SAN BLAS, NAYARIT; MÉXICO. 
LA HISTORIA ECONÓMICA DEL PUERTO MERCANTE Y AGRICULTOR QUE SE CONVIRTIÓ EN DESTINO TURÍSTICO (1768-2010)

SAN BLAS, NAYARIT; MÉXICO. LA HISTORIA ECONÓMICA DEL PUERTO MERCANTE Y AGRICULTOR QUE SE CONVIRTIÓ EN DESTINO TURÍSTICO (1768-2010)

Leonardo García Mondragón (CV)
José Octavio Camelo Avedoy
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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6. Análisis municipal de las formas de acumulación y sus generalidades en la estructura económica.

6.1 Agricultura.

El sector agrícola en el municipio de San Blas vive procesos de transformación debido a la necesidad de adaptarse al mercado, la situación del campo en nuestro país es difícil, diversas son sus problemáticas, cada vez menos personas se dedican a las actividades agrícolas en nuestro país, y cada vez son menos quienes tienen la intención de desarrollar su vida en el campo, en términos generales, el campo vive una crisis de existencia por varias razones, la primera quizá es la competencia, al abrir México las fronteras comerciales se permitió que los productos importados compitieran con los nacionales, y para varios de estos productos la competencia resultó difícil ya que los precios bajaron drásticamente a partir de la competencia, problema que en parte es generado por la poca tecnificación del campo, en México la mayoría de los agricultores siguen produciendo con técnicas tradicionales y por lo tanto los costos de producción son más elevados.
En México el campo está organizado principalmente a partir de comunidades y ejidos, posesionarios de la tierra por derecho debido a que desarrollan su vida en torno a la tierra y su producción, en estas formas de organización social el reparto de tierras se realiza conforme al criterio de equidad, quién posee los mayores recursos o riqueza no es quien posee la mayor extensión de tierra, y además la dotación de tierra que cada ejidatario tenga no puede ser sujeta a enajenación, sino que cualquier acción sobre ella debe ser consultada ante el comisariado ejidal y decidida en asamblea.
Es una característica del campo mexicano el hecho de que los ejidatarios no tengan los recursos suficientes para producir las tierras que poseen, la mayoría de las agricultores aprenden las tareas del campo a través de la experiencia, no hay pues procesos de capacitación para mejorar las técnicas agrícolas, tampoco programas que les permitan a los agricultores adquirir tecnología para mejorar sus actividades productivas, la agricultura en México ha dependido de los apoyos del Estado, la mayoría de los agricultores no pueden realizar por sí mismos las inversiones necesarias para producir, por las carencias que tiene la población del campo en general, pero también porque ha sido un hábito adquirido a lo largo de doscientos años de historia del Estado mexicano.
Respecto de las formas de acumulación en el sector agrícola en el municipio de San Blas, primeramente se trata de una actividad económica altamente dependiente de agentes externos, los principales inversionistas del campo son los propios ejidatarios, sin embargo la mayoría también depende del financiamiento que en su momento les otorgaron las instituciones financieras del Estado y en la actualidad las instituciones financieras privadas como las cajas solidarias y las financieras rurales, que en conjunto han sido requeridas por el 37.74%, dicho porcentaje compone la categoría de financiamiento como origen del capital, la inversión privada como origen del capital se compone por el 49.02%, la inversión pública representa el 5.88% y finalmente un 7.35% del origen del capital se compone de inversiones mixtas, como se aprecia en el gráfico 11.
El financiamiento que otorgaba el Estado lo hacía a través de las instituciones como el banco ejidal y después banrural, esquemas que en la actualidad ya no operan, de manera directa invertía a través de la empresa nacional de Tabamex; a partir de que el Estado retira los programas de financiamiento para el campo, entran las financieras rurales y las cajas solidarias para otorgar préstamos a los agricultores para accionar sus actividades productivas, son los capitales financieros externos al territorio quienes mantienen las actividades productivas del campo funcionando, se da pues, una apropiación de la actividad económica del municipio por estos capitales financieros, quiénes se quedan con gran parte de la plusvalía generada por la actividad agrícola por medio de los intereses generados por el capital en préstamo para producir. Los agricultores que mantienen sus actividades productivas sin depender de los apoyos que otorga el Estado y el financiamiento de empresas externas asciende al 49.02%, es decir, menos de la mitad de los agricultores mantienen su actividad económica por sí mismos.
Los ejidatarios entrevistados poseen en total una extensión de 1,326 ha, de éstas, se aprovecha para la producción el 87.2%, mientras el 12.8% restante son tierras ociosas, que no se aprovechan para la producción por diversas razones, entre ellas la falta de capital para producir, sin embargo influyen también factores ambientales, como la declaración de zonas de protección ecológica, donde las instituciones del Estado prohíben las actividades de agricultura en estas zonas, otra de las razones es porque debido al cambio de cauce de los ríos o arroyos tierras que eran susceptibles de aprovechamiento y eran parte del dote de algún ejidatario en la actualidad son tierras de los márgenes del río y por tanto considerados zona federal.
