CONSTRUCCIÓN DE ASENTAMIENTOS PARA CAMPESINOS DESPLAZADOS DE GUERRA EN NICARAGUA

CONSTRUCCIÓN DE ASENTAMIENTOS PARA CAMPESINOS DESPLAZADOS DE GUERRA EN NICARAGUA

Inés Claux Carriquiry (CV)
Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología

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“1984: A 50 AÑOS, SANDINO VIVE”1

Estelí, 1984

25 de marzo
Estoy en La casa de José Luis Osorio en Estelí, quien vive aquí con su esposa y sus cuatro hijos. El me dice que el día que fue a la universidad, para conseguir algún estudiante de último año de arquitectura que quisiera venirse a trabajar a esta región se sorprendió quo yo, una profesora, le dijera que me gustaría ese trabajo. Me han alojado en el cuarto de estudio, en donde hay una mesa de dibujo y una cama. Viviré aquí y viajaré a Managua en los fines de semana.

26 de marzo
Las oficinas del ministerio de la vivienda y Asentamientos Humanos quedan en el Complejo Cívico de Estelí; el MINVAH tiene una de las casas.
La oficina del departamento técnico, en donde voy a estar, es un desastre. Todo está congestionado, apretado, desordenado, las paredes de color verde-aguacate están muy sucias con papeles y planos pegados de cualquier manera.  Además el cuarto es oscuro y mal ventilado. Los servicios higiénicos, ubicados entre las oficinas, con frecuencia nos envían mal olor. Hay bulla, ruido de máquinas de escribir y alboroto de gente que entra y sale. En este departamento hay dos mesas de dibujo que se topan entre sí y una mesa de luz. Tenemos que mantener encendidas las Lámparas todo el día y hay mucho calor. Los rollos de planos están por todos lados, sin orden, empolvados y con telarañas. En un cajón de madera hay muchísimos planos enrollados que nadie sabe qué son, sin ninguna clasificación ni orden.

José Luis, quien es ingeniero civil y delegado del MINVAH en la Región I, me presentó a los topógrafos, dibujantes, responsables de proyectos, contadores, trabajadoras sociales, secretarias, choferes, etc. Hay como cuarenta personas trabajando en todo el Ministerio en esta región, incluyendo a Los compañeros de las sub-delegaciones de Ocotal y Somoto.
01 de abril
Después de una semana me he dado cuenta que los que yo creía que eran topógrafos, no Io son; que las que yo creía que eran trabajadoras sociales no lo son; que los contadores no lo son, las secretarias tampoco. Es decir, “son pero no son” porque todos son estudiantes de secundaria. Hasta el delegado de MINVAH en Ocotal, que yo creía que era un ingeniero era un estudiante de secundaria. ¡Estoy trabajando con un grupo de colegiales!

Esta mañana al platicar con Lucas, el responsable de la cuadrilla de topografía, le mencioné “la hipotenusa” y me miró desconcertado. Nunca había oído hablar de Pitágoras ni de la existencia de la trigonometría. Está en primero de secundaria. No sé cómo hace los levantamientos topográficos, pero los hace. Pienso en esas vendedoras de mercado que nunca han ido al colegio ni saben nada de multiplicar ni dividir pero sacan las cuentas inmediatamente, de una forma mágica.
Además de José Luis hay tres compañeros que tienen educación superior: uno de los contadores, el administrador y uno de los dibujantes, que se llama Enrique. El otro dibujante, un muchacho flaquito, de piel oscura,  aprendió a dibujar  en la oficina. Le dicen Juancito y como tiene dieciocho años está con temor de que lo citen al servicio militar. El es de Susucayán y los topógrafos le hacen bromas por su origen campesino; cuando vino Mario Cangiani, el ingeniero argentino que va a reemplazar a José Luis por unos días, dijeron: aquí hay tres internacionalistas: Mario que es de Argentina, la Inés que es del Perú y Juancito que es de la República de Susucayán.

02 de abril
Me reuní con la cuadrilla do topografía para programar el trabajo que vamos a hacer. Ellos me explican que están haciendo el levantamiento de unos terrenos en Miraflor y que solicitan armas para todos Los integrantes de la cuadrilla, que son cinco. No quieren “pepechecas” sino “akas” y 120 tiros cada uno. Dicen que no debemos decir hacia dónde vamos porque es peligroso que se filtre la información y nos pueden esperar en el camino. Plantean los siguientes problemas:

  • Pierden  mucho  tiempo porque hay muy pocos vehículos y a veces no tienen en qué ir a trabajar
  • No son suficientes los ciento cincuenta córdobas que les dan de viáticos.
  • Necesitan capotes para cubrirse cuando llueve y un paraguas para proteger el teodolito.
  • Les hace falta algún documento de identificación que diga que son trabajadores del MINVAH.

04 de abril
El compañero Héctor Vallecillo es uno de los responsables de proyectos. EI fue guerrillero durante muchos años, hasta el triunfo de la Revolución. Héctor es el encargado de llevar adelante la construcción de viviendas para los campesinos de Miraflor, en donde hay varias cooperativas agrícolas. Conoce bien la zona y me estuvo contando que Miraflor, antes del triunfo revolucionario, era una finca de unas cinco mil manzanas que pertenecía a un senador somocista. Como ese señor se fue a vivir a Miami, ahora la tierra es de los campesinos quienes están sembrando papas, lo que es totalmente novedoso en el lugar, porque antes cultivaban café y se dedicaban a pastorear el ganado del terrateniente. Sus viviendas son pequeños ranchos  con paredes hechas de rajas, piso de tierra y techo de paja.

Héctor ha estado recorriendo el lugar para encontrar las fuentes naturales de agua para abastecer a los tres asentamientos que vamos a construir para las familias que integran las cooperativas “Sandino”, “Teodosio Pravia”, y “Carlos Fonseca”.

10 de abril
Hoy llegaron a Estelí dos  alumnos de la Escuela de Arquitectura: Diana Rugama y Noel Wheelock, quienes se han casado hace poco. Estaban en Estelí visitando a los padres de Diana. Me invitaron a almorzar y estuvimos platicando durante varias horas sobre sus estudios, la universidad y los amigos. Les conté que aquí hay muchísimo que hacer, que vamos a construir varios asentamientos campesinos pero que no hay técnicos, que no hay arquitectos… que si saben de algún muchacho que se vaya a graduar le digan que se venga a trabajar con nosotros.

