NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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La Provincia Huasteca

La denominada “Provincia Huasteca estaría conformada por 54 pueblos pertenecientes a las provincias del Estado de México, Nuevo Santander, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz. Así sumarían una nueva provincia a las 24 ya existentes al final del imperio de Agustín de Iturbide  y el comienzo de la era republicana.
Fue el alcalde del Ayuntamiento de Huejutla1, Cristóbal Andrade, quien asumió la representación de la élite política y económica, y difundió un Manifiesto en el que se invitaba a la formación de la provincia Huasteca. (Rangel y Salazar, 1982: 60). A esta iniciativa se le llamó el “Manifiesto de Huejutla” o “Plan Andrade”. Andrade perteneció a la élite económica y política de la primera mitad del siglo XIX en Huejutla siendo parte de la familia que:
Controló y distribuyó la mayor parte del aguardiente, al tener el principal alambique del pueblo, producción que se consumía en los pueblos de la localidad; mientras que un excedente era comercializado en San Luis Potosí y Tampico. Además, los Andrade contaban con múltiples propiedades rurales en arrendamiento o en propiedad.2
El intento por formar una provincia autónoma fue resultado de un reacomodo de fuerzas políticas y económicas en las regiones de México y como es mencionado por Rangel y Salazar (2009); pudo haber sido resultado de un intento por cubrir el espacio dejado o soslayado por las autoridades coloniales y posteriormente imperiales. La élite de Huejutla creyó encontrar una coyuntura propicia para llenar este espacio, buscando apoyo en otras instancias administrativas y de poder político, como a los ayuntamientos a los que invitó, además de que Andrade comenzó a relacionarse con las familias en rápido ascenso económico como los Llorente, los Jáuregui y los Santos.
En el “Manifiesto de Huejutla” o “Plan Andrade” –afirma Rangel y Salazar- se pueden reconocer algunos fundamentos teóricos de El contrato social de Juan Jacobo Rousseau3. Fundamentado en esta obra, Andrade consideraba que el pueblo debía adquirir una forma de gobierno y leyes que se adaptasen a las características particulares que le convinieran; así lo mencionó:
El pueblo se encuentra con toda la facultad necesaria para mudarla, abolirla, alterarla y organizar la que crea más conforme a asegurar estos derechos, y conseguir su prosperidad. (Archivo General de la Nación, México, Historia, vol. 578-b, exp. 3, f. 255,255v., cit. en Rangel y Salazar, 2002: 71).
Estas denuncias por parte de Andrade se debían a la situación de la Huasteca, privilegiada en recursos naturales, pero inmersa en la explotación y la miseria. Así lo expresó: los pueblos no pueden ser felices si las leyes que los han de dirigir no son adecuadas a su carácter, circunstancias, y aquellas que no pueden ser dictadas con acierto, sino previo el conocimiento de éstos. (AGNM, Historia, vol. 578-b, exp.3, f. 255-256., cit. en Rangel y Salazar, 2002: 71). Este fundamento –según Rangel y Salazar- está conectado a la teoría del contrato social la cual dice que “no hay poder que pueda obligar al ser que quiere, a admitir o consentir en nada que sea contrario a su propio bien”.
La aparición del Manifiesto fue el 1 de junio de 1823, realizada por el alcalde del Ayuntamiento de Huejutla, Cristóbal Andrade, enviándola a los ayuntamientos del oriente de San Luis Potosí, así como a los pueblos que pertenecían en ese entonces al Estado de México, Nuevo Santander, Puebla y Veracruz, anexada una invitación para asistir a la reunión en la cual se discutiría el proyecto de la nueva “Provincia Huasteca”. Fueron enviadas las invitaciones a entre 51 y 54 localidades señaladas como posibles integrantes a este nuevo proyecto de provincia. Además incluía a la subdelegación de Meztitlán, la cual no era considerada parte de la Huasteca, y sólo tomando dos en cuenta con la totalidad de las jurisdicciones, esas eran Pánuco-Tampico y Huejutla, dejando a las demás jurisdicciones incompletas de la totalidad de sus ayuntamientos. (Véase Tabla XVI).

