FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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Nuevas posibilidades constructivas para la vivienda vernácula. Desde el  adobe tradicional hasta el adobe contemporáneo.

Rafael González Alejo.1
Luis Pedro Gutiérrez Cantú.

Mesa 6. Vivienda tradicional en la transformación de las comunidades hacia el desarrollo local

Palabras clave: Adobe, Tradición, Vivienda.

Introducción.

Los estudios encaminados a revalorar el uso de la tierra, deben ofrecer a los estudiantes y profesores de las distintas Escuelas y Facultades de Arquitectura nuevos horizontes, con conocimientos recientes, para que se facilite la construcción con tierra cruda en las comunidades sean rurales o urbanas.

La presente investigación hace un reconocimiento de la tierra como el primer sistema de construcción en Mesoamérica, incluyendo a las culturas madres conocidas también como arcaicas. La llegada de nuevos sistemas constructivos con tierra sin cocer, introducidos durante el virreinato, facilitó la demanda de construcción que requerían los nuevos centros de población. Hoy en día podemos disfrutar estas bellas estructuras estables dignificando los espacios señoriales de los centros históricos de la República Mexicana.

En la Facultad del Hábitat, nos preguntamos ¿es posible edificar con tierra cruda en una ciudad saturada con obras de concreto? ¿La sociedad actual envuelta en la globalización aceptará nuevos proyectos, con sistemas constructivos de tierra? ¿Podremos de nueva cuenta identificarnos como terrícolas? Estas preguntas y otras surgen al momento de realizar investigaciones más profundas, podrán ser resueltos nuestros cuestionamientos cuando incorporemos en nuestros proyectos estructuras con tierra y las hagamos nuestras. La metodología transita en tres etapas, la primera,  acopio de información de estructuras de tierra cruda; la segunda, referente al análisis formales, térmicos y simbólicos; la tercera, la propuesta donde se presentan los modelos y conclusiones.

La presente investigación ofrece nuevos procedimientos constructivos con tierra cruda,  donde hemos desarrollado adobes ligeros y adobes esviajados2 u oblicuos (Zerolo: 1898), que vienen a sumarse a la gama de posibilidades constructivas que el Arquitecto puede recurrir, cuando decida diseñar y construir estructuras habitacionales y comerciales con materiales térmicos, económicos, de fácil fabricación y sustentables.

Antecedentes históricos.

Han existido construcciones con tierra que han prevalecido a través de los años. Diversas edificaciones permanecen en el territorio nacional, hay que tomar en cuenta que una de las estructuras más antiguas en Mesoamérica fue construida con tierra, nos referimos a la pirámide de la Venta, en el estado de Tabasco.

Alfonso Caso investigador arqueológico llamó a la cultura Olmeca, una “cultura madre” de otras culturas como la Maya, la Teotihuacana, La Zapoteca, la del Tajín, entre otras. Los últimos estudios realizados con carbono radioactivo en el más antiguo de los centros olmecas, Drucker, Heizer y Squier han establecido una etapa de florecimiento para esta ciudad que abarca de 800 a 350 años a.c.

Durante el desenvolvimiento de la cultura Olmeca, se fundamentaron la mayoría de los principales rectores dela vida de las civilizaciones mesoamericanas, como fue la observación del movimiento de los astros, el cultivo del maíz, el calendario, el culto a ciertos dioses, el empleo del jade, el uso del hule, y por supuesto el uso de la tierra para edificar. En la ciudad de la Venta se destaca su planificación donde los montículos rodean las plazas ceremoniales.

En el extremo norte de la ciudad de La Venta está situado un patio ceremonial limitado por plataformas. Los arqueólogos excavaron en el corazón de las plataformas y encontraron uno de los pisos más antiguos, a dos metros de profundidad constituidos por adobes superpuestos en filas ordenadas3 , estos mismos protegían debajo de ellos, una máscara gigantesca de jaguar, coronada con un penacho de figuras romboidales y formadas por más de cuatrocientas lajas de serpentina verde.(Flores:1962)

Al sur de la ciudad se cierra con una gran pirámide de barro, considerada la más antigua de Mesoamérica. Este basamento piramidal fue el primero en marcar la modalidad estructural la “Pirámide Truncada”. Foto 1.

