AGRICULTURA URBANA Y DESARROLLO LOCAL EN LA REGIÓN ORIENTE DEL ESTADO DE MEXICO

AGRICULTURA URBANA Y DESARROLLO LOCAL EN LA REGIÓN ORIENTE DEL ESTADO DE MEXICO

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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CAPITULO 3.- DESARROLLO REGIONAL Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL

La planificación regional llega a ser “un remedio a los males de la centralización excesiva y de las desigualdades internas del país”
 Ángel Palerm1

3.1 El contexto mundial

            Hubo diversos factores que influyeron para la caída del socialismo, entre ellos fueron: la burocratización excesiva y autoritaria, la corrupción estatal, la carencia de satisfactores de consumo, la destrucción de la naturaleza y falta de democracia y libertades individuales así como una fuerte presión política por los países del bloque capitalista. La caída del muro de Berlín, en realidad la caída del bloque socialista, presenta para el mundo un nuevo orden mundial liderado por los Estados Unidos.

               A nivel mundial se ha dado un proceso económico de "globalización de la economía, como un nuevo paso hacia la internalización del capital; configuración de grandes bloques comerciales e integración de mercados financieros interdependientes caracterizados por la hipercompetencia; fin de la guerra fría y del estado benefactor, los sistemas centralmente planificados se transforman y adoptan al mercado como regulador óptimo de la economía, privatización de las economías nacionales en función de las necesidades de los países capitalistas desarrollados con el fin de asegurar espacios de acumulación y valoración"; 2 existiendo otros polos de desarrollo económico en competencia como son la Comunidad Económica Europea y los países asiáticos. Estos últimos producen el 50% aproximadamente de las manufacturas mundiales, perfilándose asimismo una coyuntura productiva particular, donde "aparece la microempresa como solución a los problemas estructurales, la ampliación del sector informal, desempleo y transitoriedad del mismo son características salientes de la nueva estructura laboral". 3 Aparecen políticas fiscales desiguales.
     
El TLC desde principios de los años noventa en México fue proyectado a nivel ideológico como la única opción económica para México. Quedando  postergado el desarrollo social, anulándose inclusive algunos de los logros obtenidos en años anteriores existiendo una gran disparidad en los sectores productivos empobrecidos por falta de inversión y por haber sido el fundamento del modelo de sustitución de importaciones, aportando divisas como mano de obra y alimentos baratos. Pocos sectores vigorizados por las estrategias de modernización pueden acumular y tienen posibilidades de integrarse a la nueva estrategia internacional. Se presenta una volatilidad de inversiones, en la lógica de la especulación de capital.

      Kalmanovitz (1987) habla acerca de los cambios del deterioro de las condiciones de vida como son: el freno a la proletarización dándose paso a un capitalismo mercantil en la producción artesanal y la proliferación del sector informal, población que deja de ser disciplinada por el capital y se desenvuelve bajo condiciones mas laxas, surgen formas de producción independientes del capital, cambios técnicos en países por la competencia mundial y apertura comercial.4 Se expresa, a decir de Joekes, la globalización del trabajo femenino, por lo que los trabajos mal pagados están en manos de las mujeres. Impulsándose un proceso continuo de pobreza, eliminándose servicios que beneficiaban anteriormente a la mujer asalariada.

        En México, en los años sesenta, se presenta la concentración del ingreso en el periodo conocido como desarrollo estabilizador (1952-1970), manifestándose a mediados de la década la crisis tanto de la agricultura como de la economía en su conjunto ya que la agricultura fue el soporte y sustento no solo del impulso industrial, sino del tipo de desarrollo económico seguido por México por varias décadas. A fines de los sesenta el capitalismo comienza a presentar un estado de crisis debido a la falta de crecimiento y la caída drástica de ganancias. Hubo rezago en la inversión pública y cambios en la estructura de la producción a favor de la ganadería y de cultivos e insumos, provocando disminución de la importación de otros cultivos. Asimismo, hay cambios en la estructura productiva del sector agropecuario.