12 de abril
Pasé el día con Héctor y la cuadrilla de topografía, en Miraflor, buscando los terrenos más apropiados  para los asentamientos. Qué lugar tan hermoso. Miraflor está entre montañas cubiertas de pastos verdes sumergidas en las bruma. Hay partes llenas de piedras grandes con una piel de musgo verde-azul y entre ellas crecen pequeñas flores amarillas y lilas. En las partes altas abundan los árboles de canela, arenos, amarguitos, ojoches y mora. Incluso crece el roble encino que cuando está podrido y mojado irradia luz por las noches. Hay un ambiente encantado. De inmensos árboles centenarios cuelgan nidos de oropéndolas… de pronto entre los arbustos aparece una extraña laguna llena de sonidos misteriosos cuyo fondo, me explica Héctor, no ha sido posible calcular ya que se hunde tan adentro de la tierra que todos los mecates para medirla han sido cortos. Cuentan los campesinos; que en las noches de tormenta la laguna se sacude como si fuera un caballo y los viernes se llena de cantos de gallos al amanecer. Dicen que la laguna pasa por debajo del cerro y es por ello que ésta tiembla y le salen vertientes desde su panza. Pocas personas se bañan en ella porque hay culebras y carrizo, pero sí pescan hermosos guapotes.

En las partes bajas de la montaña crecen los naranjos, los toronjos y los limones dulces. Uno de los asentamientos se hará en un lugar en donde hay un bosque de robles  barbudos cuyas ramas están cubiertas de helechos y orquídeas.
“No Lo puedo creer” le digo a Héctor, “¿Cómo vamos a tocar este bosque tan hermoso?”

EL viaje fue tranquilo aunque largo, porque los caminos están malos. Son sólo 25 Km. desde Estelí pero tardamos más de una hora, en ir y otra en volver. Los topógrafos me volvieron a decir que quieren fusiles aka, como el que llevaba Héctor.

15 de abril
Acabo de regresar de Managua. ¡Ir y venir en bus de Managua a Estelí y vice-versa es una hazaña! Pocos buses y muchísima gente. Colas larguísimas que a la hora de la hora nadie respeta ya que todo el mundo se abalanza hacia la puerta cuando llega el bus, dando codazos y patadas, en plan de asalto. Algunos chavalos se meten hasta por las ventanas. Gritos, insultos apretadera, asfixia, calor, sudor, robo de carteras… y, ¡al fin! logro subir pero todos los asientos están ocupados y tengo que hacer todo el viaje a pie – de tres a cuatro horas aunque sólo son 150 km. - y ojalá tenga buena suerte para que el bus, tan viejo y destartalado, no se quede varado en el camino.

Esta mañana había logrado abordado el bus como a las 10 de la mañana, después de tres horas en la fila. Éramos tantos, tantos, que no cabía nadie. Todos sudando a chorros y el bus que no arrancaba. Y en eso subió un hombre que llevaba cuatro pollos grandes, vivos, blancos, con las patas amarradas. Como no podía pasar, levantó los pollos y estos empezaron a piar con toda su alma. El hombre trataba de avanzar con los pollos en alto y lo iban insultando. “Hijueputa, no ves que ya no hay sitio?” “! Bajáte con esos pollos!”.

El no hacía caso y seguía tratando de avanzar y, cuando menos nos hemos dado cuenta, los pollos se movieron desesperadamente, se ahogaron y empezaron a cagarse encima de los pasajeros, ¡ensuciando a todo el mundo!

17 de abril
Héctor me dice que le preocupa el peligro de que las ramas de los robles caigan sobre las casas, que mejor sería cortar el bosque y usar la madera para hacer las columnas de los corredores. Le digo que le podríamos pedir a los topógrafos quo hagan un levantamiento de los árboles pare ver cómo ubicar las viviendas, cortando la menor cantidad de ellos.

Los topógrafos se ríen de mi entusiasmo al ver tantas orquídeas en las ramas, ellos no le ven nada especial a “esos palos viejos”. Héctor se encaramó en un roble y me bajó una rama preciosa, llena de flores y helechos. Los muchachos se morían de risa.

24 de abril
Viajé a Somoto con el compañero Víctor, otro de los responsables de proyectos del MINVAH, para ver el terreno en donde construiremos 100 viviendas. Los topógrafos hicieron el levantamiento y ahora estoy diseñando la lotificación.

27 de abril
Mientras los topógrafos se fueron desde tempranito a Miraflor, me quedé con Enrique haciendo una maqueta de las viviendas que se construirán. En realidad se trata de lo que en el MINVAH llaman un “módulo básico”, no es una casa completa sino un cuarto con un corredor adelante. Son treinta y seis metros cuadrados techados; es el inicio de una casa. Claro que habiendo visto las pésimas condiciones de las viviendas de los campesinos en Miraflor, estos módulos básicos serán unas casas muy buenas, porque aquellas son unas chozas que tienen menos de treinta metros cuadrados techados y el frío y la lluvia se cuelan por entre las paredes de tablas carcomidas por Ia humedad. Los módulos llevarán paredes de ladrillo cuarterón y techos de zinc. Además, cada vivienda tendrá una letrina, lo que ahora no existe; los campesinos simplemente van al monte.

16 de mayo
El jueves pasado, en el jeep blanco del MINVAH, manejado por Horacio, salimos de mañana para Jalapa. Horacio es el compañero responsable de los proyectos del MINVAH en esa zona y vive en Jalapa con su familia. Es un compañero internacionalista de origen español. Es pintor y escultor.

Partimos de Estelí por la carretera Panamericana, pasamos la cuesta de la Kukamonga, seguimos hacia Condega al empalme que va a Palacaguina, el que sale a Pueblo Nuevo y, dejando la Panamericana que seguía para Somoto, tomamos la carretera hacia la cuidad de Ocotal,  segunda ciudad de la Región I.

Entre Ocotal y Jalapa, Horacio me fue indicando los lugares por donde pasábamos; Mozonte, el sitio en donde se hacen las piezas hermosas de cerámica, lugar desértico y solitario… el Puente de los Gallos en donde los mercenarios habían emboscado y asesinado a varios técnicos… Salamanjí, con   sus maceteras en flor… San Fernando con su parque central, verde de limonarios y crotos, rodeado de camiones militares… hacía poco que se habían dado combates entre el Ejército Popular Sandinista y la contrarrevolución en las cercanías de San Fernando. Pasaban los camiones llenos de muchachos de verde-olivo con sus característicos sombreritos del servicio militar, nos saludaban con el puño en alto, gritaban consignas, iban alegres… Santa Clara, el lugar en donde casi todos los viajeros almuerzan, con su parque pelado y su pequeña iglesia de tres campanitas… el camino es solo polvo, tenemos el pelo y las pestañas blancas… cuántas  grietas, qué seco está esto, aún no llueve. Pero más allá empieza a verse más verde el campo, empiezan a aparecer los bosques de pino y los campos cultivados con tabaco. ¿Por qué aquellos pinos estaban quemados? Vemos unas grandes “casas”, son los galerones del tabaco, las hay por todo el camino desde Santa Clara hasta Jalapa. Son construcciones de madera dentro de las cuales se cuelga el tabaco a secar… cruzamos varios ríos y el agua hace que los frenos del jeep no funcionen bien, es necesario ir despacito.
Al acercarnos a Jalapa vemos “La Mia”, la hacienda de tabaco que era de Somoza. El decía así: “Esta es la mía” y con ese nombre se quedó; esta parte de la carretera está pavimentada porque era la pista de aterrizaje del dictador. Ahora todas esas tierras son de una empresa de propiedad del pueblo que se llama Laureano Mairena, siembran tabaco para la exportación y también granos básicos.

