IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

Alfonso Muñoz Güemes (CV)

Volver al índice

8.    La construcción de fronteras simbólicas al interior de la Comarca de Campoo.

      No hace falta redundar en el hecho de que las prácticas litúrgicas, las creencias religiosas y la construcción simbólica asociada a éstas, son uno de los pilares fundamentales en la construcción social de la concepción del universo que le es inherente a todo grupo social. A lo largo de las páginas del epígrafe que aquí empieza, se expondrán una serie de planteamientos sobre la cosmovisión, las prácticas litúrgicas y la cultura simbólica del colectivo social de Campoo, con el fin de ir elucidando sus componentes en cada uno de estos campos.
      El análisis de la práctica devocional realizada por el agregado social comarcal en su acepción más general, sociológicamente hablando, plantea la posibilidad de delimitar los espacios de construcción social de la identidad de ese agregado. En este sentido, los datos de campo recabados, nos condujeron a plantearnos la centralidad de las tres conmemoraciones que implican la movilización de las percepciones grupales de autoadscripción a colectivos concretos dentro de la comarca. Me refiero nuevamente, a las conmemoraciones ya citadas de La Virgen de Montesclaros, de la Virgen de Labra y de la Virgen de Las Nieves.
      Las percepciones emic (no eruditas) de pertenencia grupal, son los hilos que permitieron elaborar el planteamiento de que: no se puede hacer coincidir una identidad genérica sancionada por una sola práctica litúrgica, en este caso del Santuario de Montesclaros, con el conjunto de grupos sociales que habitan dentro de la Comarca, ya que existen unidades menores al agregado comarcal que sancionan otras prácticas autoadscribiéndose no ya, a una identidad genérica impuesta desde fuera (la campurriana), sino a unidades menores, que conforman los espacios sociales concretos de interacción social: los valles o subáreas comarcales.
      Así, las conmemoraciones hechas en torno a las Vírgenes de Nuestra Señora de Montesclaros en Valdeprado del Río; la Virgen de Labra en la Hermandad de Campoo de Suso; y la Virgen de las Nieves en Campoo de Yuso, representan una vehiculación de la identidad social en distintos niveles, que irían desde una práctica social realizada por los habitantes de toda la comarca; de ahí lo de genérico que tiene el concepto de agregado social, hasta llegar a las sanciones de espacios sociales más próximos a los sujetos, en los que éstos elaboran percepciones autoadscriptivas: los distintos valles de la Comarca de Campoo.
      Para comprender estos planteamientos, se ha elaborado esta sección como un proceso de descomposición de los subtextos de las narraciones fundacionales de los santuarios e Campoo, con el fin de comprender su relación con la fundación de los espacios sociales comarcales.
      Además, se establece una correlación entre las prácticas devocionales de las tres imágenes marianas fundadoras de los espacios sociales significativamente sancionados en la Comarca, y de las fiestas relacionadas con los santos, que coinciden con antiguas ferias ganaderas: San Mateo y Santiago. En donde la importancia de estas antiguas ferias ganaderas, nos revela la dimensión de la actividad pecuaria como sustento material del grupo social, de donde deviene su adscripción al grupo social del interior de Cantabria, como forma de reconocer simbólicamente que su cosmovisión y su estructura social son producto de la ganadería trashumante de ganado vacuno.
      Es decir, que además de las prácticas litúrgicas devocionales asociadas a los centros marianos, existen celebraciones de fiestas que tienen que ver con el ciclo biológico del ganado, y con el ciclo natural del hábitat ecológico, como son las fechas para subir y bajar al ganado a los puertos de verano, el inicio de la cosecha de pastos de secano para el invierno; así como la coincidencia de las ferias ganaderas, con las advocaciones.
      Se comienza, entonces, haciendo una serie de observaciones sobre algo que es fundamental: las prácticas litúrgicas vistas como reflejo de la complejidad social del grupo, en donde se evidencian, además de la fe, las estructuras e instituciones sociales que se ponen en juego, denotando o reproduciendo en la práctica del culto, las relaciones humanas. Es en este nivel de aprehensión teórica y metodológica, en el que nos movemos, con el fin de comprender las formas de elaboración de la identidad de grupo, a partir de la práctica compartida del culto mariano.
