IMPACTO ECONÓMICO EN GUANAJUATO DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL SUBPRIME DE 2008

IMPACTO ECONÓMICO EN GUANAJUATO DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL SUBPRIME DE 2008

Jorge Isauro Rionda Ramírez
Universidad De la Salle Bajío

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A MANERA DE INTRODUCCIÓN.
Kondratieff indica el carácter cíclico sistémico de las crisis en el capitalismo desde inicios del siglo XX. John Maynard Keynes indica la relación entre la ocupación y el dinero mediante la tasa de interés. Ambos autores dan elementos de análisis suficientes como para explicar la razón de la crisis en 1929 y 2n 1971, las cuales son disrupciones causadas en el sistema económico por el tránsito de la modernidad (o régimen de producción rígida) ante el régimen de producción artesanal, y el respetivo de la modernidad al nuevo régimen de producción flexible (o posmodernidad).
El tema de interés en la actualidad es saber si la actual crisis subprime corresponde a un cambio en la forma a nivel privado de organizar el trabajo y la producción en el sistema capitalista, o bien es parte de un desfase financiero entre el valor real de la economía, y el valor nominal creado.
Ya Keynes indica al respecto de la trampa de la liquidez, donde otros autores donde destaca la economista británica Joan Robinson, trabajaron con profundidad en el alcance de esta tesis keyesiana y de donde parten los juicios relativos a la llamada “mesura keynesiana”.
La trampa de la liquidez que señala Keynes parte de la comprensión del ciclo económico. Indica este autor que las expectativas racionales de los empresarios encajan dentro de los lapsos que marca la eficiencia marginal del capital en cuanto el devengar ganancias a los inversionistas en cierto lapso. Según el tiempo que tarda la realización de las ganancias en los negocios son los tiempos en que se tratan los plazos del crédito y que estipulan las tasas activas de los negocios de acreditación financiera. En una economía que debe sustentar el valor del dinero o de los nominales en el valor de la producción o saldos reales, lo ideal es no crear dinero más allá de lo que marca la frontera del crecimiento del PIB real en un periodo, por decir un año. En este sentido se garantiza la estabilidad económica ante una tasa cero inflacionaria.
Para lograr que la proporción de saldos reales y nominales se mantenga, la demanda de dinero para la inversión nacional debe ser atendida con los montos de ahorro nacional y su alcance de solvencia. Por ello, para una nación en vías de crecimiento donde la demanda de inversión supera con mucho a la oferta de crédito, la necesidad de crear dinero adicional es imperioso, y su efecto es inminentemente inflacionario.
La mesura keynesiana indica que la no neutralidad del dinero se mantiene en el grado en que el dinero creado adicional al dinero en circulación sea no superior a la brecha existente entre el ahorro y la inversión. Este nuevo dinero crea inflación, la que se concibe como inercial, y que es el costo del crecimiento, más Keynes advierte que crear dinero por encima del valor indicado por esta brecha es dinero que se va a la especulación… sin amparo en la economía real, ingresa a los mercados bursátiles y se va a acumular creciente y de forma sistemática hasta crear gigantescas burbujas que terminan en un “crack” crítico llevando a la crisis económica que resulta en la separación de la economía real de la nominal y en la neutralidad del dinero.
Para que la emisión de nuevo dinero tenga un efecto real en la economía, estudios posteriores al corolario keynesiano, entre los que destaca el modelo IS - LM de Sir John R. Hicks, indican tres condiciones sine qua non para que sea efectiva la política monetaria:

  1. Gente que emplear y recursos que explotar (subempleo).
  2. Concurrencia (casi pura y perfecta).
  3. Certidumbre (estabilidad política y mesura monetaria).

En el grado que estas condiciones no se cumplen, en ese mismo grado se esteriliza el efecto del dinero en la producción y el empleo. Crear dinero adicional al valor estipulado por la brecha entre el ahorro y la inversión es crear veneno al sistema financiero y en sí a la economía real.
Milton Friedman desde el primer lustro de los años 70 del siglo pasado sostuvo que este era un riesgo teórico creado por Keynes, que los empresarios ingeniosos, sabrían colocar el nuevo dinero en expectativas racionales creativas y aventuradas cuyo resultado es sinérgico al capital. El resultado desde 1987 hasta la fecha es que ese dinero extra nutre los causales que explican las rupturas financieras cuando los montos de la economía nominal llegan a ser insostenible por la economía real.
Finalmente la experiencia histórica hace que la administración de Barack Obama y de todas las naciones capitalistas, como es el caso de Inglaterra bajo la regencia de Gordon Brown, viren 180 grados y revisen las tesis neokeynesianas de la escuela de Cambridge, Inglaterra y dejen las respectivas de Cambridge, Mass.
Las actuales políticas van encaminadas a revisiones de corte keynesiano desde las áreas centrales del capitalismo, y necesariamente en las del capitalismo periférico, donde se encuentra México. El sistema debe repensarse y reformularse con base a las tesis de Carlos Marx, Josep Schumpeter, John Maynard Keynes y Joan Robinson… actuales teóricos destacables en esto están Joseph Stiglitz y Paul Krugman. Por la parte mexicana habrá que recordar la polémica ministerial derivada de Eduardo Suárez quien es el Secretario de Hacienda (1934 – 1946) durante la administración de Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho, y se le considera padre del desarrollismo en México.