 Experiencias de países en vías de desarrollo con bajos niveles de desarrollo rural nos muestran que se logra reducir la inequidad con programas redistributivos, priorizando la inversión en capital humano, ejemplos: China, Irak, Sri Lanka, Egipto, Cuba. Y ejecutando la redistribución de ingresos, donde se identifiquen los grupos con mayores riesgos, considerando sexo, edad, formas de participación social, niveles de ingreso y formas de inclusión en procesos productivos.

           Por esto se debe de plantear la necesidad de impulsar una política económica más atenta a los desequilibrios financieros y a los peligros que entraña el libre mercado. Momento obligado ante la transición política que se dio desde el año de 1988, periodo de grave crisis no solo político sino económico; donde se expresa de manera más cruda el abandono del campo mexicano, además de una situación conflictiva en el terreno político debido a la llegada al poder de Carlos Salinas de Gortari, impugnado por la oposición política democrática.5 Después de años de desastre en la economía y de expectativas falsas así como de mayor dependencia económica, de caída de la planta productiva.  
 
De allí que es necesario rescatar la autogestión productiva de las organizaciones las cuales, en experiencias propias, logran sortear situaciones de crisis económica y de gestión ante las instancias administrativas gubernamentales contrarias al interés popular.

Diversas experiencias de autogestión han sido exitosas en las condiciones adversas de la política mexicana, ante la difícil situación económica, orientándose por la lucha reivindicativa y en la educación popular, en la lógica de la construcción de un mundo solidario. Las organizaciones tanto del campo como de la ciudad presentan serias dificultades tanto económicas como políticas en su relación ante el Estado. Solo con la participación y autogestión de sus miembros han podido salir adelante. Apoyadas y orientadas en ocasiones por las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que en el seno de la sociedad civil realizan trabajo organizativo. Lo cual implica una efectividad administrativa a su interior y un financiamiento mínimo para poder operar.

Cierto que hay una aceptación por parte del Estado a que las organizaciones sociales participen en la autogestión económica, esto como consecuencia de las nuevas condiciones en la economía nacional y global, que plantean que el Estado solo regule la economía, en lógica Neoliberal, sin embargo esto no es real ya que si las experiencias cuestionan la misma lógica de mercado entonces tenemos que hay impedimentos para que las organizaciones económicas populares puedan desarrollarse. 6 Pero no con la finalidad de que dependan demasiado de los financiadores. Situación harto peligrosa que esta manifestándose y que impiden el empoderamiento de la sociedad civil, incluyéndose lógicas de burocratización.

            La producción alimentaria en agricultura urbana es una alternativa autogestiva que requiere ser impulsada por la sociedad civil, en el entendido de las posibilidades de autogestión popular 

3.2 Industrialización en América Latina

En la posguerra se da un impulso a la industrialización. En los años sesenta la extranjerización de la industria latinoamericana adquiere una mayor intensidad y extensión en América Latina, y este proceso esta basado en la sustitución de importaciones que pasa a ser elemento dinámico del desarrollo económico. Primero se comienza con la elaboración de manufacturas simples, después la elaboración de bienes intermedios y en la producción de bienes de capital en algún país.

           La Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) en el Simposio Latinoamericano de Industrialización en Chile, en el año de 1966, plantea buscar nuevas orientaciones en la economía y se trato además el tema de transmisión de tecnología desde el exterior, y los esfuerzos de investigación tecnológica que se realizaban en ese entonces en los países de América Latina.

 El Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES) desde su fundación ha prestado apoyo en la formalización de estrategias de desarrollo económico social e industrial, con un enfoque integral y multidisciplinario. Se asigna al sector industrial tareas de importancia de acuerdo a las características de cada país. Pero la mayoría de los planes (en la década de los años setenta) postulan en darle al Estado una mayor intervención en el manejo y control de la economía.

