Las verbenas cubanas son fiestas populares tradicionales que
¨es la que pervive de una generación a otra en un lapso prolongado promovida por algún acontecimiento colectivo, ya sea de carácter social, económico, religioso o de otra índole; es reconocida por un núcleo étnico dado y goza de participación popular hasta alcanzar el calificativo de tradicional¨(Feliú Herrera 1999;4)
Las verbenas son fiestas populares tradicionales vinculadas en la región tunera a la celebración de fiestas patronales, cuya celebración se establecía antes durante o después de dicha fiesta, y en ocasiones articuladas y estructuradas como un todo en dicha celebración. Del mismo modo eran organizadas como divertimento en ocasión de fines o inicios de año, y otras celebraciones especiales, comprendidas siempre en espacios urbanos, pero con la participación masiva de pobladores rurales de los alrededores.
Fueron espacios de participación social que cuyos antecedentes son las tómbolas patrocinadas por asociaciones religiosas o laicas de damas, jóvenes o caballeros dedicadas a la recaudación de fondos para fines benéficos comunitarios. En estas tómbolas que precedieron las verbenas resulta común un patrocinio colectivo entre la iglesia y sus organizaciones, logias y asociaciones culturales.
Participaron históricamente en el patrocinio de las verbenas las instituciones gubernamentales municipales, el fisco, la iglesia católica y las compañías norteamericanas presentes en la región además de los roles de organizadores participantes que jugaban las logias, clubes, y las sociedades culturales de origen étnico y clasista. Usualmente de este patrocinio colectivo emanaba un comité organizador para los festejos.
De la conjunción de elementos hispanos criollos y negros se conforma la verbena tunera, hasta convertirse en una tradición cubana que abarca los orígenes étnicos que resuelve nuestra nacionalidad, y su desarrollo como tradición popular tradicional tiene como contexto la consolidación de la región histórico cultural.
Al formar parte de la memoria histórica esta verbena es una creación producto de las prácticas sociales conformada en respuesta colectiva, que tiene significados y significaciones para cada uno de los actores sociales que participan en el hecho.
Como actor participante o como actor con rol de organizador activo claro está, cada uno saca lecturas diferentes del suceso, y desde el presente se puede decir que constituye a la vez un hecho social y cultural: Social pues ocurre en los marcos sociales de su época implicando de una u otra forma actores e intereses clasistas desde la cultura dominante: pero que es asumido como práctica por toda la sociedad.
Se incorporan al hecho impregnándolo con sus vivencias culturales propias, es a la vez un hecho cultural pues su contenido forma parte de la producción cultural de su época y encontramos elementos que representan la cultura portadora de los grupos fundacionales.
Aportes culturales:
El producto cultural ofrecido era el resultado de dos tipos de programaciones: la programación de las instituciones culturales privadas: que estaba dirigida a los socios, pero que era dedicada a la verbena: Bailes de Disfraces Adultos, (Liceum) Fiestas de Disfraces de niños( Colonia Española), Baile de Guayabera de la Colonia Española amenizado por agrupaciones famosas de la época ofertas culinarias y de bebidas (para los socios) donde primaba cocina criolla, española y china en las sociedades chinas.
Programación Popular: Que tenía a los parques y sus alrededores y cada institución atendía las diferentes áreas entre ellas: Club Rotario, Las Logias, La Asociación de Colonos, esta incluía las competencias y juegos tradicionales, y los bailes populares.
No obstante su carácter festivo la verbena representaba las diferencias existentes en la sociedad, y los sectores marginados se expresaban espontáneamente, tal era el caso de anglófonos que en su sociedad cultural recreaban su cultura ej: la danza de tejer la cinta alrededor del palo. En los bazares se jugaba al azar, y se vendían todo tipo de baratijas, tejidos y algunos se especializaban en juguetes y en imágenes del santoral católico, vidas de santos, oraciones y rezos, artesanía popular de tejidos, yarey y cestería.
En los adornos predominaban las flores tanto en los interiores de templos, locaciones culturales, espacios abiertos y carrozas. Las carrozas representaban barcos piratas, estrellas, paisajes literarios, adornadas en ocasiones con mirtos y otras figuras de papel maché. Se armaban bazares ambulantes muy iluminados en las noches para los juegos de azar y las ventas variadas.
