EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

Sandra Colombo (CV)
Paula Oxoby


1.1. Las cooperativas a principios del siglo XXI: una mirada desde las instituciones internacionales

El sector cooperativo ha sido objeto de reconocimiento por parte de organismos multilaterales. En este ámbito se destacan la Recomendación 193 de la OIT sobre “La promoción de cooperativas” y numerosos informes de las Naciones Unidas.
En cuanto a la primera, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) convocada en Ginebra en junio de 2002, da a conocer el documento titulado “La Recomendación sobre la promoción de las cooperativas, 2002”, donde se reconoce:

  • La importancia en la creación de empleos, la movilización de recursos y la generación de inversiones, así como su contribución a la economía;
  • Su rol en la promoción de la participación de toda la población en el desarrollo económico y social;
  • Las presiones, problemas, retos y oportunidades que la mundialización ha creado para las cooperativas que hacen un llamamiento a formas más energías de solidaridad humana, tanto en el plano nacional como en el internacional, con el fin de facilitar una distribución más equitativa de los beneficios de la globalización;
  • Los valores cooperativos de autoayuda, responsabilidad personal, democracia, igualdad, equidad y solidaridad, y una ética fundada en la honestidad, transparencia, responsabilidad social e interés por los demás, y
  • Los principios cooperativos elaborados por el movimiento cooperativo internacional: adhesión voluntaria y abierta; gestión democrática por parte de los socios; participación económica de los socios; autonomía e independencia; educación, formación e información; cooperación entre cooperativas, e interés por la comunidad (CPC MERCOSUR, 2007:12-14).

Por su parte, las Naciones Unidas consideran a las cooperativas como “empresas económicas y sociales que ayudan a generar empleo en todo el mundo” al tiempo que hace referencia a su rol en el progreso económico y social de sus miembros mediante “iniciativas de auto-ayuda y la asistencia en la lucha contra la pobreza” (Naciones Unidas, 2007:3).
Consecuente con esto, en 1994 por medio de la resolución 49/155, la Asamblea General invita a los gobiernos, organizaciones internacionales, organismos especializados y demás organizaciones cooperativas a observar anualmente, el Día Internacional de las Cooperativas, reconociendo que las cooperativas estaban pasando a ser un factor indispensable del desarrollo económico-social. Por otra parte, en los encuentros mundiales como la Cumbre Mundial para el desarrollo Social (Copenhague, 1995), la Conferencia Internacional sobre la Mujer (Beijing, 1995) y la Conferencia sobre Asentamientos Humanos (Turquía, 1996), este organismo multilateral reconoce el potencial y la contribución de las cooperativas a la consecución de los objetivos del desarrollo social. En diciembre de 2001, la Asamblea General aprueba la resolución 56/114 sobre las cooperativas en el desarrollo que contiene un anexo sobre la necesidad de crear un entorno favorable para el crecimiento de estas organizaciones.
También en sus informes  las Naciones Unidas destacan el papel de las cooperativas en el sostenimiento de las oportunidades de ingreso y empleo, en especial en “zonas remotas donde las iniciativas del sector público y otras del sector privado tienden a ser débiles” y en el fomento del desarrollo general de las comunidades donde funcionan (Naciones Unidas, 2007:3). El informe del año 2010 hace hincapié en las cooperativas en tanto “factor clave del desarrollo económico y social y la erradicación de la pobreza, al promover la máxima participación de todas las personas… en especial mujeres, jóvenes, indígenas, y personas con discapacidades que suelen ser objeto de discriminación y ser excluidas de estas oportunidades” (Naciones Unidas, 2010:2).
La institución representante del sector cooperativo a nivel internacional, la Asociación Cooperativa Internacional (ACI), permanentemente señala y reconoce en sus documentos la multiplicidad de roles que las cooperativas han venido desarrollando en el contexto global, aunque en los últimos años destaca especialmente la relevancia de las cooperativas en respuesta a las crisis mundiales y su protagonismo en la promoción de la cohesión e inclusión social.
En este sentido, la organización multilateral ACI Américas, reconoce la superioridad del modelo de negocios cooperativo en comparación con otros modelos a la hora de dar respuesta a las crisis del capitalismo mundial, debido a que “las cooperativas operan en función de los intereses de sus miembros, quienes son al mismo tiempo usuarios de las mismas, y no están orientadas a los intereses de inversores externos. (…) Esto significa que los valores cooperativos pueden desempeñar un rol importante en el camino hacia la recuperación con una economía mundial sustentable, que deje atrás la avaricia y las prácticas depredadoras” (ACI Américas, Boletín 70, 2009: 2).
Por ejemplo, en casos límites como el de las recientes crisis del sistema financiero, en varios de los países del MERCOSUR, el cooperativismo de ahorro y crédito mostró su fortaleza y credibilidad pública no sólo garantizando los depósitos de sus asociados, sino aumentando fuertemente el nivel de sus actividades por la afluencia de nuevos integrantes.
A su vez, en la I Cumbre Cooperativa de las Américas (2009) “El Modelo Cooperativo: Respuesta a las Crisis Mundiales”, 1.200 cooperativistas del continente americano firmaron la Declaración de Guadalajara en la que postularon la posición y compromiso de actuación del sector cooperativo con respecto a las crisis mundiales, afirmando que las cooperativas fundamentan sus estrategias en principios que tienden integralmente a equilibrar los ingresos, los beneficios sociales, la seguridad económica y alimentaria, la democracia como baluarte del equilibrio político y la integración y organización de la producción y los servicios (Declaración de Guadalajara, Boletín ACI Américas N 75, Pág. 2).
La proclamación por parte de las Naciones Unidas, del año 2012 como el Año Internacional de las Cooperativas, representa el reconocimiento de la contribución que este sector realiza al desarrollo económico y social, especialmente su impacto en la reducción de la pobreza, la creación de empleos y la integración social. En palabras de Pauline Green -presidenta de ACI Internacional-: “el modelo cooperativo es una mejor opción y ofrece las bases de una manera más sustentable de hacer negocios, en  comparación con los modelos capitalistas tradicionales, actualmente bajo escrutinio [dado que] independientemente de su tamaño todas las cooperativas  comparten los valores de democracia, solidaridad, igualdad, ayuda mutua y  responsabilidad, creando negocios que sirven al bien general, en contraposición a la maximización de ganancias para unos pocos.”
El año Internacional de las Cooperativas es un excelente recordatorio para el mundo que “hay más de una manera de hacer negocios y en una economía global debemos trabajar todos juntos. Ya sea en respuesta a la crisis económica, a la amenaza del cambio climático o a la seguridad alimentaria, los negocios cooperativos ofrecen una verdadera esperanza de solución a estos problemas” (Declaración de Guadalajara, Boletín ACI Américas N 75, Pág. 2).