En Oaxaca, en el centro arqueológico de Mitla fundada por los zapotecos y posteriormente visitada por los mixtecos se encuentra una estructura con forma piramidal construida  con plataformas de tierra cruda, rematada en su parte superior por una pequeña capilla conocida como “el calvario” edificada posteriormente, por los españoles como una demostración de conquista espiritual y militar. Foto 2.

También conocemos el uso de la tierra y del adobe en otras edificaciones prehispánicas, ejemplo es el Valle de México en el complejo de Chalco, con el paso de los años sus pobladores de las orillas del lago, sedentarios comenzaron a cultivar la tierra, y finalmente construyeron sus habitaciones con adobe y paja, originando así la Cultura Preclásica o Arcaica del Altiplano.

El uso permanente del barro con arcilla lo encontramos principalmente en las figuras femeninas, y la gran abundancia de las mismas denota  la relación que existió el culto a la fecundidad de la tierra. Otra de las estructuras construidas con barro las podemos encontrar en Cuicuilco, se trata de una pirámide similar a la de la Venta.

Uno de los edificios que contienen barro de manera estructural, considerado el más antiguo de Teotihuacán y el de mayores proporciones (225 metros por lado en su base, con 65 metros de altura) es la Pirámide del Sol. 4

En su construcción se tomó en cuenta los lineamientos ya establecidos por los pueblos arcaicos, donde se parte de un núcleo formado por capas sucesivas de barro, cubierto para evitar el deslave por piedras con cuerpos escalonados, sus perfiles siguen el ángulo natural de los montones de tierra con el fin de solucionar el problema de deslizamiento.

La tierra se utilizó también como cimbra en la Cultura de la Huasteca, particularmente en el llamado Tajín Chico se encuentra una estructura edificada con basamentos profusamente decorados con relieves geométricos con estuco. Cuenta con espacios de salas hipóstilas, cubiertas con gruesos techos de cal y piedra, que fueron construidos sobre un relleno de tierra hasta el límite superior de los muros, que conocemos como enrase, por lo que la tierra fue dispuesta a manera de cimbra y por su resistencia cuando la bóveda plana había alcanzado su máxima resistencia, se recuperaba la tierra y se volvía a ocupar para edificar otro espacio prehispánico.

Podemos mencionar a otros recintos prehispánicos que han utilizado a la tierra como material de construcción para edificar obra civil y religiosa. Una de las estructuras durante el virreinato que también se utilizó a la tierra como cimbra fue el acueducto llevado a cabo bajo la dirección del padre Tembleque, al momento de edificar el acueducto que lleva su nombre en el estado de Hidalgo, cerca del estado de México.
Esta construcción data de más de cuatrocientos años de antigüedad y recientemente ha sido integrada en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. La finalidad de la obra hidráulica fue trasladar el vital líquido desde las faldas del volcán del Tecajete hasta la comunidad de Otumba. Su extensión es de más de 40 kilómetros e incluso libra la barranca del Papalote.

Es interesante que el acopio del recurso económico para la compra de materiales y poder llevar a cabo su construcción, gracias a las manos indígenas que vendieron deshilados y bordados en las comunidades donde pasó el acueducto.

La manera en que se logró edificar la obra fue también gracias al recurso de la cimbra hecha por los adobes fabricados por manos indígenas y españolas. Se colocaban altos muros de adobe y a cierta distancia del piso se colocaba una cama de carrizo de aproximadamente 1/5 de vara española, se continuaban colocando los adobes hasta alcanzar una segunda cama de carrizos y posteriormente se edificaba la curva de enrase.