Sin embargo resulta interesante el hecho de que algunas tierras se dejen de producir por la falta de capital- dinero, ya que esta situación ha dado pie a la posibilidad de la enajenación de tierras por parte de los ejidatarios, al no poderlas producir deciden venderlas o en el mejor de los casos rentarlas, de manera que permite a otras personas utilizarlas y obtener la plusvalía generada por la producción de éstas, lo que a su vez está generando la acumulación de tierras por parte de quienes tienen el capital necesario y por lo tanto los esquemas de apropiación de los medios de producción propios del sistema capitalista se reproducen en el municipio de San Blas en las actividades agrícolas, quedando de nuevo los medios de producción para generar riqueza en pocas manos.
Productos importantes han sido para el municipio de San Blas el tabaco, plátano, frijol, café, sin embargo en la actualidad se han incorporado el mango y la yaca, que desde 1980 aproximadamente comienzan a ser cultivados en algunas regiones del municipio, dando pie a una transición a lo largo de los últimos veinte años respecto de la vocación productiva, en la actualidad el mango se ha posicionado como producto principal del municipio con respecto al volumen de producción, y en la microrregión sur del municipio específicamente, la yaca ha tomado fuerza y puede posicionarse junto con el mango como producto principal; el comportamiento del volumen de la producción de estos cultivos se aprecia en el gráfico 12.
Como se aprecia en el gráfico 12, son el mango y la yaca los productos del campo que mejores volúmenes de producción han tenido a lo largo del periodo estudiado, el crecimiento del volumen de producción es continuo y acelerado, la cantidad de tierra en hectáreas para ambos productos también presenta incrementos constantes en medida que los ejidatarios han ido transitando sus actividades productivas hacia estos productos.
El plátano y el tabaco son los productos que mayor antigüedad presentan en la muestra analizada, ambos con registros de producción desde los años de la década de 1960 y 1970 entre los ejidatarios encuestados, sin embargo en el caso del tabaco, con la desaparecida empresa del Estado “Tabamex” se dejó de producir tabaco en el municipio en los niveles en que lo venía haciendo, y en la región norte del municipio, que fue la principal zona tabacalera de San Blas, devino sus actividades hacia la producción de frijol, producto que hasta la fecha es el principal en aquella región.
En el caso del plátano, fue un producto muy importante en la actividad agrícola del municipio, se producía en prácticamente todas las regiones del municipio, sin embargo fue en la región oriente, occidente y sur en donde principalmente se producía, hasta que a principios de la década de 1980 comenzaron a implementarse algunos proyectos para el cultivo y producción del mango, de ese momento a la fecha se ha convertido en el producto de mayor volumen de producción en el municipio, ha cambiado la vocación productiva de la región oriente y occidente del municipio, de manera tal que, en la medida que el mango y la yaca han presentado crecimientos, el plátano por su parte presenta decrementos en el volumen de producción, así como en la extensión de tierras utilizadas para su producción y el número de agricultores que dedican sus actividades a la producción de este producto; mientras en 1990 el 29.9% de los ejidatarios se dedicaban a la producción de plátano, para el año 2010 solo es el 3.92 % de los ejidatarios de la muestra analizada que producen plátano.
En esta etapa de transición, los ejidatarios han estado cambiando sus actividades productivas, de esta manera productos como el mango y la yaca se han estado expandiendo, mientras productos como el tabaco, el frijol y el plátano, por el contrario, tienen procesos de contracción, así pues, encontramos una relación de incremento en la cantidad de ejidatarios dedicados a la producción de mango y yaca y decrementos en la cantidad de ejidatarios dedicados a la producción de tabaco, plátano, frijol y maíz, expuesto en el gráfico 13.
Si analizamos el volumen de la producción total y la comparamos con la cantidad de fuerza de trabajo necesaria para la producción y la cantidad de ejidatarios dedicados a la producción del campo a lo largo del periodo analizado (gráfico 14), podremos concluir que el incremento de la fuerza de trabajo o la incorporación de más productores no se relacionan directamente con los incrementos en la producción, el motivo principal es el cambio de la vocación productiva: el mango genera mayor volumen de producción que los demás productos, el segundo motivo es la tecnología, en el caso específico del municipio de San Blas, la capacidad de riego se ha incrementado considerablemente; como se mencionó en el título dos de este capítulo, de los 35 ejidos existentes en el municipio en 1990, solo uno tenía la tecnología y el equipo necesario para el riego, mientras que para el año 2007, de 33 ejidos en el municipio, 23 tienen la capacidad de regar, lo cual posibilita el incremento de la productividad del campo.
