El estudio de la disciplina de la economía tal y como la conocemos hoy en día, comenzó precisamente con el estudio del comercio y las finanzas internacionales. En este contexto, los historiadores del pensamiento económico ubican el ensayo Sobre la balanza comercial del filósofo escocés David Hume, como la primera exposición real de un modelo económico
La economía tal y como la conocemos hoy en día, se basa en la construcción de modelos para explicar partes de la realidad económica, lo mismo la conducta de los consumidores y de los productores en el mercado (temas propios de la microeconomía), que los efectos de la intervención gubernamental en la economía (tema de estudio significativo de la macroeconomía); pasando por los efectos del libre comercio internacional sobre el crecimiento económico y la redistribución del ingreso (un tema que estudia precisamente la economía internacional).
¿Por qué se dice que el estudio de la economía comenzó con el estudio del comercio y las finanzas internacionales? En este caso nos remitimos nuevamente a la historia de la economía o del pensamiento económico, que registra que los debates sobre la política comercial británica a principios del siglo XIX hicieron mucho por convertir a la economía de un campo informal de debate en un área centrada en la construcción de modelos económicos que ha sido desde entonces.
Sin embargo, el estudio de la economía internacional nunca había sido tan importante como lo es hoy en día. En la actualidad, los países están más estrechamente vinculados a través del comercio exterior de bienes y de servicios, de flujos crecientes de capital financiero (denominado técnicamente como Inversión Extranjera de Cartera, IEC de manera abreviada) y de inversiones productivas que unos países realizan en otros (inversión que se denomina más precisamente como Inversión Extranjera Directa, IED de manera resumida).
Así, en el contexto de la globalización económica las relaciones comerciales, financieras y productivas entre países son significativas y van en ascenso. Si echamos un vistazo rápido a las estadísticas básicas del comercio exterior, nos daremos cuenta de lo importante que son hoy en día las relaciones económicas internacionales con respecto al pasado. Nunca antes los países habían estado tan estrechamente vinculados como lo están hoy en día.
En el caso específico de México, tanto las exportaciones como las importaciones han ganando importancia creciente en su economía. En el cuarto trimestre de 1980 las exportaciones de México representaban el 10.8 por ciento de su PIB total, para subir al 24.6 por ciento en el cuarto trimestre de 1995 y, finalmente, para ubicarse en 39.8 por ciento una década después, es decir, para el cuarto trimestre de 2005. La misma tendencia han seguido las importaciones, aunque la participación creciente de éstas en el PIB total del país se empieza a hacer más evidente a partir del año 2000. De esa manera, mientras que en el cuarto trimestre de 1980 las importaciones de bienes y de servicios de México representaban el 13.9 por ciento de su PIB total, para el cuarto trimestre de 1995 ya representaban el 21 por ciento y para el cuarto trimestre de 2005 ya representaban poco más del 45 por ciento del PIB total del país (Ver Gráfica 1.1).
Fuente: elaboración propia con base en INEGI: Banco de Información Económica (BIE). Oferta y demanda global de bienes y servicios bases 1980, 1993 y 2003, en www.inegi.org.mx, consultado el viernes 30 de septiembre de 2011.
O de manera más amplia, si en el cuarto trimestre de 1980 el comercio exterior de
México, conformado por exportaciones e importaciones de bienes y de servicios, representaba el 24.7 por ciento de su PIB total, para el cuarto trimestre de 1995 subió su participación al 45.6 por ciento y para el cuarto trimestre de 2005 ya participaba con el 85 por ciento en la actividad económica global del país (Ver Gráfica 1.2). Hoy en día México depende en buena medida del comercio exterior para impulsar su crecimiento económico y generar empleos.
Fuente: elaboración propia con base en INEGI: Banco de Información Económica (BIE). Oferta y demanda global de bienes y servicios bases 1980, 1993 y 2003, en www.inegi.org.mx, consultado el viernes 30 de septiembre de 2011.
Para México, la economía internacional es de suma importancia. En la Gráfica 1.1, observamos que a partir del año 2000 las importaciones superan a las exportaciones como proporción del PIB, lo que sugiere que las importaciones han tendido a crecer más rápido que las exportaciones, lo que ubica a México en una situación de déficit comercial. Déficit comercial que México tiene que financiar. ¿Cómo puede el país financiar su déficit comercial? Básicamente, con entradas de inversión extranjera directa (IED) y de inversión extranjera de cartera (IEC); o bien, con préstamos internacionales. Inversiones financieras y productivas, así como préstamos internacionales, que hoy en día están más o menos asegurados para México gracias al acuerdo comercial que tiene firmado con los Estados Unidos y el Canadá. De esa manera, para México la economía internacional es un hecho.
La economía internacional utiliza los mismos métodos fundamentales de análisis que las otras ramas de la economía; esto, porque la motivación y la conducta de los individuos y de las empresas son exactamente las mismas tanto en el plano del comercio internacional como en el de las transacciones domésticas o nacionales.
Sin embargo, a nivel de la economía internacional se llevan a cabo relaciones comerciales y financieras entre países o estados soberanos e independientes, por lo que se suscitan problemas o cuestiones especiales que requieren de explicaciones específicas y contundentes. México y Estados Unidos son estados soberanos; sin embargo, tienen relaciones comerciales y financieras que pueden plantear algunos problemas. Por ejemplo, Estados Unidos podría limitar las importaciones de mercancías provenientes de México estableciendo impuestos a la importación, mejor conocidos como aranceles en el plano del comercio internacional. Del otro lado, las autoridades monetarias de México podrían estimular las exportaciones de mercancías hacía Estados Unidos decidiendo una devaluación del peso frente al dólar. O bien, si México incurre frecuentemente en déficits comerciales porque importa mercancías más de las que exporta, tarde o temprano tendrá que devaluarse el peso.
Como podemos darnos cuenta, las relaciones comerciales y financieras entre países suscitan numerosos problemas, y son precisamente esos problemas los que trata de estudiar la economía internacional. De esa manera, para el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman,1 la economía internacional estudia siete temas recurrentes: las ganancias del comercio, los patrones de comercio, el proteccionismo comercial, la balanza de pagos, la determinación del tipo de cambio, la coordinación internacional de políticas y el mercado internacional de capitales.