Para 1972 el valor de los productos industriales en América Latina es del orden de 42 mil millones de dólares. La ocupación industrial creció en el orden de 3.8 % entre 1960 y 1970 y su tasa anual de producto industrial fue del orden de 6,9 %. Satisfactoria en comparación con los países industrializados, pero en el mismo periodo la población latinoamericana creció más aceleradamente que la población mundial.

          Sin embargo, la industria ha crecido de manera insuficiente. Presentando un cuadro heterogéneo no sólo en niveles de desarrollo industrial sino en las diferencias que se registran en la estructura de la producción y en la productividad, dotación de recursos naturales, tamaño de mercados, situación dependiente del exterior, estructura social y política, política monetaria, etc. Pero con características comunes en los países de Latinoamérica en la dependencia tecnológica; con tecnologías que muchas veces no son adecuadas a las condiciones regionales, "la definida concentración geográfica de la producción y ocupación industrial, dentro del ámbito de cada uno de los países, generalmente en torno al área metropolitana; la concentración de la producción en las unidades; el carácter monopolio u oligopólico que se registra en muchas ramas industriales; el tipo de explotación familiar predominante en algunas de ellas; la escasez de mano de obra calificada y de empresarios innovadores, etc.”7

          Emergen enormes problemas dignos de tenerse en cuenta cuando hay estrategias de industrialización8 como son: el acondicionamiento de la estructura industrial a patrones de consumo. Y es que la pequeña industria debió de convivir con un sistema industrial consolidado.

1 Palerm Angel. 1993. Planificación regional y reforma agraria. UIA-Grnika. Pág. 97

2 Zapata Martello Emma y López Arellano Blanca.1994. Mercado González Marta. Mujeres Rurales Ante el Nuevo Milenio. C.P. México. Pág. 33

3 Op. cit. Pág. 37

4   ídem

5 En las ponencias se vislumbran demandas de una política económica nacionalista, por parte de una organización llamada Confederación Politécnica de Economistas A.C., presuntamente afiliada al partido oficial y que en términos discursivos solicita una política económica democrática y participativa. Arroyo, Juan Pablo. 1989. Coordinador. La Economía Mexicana ante el Cambio. CIDE, FE UNAM, Anidec A.C. CNE A.C. FFN. 1989.

6 Ver, Dieter Paas. Mata Bernardino y Nuñez. Roberto 1990. La Cuestión Económica en las Organizaciones Autogestivas. UACh. Práxis. Fundación Friedrich Naumann. En este volumen se presentan estudios de casos tanto en el sector rural como en el urbano. En ellas se expresan las grandes dificultades para iniciar a operar como para continuar tanto desde la concepción del proyecto, la gestión legal y la manera de allegarse fondos. Se puede apreciar en la presentación de experiencias que el trabajo no solo atañe a incrementar los activos del capital y el lograr una administración eficiente, sino que también el lograr un aprendizaje por los miembros de las organizaciones en el que se exprese la solidaridad y el apoyo mutuo.

7 Nollf, Max. 1976. Desarrollo industrial latinoamericano. El trimestre económico. FCE. No. 12. Pág. 16

8 Un grupo de economistas que plantean la necesidad de impulsar una política económica más atenta a los desequilibrios financieros y a los peligros que entraña el libre mercado. Momento obligado ante la transición política del año de 1988, considerado un periodo de grave crisis no solo política sino económica, en donde se expresa de manera más cruda el  abandono del campo mexicano,  además de una situación conflictiva en el terreno político debido a la llegada al poder de Carlos Salinas de Gortari, impugnado por la oposición política democrática. En las ponencias se vislumbran demandas de una política económica nacionalista, por parte de una organización llamada Confederación Politécnica de Economistas A.C., presuntamente afiliada al partido oficial y que en términos discursivos solicita una política económica democrática y participativa. La Economía Mexicana ante el Cambio. Juan Pablo Arroyo. Coordinador. CIDE, FE UNAM, Anidec A.C. CNE A.C. FFN. 1989.