En La Mia el MINVAH  acaba de construir 100 viviendas para los trabajadores, con techos de zinc. Son módulos básicos de treinta y seis metros cuadrados techados, con un cuarto cerrado de dieciocho metros cuadrados que tiene una puerta y dos ventanas; adelante está el corredor, o porche. Se ven muy tristes por el color gris del cemento… las casas están desocupadas porque no se ha terminado la instalación del agua potable… es necesario sembrar árboles y plantas.

Por un camino a la derecha se va a Santa Cruz, otro asentamiento campesino que está haciendo el MINVAH… de allí parte un camino por el que se puede llegar a Quilalí pero ahora no es muy transitado porque la contra anda por esos lugares.

Allá, atrás de los cerros, está Honduras… Entramos a Jalapa, un pueblo de diez mil habitantes, de pequeñas manzanas cuadradas y calles estrechas, casas de un piso, de paredes de adobe y techos de tejas de barro… las puertas de doble hoja permanecen abiertas y se ven los patios con sus maceteras de helechos y begonias…en los solares crecen mangos, aguacates y plátanos. Hay muchos hombres vestidos de verde-olivo; no, no son militares, son civiles milicianos, aquí todo el mundo anda armado porque la contra ha querido entrar a Jalapa.

Vamos a la casa de Gobierno en donde Horacio me presenta al compañero Arnoldo Vallejos quien está empezando a trabajar como delegado del gobierno. La casa es amplia, con un hermoso patio central y la parte de atrás tiene dos pisos.

El compañero me dice amablemente que allí, en el segundo piso, hay varias habitaciones, que allí me puedo alojar.

A una cuadra de la Casa de Gobierno vive doña Estela, la que se preocupa por todos… la vieja colaboradora del frente Sandinista, madre de 8 hijos y abuela de 6 que trabaja en su restaurante todo el día y va a estudiar al colegio por las noches. Enterada de todo lo que sucede en Jalapa esta siempre buscando que las cosas sean justas; opinando, discutiendo, visitando a tal enfermo, buscándole la medicina… siempre activa, siempre despierta, siempre buscando cómo mejorar las cosas…

Doña Estela opina que siempre hay que arreglar las calles de Jalapa: “cómo va a ser que no puedan pasar bien los vehículos, hay calles intransitables, es que cuando llueve viene gran cantidad de agua, como un río y va deshaciendo las calles…” Está preocupada porque no hay suficiente personal médico en el hospital, “es necesario conseguir más medicinas, el médico está sólo, no tiene quien le ayude, las enfermeras no son suficientes, hacen falta otros médicos… el hombre se va a volver loco, trabaja todo el día y no lo dejan dormir de noche por las emergencias…”

Doña Estela nos ofrece un cafecito, un fresco, “¿Qué quieren tomar?” “Aquí van a cenar.”

Por la noche es cuando hay que estar más alerta; en Jalapa se duerme con un ojo abierto, los altoparlantes nos van despertando a cada rato; se apagan todas las luces para que el enemigo no nos vea. Cada uno tiene su ubicación precisa para defender el pueblo…por las calles oscuras veo pasar a los varones con las barbas crecidas y las botas llenas de lodo; todos llevan fusiles; las postas están bien organizadas.

Conocí los asentamientos campesinos de El Escambray, La Estancia y Santa Cruz. Fuimos también hasta Teotecacinte, en donde había estado el asentamiento El Porvenir, que había sido totalmente destruido, quemado, por la contrarrevolución.

Ese asentamiento quedaba a unos cuatrocientos metros del límite con Honduras. Allí se veían los escombros, los campos abandonados… los mercenarios habían atacado a los campesinos causándoles terror y muerte.

El Porvenir quedaba al pie del cerro que pertenece a Honduras y los contras habían bajado por allí pero ahora eso ya no es posible porque todos los contornos de la base del cerro, todo el límite, está minado, o sea que si los contras bajan e intentan pasar a Nicaragua, volarán en mil pedazos. Vimos también la escuelita de Teotecacinte, qué peligro para los niños, habría que trasladarla porque, desde Honduras, la contra la podría morterear, está muy cerca de los cerros.

Allá arriba en El Escambray, adentro entre las montañas, están las 100 viviendas de los campesinos de la cooperativa que produce café; viviendas grises pre-fabricadas, letrinas en fila… nadie ha cercado su lote, no sucede como en la ciudad en que lo primero que hacen las familias es delimitar su propiedad… las letrinas quedan en medio de un gran patio común, como estorbando el juego de los chavalos, como monumentos que se ven de todos lados, como soldados en fila… aún las familias no han sembrado plantas ni árboles.

Las señoras de El Escambray nos hablaron de la guerra, de los muertos, de los huérfanos… nos invitaron a tomar un café muy cargado, muy fuerte, nos regalaron bananos…

Los cerros que se ven desde El Escambray, hacia el norte, son de Honduras, territorio en donde la contrarrevolución se mueve libremente.

En El Escambray los campesinos visten de verde-olivo y trabajan con un fusil al hombro, siempre llevan su fusil a todos los lugares. Han sido atacados por los mercenarios habiéndose defendido con valor y están listos para repeler cualquier nuevo ataque sorpresivo. Ellos han construido, bajo la dirección de Horacio, unos refugios muy bien hechos, amplios y con ventilación; hasta tienen letrina. Los niños de la escuela han ensayado muchas veces correr para refugiarse; están preparados por si ocurre algún ataque aéreo.

En la estancia observamos una situación bastante parecida a la de El Escambray: campesinos de verde-olivo con fusil al hombro, viviendas grises con sus letrinas en fila como centinelas. Las familias están contentas y nos explican los progresos de la cooperativa; ya tiene escuela y comedor infantil y las mujeres están encantadas con el agua potable que brota con fuerza de los puestos públicos: “Antes teníamos que caminar mucho para traer el agua” nos decían.

Las viviendas de El Escambray, al igual que las de La Estancia y La Mía, son prefabricadas y dúplex, esto es, dos viviendas tienen una pared medianera. Los lotes son de diez por veinte metros. En los tres lugares las casas se ven en fila y no hay divisiones entre lotes; las gallinas y sus pollitos picoteaban por todo el gran patio. A una de las señoras le pregunté si no tenía problemas con sus animalitos y respondió que no, que cada uno sabe de quién es cada gallina o cada animal y éstos conocen sus casas y vuelven por las tardes, “no se pierden”.

