CONSTRUCCIÓN DE ASENTAMIENTOS PARA CAMPESINOS DESPLAZADOS DE GUERRA EN NICARAGUA

CONSTRUCCIÓN DE ASENTAMIENTOS PARA CAMPESINOS DESPLAZADOS DE GUERRA EN NICARAGUA

Inés Claux Carriquiry (CV)
Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología

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“1986: A 25 AÑOS, TODAS LAS ARMAS CONTRA LA AGRESION”1

08 de enero
Salimos tempranito para Miraflor con los topógrafos y Toño Sierra quien manejaba el jeep. El camino estaba sólo, sólo, pero el día estaba espléndido con sol brillante, sin neblina, no hacía calor. Cuando ya habíamos subido bastante, ya llegando al empalme del camino que viene de El Cebollal con el de Puertas Azules, el jeep se descompuso. Nos bajamos del vehículo y Toño levantó la tapa del motor para ver qué pasaba. Pusimos nuestros fusiles bala en boca.

Había demasiado silencio, demasiada montaña, demasiada soledad. Todo brillaba verdecito de humedad, el pasto, los grandes árboles; un silencio inmenso recorría las montañas y de pronto oímos la canción de los rancheritos, unos pájaros chimirringos que cantan a dúo, el pajarito y la pajarita y se oye como si desde lejos vinieran los mariachis. Estábamos atentos. Uno de los muchachos se alejó; los demás empezaron a hacer bromas y reírse “ El miedo le dio ganas de orinar”, decían. Toño, con su paciencia de siempre, se puso a revisar la maquinaria; probó una vez y nada; volvió a intentar… así estuvo un rato hasta que el motor encendió. “Toño”, le digo “Cree que es aconsejable que continuemos o mejor regresamos? ¿Llegamos hasta Puertas Azules?” “Sí, creo que podemos llegar”.

Seguimos despacito. Luego de pasar el gancho de camino hacia el Cebollal, antes de llegar a Puertas Azules, hay unos ranchitos campesinos. Vi a una viejita que nos hacía señas desde una ventana. “Toño, pare, algo nos quiere decir”. Le señora me dice: “Cuidado con ese hombre que va allá. Es contra. El estuvo aquí el día anterior al ataque a la cooperativa. Va de casa en casa preguntando si hay gente”.

Le dije esto a los muchachos y fuimos a ver al hombre. Era un viejo flaco pobremente vestido con un saco de macen al hombro. Nos miramos. ¿Qué hacer? “Es mejor detenerlo, no vaya a ser cierto lo que dice la señora.”

Nos acercamos y lo rodeamos. “Qué hace aquí?” “Qué lleva en ese saco?” Los muchachos revisaron el saco y sólo había ropa vieja; no estaba armado. “Yo predico la palabra de Dios” nos dice. Le pedimos que nos acompañe y lo subimos con nosotros al jeep. Nos parece que no podemos dejarlo suelto porque puede ser que esté haciendo alguna inspección para la contra. Ya en el jeep le preguntamos de qué religión es y nos dice que “evangélico pero también católico”; habla bastantes incoherencias y pensamos que tal vez está loco o que es un contra que está actuando como loco para despistarnos. Llegamos con él a Puertas Azules y allí encontramos a unos compañeros del colectivo de constructores Luis Enrique Moncada de Ocotal que nos iban a ayudar a limpiar el terreno para hacer el replanteo. “¿Qué hacemos con el señor?” “Que se quede aquí debajo de este arbolito hasta que pasen los compas”. Y le decimos al viejo que se que se quede allí. Los muchachos le habían estado haciendo muchas preguntas. Parece que conoce de armas, no es tonto, los compañeros lo trataron de enredar con sus preguntas pero él se escabullía, hablaba de  Cristo.

Se quedó bajo el árbol mientras hicimos el trazado, cuando de repente ya no lo vimos. “Se fue el viejo”. Uno de los cadeneros salió corriendo detrás de él, le muestra el fusil y le dice que se devuelva. Lo trae de regreso. Seguimos con el trabajo cuidando que no se escape.

Los compañeros del colectivo de Ocotal nos dicen que han encontrado unos contras muertos y los vamos a ver. Son huesos. Pienso si Noel les causaría esas bajas.

Toño, Toñito, ya ha conseguido una lata vieja, agua y papas y se ha puesto a prepararnos unas papas cocidas para el almuerzo. Uno de los compañeros del colectivo de constructores había cazado un venado en la madrugada; nos llama y nos regala un poco de carne. Invitamos a comer al “prisionero” pero no acepta.

Más tarde llegan unos compañeros de la cooperativa Sandino. Les entregamos al viejo.  Unos dicen que ya lo han visto, que saben quién es, que lo dejemos. Nos quedamos pensativos mientras vemos que el señor se va caminando rapidito.

11 de enero
¡Felizmente todos los compañeros del colectivo de Ocotal están a salvo! Los hemos ido contando de uno en uno conforme han estado llegando desde ayer por la tarde. La contra entró a Miraflor y como no todos ellos tenían armas tuvieron que salir corriendo guindo abajo sin pensar, hasta llegar a Estelí; llegaron, como los topógrafos y don Isidro el día de la caída de Noel, vueltos nada, con las ropas rotas y sucias, las caras asustadas, con hambre, muertos de cansancio. Micaela y yo fuimos donde Maritza a prepararles algo de comida. Ellos habían estado pidiendo fusiles desde hace rato y no se les había podido dar, el EPS decía que no tenía suficientes. Ahora ellos dicen que no vuelven al lugar si no van armados. Tienen toda la razón.

12 de enero
Ulises está tristísimo; contó que la contra asesinó a su compañero Bayardo Aguilera, aquel técnico que se salvó milagrosamente el día de la emboscada a Noel, el que se tapó con la hojas secas. Dice Ulises que Bayardo estaba platicando tranquilamente en el patio de la escuela de Puertas Azules cuando le cayó la contra y lo rafageó. Tenía 28 años, había sido guerrillero. Los cooperativistas de La Teodosio y La Sandino, a quienes daba asesoría técnica, lo querían mucho.

Me dice Ulises que los técnicos de la base del MIDINRA son muy necesarios pero que aún hay muy pocos en Nicaragua y varios han sido asesinados por la contra. Un técnico de base es quien va directamente al territorio, allí en donde hay unidades de producción estatal, productores independientes o cooperativas y colectivos…ayudan a los campesinos a mejorar su producción agrícola y ganadera, además se coordinan con los técnicos de otras instituciones y con los representantes de los organismos de masas. “Es un trabajo integral”, me dice Ulises, “un trabajo enorme”. En la Región I hay veintisiete mil familias campesinas y sólo 180 técnicos de base.

13 de enero
Todos los de la oficina se han ido a cortar tabaco a Jalapa; sólo yo me he quedado. Voy a viajar con Pinedita a La Sabana y a San Lucas, pasando Somoto, para definir los terrenos para el crecimiento de esos poblados.

30 de enero
El 22 al 29 estuve en Managua en un seminario sobre asentamientos campesinos. Expuse el caso de El Portillo. Cuando volví, me enteré que se habían producido dos invasiones de tierra en Estelí! La cuadrilla de topografía y César se habían venido a la carrera desde Jalapa y ya estaban trasladando a los “paracaidistas” a otros terrenos porque los campos invadidos están en una zona militar y allí de ninguna manera se podían quedar.

Están lotificando en el oeste, al sur de Panamá Soberana; se necesitan como doscientos lotes, pero hay familias que no quieren trasladarse hacia ese lado por la falta de agua y se han vuelto a los lugares en donde estaban posando.

01 de febrero
Qué impresionante ha sido ver a Víctor.  Está muy enfermo, hinchado, de color amarillo y se queja de dolores intensos. Todos dicen que esa enfermedad le ha venido por beber demasiado guaro.

04 de febrero
Ingrid se ganó una beca para estudiar arquitectura y se fue a Managua. Ahora hay dos nuevos compañeros a los que les vamos a enseñar a dibujar.

05 de febrero
Los compañeros del colectivo de Ocotal, quienes ahora tienen fusiles, llegaron felices a contarnos que terminaron los 50 techos. En Miraflor nadie se ha echado para atrás. Los del colectivo han continuado construyendo, los topógrafos replanteando, los campesinos cultivando y un nuevo técnico ha reemplazado a Bayardo; se llama Harold Valenzuela.

06 de febrero
Esta madrugada se murió Víctor. Nos quedamos como dundos.

08 de febrero
Qué zafarrancho el que se armó ayer en el cementerio.  Llegó la Tere de Ocotal. Todos sabíamos que ella andaba con Víctor, que el bebé que tuvo era de él. Ella estaba llorando despacito, desconsolada, semiescondida entre un grupo de nosotros que estábamos un poco retirados de la fosa cuando de pronto la esposa de Víctor se dio cuenta que ella estaba allí y se puso a insultarla a gritos!

25 de febrero
Desde el viernes 14 he estado participando en una evaluación de asentamientos campesinos junto con representantes de todas las otras instituciones de la Región. Ha sido un trabajo intenso, interesantísimo.

El comité regional del FSLN consideró que era necesario llevar a cabo una evaluación de los asentamientos campesinos que se habían construido en los últimos años en la Región I; era necesario conocer a fondo la situación de dichos poblados, no sólo en lo que se refería a las características de los pueblos y su equipamiento sino fundamentalmente en lo concerniente a la organización de la población para la producción  y  la defensa.  Era necesario enterarse de la situación exacta de la tenencia de la tierra, el financiamiento, los planes productivos, las formas organizativas, las necesidades y problemas.

Era indispensable conocer con exactitud los problemas defensivos,  el número de hombres-armas, la organización de las milicias, las brigadas de primeros auxilios, las brigadas contraincendios y los trabajos ingenieros. Era necesario estar al tanto del movimiento de la población; las nuevas familias que habían ingresado al asentamiento y las deserciones y sus causas. Todo esto había que conocerlo bien para mejorar la situación de los asentamientos y para obtener ideas que nos llevaran a construir mejor los futuros poblados.

Cuando se dice “asentamiento” o “poblado campesino” se  trata de un grupo de familias que vive en un mismo lugar y que se ha organizado para producir y defenderse. Por eso no es raro que a un campesino le preguntemos “¿Cómo va su asentamiento?” y nos responda: “Muy bien porque la cosecha de maíz dio 80 quintales por manzana”. Cada asentamiento es una unidad de vivienda, producción y defensa. Claro que no siempre todos los habitantes están agrupados para producir; se dan casos de productores individuales que viven en un asentamiento pero éstos son pocos, por lo menos en la Región I.