Para Miltiades Chacholiades, “la economía internacional estudia la manera como interactúan diferentes economías en el proceso de asignar los recursos escasos para satisfacer las necesidades humanas”.2 En esta definición sobresale el problema económico fundamental: la escasez de recursos frente a necesidades o deseos humanos numerosos y crecientes; por lo que dos países o más interactúan para tratar de asignar de la manera más eficiente posible los recursos escasos del planeta para satisfacer el mayor número posible de necesidades de una población mundial creciente. En consecuencia, las distintas economías nacionales llevan a cabo relaciones comerciales y financieras con el objetivo único de asignar de manera eficiente los recursos escasos a necesidades alternativas o competitivas. La teoría clásica y neoclásica del comercio internacional, como lo veremos más adelante, supone que el libre comercio internacional permite una asignación eficiente de los recursos escasos, por lo que aumenta el crecimiento económico y mejora el bienestar general (Ver Esquema 1).
Esquema 1.1. Economía internacional como parte del proceso para asignar recursos escasos
Fuente: elaboración propia con base en Chacholiades, Miltiades: Economía Internacional, Editorial McGraw-Hill, Segunda Edición, Santafé de Bogota, Colombia, 1992, p. 3.
Miltiades Chacholiades hace una distinción importante entre la teoría económica general y la teoría económica internacional, más comúnmente conocida esta última como economía internacional. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre ambas? En que la teoría económica general estudia los problemas de una economía cerrada, es decir, los problemas de una economía que no mantiene relaciones comerciales ni financieras con otros países; en tanto que la economía internacional estudia los problemas de dos o más países, examinando los mismos problemas de la teoría económica general pero desde una perspectiva internacional. En ese sentido, prosigue Miltiades Chacholiades, se puede decir que la economía internacional es más general que una economía cerrada, siendo esta última un caso especial de la economía internacional en el cual el número de países se reduce de muchos a uno solo (Ver Cuadro 1).
Por último, así como la teoría económica general se divide para su estudio en microeconomía y macroeconomía (Ver Cuadro 1), la economía internacional también se divide en dos ramas importantes de estudio: 1) la teoría del comercio internacional, y 2) la teoría de las finanzas internacionales. La teoría del comercio internacional es una teoría de intercambio de equilibrio estático de largo plazo, en la que se supone que ha sido completado el proceso de ajuste monetario de corto plazo, con el dinero en su papel clásico de mero lubricante de los intercambios. Por su naturaleza, el enfoque de la teoría del comercio internacional es fundamentalmente microeconómico. Por su parte, la teoría de las finanzas internacionales se ocupa de los aspectos monetarios de las relaciones internacionales. Su enfoque es principalmente macroeconómico y se ocupa de manera específica de los problemas a corto plazo de desequilibrio y ajuste de la balanza de pagos (Ver Cuadro 2).
Cuadro 1.1. Diferencias y similitudes entre la teoría económica general y la economía internacional
Enfoque |
Estudia problemas de: |
Contextualización |
Método o procedimiento |
Se divide en: |
Teoría económica general |
Economía cerrada |
Caso especial |
Numerosos países se reducen de muchos a uno solo. |
Microeconomía Macroeconomía |
Economía internacional |
Dos o más economías |
Caso general |
Dos o más países se relacionan entre sí. |
Teoría del comercio internacional Teoría de las finanzas internacionales |
Fuente: elaboración propia con base en Chacholiades, Miltiades: Economía Internacional, Editorial McGraw-Hill, Segunda Edición, Santafé de Bogota, Colombia, 1992, p. 3.
Cuadro 1.2. Las ramas de la economía internacional: método, objeto y enfoque
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Método y objeto de estudio |
Enfoque |
Teoría del comercio internacional |
Teoría de intercambio de equilibrio estático de largo plazo, en la que se supone que ha sido completado el proceso de ajuste monetario de corto plazo, con el dinero en su papel clásico de mero lubricante de los intercambios. |
Básicamente microeconómico |
Teoría de las finanzas internacionales |
Se centra en los aspectos monetarios de las relaciones internacionales, se ocupa particularmente de los problemas a corto plazo de desequilibrio y ajuste de la balanza de pagos. |
Principalmente macroeconómico |
Fuente: elaboración propia con base en Chacholiades, Miltiades: Economía Internacional, Editorial McGraw-Hill, Segunda Edición, Santafé de Bogota, Colombia, 1992, p. 3.
Retomando a Krugman a partir de la distinción que hace Chacholiades entre comercio internacional y finanzas internacionales, podemos preguntarnos lo siguiente: ¿cuáles son los temas de estudio de la teoría del comercio internacional, y cuáles los de la teoría de las finanzas internacionales? Los temas de estudio de la primera son, a saber, las ganancias (o pérdidas) del comercio internacional, los patrones de comercio y el proteccionismo comercial; en tanto que los temas de estudio de la teoría de las finanzas internacionales son los siguientes: la balanza de pagos, la determinación del tipo de cambio, la coordinación internacional de políticas y el mercado internacional de capitales (Ver Cuadro 3).
Cuadro 1.3. Temas de estudio de las ramas de la economía internacional
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Rama |
Temas |
Ramas de la economía internacional |
Teoría del comercio internacional |
Ganancias (o pérdidas) del comercio internacional. Patrones de comercio Proteccionismo comercial |
Teoría de las finanzas internacionales |
Balanza de pagos Determinación del tipo de cambio Coordinación internacional de políticas Mercado internacional de capitales |
Fuente: elaboración propia con base en Chacholiades, Miltiades: Economía Internacional, Editorial McGraw-Hill, Segunda Edición, Santafé de Bogota, Colombia, 1992, p. 3, y en Krugman, Paul R. y Maurice Obstfeld: Economía Internacional. Teoría y Política, Pearson Addison Wesley, Séptima Edición, Madrid, España, 2006, p. 3.
Como ya se ha señalado anteriormente, los temas de estudio de la economía internacional son siete, a saber: las ganancias del comercio, los patrones de comercio, el proteccionismo comercial, la balanza de pagos, la coordinación internacional de políticas, la determinación del tipo de cambio y el mercado internacional de capitales. A continuación, damos una breve semblanza acerca de cada uno de dichos temas.
Este tema es, sin lugar a dudas, una de las principales preocupaciones de reflexión de la economía internacional, y de manera más específica de la teoría del comercio internacional. Al respecto, una primera interrogante que viene a la mente es la siguiente: ¿de qué manera el comercio internacional genera beneficios o ganancias a los países que participan en él? Los primeros en ensayar una respuesta fueron los economistas ingleses Adam Smith y David Ricardo, cuyos modelos de comercio exterior veremos más adelante.