En el caso de Las verbenas de Jobabo San José los adornos de la procesión constituyen un aspecto que denota un buen gusto y creatividad, incluyendo los adornos del santo, que incluye trabajos de orfebrería en los atributos del patriarca
Esta tradición tiene un espacio urbano __ pero contó siempre con una participación masiva de los habitantes de las zonas rurales para los cuales constituye un acontecimiento social y cultural__ el fenómeno de expansión del capitalismo y modernización de la industria azucarera: con la incidencia cultural de los flujos migratorios de las tres primeras décadas y los constantes intercambios culturales que llevan a la reformulación y enriquecimiento de la cubanidad en la etapa republicana en el sistemático proceso de transculturación.
La tradición temporalmente se ubica en la primera mitad del siglo XX como tradición vigente; es por ello que inferimos que la expansión azucarera y la fundación de poblados como consecuencia de la construcción de centrales contribuyen no sólo al desarrollo socioeconómico y a la urbanización de la región sino que condiciona la aparición de nuevos asentamientos humanos y a la producción y reproducción de procesos culturales: de los cuales la verbena es un producto con rasgos de autoctonía, dentro de la región y la nación.
En su organización llevaba a cabo un proceso de conciliación de roles sociales, y promovía participación en ella una parte considerable de la población de diferentes clases sociales, edades, creencias religiosas, sexos o color de la piel y se incrementan además, las relaciones interpersonales mientras al mismo tiempo, ejerce una función cohesionadora, al reconocer el sujeto en ella parte de su identidad
En la investigación al abordar el tema del patrocinio de la verbena se ve el mismo como el producto del esfuerzo de instituciones gubernamentales y sociales.
Las compañías norteamericanas de los centrales y las autoridades gubernamentales eran los más fuertes contribuyentes y dueños de ganancias contribuían con la organización de la fiesta popular a través de las organizaciones. El Club Rotario: que a pesar de su carácter elitista fue un vehículo para la transmisión entre sus miembros de la cultura popular cubana y promovía en la verbena la cubanía: en las costumbres, la cocina, la música, al igual que las logias pues una gran cantidad de rotarios eran masones o caballeros de la luz, y a la vez socios de las instituciones culturales locales.
En todo el proceso de surgimiento, desarrollo y decadencia de la tradición cultural está presente la tensión entre los elementos- tradición- modernidad, con todas las contradicciones que esto genera, pero obliga a ver la tradición desde la perspectiva del presente y su inserción en los procesos de comunicación cultural.
Podemos afirmar que en su ciclo vital de desarrollo las Verbenas constituyen una expresión del proceso de transculturación pues en su figura se produce una ósmosis de los grupos étnicos fundacionales de la identidad cubana.
Ciclo Vital de Las verbenas Tuneras
Exponente |
Ubicación espacial |
Surgimiento |
Desaparición |
1. Puerto Padre |
Poblado: alrededor del parque y avenida central |
Primera década del siglo XX |
Década del 60 |
2. San Manuel |
Poblado de San Manuel |
1905 |
Década del 70 |
3. Pueblo Viejo |
Batey del central Chaparra y alrededores |
1920 |
Década del 50 |
4. Manatí |
Poblado de San Miguel de Manatí en los alrededores del Batey y el parque |
1925 |
Década del 60 |
5. Puerto de Manatí |
Poblado del Puerto |
Década del 20 |
Década del 60 |
6. Parque Maceo |
Alrededores del parque Maceo |
Década del 20 |
Década del 40 |
7. Parque Vicente García |
En el parque y alrededores de la parroquia de San Jerónimo |
1910 |
Década del 50 |
8. Jobabo San José |
Alrededores del parque, avenida central y parroquia |
1928 |
1961 |
A partir de la fusión de elementos culturales procedentes de diferentes culturas, que coinciden en el tiempo- espacio geográfico cultural e histórico y llevan al enriquecimiento de lo cubano, tanto en la capacidad de expresarse como de sentirse; este aspecto que vive en la espiritualidad de la sociedad y de cada individuo que la integra (Marcos sociales de la memoria).