En la evaluación participó el MIDINRA, el INSSBI, el MINSA, el MED, el Departamento de organización de masas del FSLN, el FSLN zonal, el Gobierno Regional y el MINVAH. Cada una de estas instituciones nombró sus delegados.

Como en la Región I hay alrededor de 50 asentamientos, se organizaron tres grupos en los que se dividió el trabajo.

Un grupo estudió los asentamientos de San Juan y Quilalí,  otro los de Jalapa y Condega y el tercero los de Miraflor y Limay.  Me  correspondió participar en el segundo.

A cada uno se nos entregó un documento con el plan de trabajo día a día, la metodología interna del trabajo de grupo,  una guía para el análisis de lugares en dónde se podrían construir nuevos asentamientos y una guía para el análisis de los asentamientos existentes.

El trabajo de nuestro grupo empezó el 14 de febrero de 1986, con diecinueve compañeros, en la casa del comité zonal del FSLN en Jalapa.

En la primera reunión se planteó que era necesario tener al día la información relacionada con los nuevos asentamientos campesinos; que esto no se había estado cumpliendo ya que desde septiembre de 1985 el comité zonal no tenía informes detallados de cada uno de ellos.
Además se vio la necesidad de desarrollar trabajos encaminados a establecer los poblados de manera definitiva, ejecutando acciones estables y permanentes.

El sábado 15 Visitamos Santa Cruz, (con ciento quince familias); y El Escambray, (con ciento diecisiete familias); el domingo 16 fuimos a La Estancia (con ciento cincuenta familias); y a Aranjuez, (con ciento cuarenta y cinco familias); el lunes estuvimos en El Portillo, (con ciento treinta familias) – todos estos asentamientos en Jalapa – el martes dieciocho fuimos a recorrer parte de El Jícaro y Murra para ver posibles lugares en donde construir nuevos asentamientos y el miércoles 19 fuimos a Venecia, (con ciento cuarenta y seis familias) y a San Jerónimo, (con ochenta y seis familias),  ambos asentamientos en Condega.

En cada lugar nos reunimos con los pobladores y planteamos los motivos de nuestro trabajo; cada uno de nosotros tenía como tarea profundizar en alguno de los aspectos; es así que me correspondió conocer la situación de las viviendas y los diferentes locales e instalaciones.

En estos días, el padre Miguel D­'Escoto, canciller de Nicaragua, estaba llevando a cabo un viacrucis dende Jalapa hasta Managua y cada vez que íbamos por la carretera lo veíamos caminando con el pueblo, cada vez con más personas que se iban añadiendo en el camino, caminando y caminando los cuatrocientos kilómetros, realizando ese sacrificio como una oración gigantesca por la paz.

Conocimos la historia de cada lugar, su número de habitantes, las tierras que poseían, lo que cultivaban, sus planes productivos, sus problemas financieros, sus necesidades de asistencia técnica, sus problemas de salud, vivienda, bienestar, educación, abastecimiento, servicios sanitarios, transporte; nos enteramos de cómo está organizada la población, de las posiciones para el aseguramiento de la defensa, las actividades recreativas y culturales, la captación y atención de líderes, las actividades religiosas, etc.

Los campesinos eran claros; de manera directa planteaban todos los problemas, no había que estar preguntando mucho.

Por las noches, en la casa del Comité Zonal del FSLN, en Jalapa, hacíamos una reunión para ordenar toda la información y para ver qué responsabilidades tenía cada una de las instituciones en el desarrollo de acciones para mejorar los poblados, para mejorar la producción, la defensa, la salud, la educación, etc. Se profundizó en el análisis de los problemas y se fueron tomando las decisiones para superarlos.

Se analizó con profundidad los problemas que afectaban el bienestar de las personas dándole énfasis a los niños, los ancianos, las mujeres embarazadas y los lisiados de guerra. ¿Recibían sus pensiones los ancianos? ¿Cómo reforzamos la alimentación de las embarazadas? ¿Podrían comer también en el comedor infantil? ¿Se vacunó a todos los niños?...

Buscando los lugares adecuados para alojar a los campesinos desplazados de Murra que estaban en Susucayán y en el Jícaro, visitamos San Pedro de Hula, a dos y medio kilómetro de Susucayán, San Pablo, a diecisiete kilómetros de el Jícaro y Rancho Rosa, a cuatro kilómetros de Sabana Larga en el camino a Murra. Se deseaba ubicar a setenta familias en San Pedro, entregándoles mil doscientas manzanas de tierra, cincuenta en Rancho Rosa, dándoles trescientos cuarenta y cinco manzanas y cincuenta en San Pablo, proporcionándoles tres mil quinientas manzanas para un proyecto netamente ganadero.

Como se tenía pensado que unas trece familias de San Albino se organizarían en una cooperativa agrícola sandinista y se trasladarían a San Pablo, pasamos también por San Albino, a unos seis kilómetros de El Jícaro, en la margen izquierda del río Jícaro y pudimos detenernos un momento en la mina en donde el General Sandino, General de Hombres Libres, había lanzado su proclama. La gran maquinaria y la chimenea de hierro de más de cien años estaban en el suelo inmóviles, destruidas no por el paso del tiempo sino por un ataque de los mercenarios del gobierno de los Estados Unidos. Sólo se veía en un extremo a un campesino hurgando entre el polvo, buscando a ver si encontraba un granito de oro. La contrarrevolución había tratado de desaparecer éste lugar histórico en 1983 pero allí yacen imponentes las enormes piezas de hierro y si uno escucha con cuidado, del enorme silencio de los cerros de los alrededores, sale nítida la voz del General Sandino.

El último día de viaje fuimos a Venecia y a San Jerónimo de Cantagallo (en Condega) pasando por Darailí y sus campos cubiertos de naranjos llenos de fruta, lugares sin gente, completamente solos a causa de las incursiones de los contrarrevolucionarios. Allí, mientras comíamos naranjas y mandarinas, Moisés, el jefe del territorio, mató con una bala de su AKA una larga culebra de grabados negros sobre un fondo amarillo.

Al regresar a Estelí cada uno pasó en limpio toda su información y entre todos se hizo un documento completo sobre cada uno de los asentamientos y sus problemas, planteando la mejor manera de resolverlos.

                 CRONICA

Cuando nos veamos
en la fiebre de Managua
detrás de la aureola de sueños y besos
te contaré, como siempre,
lo que hicimos.

Te contaré esta vez
que de pronto salí para Jalapa
con los médicos,
los maestros,
los de Reforma Agraria,
Micoin
y el Bienestar Social.

Estaban los compañeros
del Frente Sandinista,
el gobernante zonal
y Ulises de Daralí
del Comité Regional.

Era febrero
y por la carretera
iba el Padre Miguel
con su cruz a cuestas
caminando con el pueblo.

Viajamos dando saltos
samaqueados
apretados
en los jeeps
contando anécdotas
y tragando polvo.

Siete días de viajes
por los pueblos
rezándole a San Goloteo:
Sangoloteo,
Sangoloteo,
Sangoloteo.

Todos evaluando
marchas y correcciones
luchas y deserciones
avances y construcciones
en los seis poblados nuevos
de refugiados de guerra.

Evaluando para conocer
para proponer
para resolver
para saltar
hacia las aguas transparentes.

Dialogando con los campesinos
escuchando,
preguntando:
“se vacunaron los tiernos?
¿cómo está la producción?
¿y el abastecimiento?
¿cuántas casas hay cerradas?
¿cuántos hombres-armas hay?
¿y las aulas de las escuelas?
¿hay lisiados de la guerra?
¿reciben pensiones loa ancianos?
¿se repartió bien la tierra?
¿construyeron las letrinas?
¿se instaló al agua potable?

Por las noche debatiendo
analizando
proponiendo:
“Yo me encargaré de esto
vos solucionas aquello”
“Que las embarazadas almuercen
en el comedor infantil”
“Que el centro de salud
se amplíe”.
“Que se organicen brigadas
para canalizar las aguas
de los lavanderos”
“Que no se siembre la papa
cerca del tabaco.”

Te contaré también
que estuvimos encontrando lugares
para nuevos poblados.
Entre el silencio de la yerba
y los bejucos
fue apareciendo la mina
de San Albino
con su chimenea por tierra
la rueda de hierro inglés
en el suelo
con su tronar derribado
pero saliendo de los cerros
la proclama de Sandino.

Te contaré de las garrapatas
de San Pedro de Hula
del sonido azul de piedras
las quebradas con musgo
de San Pablo
de cuando estábamos
cortando naranjas
de los palos dorados abandonados
de San Jerónimo
de la gran culebra amarilla
con grabados negros
que el jefe del territorio
mató
con un tiro de su AKA.

Y cada vez que cruzamos
la carretera
seguía el Padre Miguel
en su sacrificio de paz
paso a paso
consumiendo los kilómetros.

Y te diré
de los informes,
de las tareas por venir
y de todo lo que vamos
a empezar a cumplir.

08 de marzo
Nos divertimos muchísimo con Santiago y los topógrafos estos días pasados en Jalapa. Nos reímos como nunca y comimos elotes hasta hartarnos porque el terreno en donde hicimos la lotificación, a la entrada de Jalapa, estaba todito sembrado de maíz listo para ser cosechado. La Junta Municipal así lo había comprado: con maíz y todo. Los topógrafos, encantados de la vida, cortaron y cortaron elotes mientras hacían el trabajo. Regresamos a Estelí con el jeep repleto de maíz. Tuvimos suerte de que no nos emboscaran porque los muchachos no hubieran podido bajarse a la carrera ya que iban tan apretados que llevaban las piernas en alto sobre el montón de elotes. Los fusiles iban refundidos entre las mazorcas. Nos reímos todo el camino porque Lucas y Santiago no paraban de hacer chistes.

10 de marzo
¡Ayer la contra quemó uno de los galerones de tabaco que hay en la carretera a Jalapa! Es posible que los mercenarios nos hayan visto pasar por la carretera y nosotros tan felices, muertos de risa. Nos hubieran matado como a palomitas.

13 de marzo
Estamos de pintores de brocha gorda en el nuevo local, que al fin ya está listo para pasar nuestras oficinas. Lo inauguraremos el sábado 15.

