INNOVACIÓN E INTELIGENCIA ESTRATÉGICA

INNOVACIÓN E INTELIGENCIA ESTRATÉGICA

Luis Héctor Perego (CV)
Romina Silvia Miguel
(CV)

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Un análisis del estado de situación

En los nuevos escenarios productivos las organizaciones se deben esforzar por mantenerse competitivas y para lograrlo por lo menos deben atender dos aspectos:

  1. la innovación de sus procesos y productos y;
  2. las estrategias inteligentes relacionadas con el análisis de su entorno.

Es por ello que el esfuerzo que las organizaciones innovadoras realizan para captar y consolidar nuevos mercados, se hace hoy en día, con base en un conjunto evolutivo de herramientas y actividades estratégicas. Estas organizaciones, involucran ineludiblemente el manejo de información y al menos un método para procesarla. Para lograrlo disponen de una serie de recursos dedicados a identificar oportunidades y las necesidades del futuro. Esto implica el uso del conocimiento –información con valor estratégico – acumulado del pasado, sumado al potencial del conocimiento presente.
La innovación se percibe como un proceso de acumulación de Know-how y de aprendizaje, donde las principales ventajas se obtienen a partir de la gestión dinámica de la información, y donde la conexión entre áreas internas y su entorno externo (proveedores, distribuidores, clientes) buscan realizarse en tiempo real y en paralelo (Rothwell 1992). En la actualidad, la economía de negocios basados en el conocimiento, presenta una situación crítica generada por la globalización de los mercados y de la información. Esta crisis permanente de flujos globalizados de información crea sin duda nuevos perfiles de clientes con necesidades de cambio constante. Esta situación, conlleva a la competencia directa de nuevas empresas u organizaciones innovadoras que acceden a los mercados en los que compiten. Consecuentemente también se observan ciclos significativamente más cortos en la vida útil de los nuevos productos. Debido a esto, se establece la necesidad de enfrentar ésta dinámica con un nuevo enfoque:

La Inteligencia Estratégica, cuyo objeto es mejorar constantemente las estrategias de innovación, competitividad y desarrollo tecnológico de las organizaciones.
La información disponible y la capacidad de las organizaciones en gestionar esa información es uno de los elementos clave de la competitividad de las mismas y por tanto de la estrategia empresarial y organizacional. El 90 % de la información necesaria para una empresa (patentes, mercados, competencias, etc.) es de libre disposición por lo que es  necesario instrumentar los mecanismos adecuados de localización y análisis para que repercuta de forma útil en las decisiones de las organizaciones. En este marco se sobrentiende el rol fundamental que cumplen el entorno y las potencialidades internas de las organizaciones actuales; suponemos que uno de los factores clave que separa al vencedor del vencido, es sin duda una eficiente y efectiva gestión del conocimiento. Lo cual depende en gran medida, de las capacidades tecnológicas y estratégicas de las organizaciones para captarlo, procesarlo y utilizarlo en sus procesos y productos.

El acceso a la información

La mejora en el acceso a la información, facilitada por el continuo desarrollo de la tecnología y las redes de comunicaciones, constituirá uno de los elementos clave de la sociedad del futuro. Su utilización para ayudar a la toma de decisiones por instituciones, empresas o individuos, permite mejores respuestas y, quizá, enfoques más innovadores a las oportunidades y riesgos que aparecen en un mundo que cambia con rapidez.

La Inteligencia Estratégica (IE) pretende aprovechar esta oportunidad para desarrollar métodos más adecuados para la identificación de fuentes de información relevantes, y para el análisis y el manejo de la información obtenida, con el fin de atender las necesidades de los usuarios en los procesos de toma de decisiones.

En un plano inferior se encuentra la Inteligencia Económica (IEC), la cual se orienta principalmente hacia la información disponible en el exterior de la organización.

 El ámbito de la Inteligencia Económica cubre un campo muy amplio que puede alcanzar desde la tecnología a los mercados pasando por los temas legales. La IEC está vinculada estrechamente a otros enfoques de gestión de la información, tales como la Gestión del Conocimiento —que en este ensayo se considera orientada principalmente a la información generada dentro de la organización— o la Inteligencia Empresarial «Business Intelligence», aplicada en especial al tratamiento de información cuantitativa por medio de herramientas informáticas. Ahora bien, la finalidad de la IEC es diferente, se dirige principalmente a los usuarios que quieren disponer de información actualizada con el fin de favorecer la adopción de las mejores decisiones en el marco de una estrategia dada.

Es evidente que también puede resultar de interés para los diseñadores de políticas de creación de entornos adecuados, para definir estrategias y, aún con más frecuencia, para favorecer la creatividad en las organizaciones; y para los responsables de la promoción de la innovación, ayudándoles a adoptar nuevos enfoques en su trabajo y en el de las empresas a las que prestan asistencia.

El presente ensayo hace foco en la Inteligencia Estratégica, que incluye a la IEC y a la Gestión del Conocimiento.