      Los santuarios son condensadores de comportamientos sociales en los que se juntan las expectativas personales de los actores sociales sobre su ideal de vida y sobre su cosmovisión. Pero a la vez, santos y vírgenes tienen mucho de humano, lo que los acerca más a sus devotos, en cuanto a proximidad afectiva. Es decir, que las tallas de piedra o madera, los iconos, así como las escrituras sobre sus vidas y obras, son todas elaboraciones de autor, es decir, han sido hechas por teólogos (hombres cultos pero que no son santos), o por artistas que han tallado la piedra y la madera, o por pintores. En donde lo que media entre el sujeto concreto y la talla/imagen, no es en todo caso el reconocimiento de un igual, sino al contrario, se intentan remarcar dentro de la igualdad corpórea, las diferencias: nosotros simples mortales tenemos biografías, mientras que ellos santos y vírgenes, tienen hagiografías, de las que importan sobre todo, sus milagros y su acceso a los poderes divinos.
      Así, las biografías del santoral de Campoo, remiten a una microhistoria hagiográfica, que permitirá ir comprendiendo a partir de los actores celestiales, vírgenes y santos, las construcciones sociales de los grupos que los han erigido en destinatarios de la práctica devocional, y sobre todo, en elementos cohesionadores y conformadores de la empatía y la adscripción social.
      Las hagiografías son creaciones humanas de donde se extraen enseñanzas para la reglamentación de la vida cotidiana; además, ayudan a entender los procesos de fundación simbólicas de los territorios a partir de lo que se ha llamado la mediación divina en los conflictos de identidad ; pero también, nos ayudan a comprender que los humanos depositamos en esas imágenes sagradas competencias mundanas, que se resuelven por lo difícil del caso, a través de las intervenciones de Dios. Así, para elaborar el discurso emic de pertenencia grupal, los sujetos se refieren a sus centros devocionales, haciendo competir en eficacia negociadora, o en “milagrosidad”, a sus santos y vírgenes.
      La repetición cíclica de los actos rituales en los santuarios, asegura la consolidación de los mitos fundacionales, socialmente creados a lo largo de la historia del grupo, ya que la participación de los actores permite la socialización de éstos, dentro de los espacios simbólicos e instituciones creados en torno al culto. Instituciones como las cofradías y los gremios que han permitido socializar a los colectivos de ganaderos o artesanos locales en torno a su adscripción al culto. Las mismas prácticas cíclicas permiten, además, la reproducción de las estructuras simbólicas próximas a la cosmovisión del grupo, asegurando así la reproducción simbólica del mismo.
      Estos procesos de recreación de sentidos y símbolos cohesionadores que son conocidos por todos los miembros del colectivo, permiten la empatía de los sujetos en torno de las prácticas, y permiten que intergeneracionalmente, por la participación conjunta y continuada de generaciones de padres e hijos, se efectúe la aprehensión de los sistemas culturales, se produce la reproducción de la cosmovisión. Es decir, el grupo se reproduce simbólicamente, en cuanto que sus miembros reproducen las prácticas simbólico rituales. A partir de estas observaciones teórico metodológicas, se pasa a analizar algunos datos relevantes sobre estas prácticas devocionales en la Comarca de Campoo.


En su trabajo: “Identidad y experiencia ritual, ¿Qué hay en una procesión?” Ricardo Sanmartín analiza la reproducción simbólica de las estructuras y jerarquías sociales, en una procesión. Sanmartín Arce, Ricardo: Identidad y creación. Horizontes culturales e interpretación antropológica. Editorial Humanidades, Barcelona, 1993. pp. 83-107.

Se siguen de cerca algunos planteamientos de A. Rivas, en cuanto al análisis de la mediación divina en la construcción de fronteras simbólicas de los grupos sociales. Rivas, Ana: “Mediación divina y negociación ritual en los conflictos de identidad: la creación simbólica de fronteras”, en Revista de Antropología Social, No. 3, Editorial Complutense, Madrid, 1994. pp. 27-47.