Conocí en Jalapa al responsable del MIDINRA, al padre encargado del INSSBI y el compañero responsable de la junta municipal. Ellos tenían muchas inquietudes con respecto al trabajo del MINVAH y nos invitaron, a Horacio y a mí, a una reunión -por la noche- en la casa de Gobierno. ¡Jamás imaginé que seríamos juzgados! Empezó la reunión con un interrogatorio que me sorprendió mucho porque tengo apenas un mes de estar trabajando en el MINVAH de la región y no me había dado cuenta de la existencia de las contradicciones entre las otras instituciones del estado con el Ministerio de la Vivienda.

Los compañeros hicieron una amplia exposición acerca de cómo han vivido los campesinos: sin vecinos, en lotes amplios, con sus árboles frutales, con sus chanchos y gallinas, en viviendas de adobe y techo de tejas de barro, etc. etc. Llegaron a plantearnos, con bastante agresividad, lo siguiente:

  • Que los lotes de diez por veinte metros eran para la ciudad pero no para el campo y que entregar un lote tan pequeño era ir en contra de la idiosincrasia del campesino porque no le permitía sembrar sus frutales ni tener sus animales.
  • Que la vivienda dúplex era inaceptable ya que la pared medianera no aislaba del ruido y que por la noche se oían hasta los suspiros.
  • Que las viviendas deberían construirse con los materiales tradicionales del lugar, como el adobe y la teja de barro y no con esos materiales pre-fabricados que se ven tan feos, tan tristes, con sus techos tan bajos.

Según esto, en MINVAH estaba haciendo algo indebido porque no respetaba las tradiciones de los campesinos, lo que repercutiría negativamente en el desarrollo del mismo proceso revolucionario ya que los vecinos estaban muy disgustados con esas viviendas y esos lotes minúsculos, totalmente inaceptables para familias campesinas. Además, el lote grande significaba un apoyo económico para el campesino porque allí podía cultivar algunas hortalizas y granos, además de árboles frutales y podía tener chanchos, gallinas y hasta vacas.

Las críticas se hacían con vehemencia: se quitaban la palabra unos a otros para enfatizar más sus razones…
Se desahogaron, dijeron todo lo que tenían que decir… escuchábamos aparentando mucha tranquilidad pero en realidad yo sentí una gran angustia. (¡Qué bueno que con Mario Cangiani ya habíamos discutido estos problemas!) Nos estaban enjuiciando y condenando. Definitivamente éramos culpables. ¡Qué situación tan incómoda!

Cuando hubo un poco de calma expliqué la razón de los lotes pequeños, que la idea era tomar la menor cantidad posible de área de cultivo para no afectar las áreas agrícolas y que, además, era la única manera de lograr que las familias pudieran tener buenas calles e instalaciones de agua y electricidad, porque si vivían a una gran distancia unas de otras las calles serían mucho más largas y las tuberías del agua serían también larguísimas y lo mismo sucedería con los cables de electricidad, además de que se necesitarían más postes, etc. Y si nos acordamos de que gran parte de los materiales para las instalaciones de agua y electricidad  son importados y que no se cuenta con maquinaria para abrir tantas calles, veremos que es ilógico hacer lotes grandes porque no podríamos darles agua y electricidad a todos y había que pensar no sólo en los campesinos de Jalapa sino en los de todo el país.

Horacio añadió las razones de la defensa: que era necesario que los campesinos se agruparan para poder defenderse mejor de los ataques de los contra, que se podían hacer refugios cercanos, pozos tiradores, etc.

Además, en cuanto a los huertos y a la crianza de cerdos, no era recomendable que cada familia tuviera los suyos ni desde el punto de vista  económico ni desde el punto de vista sanitario. Era mejor hacer huertos comunales que se cultivaran con técnicas modernas, ocupando fertilizantes, insecticidas, usando tractores, etc. lo que daría más y mejores productos y era más recomendable pensar en granjas comunales, tanto granjas avícolas como granjas porcinas, de ésta manera se evitarían las epidemias ya que los animales no estarían regados por un lado y otro ensuciando las calles y patios, lo que trae moscas y enfermedades; las granjas comunales serían aseadas y los animales estarían vacunados y tratados técnicamente para que dieran mejores alimentos.

Los compañeros no quedaron convencidos: “…es que a los campesinos no les gusta vivir así, ellos quieren lotes grandes…”,    “… lo peor es que ni siquiera saben cuál es su lote, allí están todas las casas en fila y nadie ha delimitado el terreno, nadie ha puesto un cerco…” “… la gente está acostumbrada a caminar, a ellos no les importa si tienen el agua cerca o lejos…” “… cada familia quiere tener su propio huerto, unos quieren sembrar unas cosas y los otros, otras…”.

Explicamos que, en cuanto a los materiales de construcción, se están usando los pre-fabricados porque el proceso es más rápido. Si quisiéramos hacer las casas de adobe no acabaríamos nunca, porque la producción es muy limitada y en el transporte los adobes se rompen mucho. Es cierto que las casas pre-fabricadas se ven muy tristes cuando no están pintadas, es cierto que los techos quedan muy bajos, pero son casas que se construyen rápidamente… en cuanto a los techos, es verdad que las tejas de barro son mejores pero no se producen en suficiente cantidad y ocupan mucho más madera que el zinc… el techo de zinc es lo más rápido y económico…

Fue una reunión muy acalorada y tensa; éramos los acusados y teníamos que defendernos, no había en el ambiente el deseo de comprender razones, de entender... ¿Cómo puede ser que se esté dando esta contradicción entre las mismas instituciones del Estado? Hay un total desconocimiento de las políticas del MINVAH. Qué raro que los mismos compañeros de Reforma Agraria no piensen que es mejor que se hagan huertos y granjas comunales… qué raro que el cura piense en los cercos de las casas cuando es mejor que las familias se comuniquen, compartan… y, los campesinos, ¿qué pensarán realmente? A mí me pareció que estaban contentos, nadie habló de lote pequeño ni de problemas con paredes medianeras… pero debe ser cierto que todo se oye, ese material no es buen aislante.

Una de las principales preocupaciones de Horacio es la estética: ¿cómo mejorar el aspecto de los módulos básicos? En esos días había llegado un ingeniero mexicano con una brigada de solidaridad y Horacio se lo llevó a Jalapa. Con él, Horacio ideó las casas de Santa Cruz: paredes de bloques de concreto y, en vez de columnas, arcos de ladrillos en los corredores; en las ventanas, en vez del dintel recto, unos pequeños arcos de ladrillo. El cambio es sorprendente; la fachada cambia cualitativamente y los campesinos y visitantes que pasan por allí quedan encantados.

Algunos técnicos lo llaman “el asentamiento burgués” y Horacio se molesta porque “la belleza no tiene por qué pertenecer a los ricos, los campesinos tienen todo el derecho de tener casas bonitas.”

VIAJE A JALAPA

Salta el jeep en las curvas
de grietas de tierra
y Horacio sujeta el timón
y su aka bala en boca.
Nos llena la amplitud del valle tierno
con galerones de tabaco
que pueden ser hogueras.

Carretera que esconde minas
y emboscadas
mostrando lirios
y bosques de pino.
Carretera de camiones
con muchachos
que cuentan sus combates.