17 de marzo
No estuve en la inauguración porque me fui a Managua ya que Alejandro se desmovilizaba ese día y quería verlo.  Lo había extrañado mucho. A la inauguración llegó Diana con Erick y estuvo el vice-ministro. La casa lleva el nombre de Noel.

18 de marzo
Hay una gran tensión porque los alrededores de Estelí están descompuestos, se oye todo el día los morterazos; todo el mundo se está movilizando. Micaela, César y los topógrafos se han ido a la defensa. Los han enviado por el lado de Isiquí. Todos se burlaban de la gran cantidad de cosas que llevaba Micaela en su mochila pero estoy segurísima que después todos le van a ir diciendo: “Micaela, préstame tu abrelatas, tu alcohol, tu navaja, tu capote, tus fósforos…” Ya los veo. Siempre pasa eso. Las mujeres llevamos todo lo necesario y los varones se van sin nada y luego están pidiendo prestado.

08 de abril
Diana, quien está trabajando en el MINVAH de Managua, está preparando el esquema de desarrollo urbano de La Trinidad; nos trajo el borrador para que Micaela y yo lo veamos.

09 de abril
Hoy estuve recorriendo con César un lugar al nor-este de Condega lleno de espinos y tierra seca en donde viven unos campesinos pobrísimos; se llama El Tamarindo, allí construiremos un asentamiento.
                 EN  EL TAMARINDO

Vamos trepando por el camino
dejando abajo los espinos
bordeando la montaña
preguntando:
“¿En dónde está la escuela?”
Aparece pequeñita con su única aula
su corredor
sus adobes carcomidos
sus tejas viejas
su olor a escuelita de pueblo
repleta de niños campesinos
que se alborotan alegres
y nos rodean.

La maestra nos habla del lugar tan aislado
del peligro diario;
un niño chiquito
muy serio nos dice:
“Aquí es peligroso:
un gavilán
se está llevando los pollitos”.

11 de abril
Estuve en El Tamarindo con los topógrafos. Hasta ahora en toda la región no nos habíamos encontrado chozas tan miserables ni gente con harapos. Son los campesinos más pobres de estos lados. Los topógrafos están organizando una colecta de ropa usada y víveres para llevarles mañana.
12 de abril
El MINVAH Central ha enviado a un inglés llamado John Uden para que haga el esquema del desarrollo urbano de Condega junto con Micaela. El va a quedarse a vivir en Condega, lo que es muy bueno porque esos esquemas a control remoto a veces no funcionan, especialmente cuando los hace gente de Managua que sólo llega de vez en cuando al lugar.

17 de abril
Ayer estuve en un lugar completamente inhóspito. Fui con Don Isidro en el jeep. Caminos de tierra, mucho polvo, recovecos, zonas áridas. Nos parecía que nunca íbamos a llegar, en un momento pensé que tal vez estábamos perdidos.

Nadie vive por esos caminos que van tan adentro, al este de Condega. Al fin llegamos a San José. Fue un alivio encontrar a Moisés, el jefe del territorio; él estaba reunido con un grupo de campesinos. La situación era tensa, los campesinos nos miraban recelosos. Son base social de la contra y están muy aislados.

Nos pusimos a caminar más de un kilómetro por un senderito hasta llegar a un lugar en donde me dijo Moisés que haríamos el asentamiento. El fusil me pesaba y el sol del mediodía me aplastaba. ¿Cómo vamos a hacer allí un asentamiento? ¿Y quién va a llevar a tuto los materiales por ese caminito? Regresando, le digo a don Isidro: “Dentro de unos días vamos a traer a los topógrafos para que midan el terreno”. El me dice: “A los topógrafos no les va a gustar este sitio.”

En las ramas de los grandes árboles semi-secos vimos varios garrobos.  Le dije a Isidro: “Los muchachos se van a animar cuando vean los garrobos porque podrán cazar algunos”.
¿Por qué se habrá decidido hacer allí un asentamiento? Los campesinos no mostraron mayor interés.

29 de abril
César, don Porfi y yo asistimos a un seminario en Ocotal sobre el problema de los avalúos. Participaron también los técnicos del MINVAH de la Región VI. Estuvo muy interesante; la cuestión es bastante complicada porque los precios varían constantemente.
30 de abril
Pasé el día de mi cumpleaños en ese lugar tan tenebroso de San José de Condega. Los topógrafos también iban tensos. “¿Están seguros que éste es el camino?” “¿Cuándo vamos a llegar?” “Qué lugar tan horroroso”. Ni siquiera quisieron ponerle mente a los garrobos. Lucas iba mordiéndose los nudillos de sus manos. Sentíamos que en cualquier momento oiríamos tronar fusiles y morteros y volaríamos en mil pedazos. Al fin llegamos. Allí encontramos a tres campesinos que estaban a caballo. Nos saludaron, pero cortantes. A uno de ellos lo reconocí de la vez pasada. Se llama Nicomedes. Con ellos fuimos a enseñarles el terreno a los muchachos. Cuando estábamos caminando, Lucas se me acerca y muy serio me da una orden: “Ponga su fusil bala en boca; esto no me gusta nada.” Le hago caso. Todos estamos “chiva”. Recorrimos el terreno y, lo más pronto que pudimos, regresamos. Le acabo de explicar a César la situación para que él vea en la Casa de Gobierno si tiene sentido hacer este trabajo.

02 de mayo
Esta mañana, al ir llegando a la oficina, veo a los topógrafos en la entrada platicando, me miran, comentan algo y se ríen. Cuando me acerco a ellos Lucas me dice: “Inés: ¿Sabe quién le mandó saludos?
Don Nicomedes.”

06 de mayo
Ayer no vine a trabajar porque tuve un gran dolor de cabeza ya que nuevamente tengo alta la presión arterial. Le hice a Alejandro este poema:

                 En un papel blanco
con cualquier lápiz
dibujemos
un montón de puntos;
puntos pequeñitos
algunos más gordos
otros que casi no se vean.

Cien mil puntitos
o mejor: cinco millones
o unos diez billones
más, más,
hasta cansarnos
de tanto
golpear el papel.

Elijamos luego
cualquiera
de los puntos más pequeñitos
y con una gran lupa
observemos cómo se mueven
dentro de él
cinco millones
de personitas
una de las cuales eres vos
otra de las cuales soy yo.

Hoy pasaron a trabajar con nosotros siete maestros de obra del MIDINRA porque se ha decidido que sólo el MINVAH hará asentamientos. Ellos son: José Rayo, Domingo González, César Sevilla, Sergio, Noel (conocido sólo como El Triste), don Pablito y Pedro. Ellos pasan a nuestro departamento y tengo que programar su trabajo; es un refuerzo magnífico porque tenemos un trabajo inmenso.

Nos ha llegado una noticia maravillosa: Los pobladores de El Portillo, después de un año de vivir allí, se han organizado en una cooperativa a la cual le han puesto “Nuevo Amanecer” pero lo más increíble es que han pedido fusiles para defenderse de los contras! Nadie lo pudiera haber soñado siquiera, esas personas que tanto se quejaban de haber dejado sus tierras, esos hombres acostumbrados a trabajar siempre de manera individual… siento una gran alegría, es un gran avance, un triunfo…
12 de mayo
Estoy cansadísima por el trabajo de sacar piedras y más piedras en Miraflor. Nos fuimos todos los de la oficina a pasar el fin de semana allá para ayudar a los del colectivo de Ocotal a emparejar los desniveles de los terrenos de las casas, cosa muy complicada porque hay piedras inmensas, de más de un metro de diámetro, los techos están construidos pero ahora se van a cerrar las casas con suelo-cemento y por eso es necesario arreglar los pisos.

Por la noche del sábado todos hicimos posta, dos horas cada uno. Yo no veía absolutamente nada. Me sentía totalmente inútil en esa oscuridad. ¿Cómo saber si viene la contra? Pasé tensa con mi fusil bala en boca. “Yo no estoy cuidando nada” pensé, “No distingo nada de nada, ni con la vista ni con el oído”. Sentí un gran alivio cuando empezó a clarear el día.

13 de mayo
Hoy estuve con don José, al que todos llaman Chepe Rayo, un maestro de pelo blanco y ojos celestes sonrientes, muy correcto y educado, muy respetado por todos, en un lugar de cafetales llamado San Luis de los Andes en donde el gobierno regional ha planteado que se haga un asentamiento para 40 cooperativistas que están actualmente viviendo en una antigua casa hacienda mientras sus familias siguen en sus ranchitos, dispersas por las montañas. Este lugar queda como a unos 15 Km. de El Regadío, como yendo hacia San Juan de Limay.

Allí encontramos a los campesinos que estaban comprando unas vacas. Uno de ellos nos acompañó para enseñarnos el terreno indicado por MIDINRA en donde estaban limpiando ya la maleza, para la construcción de los techos. Era un terreno cubierto por una vegetación espesa y al empezar a medirlo nos dimos cuenta que tenía muchos desniveles; había huecos por aquí y allá y de muchos lados brotaba el agua. No era un buen lugar ¿Qué hacer? Sólo había terrenos quebrados. Los únicos lugares más o menos planos estaban cultivados… en ésas tierras el cultivo principal es el café pero también hay hortalizas y árboles frutales.

19 de mayo
Todos los trabajadores del MINVAH de Estelí pasamos un fin de semana delicioso bañándonos en el mar de Poneloya; nos alojamos en una casa que nos prestó la ECOVIN. Con Micaela comentamos los contrastes que estamos viviendo: un fin de semana en una zona llena de contras, tensos y agotados y luego al otro fin de semana, como si no hubiera guerra ni preocupaciones, pasamos dos días bronceándonos tranquilamente en una playa inmensa llena de calma.

20 de mayo
Nos avisaron que la contra asesinó, en el fin de semana, al chino Roger de Matagalpa, el ingeniero de la Región VI con quien estuvimos el otro día en Ocotal desarrollando el seminario sobre avalúos. Fui con Eulalia, la secretaria de nuestro departamento técnico, y César a la vela en Matagalpa.

Encontramos a los trabajadores muy impresionados ya que no sólo cayó Roger sino también otros dos compañeros del MINVAH: un chofer y un contador.

21 de mayo
Otra vez. ¡Otra vez! Entró la contra en Miraflor asesinando a 8 personas: Ayer, a eso de las siete de la noche estaban ya descansando los constructores del colectivo y los cooperativistas cuando de repente escucharon los disparos que hacían los postas que habían detectado al enemigo por el lado de las casas de la Teodosio Pravia; se asustaron mucho pero buscaron sus fusiles y ocuparon posiciones en los pozos tiradores.

