FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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LA VIVIENDA TRADICIONAL EN EL BARRIO DE SAN FRANCISQUITO EN QUERÉTARO, QRO.

i.Claudia Hernández Barriga, 1
ii.Gloria Cardona Benavides,
iii.Verónica de la Cruz Zamora Ayala.

SANTIAGO DE QUERÉTARO, QRO.
El fenómeno reciente de la protección de las viviendas ubicadas en los barrios tradicionales de las ciudades históricas ha sido tema de diversas investigaciones tanto en ciudades históricas mexicanas como en todos los países latinoamericanos.
La presente investigación tiene como propósito fundamental comprender la percepción que tienen los usuarios de sus viviendas y qué motivos tienen para realizarles cambios, para tal efecto se tiene como caso de estudio el barrio de San Francisquito ubicado en el centro histórico de la ciudad de Querétaro.
El centro histórico de Querétaro es base fundamental de la conformación de esta ciudad,  ahí es donde se ubican las viviendas a estudiar. La ciudad ha experimentado transformaciones importantes, entre ellas, su crecimiento demográfico.
La ciudad ha presentado cambios que han impulsado y fortalecido su desarrollo. Uno de sus principales atractivos son sus recursos culturales y arquitectónicos que la convierten en un sitio con alto potencial turístico. La mayoría de las actividades culturales y recreativas se ubican en su Centro Histórico que a partir de diciembre de 1996 fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
BREVE HISTORIA DEL BARRIO DE SAN FRANCISQUITO.
La sociedad novohispana se basó en la división étnica que impuso el dominio económico y político español sobre el resto de los grupos; ésta conformación tuvo su expresión en la organización urbana de Querétaro. Si bien los españoles dieron la pauta para la distribución de edificios y barrios, lo hicieron sobre la traza ya marcada por la población original. Así los naturales empezaron a poblar la parte alta del cerro del Sangremal y en la parte Sur se formó el barrio de San Francisquito
San Francisquito, San Agustín del Retablo, San Antoñito o el Espíritu Santo, y el barrio de San Sebastián conocido como “La otra banda”, 2fueron barrios habitados por los otomíes. De las habitaciones de estos pobladores prácticamente no se conserva nada.
Del barrio de San Francisquito virreinal se preserva una sencilla capilla, construida por los franciscanos del Colegio Apostólico, dedicada el “Serafín de Asís” santo de bulto que apenas rebasaba los cincuenta centímetros de alto, por lo cual se le llamaba en diminutivo para distinguirla del Convento Grande de San Francisco. A mediados del siglo XVIII en 1785 se introdujo el culto a la Divina Pastora, imagen a la cual se le atribuían grandes milagros y se construyó la actual iglesia que fue terminada el 8 de septiembre de 1786.  Las casas en el barrio eran:
 “en el pueblo de indios las casas eran chicas y bajas, de paja y adobe, según costumbre, solo sobresalían la de los caciques españolizados, que aún se notan en el actual barrio de San Francisquito. Las casas de los españoles por el contrario eran grandes, con huerta y solar.” 3
San Francisquito quedo al margen del trazo de la ciudad, por ser un lugar habitado por gente humilde, y este hecho lo mantuvo bajo una forma de vida más ligada a sus viejas tradiciones y leyendas.
Las casas eran sencillas de paja y adobe, y contaban con amplios patios donde criaban animales domésticos, o bien se sembraban verduras y hortalizas, la gente prestaba sus servicios en la antigua ciudad como aguadores, sirvientes o caballerangos.
Una peculiaridad del barrio es el apego a sus costumbres y creencias indígenas, así se ganó el nombre de barrio de los brujos4 , ya que todo aquello que se separaba del nuevo modelo europeo y bajo las normas de la Iglesia Católica se tachaba de pagano o se satanizaba. Los habitantes de este lugar se hicieron notar por sus curanderos o hierberos 5; la tradición de buscar el mal del hombre era parte de sus viejas creencias prehispánicas, y cada curandero tenía su forma de trabajar según el mal y su técnica de: huesero, yerbero, chupador, rezandero, etc. En torno a esta tradición se creó toda una serie de fantasías y leyendas, muchas de ellas exageradas y calumniosas, con el único fin de erradicar esas viejas creencias; con el paso del tiempo los “brujos” fueron disminuyendo y los pocos que quedaron realizaban su trabajo casi clandestinamente. De la tradición indígena casi extinta, se preservan las mesas de danza de concheros más antiguas de la ciudad. 6
LOS HABITANTES Y SUS VALORES HACIA LA VIVIENDA.
Se analizaron aspectos intangibles y subjetivos relativos a las opiniones expresadas por las personas, acerca de cómo perciben su ambiente construido inmediato.
La gente aún considera que sus viviendas se encuentran en un barrio antiguo, tradicional e histórico. Ellos defienden y conservan la idea del barrio cuando dicen que, son como familia, donde todos se conocen o quienes consideran que son barrios importantes porque son los primeros que se fundaron con la ciudad y tienen mucha historia. Consideran que un barrio es un lugar adecuado para vivir, que guarda las tradiciones, es característico de la ciudad y es importante por su historia y ubicación en la localidad.
Pero también es significativa la creencia de otro grupo de personas quienes consideran que un barrio es un sitio pobre, sucio, peligroso con gente problemática. Las respuestas dadas por los grupos encuestados demuestran la existencia de una percepción descalificada por la imagen que reciben de ella misma, esta percepción varía de acuerdo a las edades, vivencias y tiempo de residencia en el lugar. La gente busca su inclusión a la modernidad que ofrece la ciudad, así como eliminar la idea de “inculto” y atraso que conlleva vivir en un “barrio”.   
En San Francisquito, la gente percibe que el barrio es histórico y tiene edificios coloniales-históricos y sitios reconocidos como el convento, el acueducto, el mercado y la plaza. Esto nos habla de la conciencia que tienen los lugareños hacia su medio ambiente construido, donde lo histórico se manifiesta ampliamente, lo cual crea en los habitantes una fuerte conciencia histórica. Es de señalar que ninguno de los entrevistados mencionó las viviendas, solo se aludió que las calles (y su entorno) son coloniales.
Para comprender cómo las personas valoran y perciben a sus viviendas, se realizó trabajo de campo, este se dividió en dos grandes apartados, uno donde se analizaron los datos tangibles-objetivos conformados por aspectos relacionados con materiales y sistemas constructivos, espacios de la vivienda, el diseñador de la misma y las fechas de modificación (construcción física). Otro donde se trataron los aspectos intangibles-subjetivos, es decir, los relacionados con el sentir, el deseo, el anhelo, los valores (construcción mental) que los usuarios le imprimen a sus viviendas y que en algunos casos se ven reflejados en la construcción física (construcción material) de la casa.
La vivienda en San Francisquito presenta zaguán, el partido arquitectónico está organizado en base a un patio central el cual permite el acceso a las diferentes habitaciones que se construyen sobre las colindancias del terreno. Son viviendas autoconstruidas y por lo general presenta área de lavado en el patio, donde también se coloca una pila para almacenar el agua. Los niveles de construcción son entre uno y dos. Los materiales de construcción son contemporáneos.