Jalapa de patios de mangos,
de bananos, de aguacates;
calles cortas
de huellas de botas amanecidas.
Ciudad de altoparlantes nocturnos
que anuncian
la profunda oscuridad.

Tazas de café negro cargado
de relatos de esfuerzos
de mujeres del Escambray
que te cuentan
que “acaba de quedar moto
ese tierno
que ve usted allá.”

Chavalos saltando sobre el agua
alrededor de la paja
de La Estancia
a la vuelta del comedor infantil;
refugios subterráneos
que aguantan
la onda expansiva.

Milicianos constructores de viviendas
de arcos de ladrillo
en Santa Cruz;
campesinos de verde olivo
que hicieron crecer
rábanos gigantes
en los huertos comunales.

Carretera cruzada de ríos
que quitan los frenos
entre el sonido verde de la vida
dejando ver las viviendas grises
y las familias platicando en los corredores
como si la vida fuera esa;
y es esa.

17 de mayo
Noel y Diana me acaban de llamar por teléfono para decirme que después de pensarlo y re-pensarlo han decidido que vendrán a Estelí para trabajar con nosotros en la construcción de los asentamientos, que van a hablar en la universidad a ver si les dejan dar exámenes y entregar los trabajos para no perder el año. Fui corriendo a contarle a José Luis. Nos hemos alegrado muchísimo.

18 de mayo
José Luis me dice que me voy a encargar de coordinar el Departamento Técnico hasta que encuentre un ingeniero que se haga cargo de su dirección. Pienso si será que él considera que un arquitecto no es tan capaz como un ingeniero para dirigir un departamento técnico o si será porque soy mujer. Aquí los compañeros se sorprenden de que yo esté dirigiendo a los topógrafos y responsables de proyecto y que vaya con ellos al campo. Los choferes son los más curiosos. Me preguntan, por ejemplo, si soy casada. Les digo que tengo un compañero en Managua con quien me encuentro los fines de semana. Es algo difícil de entender, ¿qué hace una mujer por más arquitecta que sea, metida en estos trotes? “ ¿Y no tiene hijos?” me dicen en tono de reclamo. “No, no puedo” les contesto. Entonces ponen cara de tristeza y cambian de tema.

21 de mayo
Hoy llegaron Noel y Diana y empezaron inmediatamente a trabajar. Diana va a diseñar el asentamiento de La Trinidad que tendrá más de cien viviendas y Noel apoyará a José Luis sacando los presupuestos pendientes.
¡Diana está embarazada! El Bebe es para noviembre.

25 de mayo
Estamos enseñando a los muchachos de la cuadrilla de topografía a manejar el Leroy para que ayuden en el rotulado de los planos cuando no salgan al campo.

29 de mayo
En estos últimos días Héctor y los topógrafos, quienes ya tienen sus akas, han estado trabajando en Miraflor. Los campesinos dicen que vieron pasar a los contras a lo lejos, arriba de las montañas. Ulises el agrónomo de Miraflor, me estuvo contando que eso de sembrar papas ocurrió de pura casualidad, porque llegó a Managua una donación europea destinada a alguna cooperativa campesina que quisiera producir semilla de papa. Como era importante desarrollar este cultivo en el país ya que la papa era un producto importado, Ulises pensó en Miraflor, en donde se estaban formando cooperativas campesinas y cuyo clima presentaba características apropiadas para dicho cultivo por la constante humedad del ambiente y la calidad del suelo. El se puso a buscar información referente a estos sembríos y luego se fue a vivir con los compañeros de la Cooperativa Teodosio Pravia a quienes les explicó lo de la donación y los entusiasmó para que aprendieran con él ese cultivo. Al poco tiempo lograron tres cosechas al año abasteciendo de semillas de papa a varios productores.

02 de julio
La necesidad que tiene la gente de lotes urbanos es tan fuerte en Estelí que hoy empezamos, con Diana y los topógrafos, a detectar los lotes baldíos que hay en la ciudad. ¿De quién son? ¿Por qué no construyen en ellos? ¿Por qué no los venden? Las trabajadoras sociales no tienen tierra para entregar aunque hay terrenos; el problema es que no se sabe de quién son o están en lugares alejados del agua potable y nadie los quiere.

05 de julio
Estuve nuevamente recorriendo los asentamientos de Jalapa para sacar los avances de obra. La zona está tensa. Felizmente me dieron un aka con su magazine, aunque es un estorbo para hacer el trabajo. En los asentamientos noté un cambio: las familias han empezado a sembrar arbolitos!

Noel que es muy organizado, ha preparado un cuadro con todos los proyectos que estamos llevando a cabo. Hay mucho trabajo: San Bartolo, Santa Cruz, La Estancia, El Escambray, Miraflor, La Trinidad, Palacaguina, Ocotal, Somoto y Estelí.

13 de julio
Todos estamos impresionados porque ayer los contras entraron a Miraflor y mataron a Juan Carlos Meza quien era el secretario político del Frente Sandinista, a Benjamín Talavera de la Teodosio Pravia y a Genaro Acevedo de la Carlos Fonseca; cuentan los campesinos que Benjamín logró parapetearse y dispararles con su VZ y que a Genaro lo encontraron degollado.
La contra quemó la bodega con 17.000 quintales de papa de El Tayacán y el camión  de la cooperativa Puertas Azules.

Por la tarde emboscaron a Boris Vega, el jefe de la policía de Estelí, en la carretera que va a Miraflor. Dicen que iba cantando con la música del radio de su carro. Toda Estelí está conmocionada por su muerte porque era muy conocido y querido.

15 de julio
En estos días, Noel, Diana y yo hemos estado caminando y caminando por toda Estelí con un inglés llamado John Boles quien es planificador urbano y ha sido enviado por el MINVAH de Managua para que prepare un esquema de desarrollo urbano para Estelí. Hemos visto con él que la ciudad debería crecer hacia el oeste porque allá la tierra no es buena para el cultivo y no se inunda como en el este. Hacia el oeste hay espacio como para duplicar el tamaño de Estelí. Además conviene que la carretera Panamericana quede a un lado de la ciudad porque como la cruza de norte a sur es un peligro para la población, especialmente para los niños.

Estuvimos analizando el problema del cementerio que ya está saturado y definimos el lugar para uno nuevo. Asimismo discutimos la mejor ubicación de escuelas, centros de salud y lugares recreativos. Al lado del río, debajo de la loma en donde está el viejo cementerio, planteamos la construcción de un gran parque regional, un parque con bosques, laguna, zoológico, cafeterías, juegos para niños, etc. Al noroeste delimitamos los terrenos para la zona industrial.

John y otros compañeros redactarán y publicarán en Managua el documento con todos los problemas de Estelí y las propuestas para que la ciudad vaya creciendo de una manera ordenada. Lo que nos preocupa es que no exista una ley que diga que esos planteamientos se respetarán. Si alguien, por ejemplo, quiere poner su fábrica en medio de las viviendas simplemente la pone allí y, ¿quién le dice que no? Nosotros podemos ir a explicarle el plan pero no tenemos forma de impedir que construya en una zona inadecuada. La Junta Municipal tampoco.