Se inició el combate con la explosión ensordecedora de los morteros enemigos en medio de la gran oscuridad. Las mujeres y los niños salieron hacia las casas de la Sandino y luego corrieron por los guindos, montaña abajo. Desde las siete hasta las 11 de la noche retumbaron los cerros con el combate, agitándose la laguna.

Los contras se retiraron dejando destruidas 8 viviendas de  la Teodosio Pravia, las bodegas de papa y tres vehículos. Y lo peor de todo: tres obreros del colectivo de Ocotal estaban muertos, destrozados, y dos niños campesinos estaban muertos en su casa y la compañera que operaba la radio y dos cachorros del servicio militar estaban también muertos y un técnico del MIDINRA: Silvio Chavarría estaba muerto, aunque vive para siempre.

Santiago estaba allí. El había ido manejando el camión Nissan. El dice que apenas escucharon los morterazos buscaron sus fusiles y se fueron a colocar en los pozos tiradores. No veían nada. Un campesino le dijo: “Corramos guindo abajo que yo sé en dónde escondernos” pero Santiago le dijo: “No, yo me quedo porque tengo un fusil, voy a defender el asentamiento”. Se quedó y combatió. En un momento vio cómo ardía el camión. Cuando ya no tenía tiros bajó por el guido cargando a unos niños, ayudando a unas mujeres campesinas.

22 de mayo
Anoche pasamos en la vela y hoy nos hemos distribuido para ir a los entierros: Eulalia irá a Ocotal, Micaela a Jalapa (uno de los obreros era de allá) y yo asistiré al de Estelí, en donde enterrarán a los campesinos.

24 de mayo
En el entierro fui caminando al lado de la mujeres de la Teodosio Pravia; era impresionante oírlas decir que nada las va a detener. Hoy se regresaron a Miraflor.

OTRA VEZ
A las tres
de la mañana
despertamos:
“Entró la contra
nuevamente
en Miraflor”.

Los cuerpos despedazados
de los niños campesinos
de los albañiles
de los compas
Y de Silvio.

Los camiones en llamas
Las casas mortereadas
La bodega de la papa quemada
y los chanchitos
mamando
de la gran chancha muerta

Después del entierro
empezó la reconstrucción.

26 de mayo
Eulalia, la secretaria, nos comunica que se va a casar con ese muchacho que la viene a buscar en una moto. La Lala es entusiasta, llena de vida, siempre anda en las movilizaciones de los cortes de café con la Juventud Sandinista. Es una colegiala alegre, amiga de todo el mundo.
27 de mayo
Vengo hecha un completo desastre, toda llena de barro, porque el jeep se nos pegó en San Luis, ya casi llegando, como a un kilómetro del lugar. Nos bajamos y nos hundimos, el lodo se metió por dentro de mis botas. Caía una llovizna suave y quedamos todos empapados. Hemos estado mirando con Chepe Rayo, un nuevo terreno para ubicar los techos.

Es un lugar precioso detrás de la casa-hacienda, lleno de pequeñas lomas cubiertas con grama y grandes árboles por aquí y por allá. En la parte alta de las lomas es el único sitio donde no brota agua de la tierra! Allí tendrán que ubicarse las casas, una casa encima de cada loma, nada de lotes, las casas quedarán según la separación y el capricho de las lomas.

29 de mayo
Le hicimos una gran fiesta de despedida de soltera a  Lala en casa de unos fotógrafos internacionalistas que tienen un equipo de sonido extraordinario. Todo el mundo estuvo feliz y se bailó hasta el amanecer. La Lala fue el centro de la fiesta, estaba radiante, dichosa, cantó, bailó como loca. El novio no estaba con ella.

02 de junio
Lucas me acaba de presentar su carta de renuncia porque el administrador no le quiere dar los viáticos de hospedaje sin que él le presente el recibo de algún hotel. Como los topógrafos ganan muy poco, se alojan en casa de amigos y esa plata la ahorran. No le acepté la renuncia, tengo que hablar con César acerca de esto.

Nuevamente esta mañana se nos atascó el jeep ya casi llegando a San Luis. Íbamos con Chepe Rayo y un grupo del Colectivo de Constructores José Benito Escobar de Estelí para que conocieran el lugar en donde construirán el asentamiento. Los compañeros del colectivo, hundiéndose en el lodo y embarrándose hasta las rodillas, levantaron el jeep y lo desatollaron. Luego caminamos con dificultad hasta llegar a la vieja casa-hacienda.
03 de junio
Por la tarde volví a San Luis pero no en el jeep, que había ido temprano con los topógrafos, sino en un camión que llevaba un bugui.  El jeep estaba parqueado antes de la parte mala. Le dije al camionero que no entrara pero él me dijo que sí pasaba. Total, nos atollamos. Las ruedas giraban y el camión no se movía. Lo tuvimos que dejar y regresamos todos en el jeep. Ojalá la contra no vaya a quemar el camión y el bugui durante la noche.

04 de junio
Hoy pasamos el día en San Luis. Fuimos con los camiones de Bartolo y Balmaceda llevando los materiales de construcción. Lograron desatollar el camión de Gallegos  y los compañeros del colectivo José Benito Escobar bajaron el bugui y lograron llevarlo, casi cargado, hasta la casa-hacienda. Me impresiona este colectivo porque están siempre dispuestos a todo tipo de trabajo, todos con sus fusiles, no les importa si llueve, si el sol está insoportable, si se oyen los combates en las cercanías, allí están ellos trabajando, metiéndole el hombro a las cargas. Hay un compañero fornido que se llama Agustín; es el responsable de la brigada, tiene el pelo negro largo y lacio, una gran sonrisa de dientes grandes y blancos sobre su cara oscura y lleva la camisa desabotonada. Es el jefe pero no dá órdenes sino que es el primero en enlodarse, en cargar, en caminar, va adelante y tiene una fuerza impresionante. Busca siempre la solución a los problemas.

06 de junio
Cuando hicimos los techos pensábamos que cada familia cerraría su casa con madera, adobe, ladrillo, etc. pero no ha sido así, aún siguen forradas con el plástico negro, claro, con varias excepciones, como en El Escambray donde las han cerrado con carrizo y lodo y han quedado muy bien. Vamos a empezar una nueva etapa, la de los cerramientos. La idea es ir cerrando poco a poco todas las casas con materiales más duraderos. César plantea el suelo-cemento chorreado en el sitio. Empezaremos los cerramientos en la zona de Quilalí: Panalí, San Bartolo y El Coco y le hemos solicitado a Chepe Rayo  que se encargue de la supervisión en esa zona.

12 de junio
Di una gran vuelta de ocho horas por Las Naranjas de Fátima, Casablanca y San Jerónimo de Cantagallo. Al llegar a las Naranjas, lugar hermosísimo, había que cruzar un río un poco crecido. El método era a caballo. Un campesino estaba allí con dos caballos. El iba montado en uno de ellos y uno de nosotros subía al otro, de tal manera que él nos pasaba al otro lado del río. A medio pasar yo sentí que mi caballo no avanzaba, que la corriente era muy fuerte. Me di un buen susto.

Casablanca es un asentamiento muy agradable construido por el MIDINRA. Las viviendas son mucho más grandes que las de los asentamientos del MINVAH – claro, mucho más costosas – tienen cocina y un juego de techos que las hace muy bien ventiladas. Estuvimos viendo allí las famosas letrinas aboneras; la gente casi no las usa. Por la noche orinan y defecan detrás de ellas, pero no dentro de ellas.

San Jerónimo es un asentamiento muy arriba de las montañas, también del MIDINRA, pero muy diferente a Casablanca. Las casas están muy pegadas unas con otras y son más pequeñas; se ve todo desordenado.

19 de junio
Fui a San Luis en el camión de Balmaceda llevando columnas de concreto. Como hoy le tocaba descanso a los compañeros del colectivo, quienes trabajan 3 semanas seguidas y luego descansan cuatro días, se iban a regresar con nosotros. Apenas llegamos nos dijeron que la contra estaba “allí no más”, que nos apuremos en descargar las columnas. Le dije a Agustín que le pidamos ayuda a los campesinos pero él me dice que no se están llevando bien con ellos, que en nada quieren colaborar. “¿Cómo va a ser? ¡Si las casas son para ellos!” “Es que estos campesinos son muy pobres, están empezando a organizarse, viven cazando venados y liebres, no tienen ni qué comer… Nuestro frijol amanecía agrio y no sabíamos por qué hasta que pusimos una posta durante toda la noche y nos dimos cuenta que unos campesinos llegaban de noche y comían los frijoles de las porras con las manos sucias… Además, nos han robado ropa.”

Hablé con los campesinos y me dijeron que se sentían muy cansados  porque estaban comiendo poco, no tenían fuerzas. A regañadientes ayudaron a bajar las columnas que son pesadísimas; los constructores se esforzaron mucho y al fin el camión quedó desocupado. Al regreso, yo iba en la cabina con el chofer y todos los compañeros del colectivo iban de pie en la plataforma del camión con sus akas bala en boca observando detenidamente el camino y los cerros. A ambos lados de la carretera se ven unas lagunas hermosas. Agustín dice que allí hay buena pesca, que “cuando pase la guerra iremos un domingo a pescar y nos echaremos unas cervecitas con pescado asado.”

20 de junio
El plano de San Luis lo he dibujado al ojo porque los topógrafos nunca acabarían de hacer un plano de curvas de nivel de todas esas lomas. La vista es espléndida. Si los campesinos cuidan su asentamiento será uno de los más hermosos de la región.

26 de junio
¡La gran noticia es que el 19 de julio se celebrará en Estelí! Todos los varones tendrán que irse movilizados en la defensa circular de la ciudad.

04 de julio
Conmemoramos un año de la caída de Noel con un acto en la oficina. Micaela, con la ayuda de todos nosotros, armó un jardín precioso en el patio de la entrada a las oficinas utilizando piedras negras volcánicas y plantas decorativas. A un lado hemos enterrado una pequeña caja conteniendo los huesos de Noel que Héctor trajo en una de sus visitas a Miraflor, recién pasada la emboscada.

05 de julio
¡César nos ha comprometido a pintar siete vallas para la carretera! Se colocarán a la entrada de Estelí indicando los logros de la revolución en ésta Región.

