IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

Alfonso Muñoz Güemes (CV)

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3.    La movilidad social como vehículo de la transformación de las relaciones sociales.

      La transformación social es entendida aquí, como el proceso de recomposición social vehiculado en la emigración rural-urbana en la comarca de Campoo. Este proceso, ha sido efectuado a lo largo de un siglo de constantes transformaciones de la planta productiva industrial de Reinosa y Mataporquera principalmente, atrayendo a los contingentes de actores sociales que, o bien por el abandono definitivo de la economía doméstica pecuaria, o bien por el trabajo a tiempos compartidos en los sectores primario y secundario, comenzaron a participar de estructuras e instituciones sociales distintas a las de los núcleos de población rural.
      A partir de los postulados anteriores, se entiende que si la identidad social es producto del proceso de cohesión y empatía de los grupos sociales de la comarca de Campoo, en el proceso de transformación de las relaciones de producción, cambiarán también otros aspectos de las relaciones sociales de los grupos implicados. Por lo que la identidad grupal resultante, será dinámica y se reformulará, según esos grupos vayan modificando sus pautas de conducta y sobre todo, los sistemas de valores que rigen esas instituciones.
      El punto de partida para el análisis de la identidad es que la identidad grupal del colectivo agro ganadero de Campoo es producto del proceso de socialización de los individuos en los núcleos de población rural. En donde la empatía es el medio de vehicular la auto adscripción hacia el grupo de referencia, ya que los sujetos que han sido socializados dentro de los sistemas referenciales inherentes a la cosmovisión de la formación social agropecuaria de Campoo, poniendo en práctica esos valores en sus interacciones cotidianas.
      La cohesión de grupo se expresa a través de aquellas fuerzas de atracción, que impulsan al individuo a participar de las actividades del grupo local. Esto se manifiesta mediante la participación de los sujetos en los grupos de iguales que en el espacio rural se llaman rondas de mozos y sociedades de mozas, así como de las actividades vecinales de trabajo colectivo como las vecerías y la junta vecinal, entre otras. De esta forma, la cohesión y la empatía de grupo son básicas en la formación de la identidad, ya que el proceso de atracción que ejerce el grupo doméstico y la comunidad de vecinos sobre los sujetos, son el complemento necesario para que éste simpatice con su grupo local y se mantenga la continuidad en el proceso: empático/cohesionador, que asegura la reproducción simbólica y social del grupo en el tiempo y el espacio.
      Con la emigración rural-urbana y con la transformación en las actividades productivas, las relaciones sociales en el ámbito urbano son readaptadas a las nuevas condiciones, manteniendo los sistemas referenciales de la formación rural agro ganadera como matriz identitaria en la comarca.
      La identidad social urbana actual en la comarca de Campoo, parte de la matriz identitaria rural ya que se han refuncionalizado las prácticas sociales que aquellos inmigrantes llevaron consigo desde sus núcleos rurales hacia su destino urbano. De esta manera, las instituciones sociales y los grupos de iguales masculinos del ámbito rural cuadrillas, rondas de mozos y hermandades de ganaderos que se agrupan para sancionar usos de pastos comunes, tienen sus correlativos sociales en las peñas de mozos urbanas, en las rondas de iguales formadas por grupos de obreros, en las asociaciones vecinales, entre otras.
      En cuanto a las instituciones femeninas que se reactualizaron por el tránsito entre el espacio rural y el urbano están las sociedades de mozas, las formaciones músico poéticas de pandereteras, así como todas aquellas formas de organización femenina para la producción en los molinos, en el hilado del lino y en la producción de lana, entre otras. Todas ellas tienen sus correlativos en el ámbito urbano, en las asociaciones de amas de casa y en las organizaciones de mujeres productoras que se organizan en Reinosa a partir de finales de los años setenta, y que se mantienen hasta la fecha.
      Entre las instituciones rurales que implican prácticas colectivas, en las que el proceso empático/cohesionador permite la auto adscripción, están las cofradías1 que aglutinan a los vecinos para las prácticas devocionales compartidas; las hermandades de pastos; los grupos de interés formados por los colectivos de productores pecuarios y agrícolas. En el sector urbano, las instituciones que vehiculan la auto adscripción del sujeto al grupo, se transforman en asociaciones de vecinos, peñas, y organizaciones y colectivos gremiales que agrupan tanto a hombres como a mujeres.
      Todas estas instituciones se han ido transformando ya que los centros urbanos se poblaron por inmigrantes rurales de la comarca, en donde los inmigrantes readaptaron sus sistemas de socialización y los códigos simbólicos de las instituciones rurales hacia las instituciones propias de las zonas urbanas comarcales. Los nuevos agregados sociales en Reinosa y Mataporquera se formaron por aquellos actores socializados dentro de la matriz sociocultural agro ganadera, con lo que sus nuevas instituciones y agencias de socialización urbana, adoptaron formas distintas pero manteniendo los sistemas referenciales de aquella matriz.
      Las rondas de mozos que eran grupos que marcaban el tránsito de la infancia a la edad adulta en los hombres y que sancionaban las prácticas de cortejo a la mujer, así como la organización para el trabajo pecuario colectivo y las prácticas de trabajo recíproco entre vecinos y familiares, se trasladan hacia las peñas de mozos en los barrios urbanos.

      La ciudad de Reinosa está formada por un conjunto de barrios que en su expresión semántica, son la reagrupación de los actores sociales a partir de prácticas sociales y culturales significativamente sancionadas, similares en contenidos simbólicos, pero distintas en la estructura organizacional, a las que practicaban en los núcleos de población rural. Se efectúan así, la cohesión y la empatía de la misma forma que se practicaban en los núcleos de población rural.

1 Aunque hoy en día como ya se ha dicho, no existen cofradías en la comarca, las peregrinaciones que hacen anualmente los habitantes de los núcleos rurales hacia el santuario de la Virgen de Montesclaros son un remanente de aquéllas. En estas modernas peregrinaciones hechas de forma corporada por cada núcleo rural, se vehicula la empatía y se reproduce el ethos religioso popular de la comarca.