 El permitir tener infraestructura y equipo para riego, aunado al mayor uso de máquinas y herramientas como el tractor, podadoras, rociadoras, etc., ha permitido mejorar las técnicas de producción y por ende incrementar los volúmenes de producción, permitiendo a su vez, no incrementar e incluso reducir la fuerza de trabajo necesaria para la producción y obtener como resultado la reducción de los costos de producción.
Si comparamos nuevamente el volumen de la producción, la fuerza de trabajo y el número de ejidatarios productores sin contemplar en el análisis la producción de mango en el municipio (gráfico 15), es posible identificar que en efecto el mango tiene un volumen de producción alto, en comparación con los demás productos.
Para el año 2010 sólo la producción de mango es de mayor volumen que todos los demás productos en conjunto, a pesar de que solo el 43.13% de los ejidatarios se dedican a la producción de este producto, y en comparación con los demás productos, el mango es de los que requieren menor cantidad de fuerza de trabajo humana para su producción, lo que lo hace más redituable.
Como se ha explicado en el capítulo dos, el ciclo del capital se conforma de tres etapas, que corresponden a la acumulación o creación de plusvalía, a la producción que es la conversión del capital- dinero en capital- mercancías y la realización que es la conversión de capital- mercancías en dinero y la plusvalía generada, Marx refiere dos tipos de acumulación de capital: la acumulación  o reproducción simple del capital y la acumulación o reproducción ampliada. En la muestra se analizó la reinversión de capital en las actividades productivas, en la actualidad, más de la mitad de los encuestados correspondiente al 61.76% dependen del apoyo de entes externos para mantener sus actividades productivas, y de este porcentaje, el 98.41% recibe ese apoyo a través del financiamiento (gráfico 16).
Los capitales de entes externos participan de la dinámica económica local al ser indispensables para que haya producción agrícola en el municipio, estos capitales financieros invierten en las actividades económicas de la agricultura, y a través de los intereses generan una plusvalía, el ejidatario por su parte, depende de estos financiamientos para poder producir, y una vez realizada la etapa de producción y realización del capital, deben pagar el financiamiento y los intereses generados, el resto de la plusvalía generada generalmente se utiliza para los gastos personales del ejidatario; para comenzar el ciclo del capital de nuevo, debe recurrir reiteradamente al financiamiento.
De manera general se puede afirmar que la mayoría de los ejidatarios actúan bajo un modelo de reproducción simple, la plusvalía generada por su actividad económica es utilizada para satisfacer sus necesidades, pero no hay una reinversión de capital agregada al ya existente y por lo tanto tampoco se da una realización de la plusvalía, por lo que el ciclo del capital es uniforme.
Los factores que limitan la realización de la plusvalía son varios, se conjugan distintos hechos con orígenes diversos incluso, de acuerdo con el gráfico 17,  los tres factores principales expresados por los ejidatarios encuestados son: los incrementos en los costos de los insumos, expresado por el 86.27% de los encuestados, la disminución de apoyos por parte del Estado (61.76%), aunque en la actualidad la cobertura de apoyo es mayor que en el año 1990,  los esquemas de participación del Estado están diseñados para que éstos sean en menor cantidad, y además tienen ciertos candados que limitan la participación y posibilidad de los ejidatarios para ser beneficiarios, finalmente está la cuestión del precio del producto, que a decir por el 44.61%, éste ha disminuido, los precios de los productos en el mercado son menores, no hay una regulación de precios, por lo que incluso éste ha llegado a fijarse por debajo del costo de producción, el hecho de que se incremente la oferta de determinados productos en el municipio también genera que se bajen los precios de venta, sobre todo en los años que hay mayor producción, los ejidatarios, con el fin de poder vender todo el producto, bajan el precio del producto a los intermediarios o coyotes, quienes, a decir por los ejidatarios, son quienes mayor beneficio obtienen de la actividad económica de la agricultura.
A partir de la establecimiento del patrón de acumulación neoliberal, el Estado como un ente impulsor y protector de la actividad agrícola ha escatimado su participación y apoyo al campo, primero porque retiró las empresas del Estado participantes de la agricultura, en el caso específico del municipio de San Blas, desaparece Tabamex, que impulsaba la producción de tabaco; segundo porque también desaparecieron el banco ejidal en su momento, y después banrural, instituciones del Estado que apoyaban financieramente a los ejidatarios, también dejó de fijar precios garantía a los granos básicos, y retiró el programa de Conasupo para el acopio de granos básicos para distribuirlos en los mercados nacionales, finalmente porque los programas de apoyo actuales tienen, aparentemente, una mayor cobertura, sin embargo, el volumen del apoyo cada vez es menor.
