ALTERNATIVAS SUSTENTABLES DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA PARA EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

ALTERNATIVAS SUSTENTABLES DE PARTICIPACIÓN COMUNITARIA PARA EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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ASPECTOS ACTUALES DE LA MINERÍA EN ANTIOQUIA

Mgstr. Margarita María Pérez Osorno 1

Dr. Ramón Rivera Espinosa2

Resumen

Se realiza un acercamiento a las características de la minería en el Departamento antioqueño colombiano, en la lógica de la explotación neo extractiva moderna. Constituida esta práctica como minería ilegal. Orientando la reflexión a comprender de los aspectos sociales que conlleva esta actividad. Asimismo enfatizando en las situaciones desventajosas para la población y el medio ambiente en que se presenta esta actividad en los municipios de: uno en donde la comunidad no dejó que la minería ingresara que se llama JERICO y otro en donde no ha surgido ningún movimiento a pesar de los graves impactos de la minería de oro que se llama SEGOVIA. Planteandose búsqueda de alternativas sustentables a esta actividad que si bien ha sido recurrente, es prioridad con el auxilio de la metodología participativa que ofrece la etnografía y el trabajo de la antropología aplicada el conocer de las condiciones concretas sociales y ambientales  donde sea posible generar propuestas de desarrollo local incluyente.  

Abstract

An approach takes the characteristics of mining in the Colombian department of Antioquia, in the logic of modern neo extractive exploitation. Constituted the practice as illegal mining. Orienting reflection to understand the social aspects involved in this activity. Also emphasizing the disadvantageous conditions for the population and the environment in which this activity is presented in the municipalities of: one where the community does not let mining called from entering JERICO and another where no movement has emerged despite the serious impacts of gold mining called SEGOVIA. Considering finding sustainable alternatives to the activity that while there has been recurrent , s priority with the help of participatory methodology that provides ethnography and work of applied anthropology to know the social and environmental specific conditions possible generate development proposals Local inclusive .

Introducción

 “Ciertamente, es apropiado amar e incluso venerar la naturaleza y los procesos naturales: podemos atesorar la naturaleza porque nos proporciona belleza e inspiración, así como beneficios prácticos; podemos valorar la naturaleza como un fin en sí misma, y sentir piedad y respeto hacia todas las formas de vida”
(Tough, Allen. 2004:22)

Este trabajo mayormente reflexivo, parte desde la mirada antropológica, donde hacemos hincapié en la gran importancia de la etnografía como método necesario para la comprensión de los fenómenos sociales y humanos. Y es precisamente en la actividad minera, de enorme peso histórico, ya que esta actividad llega a constituirse en diversos pueblos de América Latina como la actividad básica de las poblaciones y ha conformado y orientado situaciones culturales particulares, constitución de economías, morfología de ciudades, y desequilibrios sociales debido a su mal uso.

En la Antioquia colombiana persiste como actividad de gran importancia, si bien modernizada y con carácter intensivo, continúa con su carácter artesanal y de la cual la población aun desarrolla técnicas tradicionales, como modo de supervivencia, principalmente en el medio rural.

La minería en Colombia remonta su historia hacia la época prehispánica donde la producción mineral básicamente se enfocaba en el oro (lo que propició el aumento en la comercialización de esclavos africanos) 3 y en mucha menor proporción la sal y las esmeraldas. En la época de la colonia (siglos XVII y XVIII) aparece la plata y el platino; ya en la época de la República se trata de desarrollar la industria del carbón y el hierro y solo hasta el siglo XX se inicia la explotación del petróleo, el acero, el níquel y el carbón. (Campuzano, 1993)

En Colombia residuos antiguos arqueológicos y paleográficos, en análisis de composición metalúrgica y metalografías en laboratorio evidencian la antigüedad en el uso de los metales por grupos étnicos boyacenses lo que demuestra la antigüedad de más de 2000 años de conocimiento de tecnología metalúrgica y de saberes. Y son los llamados barequeros quienes hay constituido una cultura propia, 4 netamente minera y han orientado además a la defensa de su territorio con la protesta social ante el olvido y el despojo de sus tierras. (Lleras, Gutiérrez, y Pradilla, 2009).