Pero si bien para algunos el comercio internacional es benéfico para los distintos países que participan en él, algunos más cuestionan la idea de que realmente el comercio entre países sea mutuamente beneficioso para todos los países participantes. En este contexto, para el estructuralismo latinoamericano o cepalino, cuyo enfoque revisaremos más adelante, el comercio exterior beneficia a los países industrializados pero perjudica sobremanera a los países productores de bienes primarios como la mayoría de los latinoamericanos. Asistimos, pues, a un profundo debate acerca de si el comercio internacional es beneficioso o no para todos los países que participan en él.
Retomando, sin embargo, podemos plantearnos la siguiente interrogante: ¿son capaces los países de producir prácticamente toda la amplia gama de productos que requieren y que consumen prácticamente todos sus ciudadanos o habitantes? La respuesta a un nivel trivial es: sí pueden hacerlo; ¿pero serán igualmente eficientes para producir lo mismo computadoras que automóviles, refrigeradores, ventiladores, manzanas, plátanos o cualquier otra mercancía? Al respecto la respuesta es: no son igualmente eficientes en todas las líneas de producción. En consecuencia, y dado que los distintos países no son capaces de producir de manera eficiente toda la amplia gama de mercancías que requiere su mercado interno, el comercio exterior es necesario y conveniente.
¿Alguien podría sugerir que México produzca los aviones que demandan sus líneas aéreas cuando este país no ha desarrollado los recursos humanos necesarios y suficientes para poderlos fabricar? ¿No sería mejor para México importar aviones a cambio de exportaciones de petróleo al resto del mundo dado que la naturaleza lo dotó de abundantes yacimientos del hidrocarburo en cuestión? Es desde esta última perspectiva en la que es posible apreciar las ganancias del comercio internacional.
Conviene a México exportar petróleo, línea de producción en la que tiene ventajas comparativas diría David Ricardo, e importar aviones, línea de producción en la que no posee ventaja comparativa alguna. Si México puede disponer de aviones importándolos de algún país que sea más eficiente para producirlos, se dedicará exclusivamente a producir petróleo, lo que lo conducirá a la especialización en la producción de petróleo, a su vez la especialización repercutirá en un incremento de la productividad en dicho sector de actividad, y el incremento de la productividad hará posible un aumento de la producción, de un lado, y una disminución de los costos unitarios de producción y de los precios, por el otro lado.
Desde esa perspectiva, México gana con el comercio exterior: importa aviones más baratos que lo que cuesta producirlos internamente, lo que le permitirá especializarse en la producción de petróleo con lo que abatirá costos y precios vía incrementos de la productividad, lo que repercutirá en beneficio tanto de los nacionales como de los extranjeros que consumen petróleo mexicano. México, al igual que sus socios comerciales, se beneficia del comercio internacional.
Sin embargo, otras teorías sostienen exactamente lo contrario: que no necesariamente todos los países ganan con el comercio internacional, que más bien el comercio internacional es un juego de suma cero en el que unos países ganan (principalmente los industrializados) lo que otros países pierden (sobre todo los países no industrializados que sustentan sus economías en la producción de bienes primarios como el café, el cacao o el petróleo).
Con estos antecedentes, estamos listos pues para acometer el estudio de la teoría del comercio internacional, misma que se expresa tanto en la teoría clásica (Adam Smith y David Ricardo) y neoclásica (Samuelson-Jones y Heckscher-Ohlin) como en el enfoque estructuralista a través de la teoría del deterioro de los términos de intercambio.
Este tema se relaciona muy de cerca con el anterior, y tiene que ver con la importante cuestión de quién vende qué a quién; o alternativamente, quién compra qué a quién. O más específicamente, ¿por qué México, por ejemplo, exporta tequila a los Estados Unidos pero importa computadoras del Japón? ¿O por qué Estados Unidos exporta aviones al Japón pero importa madera del Canadá? Algunos aspectos de los patrones del comercio son fáciles de entender. El clima y los recursos naturales explican por qué el Sur de México, por ejemplo, produce y exporta plátano y por qué Venezuela exporta petróleo.
En este contexto, Adam Smith y David Ricardo explicarían los patrones de comercio a partir de las diferencias internacionales en la productividad del trabajo. Si los trabajadores mexicanos son más hábiles para producir zapatos que ventiladores, entonces México como país exportará zapatos pero importará ventiladores de algún país cuyos trabajadores sean más diestros para producir ventiladores que zapatos. La explicación de Smith y Ricardo sigue siendo muy convincente al respecto.
Para algunos otros economistas como Heckscher y Ohlin, los patrones de comercio internacional se explican a partir de la abundancia o escasez relativa de factores productivos. Un país con abundancia relativa de tierra pero con escasez relativa de capital exportará alimentos pero importará manufacturas; o bien, un país con abundancia relativa de trabajo pero con escasez relativa de tierra exportará artesanías pero importará alimentos.
Sin embargo, las teorías anteriormente mencionadas no alcanzan a explicar del todo la interesante cuestión del por qué de los distintos patrones de comercio observados en el mundo real.
Surgen muchas preguntas e interrogantes al respecto. ¿Los japoneses producen y exportan computadoras porque simple y sencillamente son muy hábiles por naturaleza para producirlas; o bien, por qué el Estado ha formado los recursos humanos necesarios y suficientes a través de la instrucción universitaria para que los trabajadores japoneses sean altamente productivos en este sector de producción? ¿Las diferencias internacionales en la productividad del trabajo son del todo naturales, inducidas a través de la formación universitaria o una combinación de ambas? He aquí lo interesante y apasionante de este tema.