Otros de los factores expresados por los ejidatarios que limitan su actividad económica son: la cada vez menor fertilidad de la tierra, algunos encuestados mencionaron que con el uso de químicos para la fertilización y fumigación de la tierra, han identificado como consecuencia que cada año la tierra produce menos, y necesita cada vez de más riego y uso de fertilizantes; otro factor es el clima, cada vez es más frecuente la existencia de lluvias atípicas que terminan por afectar los cultivos, y por el contrario, periodos de secas cada vez más prolongados, lo que ocasiona que los tiempos de siembra y cosecha se alteren y no se logre la producción proyectada; finalmente un tercer factor relevante es la forma de comercialización de los productos, la existencia del coyotaje, es decir, los intermediarios, aunado al nulo control y determinación oficial de precios ocasiona que la plusvalía del agricultor se reduzca y sean los intermediarios quienes mayor beneficio obtengan de la producción agrícola, al impedir que el agricultor coloque sus productos directamente en el mercado genera necesariamente que su cuota de plusvalía se margine, y una parte del excedente generado por esta actividad económica sea retenido por el intermediario, que su función radica en comprarle la producción a los agricultores y colocarla en el mercado para su distribución.
De acuerdo con los resultados obtenidos, entre 1990 y 2000 era menor la cantidad de ejidatarios beneficiados con los programas gubernamentales para el campo en comparación con el periodo de 2000 a 2010 (gráficos 18 y 19), sin embargo ya no hay esquemas de financiamiento sin pago de intereses como se otorgaban antes, en la actualidad son muy limitados los apoyos con equipo y maquinaria, así como los subsidios para la compra de equipo, maquinaria y materiales.
El principal apoyo del Estado (gráfico 20) se da a partir de dos esquemas: la entrega de líquidos para fumigar y fertilizar las tierras o el apoyo económico por hectárea que otorga el programa procampo, que es el programa gubernamental de apoyo al campo con mayor cobertura. Sin embargo este apoyo no es para todos los agricultores, ya que se enfoca en los productos que se determinan prioritarios para el país.
En las actividades productivas del campo también se presentan factores que potencian dicha actividad económica, a decir por los ejidatarios encuestados, la comercialización es un factor que ha venido a beneficiar sus actividades, ya que en la actualidad es más sencillo vender el producto, la razón principal es que no tienen que salir a buscar quién les compre y colocar su producción, sino que los compradores vienen a la región y compran el producto, como lo menciona el 50.98% de los encuestados; sin embargo este beneficio trae consigo algunas dificultades, la más reconocida es el precio, fijado por los compradores que son intermediaros en el canal de comercialización. Para el 31.86%, el hecho de mejorar las técnicas de producción con el acceso a maquinaria como las podadoras, el tractor y el uso de fertilizantes y fumigantes, además de los canales de riego, también han permitido mejorar la productividad, sobre todo porque permite reducir la fuerza de trabajo humana necesaria para la preparación de la tierra, para el riego, para la limpieza y para la poda de árboles principalmente. Otros factores que influyen tienen que ver con el aumento en la superficie de tierra trabajada, el aumento del precio del producto cuando se ha cambiado la vocación productiva, y en menores porcentajes (6.37 y 1.96%) se atañe a un mayor apoyo del Estado y un menor costo de los insumos para la producción, respectivamente, como se aprecia en el gráfico 21.
La reinversión de capital para las actividades productivas es un tema poco atendido por los ejidatarios, en realidad la gran mayoría no llevan un registro real de la plusvalía generada por su actividad económica, tampoco del capital reinvertido, ni elaboran un plan o estrategia de negocio, quienes hacen del financiamiento su estrategia para producir, calculan el gasto de producción por hectárea y sobre eso piden el préstamo, al final del ciclo productivo, pagan el préstamo y los intereses generados; lo que les queda lo utilizan para vivir el resto del año, hasta comenzar de nuevo las actividades productivas, si este dinero no les alcanza, entonces recurren por otro préstamo que se sumará a lo que soliciten para iniciar de nuevo la producción, de tal suerte, que su deuda se va incrementando; en porcentaje, un aproximado de reinversión de capital para las actividades productivas expresadas por los ejidatarios se muestra en el gráfico 22.
Aunque la incidencia es muy poca (4.41%), hay ejidatarios que han logrado una eficiencia productiva tal, que les permite reinvertir menos del 25% del capital- dinero que su actividad económica les genera en un ciclo productivo, son quienes llevan registros de su actividad económica, han podido invertir en maquinaria y equipo para la producción y elaboran planes para el proceso de producción y comercialización, es decir, invierten en la tecnificación del campo, incrementan su capital fijo y su capital variable; son los ejidatarios que operan en un modelo de reproducción ampliada, llegan a la realización de la plusvalía y por lo tanto van incrementando la composición orgánica de su capital, ya sea con la extensión de la superficie de tierra trabajada (a través de la renta de la tierra), con la compra de maquinaria y equipo, el incremento de la fuerza de trabajo, etc.