La arqueología es de utilidad para conocer de las características que tuvieron los espacios mineros y el asentamiento de las viviendas, manifestándose situaciones de abandono y repoblamiento de espacios para habitar, cercanos a las vetas mineras. Esta segunda vez ya con mejores técnicas para la explotación aurífera. Las características de las viviendas fueron de muro de piedra, en tapia y techo a dos aguas con teja. Que evidencian que debido las características de calidad de los materiales, tales viviendas correspondían a una familia de recursos economicos. (Obregón y Gómez.  2005).

Si bien en un inicio planteaban dificultades para la construcción hay que tomar en cuenta que responden a la lógica agraria y extractiva en relación a la conformación geográfica que son caminos que aun existen. (Botero Páez 2005).
 
Sabido es que Antioquia ha sido históricamente un departamento con gran riqueza minera y con recursos al parecer inagotables, sin embargo, es conveniente la conservación hacia futuro de estos; de allí que hay que considerar un grado estimable en la sociedad civil de conciencia social y demanda de políticas públicas hacia la gubernatura; “El principal producto minero de Antioquia es el oro, cuyos yacimientos se encuentran en varias de sus zonas mineras como lo son Amalfi, Segovia, Remedios, Zaragoza, El Bagre, Frontino, Abriaquí, Caramanta y Cáceres. En menor proporción, se encuentra plata y platino, este último en depósitos de origen aluvial, principalmente del rio Nechí y algunos de sus afluentes (BIRD, 2008). Este departamento cuenta con importantes reservas de rocas calcáreas, más que todo mármoles, cuya explotación abastece la industria cementera antioqueña, una de las más importantes en el continente; también se explotan como rocas ornamentales y como fuente de cales agrícolas e industriales. Los mayores depósitos de calcáreos se hallan en el Distrito de Puerto Nare, el cual está integrado por los municipios de Puerto Berrío, Puerto Nare, Puerto Triunfo, San Luis y Sonsón. Se calcula que el territorio antioqueño cuenta con reservas de 500 millones de toneladas de rocas calcáreas para explotar (BIRD, 2008)” (Villa y Franco Sepúlveda, 2013:128). Así como carbón, caolín y arcillas; “la Ley 685 de 2001 es el marco jurídico que regula actualmente la actividad minera en Colombia, en ella está consignado el principio de que el Estado renuncia a ser empresario minero y opta por traspasar a empresarios privados el derecho a explorarlo y explotarlo, mediante la fi gura del contrato de concesión” (Ibid:129)

Ante esta continua actividad minera, ciertamente se implementa en Antioquia el Programa de Fiscalización Minera de los Títulos Mineros, desarrollado por la Secretaría de Minas de la Gobernación de Antioquia, ante la diversidad de situaciones y condiciones, con un enorme número de explotaciones ilegales, muchas no conocidas; “Las subregiones con mayores problemáticas ambientales, sociales y de ilegalidad relacionadas con la minería, son: Bajo Cauca y Nordeste principalmente en los municipios de El Bagre, Nechí, Zaragoza, Tarazá, Amalfi, Anorí, Segovia y Remedios (Contraloría General de Antioquia, 2011).

Asimismo, la ilegalidad minera es un tema social por cuanto de ella se deriva el sustento diario de muchas familias, y por ende, es un problema de Estado. Además es un factor de poca productividad, de desaprovechamiento del recurso minero, del aumento de accidentalidad en las explotaciones y una pérdida departamental de recursos por la evasión en el pago de las regalías.” (Villa y Franco:131). Sobra decir que se ha pensado en el plan de manejo con conocimiento pero que en la realidad no es aplicable y que hace falta mayor trabajo de vigilancia y de asesoría con las organizaciones productoras. Para 2001 el Estado colombiano adoptó un nuevo Código de Minas (Ley 685 de 2001), manifestándose un boom en la actividad minera. (Villa y Franco Sepúlveda, 2013).

2.- La etnografía método valido en la antropología del desarrollo

La investigación social no puede ser tal
 sin un componente reflexivo
y un componente empírico;
aunque se articulen de diferentes maneras
 (Ortner, 1994: 226)

La etnografía es de utilidad para la intervención del desarrollo en la vertiente de la actividad aplicada entendida “como eje analítico entre la investigación académica y la intervención, con doble función: como instrumento metodológico para desarrollar la intervención; y como herramienta reflexiva sobre la misma...”(Rodríguez J., y  Margarita, N. 2012). Donde los antropólogos llegan a ser no solo investigadores o gestores sino parte misma de la intervención.