El ruso Nicolai Dimitriev Kondratief (1892- 1938) observa que el comportamiento de las materias primas que en su momento son básicas para la industria pesada. Se trata del carbón, el acero y el hierro. Sus estadísticas parten desde 1790 a 1920. De la revisión empírica de dichos precios define una onda cíclica, reiterativa y larga en duración que funda el saber de la existencia de ciclos económicos, los cuales duran aproximadamente 30 años de ascenso económico, y otros 20 o 30 años en su caída.

Esta tesis se da precisamente cuando en los Estados Unidos de América, y el resto del mundo occidental se vive la Gran Depresión (1929 – 1933), crisis que sirve en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas de fundamento histórico para indicar que el capitalismo, tal como lo sustentan Carlos Marx y Federico Engels, sucumbe ante el agudizamiento de sus contradicciones. Vladimir Illich Lenin, Stalin y Trosky aplauden ante el hundimiento de la economía estadounidense, y el capitalismo occidental.

El trabajo de Nicolai Dimitriev Kondratief contradice el discurso oficial al sostener que el capitalismo no sucumbe, y que sobrevivirá con nuevos bríos en mediano plazo para observar una expansión de forma sostenida por al menos 30 años. Esto le costó que Stalin lo enviara a realizar trabajos forzados en Siberia.

Así entonces, con base a la teoría de la onda larga de los ciclos económicos desarrolada por Kondratief, la actual crisis sub prime viene a ser parte del propio ciclo económico predicho por este ruso desde los años 30 de la centuria pasada.

Al parecer la crisis está ligada al ciclo económico o de precios de los insumos básicos de la industria, especialmente aquellos que proveen de energía como son la principal materia prima de la industria pesada. Pero este ciclo lo marca la innovación tecnológica.

La observación científica de Nicolai Dimitriev Kondratief no es suficiente para sustentar la ciclicidad en el desarrollo capitalista. Se debe explicar qué la causa. Es precisamente el austriaco (naturalizado estadounidense), Josep Schumpeter (1883 – 1950) quien explica que la innovación tecnológica es la causa de los ciclos económicos. Sostiene: …el auge finaliza y la depresión comienza después del periodo de tiempo que debe mediar antes de la aparición en el mercado de los productos de las nuevas empresas. Y un nuevo auge sucede a la depresión cuando se termina el proceso de reabsorción de las innovaciones…

Del programa de investigación de estos dos teóricos de la economía, más las evaluaciones del norteamericano (recientemente fenecido) J. K. Galbraith (1908 – 2006) indican que tanto la crisis de 1929 – 1933, como la actual (2008 - …), tienen su principal explicación en 5 razones básicas:

  1. Una distribución social del ingreso de tipo regresivo (polarización de los ingresos).
  2. Proliferación de negocios de inmorales especuladores, con abierto afán de latrocinio, vivales y oportunistas, que como auténticos parásitos viven a expensas de las imperfecciones de los mercados.
  3. Deficiencias financieras, efecto sobre todo de la creciente polarización del ingreso y la inestabilidad económica que los pillos de la especulación causan al sistema económico.
  4. La pérdida de mercados internacionales ante el repunte de precios, efecto de la creciente monopolización de los mercados y, finalmente,
  5. La falta de un conocimiento pleno de las relaciones económicas, y de la economía en sí a efecto de la manipulación de teorías, hallazgos de investigación, falseamiento del saber, entre otras cuestiones que quienes tienen poder imponen sobre la transparencia de la información.

Así entonces, ante la experiencia histórica se sustenta que la actual crisis es inercial y parte de la lógica de los negocios y las organizaciones en la búsqueda, dado un entorno competitivo, de mantener la mejor oferta en sus mercados. Es pasajera y pronto (cuestión de un par de años), se revitalizará para iniciar un proceso de crecimiento ascendente por aproximadamente 30 años… la cuestión, es qué hay que hacer para lograrlo.