La mayoría de los ejidatarios (44.61%), debe reinvertir entre el 25 y el 50% del capital- dinero generado por su actividad económica, ya sea que este sea utilizado para satisfacer sus necesidades humanas y después solicitar financiamiento para producir, o que lo resguarde hasta comenzar la producción del siguiente ciclo, otro 32.35% debe reinvertir entre el 50 y el 70% de lo generado, por lo que el porcentaje de plusvalía generada se reduce, y aún un 18.14% reinvierte más del 70% de lo que su actividad económica le genera, lo que hace difícil que pueda mantener sus actividades productivas, de estos ejidatarios que reinvierten más del 70% del capital generado, el 64.86% recurre al financiamiento para mantener sus actividades productivas.
La agricultura como actividad económica en el municipio de San Blas ha tenido procesos de cambio y adaptación, procesos a través de los cuales el municipio se reconfigura como espacio productor agrícola, en búsqueda de una mayor rentabilidad de las actividades productivas del campo, los ejidatarios han optado por reorientar su vocación productiva hacia productos más prometedores, en este aspecto de la rentabilidad de la actividad económica de la agricultura, la perspectiva de los ejidatarios encuestados es interesante, en el año 2000 con respecto al año 1990, es muy dispar la perspectiva que se tiene de rentabilidad (gráfico 23), para el 30.88% fue la misma situación durante este periodo, se percibe que la rentabilidad es igual, se mantiene constante la actividad económica y no se presentan cambios relevantes, sin embargo, para un 27.45% la situación es mejor, la actividad agrícola fue siendo más rentable hacia el año 2000, y por el otro lado, es otro 27.45% de los encuestados para quienes la rentabilidad de la agricultura fue menor hacia el año 2000 en comparación con el año 1990.
Para el año 2010, la situación se torna un tanto más dinámica, como se aprecia en el gráfico 24, sólo para el 16.18% se percibe una rentabilidad igual durante el periodo señalado, mientras que para un 37.25% la agricultura es más rentable hacia el año 2010, aspecto señalado principalmente por los ejidatarios dedicados a la producción de mango y yaca, que debido a su nueva vocación productiva han podido obtener mayores ganancias, pero para el 43.14% es a la inversa, la actividad económica del campo es menos rentable, ya para el año 2010 el periodo de transición de los cambios en la vocación productiva en cuanto a los productos principales está en su última etapa, por lo que los resultados de dichos cambios ya pueden ser palpables, para los productores de frijol y plátano, en los últimos años se perciben bajas en la producción, debido, a decir por los ejidatarios, a cambios en el clima y a una menor fertilidad de la tierra, también dependen del precio del producto, ya que éste puede ser muy fluctuante de un año a otro, lo que ha ocasionado pérdidas para algunos ejidatarios.
La organización social para la producción es un aspecto que ha cambiado en la estructura original del ejido, la conformación de grupos para la producción es más limitada, los grupos son más pequeños, prácticamente con la participación de algunos socios, con la existencia de las sociedades de producción rural, el modelo de organización y participación en grupo para la producción o comercialización ha cambiado, y sus formas de operar también.
Como se mencionó en el título tres del presente capítulo, las uniones de ejidos y comunidades prácticamente han desaparecido en el municipio, al igual que los grupos para la producción, en su lugar, se han conformado las ahora llamadas sociedades de producción rural, que aún esta forma de organización solo opera en 22 de los 33 ejidos existentes en el municipio, pero la participación es cada vez menos colectiva, la mayoría de los ejidatarios (58.33%) no participan ya en algún tipo de organización para la producción o comercialización de sus productos, dato expresado en el gráfico 25.
Quienes participan en esquemas de grupo para la producción o comercialización lo hacen a partir de las sociedades de producción rural, esquema en el que participa el 39.22% de los ejidatarios, el 1.96% producen o comercializan en grupo, pero sin constituir éste de manera legal, son los propios integrantes quienes determinan las formas en la que han de operar, sin embargo conlleva una limitante que es la imposibilidad de acceder a apoyos o financiamientos por no cumplir con los requisitos legales; el 0.49% se organizan en integradoras, esquema que consiste básicamente en conjuntar la producción de los socios o participantes y vender esta producción en volumen, este esquema les ayuda básicamente en realizar la venta con mayor facilidad y rapidez, que tratar de colocar el producto de manera individual.