Valorando la acción e interacción entre los individuos, donde “la etnografía deja de ser un ejercicio de reflexión o interpretación individual, para convertirse en un instrumento político y a la vez transformador de ciertas prácticas; y que conlleva dos dimensiones: una primera epistemológica, pues implica hacer etnografía no ya de la alteridad, sino de la mismidad (Uribe y Restrepo, 2000:230).

La recomendación de conjugar la reflexión antropológica con la validez de la intersección entre la investigación aplicada y la investigación académica es válida, toda vez que es completa la orientación de llevar a término real lo que se piensa: En la dimensión de la socioantropología del desarrollo que considera “una complementariedad de los métodos, combinando un análisis etnográfico, sin olvidar la macrodimensión de los escenarios en los que tienen lugar choques, encuentros y transformaciones, característicos de los programas y prácticas ligados al desarrollo”, denominados por el autor “arenas” (Olivier de Sardan, 1995: 173-176).

Cabe mencionar que la antropología colombiana ocupó en sus inicios el espacio común de confrontación entre la antropología progresista y la tradicional, principalmente en la Universidad de los Andes. La postura académica alternativa se ha manifestado en los posgrados de manera que se ha consolidado una disciplina, como se demandó en los sesenta, más comprometida y con mayor rigor científico.

De allí que la “socioantropología del desarrollo más que hacer una crítica de las dinámicas de la intervención, tiene que plantearse dos aspectos fundamentales: a) su responsabilidad en la necesidad de comprender la interacción, tanto dentro de la intervención, como en la formación de interventores; y b) reflexionar sobre los límites y parámetros ético-científicos de la investigación aplicada; así como evaluar el flagrante fracaso de un sinnúmero de intervenciones”. (Rodríguez J., y Margarita, N. 2012: 231)

Valoremos que la cartografía histórica es un elemento de gran apoyo para conformar la cartografía actual. Donde es conveniente saber valorizar una mirada crítica los organismos interventores o gestores del desarrollo lo que plantean los antropólogos que se precie de tener principios a que nivel de la organización confluyen en el trabajo autogestivo y reflexivo de la labor de las instituciones y los agentes de estas en relación a la estructura de las organizaciones y sus líderes. Hay una mirada privilegiada del etnógrafo involucrado, y de alguna manera comprometido con la realidad que estudia, permite crear estas relaciones y comprender las estructuras que la limitan, que escapan a otras varias técnicas de intervención”.(Rodríguez J., y  Margarita, N. 243). Y cuando se realiza analíticamente la reflexión, esta se conjuga asimismo, con reflexión del equipo, de sus trabajos, de las trayectorias e intereses de cada uno de los participantes en la intervención del trabajo etnográfico.

Cuando se arriba a una comunidad como investigadores, llegamos con unas tensiones previas y encontramos que las comunidades también tienen sus propias tensiones. La cartografía social como una técnica a través de la cual se pretende generar conocimiento social, es una buena opción para abordar investigaciones relacionadas con la minería en Antioquia. En el conocimiento dialógico que se establece con el otro como sujeto social, se debe hacer vigilancia epistémica de los métodos y técnicas que se utilizan. (Bourdieu,

La cartografía social se convierte entonces en una forma de generar conocimiento, en una forma de saberes fronterizos y en diferentes formas de representar el territorio entre comunidades que han tenido procesos diferenciales frente a un modelo neoextractivista, donde se ha pasado del extractivismo clásico al neoextractivismo en el contexto del capitalismo mundial y las nuevas condiciones que impone la geopolítica.5 (Lander,E. 2014).

Las empresas trasnacionales ETN, han sido las principales beneficiadas en el boom minero que a la par del desarrollo capitalista de la periferia en las fases de acumulación depredador extractivo en la orientación del imperialismo extractivo. Donde la elite de la clase gobernante y su Estado ayudan a asegura y promover la extracción de los recursos naturales en la orientación de un modelo de desarrollo nacional basado en la ideología globalizadora. (Sankey, K.2015).

El conocimiento local es el que finalmente deberá surgir en un proceso de cartografía social, que permitirá “alcanzar el punto de vista del otro” y que permitirá generar comprensiones localizadas de los diferentes conflictos y tensiones existentes en la minería. Donde se precisa reensamblar lo social: (2008),  plantea lo que sería la técnica “perfecta” para las investigaciones en minería y es la cartografía de las controversias, en donde si se mapearan las controversias de la minería de oro en un municipio que “no esté muy seguro” de que esta sea la actividad económica que implique desarrollo para las regiones, tendría que tenerse la mirada del minero, del trabajador de la multinacional, del funcionario de la Corporación Autónoma Ambiental, del minero artesanal y hasta del actor armado.