A partir de ahí se colocaban las piedras de las dovelas que forman los arcos del acueducto y una vez avanzada la obra aproximadamente de cuatro o cinco arcos de longitud; y terminado de fraguar el bruñido, realizado a base de cal, agua, baba de nopal y miel de abeja con el que habían adherido las piedras, se solicitaba la presencia de los flecheros indígenas. Foto 3.

Se colocaba fuego en las puntas de las flechas y se lanzaban con un arco, para que se encajara en la cama de carrizo y la incendiara. Una vez incendiada se bajaba el nivel entre los niveles de los adobes construidos, se colapsaba y se venía abajo la estructura de los adobes, los cuales se destruían. Se volvía a recuperar la tierra de los mismos, se apisonaba y de nueva cuenta se construían nuevos adobes utilizando la misma tierra de los anteriores. Se volvían a elevar los nuevos muros de los siguientes arcos con sus respectivas camas de carrizo. Así que la cimbra que se utilizó fue una cimbra de recuperación de tierra que permitió llevar a buen término la obra del acueducto.

Una vez terminada la construcción los propios indígenas y españoles ya no retiraron algunos adobes de los arcos del acueducto, no hubo más necesidad, ya que el tramo de más de cuarenta kilómetros del acueducto había llegado a su fin. Hoy en día podemos apreciar este sistema constructivo para fabricar el acueducto a base de los adobes gracias a que permanecen los mismos en los algunos arcos del acueducto del padre Tembleque.

Durante el virreinato se crearon una gran cantidad de asentamientos humanos, y muchos de ellos fueron edificados con tierra cruda. Hay que recordar algunas edificaciones que se encuentran desde el puerto de Veracruz hasta la ciudad de México que fueron construidas con el sistema de tapial. En las principales ciudades del Virreinato y algunas más del México Independiente, podemos apreciar los muros y demás estructuras realizadas con tierra cruda, permanecen estables a pesar de haber transcurrido más de cuatrocientos años de existencia.

Aparato crítico.                              

Las comunidades rurales aprecian aún más la arquitectura de tierra, y en muchos de los casos las viviendas de adobe que fueron habitadas por sus ancestros, permanecen en los solares rurales como mudos testigos de un pasado que se añora. La introducción de materiales “modernos” han afectado a la sociedad rural en cuanto a su imagen de contexto de campo, en el sentido que construyen con ladrillo cocido o con block sus nuevas casas, por el simple hecho de que la sociedad donde habitan le reconozcan su esfuerzo y progreso, a pesar de no lograr el confort térmico de sus moradores.

La introducción de diversos materiales de construcción industrializados, los podemos encontrar en lugares muy remotos del territorio nacional, los cuales han desplazado a los materiales naturales como la tierra sin cocer, edificada a manera de adobes.

La arquitectura cuando se diseña y construye de manera adecuada y se le proporciona el mantenimiento periódico adecuado, 5 resulta tan estable y duradera como la construida con otros materiales y sistemas constructivos (Guerrero Baca: 2002)

La tierra debe ser de nueva cuenta valorada para que las comunidades se vuelvan apropiar del uso de este material natural, que otorga muchas facilidades en su proceso de  construcción, con soluciones prácticas y sencillas se pueden lograr mantenimientos preventivos que requieren cualquier obra de arquitectura. Los actuales arquitectos deben ofrecer a sus clientes la alternativa de edificar con tierra, como una posibilidad constructiva.

La arquitectura residencial sea de índole habitacional o comercial, también debe ser construida sin temor. Hace mucha falta que en las grandes ciudades contemporáneas vuelvan a surgir proyectos edificados con este noble material, para que pueda ser valorado por la actual sociedad.

El cemento que constantemente se utiliza en la industria de la construcción ha desplazado considerablemente al material de la tierra, a pesar que el primero afecta la preservación de la naturaleza desde su extracción, en el propio proceso de industrialización y en su distribución, de manera importante, con todos los gastos energéticos que se ocupan para ofrecer a sus clientes un producto perdurable y resistente. Aunado a éste el uso de la varilla de fierro se suma un material que afecta también su proceso de fabricación al medio ambiente.