6.2 Turismo.

El turismo como actividad social implica un entramado de actividades económicas que se entrelazan para conformar una experiencia turística, una de estas actividades económicas es la hotelería, importante en la actividad turística ya que a partir de ella se identifica la afluencia turística de un destino y se puede determinar su importancia, principalmente porque refleja la existencia de actividad turística, de acuerdo con lo establecido por la OMT y la Secretaría de Turismo en México, un turista es aquel que viaja fuera de su lugar de residencia por un periodo mayor a 24 horas y menor a 12 meses haciendo pernoctación en el lugar visitado.
La hotelería registra precisamente estas pernoctaciones y conforma una de las actividades económicas que genera la actividad turística, de ello la importancia que tiene, a diferencia de los establecimientos de servicio de alimentos y bebidas, la hotelería registra los huéspedes que recibe, con base en ello se puede determinar su lugar de residencia y el número de noches que pasa en el destino, por lo que los registros que realizan estos hoteles ayudan a conjuntar la información estadística de la relevancia de un destino turístico y de su dinámica económica generada por esta actividad.
En nuestro país, como en la mayoría de los países del mundo, los hoteles se categorizan de acuerdo a la calidad de los servicios que ofrece así como de su infraestructura, esta categorización ayuda al turista a elegir un destino y un determinado hotel de acuerdo a los estándares de servicio que pretende disfrutar, con ello se garantiza la seguridad, higiene y calidad que el turista espera y desea tener; dicha categorización que se realizan en México se clasifica en una, dos, tres, cuatro y cinco estrellas, además de estas categorías se han añadido las categorías especial y gran turismo como las categorías más altas que se pueden alcanzar.
En el municipio de San Blas, la actividad turística se fue dando de manera espontánea, se fue conformando como destino turístico de manera paulatina, es decir, no surge a partir de la planeación del Estado, ni de la iniciativa privada a partir de inversiones y del desarrollo de infraestructura turística, San Blas es un destino turístico que se ha ido consolidando por sí solo.
El surgimiento de hoteles de categoría turística en el municipio se registra desde la década de 1970 a 1980, de acuerdo con la información proporcionada por los hoteles encuestados, sin embargo, la mayoría de los hoteles con categoría turística surgen en la década de 2000 a 2010, coincide con las acciones del Estado por impulsar el desarrollo del turismo en la costa del estado de Nayarit, un aspecto que motiva las inversiones para las actividades económicas del turismo, comportamiento que se expone en el gráfico 26.
El crecimiento en la cantidad de hoteles con categoría turística en el municipio tiene un comportamiento de constante crecimiento, que se intensifica a partir de 1990, y más decididamente a partir de 2000, sin embargo, existe infraestructura de hoteles que otrora estuvieron en funcionamiento y hoy ya no más, pero que seguramente fueron importantes para la actividad turística en los años de surgimiento y crecimiento de esta.
La creación de infraestructura turística, como la hotelería, se realiza netamente dentro del modelo económico capitalista, es decir, no tiene limitantes para que cualquier capital opere en el espacio turístico, por lo que el origen del capital para el sector hotelero de San Blas es diverso, a diferencia del sector agrícola; en la hotelería se da el fenómeno de la apropiación del territorio por capitales ajenos a la dinámica económica local o regional, esto debido a que el principal origen del capital es nacional (50%), sin embargo sí es importante la participación de capitales locales, ya que un  31.83% tiene su origen en el propio estado de Nayarit, incluso en el mismo municipio de San Blas; para un 13.64% de los hoteles, el origen del capital surge de una sociedad de inversionistas, y en igual porcentaje se estima la participación de capitales extranjeros, el financiamiento como origen de las inversiones está presente en 9.09% de los casos provenientes del extranjero y otra tanto igual para financiamiento nacional; el Estado participó en un 4.55% de los casos, cifras que se exponen en el gráfico 27.
La fuerza de trabajo necesaria para la actividad económica de la hotelería en San Blas también se ha incrementado en forma sostenida conforme se ha incrementado la oferta hotelera del municipio (gráfico 28), de 1990 a 2010 la fuerza de trabajo necesaria se incrementó en un 181.57%, mientras la oferta hotelera se incrementó en un 175% y la cantidad de habitaciones en un 195.6%, la dinámica económica de la hotelería en cuestión de infraestructura y fuerza de trabajo ha sido positiva, con un constante incremento que en términos generales reafirma al turismo como una actividad dinámica, en un proceso franco de crecimiento.
Los servicios básicos complementarios que ofertan los hoteles son cinco: agua caliente (100%), internet (90.91%), aire acondicionado (86.36%), televisión con cable (81.82%) y alberca (68.18%); después de estos, son el teléfono, salón de eventos, alimentos y bebidas, organización de eventos, gimnasio y lavandería otros de los servicios complementarios que algunos de los hoteles ofrecen; el municipio de San Blas, a pesar de ser un destino turístico de playa, principalmente, no está configurado como la generalidad de los destinos importantes de playa en México, sus características fisiográficas, sociales, económicas, políticas y culturales seguramente han marcado esta diferenciación, visible en la infraestructura que compone la oferta turística del destino, no se registran, por ejemplo, servicios de animación y deportes, ni modelos turísticos de hoteles todo incluido.