ASPECTOS TANGIBLES-OBJETIVOS DE LA VIVIENDA, SEGÚN SUS USUARIOS.
De acuerdo a la información obtenida en trabajo de campo, las viviendas están construidas en su mayoría con materiales actuales como metal en las puertas y ventanas, muros de tabique, pisos de pasta y cubiertas de concreto armado, le siguen la combinación de materiales y sistemas constructivos actuales y antiguos como madera con metal en puertas y ventanas, muros de tabique y adobe, pisos de cemento y pasta, cubiertas de concreto y de vigas de madera. Ver  gráfica. 1
Del análisis de los partidos arquitectónicos de las viviendas, se encontró que la mayoría se caracteriza por tener un patio lateral o central con el acceso marcado por un zaguán. Le siguen los no presentan zaguán y las habitaciones para dormir o estar se encuentran al frente del lote. Por último la minoría son los partidos arquitectónicos diseñados en base a espacios interiores organizados alrededor de un vestíbulo, generalmente diseñados por arquitectos o ingenieros civiles. Ver gráfica 2
Todas las viviendas tienen sanitarios, dormitorios y le siguen las casas con patio que incluyen el área de lavado de la ropa, en orden decreciente, las casas no tienen cochera, la mayoría de las casas no tienen un comedor,  más bien presentan una cocina-comedor, y el antiguo zaguán se ha utilizado para sala o no existe.  De lo anterior podemos observar que las espacios indispensables en las viviendas son los sanitarios, las habitaciones para dormir y comer y los espacios abiertos. Es notoria la ausencia de cocheras al interior de las viviendas.
Cuando se les preguntó a los usuarios quién había diseñado sus viviendas la mayoría respondió que fueron los usuarios quienes diseñaron la casa y muy pocos utilizaron los servicios de los arquitectos e ingenieros.
El diseño de la vivienda y el constructor de la misma están íntimamente relacionados. Es notorio observar que las viviendas diseñadas por los usuarios presentan los espacios habitacionales necesarios para realizar las actividades cotidianas. Las necesidades del modo de habitar están por encima del objeto habitable, así quien vive un espacio lo construye, le da significado, uso o desuso a ese producto arquitectónico. Y es el usuario quien lo ordena y diseña de acuerdo a su criterio, vida cotidiana, necesidades, costumbres e ideales. Un ejemplo de esto se observa en la ausencia de un espacio dedicado exclusivamente a la cocina, puesto que las actividades de cocinar y comer están íntimamente ligadas, la costumbre de las personas es la de comer y cocinar en un mismo espacio, a diferencia del arquitecto quien diseña un espacio para la cocina y otro para el comedor separando actividades que tradicionalmente se han llevado a cabo en un mismo sitio. Estas diferencias de conceptos de uso del espacio construido, señalan significativamente los diseños de la vivienda, siendo las viviendas diseñadas por los usuarios las que responden fielmente a la idea que se tiene de ella.
En relación a las fechas de construcción y modificación de las viviendas, encontramos que para 1950 se tienen la mayoría de las construcciones nuevas que se modificaron mayoritariamente a partir de 1990. Ahora bien las construcciones se realizaron durante todo el siglo pasado y las modificaciones desde 1970 hasta nuestros días. Esto nos habla de una constante construcción y reconstrucción de las viviendas (diversidad de materiales utilizados en la edificación, falta de acabados, viviendas en obra negra). Como se ha podido ver, en San Francisquito las familias crecen y los lotes se han tenido que subdividir o las viviendas han tenido que crecer mediante la construcción de más habitaciones. Esto nos muestra que la vivienda tiene que adaptarse a las necesidades de las familias. Quizás la estadía inconclusa caracterice a las viviendas del barrio en cuestión. Solo falta señalar que la mayoría de las personas no sabe cuando fueron construidas, ni cuando fueron modificadas.
Otro aspecto importante es que mientras menos dinero tenga una familia para reconstruir su casa tradicional, más posibilidades existen para que esta se conserve sin grandes modificaciones. 
ASPECTOS INTANGIBLES-SUBJETIVOS DE LA VIVIENDA.
En este apartado se analizan los valores que las personas entrevistadas tienen hacia sus viviendas. Se les preguntó cómo les gustaría tener sus viviendas y  la gran mayoría ver Fig. 9. desearon que la casa fuera grande, otros mencionaron que les gustaría tener espacios abiertos como los patios y los jardines ya que tendrían vegetación, “pajaritos” y espacio para el juego de los niños, otro grupo de personas refirió que sería necesario contar con todos los servicios al interior de la vivienda haciéndola más cómoda. También mencionaron atributos relativos al aspecto de la misma (moderna, bonita, colonial, sencilla, rustica, elegante, antigua, tradicional), es notorio que las personas desearon viviendas de aspecto histórico, cuando se pensaba que esta imagen era totalmente ajena a sus deseos.