12 de julio
Todos estos días hemos estado pintando las vallas sobre láminas de zinc con pintura de aceite de colores luminosos. Micaela tiene una letra maravillosa, escribe directamente con la brocha sobre la valla. Estamos encantados con el resultado. Se ven alegres y atractivas. En una se da la bienvenida a Estelí, en las otras se exponen los avances en salud, en vivienda, en educación, la cantidad de tierra entregada a los campesinos, etc.

20 de julio
Ayer celebramos el 19 de julio, cansados por el desvelo. Ha sido un 19 de julio tenso. Todos los caminos estaban llenos de milicianos armados, todos los cerros llenos de compas; los helicópteros en alerta… la trasmisión del acto no se hizo en directo por la televisión, como en otros años, sino que se pospuso unas horas, lo que ocasionó que la gente del resto del país creyera que algo malo había sucedido. Nosotros estábamos tan cansados porque toda la noche habíamos estado en los preparativos, que al llegar a la plaza nos dormíamos. Había la sensación de que algo podría suceder en cualquier momento en esa plaza repleta de gente, todos muy bien organizados y disciplinados. Cuando el acto terminó hubo una gran alegría. Después de haber estado tantas horas tan silenciosos se desató una locura; todo el mundo contento, todos pensaban en ir a beber una cervezas.

23 de julio
Hoy partió Micaela con César hacia Jalapa y Quilalí porque van a tomar diapositivas de los asentamientos para preparar un audio-visual que César llevará a un congreso a realizarse en Colombia.

24 de julio
Hay dos brigadas de internacionalistas en la Fraternidad y El Guaylo ayudando a los campesinos en la auto-construcción de sus viviendas; son proyectos que tenía el MIDINRA. Me llamaron para decirme que están cansados de comer sólo arroz y frijol, que si les podemos llevar algo de verduras. Fui al mercado con don Isidro y compramos toda clase de verduras y frutas y luego se las llevamos. Los caminos están pésimos.

Hay varias brigadas de otros países colaborando con los proyectos de vivienda en la región.

02 de agosto
Una brigada de religiosos norteamericanos está en Estelí. Se acercaron a nuestras oficinas para decirnos que quieren ir a Miraflor a rezar allá por la paz!. Es necesario garantizar que el ejército los proteja; tenemos que hablar con el comandante Antenor Rosales.
Todos los días hay sorpresas, ¿quién se iba a imaginar esto?

20 de agosto
Los dibujantes están haciendo el levantamiento del hospital de Estelí porque el MINSA quiere remodelarlo. Ese hospital es un laberinto, mal iluminado y poco ventilado.  Le han ido añadido cuartos y cuartos de la manera más desordenada, tapando puertas y ventanas.

21 de agosto
El próximo asentamiento que construiremos será aquí cerquita: a 7 kilómetros de Estelí, para los trabajadores, mejor dicho, para las “trabajadoras” del tabaco, porque la gran mayoría la conforman las mujeres con sus niños.

26 de agosto
Estuve platicando con un chileno que de llama Manuel López quien trabaja para un grupo de solidaridad de Dinamarca; él me ofrece darme ride a Managua los viernes o los sábados; es algo maravilloso porque esos buses son una verdadera tortura. Me dice Manuel que a veces daremos la vuelta por el Sauce, por León, que es más largo pero yo le digo que de todas maneras llegaré en la mitad del tiempo que si voy en bus, y sentada!

28 de agosto
Chepe Rayo, Santiago, El Triste y Ramón Narváez se dieron un gran susto porque la contra mortereó Quilalí por la noche; hay cinco muertos. El jeep y el camión del MINVAH que estaban allí parqueados tienen agujeros de balas. Por suerte a ellos no les pasó nada.

29 de agosto
Hicimos el contrato para la construcción de la escuela en el asentamiento de San José de San Lucas en San Juan del Río Coco. El maestro de obra es una señora que trabaja con su marido, y sus hijos.

30 de agosto
Siento que no me alcanzan mi mente y mi cuerpo para tantas cosas que hay que hacer aquí. Cada día tengo que ver que harán los topógrafos, los dibujantes y los maestros de obra; atenderlos en sus necesidades, así como atender a los que llegan a la oficina para cualquier cosa. Tengo que ver planillas, viáticos, avances de obra, informes, planes, evaluaciones, reuniones, cálculos, solicitudes y estar atenta para que cada quien haga lo que debe hacer además de preparar diseños, formulaciones y presupuestos. Por las noches no puedo dormir porque voy pensando en todo lo que quedó por hacer.

                 NUESTRO TRABAJO DIARIO

Nuestro trabajo diario
se sintetiza
en un tomar aire
y llenarnos los pulmones
dejando el café
a medio beber
para correr
hablar
entrar y salir
viajar dando saltos
con el fusil listo
las botas sucias
el pelo revuelto
en medio del polvo
que entra
por la ventanilla
del jeep.

Todos los días
rehaciendo planes
cambiando programas
otra sorpresa
otra tarea
otra muerte que desgarra
otro avance
otro triunfo
y en medio del torbellino
deseando hacer
alguna llamada
oír alguna voz
contestar una carta.

Estirándonos siempre
alargándonos
exprimiéndonos
tratando de retener
las ideas
los acuerdos
las razones;
dibujando, diseñando
explicando, discutiendo
solicitando, peleando
desfalleciendo.

Pensando en todo
lo que quedó por hacer,
pensando
en lo grande
que nos queda
la vida.

01 de septiembre
Los topógrafos piden botas, Sergio me dice que le robaron un martillo y unas latas, los choferes quieren cadenas y carpas para los camiones, don Macario me dice que la retro-excavadora se  ha descompuesto, los compañeros de los colectivos de construcción necesitan que MICOIN les venda granos básicos… el administrador me dice que no hay plata. Estamos construyendo asentamientos en doce lugares diferentes, haciendo escuelas en cuatro sitios y poniendo agua potable en cinco asentamientos.

02 de septiembre
Afuera están sentados quince compañeros desde tempranito y ya son más de las once de la mañana; son maestros de obra y choferes. Todos están esperando sus cheques pero el administrador no los ha firmado. Ellos aquí y los proyectos abandonados. Llamo al compañero por una extensión y me dice que no lo interrumpa, que está en una reunión.

04 de septiembre
El grupo que se iba a Miraflor está parqueado porque el administrador está en una reunión en la Casa de Gobierno y no ha firmado los cheques de los viáticos ni les ha entregado los fusiles, ni les ha dado las órdenes de combustible a los choferes. El camión de Ferrufino está esperando, cargado de madera.

05 de septiembre
Hemos pedido la colaboración de los choferes para que trabajen sábados y domingos. Los choferes plantean que nunca hay quien les dé la orden del combustible porque el administrador está siempre ocupado y los hace atrasar mucho, además que no les da los viáticos a tiempo.

06 de septiembre
Como estoy molesta con el administrador, él ha salido al ataque. Me dice que, cuando yo no estoy, el departamento técnico es un relajo, que los muchachos ponen una grabadora a todo volumen y que la Lala no trabaja sino que se pone a platicar. Yo le digo que ella es rápida y que cumple bien con el trabajo, que como es muy alegre  parece que no trabajara. Por otro lado los dibujantes son los que ponen la música porque así trabajan más a gusto. Salí en defensa cerrada de mi personal pero sin embargo fui a ver lo que había hecho Lala en estos últimos dos días: 21 páginas a máquina, entre cartas y memos y 10 formatos de viáticos. Es cierto, está trabajando muy bien. Lástima que ande tan golpeada porque parece que su marido tiene “otras”, ya no tiene la alegría de antes. Dice que se va a divorciar.

Yo me iba hacia Teotecacinte con los topógrafos cuando el contador me dijo que él no ha sido informado de ese nuevo proyecto y que no nos puede dar viáticos. ¡Estamos parados!

09 de septiembre
El Chele nos informa que acaba de chocar la camioneta roja que no tenía frenos. Dice que desde hace 15 días él le está diciendo al administrador que es necesario arreglarla. El trabajo ha crecido tanto que nadie se da abasto. El administrador se va a volver loco. Ya no cumple con todo, como lo hacía antes. Anda de mal genio; todo el mundo reclama: los choferes, los maestros de obra, los de contabilidad, los topógrafos (¡incluso sus dos mujeres!) Es imposible que una sola persona se encargue de tantas cosas, está centralizando todo al extremo; él es el responsable del transporte, de las bodegas, de las compras, de los viáticos, etc., es el único que puede autorizar cualquier cosa, hasta él mismo reparte los fusiles y las balas! Todo se atrasa por él, la gente se pasa el día esperándolo. Para colmo, como César no está, lo citan a cada rato a la Casa de Gobierno, para asistir a reuniones de coordinación entre las instituciones estatales.

10 de septiembre
Los obreros del Colectivo de Ocotal se vinieron de Miraflor porque la contra está allí nuevamente. Don Macario, quien al fin pudo arreglar la retroexcavadora, me dice que su ayudante se le fue por miedo a la contra y necesita otro. Dice que él no va a quedarse a dormir en Miraflor con la “animala” sino que todas las tardes va a bajar al Zacatón, para evitar que la contra le queme la máquina.

15 de septiembre
Ayer regresamos de Teotecacinte, estuve con los topógrafos replanteando 120 lotes.

        TEOTECACINTE

Campos de luz de mediodía
de domingo
con maíz que se mece suavemente mostrando chilotes
con platanares
jocotes
naranjas con su fruta madurando.

De la casa de adobe
sale el olorcito de la carne asada.
Platicamos en el corredor
mordisqueando grandes tomates verdes con sal
sorbiendo cususa del alambique cercano.

Con su tierno pegado al pecho
Doña Carmen
señala las faldas minadas de los cerros:
“Allá arriba
en esos bosques de pino
ya es Honduras
se ven pasar sus camiones y buses.”

Dulce fluye la tarde
sosiego de calma
se ríen los chavalos cortando jocotes
Dice Don Beto:
“Nadie creería que anoche
entre siete y once nos estuvieron mortereando.
Al lado de ese palo de naranja
cayó un mortero de 83 milímetros.”

17 de septiembre
Me avisa César Sevilla desde San Jerónimo que está parqueado porque no les hemos llevado arena ni ladrillos, que necesita 10 viajes de arena y 5 mil ladrillos y además 6 fusiles porque la contra anda por allí. Me dice que envíe dos camiones juntos para que se ayuden porque el camino está malo. No sé qué hacer, los camiones se descomponen mucho por esos caminos. El de Narváez está en el taller, lo mismo el de Balmaceda. Germán me dice que tiene que arreglar el motor de arranque del suyo, Bartolo está en Miraflor, Santiago en Quilalí y Ferrufino en San Lucas.