Ayuntamientos propuestos para formar la provincia Huasteca en 1823


Pánuco-Tampico

Villa de Valles

Huachinango

Huayacocotla-Chicontepec

Yahualica

Huejutla

Meztitlán

Pueblo viejo

Tamuín

Tamiahua

Chicontepec

Xochiatipan

Huejutla

Tlacolula

Tampico alto

Valles

Amatlán

Tlachichilco

Yahualica

Huautla

Chapulhuacán

Pánuco

Aquismón

Tuxpan

Ixhuatlán

Huazalingo

Xaltocan

Tepehuacán

Ozuluama

Xilitla

Temapache

Ilamatlán

Ahuacatlán

Ixcatlán

Tlanchinol

Tempoal

Tampamolón

Tihuatlán

Zontecomatlán

San Marcos

 

San Felipe

Tantima

San Martín Chalchicuautla

Tepetzintla

Xochioloco

Calnali

 

 

Otontepec

Tancuayalab

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Tantoyuca

Tanlajás

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Chiconamel

San Antonio

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Santa Catarina

Tancanhuitz

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Chontla

Tamapache

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Coscatlán

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Huehuetlán

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Santa Catarina

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Axtla

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Tamazunchale

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Fuente: Rangel Silva José Alfredo y Salazar Mendoza Flor de María “Élites, territorialidad y fragmentación política: la Provincia Huasteca de 1823”, en: El siglo XIX en las Huastecas/ coords. Antonio Escobar Ohmstede y Luz Carregha Lamadrid. México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social: El Colegio de San Luis, 2002, pp. 384 pág. 75

Tabla XVI. Ayuntamientos propuestos para formar la provincia Huasteca en 1823.
La tabla nos permite conocer cuáles eran las jurisdicciones y sus ayuntamientos totales en esa época, sin embargo, no todos los ayuntamientos fueron tomados en cuenta para conformar la nueva “Provincia Huasteca”, propuesta por el alcalde del ayuntamiento de Huejutla, Cristóbal Andrade. Sólo fueron incluidas las jurisdicciones de Pánuco-Tampico y Huejutla, con todas sus jurisdicciones, mientras que las demás sólo fueron tomadas en cuenta algunos de los ayuntamientos. Cabe destacar, que se incluyó a Meztitlán, jurisdicción que no se consideraba parte del territorio Huasteco.
El Manifiesto comenzó a circular por los poblados de la Huasteca en el mes de su aparición. En la provincia de San Luis Potosí se tiene el registro –como lo menciona Rangel y Salazar- de que respondieron a la convocatoria los ayuntamientos de Tamuín, Quayalab, Tanlajás, San Antonio, San Martín Chalchicuautla y Villa de Valles, siendo éste último en el que se encontrara con la oposición por parte del alcalde José Ignacio Enríquez, siendo clasificada como una propuesta peligrosa, así mismo escribió que […] “hombres revolucionarios pretende[n] formar en la sierra de Huejutla una provincia separada” (Rangel y Salazar, 2002:77). Sin embargo en los demás ayuntamientos de la subdelegación potosina parecían dar el respaldo que necesitaba Andrade.
Esta es la respuesta del Ayuntamiento de Villa de Valles al de Huejutla sobre la propuesta de la “Provincia Huasteca”:
Este Ayuntamiento no puede dejar de conocer las ventajas que le proporcionaría a nuestro país un gobierno inmediato, que no teniendo otro objeto que hacer la felicidad de este continente, proporcionaría los arbitrios más análogos para terminar nuestras necesidades […] pero a pesar de ser unas verdades que no pueden ocultarse, encuentra este ayuntamiento algunos obstáculos para su decisión […] debemos advertir que nuestra Huasteca aunque está en el caso de disfrutar los derechos que por lo general le pertenecen a una nación libre, se le presentan en las actuales circunstancias algunos obstáculos que acaso no podrán vencerse.4
Además de este obstáculo que interpuso el Ayuntamiento de Valles se basó en otro argumento en el cual exponía que la proyectada provincia abarcaría algunos puertos, lo cual podría ser una gran desventaja, ya que no se descartaba la posibilidad de una nueva invasión europea a través sus costas, y no habría un ejército capaz de hacerles frente.
No sería así ni habría cosa alguna que temer si ya viésemos reconocida y garantizada nuestra independencia por las potencias de Europa, [en] cuyo caso debemos esperar […] Y si la provincia de Huasteca es la que está al frente, debe ser ésta la comprometida a cuidar de estos puertos ¿y con qué auxilios, con qué fuerza cuenta al punto, para libertarse de una responsabilidad de tanta consideración? Nos parece que con ningunos […] ¿a qué refugio podemos ocurrir cuando el gobierno no puede franquearnos en el estado presente ningún auxilio particular?5