Por último, podemos preguntarnos lo siguiente: ¿a qué países les vende México y a qué países les compra? ¿Cuáles son los principales productos de exportación de la economía mexicana, por un lado, y qué productos importa de otras naciones, por el otro lado? Según datos de la Secretaría de Economía (www.economia.gob.mx), la mayor parte de las exportaciones de México tienen como principal destino el mercado de Norteamérica, que en 2010 concentró el 83.6 por ciento de las ventas que México realizó en el exterior. La mayor parte de las exportaciones en valor de México se dirigen hacia los Estados Unidos (el 80 por ciento en 2010) y una proporción menor hacia el Canadá (3.6 por ciento para el año en cuestión) (Ver Gráfica 1.3). En segundo lugar, destaca el mercado de los países de la ALADI (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Cuba), mismo que en 2010 recibió el 5.1 por ciento de las exportaciones en valor de México; en tercer lugar, destaca el mercado de la Unión Europea, que en 2010 concentró el 4.8 por ciento de las exportaciones mexicanas; y por último, el mercado Chino, que en 2010 recibió el 1.4 por ciento de las exportaciones totales de México (Ver Gráfica 1.3).
Fuente: elaboración propia con base en Secretaría de Economía: Exportaciones mexicanas por principales países socios, 1993 a enero-junio 2011 (anual), en http://www.economia.gob.mx/swb/work/models/economia/Resource/400/1/images/nvos_cuad_resumen_2011/MEXEXPTOTANU.pdf, consultado el viernes 23 de septiembre de 2011.
Del otro lado, el origen principal de las importaciones en valor que México realizó en 2010 es el siguiente: Estados Unidos, 47 por ciento; China, 15 por ciento; la Unión Europea, 11 por ciento; los NIC´S asiáticos (Corea, Taiwán, Hong Kong y Singapur), 7 por ciento de participación en las importaciones totales de México; y finalmente, Japón, con una participación del 5 por ciento (Ver Gráfica 1.4).
Fuente: elaboración propia con base en Secretaría de Economía: Importaciones mexicanas por principales países socios, 1993 a enero-junio 2011 (anual), en http://www.economia.gob.mx/swb/work/models/economia/Resource/400/1/images/nvos_cuad_resumen_2011/MEXIMPTOTANU.pdf, consultado el viernes 23 de septiembre de 2010
Ahora bien, ¿qué les vende a los países antes mencionados y qué les compra? De manera gruesa, y según información disponible en la página del Banco de México (www.banxico.org.mx), les vendió, sin apertura de maquiladoras, lo siguiente en orden de importancia en 2010: productos manufacturados por 245 745 millones de dólares, mismos que representaron el 82 por ciento del valor total de las exportaciones de aquel año; petróleo crudo por 35 919 millones de dólares, el 12 por ciento de las exportaciones totales de 2010; productos agropecuarios por 8 610 millones de dólares, que representaron el 3 por ciento de las exportaciones totales de mercancías en el año arriba mencionado; otros productos petroleros distintos al crudo por 5 775 millones de dólares, el 2 por ciento del total de las exportaciones de 2010; y finalmente, productos de las industrias extractivas por 4 224 millones de dólares, mismos que representaron el 1 por ciento de las exportaciones totales de mercancías del año anterior (2010) (Ver Gráfica 1.5).
Del otro lado, y también de manera muy sucinta y gruesa, les compró en 2010, sin apertura de maquiladoras, principalmente bienes de uso intermedio por 229 812 millones de dólares, el 76 por ciento de las importaciones totales de mercancías del año en cuestión; bienes de consumo, tanto duraderos como no duraderos, por 41 423 millones de dólares, mismos que representaron el 14 por ciento de las importaciones totales de México en 2010; y finalmente, bienes de capital por 30 247 millones de dólares, el 10 por ciento de las importaciones totales de mercancías del año arriba mencionado (Ver Gráfica 1.6).
Fuente: elaboración propia con base en Banco de México: Balanza comercial (sin apertura de maquiladoras), millones de dólares (anual), en www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?accion=consultarCuadroAnalitico&idCuadro=CA176§or=1&locale=es, consultado el viernes 23 de septiembre de 2011.
Sin lugar a dudas, un tema totalmente opuesto a la idea de libre comercio internacional y a las supuestas ganancias que éste genera para todos los países que participan en él. No todos los países ganan con el libre comercio internacional, algunos o muchos pierden, por lo que hay que recurrir a la protección de las industrias nacionales frente a las respectivas del extranjero.
De esa manera y desde siempre, asistimos a un acalorado debate entre quienes defienden el libre comercio internacional y los que se oponen a él, identificados estos últimos como proteccionistas. Al respecto, el gobierno de un país puede establecer impuestos a las importaciones, llamados más específicamente aranceles, con el objetivo de proteger a sus industrias nacionales de la competencia de las industrias extranjeras; o bien, puede ayudarlas a competir en los mercados internacionales subsidiando las exportaciones de aquellas industrias orientadas al mercado mundial. En un sentido o en otro, ya sea con impuestos a las importaciones o con subsidios a las exportaciones, los gobiernos pueden proteger a sus empresas e industrias nacionales frente a la competencia del extranjero.
Eso es lo que hace precisamente Estados Unidos: subsidiar a sus campesinos, los que por tanto compiten con éxito frente a los agricultores de países en desarrollo como México y muchos países del África. Muy recientemente Joseph Stiglitz, 3 Premio Nobel de Economía 2001, ex vicepresidente del Banco Mundial y ex asesor económico del presidente William Clinton, sostuvo lo siguiente al participar en un seminario organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), según recoge el periódico La Jornada en su edición del jueves 22 de septiembre (www.jornada.unam.mx):
“… Otro de los factores de desigualdad en los países en desarrollo, aseguró Stiglitz, son los tratados de libre comercio. “Son muchos los vínculos entre la globalización y el aumento de la desigualdad. Uno de los más evidentes son los acuerdos comerciales”, en los que se privilegia la liberalización del flujo de mercancías y se impide el libre tránsito de trabajadores, añadió. “Esos acuerdos – México tiene uno en esos términos con Estados Unidos y Canadá – aumentan la capacidad de negociación del capital sobre la mano de obra, reducen los salarios e incrementan la desigualdad”, aseguró Stiglitz… “Los acuerdos comerciales han sido injustos y mal redactados”, apuntó. Citó por ejemplo los subsidios al algodón a los agricultores estadounidenses, que sacan del mercado a los productores africanos, quienes no pueden competir con un precio subsidiado…”.4
De esa manera, para el laureado economista norteamericano, el libre comercio internacional, sustentado en acuerdos de libre comercio como el que tiene suscrito México con Estados Unidos y Canadá, promueve las desigualdades sociales y finalmente no es tan libre por la ausencia de reciprocidad: México abre sus fronteras de par en par pero Estados Unidos recurre al proteccionismo mediante cuantiosos subsidios a su agricultores de maíz.
