población desplazada a incorporarse a la industria en los núcleos urbanos de la comarca. Por este motivo, la conmemoración de la Virgen de Las Nieves, no reviste la importancia sociocultural que sí tiene su competidora, La Virgen de Labra. Este hecho corrobora el planteamiento sobre la forma de hacer competir desde la esfera secular a las imágenes veneradas, como reflejo simbólico del prestigio que adquiere o se asigna el segmento cultural que se adscribe a su culto. La celebración del culto y la importancia de los santuarios, deviene en reflejo del prestigio social del grupo detentador del diacrítico, y es expresión directa de su importancia como centro cohesionador de la conciencia identitaria.
      Por otra parte, el declive o el auge económico según sea el caso, se reflejan en la participación colectiva ya que como en el caso de Campoo de Yuso, la desertificación del municipio, y el abandono de las actividades productivas pecuarias en términos del volumen que habían alcanzado hasta antes de la construcción del Embalse del Ebro, marcaron la pérdida del prestigio social del grupo detentador que se vio obligado literalmente, a abandonar su territorio y a establecerse de forma dispersa en otras áreas rurales y urbanas de la comarca.
      El proceso fundacional del Santuario de la Virgen de Montesclaros, y la lógica cultural que subyace en el proceso operativo que le erige como centro detentador del ethos religioso de la comarca, son los mismos que operan en el proceso cohesionador del ethos particular de los valles interiores comarcales: tanto en el santuario de la Virgen de Labra como en el santuario de La Virgen de Las Nieves.
      En el caso de la narración fundacional de la ermita de la Virgen de Labra, la figura del ovejero trashumante castellano, simboliza el tránsito entre dos áreas culturales: la cántabra y la castellana, que se entrelazan por la práctica compartida de una actividad que no es expresión diacrítica del grupo social de Campoo, sino que es en sí, la forma de vida y la matriz generadora de la propia cosmovisión del grupo castellano: la ganadería lanar trashumante.
      De esta forma, la territorialización o apropiación simbólico cultural de la geografía de la comarca de Campoo, y en concreto la de Alto Campoo, se expresa institucionalmente a través de la regulación histórica de los usos y derechos sobre los pastos, mediante las Ordenanzas y Reglamentos de la Mancomunidad de pastos entre Campoo de Suso y Cabuérniga3 . Se hace ley escrita  en los documentos que desde la Baja Edad Media, asientan que existen esos usos socialmente compartidos entre Cabuérniga y Campoo de Suso.
      Estos documentos y sobre todo, los usos y costumbres han llegado hasta nuestros días ya que aún quedan algunos remanentes de esa ganadería trashumante de vacuno. Esta trashumancia se realiza actualmente por los pasos de ganado que unen el Norte de Campoo de Suso, con Cabuérniga, a través de la Sierra Cordel, vinculando así a Campoo con el área cultural de la antigua Santa Yllana del Mar.
      La noción de pertenencia o identidad territorial sancionada por el segmento cultural de Campoo de Suso, se basa en la adscripción de los actores sociales al usufructo de esos territorios. Usufructo reconocido recíprocamente entre Campoo y Cabuérniga, que es ejecutado mediante las prácticas de la trashumancia de vacuno entre ambos valles. Los territorios que se han utilizado desde la Baja Edad Media, que sirven de soporte material o geográfico de la identidad se corresponden no sólo con los territorios propiedad vecinal de cada uno de los 24 pueblos o Hermandad de Pueblos de Campoo de Suso, sino con los terrenos definidos como de uso compartido entre este Municipio, y el de Cabuérniga.
      La vertiente Sur del valle de la Hermandad de Campoo de Suso tiene su puerta de entrada en el Collado de Somahoz, en la Sierra de Peña Labra. Este paso, es el que vincula geográficamente, por la antigua trashumancia de ganado lanar desde Castilla, a Campoo de Suso Con Palencia. En donde resalta el hecho, de que es precisamente la disputa de la pertenencia de la Virgen de Labra a Campoo, lo que indica el deseo de los habitantes de este valle, de adscribirse al sistema de ganadería trashumante de vacuno que les vincula histórica y socialmente con el interior de Cantabria.
      De esta forma, el segmento sociocultural de la subárea del valle de Campoo de Suso, crea la frontera simbólica de grupo, vinculándose mediante el reconocimiento de las prácticas y usos del territorio para la ganadería de vacuno trashumante, a las formaciones histórico sociales de los valles interiores de la antigua Provincia de Santander, haciéndoles partícipes de su estilo cultural, y alejándoles o desvinculándoles de la formación social ganadera lanar castellana, con quienes hasta antes de la sanción simbólica representada por el culto mariano de la Virgen de Labra, se habían vinculado.
      Este proceso de adscripción del colectivo ganadero de Campoo de Suso al sistema de ganadería de vacuno trashumante, y por ende, la vinculación histórica que se reconoce entre ambos grupos sociales (el de Campoo y el de Cabuérniga), tiene su correlato en la esfera simbólica, mediante la narración de origen de la Virgen de Labra, que simboliza la fundación del espacio, y legitima la vinculación o identidad de Campoo hacia el interior de Cantabria, alejándolos de la meseta castellana.
      A través del estudio sistemático de los datos de campo sobre el significado de los símbolos fundacionales de estos tres santuarios de la comarca, así como a partir del estudio sistemático de la territorialización de la identidad y de las prácticas litúrgicas, se ha llegado a explicar la percepción liminal emic, entre los Valles Centrales de Campoo, que se vinculan hacia el interior de Cantabria marcando la distancia histórica y social con respecto a Castilla. Mientras que en el caso de los Valles Meridionales de la misma comarca, la sanción simbólica que se hace a través del culto mariano de Montesclaros, es para reafirmar la vinculación histórica que ha unido a esos valles Meridionales, con el norte de Castilla y Burgos.
      La competencia entre grupos sociales: el deseo de ser unos y no otros, puesta en juego en la percepción de la “mismidad” y de la “otredad”, es vehiculado en la comarca de Campoo por la identidad territorial, se traslada al ámbito de las competencias de los santos y las vírgenes el acto fundacional de las delimitaciones geográficas que pertenecen a cada grupo social. Se extrapola el conflicto social de la identidad, y sobre todo, del derecho de uso de las riquezas naturales del territorio, al ámbito de lo divino.

