POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

Daniel Mora Máynez
Hiram Marquetti Nodarse

Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad Juárez

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1.2.3.- Reevaluación de los Enfoques en términos de Prioridad y Diseño de las Políticas Industriales

La evaluación desproporcionada de los aciertos y errores en que se incurrieron en el período implementación de la estrategia de sustitución de importaciones, implicó el abandono relativo de la aplicación de medidas activas de política industrial. La evolución de esta tendencia se produjo al amparo de la reconfiguración de las relaciones “Estado-Mercado” y bajo esta perspectiva adquirió fuerza el criterio de que la acción del mercado no puede sustituirse por el mejor diseño de política industrial.
Las críticas extremas a la herencia de la etapa de la sustitución de importaciones, propició que se produjera la transición de un escenario caracterizado por el predominio de un enfoque política industrial relacionado con las fallas del mercado, a otro en que va tener preeminencia el “limitar las fallas del gobierno”. 1
En estas circunstancias, según (Dussel, 2001) se elaboró una concepción de política industrial que persiste hasta el presente, la cual se caracteriza por el predominio del empleo de instrumentos de corte horizontal, la definición en términos genéricos e incluso de manera ambigua de las prioridades sectoriales, unido a la minimización de la necesidad de enfrentar un nuevo proceso de reindustrialización. En complemento, el accionar del ejecutivo se ha caracterizado por combinar un accionar sustentado en la neutralidad y la creciente discrecionalidad. 2
La evolución de esta proyección de la “política industrial” progresó en un contexto que puede clasificarse de contradictorio; por una parte, se produjo la reducción de las decisiones de políticas industrial caracterizada por su alcance nacional, mientras que el diseño prioridades sectoriales tránsito hacia un esquema en el que tienden a prevalecer los criterios que responden a una perspectiva externa, es decir, a las capacidades potenciales de inserción en los mercados internacionales y más recientemente de participación en las cadenas productivas globales. 3 Sin embargo, con independencia de la consolidación de tendencia se preservó la elaboración de los Planes de Desarrollo Nacional, como el principal instrumento de la gestión de los diferentes ciclos presidenciales.
Los planes de desarrollo nacional (PND) tienen por objeto delimitar las estrategias, planes de acción y objetivos globales de la administración de turno, las cuales se definen por mandato constitucional. Asimismo forman parte de su contenido los programas que se implementaran en cada sector y las acciones en que el gobierno pretende participar de forma activa para garantizar la consecución de los objetivos propuestos.
La elaboración de los planes de desarrollo se inicia con la realización de un diagnóstico de la situación global del país en ese momento, en conjunto a una proyección general de sus perspectivas a mediano plazo. Ello determina que se mantengan algunos temas de forma constante, los cuales trascienden de una administración a la otra. Empero, un rasgo peculiar de la permanencia de ciertos temas es que no se garantiza una respuesta efectiva a los mismos, debido entre otras razones, a que cada administración trata de construir su propia “agenda de desarrollo”. Esta situación determina que no exista un tratamiento transexenal de un grupo de problemas acumulados, lo que a la postre han llegado a transformarse en focos tensionantes en el funcionamiento normal de la economía.
La persistencia como denominador común de la falta de continuidad de un ciclo presidencial a otro en la búsqueda de respuesta a determinado tema, no impidió que en los últimos cuatro periodos presidenciales hayan constituido características comunes: la tendencia a reducir el papel protagónico del Estado, la aplicación progresiva de medidas de desregulación, el desarrollo de privatizaciones de empresas públicas, la reducción de los incentivos fiscales y financieros a la producción local. Paralelamente, se intensificaron de forma sistemática las medidas tendentes a generar un mayor grado de apertura económica y se ha mantenido como prioridad la centralidad de la industria maquiladora de exportación.
La permanencia en el tiempo de las prioridades anteriores posibilitó construir los soportes básicos de un nuevo modelo de crecimiento económico, el cual se ha sustentado en lo fundamental en el desempeño del sector exportador. En ese sentido, bajo laincidencia de estas modificaciones seva a producir el rediseño a fondo de las condiciones de inserción internacional de la economía mexicana y también un cambio irreversible en la estructura de las ventajas comparativas. 4 Un rasgo distintivo de la evolución de este proceso es la reducción sustancial de la intervención estatal en múltiples aspectos relacionados con la dinámica del desarrollo económico de la nación.
La minoración gradual del intervencionismo estatal ha estado vinculada de un modo u otro con la obtención de un grupo de “resultados positivos” entre los cabe mencionar:5 la mejoría del manejo macroeconómico del país, la reducción de las tasas de inflación, 6 y la minoración de los impactos negativos relacionado con la restricción externa, ya que se lograron avances sustanciales en el desempeño exportador, tanto de bienes como de servicios. No obstante, a estos progresos no se pudo impedir que prosperaran otros fenómenos negativos, entre los que cabe mencionar la ruptura de cadenas productivas nacionales y que se acentuara la dependencia importadora en rubros en los que existe capacidad de respuesta productiva en el país.
En paralelo, se acrecentó la dependencia de los ingresos petroleros tanto fiscales como no fiscales, lo que condujo a la petrolarización del presupuesto. 7 En similar dirección tuvo lugar el aumento de la precarización del mercado laboral producto del peso adquirido por el sector informal8 y del papel protagónico de la micro y pequeña empresa en la oferta nacional de ocupación.9
La evolución de la tendencia a la minoración sostenida del peso global del sector manufacturero, se convirtió a la postre en uno de los factores estructurales que explica, el mantenimiento de bajos ritmos de crecimiento de la economía mexicana en los últimos treinta años,10 dinámica que tendió acentuarse en los últimos ciclos presidenciales (Véase gráfico 1). En estas condiciones, tendieron a proliferar las iniciativas de políticas industriales de alcance estadual y el relativo sobredimensionamiento del protagonismo de la industria maquiladora de exportación, aspectos que serán abordados en el epígrafe 1.3.