De esa manera, los gobiernos de los distintos países o bien promueven el libre comercio internacional o bien el proteccionismo, dependiendo de qué grupos de interés se impongan por sobre el diseño e implementación de las políticas comerciales a seguir. Casi desde mediados de los noventa del siglo pasado, México ha prestado especial atención al libre comercio internacional como motor fundamental del crecimiento de su economía, de manera tal que a la fecha tiene suscritos doce acuerdos de libre comercio con distintos países y regiones del resto del mundo (Ver Cuadro 1.4). Sin embargo, el proceso de apertura comercial de México se ha dado en dos etapas: la primera, apertura unilateral conformada por tres fases (la de 1982-1985, la de 1986 cuando México se incorpora al GATT, y finalmente la de 1987); la segunda, apertura negociada, misma que arrancó en 1994 con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De 1940 y hasta 1982, se siguió en México una política de desarrollo denominada como industrialización por sustitución de importaciones (ISI), misma que consistía en subsidios, exenciones fiscales y en la venta de energía barata (petróleo y electricidad) a las incipientes industrias nacionales, por un lado, así como en el establecimiento de aranceles y de permisos previos de importación a fin de proteger a la naciente industria nacional de la competencia de las importaciones extranjeras, por el otro lado. A partir de fines de 1982, México comienza a transitar de una economía altamente protegida hacia una economía cada vez más abierta al comercio y las finanzas internacionales.
El tema del proteccionismo pues, es más que evidente.
Cuadro 1.4. Tratados de Libre Comercio Suscritos por México
País |
Firma |
Aprobación del Senado |
Promulgación |
Entrada en vigor |
TLCAN (Estados Unidos, Canadá y México |
17/12/1992 |
22/11/1993 |
20/12/93 |
1 de enero de 1994 |
Costa Rica |
05/04/1994 |
21/06/1994 |
10/01/1995 |
1 de enero de 1995 |
Grupo de los Tres (Colombia, Venezuela y México) |
13/06/1994 |
13/06/1994 |
31/12/1994 |
1 de enero de 1995 |
Bolivia |
10/09/1994 |
28/12/1994 |
11/01/1995 |
1 de enero de 1995 |
Nicaragua |
18/12/1997 |
30/04/1998 |
29/06/1998 |
1 de julio de 1998 |
Chile |
17/04/1998 |
23/11/1998 |
28/07/1999 |
1 de agosto de 1999 |
Uruguay |
15/11/2003 |
28/04/2004 |
25/06/2004 |
15 de julio de 2004 |
CA3 (El Salvador, Guatemala y Honduras) |
28/06/2000 |
19/01/2001 |
14/03/2001 |
15 de marzo de 2001 |
Unión Europea* |
23/03/2000 |
20/03/2000 |
26/06/2000 |
1 de julio de 2000 |
Israel |
10/04/2000 |
28/04/2000 |
28/06/2000 |
1 de julio de 2000 |
Asociación Europea de Libre Comercio** |
27/11/2000 |
30/04/2001 |
29/06/2001 |
1 de julio de 2001 |
Acuerdo para el fortalecimiento de la Asociación Económica entre los Estados Unidos Mexicanos y El Japón |
17/09/2004 |
18/11/2004 |
31/03/2005 |
1 de abril de 2005 |
Fuente: tomado de Tratados de Libre Comercio, Aduana México, disponible en http://www.aduanas.sat.gob.mx/pv_obj_cache/pv_obj_id_B9CBBB4434D2E702D0E15D787A87BF3146C40000/filename/GI07_06.pdf, consultado el jueves 22 de septiembre de 2011.
* Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia.
** Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
La balanza de pagos es un importante instrumento contable que puede proporcionar información para saber si la economía doméstica anda bien o anda mal. Se relaciona con el nivel de la actividad económica (cuando el crecimiento económico es rápido y elevado, la balanza comercial y en cuenta corriente de México es deficitaria; y viceversa) y con los tipos de cambio; o de manera más específica, con la paridad peso-dólar.
Desde siempre, la balanza comercial de México ha sido deficitaria, lo que lo ha obligado a tomar cuantiosos préstamos del exterior para financiar sus déficits comerciales. En 1982, México, junto con Argentina y Brasil, declaró una moratoria a la comunidad financiera internacional: no podía seguir cumpliendo con el pago de los intereses y del principal de su deuda externa.
¿Por qué la balanza comercial de México ha sido tradicionalmente deficitaria? A un nivel trivial, porque importa en valor más mercancías de las que exporta. A un nivel un tanto más profundo, porque exporta productos primarios sin ninguna elaboración y algunas manufacturas de escaso valor agregado; en tanto que importa bienes de capital (máquinas para fabricar otras máquinas menos complejas o bien para elaborar bienes de consumo tanto duraderos como no duraderos), así como manufacturas de alto valor agregado y tecnología (automóviles, aviones, computadoras, etc.). Es decir, simple y sencillamente por su patrón de comercio internacional.
Si la balanza comercial de México es deficitaria, por lógica y sentido común la balanza comercial de su principal socio comercial, los Estados Unidos, es superativaria; por tanto, Estados Unidos le presta parte de su superávit comercial a México para que éste pueda financiar su déficit respectivo. Al tomar México préstamos de Estados Unidos contrae con este país una doble obligación: la obligación de pagarle intereses y la de devolverle el monto total del préstamo concedido.
Todos los movimientos mencionados se registran en un importante documento contable conocido como balanza de pagos. El valor de las exportaciones y de las importaciones de mercancías se registran en la balanza de pagos, y de manera más específica y concreta en la balanza comercial; los préstamos que México toma del resto del mundo para financiar sus déficits comerciales, se registran también en la balanza de pagos, y de manera más puntual y precisa en la balanza en cuenta de capital. Los intereses que de su deuda externa paga México también se registran en la balanza de pagos, y de manera más específica en la balanza de servicios factoriales como una salida de divisas. He ahí la importancia de la balanza de pagos y su relación con otros temas de estudio de la economía internacional, tales como los siguientes: los movimientos internacionales de capitales, las transacciones internacionales y la contabilidad de la renta nacional, los patrones de comercio exterior, los tipos de cambio y la política monetaria internacional, entre algunos otros.