Inclusive, hace apenas algunos años, varios de los servicios arriba mencionados no se ofrecían, tal es el caso del internet, el 80% de los hoteles que en el año 2010 ofrecen dicho servicio, no lo ofrecían en el año 2000, así mismo, un 38.89% de los hoteles con televisión con cable no ofertaban dicho servicio en el año 2000, el 31.58% de los hoteles con aire acondicionado tampoco lo ofertaban, misma situación para el 13.33% de los hoteles con alberca y para el 11.11% de los hoteles con teléfono. En la primera mitad del periodo analizado (1990- 2000) los servicios complementarios que ofrecía la generalidad de los hoteles en el municipio se limitaban a agua caliente, ventilador y televisión abierta.
El porcentaje de ocupación hotelera refleja la importancia que un espacio va adquiriendo como destino turístico, indica la dinámica de la actividad turística, es decir, si el destino turístico presenta incrementos o decrementos de las visitas, y si la oferta hotelera es adecuada, está sobrada o es inferior a la que se necesita, la Secretaría de Turismo en México realiza las estimaciones del porcentaje de ocupación hotelera en los principales destinos turísticos del país. En el municipio de San Blas la mayoría de los hoteles no llevan un registro adecuado de la ocupación hotelera que logran. De acuerdo con la información proporcionada, el promedio de porcentaje de ocupación en San Blas ha disminuido en la última década, sin embargo en el mismo periodo los hoteles que conforman la oferta hotelera con categoría turística se incrementó en un 100% y el número de cuartos se incrementó en un 43.4%, el promedio de porcentaje de ocupación hotelera se muestra en el gráfico 30.
Si se analiza en términos absolutos la cantidad de turistas que recibió el municipio en el periodo señalado, la visita de turistas que se hospedaron en establecimientos de alojamiento temporal se ha incrementado; aunque se carece de la información desglosada para el municipio durante los años de 1998 a 2004, de 1997 al año 2010 la cantidad de turistas se incrementó de 79,533 a 126,836 turistas, lo que significa un incremento del 59.47%.
En cuanto al tipo de turistas que reciben los hoteles, para el 81.82% de los hoteles con categoría turística reciben principalmente turistas nacionales, el 9.09% recibe aproximadamente en igual proporción turistas nacionales y extranjeros, y otro 9.09% recibe principalmente turistas extranjeros.
Mientras el comportamiento es de incremento en la oferta hotelera en el municipio, el promedio del porcentaje de ocupación de los hoteles tiene un comportamiento descendente, no obstante prepondera la perspectiva de mayor rentabilidad  de la actividad económica de la hotelería durante el periodo señalado, información expuesta en los gráficos 31 y 32.
Para el 50% de los hoteles que funcionan desde 1990, su actividad económica fue más rentable hacia el año 2000, mientras un 30% manifestó percibir menor rentabilidad en el mismo periodo, y para un 20% su actividad económica se mantuvo igual de rentable, ya con la mayoría de los hoteles en funciones durante el periodo 2000 a 2010,  un 47.62% tuvo resultados favorables y una mayor rentabilidad hacia el año 2010, empero, se incrementó en un 42.86% los hoteleros con una perspectiva de menor rentabilidad en el mismo periodo, solo para un 9.52% la rentabilidad de su actividad económica se mantuvo igual. Parece haber mejores condiciones para algunos de los hoteles en el municipio que han logrado posicionarse en el mercado turístico, mientras otros hoteles no tienen la misma bonanza, y en consecuencia han dejado de cuidar su infraestructura hotelera y desmejorado los servicios que ofrecen, es decir, no han podido competir con los hoteles que mejor se han posicionado en el mercado turístico.
Cierto es, que a pesar de que los hoteles conservan su categoría turística, muchos de ellos han empeorado sus condiciones de infraestructura y servicio, descuidado sus instalaciones, así como la imagen, higiene y calidad, lo que les ha significado considerables decrementos en las ventas que logran, resultado de ello es el cierre de algunas empresas hoteleras que operaban apenas hace unos años en el municipio, pero que no se han podido mantener en el mercado.
En el periodo de tiempo analizado, solo un hotel recibió apoyo del Estado en una ocasión, el tipo de apoyo fue económico y el motivo fue por los daños ocasionados en el hotel por el huracán Kenna, ocurrido en el año 2002, es decir, en el caso de la actividad turística, el Estado no apoya de manera directa a las empresas del ramo hotelero, ya sea en forma de subsidios, apoyos económicos, etc.