En relación a los aspectos afectivos-sicológicos algunos habitantes mencionaron que sus casas les gustan porque ahí nacieron sus hijos, ahí vive la familia, le tienen cariño a la vivienda y además no los “espantan” a pesar de vivir en casas antiguas.
A la gran mayoría  les agradatodo lo de su vivienda, a otros no les gusta nada, otros dijeron que les gusta la ubicación céntrica y el ambiente tranquilo del barrio, algunos mencionaron que les gusta la comodidad que les proporciona su casa. Relativo a los espacios de la misma, gran cantidad de personas refirieron que les agradan los espacios amplios de sus viviendas, prefieren el patio por su amplitud, frescura, vegetación y por ser un espacio abierto para que jueguen los niños, de los espacios cerrados prefieren los dormitorios, las salas, comedores y cocinas. Otro aspecto que les gusta es que sus viviendas sean propias, y al contrario a muchos les gusta que la casa no sea propia ya que tienen la posibilidad de cambiarse a otra que sea de su agrado.
Los espacios abiertos son muy apreciados ya que en ellos se puede disfrutar de aire fresco, vistas agradables con vegetación, los niños pueden jugar y los adultos descansar, estos datos nos muestran que este espacio tiene amplia vigencia y aceptación por parte de las personas y su permanencia refleja la vida tradicional de los mexicanos acostumbrados al aire libre.
De los espacios cerrados de la vivienda, se disfrutan aquellos donde las personas pueden descansar, relajarse y distraerse como son principalmente la sala y los dormitorios, lo anterior refleja que las viviendas son utilizadas en su mayoría como espacios de descanso y ocio. Así los patios, salas y dormitorios son espacios de la vivienda donde el ocio 7 es un patrón de comportamiento siempre presente. Esto se relaciona ampliamente con la satisfacción residencial lo cual se refleja en la calidad de vida de los individuos. Entonces las viviendas autoconstruidas satisfacen ampliamente a las necesidades de sus usuarios, en la medida de sus posibilidades (económicas, técnicas, creativas,) ya que ellos mismos conocen sus anhelos, necesidades, gustos y valores. Ver gráfica 6
En relación con los aspectos negativos de sus viviendas, en el barrio de San Francisquito, en general, nada les disgusta su casa, sin embargo varias personas mencionaron que todo les disgusta, otros explicaron que les incomodan los materiales de construcción de su casa porque son rústicos, de láminas, de adobe, con aplanados disparejos. Les desagrada la incomodidad que da el ruido exterior, los vecinos, el que no esté terminada la vivienda, la humedad, la falta de luz. Otro disgusto es que las viviendas sean pequeñas. Por último hubo quienes señalaron están a disgusto porque sus viviendas no son propias.
En relación a los gustos por su vivienda algunas personas no quieren cambiar nada de su casa porque así les gusta, otros mencionaron que les gustaría pintarla, también ampliarla mediante la construcción de dormitorios y arreglar lo deteriorado. Otros más expresaron que les agradaría cambiar todo y tener una casa nueva. De lo anterior se puede inferir que una gran parte de las viviendas en ambos barrios requiere de reconstrucciones y mantenimiento, acciones que los usuarios no han podido realizar a su satisfacción.
Acerca de las mejoras que han realizado en sus viviendas, Ver gráfica 7, los habitantes expresaron que no han hecho mejoras, algunos porque no tienen dinero, le siguen quienes respondieron que quieren pintarla y aplanarla, otros más ampliarla y darle mantenimiento.
Los usuarios explicaron que les gustaría conservar todo en su vivienda, después están quienes conservarían el patio, y espacios como los dormitorios, y la minoría expresó que no conservarían nada, debido a lo deteriorado, a lo viejo, a lo feo y al disgusto que les provoca el estado actual de la vivienda.
Acerca de los valores hacia la vivienda, en el barrio de San Francisquito, se dio más énfasis a aspectos de la vivienda ideal, así observamos que la gente desea tener viviendas de dimensiones “grandes” ya que consideran que las actuales son pequeñas o pudieran ser más amplias. De estas viviendas actuales lo que aprecian es el patio, ya que es un lugar abierto, con vegetación, con pajaritos, que sirve para descansar, platicar, jugar, recibir visitas. En general a la gente le gusta su vivienda actual, estas viviendas han tenido mantenimiento destacando que las han pintado y aplanado siendo estas las principales actividades relativas a la mejora de la vivienda. Si pudieran cambiar algo de la casa le darían mantenimiento y como les gusta su casa la conservarían toda, particularmente el espacio abierto del patio. Las familias son en su mayoría extensas y tienen de 4 a 6 integrantes por familia nuclear.