19 de Julio
Hoy se cumplen cinco años del triunfo de la Revolución. Héctor me contó una historia terrible que le ocurrió aquel día.

LO QUE ME CONTO HECTOR

Llegaron cerca de Sébaco
el 19 de Julio
de 1979,
agotados
tensos
sudados
magullados
con la ropa
vuelta nada
con el dolor
de más de diez años
de montañas
hirviendo
en los pies.
Se sentaron
a oír la radio.
Y oyen
y no lo creen
y vuelven a oir
y empiezan a flotar
y se ponen a reir
a carcajadas
en medio
de las lágrimas
que les corren
sin poderse detener
y se tiran unos
en brazos
de los otros
y giran
y dan vueltas
y bailan
y gritan
llorando
y gritan más fuerte
y se abrazan
más intensamente.

En eso ven
los camiones
que llegan
con civiles
de pañuelos roji-negros.
Y saltan
y saludan
extendiendo los brazos
corriendo
hacia ellos
¡triunfamos!
¡triunfamos!
Las ráfagas
los hacen
tirarse al suelo
las ráfagas
de los camiones
las ráfagas finales
de mil guardias
que huían
y allí quedaron
vestidos de sandinistas;
las ráfagas
que cayeron
como agua helada
que los despertaron
que les indicaron
que aunque bailaran
aunque soñaran
aunque rieran
y corrieran
y levantaran los brazos
y aplaudieran
y gritaran
a todo pulmón
y se zambulleran
en los remolinos
de la dicha
no podían
dejar las armas.

30 de julio
Entre el 27 y el 30 todo el mundo estuvo inscribiéndose en el Registro Electoral.

10 de agosto
Hace casi un mes que Juancito pidió vacaciones por 15 días y no ha vuelto. Algunos opinan que se fue del país huyendo del servicio militar. Otros dicen que está enfermo. Fui a preguntar a su casa y me dijeron que está enfermo en casa de una tía. No sabemos bien qué ha pasado, el hecho es que no volvió al trabajo ni al colegio, dicen que tiene familiares contra-revolucionarios y que se fue para Honduras para evitar el SMP pero también dicen que la contra lo agarró cuando intentaba cruzarse y que lo transformaron en contra. En la oficina era buen trabajador y parecía de acuerdo con la revolución.

02 de agosto
Noel ha partido en una gira por todos los asentamientos para levantar un informe de su desarrollo y problemas. Llevó su aka y una pechera con tiros. Va sólo con el chofer del jeep amarillo que se llama Santiago, un muchacho joven, gordo y comelón. Se la pasa haciendo chistes y comiendo. Para él, lo principal de los viajes son las paradas a comer, eso es lo que lo anima, se conoce todas las comiderías y es amigo de todas las cocineras. No dice: “Llegaremos a Jalapa a las doce” sino: “Llegaremos a Jalapa a almorzar”. Santiago siempre está de buen humor y dispuesto a emprender cualquier viaje a cualquier lado. Lleva, “por si acaso”, su fusil.

08 de agosto
Estuve visitando una casa grande, a medio hacer, que fue abandonada por un somocista cuando triunfó la revolución. La vamos a terminar de construir, haciéndole algunos arreglos, para que sea el local del MINVAH y poder dejar este lugar tan horrible.

14 de agosto
Lucas dice que se va a trabajar a otro sitio porque aquí gana muy poco. No me imagino qué haremos sin él. Es el único “topógrafo”, los otros muchachos están recién aprendiendo; es difícil lograr que un topógrafo se venga desde Managua y él es de aquí. Me da pesar que se vaya porque además de trabajador, es una persona muy agradable, pero el administrador me dice que es imposible aumentarle el sueldo. El se esfuerza mucho. Por su propia cuenta ha ido aprendiendo a hacer levantamientos y poligonales. Siempre está preguntando para saber. Se ha conseguido unos textos de topografía, los que descifra pacientemente. Lucas tiene una novia estudiando para maestra en Cuba y él anda siempre con la preocupación de que la jovencita se vaya a enamorar de algún cubano, él tiene 23 años y ella 18.

Lucas, además de ser topógrafo, es zapatero remendón y carpintero, un carpintero muy fino, pero principalmente es pintor. Pinta hermosos cuadros de leones y tigres en medio de la selva – esto, cuando puede conseguir pintura porque, ahora, con la guerra no se consigue -. Vende sus cuadros y tiene buena demanda.

Lucas tiene una conversación muy amena y cuando se echa unos tragos es tan divertido y ocurrente que uno se muere de risa de sus anécdotas y comentarios. Supongo que debe ser un poco tímido e introvertido porque cuando no está con tragos es más bien callado aunque de tanto en tanto dice algo gracioso. Es nervioso y se muerde los dedos. Para pedir algo lo piensa mucho. Es muy sensible, si alguien lo trata descortésmente se siente herido con facilidad y si se le llama la atención por algún error pasa mucha vergüenza.

El ha ido siempre a donde se le ha necesitado, fuera o no peligrosa la zona; se pone su uniforme verde-olivo, agarra su fusil con una mano y la libreta de apuntes con la otra.

18 de agosto
Dice el compañero Eleuterio de la cooperativa Teodosio Pravia de Miraflor que desde el día en que los contras entraron a quemar las papas, éstos siguen rondando como zopilotes y llevándose a la fuerza a los campesinos. En la Pita secuestraron a seis y tres escaparon regresando como a los ocho o diez días, los otros tres se quedaron por los dólares que les ofrecieron.

23 de agosto
Noel ha salido nuevamente de viaje; va a Quilalí con la cuadrilla de topografía, incluso con Lucas que trabajará hasta fin de mes. Va a ver los terrenos de la cooperativa de Panalí. A José Ramón, el transitero, quien es un poco alocado, le va a tocar reemplazar a Lucas. Ellos se han ido de verde-olivo, con pecheras y fusiles porque, como dicen los compas, la zona esta “descompuesta”.

Cuando los compañeros salen hacia los asentamientos pienso en el peligro y siento escalofríos en el estómago pero cuando soy yo la que me voy no siento eso. Es curioso.

                                  NO TENGO MIEDO

                                  No me da miedo
                                  son tan verdes
                                  los caminos
                                  de árboles barbudos
                                  de pinos
                                  de tabaco
                                  pero cuando lo pienso
                                  pienso
                                  que no me dejo
                                  asustar
                                  por la amenaza
                                  que tengo que seguir
                                  y hacer y continuar
                                  y cuando lo pienso
                                  pienso
que sería mejor
que morir de vieja
que sería mejor
que morir de cáncer
que sería mejor
que un infarto
pero cuando pienso
que me agarran
que me aprietan
que grito
se hacen a un lado
las montañas
y salen
los cultivos
las flores
los niños
Hemos llegado
al asentamiento.