En el municipio de San Blas, el Estado fomenta el turismo con inversiones en infraestructura urbana, dotación de servicios urbanos, infraestructura carretera, promoción turística, entre otras cosas, a decir por los responsables de los hoteles encuestados, se han mejorado las vías de comunicación terrestre, se construyó la marina San Blas que recibe yates turísticos, se han mejorado los servicios urbanos, el servicio de transporte y la infraestructura e imagen urbana, también se reconoce la organización de eventos culturales y deportivos que atraen a turistas al municipio, y se han dado a conocer planes y programas de fomento al turismo, entre ellos la construcción de un malecón en la bahía de Matanchén, plan que en la actualidad se está llevando a cabo.
Como factores que potencian la actividad económica de la hotelería, resulta interesante que para los responsables de los hoteles encuestados, la mayoría de estos factores sean internos, es decir, que dependen de los mismos hoteles, son dos los principales factores valorados por los hoteleros: la comercialización y el mejoramiento de la infraestructura del hotel, ambos importantes para el 68.18% de los hoteles encuestados, el utilizar mejores técnicas de comercialización, y en general a partir del uso del internet y del material impreso que se distribuye a través de la Secretaría de Turismo y la asociación de hoteles del municipio de San Blas, los hoteleros perciben mayor dinámica de ocupación en los hoteles, aunado al hecho de mejorar constantemente las instalaciones, y ofrecer más y mejores servicios les permite, por un lado, incrementar la capacidad de carga de sus establecimientos, y por otro, atraer a más turistas a partir de la calidad del servicio brindado y la calidad de las instalaciones.
La calidad del servicio, es otro factor que abona al buen cauce de la hotelería, según expuso el 54.55%; la conjugación de estos tres factores mencionados les ha permitido a varios de los hoteles incrementar su categoría turística en cuanto al número de estrellas, en este caso, el 54.55%, de los hoteles del municipio con categoría turística, logró en el periodo de tiempo analizado, incrementar su categoría.
Sin embargo, también se perciben factores que limitan la actividad económica del turismo, y específicamente para los hoteleros se percibe uno: la menor llegada de turistas al destino turístico, expresado por el 50% de los hoteleros encuestados; respecto de la percepción sobre factores limitantes, se percibe un factor externo como la principal limitante para su actividad económica; sin embargo, aunque en porcentajes bajos, se reconocen factores internos que también significan limitantes a su actividad económica, a saber, para el 13.64% las estrategias de comercialización que se han emprendido son peores o se han dejado de hacer, la infraestructura del hotel ha desmejorado, así como la calidad de los servicios, ambos factores expresados por el 9.09% de los encuestados, respectivamente, expuestos en el gráfico 34.
Para la actividad económica de la hotelería en el municipio, son mayores las percepciones de factores que potencian o incentivan el turismo y sus actividades económicas, se percibe un ambiente positivo respecto del turismo en el municipio, en este sentido, el Estado también es partícipe de acciones que benefician e incentivan la actividad turística en el municipio, al respecto, el 72.73% de los encuestados manifiestan que el Estado ha invertido en mejoras en las vías de comunicación terrestre y marítima, debido a la construcción de la autopista Tepic- San Blas que está en proceso y la construcción de la marina turística de San Blas que forma parte de la escalera náutica del megaproyecto turístico “Mar de Cortés”; así mismo, el 63.64% también reconocen que los servicios públicos urbanos se han mejorado y permiten ofrecer mejores servicios a los turistas, las principales mejoras realizadas son en infraestructura e imagen urbana, con la pavimentación de calles y la mejora de los servicios públicos de drenaje, agua y transporte público, todo esto aunado al proyecto de mejoramiento de la imagen de la cabecera municipal como parte de la estrategia para poder ser contemplado como “pueblo mágico”, tarea que es parte de las acciones del Estado para incrementar la dinámica turística en el municipio, que a decir por el 68.18% de los encuestados, el Estado también incentiva la actividad turística con la promoción del destino turístico, la creación y apoyo para organización de eventos culturales y deportivos y la implementación de proyectos para el desarrollo del turismo en el municipio.
Las formas de acumulación en la hotelería se apegan al modelo económico capitalista, el capital necesario para la conformación de un hotel es considerablemente alto, la mayor parte de las inversiones para la actividad económica de la hotelería son externas al territorio, es decir, no están inmersos en la dinámica económica local o regional, sino que son capitales ajenos que operan en el territorio, se convierten en agentes económicos claves para el desarrollo del turismo en el municipio, pero también son los principales agentes económicos que acaparan la plusvalía generada por el turismo.
Como actividad económica, la hotelería no depende del financiamiento para subsistir, no así del Estado, de quién sí depende como ente inversor en la creación del destino como producto turístico, para la dotación de servicios públicos, creación de infraestructura urbana y turística complementaria, así como para la promoción del destino en otras latitudes.