Antioquia

El café y el oro han sido expresiones de la acumulación de capital para la industrialización en Antioquia fundamentalmente en el área de Medellín. Surgiendo polos industriales en el valle de aburra que garantiza las condiciones para el establecimiento fabril y fuerza de trabajo disponible, aunque faltaban mejores condiciones para el logro de un encadenamiento propicio para el despegue industrial acelerado. Con el auge mundial de la industria con sus condiciones de infraestructura etc. se deja de lado la sustentabilidad. Orientándose a la deforestación para impulsar la ganadería y a la producción de banana para exportación que esta desvinculada de la economía del Departamento. Habiendo cafeticultora marginal en la economia campesina. (Londoño y Cardona 2011).

Durante dos siglos la exportación principal fue el oro y a pesar de ser así la riqueza conllevaba una enorme pobreza. El papel de la tecnología llega a revitalizar la actividad minera, ya que los especialistas foráneos traen nuevas tecnologías y se impulsa e nuevo la actividad que permite los inicios cimentadores del país. La Sociedad Minera el Zancudo fue de gran importancia ya que involucro capital significativo que durante un siglo (1848-1948 logra situaciones de modernización progresiva, de manera tal que “el desarrollo de la minería de veta, con su modalidad empresarial asociativa y la utilización en gran escala del trabajo asalariado, hizo que en Antioquia se erigieran algunas de las primeras empresas capitalistas exitosas en el país”. (Romero. Pág. 3)

 A la par que la industrialización surgen las ferrerías y la construcción de maquinaria, el impulso al ferrocarril y el uso del carbón de Amaga, y junto con la industria textil y cementera y el impulso de la industria minera es que se inicia la industrialización en el valle del Aburrà.

Es necesario señalar que experiencias de cooperación para el desarrollo no han estado fuera de alcance ya que es bueno valorar. En relación a la enseñanza de la capacitación y el impulso al desarrollo local, pero que de manera didáctica explica las distintas etapas de los proyectos y las condiciones para su efectiva aplicación. (González. 2007). Debiendose “mejorar la capacidad local de dichos agentes por medio de la formación académico–técnica, apoyado en herramientas pedagógicas que sirvan como material complementario y de consulta para el proceso formativo”. (Romero 5).  Para ello debe darse la preocupación por conocer de los recursos y su eficiente uso para el desarrollo sostenible y teniendo que participar la Universidad de Antioquia, la Alcaldía, la Cámara de comercio, la Gobernación y el área metropolitana del valle de Aburrà.

Veamos dos municipios que tienen en común la defensa de su territorio y el medio ambiente y qué si bien la minería ha sido un elemento de subsistencia de la comunidad, ha traído también conflictos por la codicia de grupos que por encima de los intereses comunitarios se benefician de esta actividad.

JERICO

Jericó es un municipio ubicado en el Suroeste Antioqueño, que limita al Norte con Fredonia, al Sur con Andes y Jardín, al Occidente con Pueblorrico y Tarso y al Oriente con el municipio de Támesis.  De acuerdo a la página oficial del municipio:
            Rodeado de hermosas montañas y bañado por las frescas aguas del río Piedras, Jericó cuenta además con dos cerros tutelares que adornan el entorno paisajístico del casco urbano y las principales actividades económicas son el plátano, el café, el cardamomo, la industria del cuero y la ganadería. (http://www.jerico-antioquia.gov.co/informacion_general.shtml)
 
Jericó es uno de los municipios colombianos que de manera reiterada, se ha resistido a procesos de minería. Todo inició en el año 2006 cuando este municipio junto a otros cómo Támesis y Pueblorrico fueron incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo Minero, a pesar de que no han sido municipios de tradición minera. http://lasillavacia.com/node/43993. Estos municipios que hacen parte del corredor geológico Cinturón de Oro, muestran la gestación de movimientos que se resisten a la minería como actividad económica   

Desde entonces, las formas de resistencia civil y comunitaria en Jericó no se han hecho esperar. Una de las primeras imágenes que se encuentra al llegar al municipio, es una blanca e impecable arquitectura plagada de letreros: no a la minería. 