Cabe señalar, por último, que cuando un país como México incurre con harta frecuencia en déficits comerciales y en cuenta corriente de balanza de pagos, finalmente tiene que devaluar su moneda. Fue lo que ocurrió en diciembre de 1994: en dicho año, el déficit en cuenta corriente casi alcanzó los 30 mil millones de dólares, pero el superávit de la cuenta de capital fue de apenas la mitad (14 584 millones de dólares), por lo que el Banco de México tuvo que echar mano de las reservas internacionales para financiar la totalidad del déficit en cuenta corriente, lo anterior sumado a una fuerte corrida contra el peso agotó las reservas del instituto central y finalmente el peso se devaluó de manera abrupta frente al dólar en diciembre de 1994, evento que fue bautizado por la prensa especializada como el “error de diciembre” (Ver Cuadro 1.5).
Cuadro 1.5. Balanza de pagos de México, algunos años seleccionados
(Millones de dólares)
Concepto |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
2000 |
2003 |
2007 |
CUENTA CORRIENTE |
-24,438 |
-23,399 |
-29,662 |
-1,577 |
-18,683.8 |
-8,569.3 |
-7,370.2 |
Ingresos |
61,669 |
67,752 |
78,372 |
97,029 |
192,875.8 |
195390.4 |
321,711.2 |
Egresos |
86,107 |
91,151 |
108,034 |
98,606 |
211,559.6 |
203,959.7 |
329,081.4 |
CUENTA DE CAPITAL |
26,573 |
32,482 |
14,584 |
15,405 |
19,786.5 |
23,499.8 |
19,632.8 |
PASIVOS |
21,021 |
36,085 |
20,254 |
22,763 |
12,687.5 |
16,035.6 |
46,887.5 |
Endeudamiento |
3,698 |
13,967 |
7,140 |
26,508 |
-4,179.0 |
-4,113.6 |
8,880.2 |
Inversión Extranjera Directa |
4,393 |
4,389 |
10,973 |
9,526 |
18,000.8 |
16,591.1 |
23,230.2 |
Inversión Extranjera de Cartera |
12,930 |
17,730 |
2,142 |
-13,341 |
-1,134.3 |
3,558.1 |
14,777.1 |
Mercado accionario |
4,783 |
10,717 |
4,084 |
519 |
n. d. |
n. d. |
n. d. |
Mercado de dinero |
8,147 |
7,013 |
-1,942 |
-13,860 |
n. d. |
n. d. |
n. d. |
ACTIVOS |
5,552 |
-3,603 |
-5,670 |
-7,358 |
7,099 |
7,464.2 |
-27,254.7 |
ERRORES Y OMISIONES |
-962 |
-3,143 |
-3,313 |
-4,238 |
1,721.5 |
-5,492.7 |
-1,976.6 |
VAR. DE RESERVAS INTERNACIONALES |
1,161 |
5,983 |
-18,389 |
9,593 |
2,821.5 |
9,450.9 |
10,311.1 |
AJUSTES DE ORO Y PLATA |
12 |
-43 |
-2 |
-2 |
2,7 |
-13,2 |
-25,2 |
Fuente: elaboración propia con base en Banco de México: Estadísticas. Política monetaria e inflación (otros indicadores: balanza de pagos), en www.banxico.org.mx/politica-monetaria-e-inflacion/estadisticas/otros-indicadores/balanza-pagos.html, consultado el martes 27 de septiembre de 2011.
Cada país tiene su propia moneda: México el peso, Estados Unidos el dólar, Alemania el euro y antes el marco alemán, Arabia Saudí el riyal, Armenia el dram, Austria el euro y antes el chelín austriaco, Brasil el real, China el yuan renminbi, Dinamarca la corona danesa, El Salvador el colón, Gambia el dalasi, Honduras la lempira, Japón el yen, India la rupia, Israel el shequel, Marruecos el dirham marroquí, Mónaco el euro y antes el franco francés, Nicaragua el córdoba, Paraguay el guaraní, Rusia el rublo, Venezuela el bolívar fuerte, Vietnam el dong, Yugoslavia el dinar yugoslavo y un largo etcétera.5 Por tanto, y en el marco del comercio y de las finanzas internacionales, se establecen tipos de cambio o paridades entre las distintas monedas del mundo, que en este caso en particular reciben la denominación de divisas. Actualmente las divisas más importantes de la economía mundial son el dólar americano y el euro.
Pero en concreto, ¿qué se entiende por tipo de cambio? Pues simple y sencillamente se define como el precio de una moneda extranjera en términos de la moneda nacional (por ejemplo, 13.49 pesos mexicanos por un dólar estadounidense; o bien, 7.44 pesos mexicanos por un real brasileño). El Cuadro 1.6 presenta el tipo del cambio del peso mexicano con respecto a varias monedas del mundo. En los últimos días, el tipo de cambio peso-dólar americano ha venido variando particularmente hacia arriba; es decir, el peso mexicano ha venido perdiendo valor con respecto al dólar de los Estados Unidos. ¿Por qué está sucediendo lo anterior? Una explicación que puede parecer trivial es la siguiente: porque la demanda de dólares en el mercado de divisas ha estado aumentando, y cuando aumenta la cantidad demandada de cualquier mercancía (en este caso el dólar) su precio aumenta; y viceversa.
Cuadro 1.6. Tipo de cambio del peso con respecto a varias monedas del mundo
País |
Divisa |
Compra |
Venta |
Argentina |
Peso |
3.1544 |
3.2005 |
Bolivia |
Boliviano |
1.9038 |
1.9058 |
Brasil |
Real |
7.3327 |
7.4420 |
Canadá |
Dólar |
12.9433 |
13.3011 |
Chile |
Peso |
0.0262 |
0.0266 |
Colombia |
Peso |
0.0070 |
0.0071 |
Costa Rica |
Colón |
0.0260 |
0.0262 |
Ecuador |
Sucre |
0.0005 |
0.0005 |
Guatemala |
Quetzal |
1.6855 |
1.7110 |
Paraguay |
Guaraní |
0.0032 |
0.0032 |
Perú |
Sol |
4.7955 |
4.8680 |
Uruguay |
Peso |
0.6609 |
0.6644 |
Venezuela |
Bolívar |
0.0060 |
0.0061 |
CEE |
Euro |
17.9113 |
18.4145 |
Dinamarca |
Corona |
2.4119 |
2.4785 |
Inglaterra |
Libra esterlina |
20.6457 |
21.2163 |
Noruega |
Corona |
2.2903 |
2.3536 |
Suecia |
Corona |
1.9540 |
2.0080 |
Suiza |
Franco |
14.7243 |
15.1313 |
Hong Kong |
Dólar |
1.6993 |
1.7254 |
India |
Rupia |
0.2711 |
0.2753 |
Japón |
Yen |
0.1720 |
0.1768 |
Singapur |
Dólar |
10.3581 |
10.5175 |
Australia |
Dólar |
13.0793 |
13.4408 |
Egipto |
Libra |
2.2221 |
2.2553 |
Ghana |
Cedi |
0.0013 |
0.0015 |
Fuente: tipos de cambio tomados de Banco Nacional de México (BANAMEX): Divisas mundiales, en www.banamex.com.mx/estudios_finanzas/finanzas/divisas_metales/divisas_mundiales.htm, consultado el martes 27 de septiembre de 2011.
