NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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Patrimonio Cultural

En una cultura, los bienes con especial importancia histórica, científica, simbólica y estética que han sido transmitidos como un legado a los descendientes de un grupo constituyen lo que se conoce como patrimonio cultural, que revela la visión del mundo, las formas de vida y la manera de entender las cosas a las generaciones futuras.
El patrimonio cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores e intelectuales, así como las obras anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas. De esta forma, el patrimonio cultural tiene dos vías de manifestación: la material, como edificaciones u objetos, y la inmaterial, como procesos, lenguas y técnicas que dan lugar a festividades, ritos y tradiciones (CONACULTA, 2006:3).
En nuestros días el término patrimonio se refiere al legado que recibimos del pasado, el cual debemos proteger, conservar y rehabilitar en el presente, y que transmitiremos a las próximas generaciones (Yáñez, 2011:11). Aunque para cada individuo perteneciente a un grupo tenga distinto significado el patrimonio cultural y ese individuo decide si lo seguirá transmitiendo o anula su valor, como lo menciona Arizpe (2009):
“El patrimonio se fragua en la mirada de quien lo aprecia y con ello funde lo aprendido del pasado y lo ejercido en el presente. En las pirámides, los códices y la cerámica hay una fijeza en el tiempo, los magnetismos se articulan y dan la impresión de que ese patrimonio cultural físico ya no tiene relación con el presente” (Pág. 7).
El patrimonio cultural se divide en material e inmaterial-según la UNESCO-, entre los materiales se encuentran los vestigios y objetos arqueológicos o prehispánicos, incluyendo los restos fósiles, edificios coloniales (catedrales, conventos, haciendas, palacios de gobierno o arquitectura civil), manuscritos históricos, códices, obras de arte, instalaciones industriales y arquitectura vernácula. Mientras que el patrimonio cultural inmaterial reúne las expresiones y manifestaciones de cada pueblo, y que se transmiten de una generación a otra, que mantiene la cohesión entre los miembros de un grupo y que le dan un gran valor cultural, debido al tiempo que se tomó transmitir esas experiencias a las nuevas generaciones.
El concepto de “patrimonio cultural” ha cambiado bastante en las últimas décadas; no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculadas a la artesanía tradicional. Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial es un importante factor de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia otros modos de vida (Yáñez, 2011: 14-15).
El patrimonio inmaterial comprende varios elementos –según CONACULTA- esos son:

  • Tradición oral y narrativa.
  • Conocimientos tradicionales sobre cocina, ciclos agrícolas, herbolaría y medicina tradicional.
  • Mitos y concepciones del universo y la naturaleza.
  • Espacios y entorno geográfico dotados de valor simbólico.
  • Expresiones dancísticas y musicales.
  • Vida y festividades religiosas.
  • Diseños en todas las artes populares y oficios artesanales.
  • Destrezas y habilidades de los creadores en todas las artes y oficios artesanales, incluyendo las técnicas y tecnologías tradicionales.

El patrimonio cultural debe ser salvaguardado, pero no con un interés comercial de ello, sino como una manera de revitalizar los aspectos que le dan identidad y definen a una cultura de otra, esto a través de seguir las etapas de identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización y transmisión.
Esas etapas deben desarrollarse principalmente en las comunidades de gran carácter cultural, ligado a su medio ambiente en el que se desenvuelven y se desarrollan, principalmente los grupos étnicos de todo el mundo, herederos del patrimonio que siguen transmitiendo dentro de sus comunidades y que tienen un gran valor universal para la humanidad.