No solo en el siglo XX se tiene la crisis de 1929, como crisis sistémica. Han existido otras más. De las más recientes destaca la de 1971 – 1973 que da al traste con las instituciones financieras internacionales como soportaron al dólar como moneda vehicular a escala mundial.

El dólar que desde la reunión de Bretton Woods (1944), en norte América se respalda en las existencias en oro concentradas en el Fuerte Nox y cuya paridad con el dólar ancla las paridades del resto de las monedas de otras naciones. Fundamento importante del desarrollismo latinoamericano que bajo la estabilidad de esta divisa trasmite al resto de la región una estabilidad económica que le otorga un crecimiento sostenido por 40 años.

Otra crisis es la de 1987, misma que se experimenta de forma abrupta el 19 de octubre de dicho año. El desplome  de la Bolsa de Wall Street y el hundimiento de 30 de las principales empresas norteamericanas marca otra ruptura del sistema que en un solo mes (octubre) causa la pérdida de más de 400 millones de dólares (dólares de entonces, con mayor poder adquisitivo).

En este caso la crisis en América del norte se propicia por 3 causas fundamentales:

  1. El creciente déficit fiscal norteamericano que desde 1980, bajo la impronta de la reaganomía sustenta un creciente gasto militar ante la violencia reciente de la carrera armamentista, en la que se funda la estrategia de la Unión Americana y del Reino Unido para quebrar financieramente a su gran rival: la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Este sobregiro de gasto militar lleva al persistente y creciente déficit comercial. Como efecto inminente las tasas de interés crecen lo que resta inversión y crecimiento. Crece la incertidumbre y los mercados bursátiles tiemblan. Todo esto termina por incrementar las presiones inflacionarias y la incertidumbre crece al grado de dotar a la crisis del componente de la trampa de la liquidez, tan citada como un riesgo teórico por John Maynard Keynes.
  1. Existen las causas incidentales de carácter técnico. La incertidumbre económica contagia de incertidumbre la especulación bursátil. La bolsa aporta un re componente de fuerzas adicionales a las causas estructurales de la crisis.
  2. La animalidad de los empresarios, como lo diría la economista inglesa (finada) Joan Robinson (1903 – 1983). La vulnerabilidad, volubilidad y volatilidad bursátil crece ante el temor al riesgo no cubierto, adverso y exógeno, que nutre los miedos e incertidumbre, lo que resta decisión y convicción a los empresarios quienes simplemente prefieren esperar “tiempos mejores” al no sopesar los riesgos ante tanta incertidumbre.

Algo interesante de la experiencia del ’87 radica en que desde entonces se sabe que las crisis no tienen nada de fortuitas. Son efecto de movimiento de capitales que conscientemente, exprofesamente, las causa.

Tal como lo demuestra a inicios de los años 30 Kondratieff (1892 - 1938), en el desarrollo capitalista existe una onda larga del ciclo económico que según declara Josep Schumpeter (1883- 1950), lo causan los procesos continuos de innovación tecnológicas de las organizaciones.

Otros 3 autores norteamericanos se dan a la tarea de seguir empíricamente observando el ciclo económico de los precios de aquellos productos considerados básicos para la industria pesada y como principal fuente de energía, especialmente el comportamiento del petróleo, para similar a como lo hizo Kondratieff y bajo el supuesto de Schumpeter, contrastar la realidad con la teoría económica. Estos autores son: Lester Turow, Arnoldo Hax y J. Forrester, profesores de la escuela de negocios del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en inglés).

Para estos autores la crisis de 1987 se explica principalmente por el creciente déficit comercial y su creciente endeudamiento económico foráneo. En esta crisis arrastra a las naciones de la región que son sus principales socios comerciales y deudores, grupo de naciones latinoamericanas encabezadas por México. Es en México donde la crisis repercute con especial énfasis al tratarse de su principal deudor, como socio comercial. Se combina aparte la corrupción interna cuando ya es velado que un gran componente de la crisis del ’87 en el país se da por el costo de la guerra fría y la carrera armamentista alentada por la llamada reaganomía. Misma que se implementa bajo el llamado Plan Baker, ministro del Tesoro estadounidense que controla las finanzas públicas del vecino del norte durante la primera administración de Ronald Reagan.

La ruptura de la URSS le salió caro no solo a los Estados Unidos de América y al Reino Unido, sino a todas aquellas economías ligadas financiera y comercialmente con estas dos súper potencias.