1 Rivas Rivas, Ana María: “Mediación divina y negociación ritual en los conflictos de identidad: la creación simbólica de fronteras”, en Revista de Antropología Social, No. 3, Editorial Complutense, Madrid, 1994.

2 Eliade, Mircea: Lo sagrado y lo profano. Ed. Labor/Punto Omega, Madrid, 1985.

3 De Los Ríos y Ríos, Ángel: Memoria sobre las antiguas y modernas comunidades de pastos entre los valles de Campoo de Suso, Cabuérniga y otros, de la Provincia de Santander. Imprenta y litografía de J.M. Martínez, Santander, 1878.
Gobierno Provincial: Reglamento para el régimen y gobierno de la asociación y comunidad Campoo-Cabuérniga. Diputación Provincial de Santander, 1902.
Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso: Ordenanzas regulando el aprovechamiento de pastos en los montes propiedad de dicho Ayuntamiento. Corporación de Campoo de Suso, 1947.
Ayuntamiento de la Hermandad de Campoo de Suso: Anteproyecto de Ordenanza Municipal de Pastos en los Puertos de Hijar o Yger, Palombera-Fuentes y Comunidad de Campoo-Cabuérniga. Boletín Oficial de Cantabria, No. 151, Santander, 31 de julio 1986.
García de Enterría, Eduardo: Las formas comunitarias de propiedad forestal y su posible proyección futura. Ediciones de Librería Estudio, Santander, 1986.
Ayuntamiento de Reinosa: Ordenanzas Municipales de la Villa de Reinosa. Imprenta de R.G. Arce, Santander, 1874.