El tipo de cambio, o el valor relativo de las divisas, varía a lo largo del tiempo, en ocasiones de manera drástica, como en 1976, 1982 y más recientemente en 1994 cuando el peso mexicano se devaluó de manera drástica frente al dólar americano. A lo largo de la historia han prevalecido dos esquemas de tipos de cambio: los tipos de cambio fijos y los tipos de cambio flexibles. En el primer caso, el tipo de cambio es fijado por la actuación del banco central; en tanto que en el segundo caso es determinado por el mercado, es decir, por las leyes de la oferta y la demanda. Durante la mayor parte del siglo pasado prevalecieron los tipos de cambio fijos. Antes de la Primera Guerra Mundial, el valor de las monedas más importantes del mundo estaba fijado con respecto al oro; después de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de las monedas estaban fijadas en relación al dólar estadounidense.
Solo recientemente, empiezan a prevalecer los tipos de cambio flexibles. En el caso particular de México, a partir de 1995 se abandona la política cambiaria como instrumento de lucha contra la inflación para adoptar tipos de cambio flexibles más acordes con la nueva política de desarrollo sustentada en las exportaciones de mercancías como el motor fundamental del crecimiento de su economía.
En el curso analizaremos la lógica de funcionamiento de la economía bajo tipos de cambio fijos y perfecta movilidad del capital a nivel internacional, una característica tan propia del mundo globalizado en el que hoy vivimos, así como bajo tipos de cambio flexibles y perfecta movilidad del capital a nivel mundial. Lo anterior, en el marco de las políticas fiscal y monetaria para una economía perfectamente abierta a los flujos financieros internacionales, tal como es hoy la realidad de México en un mundo cada vez más globalizado.
En un mundo cada vez más integrado, en el que las relaciones comerciales y financieras entre países son cada vez más pronunciadas y evidentes, lo que un país hace en materia de política macroeconómica generalmente afecta a otras naciones, sobre todo si realiza grandes transacciones comerciales y financieras con ellas. Por ejemplo, si la Reserva Federal de los Estados Unidos decide un incremento en las tasas de interés con tal de frenar la inflación, ello precipitará una desaceleración en la actividad económica de México vía menores exportaciones hacia el coloso del norte. Efecto similar tendría para México un recorte en el gasto público que pudiera decidir el encargado de la política fiscal de aquel país: El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Lo anterior plantea un problema serio para la economía internacional: ¿cómo armonizar las políticas macroeconómicas de los distintos países con tal de minimizar o de neutralizar por completo efectos de repercusión negativos como el anteriormente mencionado? Es un tema completamente nuevo e incierto. Solo recientemente algunos economistas han tratado de formular argumentos a favor de la coordinación de las políticas macroeconómicas a nivel internacional. Algo que ya sucede, con muchas imperfecciones, en el área de la política comercial internacional, misma que ha estado regida por un tratado internacional conocido como Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT); y desde 1994, las reglas han sido impuestas por la Organización Mundial de Comercio (OMC). No existe, a la fecha, un organismo internacional encargado de fijar las reglas para la coordinación internacional de las políticas macroeconómicas. No obstante, los intentos de coordinación macroeconómica internacional ocurren cada vez con más frecuencia en el mundo real.
Este tema se relaciona directamente con los préstamos internacionales, así como también con la Inversión Extranjera Directa (IED) y con la Inversión Extranjera de Cartera (IEC). Hemos señalado anteriormente, que cuando un país como México incurre de manera frecuente en déficit en balanza comercial y en cuenta corriente debe financiarlo. ¿De qué manera se financia un déficit en balanza comercial y en cuenta corriente? En la década de los setentas, México recurrió particularmente a los mercados internacionales de capital para tomar dinero prestado con el cual financiar el saldo negativo de su balanza comercial y en cuenta corriente. Lo anterior, en un momento en el que los países árabes estaban colocando sus cuantiosas ganancias provenientes del petróleo en bancos comerciales de Londres y Nueva York, por lo que las tasas de interés internacionales eran particularmente bajas al mismo tiempo en que los precios internacionales del petróleo eran altos e iban en ascenso. Finalmente, toda esta bonanza petrolera para México terminó cuando los precios internacionales del petróleo comenzaron a bajar y, en consecuencia, las tasas de interés internacionales comenzaron a subir ya que los fondos prestables en los mercados internacionales de capital comenzaron a escasear, colocando a México y a otros países latinoamericanos en una grave situación de insolvencia tanto para hacer frente al pago de intereses como del principal de la deuda que en los años anteriores habían contratado con el exterior. De esa manera, en 1982 la crisis de la deuda externa de los países latinoamericanos hizo cimbrar los cimientos del sistema financiero internacional. Al respecto, Jesús Silva Herzog, Secretario de Hacienda hacia los últimos años de la gestión del presidente José López Portillo (1976-1982), manifestó en una ocasión lo siguiente:
“Hay que recordar que 1982 cierra con cero crecimiento, un déficit del gobierno de 17 por ciento del PIB, que para aquellos que no estén enterados de estas cosas, es difícil encontrar otro caso, en otro país, en otro tiempo, con un déficit de ese tamaño, incluyendo países que han estado en estado de guerra. Fue un despilfarro brutal. Y el 20 de agosto de 1982 en Nueva York, el Secretario de Hacienda de México, que era yo, le declara a la comunidad financiera internacional que ya no tenemos dinero. Entonces en una reunión, que ustedes se podrán imaginar lo tensa, lo difícil que fue, decirle a la comunidad financiera internacional: se me acabaron las fichas, no tengo dinero; debo no niego, pago no tengo, como el famoso dicho mexicano, pero no sólo eso si no que necesito que me presten más dinero para poderles pagar a ustedes los intereses de sus créditos”. 6
El déficit fiscal, resultado de un aumento de los gastos públicos para acelerar el crecimiento de la economía de México en aquellos años, condujo al desequilibrio externo (déficit en balanza comercial y en cuenta corriente de balanza de pagos), y ambos fueron financiados básicamente con préstamos del exterior.