24 de agosto
Diana está diseñando un cine para Palacagüina a solicitud de Don Modesto, el alcalde. El terreno elegido para el cine queda frente al parque principal, está muy bien ubicado, pero existe el problema de que en ese lugar hay una casita de adobe semiderruida en donde vive una pareja de viejitos a quienes se piensa trasladar a una casa de ladrillo cuarterón en buen estado, distante a dos cuadras de allí, pero ellos no quieren ser trasladados. El señor dice que “no” porque él es quien cuida el parque y la señora se pone furiosa y contesta a gritos e insultos que a ella nadie la va a mover, que “primero muerta”. Ellos dicen que esa casa les fue entregada por los compas el día de la liberación de Palacagüina pero no les dieron papeles.

Les hemos explicado que allí corren peligro porque se les puede desplomar una pared y que la otra casa es mucho mejor, que incluso tiene agua potable, pero no aceptan razones.

Otro trabajo que está haciendo Diana es recorrer ese pueblo para ver por dónde conviene lotificar porque hay muchas familias que necesitan un lote y no queremos, y tampoco don Modesto, que el pueblo siga creciendo de una manera desordenada. Diana ha caminado mucho pero felizmente se ha sentido bien, está feliz con su pancita y viaja sin problemas. Me dice ella que es necesario afectar áreas cultivadas pero que es difícil la coordinación con el MIDINRA, quisiéramos que a los agricultores que se vean afectados por el crecimiento del pueblo les den tierra en otro lugar para que no dejen de producir. Un compañero del MIDINRA dice que hablemos con otro y éste con otro y nadie decide nada.

03 de septiembre
Nos dijo José Luis que vendrá a reemplazarlo un ingeniero llamado César Darce, hermano del héroe sandinista Ariel Darce.

06 de septiembre
Noel salió hoy a Jalapa a recibir los proyectos, ya terminados, de La Mía, El Escambray, y La Estancia. Son en total doscientos sesenta casas.

12 de septiembre
Tuvimos una reunión de todo el departamento técnico con el compañero César Darce, nuevo delegado del MINVAH en la región. Es una persona sencilla que nos cayó bien a todos; habla con una fluidez que atrapa. José Luis y su familia regresarán a Managua y la casa de ellos quedará como “Casa de Técnicos del MINVAH” por lo que allí seguiré viviendo.

18 de septiembre
¡Hoy tuve una buena noticia! Vino Lucas a decirnos que quería volver a trabajar con nosotros. Nos alegramos mucho. Creo que Cesár Darce me considera la responsable del departamento técnico, por lo menos no ha dicho nada de buscar un ingeniero para la dirección.

20 de septiembre
Diana y yo pasamos un rato de angustia ayer en Palacagüina. Fuimos allá por la tarde para entregar la maqueta y los planos del cine. Don Modesto organizó una reunión de todo el pueblo en el atrio de la iglesia y nosotros explicamos el diseño enseñando los planos y la maqueta. Don Modesto habló de la importancia que tiene la construcción de un cine no sólo para Palacagüina sino también para los pueblos cercanos y especialmente para los compañeros del servicio militar que pasan por el lugar cuando están de permiso. Palacagüina es un lugar central y por allí pasa mucha gente de Telpaneca, San Juan del Río Coco, Pueblo Nuevo y Yalagüina.

Cuando explicamos el problema del terreno y de los viejitos la gente empezó a murmurar molesta porque ya se habían imaginado el cine construido y cuál es nuestro susto que vemos que un grupo decide ir, en ese momento, a tratar de “convencer” a los viejos de que se pasen a la otra casa. Se armó un alboroto. La señora, enfurecida, empezó a apedrear e insultar a todo el mundo. Diana y yo nos asustamos pensando en que la viejita se podría morir de la cólera, le podría dar un infarto al ver a toda esa gente reclamándole.

21 de septiembre
Un chavalo se vino a pie por las montañas desde Miraflor y trajo el siguiente mensaje que recibí cuando Héctor se alistaba para salir en el Jeep hacia Miraflor.

                                  LLEGO UN MENSAJE
                                 
El hijo de Benigno
                                  el de la cooperativa
                                  de los sembradores
                                  de papa
                                  llegó corriendo
                                  con un papelito
                                  “Por este medio
                                  hago del conocimiento de ustedes
                                  que el proyecto
                                  de veinte viviendas
                                  de la cooperativa
                                  Augusto César Sandino
                                  se encuentra
                                  paralizado
                                  desde el jueves
                                  por situación
                                  de guerra en la zona”
                                  Corrí
                                  a decirle a Héctor
que no saliera
que no fuera
que esperara
que cuando los compas
saquen a la contra
continuaremos
el proyecto.

21 de septiembre
Diana y yo nos reunimos con el compañero Germán Quezada del MIDINRA para analizar el diseño de la vivienda campesina porque ellos también están construyendo asentamientos en el campo. Vimos cómo hacer para que los módulos básicos crezcan hasta convertirse en viviendas apropiadas para satisfacer las necesidades de las familias campesinas; discutimos muchísimo y propusimos varias alternativas. Hay mucho que analizar. La reunión valió la pena.

27 de septiembre
Esta mañana los compañeros del MINVAH de Managua presentaron en la casa de Gobierno el Esquema de Desarrollo Urbano de Estelí. Asistieron representantes de todas las instituciones y el compañero Carlos Manuel Morales, delegado de la Presidencia.
Diana, Noel y yo deseamos que todas estas personas tomen en serio y respeten lo que plantea el estudio porque sino, no va a servir de nada, va a quedar archivado en alguna gaveta.

08 de octubre
Hay tanta gente, calor  y ruido en la oficina que no puedo concentrarme; he tenido que pedir refugio en la Oficina de Catastro, contiguo al MINVAH, para poder preparar las evaluaciones y los planes de trabajo.

10 de octubre
Héctor y yo estuvimos en Miraflor. Nos dijo Ulises que han tenido que reducir la producción de papas a sólo sesenta manzanas. Dice que salen a fumigar y rápido regresan para no toparse con la contra. Ahora todos los de las cooperativas tienen akas y se visten de verde-olivo para mimetizarse con el paisaje.

16 de octubre
Estuvimos en El Jícaro con Horacio, el sub-delegado del MINVAH en Ocotal y José Ramón el transitero, para ver unos terrenos que el alcalde quiere lotificar. Son muy accidentados por lo que se acordó que los topógrafos harán el levantamiento con las curvas de nivel.

De El Jícaro fuimos hacia Jalapa pasando por un camino ideal para emboscadas. En Santa Cruz los campesinos están listos, atentos, posteando de día y de noche, esperando armados a los contras por los alrededores.