REFLEXIONES FINALES
El estudio de los aspectos objetivos y subjetivos de las construcciones y los usuarios nos permiten tener un acercamiento completo al fenómeno de los cambios y permanencias de la  vivienda tradicional.
Se observó que los usuarios no han perdido de vista sus necesidades habitacionales, de tal forma que sus viviendas son vigentes y en muchos de los casos responden ampliamente a sus actividades cotidianas. Por eso en el barrio de San Francisquito, la mayoría de las viviendas presentan patios, que son espacios abiertos ampliamente usados y deseados por los habitantes entrevistados.
Y es que la idea de vivir en espacios organizados en base a un vestíbulo interior que nos comunica con todas las áreas de la vivienda, desechando el patio como elemento organizador,  la dan día con día, los arquitectos e ingenieros quienes por su preparación académica funcionalista desechan aquellos espacios abiertos “superfluos y desperdiciados” para dar más énfasis a los espacios cerrados que están más ligados con el concepto de hogar y de protección. Nada es más alejado de la realidad, ya que en las viviendas tradicionales de San Francisquito, el patio aún es el espacio organizador del partido arquitectónico de la vivienda, en el cual se pueden realizar infinidad de actividades durante todas las épocas del año.8
Para conservar estas viviendas es necesario que los trabajos relativos a la protección del patrimonio histórico, creen programas gubernamentales con objetivos reales de apoyo a los habitantes, donde se ayude a dar mantenimiento a las viviendas existentes. Como se pudo observar en las cifras anteriores el mantenimiento de las viviendas es la principal preocupación de los entrevistados.
El hecho de que este barrio no forme parte de una zona histórica y los usuarios no tengan la cultura de construcción con ayuda de arquitectos, ha sido un gran determinante para que las viviendas tradicionales se conserven en su concepto y uso, es decir, que aunque los materiales de construcción sean contemporáneos, el concepto, uso y partido arquitectónico sigue siendo tradicional.

