IMPACTO ECONÓMICO EN GUANAJUATO DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL SUBPRIME DE 2008

IMPACTO ECONÓMICO EN GUANAJUATO DE LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL SUBPRIME DE 2008

Jorge Isauro Rionda Ramírez
Universidad De la Salle Bajío

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LAS EMPRESAS Y EL CICLO ECONÓMICO

La empresa se mueve en un entorno social, político y económico que le afecto y del cual es vulnerable sensiblemente. Su toma de decisiones es con base a las alteraciones que le llegan precisamente de este entorno, por lo que voluble, presenta un ciclo de vida que en mucho depende del propio ciclo económico en que se ve imbuida (Argandoña, Gámez y Mochón, 1996).

Algo que ancla y da blindaje a la empresa es el revestimiento institucional que le ampara. Su entorno institucional, las regulaciones bien le limitan pero bien le protegen. No obstante, las variables que influyen a las empresas son de muchos tipos y la mayoría de carácter exógeno. En el ciclo económico aparecen variantes estacionales como aleatorias. Las estacionales tienen que ver con las normales en las conductas del consumidor por decir, por temporada, ya sea por el clima, hábitos costumbres, tradiciones, modas… mientras que las aleatorias son variables que surgen por cambios en las tecnologías, procesos, organizaciones, instituciones, mercados y normalmente estas son de largo plazo y no son recurrentes como las estacionales. No tiene periodicidad (Fontela, 1995).

Cita Argandoña (1997; 90) que …en las economías capitalistas, las variables agregadas presentan unas fluctuaciones típicas llamadas ciclos, en las que, para muchas de esas variables y para la actividad económica en su conjunto, se suceden fases de auge, recalenta­miento, enfriamiento, recesión y recuperación…

Durante la vida de las empresas la economía experimenta fases expansivas y contractivas, a esto se les conoce como ciclos económicos, su duración es diversa y sus causas bien endógenas o bien exógenas, afectan a toda la actividad económica. Son Burns Y Mitchell (1946; 1) quienes definen el ciclo económico como a la fecha es aceptado.
 
Resulta que hay economías líderes y hegemónicas, las cuales contagian de su dinamismo a sus principales socios comerciales como financieros, así Estados Unidos de América tanto en sus crisis de 1929-33, 1971-73 y 2008 – 2010 viene a afectar a las economías del resto del mundo por contagio, entre ellas México en grado superlativo.

Esto depende de la coyuntura, pero también del grado de articulación, cooperación e integración económica existente entre las economías nacionales y sus sectores económicos, principalmente, sin dejar de lado las expectativas racionales de sus agentes empresariales en sus mercados financieros como inversionistas que, temerosos, mueven sus activos financieros de un mercado a otro, deslizando sus documentos de una nación a otra causando, contagiando, contaminando una economía a otra.

Argandoña (1997; 90) indica que “…Cada fase del ciclo presenta caracteres propios, distintos de un episodio histórico a otro. Cada fase está relaciona­da con la anterior y contiene en su seno los caracteres de la fase siguiente. De ahí que el seguimiento de la coyun­tura en las distintas fases resulte un instrumento útil de predicción…”

En México las crisis han tenido orígenes distintos, la de 1976 fue sistémico y vino de contagio a la crisis estadounidense del dólar – oro de 1971-73. Pero esta marca una serie de problemas que llevan a la nación a problemas ulteriores que durante la siguiente década le llevan a constantes devaluaciones cíclicas de orden endógeno: 1983, 1985, 1987 y sobre todo la crisis de 1994, la más profunda y crítica por sus consecuencias alcances y duración.
En una misma referencia Argandoña indica que: “La fase crítica para las empresas es la recesión. Esta suele tener su origen en la necesidad de enfriar una economía que se había recalentado, o en una perturbación de la oferta (como los shocks del petróleo de 1973, 1979 y 1990). Es muy raro que una economía que crece naturalmente sin desequilibrios macroeconómicos (inflación, déficit exte­rior, déficit público, etc.) caiga por sí sola en una recesión.
Las recesiones se propagan, principalmente, mediante las caídas de la demanda, que pasan de un sector a otro; mediante los mecanismos multiplicadores, que agrandan los efectos de aquellas reducciones de demanda, y mediante mecanismos financieros, que generalizan la morosidad y empeoran la situación financiera de los agentes económicos.
La salida de una recesión puede ser espontánea o favorecida por las políticas económicas. Sin embargo, lo más importante de esa salida es el proceso de saneamiento financiero a que se someten las familias (ahorro) y las empre­sas (reducción de costes), a costa del presupuesto público…”

De esta forma, los ciclos económicos influyen en las finanzas, en las ventas, en la producción y en las expectativas de crecimiento de las empresas, de las industrias y del desarrollo local y regional. De ahí la importancia de su estudio. No existen políticas ex profeso al respecto de qué hacer ante la ciclicidad del vaivén económico, puesto que de hecho en una economía pequeña como a mexicana la vulnerabilidad y volubilidad es alta, no obstante, es momento para evaluar los impactos regionales, locales e incluso industriales que se tienen de al menos las recesiones más significativas y profundas de la economía mexicana, en especial aquella marcada en el 2008 que mucho influye en sectores modernos de la economía nacional y que son precisamente aquello que por otra parte, son los que se infiltran en la economía del país comprometiendo a la misma, irradiando en lo positivo como en lo negativo los aspectos buenos como malos de su inclusión en el esquema del aparato productivo del país.