Aunque la mayoría de los habitantes de Jericó se han manifestado en contra de la minería y de la presencia de Anglo Gold Ashanti, no dejan de presentarse conflictos internos entre los habitantes del municipio. Censat Agua Viva recopila un comunicado a la Alcaldía, la Personería de Jericó, la Gobernación de Antioquia, la Procuraduría Genral de la Nación y la opinión pública nacional en donde la Mesa ambiental de Jericó, el Comité por el Futuro de Jericó, la Asamblea Constituyente de Jericó,  el Cinturón Occidental Ambiental –COA y el Comité por la Dignidad de los Cafeteros rechazan la minería en zonas cafeteras http://censat.org/es/noticias/la-polemica-bandera-de-jerico-no-a-la-mineria

A pesar del fuerte movimiento en contra de la minería en Jericó, empresas multinacionales han adelantado procesos de exploración. http://lacalle30.blogspot.com/2013/04/primer-foro-del-cinturon-occidental.html. Sin embargo esto no ha diezmado ni mucho menos el importante activismo social en contra de la minería. El COA – Cinturón Occidental Ambiental nace como una contrapropuesta del Cinturón de Oro de Colombia que abarca a los municipios de aramanta, Valparaíso, La Pintada, Támesis, Jericó, Tarso, Pueblorrico, Hispania, Andes y Jardín. El COA se define a si mismo como:

            “Somos Territorio Sagrado, con identidades que nos definen: pueblos Embera Chamí, múltiples hallazgos arqueológicos, religiosidad compartida, culturas y economías propias que nos hace únicos en el contexto nacional, exuberante belleza paisajística, estrella hídrica que refleja la gran riqueza en aguas. De esta manera el COA, integrando los municipios de Caramanta, Valparaíso, Támesis, Jericó, Pueblorrico, Tarso, Andes y Jardín, conjuntamente con los resguardos indígenas Marcelino Tascón, Karmata Rúa, Miguel Cértiga y Bernardino Panchí, intenta fortalecer estructuras de articulación de procesos comunitarios para la promoción de conciencia colectiva en defensa del territorio, mediante la interlocución legítima entre actores, procesos y comunidades involucradas en la problemática social, económica y cultural.” http://lacalle30.blogspot.com/2013/04/cinturon-occidental-ambiental.html

Entre las acciones llevadas desarrolladas por el COA, se cuentan: foros para señalar conflictos y estrategias de resistencia para la defensa del patrimonio natural y cultural; Cabildos Abiertos promovidos en Támesis, Jericó y Jardín para afianzar espacios de discusión con las comunidades; la Vigilia para la defensa del territorio, en Támesis, y la Travesía por el Suroeste “un abrazo a la montaña” en los municipios de Valparaíso, Caramanta, Támesis, Jericó, Pueblorrico, Andes y Jardín. http://lacalle30.blogspot.com/2013/04/cinturon-occidental-ambiental.html

Además de las actividades realizadas por COA, las manifestaciones en contra de la minería han sido considerables y muy variadas y se han dado promovidas desde diferentes sectores de la población, principalmente estudiantes y una gran cantidad de Organizaciones No Gubernamentales que se han creado para la defensa del territorio Jericoano.

La mayoria a cielo abietro, sin embargo hay  vetas y eracción subterraneas. En relación a la movilidad social cabe mencionar el Comité Futuro por Jericó. Que el 22 enero del 2014 en la defensa del ambiente se defiende la agricultura la fuente alimenticia ya que la minera contamina inmisericorde. Una lucha por el ambiente va aparejada a la lucha por la biodiversidad y el elemento. Ciertamente la llegada de técnicos y ofertas de empleo beneficiaria al pueblo, sin embargo, la llegada de ingenieros y personal capacitado hace que las rentas suban de 150 mil a 350 mil pesos.  (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12270248).

Si bien hay derrame de dinero al principio es ilusorio ya que posiciona a la ambición de las compañías y resquebraja la cohesión comunitaria. El oro del suroeste antioqueño enfrenta a mineros con sociedad civil. Organizaciones manifiestan que un cambio de vocación económica generaría inestabilidad en la zona. (Oscar Andrés Sánchez 1 oct 2012.)