Durante la investigación se pudo contactar como los individuos ya sean participantes o descendientes enriquecen el imaginario social colectivo: en este estudio se utilizaron fuentes literarias: escritos, material de la prensa,(Revistas y periódicos ), planos, fotografías y testimonios orales, cada individuo tiene sus visiones de acuerdo a lo vivido, y a lo pensado sobre su participación en las festividades, la comunidad se auto imagina y renueva a través de la fiesta.
Como resultado de este trabajo se hizo patente que la tradición está presente en la memoria histórica en los mayores de 60 años, persiste en una generación intermedia y es casi ignorada por los jóvenes la aplicación social de estos resultados servirán para divulgar el conocimiento de la tradición.
Sobre la decadencia de la tradición y su relación con la modernidad se debe tener en cuenta el cambio de escenarios a partir de la segunda mitad del siglo XIX sobre este asunto plantea la estudiosa Víctori Ramos:
A partir de 1959 la sociedad cubana transforma nuevamente sus estructuras- de forma compleja para la regularidad social iberoamericana- al triunfar la Revolución nacional liberadora que establece nuevos presupuestos para el estado nación y poco después asume las características de una sociedad socialista…el brusco rompimiento de las estructuras tradicionales de vida, de los discursos culturales y de las aspiraciones consuetudinarias inscriptas en el fondo histórico del pensamiento social cubano, sacudió al estado- nación desde sus raíces, reevaluando, reorganizando y hasta recreando cada uno de los discursos culturales de la sociedad (Víctori 2004;241)
Resulta evidente que la década del sesenta del siglo XX inicia un proceso de profundas transformaciones dentro de la sociedad cubana, dentro de ellas se produce en agosto de 1960 la nacionalización de los centrales de propiedad norteamericana y otros consorcios nacionales, las mismas conmocionaron las estructuras socio clasistas de la sociedad cubana Comienza un periodo de reajustes dentro de la misma: al perder el poder político la oligarquía azucarera vinculada con intereses económicos con las grandes compañías norteamericanas.
Avanzando desde lo macro nacional hasta el nivel micro estos procesos llevan a profundos cambios en las estructuras económicas y sociales de los poblados de la región : las compañías pierden sus propiedades y comienza un proceso de éxodo masivo: de los antiguos propietarios y sus más cercanos colaboradores.
Como en todo período de tránsito en la sociedad se pierden hábitos y costumbres, se sustituyen instituciones y, al mismo tiempo, surgen otras portadoras de las nuevas concepciones que se adoptan. La fiesta popular tradicional no constituyó una excepción, a partir de los años 1956-1958 se nota una pérdida paulatina de festejos que aumentó después del triunfo revolucionario del año 1959. Sin mediar una regulación expresa al respecto las Fiestas Patronales, mayoritarias en todas las provincias, son sustituidas por actividades de poca calidad, carentes de tradición, limitadas a la música grabada en casi todos los casos, y un expendio de comidas y bebidas.(Feliú Herrera 2002;1)
La verbena da paso con el de cursar del tiempo a nuevas tradiciones, al aplicarse las leyes de la cultura popular tradicional tradición- renovación el carnaval pasa a ocupar un lugar cimero como tradición festiva popular, y en otros casos desaparecen bajo prerrogativas impuestas por políticas erróneas, que provocan pérdidas significativas de tradiciones culturales autóctonas y la aparición de fiestas carentes de valores reales, que ofrecen productos culturales mala calidad y promotoras de modos de conducta no acorde con pautas y normas sociales de la sociedad cubana de hoy.
Lo que si resulta evidente es que estas problemáticas, y otras inmersas en la modernidad latinoamericana requiere de un estudio científico transdiciplinar, pues desde la Antropología, la Sociología de la Cultura y la Filosofía de la Historia no se resuelven: hay que lograr un enfoque múltiple que garantice estudios científicos de los espacios de análisis como el de este trabajo.