18 de septiembre
¡Al fin volvió César! Dice que su estadía en Colombia fue un éxito; hizo exposiciones, charlas, conferencias y proyectó el audio-visual. Se trataba de unos talleres sobre el hábitat popular en Latinoamérica. El presentó la experiencia del suelo-cemento fundido en el sitio y mostró un video cassette de los asentamientos cerrados con éste material. Los talleres trataban de “la tecnología y la auto-construcción, la organización y el diseño participativo y el financiamiento y los aspectos legales”. Asistieron 14 países de América Latina, incluyendo a Cuba, quienes tomaron el caso de Nicaragua para hacer un análisis evaluativo.

César dice que le impactó la delincuencia, la mendicidad, la sociedad de consumo, la prostitución. Se reía diciéndome que allá usaba un papel higiénico suavecito de doble hoja (¡mientras que aquí no hay ni del más corriente!), usaban cremas, rinses, colonias…

“El pueblo pobre, agredido, calumniado, de Nicaragua levanta una ola de admiración, cariño y respeto” me dice César “es una realidad que chorrea sangre y sudor todos los días, lugar de vanguardia; todos debemos ser consecuentes con un pueblo tan heroico como éste.”

03 de octubre
Ayer y antes de ayer no vine a trabajar porque nuevamente tuve problemas de hipertensión arterial.
Un grupo de obreros de la construcción de Finlandia construirán y financiarán el asentamiento de Isidrillo, con ellos trabajarán cuatro obreros de la construcción de aquí. Estamos viendo todo lo relativo a éste proyecto: terreno, agua, desagüe, equipamiento, instalaciones eléctricas, etc.  Además: ¿en dónde alojaremos a los finlandeses? ¿Qué herramientas se van a necesitar? ¿Qué vehículos?

10 de octubre
Esta semana, cuando estuve en San Jerónimo, me contaron los campesinos que “el otro día íbamos a tener un almuerzo y cuando Andrecito estaba destazando el chancho, llegó la contra. Pero estábamos preparados y abrimos fuego haciéndoles huír. Triunfamos porque los contras no tocaron el chancho y Andrecito siguió con su tarea.”

22 de octubre
Las madres de Héroes y Mártires de Estelí vinieron a buscarnos porque quieren que diseñemos y construyamos una Galería en donde se expongan los retratos, biografías y objetos personales de sus hijos.

04 de noviembre
Pablito en Miraflor
César Sevilla en San Jerónimo y Venecia
Chepe en Patio Grande
Domingo en Quilalí (Panalí, San Bartolo, El Coco)
Sergio en El Guaylo
Enrique en Teote, Santa Cruz y Aranjuéz
El Triste en Isidrillo
Pedro en San José de San Lucas.

06 de noviembre
Micaela está feliz porque hoy expusieron ante la comunidad el esquema de desarrollo urbano en Condega; vino Diana desde Managua para la exposición. Todo Condega está interesado, el alcalde dice que va a seguir las recomendaciones. El participó en el estudio y dio mucho apoyo.

14 de noviembre
Estuvimos en Jalapa, Micaela y yo, analizando el problema de las viviendas que están apareciendo a lo largo de las carreteras y los caminos, lo que hace que no se puedan fumigar los campos con avioneta porque el veneno caería sobre niños pequeños, la comida, los animales, etc.  Además, son gente que vive alejada de los servicios de agua, de energía eléctrica, escuelas, etc. Recorrimos todas las carreteras y caminos contando las casas nuevas.

Nos reunimos luego con el alcalde y con el delegado zonal del MIDINRA para plantearles el resultado y propusimos hacer lotificaciones en cuatro diferentes lugares para trasladar a dichas familias. Visitamos los asentamientos de El Escambray, La Estancia y Santa Cruz. ¡Qué cambio! Los árboles han crecido y se ve todo verde y alegre. Los desplazados que llegaron a estos lugares se han incorporado a las cooperativas.

20 de noviembre
El domingo 16 partí hacia Teotecacinte porque el Departamento de Educación y Propaganda del Frente Sandinista del Comité Regional nos invitó a participar en un seminario a llevarse a cabo con todas las instituciones involucradas en la construcción del asentamiento de Teotecacinte. El documento que nos enviaron decía: “Todos los contenidos llevarán un objetivo político que será lograr, a través del análisis de los problemas, con la participación de los reasentados, su integración consciente a las tareas para transformar su realidad.”

El gobierno había decidido evacuar a las comunidades de Nance Dulce, Las Conchitas, y el Jicarito, ubicadas al sur-este de El Jícaro, entre El Jícasro y Quilalí, por donde no sólo pasaba la contrarrevolución sino en donde permanecía, habiendo logrado una marcada influencia sobre la población, especialmente a través de vínculos familiares. Allí vivían madres y padres de contrarrevolucionarios, hermanos y primos y especialmente mujeres, compañeras de mercenarios, que tenían hijos de ellos.

Debido a la guerra, estas poblaciones fueron poco beneficiadas por la Revolución; sólo se les había entregado algunas tierras en 1983 y un financiamiento bancario, sin garantizarles asistencia técnica.  No había escuelas ni puestos de salud ni de abastecimiento. Las 17 familias de Nance Dulce (a 5 Km. de Susuyacán) tenían tierras que no eran buenas para el cultivo y lo mismo les sucedía a las 11 familias de Las Conchitas (a 10 Km. de El Jícaro). En el Jicarito tenían tierras de mejor calidad y, de las 13 familias, había cinco que tenían bastante tierra, dándose el caso de quien tenía hasta 150 manzanas y 40 reses; pero allí también vivían cinco familias que no contaban ni con una sola manzana de tierra.

Se sabía que había 20 hombres alzados procedentes de Las Conchitas y se había desarmado a 14 alzados de Nance Dulce.

La evacuación se haría no sólo pensando en un objetivo militar sino social ya que “se les brindaría mejores alternativas de vida ubicándolos en tierras altamente productivas y tecnificadas y tendrían acceso a la educación, salud, abastecimiento, vías de comunicación, etc.”

El compañero Bayardo Betanco del DEPEP pasó a buscarme el domingo y después de saludarnos, me dice: “Nos han informado de que la zona está “chiva”, que desde Honduras han estado mortereando Teote.”

En el camino desde Estelí hasta Jalapa, Bayardo me platicó acerca de su interés por la sociología, cómo le gustaría seguir esa carrera. El estudió para maestro pero con la guerra de liberación primero, y ahora con la contrarrevolución,  y todo lo que hay que hacer para ir transformando el país (él es un militante del FSLN) no ha podido estudiar pero quisiera poder leer, poder saber algo de sociología.

Hablamos de tantas cosas en el camino… analizamos principalmente la problemática de los asentamientos. Me acuerdo que uno de los temas que tratamos fue el problema de que los campesinos no siempre utilizan las letrinas que construyen. “Es lo que les da más pena” me decía Bayardo, “los campesinos hacen sus necesidades cuando van por agua o a traer leña, “ya vengo”, dicen, “voy por leña” y así nadie se da cuenta a dónde van. En los asentamientos las letrinas siempre se ven, desde largo las vemos, especialmente las letrinas aboneras que son más altas y tienen unas escaleritas que hay que subir; todos los ven si van a utilizarlas y eso no les gusta; prefieren ir al monte.”

Llegamos a Jalapa y nos alojamos en una casa de trabajadores del FSLN; por la tarde fuimos a la Casa del Comité Zonal para mirar las diapositivas que Bayardo iría a presentar y para coordinarnos con los compañeros de las otras instituciones.

El seminario duró dos días y se llevó a cabo en el sector llamado Los Alcaravanes, al extremo de Teotecacinte, a unos 500 metros de Honduras. La información que le había llegado a Bayardo era cierta; esa noche, entre el sábado y el domingo, Teote había sido mortereada desde los cerros de Honduras. Nadie había podido dormir; contaron 73 explosiones pero no había daños; todos los disparos habían sido hechos a los campos de cultivo. Nos decían: “Seguramente sólo nos querían atemorizar”.

Las familias evacuadas estaban alojadas en dos galerones de tabaco adentro de los cuales se habían hecho separaciones con plástico negro. Fuimos a conocerlos: gente pobremente vestida, con caras cansadas, muchos chavalitos que correteaban, algunos viejitos acostados, señoras preparando la comida en fogones hechos con piedras en medio del espacio que les tocaba. Nos sonreían, nos contestaban el saludo: “Buenos días” “Buenos días”. Eran gente humilde.

Afuera, bajo unos techos de zinc había señoras moliendo maíz y palmeando tortillas; se habían preparado, con tablas, unas mesas largas y varios molinillos. Los niños nos seguían. Ya el maestro los había censado y había empezado a dar clases bajo los árboles.

Meses antes habíamos iniciado la construcción de los techos para estas familias, en un terreno cercano al comedor infantil de Teote. El 12 de septiembre de 1986 habíamos ido con el compañero Alcides Centeno, responsable zonal del Frente Sandinista, a ver los terrenos. La cuadrilla de topografía del MINVAH levantó la poligonal e hicimos esa misma noche el diseño de la lotificación procurando que entraran en el terreno (destinado para ello por el FSLN y MIDINRA), los lotes necesarios con sus áreas verdes y un terreno para la escuela. Le enseñamos los planos a Alcides quien estuvo de acuerdo y la cuadrilla hizo el replanteo al día siguiente.
En septiembre también habíamos hecho el estudio para el agua potable: Fuimos a la Cooperativa El Limón que queda muy cerca de Teotecacinte para ver cómo se abastecían de agua potable y subimos los cerros para conocer la fuente; hallamos una vertiente excelente que alcanzaba para darle agua no sólo al Limón sino a todo el poblado de Teote.

Cuando se llevó a cabo El Seminario de Capacitación ya los techos se estaban construyendo. Una cosa curiosa es que el constructor era Toño Sierra, Toñito, el chofer! El había trabajado como conductor de camioneta, luego de camión, luego de bugie; había ido de asentamiento en asentamiento y “de tanto mirar construir” había aprendido.

Como el MINVAH tenía tantos proyectos y los maestros de obra no se daban abasto, él empezó a ayudar a Enrique Gutiérrez, el maestro de obra responsable de los proyectos de la zona de Jalapa. Toño se encargó de llevar a cabo el proyecto de Teote con la ayuda de un par de albañiles y de unos campesinos que vivirán, junto con los evacuados, en ese asentamiento. Dichos campesinos han llegado voluntariamente de las zonas de San Nicolás para establecerse en el fértil valle de Teotecacinte.