1 . Las fallas del gobierno pueden ser de tres tipos: a) fallas en la identificación de los sectores estratégicos (Krugman, 1991b y 1994);b) fallas resultantes del mal uso o abuso del poder público por incompetencia, corrupción o influencia de grupos de interés, y c) fallas asociadas a la imposibilidad de concentrar la información suficiente para tomar las decisiones óptimas.

2. Dussel Peters, (2001).

3. En la actualidad existe un cierto consenso entre académicos y funcionarios de gobierno que la introducción de estos cambios condujeron al abandono de formular políticas industriales.

4 . Moreno Brid y Ros (2004, p. 49).

5. En opinión de Cuauhtémoc e Isacc (2012, p.127): La estabilidad macroeconómica que se logró en este período puede clasificarse de decepcionante, dado que si bien se redujo la tasa de inflación, se mantuvo un déficit moderado en las finanzas públicas, mientras el control del déficit externo resultó insuficiente. Paralelamente, el problema del desempleo se agudizó y se desarrollaron crisis macroeconómicas de forma periódica (en 1995, 2001 y 2009).

6. El objetivo prioritario a ultranza de la política macroeconómica es mantener la estabilidad de los precios.

7 . Según estimados de Segal, 2011, presenta aún un peso enorme en los ingresos del estado tanto fiscales como no fiscales.

8 . Según un estudio realizado por la Universidad Autónoma de México (UNAM) durante el período presidencial de Felipe Calderón Hinojosa, el 56% de los empleos generados se produjeron en el sector informal. Periódico La Jornada, 18 de abril de 2012. En otra evaluación que desarrolló la consultora Aregional se demostró que al cierre del 2011, el 60% de la población ocupada se concentró en la economía subterránea en 25 entidades estaduales, mientras que en tres alcanzó incluso más de 70%: Tlaxcala 73.1%, Guanajuato 72.6% y Puebla 71%. Véase. El Economista, 23 de octubre de 2011, p.3.

9. Las PYME´s representan el eslabón principal de la estructura empresarial del país, ya que aportan 7 de cada 10 de los empleos generados en la nación. Véase: El Economista, 8 de noviembre de 2011.

10 . Un interesante análisis de este tema se puede encontrar en Ibarra, Carlos (2008).