Segovia

Se ubica al nordeste antioqueño. Con una gran tradición minera y con elevados índices de contaminación. Debido a estos altos índices la gobernación de Antioquia y la ONUDI tuvieron que intervenir en 2009 para mitigar las altas concentraciones de mercurio, logrando una reducción en este en una proporción significativa. Lamentablemente el municipio sigue a merced de las Bandas criminales (Bacrim), principalmente los urabeños y los rastrojos. (Herrera L.y Pamplona, J.,2013) Lamentablemente grupos paramilitares y de narcotraficantes han asentado su presencia por el interés del metal y por la movilidad que les ofrece el territorio que está alejado de la ciudad, en la lógica de la minería emergente, apropiándose propiamente de ganancias que genera la extracción del oro. Disputándose el espacio los Rastrojos, Urabeños, y con participación minoritaria Los Gaitanistas, Los Paisas y La Oficina de Envigado. Situaciòn de inseguridad donde las Bandas crimimnales aprovechan para someter a la polaciòn.   (http://www.revistapueblos.org/?p=12349). Consultado 27 agosto.

Es evidente que se requiere encontrar alternativas de subsistencia ocal y regional a la par que mayor presencia del Estado en seguridad y participación de todos los sectores para neutralizar a los grupos enemigos de la comunidad.  

Hay iniciativas que se deben de conocerse y compartirse, ejemplos de propuestas participativas como el proyecto de desarrollo sostenible del municipio de Alejandría desde la planificación turística; “iniciativa generada en el territorio del Oriente Antioqueño por el Proyecto “Turismo Para la Paz” (TPP). Iniciativa que hace parte del “II Laboratorio de paz del oriente”, y que se ha ejecutado por intermedio del CISP (Comité internacional para el desarrollo de los pueblos), entre enero del 2007 y junio del 2009, generando condiciones sólidas para posicionar el turismo como una opción real de desarrollo económico y social para los municipios que integran la región mencionada”. (Plan 2009:15); “Ruta de las Aguas y las Piedras” del Oriente Antioqueño, basado en el acuaturismo como tipología especializada y complementado con ecoturismo y agroturismo. Con la estrategia de planificación del turismo nos permitirá definir los lineamientos que orientarán la actividad turística en el municipio de Alejandría, no es posible hablar de cero (0) impactos negativos, ya que este fue municipio minero, fundado este municipio a fines el siglo XVIII. (Ibid).

 Municipio fundamentalmente boscoso. Este plan es de gran interés ya que presenta información lo más completa validada por el trabajo de campo e imágenes sobre los beneficios de la explotación. A pesar de la importancia de la propuesta, al parecer no se logró su implementación, pude constatar con la visita realizada en Julio del 2015, ciertamente habría avances en el ordenamiento del área urbana pero no es evidente la integración de servicios que potencien las propuestas del plan.

 Reflexión y Conclusiones

Compartimos que “Se trata de evidenciar cómo la minería divide a las comunidades haciendo un uso discursivo del arraigo minero y la negociación en la clandestinidad. Y, finalmente, no resarce los daños a la sociedad ni a su territorio, entendido este último como el espacio vivido. Por último, se discute que la minería, como actualmente se lleva a cabo, no es benéfica para el bien común. En tanto no haya cambios a la política “desarrollar ahora, averiguar después”, solo podemos esperar la destrucción de varios y diversos hábitats como consecuencia de la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros. La minería a cielo abierto, industrial y masiva promueve la supresión de las prácticas culturales locales al restringir acceso a puntos geográficos y materiales biológicos específicos, promoviendo así una acelerada fragmentación de comunidades indígenas y rurales. Mientras exista un soporte institucional desequilibrado en favor de la minería a gran escala, se ponen en riesgo las fibras más sensibles del tejido biocultural de las regiones en donde el proyecto minero penetra. Será solamente con una visión más clara de los impactos y peligros que ha legado una era de minería descontrolada como podremos comenzar a reequilibrar y priorizar el valor que, en pos de sociedades sanas y ecosistemas funcionales, puede generar una minería socialmente responsable en la práctica y no solo en discurso”. (La nueva minería en México. La jornada ecológica, Pág.3: 2015)

A condición de valorar escenarios futuros construyendo condiciones no catastróficas. Con un valor ético posible. Si bien es indudable que la minería pueda tener un impacto positivo sería necesario ver hasta qué grado esto es verdad y que las consecuencias no sean tan dañinas para el ecosistema cultural y ambiental. (Tough, 2004).

El problema de la deuda externa involucra la deuda ecológica que se refiere a los costos que debe asumir los países ricos y que no enfrenta. Además, involucra una serie de situaciones que impiden el desarrollo de los países emergentes y que los condenan a una situación constante de dependencia. As recomendaciones que se hacen son acertadas a tomarse en consideración y que no deben ser. (Martínez y Oliveres, 2010).