Estábamos en una casa de esquina en Los Alcaravanes; allí se iba a llevar cabo el seminario. Llegaron Alcides Centeno, una compañera representando al MINSA; el maestro, el delegado del INSSBI y otros compañeros.

Empezaron a llegar también los campesinos. Bayardo me iba diciendo: “aquella anciana es la madre de un jefe contra que está preso en Estelí”, “aquella señora embarazada es la mujer de uno de los jefes de tarea, lo mismo que aquella de vestido azul.” “El viejito ese tenía dos hijos en la contra”. “El de botas es hermano de un mercenario conocido”. “Hay varias mujeres embarazadas y los padres de esas futuras criaturas son contrarrevolucionarios.”

El seminario se inició con la proyección de diapositivas sobre la guerra: fotografías de asentamientos quemados,  niños heridos,  incendios,  muertos;  maquinarias destrozadas, etc. etc. Bayardo iba comentando cada diapositiva: “Esto hizo la contra en tal lugar”, “miren cómo quedó tal cooperativa”, “aquí mataron a dos niños”… escuelas quemadas, centros de salud destruidos, comedores infantiles en escombros, etc. etc. Después vimos diapositivas de contrarrevolucionarios muertos, muchas fotos, algunas mostraban cadáveres en descomposición. Las mujeres se tapaban la cara.

Las diapositivas llaman siempre la atención especialmente a los campesinos que casi nunca tienen la oportunidad de ver imágenes proyectadas a todo color… y esas diapositivas eran realmente impactantes; todos estábamos muy callados, muy impresionados.

Cuando Bayardo terminó de proyectar nos preguntó si alguno de los compañeros quería hacer algún comentario. Una señora, cargando un tierno, dijo:
- “Yo lo que puedo decir es que me den la casa… a mi marido lo tienen preso, todo perdimos… si la gente pasa y uno no les da de comer lo matan a uno; groserías andan haciendo.”

Un señor de edad, a quien llamaban Don Socorro, dijo:
- “Póngase la mano en el pecho; nosotros los campesinos somos escasos de pensamiento; no sabemos de guerra, no hemos visto los muertos. A los compas los tuvimos dos meses y los cuidamos. Los campesinos no tenemos la culpa de que Estados Unidos esté haciendo esto a Nicaragua. Hemos perdido el ganado, cosechas, de todo. No es culpa de los que estamos trabajando; como vivimos distanciados no sabemos.”

Una mujer dijo:
- “La guerra nunca es buena”

El compañero Alcides Centeno preguntó:
- “Y esta guerra, ¿cómo se podría ir terminando?”

Don Socorro le contestó:
- “hay muchos compas… no tenemos inconveniente en trabajar las tierras, nosotros queremos la paz y trabajar, no somos nada. Que Daniel Ortega vea qué hace para tener paz. Nosotros no hemos sufrido lo que sufrió Jesucristo. Quedó escrito, como dijo Jesucristo, que teníamos que ser movilizados como una hoja que sopló el viento. Nosotros no tenemos partido ni somos revolucionarios. No somos de ninguna clase.”

Preguntó Alcides:
- “Dios quiere lo bueno, ¿no? ¿Por qué hay emboscadas?”

Don Socorro le contesta:
- “Si esto todo el mundo lo sabemos: Que hay gente que está molestando.”

Una señora añade:
- “Yo soy de San Albino, recién estamos viendo las cosas porque vivíamos retirados.”

La señora que cargaba el tierno dice:
- “La contra me secuestró dos hijos y otro está en el servicio y mi marido preso… ¿Cómo no voy a sufrir? Antes yo era gorda.”

Otra mujer dice:
- “La contra llega a la casa, a los trabajos, por donde se le antoja… hay un poco de hijos de nosotras… ninguno ha aparecido. No sabemos si están vivos o muertos. No tenemos culpa.”

Otra señora añade:
- “A mi marido se lo llevaron y lo mismo al de ella (señala a una jovencita) yo tenía un hijo de apenas tres meses; tengo siete hijos.”

Bayardo pregunta:
- “Los hijos de ustedes, ¿creen que seguirán la misma suerte?” y la  mujer que habló anteriormente le dice:
- “Tenemos la esperanza… a ellos les secuestraron, ni les platicaron.”

Bayardo dice:
- “Un campesino no puede estar matando a los mismos campesinos”

Alcides añade:
- “No hemos traído aquí a la gente para que tenga secuestrados; aquí ya no hay secuestrados.”

Don Socorro dice:
- “Roguemos a Dios y a la Virgen para que no estemos en guerra.”

Alcides:
- “Hace falta que nosotros pongamos de nuestra parte. Pregúntale a la gente de aquí por qué se han quedado; se necesita decisión para defender su casa. Ayúdate que te ayudaré. Si los encuentran dispersos, los secuestran. De acá no los van a secuestrar a sus muchachos de once, de doce años, se les pide que entiendan que es necesario que se pasen a las casas para que haya menos epidemias (había malaria) para que trabajen; hay que luchar con esperanza. Ustedes están aquí por eso, para que no les secuestren a sus hijos.”

Dice una señora:
- “Buenas cosas, propiedades, hemos dejado. A mí no me importa irme a otro lado, a otra casa, a otro país, pero no dejar mis cosas.”

Bayardo:
- “Si usted hubiera sabido con tiempo que le iban a secuestrar a su marido, que ya no lo iba a ver, hubiera dejado sus cosas porque la vida es más importante.”

Señora:
- “Claro”
Alcides:
- “Ustedes pueden ver que las cosas han cambiado; de un lugar pequeño se saca gente pero se la estabiliza en otro lugar, pero es  parte de Nicaragua y hay lugares que son más seguros que otros y donde se produce mejor. Aquí en Teotecacinte hubo guerra en el 83, aquí murieron dos niños; destruyeron un pueblo llamado El Porvenir. Ahora la guardia que está en Honduras no puede entrar a Nicaragua. La gente del Servicio Militar Patriótico está prestando ese servicio para que puedan producir. Hay diferencia entre el muchacho del Servicio Militar Patriótico y el secuestrado; el secuestrado viene a destruir, es gente engañada.”

Señora:
- “Sí”

Alcides:
- “Se trabaja para Nicaragua. El maíz de aquí no se lo come toda la gente de Teotecacinte sino que se vende a toda Nicaragua.”

Después de un descanso, Toño Sierra (el nuevo maestro de obra del MINVAH) y yo, presentamos unas diapositivas acerca de los asentamientos campesinos que el MINVAH había construido. La primera foto mostraba una típica casa de un campesino pobre de las montañas: las paredes de bahareque carcomido, el techo de paja… al verla, los campesinos se rieron. “Así son muchas de las casas de los campesinos” dijimos. “Sí” nos contestaron. “La mayoría de las familias campesinas vive en casas muy pequeñas, sin buena ventilación ni iluminación, son casas por donde se cuela el aire frío por las noches, el agua se pasa cuando llueve… en éstos lugares de las montañas no hay escuelas, no hay puestos de salud, no hay comedores infantiles, hay que caminar largo por el agua…” Fuimos luego pasando diapositivas de los diferentes asentamientos campesinos construidos por el MINVAH, mostrando las viviendas, las escuelas, los puestos de salud y los comedores infantiles… “Ustedes pueden visitar los asentamientos, hay varios en Jalapa: El Escambray, La Estancia, Santa Cruz, El Portillo, Aranjuez… pueden ir a conocer cómo son, pueden hablar con las mujeres, con los hombres, y preguntarles cómo se sienten, si les gusta vivir allí… Además, en estos asentamientos hay puestos de agua potable, un puesto por cada 10 familias,  y baños y lavanderos.”

Enseñamos diapositivas de niños alrededor de una llave de agua abierta en donde se veía salir con fuerza el agua, fotos de las señoras lavando en los lavanderos comunales, etc. “ Además, cada casa tendrá su letrina para que haya higiene y no se propaguen las enfermedades, especialmente la diarrea en los niños”… “ustedes ya conocen el lugar en donde se están construyendo los techos, allí, al lado, está el comedor infantil,  a donde irán a comer sus niños y se va a construir una escuela también; después se tiene proyectado un centro de salud para Teote…”

Los compañeros campesinos nos preguntaron si tendrían que pagar por las casas y por el agua a lo que se les contestó que no, pero era necesario que ellos participaran en la construcción de sus viviendas, que cada día debían enviar por lo menos a 5 personas (hombres y/o mujeres) para trabajar con Toño Sierra y poder hacer por lo menos dos techos cada día.

Uno de los evacuados dice que él no puede trabajar en la construcción de las casas porque él tiene una finca y su casa y que él quiere un permiso para ir a cortar la cosecha.  Se le dice que se verá el caso. Don Santos, un señor de edad, dice que ya quiere que estén listas las casas para pasarse a ellas porque “en el galerón del tabaco el calor me martiriza, la enfermedad, la bulla…”

Cinco hombres y tres mujeres se apuntaron para trabajar con Toño en la construcción de los techos; iniciarían el trabajo al otro día de acabarse el seminario.

Después de la exposición del MINVAH se hizo un descanso para almorzar.

Por la tarde llegó el compañero Leonel Salgado, responsable zonal del MIDINRA. Leonel les dice a los campesinos que les van a entregar tierras buenas para que las cultiven.“Les vamos a entregar tierra suficiente, tierras húmedas que son más para maíz y arroz pero no para frijol y otra tierra para frijol. En El Palmar se les dará una parte para el frijol y en las Guacayamas para el arroz y el maíz; cuando le miremos forma al trabajo les daremos el título, cuando hayan demostrado ganas de trabajar. Si necesitan más área y lo demuestran con la producción, se les dará más área. Hemos calculado darle 3 manzanas a cada familia pequeña.  Si no se ponen las pilas, no las hacen, de tres a cinco manzanas por familia es la medida que damos, dependiendo de la calidad de la tierra y el lote. Una manzana da de 80 a 100 quintales, bien cultivada. Con 4 manzanas les salen 3 para vender y una les alcanza para el auto-consumo.”

“En cuanto al pasto, que la Cooperativa Efraín Briones les ceda un poco, para sus vacas de auto-consumo, para su leche, no sería prestado, sino asignado.  MIDINRA dirige lo que se siembra y no van a sembrar cualquier cosa que no sean capaces de producir.”