Otro motivo por el cual Villa de Valles se opuso a la propuesta de la “Provincia Huasteca” fue porque en esos momentos las élites en la subdelegación, se encontraba en disputa de obtener la cabecera, siendo apoyado por Villa del Maíz, además de que si entraba en vigor el Manifiesto de Huejutla les despojaría de 17 ayuntamientos, incluido Villa de Valles. La disputa entre el Ayuntamiento de Villa de Valles y el de Tancanhuitz, durando por algunos años. Con la implantación de los ayuntamientos constitucionales en 1820 y ante la necesidad de nombrar electores de partido, el de Valles reclamó ser la cabecera, aduciendo que tenía por denominación la de Villa; además, que desde el inicio había sido la sede del partido. El subdelegado Fernández de Alva replicó que:
El pueblo de Villa de Valles, en ningún momento, ni por una sola buena circunstancia puede ser cabecera de partido. Su temperamento es pésimo e insalubre, su pueblo corto y la mayor parte de su vecindario son rancheros. Ni tienen más iglesia que un jacal sumamente reducido y débil; no tiene casa real o consistorial, y después de todas estas faltas, su situación como llevo dicho, está hacia la parte del norte en el extremo del partido, distante de esta cabecera como diez y seis leguas, sin que en el intermedio haya otro pueblo.6
Valles excusó su ruinosa situación como consecuencia de la guerra de independencia, la cual arruinó a la mayoría de los vecinos pudientes. Los miembros del ayuntamiento alegaron que la condición de rancheros no demeritaba al vecindario, pues hasta los indios podían ser considerados buenos ciudadanos, ya que la mayoría saben el castellano, y muchos leer y escribir. De hecho, aducían que los pocos indios analfabetos eran los provenientes del sur, y por lo mismo el vecindario mayoritario de Tancanhuitz era de esos ciudadanos ignorantes. (Rangel y Salazar, 2009:83).
Recibiendo las réplicas de las dos partes el intendente respondió de manera favorable a Valles. Pero el Ayuntamiento siguió inconforme a la respuesta del intendente y replico ciertas amenazas, el subdelegado refirió a que en todo caso el privilegio de cabecera correspondería a Aquismón antes que a Valles, reconocido como cabecera por los virreyes desde que había corregidores en el partido.
Después de todos los conflictos, oposiciones y bloqueos militares con los que se encontró la propuesta a la autonomía Huasteca, el Manifiesto de Huejutla fracasó, el Ayuntamiento de Huejutla comunicó al jefe político superior de la provincia del Estado de México que no se llevaría a cabo la reunión de delegados de los partidos de la Huasteca. Ahí quedaron frustrados los sueños separatistas de Cristóbal Andrade. Pero nueve años después se registró un movimiento similar: el primer intento de creación del Estado Huasteco, comandado por el general potosino Estaban Moctezuma, el cual tampoco prosperó, más adelante hubo algunos otros que debido a las circunstancias fracasaron, siendo el movimiento de Cristóbal Andrade el que contribuiría más a la conciencia política regional que comenzaría a definir la territorialidad que aspiraba a ser una entidad política, pero que sin duda, redefiniría el sentido de pertenencia a esta bella región.

1 En ese tiempo perteneciente a la provincia del Estado de México, hoy perteneciente al estado de Hidalgo.

2 Escobar Ohmstede Antonio 1996. La conformación y las luchas por el poder en las Huastecas 1821-1853. Secuencia. Revista de Historia y Ciencias Sociales. Instituto Mora 36:10

3 El texto de Jean Jacques Rousseau comenzó a circular con mayor énfasis en México en el año de 1820, y su traducción al español llegó en 1822.

4 Respuesta del Ayuntamiento de Villa de Valles al de Huejutla sobre la propuesta de la “Provincia Huasteca”, en Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí (AHESLP), Provincia de San Luis Potosí, leg. 1823.15 exp. 8, cit. en Rangel y Salazar, 2002: 80

5 Respuesta del Ayuntamiento de Villa de Valles al de Huejutla sobre la propuesta de la “Provincia Huasteca”, en AHESLP, Provincia de San Luis Potosí, leg. 1823.15 exp. 8. También en AGNM, Historia, vol. 578-b, exp. 3, f. 274-275v., cit. en Rangel y Salazar, 2002: 81

6 AHESLP, Intendencia, leg. 1820.1, exp.9. cit. en Rangel y Salazar, 2002: 83