Hay que desarrollar en los estudiantes de las diferentes Escuelas y Facultades de Arquitectura, la posibilidad que exploren e interactúen con el material de tierra, y que ellos mismos tomen la última palabra y ejecuten sus propias decisiones de ocupar o no dicho material constructivo.

En la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hemos incursionado desde hace algunos años en incentivar a los alumnos para que hagan propuestas de diseño donde los materiales de construcción sean sustentables, y que no impacten a sus entornos naturales, por lo que un hecho importante es reconocer los bancos de material de las materias primas cercanos al lugar de su construcción. La tierra para la fabricación de ladrillos de adobe6 o para utilizarse en muros de tierra apisonada, se encuentra disponible en cantidades virtualmente ilimitadas casi en cualquier parte (McHenry: 2005) Los sistemas constructivos en tierra son tan sencillos7 que podemos prescindir del uso de maquinaria sofisticada (Viqueira: 2002).

 Con base en las proporciones de combinación de arena, limo y arcilla se establecen los siguientes tipos de suelos.

  1. ARCILLOSO: 20%de arena, 20% de limo y 60%  de arcilla.
  2. FRANCO-ARCILLOSO: 30% de arena, 30% de limo, y 40% de arcilla.
  3. FRANCO: 40% arena, 40% de limo y 20 % de arcilla.
  4. FRANCO-ARENOSO: 65% de arena, 20% de limo y 15% de arcilla.
  5. ARENOSO: 90% de arena, 5% de limo Y 5% de arcilla.
  6. FRANCO-LIMOSO: 20% de arena, 65% de limo y 15% de arcilla.
  7. LIMOSO: 5% de arena, 85% de limo y 10% de arcilla.

Elaboración de los adobes ligeros.

Los adobes ligeros son realizados con mezcla de tierra, arcilla, limo, arena, incluyendo el estiércol de caballo, en la Facultad del Hábitat. El procedimiento es a través de un molde rectangular de poco grosor, se dejan dos vacíos centrales, con dos botes de plástico de reuso de los que se utilizan para comercializar el yoghurt8 con medida de un litro. Foto 4.

Una vez dispuesto el molde se vacía la mezcla ocupando la totalidad del mismo, exceptuando los dos espacios que se encuentran ocupados al centro con los botes de yoghurt de plástico, al momento de retirar el molde, queda el adobe con sus dos orificios centrales distantes uno del otro por 8 cm de distancia, antes que se endurezca se colocan unas piedras de mármol blanco para que sirva de elemento ornamental del mismo. El hueco permitirá pasar algún tipo de instalación con facilidad. Foto 5.

Elaboración de adobes esviajados.

La elaboración de adobes para la construcción de una bóveda esférica permitirá realizar la construcción de manera más económica, debido a que los adobes son realizados justos a la medida de la circunferencia que se desea cubrir.

Se realiza un molde con dimensiones esviajadas, esto quiere decir que resultan los adobes con formas inclinadas acorde a los ángulos, que son necesarios para el desarrollo de la circunferencia que determinemos en cuanto a su diámetro, tanto en lo ancho como en su alto. Se elaboran los dibujos pertinentes para identificar la forma que debe tener la adobera, y se revisan los ángulos, grosores y número de piezas a construir. La altura de la obra también a través del dibujo determinará cuantas piezas son necesarias para tener la elevación adecuada y completa de la bóveda. Fotos 6,7 y 8.

Se cortan las duelas en partes de pares para que se pueda armar la adobera, es importante que consideremos las agarraderas de la adobera, para facilitar el desmolde del adobe. Posteriormente se pasa a la fabricación del molde de la adobera, con duelas con suficiente ancho, para que pueda albergar el contenido de la mezcla de tierra, arcilla, limo, arena, agua y estiércol de caballo, pudiéndose emplear en lugar del estiércol de caballo, el resistol blanco para estabilizar y lograr una adecuada mezcla. Foto 9.