BIBLIOGRAFIA
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1 i.Departamento de Arquitectura, ii. DAAD, iii. Universidad de Guanajuato.

2 Munilla Fernández, Juan, Informe sobre el clero regular y secular del corregimiento de Querétaro. Año de 1793, Querétaro, Cimatario, 1946 (documentos inéditos para la historia de México, 1), p.2.

3Zavala José, Félix, La fundación de Querétaro, historia y tradición, Querétaro, México, Universidad Autónoma de Querétaro, 1990, p. 21.

4 Frías F. Valentín, Leyendas y tradiciones queretanas, tomos I, II y III, Plaza y Valdés / Gobierno del Estado de Querétaro, 1989.

5 Personas que se dedican a curar cualquier enfermedad del hombre a base de hierbas medicinales, rezos, limpias y pócimas.

6 Es el nombre con que se conocen a los músicos que llevan sus guitarras hechas de Madera y conchas de armadillo.

7 Aragonés, Juan Ignacio, Psicología ambiental, Madrid España, Ediciones Pirámide, 2000, p.189.

8 Chanfón Olmos, Carlos, Coord., Historia de la arquitectura y el urbanismo mexicanos, Volumen II, El encuentro de dos universos culturales, México D.F., Facultad de Arquitectura, División de estudios de posgrado, UNAM, 1997, 452 p.