Más recientemente, México ha recurrido tanto a la Inversión Extranjera Directa (IED) como de Cartera (IEC) para financiar sus desequilibrios comerciales y en cuenta corriente. La Inversión Extranjera Directa (IED) es inversión productiva que un país realiza en otro (por ejemplo, cuando Ford Motor Company construye una planta en México para armar automóviles; o bien, cuando Cementos Mexicanos instala una planta en Sudamérica para fabricar cemento), en tanto que la Inversión Extranjera de Cartera (IEC) es inversión financiera que los residentes del extranjero realizan en cualquier país del orbe (por ejemplo, cuando un inversor extranjero coloca sus recursos en la Bolsa Mexicana de Valores atraído por los altos rendimientos que puede percibir). La IED ayuda a generar empleos y contribuye al PIB del país; en tanto que la IEC es fundamentalmente inversión especulativa, altamente sensible y volátil, que entra al país únicamente en busca de altos rendimientos al interior del sistema financiero mexicano.
El haber financiado el desequilibrio externo de México durante la gestión del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) principalmente con IEC, detonó la crisis del peso de diciembre de 1994, misma que tuvo amplias repercusiones a nivel del sistema financiero internacional y de la economía mundial. A la crisis de México le seguirían otras crisis sistémicas, tales como la de Asia en 1997, la de Argentina en 2002 y la de Estados Unidos en 2008-2009. Como apunta el connotado economista norteamericano Paul Krugman:
“Los mercados internacionales de capitales llevan también asociados algunos riesgos especiales. Uno de ellos es la fluctuación de las monedas: si el euro cae frente al dólar, los inversores estadounidenses que compraron bonos en euros incurrirán en una pérdida de capital, como descubrieron muchos inversores con horror porque habían supuesto que la nueva divisa de Europa sería fuerte. Otro riesgo es el que se produce cuando un país se declara en suspensión de pagos, esto es, cuando un país rechaza pagar sus deudas (tal vez porque no puede), y no existe una manera fácil para que los acreedores lo lleven ante los tribunales”.7
El aumento en los volúmenes de comercio internacional, ha sido acompañado por un aumento de los mercados internacionales de capital que han cobrado significativa importancia en la economía internacional globalizada. El siguiente esquema, trata de ilustrar sobre la relación e interrelación existente entre los temas de estudio de la economía internacional desde la perspectiva de un país en desarrollo como México.
Preguntas de repaso y de discusión
1 El Banco Central de Suecia concedió el Premio Nobel de Economía 2008 a Paul Krugman “por su análisis de las pautas del comercio y la localización de la actividad económica”, destacando así su contribución a la teoría económica internacional y a la geografía económica. Por esa razón, es considerado cofundador de la nueva teoría del comercio exterior y de la New Economic Geography. Paul Krugman se doctoró en el MIT en 1977, ha sido profesor en Yale, Stanford, MIT y Princeton. Krugman considera que a través de sucesivas integraciones económicas no se alcanza necesariamente un aumento general del bienestar. Los ganadores del comercio global son especialmente los países industrializados, en tanto que los países en vías de desarrollo pueden sacar pocas ventajas con la tendencia a la liberalización del comercio. (“Paul Krugman (1953-), Premio Nobel 2008”, en http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Krugman.htm, consultado el jueves 8 de agosto de 2011.)
2 Chacholiades, Miltiades: Economía Internacional, Editorial McGraw-Hill, Segunda Edición, Santafé de Bogota, Colombia, 1992, p. 3.
3 Joseph Stiglitz obtuvo el doctorado en el MIT en 1966. Profesor en las universidades de Oxford, Princeton y Stanford. En 1979 obtuvo la medalla John Bates Clark de la American Economic Association. En 1993 fue nombrado miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente de los Estados Unidos y en 1996, vicepresidente del Banco Mundial. Ha sido editor del Journal of Public Economics, de la Review of Economic Studies y de la American Economic Review. Stiglitz ha sido pionero en la moderna economía de la información, desarrollando conceptos tales como “selección adversa”, “riesgo moral” y “asimetrías en la información” que actualmente son centrales en el neo-institucionalismo. Ha hecho también importantes contribuciones a la macroeconomía y la teoría monetaria y a la economía del comercio internacional y del desarrollo. Obtuvo el Premio Nobel de Economía del año 2001, junto a George A. Akerlof y A. Michael Spence “por su análisis de los mercados con información asimétrica”. Su libro “Globalización y sus descontentos” ha sido traducido a 20 idiomas y ha resultado ser un best seller internacional. (“Joseph E. Stiglitz (1943-). Premio Nobel 2001”, disponible en http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Stiglitz.htm, consultado el jueves 22 de septiembre de 2011.)
4 González Amador, Roberto: Con tratados de libre comercio se promueve la desigualdad: Stiglitz, La Jornada Edición Electrónica Sección Economía 22/09/2011, en www.jornada.unam.mx/2011/09/22/economia/027n1eco, consultado el jueves 22 de septiembre de 2011.
5 Sobre las monedas de todos y cada uno de los países del mundo se puede consultar la siguiente dirección electrónica: Monedas del mundo, http://www.mundimoneda.com/el_mundo_y_sus_monedas.htm, consultado el martes 27 de septiembre de 2011.
6 Palabras de Jesús Silva Herzog, Director General de Crédito de la Secretaría de Hacienda 1978-1979 y titular del ramo en 1981-1982, en Krauze, Enrique: José López Portillo: El Presidente Apostador, VHS México Siglo XX, Colección El Poder, Editorial Clío, Libros y Vídeos, S. A, de C. V., México, 1998.
7 Krugman, Paul R. y Maurice Obstfeld: Economía Internacional. Teoría y Política, Pearson Addison Wesley, Séptima Edición, Madrid, España, 2006, P. 8.