Sobre este asunto uno de los teóricos de las últimas décadas en América Latina Néstor García Canclini expresó en su obra “Los Estudios Culturales de los 80 a los 90: perspectivas Antropológicas y Sociológicas en América Latina” planteó:
“Las transformaciones de la modernidad no son tan amenazantes si pensamos que lo distintivo del saber antropológico no es ocuparse de los pueblos “primitivos” o de etnias o comunidades tradicionales, sino estudiar las diferencias, la alteridad y las relaciones interculturales, mediante la generación de informaciones directas….no obstante la reubicación_ más que desaparición_ de los pueblos, etnias y comunidades tradicionales en las sociedades contemporáneas implica otras formas de diferenciación… se deberá dirigir una mirada antropológica y sociológica- renovada hacia esa recomposición de la problemática.(García Canclini 2004;128)
La perspectiva de la investigación social actual lleva a enfrentar el problema desde una óptica transdiciplinar, introduciendo estudios sobre la viabilidad de traer del pasado elementos reconfigurados necesarios para la continuidad y la salud de la cultura popular tradicional: para lograr una comprensión cabal del papel de las tradiciones como esta, sus valores y su inserción dentro de los procesos culturales actuales en defensa de la memoria colectiva y de enriquecer el imaginario cubano, es indudable que sólo conociendo el pasado y las raíces de la memoria como pueblo se puede entender los procesos del presente.
Las Verbenas Tuneras son una tipología de fiesta popular, pues como actividad colectiva aglutina y cohesiona una porción mayoritaria de la población de la región, reconocida por diferentes grupos étnicos como suceso social, cultural y en ocasiones religioso donde sienten la necesidad de participar bajo diferentes roles que le traen gratos recuerdos de su niñez y juventud.
Esta participación puede ser activa como organizadores, músicos, artistas, bailadores, vendedores de productos propios de la fiesta o pasiva como simples espectadores, es por esa preferencia y por la participación masiva de la población que transforma la conducta social de sus participantes al suplantar su conducta cotidiana, tratándose de alcanzar sentimientos y aspiraciones desarrollando alegría, euforia propiciadora de formas de conducta que permiten realización de motivaciones personales y colectivas.
Es tradicional porque el ciclo vital de su existencia se extiende a más de setenta años de celebración ininterrumpida, llenó un importante espacio en el universo festivo tunero: incubadora de tradiciones, costumbres y comunicación colectiva. Incluye casi todos los elementos o manifestaciones de la cultura popular tradicional (música, danza, ornamentación, artesanía, elementos teatrales y de literatura oral, juegos y competencias, comida y bebidas, creencias religiosas, entre otras) en el contexto geográfico urbano.
La tradición se difunde en una dimensión temporal que abarca la primera mitad del siglo XX y a mediados de la década del setenta desaparecen sus últimos exponentes. En espacios geográficos urbanos cuyo contenido cultural, la convirtió en el espacio festivo con preferencias de la población, sin distinción de edad, sexo, raza o grupo étnico por más de medio siglo.
La construcción de la memoria histórica como proceso colectivo permite la producción de representaciones sociales que otorgan nuevos significados a individuos y grupos en este sentido la verbena anclada en un entorno sociocultural proporciona representaciones inconcientes, del imaginario de ese entorno mueve comportamientos, crea símbolos, vivencias, significados, acumula material iconográfico, documental de una época, que enriquece la memoria colectiva de grupos de individuos y de la sociedad, en casi un siglo.
Las verbenas acumulan vivencias, significados, conductas en los individuos y grupos a partir de sus experiencias personales o de grupos, aportan costumbres, valores, modos de actuación, símbolos, que enriquecieron la espiritualidad, son trasmitidos por oralidad, en forma de recuerdos patentes y presentes de un pasado que fue asumido y pensado por sus protagonistas y necesita ser conocido, repensado y sentido por otros actores de hoy.
Los elementos culturales analizados anteriormente permiten ubicar a las verbenas como una tradición festiva popular tradicional histórica que realizó un significativo aporte en la formación de la memoria histórica y cultural de la región tunera durante el siglo XX y como fruto de esta investigación es posible apreciar sus rasgos y aportes culturales al estar representadas en sus manifestaciones los antecedentes étnicos de la identidad cultural de la región.