Asimismo, conocer de las contribuciones a la economía solidaria al desarrollo local. Cabe mencionar que a nivel de planeacion se cosideran en la legislacion lss condiciones propicas sin embargo en la realidad esta es muy laxa ya que persisten los abusos de las compañias mineras nacioneles e internacionales en una politica depredadora.

Definitiva la intensidad es para acabar con el medio ambiente ante estas situaciones queda ver las opciones que se requieren para unan desarrollo sustentable orientado a las mismas condiciones del suelo, de allí que la minería no sea, ni es la opción.

Veamos qué características tiene el suelo y que nichos de mercado son factible partiendo desde la autosuficiencia local. Impulsar actividades que se orientan a saberes tradicionales y que no afectan el entorno natural, con apoyo de las universidades y los especialistas con el fin de evitar la industria extractivita destruya el ambiente y el tejido social comunitario. (Marín, 2012).

La minería de oro en Antioquia, es un tema inacabado. Intencionalmente se usa la palabra  “tema”, porque es tan complejo que llamarlo de otra manera requeririría de muchas explicaciones adicionales. Antioquia comprende 9 subregiones: Urabá, Bajo Cauca, Occidente, Norte, Nordeste, Magdalena Medio, Oriente, Suroeste y Valle de Aburrá. Las  regiones que mas se caracterizan por la presencia de minería de oro son Bajo Cauca, Nordeste y Occidente y en menor grado Magdalena Medio y Suroeste. Aunque es un Departamento cuyas regiones comparten ciertos elementos, desde una mirada mas profunda, podría asegurarse que las diferencias son abismales. No es lo mismo hablar de minería de oro en Buriticá (que pertenece al Occidente Antioqueño), que en Segovia (Nordeste Antioqueño) o que en Jericó (Suroeste de Antioquia). Aunque el país y por ende los departamentos están gobernados por un único modelo de desarrollo económico (el neoliberal) que privilegia prácticas extractivistas, cada uno de los municipios en donde la minería de oro es una actividad económica, presenta importantes diferencias con el resto. Los procesos de colonización, de colonialidad, de invasión, de migración, de conformación, de insersión marcan rutas diferentes en la relación que el hombre establece con la naturaleza.

Antioquia hoy por hoy, es el Departamento que mas juego le hace a las políticas del gobierno actual, sobre todo a convertirse en el principal eje de la “locomotora minero – energética”. Es también el departamento que mas solicitudes de concesión de títulos mineros tiene gracias a las permisivas incursiones de parte de grandes multinacionales que aprovechan un desorden social inmensamente profundo, necesidades de empleo, actores armados al márgen de la ley involucrados con la actividad minera y unos incipientes pasos en los procesos de formalización minera.

En el complejo panorama de la minería de oro Antioquia, también se deben tener en cuenta los aspectos propios de cada tipo de minería. No es lo mismo en términos ambientales, sociales, políticos, económicos hablar de minería de oro de aluvión, de veta o socavón y de barequeo o minería tradicional o artesanal. Esta última cuyos procesos históricamente han develado una actividad económica “mas tranquila” en términos de que la puede practicar casi cualquier persona; de que no usa metales pesados como el mercurio o el cianuro; de que no genera el desprendimiento de otros metales pesados como el plomo o el arsénico; de que no requiere de grandes herramientas o instrumentos para poderse realizar y de que ha sido una actividad de herencias y tradiciones, se ve amenzada por la invisibilización que se le ha dado principalmente de parte de las multinacionales mineras cuando solicitan el título minero, del gobierno actual que no impulsa la actividad del barequeo como una alternativa sustentable de minería de oro y de grandes megaproyectos como hidroelectricas que en el caso de algunos municipios serán inundados para la generación de energía.

Y los insumos que requieran las localidades cercanas y que puedan ser factibles de producirse en el municipio El trabajo teórico y el trabajo colectivo o comunitario debe estar en la lógica y en la conciencia de todos y creo que es fundamental realizar jornadas de presentación de experiencias de trabajo realizado, por proyectos surgidos de la materia de

Insistiendo en que sea posible compartir experiencias de investigación de campo, donde sean presentados resultados y evaluación de proyectos de investigación, desarrollados. Considerando la importancia de que sean publicados; dándolos a conocer con la intención de que valorar el trabajo de la antropología; entendida como disciplina en constante construcción y de enorme importancia para la constitución de en disciplina nacional y critica. Ya que existe una antropología latinoamericana, que logra conjuntar los aportes de investigadores de otros países, aunque ha sido -la mayoría de las veces- de corte instrumental.