Además debemos realizar esferas de la misma mezcla que ocupamos para llenar los moldes de la adobera, para medir su resistencia, el tiempo de secado y su plasticidad.

Una vez obtenidos los suficientes adobes esviajados, procederemos a la construcción de la bóveda. Primero debemos realizar un sobrecimiento a manera de mamposteo con piedra de corte pegada con mezcla con proporción 1: 4 que sirva de base sólida, hasta alcanzar una altura mínima de 40 cm, para evitar que los adobes se remojen y estén en contacto directo al suelo.

Si consideramos como primer ejercicio la fabricación de una media esfera que bien pudiera ser utilitaria, con servicio de horno tipo panadero de pequeño formato, podremos después pasar al diseño y construcción de otra bóveda de mayor tamaño, que permitiese ofrecer la función de comedor, estancia, salón de juegos o cualquier espacio arquitectónico. Foto 10 y 11.

Conclusión:

El uso de la tierra como sistema de construcción nos debe dar la suficiente confianza para continuar utilizando los adobes, pero ahora con diferentes formas y medidas para lograr construcciones más estables y resistentes.

El uso frecuente de las diferentes tecnologías de tierra nos ha permitido proponer un nuevo  sistema constructivo para la fabricación de bóvedas circulares, empleando los moldes de adoberas para producir los adobes esviajados.

A través de la ejecución cotidiana de este sistema constructivo los Arquitectos podrán realizar los adobes necesarios para armar la media esfera con exactitud, sin necesidad de cortar adobes rectangulares tradicionales  y producir un desperdicio al momento de construir la bóveda.

Bibliografía:

Flores Guerrero, Raúl, (1962) Historia General del Arte Mexicano, Época Prehispánica, (254) México: Editorial Hermes.

Guerrero B, Luis Fernando. (1994). Arquitectura de Tierra. (132) México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.

MCHenry, Paul. (2005). Selección de un suelo. En Adobe, como construir fácilmente (230). México: Trillas

Viqueira Rodríguez, (2002) Introducción a la Arquitectura Bioclimática, (204) México: Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco.

Zerolo Elias, (1898) Diccionario Enciclopédico de la Lengua Castellana, Tomo primero A-G, (1026) París: Garnier Hermanos.

1 MCH Arq. Rafael González Alejo,  Arquitecto, con Maestría en Ciencias del Hábitat., Investigador de la Facultad del Hábitat, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.rafaelgonzalezalejo@hotmail.com. Catedrático por la UASLP, Ponente y Conferenciante en diversas Universidades del País. Jefe del Laboratorio del Medio Ambiente de la UASLP.
M.P.U.R Arq. Luis Pedro Gutiérrez Cantú. Arquitecto, con Maestría en Historia. Investigador de la Facultad del Hábitat, Universidad Autónoma de San Luis Potosí. luispedrogutierrezcantu@yahoo.com. Catedrático por la UASLP, Ponente y Conferenciante en diversas Universidades del País. Actualmente Director del Museo Regional Potosino, del estado de San Luis Potosí.

2 Zerolo Elias, (1898) Diccionario Enciclopédico de la Lengua Castellana, Tomo primero A-G, (1026) París: Garnier Hermanos.

3 Flores Guerrero, Raúl, (1962) Historia General del Arte Mexicano, Época Prehispánica, (254) México: Editorial Hermes.

4 Op. Cit. Flores Guerrero, Raúl, (1962) Historia General del Arte Mexicano, Época Prehispánica,

5 Guerrero B, Luis Fernando. (1994). Arquitectura de Tierra. (132) México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.

6 MCHenry, Paul. (2005). Selección de un suelo. En Adobe, como construir fácilmente (230). México: Trillas

7 Viqueira Rodríguez, (2002) Introducción a la Arquitectura Bioclimática, (204) México: Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco.

8 Pudiéndose ocupar contenedores de otros productos, no necesariamente de yoghurt