18 de octubre
Qué desagradable es hacer el papel de “patrón”. Noel y yo sufrimos esta mañana cuando nos reunimos con los representantes del colectivo de constructores de Jalapa a negociar el convenio colectivo para continuar la construcción del asentamiento de Santa Cruz. Fue muy incómodo. Ellos pedían aumento y nosotros les decíamos “No es posible, el MINVAH no puede pagar”; estaban molestos y nosotros apenados.

19 de octubre
La contra está acercándose a Estelí. Por todos lados los varones se están movilizando. José Ramón y Rolando, de nuestra cuadrilla de topografía, se han integrado a la defensa circular de la ciudad.

                                  HELICOPTEROS EN ESTELÍ

                                  Cuando pasan los helicópteros
                                  vibrando
                                  las ventanas de Estelí
                                  sabemos
                                  que la contra está rondando
                                 con sus ojos vidriosos.
                                  Nos escalofriamos al salir
                                  y ver el cielo atravesado
                                  por el gran aparato verdoso
                                  que seguro lleva heridos.
                                  Nos miramos
                                  pensamos
                                  nos preguntamos
en dónde será el combate
cuántos campesinos
cuántas madres
cuántos niños habrán matado los desgraciados?

29 de octubre
Hoy Diana salió de subsidio porque el próximo mes nacerá su bebé. Ella y Noel están felices, da gusto verlos, se quieren mucho. El es muy correcto y no mujeriego como los otros compañeros del MINVAH. Poco a poco me he ido dando cuenta que todos tienen dos mujeres, incluso algunos tienen “tres” y todos en la oficina lo saben y lo comentan. Cuando un compañero no llega a trabajar ya saben en qué lugares encontrarlo.

06 de noviembre
Acabo de regresar de Managua. ¡Qué alegría la que había por el triunfo de Daniel en las elecciones! Estuvimos en la plaza llenecita de gente que gritaba, que cantaba, que bailaba. Nos sentimos felices.

07 de noviembre
Me preocupa que no estemos dando lotes en Estelí. Son más de mil las solicitudes que tienen los trabajadores sociales. Seguimos detectando los lotes baldíos en toda la ciudad, muchos son de somocistas que están en Miami, otros de gente que espera que adquieran más valor, que “engorden”. Vamos a ver cómo se puede hacer para expropiarlos o presionar a los dueños para que los vendan porque hay gente que desea comprar.

Es increíble el entusiasmo de los estilianos por reconstruir su ciudad. Hay mucha gente construyendo sus casas a pesar de la guerra y de la crítica situación económica y hay otros que quisieran hacer su casa y no pueden por no encontrar un terreno.

Podríamos entregar más de mil lotes por el lado de la universidad, al oeste de la ciudad, pero como no hay instalaciones de agua, nadie los quiere. Esto es lógico. Hemos estado detrás de los compañeros de INAA para ver cómo resolvemos este asunto pero no se han mostrado muy interesados, cuando queremos hablar con el delegado no está o está en una reunión.

13 de noviembre
Ya están casi terminadas las dieciocho casas de la Cooperativa Sandino de Miraflor que han construído los mismos cooperativistas con ayuda técnica del MINVAH. Estuvimos allí con Héctor esta mañana y vimos que han quedado muy bien con sus paredes de ladrillo rojo que les da vida, no como las casas grises de Jalapa. El zinc brilla entre la neblina y los campesinos están muy satisfechos.

17 de noviembre
Hice un viaje de dos días a Quilalí con el compañero Orlando Pineda a quien todos  llaman  “Pinedita”; pasamos por Palacagüina, Telpaneca y San Juan del Río Coco. El compañero Pineda es un antiguo sandinista, un revolucionario de los tiempos de Carlos Fonseca y representante de la Región I a la Asamblea Nacional.

El primer día recorrimos Telpaneca y San Juan y nos alojamos en una casa del FSLN en San Juan. Por la noche nos despertamos con una gran explosión. “Parece que golpean el portón” dice Pinedita entre dormido y despierto desde la litera del fondo del cuarto – el portón de esta casa es de lata y, al golpearlo, suena como un cañonazo-, “Parece que hay un combate” nos dice el chofer del jeep desde su cama y saltamos los tres con un impulso que nos llevó directamente hasta la calle. En medio de la oscuridad nos dimos cuenta que todo San Juan estaba en movimiento, de las casas salían hombres y mujeres poniéndose sus botas, sus camisas verde-olivo… algunos jeeps arrancaban llenos de compas haciendo rugir sus motores. Hombres y mujeres salían con sus fusiles, las señoras los despedían, los niños se agarraban a las faldas de sus abuelas. Detrás de la montaña estaban los guardias somocistas y el pueblo salía a combatirlos.

Al día siguiente partimos para Quilalí rodeados de un paisaje de absoluta soledad. Montañas y montañas cubiertas de pasto brillante bajo el cielo inmenso sobre el que flotaban nubes como caballos,  perros,  patos, barcos, bailarinas… Nadie venía ni nadie iba por la carretera. Sólo nosotros tres andábamos por esas curvas platicando de la belleza natural y soñando con que hubiera paz para acostarnos sobre la yerba a mirar pasar las nubes.

Tanto en San Juan como en Quilalí estuvimos viendo unos terrenos que se podrían lotificar para ampliar los poblados, lugares sumamente accidentados. En San Juan vimos también un terreno para hacer un pequeño parque. Al regreso encontramos a César Darce y los topógrafos quienes midieron los terrenos de San Juan.

ESA ES LA GRACIA
                                  Entra el jeep
                                  con Pinedita
                                  entre los paisajes
                                  inmensos de cordilleras
                                  y valles.
                                  Pasa el jeep
                                  con Pinedita
                                  entre el verde
                                  y los ríos
llegando a los pueblos
de tejas de barro
y zinc oxidado.
Desde los caminos de tierra
lo llaman, lo abrazan;
va caminando por las calles angostas
va subiendo,
dobla, baja,
entra.

“Esa es la gracia”
va diciendo
“Esa es la gracia”
Que la vida continúe viva
como si no hubiera balas
ni niños muertos.

Que siga la vida
con sus cinco sentidos
como si no hubiera madres
que estallan de ira
ni novias que lloran por dentro.

“Esa es la gracia”
que los muchachos bailen
y los chavalos jueguen,
que las abuelas se mezan
en las puertas.

Que funcionen las escuelas,
que continúen moliendo
los molinos,
arando los bueyes,
rugiendo los motores.

“No les vamos a dar gusto”
que se barra,
que se pinte,
que se cante,
que todas las ruedas giren.
Claro: con la vista alerta
y el oído fino
y el aka lista,
“Esa es la gracia, hermano.
No les vamos a dar gusto”.

19 de noviembre
¡Noel está felicísimo! Diana tuvo un niño que se llamará Erick.

04 de Diciembre

Noel estuvo en el hospital porque se sentía mal y los análisis dicen que tiene hepatitis! Esto significa que debe estar tranquilo, no podrá continuar viajando de un lado al otro como ha estado haciendo desde hace meses.

1 Denominación al año 1984 por parte del Gobierno de Nicaragua