Consideramos involucrar a la etnografía y a las condiciones en que los sujetos desarrollan investigación de campo.  recuperar propuestas que son iniciativas que hay que conocer y valorar en la vertiente de la  “Construcción participativa de los planes locales eco turísticos de los municipios de Sonsón, Guatapé, Abejorral, Alejandría, Rionegro y Alejandría Ferrer en el Oriente Antioqueño, como estrategia de desarrollo local y manejo sostenible de los recursos naturales asociados a esta actividad en los municipios mencionados” 6

Tomemos ejemplo de la actuación del proyecto UNESCO en Japón de la mina Iwami Ginzan, en relación al paisaje cultural que ofrece una positiva enseñanza de cómo abordar el uso del suelo de manera sustentable e integral.  

Hablar de minería sustentable es ya en si una paradoja. Lo sustentable también se relaciona con lo renovable y los minerales no brotan nuevamente de la tierra después de ser extraídos. Cuánta tierra se despoja de sus raíces?, cuanta cantidad de agua se requieren en los procesos de la minería? Cuántos gramos de oro se extraen en comparación con los recursos naturales que se agotan?. Esta situación genera otras preguntas sobre todo las que se relacionan con la forma de llegar a las comunidades a realizar investigación.

La cartografía social es una de las formas que tiene la comunidad de conocer su territorio y por este asunto se convierte en una forma de defensa del mismo, frente a empresas multinacionales que podría decirse tienen unas cartografías absolutamente completas, impuestas y asimétricas. Esto también implica dos asuntos bien importantes: a quien (como investigadores) privilegiamos para hablar y como se exponen los conocimientos de la cartografía social, lo que necesariamente debe llevar a construir conocimiento social polifónico que muestre las distintas voces de un fenómeno tan complejo como la minería en Antioquia.    

Bibliografía

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El monstruo dormido de Segovia
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1 Magister. Doctorante. Docente investigadora. Grupo de investigación en salud ambiental. Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. Email:merlyna78@gmail.com

2 Profesor Investigador. Centro de Investigación y Servicio en Naturaleza, Sociedad y Cultura. Universidad Autónoma Chapingo. Responsable Programa Posdoctorado en Filosofía de la Ciencia y Sustentabilidad. México. Email: rre959@gmail.com

3 Fedesarrollo. La minería en Colombia: impacto socioeconómico y fiscal. Disponible en: http://www.fedesarrollo.org.co/wp-content/uploads/2011/08/La-miner%C3%ADa-en-Colombia-Informe-de-Fedesarrollo-2008.pdf

4 Ramón Rivera Espinosa y Margarita María Pérez Osorno. Sociedad, cultura y lucha social minera en el Chocó, colombiano.  2o. Seminario Internacional Territorio, Desarrollo Sustentable, Luchas Sociales y Ciudadanía. Chapingo, Texcoco, México. Noviembre 2015.

5 Ver: Castro Caycedo, German. 2014. Nuestra guerra ajena. Planeta Colombia, 2014.  Esta practica parte desde una vision mas geoplitica de despojo de las riquezas naturales  de las naciones de America Latina. Y aquí es donde la resistencia comunitaria y el tema en al agenda politica ambiental de las organixacines de la sociedad civil y de los partidos progresistas debe ser considerada. Para Mexico, ademas sucede lo que se `presenta para colombia que en donde se han detectado riquezas minerales. El Estado permite que grupos delincuenciales agredan a la población civil con la finalidad de deplazamiento, si vemos la logica geografca en los estados de Coahuila, Nuevio Leon y Chihuahua, entre otros, lo mismo que en los territorios de Colombia en donde con el pretexto del combate a la guerrila las trasnacionales pagar mercenarios y de los cuales se aprovecha el circuito de lo que es el plan Merida y los dineros y la capacidad de los militares en retiro que hacen grandes negocios

6 Comitato internazionale per lo sviluppo dei popoli – cisp corporación autónoma regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare–Cornare administración municipal de Alejandría con la colaboración de: SENA, centro de la innovación, la agroindustria y el turismo. El Santuario – Antioquia.