Los campesinos le preguntan si pueden ir a buscar el alambre de púas de sus cercas y traer tejas, a lo que Leonel les responde: “Esta inquietud se la vamos a plantear a Alcides, secretario político de nuestro Comité Zonal, para ver si se puede o no. Depende si el ejército está o no operando.”

Leonel les dice que si quieren pueden trabajar la tierra individualmente, en colectivo familiar o en cooperativa, que lo piensen. Los campesinos dicen:

Don Socorro:
- “Nos gustaría trabajar en un colectivo familiar.”

Otro compañero:
- “Entre más gente, más problemas; mejor un colectivo familiar.”

Leonel les dice que pueden salir a discutir, que tomen su tiempo.
Todos salieron y se pusieron bajo unos arbolitos a discutir. Al rato regresaron. “Hemos visto” nos dicen que “somos 38 familias en total pero muchos somos parientes. Vamos a formar tres colectivos: Los familiares de los Calero, los familiares de don Socorro y los familiares de don Chico. Los que no sean de estas familias se pueden agregar a alguna de ellas.”

Leonel les dice: “Para nosotros no hay ningún problema de que ustedes trabajen en colectivo familiar; con surco muerto; lo importante es que trabajen. Le vamos a entregar tierra suficiente a cada colectivo familiar.”

Al día siguiente, por la mañana, una compañera del Ministerio de Salud presentó dos audio-visuales. Uno sobre la malaria y otro sobre la diarrea. El de la malaria tenía dibujado el mosquito que la transmite de una manera muy graciosa y les dio mucha risa. Pero algunas señoras comentaban entre ellas: “Qué va a ser por un mosquito, la malaria da por bañarse en el río estando acalorados.”

La compañera del MINSA explicó que era importante pasarse cuanto antes a las casas porque en los galerones de tabaco había varios enfermos de malaria y, como había mosquitos, era fácil que muchos contrajeran esta enfermedad.

También explicó la necesidad de mantener aseados a los niños y ver que no se pararan las moscas en la comida para evitar la diarrea y que era necesario que todos ocuparan las letrinas y no se estuvieran yendo al campo a defecar.

Después hizo una exposición el compañero Ramón, el maestro. Dijo que estaba preparando a los niños para que iniciaran el año escolar en marzo, en la escuela que se iba a construir al lado de las casas. Explicó también que los adultos estudiarán en la escuela por las noches. “Habrá tres turnos.” Este maestro andaba trabajando con los campesinos desde que llegaron y lo querían mucho. Siempre caminaba con un grupo de chavalitos a su alrededor.

También habló el delegado zonal del Ministerio de Educación y dijo que los jóvenes y adultos pueden sacar su primaria en tres años y hay becas para los que quieran estudiar enfermería, magisterio o agricultura (para ser técnico agrícola).

Dijo el compañero que ya tenían cuatro millones de córdobas para comprar los materiales de construcción para la escuela y que se iniciaría la construcción de un pabellón de 4 aulas; la mano de obra la pondría la comunidad.

El compañero responsable zonal del Instituto de Seguridad Social y Bienestar habló a continuación explicando que antes de la Revolución Popular Sandinista sólo existía seguro social en Managua pero que ahora se había extendido a todo el país. Dijo que el INSSBI les iba a dar la alimentación durante los tres primeros meses, hasta que sembraran su tierra, y que a los niños se les daría siempre el alimento en el comedor infantil, cercano a las casas nuevas; se atendería de manera especial  a los niños desnutridos, a los ancianos y a las mujeres embarazadas se les daría un vaso de leche al día. Informó también que en la zona de Jalapa el INSSBI mantiene 9 comedores infantiles.

Por la tarde llegó una delegación del asentamiento de Aranjuez, un asentamiento de 145 familias también construido por el MINVAH. Un asentamiento que había sido difícil, quizás el más problemático de todos los de la zona.

Cuando en el año 85 llegaron a Aranjuez, los campesinos desplazados estaban descontentos, querían regresar, no querían la tierra, no querían los techos; sólo querían irse a sus lugares de origen; nadie había sembrado en su lote, las casas crecían como en un desierto. Todos los hermosos árboles de pino que se habían dejado en los terrenos destinados para áreas verdes fueron cortados y usados como leña.  El sistema de agua potable fallaba, sólo había agua durante dos horas en el día, varias veces la manguera se encontró cortada a machetazos… se sabía que había una monja de San Fernando que era contrarrevolucionaria y llegaba por las noches a aconsejarles que se fueran, que no trabajaran la tierra…

Esa tarde quedé realmente sorprendida con la exposición de los compañeros que llegaron de Aranjuez: Guadalupe y Manuel Matey y Danilo Guerrero. La situación había cambiado mucho, ya no era el Aranjuez que yo había conocido hacía un año.

El compañero Guadalupe habló así:
- “Venimos de una Cooperativa llamada Augusto César Sandino. ¿Cómo se sienten, compañeros en éste lugar? Cuando uno sale de su casa lo lamenta bastante. También pasamos las dificultades. Venimos el 15 de mayo del 85. Nos sacaron de San Francisco de Telpaneca. Fuimos evacuados, ya saben, por la situación que vivíamos. Teníamos ganado y maíz; para nosotros fue triste que nos sacaran. Venimos una noche a unos galerones… por seis meses… fue duro para nosotros. Pasamos como ocho días mirándonos unos con otros y sólo pedíamos la comida al ejército. Empezamos a hacer reuniones. Las tierras estaban mecanizadas. Gracias a Dios sembramos maíz,  unos que trabajamos… otros que no… En el 86 ya nos extendieron los lotes más grandes de tierra. Gestionamos para que nos dieran tierra. Nos dieron 305 manzanas. Sembramos maíz de primera. Uno no está acostumbrado a trabajar unido, nos fuimos acostumbrando. Después nos metimos de lleno a trabajar. Nos fue bien de postrera pero no de primera. Quedamos bien enjaranados con el banco el año pasado. Pero ahora tuvimos mil dieciséis quintales de maíz y aún nos faltan como unas veinte manzanas. Con eso damos respuesta a todos los compañeros… Cuando venimos, unos calores, diarrea, calentura… enterramos como a treinta niños en dos meses; hasta dos al día. Queríamos irnos para atrás. Pero a uno se le va olvidando, ya qué vamos a volver. Querían que sembráramos tabaco y la gente loca porque esto nunca se había trabajado, se integraron chavalos, mujeres… ahora hemos planeado sembrar 12 manzanas de tabaco y granos básicos.”

El compañero Danilo dijo:
- “Ya llevamos año y medio de estar en Aranjuez, vinimos de San Francisco y Telpaneca. Nosotros somos los que administramos las cuestiones. Pasamos tragedia, sufrimiento, pero vamos viendo el cambio que vamos obteniendo, el desarrollo. Al principio, en el camino, uno viene con dudas, que a dónde se lo llevan. El primer año se sacó poco maíz, el elote era poco. Entonces el área de tierra que se sembró era poca pero alcanzó para el auto-consumo; pero ahora hemos sembrado cincuenta y una manzanas tecnificadas y treinta y cinco tradicionales. Creo que se va a pagar la deuda al banco. El resto de los mil dieciséis quintales se repartirá entre todos. Nos vamos acostumbrando y vamos aprendiendo. Sentimos un cambio. Después de estar en los galerones nos pasamos a las casas y se cerraron con plástico. Una institución nos ayudó después para cerrar las casas (las Escuelas Radiofónicas) bien arregladas, con puertas y ventanas. Después, se compró un camión y un tractor.”

Compañero Manuel Matey:
- “Somos del mismo lugar, de San Francisco. Nos sacaron también por motivos de zona de guerra. Había siempre unos combates, andaba fregando la otra gente. Lo mismo nos pasó a nosotros. El cambio de clima, las enfermedades, el cuerpo lo siente extraño. Sufrimos porque da pesar dejar sus cosas. Dejamos el maíz, los animalitos. Pero a través del tiempo hemos cambiado. Dios no desampara a nadie. Estas son profecías del Señor que se van cumpliendo. Un montón de chavalos se murieron, los ancianos no comían de aflicción… ya poco la gente no se enfermaba, no se nos morían los niños… al principio los niños estudiaban bajo un palo, ahora tenemos una escuela de ocho aulas…Puestos de agua por parte del asentamiento, un centro de salud y un comedor infantil. Yo participo como catequista, doy clase a los niños y en la educación de adultos… uno se acostumbra y no piensa en volver a su lugar porque aquí tenemos bastantes logros. También nos acostumbramos a trabajar unidos porque todos tenemos iguales ganancias. Hemos venido para darles esa animación, que no se sientan extraños. Nosotros hemos sufrido. La guerra lo impone. No le echamos la culpa al Estado… si no hubiera guerra allí estuviéramos. Es una profecía que se está cumpliendo. También me he integrado como maestro popular, somos compañeros y la gente está integrada bastante a la educación de adultos. Nos dieron una escuela bonita con ocho aulas, a la gente le gustó bastante y ya están integrados. Tienen derecho a estudiar, a aprender a leer. Pueden cambiar su trabajo.”

Uno de los compañeros recién evacuados le preguntó cómo hicieron con las mujeres que estaban solas, a lo que respondió:
- “¿Cómo se hizo con las compañeras solas? No hubo dificultad. Siempre la cooperativa les da una media ayuda para que ellas se ayuden. Ahora con el tabaco sólo mujeres han trabajado. Los varones decían que para qué trabajar en el tabaco si eso no se come… como 15 socias hay en la cooperativa, una chavalada estaba en el tabaco… “Si nos dan más tierra allí se nos va a acabar el pensamiento” dijimos, y nos dieron 35 manzanas de milpa. La milpa se sembró por esfuerzo propio, sin préstamo. Son pocos a los que no les gusta trabajar; los vamos concientizando poco a poco. Si no dan las ocho horas laborales, el préstamo no alcanza. Todos trabajamos igualitos y entre todos ganamos. Ya unidos vieran qué bonito. También hay otro apoyo para el enfermo. Se le da su ayuda, se ve cómo mandarlo a un hospital; ayuda en dinero y en granos básicos. Uno sólo queda como una oveja perdida porque no hay quien lo ayude.”

Con ésta exposición del compañero Manuel Matey terminó el seminario. Los campesinos se despidieron y regresaron a los galerones.
1 Denominación al año 1986 por parte del Gobierno de Nicaragua