INDUSTRIAS AUDIOVISUALES EN ESPAÑA: PRODUCCIÓN, CONSUMO Y MERCADO

INDUSTRIAS AUDIOVISUALES EN ESPAÑA: PRODUCCIÓN, CONSUMO Y MERCADO

José Patricio Pérez Rufí. Coordinador
Universidad de Málaga

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SITUACIÓN ACTUAL DE LA RADIO EN ESPAÑA Y NUEVAS FORMAS DE RADIO.

Christian M. Bazalo Porras
Ana María Díaz Aguilar
Alexis Escalona Andreu
Antonio Muñoz Navarro
(Universidad de Málaga)

Resumen.
Este trabajo estudia la situación actual de la radio en España, tanto en sus formas, como en contenidos, audiencias y estructura en relación a los grupos multimedia. Mediante un análisis del estado de la cuestión del medio en España, analizaremos su situación con la finalidad de comprobar la obsolescencia del modelo radiofónico, propiciada por los grupos multimedia y la limitación del espectro radioeléctrico, y estudiaremos la creación de nuevas formas de radio, así como su relevancia dentro del sector.

Palabras clave.
Radio en España; renovación radiofónica; modelos radiofónicos; audiencias en radio; emisoras de radio; medios de comunicación; grupo de comunicación; grupos multimedia; espectro radioeléctrico; nuevas formas de radio; radio online; radio en Internet.

1. Introducción. 
En pleno siglo XXI, en un contexto de gran crisis económica y al mismo tiempo de grandes avances tecnológicos, la radio en España sigue manteniendo un modelo de funcionamiento tradicional que se ha consolidado con el paso de los años, tanto en sus contenidos formales como en su parte técnica y tecnológica. Los grandes grupos multimedia españoles, poseedores de las emisoras más relevantes y con más presencia en el país, han contribuido a la formación de este modelo de radio, que apenas ha sufrido modificaciones a pesar de la situación que vivimos actualmente y que sigue teniendo éxito entre los consumidores. Aunque la crisis ha afectado gravemente al sustento principal de la radio, las inversiones en publicidad, no lo ha hecho así con la audiencia, que incluso se ha visto reforzada al tratarse de un medio tradicional y de bajo coste. El objeto de este estudio es tratar de esclarecer el motivo por el cual la radio española está estancada en sus formas, así como investigar los nuevos modelos radiofónicos que se dan de forma minoritaria en la actualidad y que pudieran suponer un cambio sustancial en la renovación de la radio en España.
Es por este motivo que la hipótesis propuesta se basa en el poder de los grupos multimedia como factor clave para el estancamiento de la radio, por ello se plantea que la limitación del espectro radiofónico español hace que los grandes grupos multimedia acaparen el mismo, así como la audiencia potencial, limitando el espacio a nuevos modelos y formas radiofónicas.
A fin de contrastar la hipótesis propuesta se plantea la consecución de unos objetivos que podríamos dividir en dos partes, la primera recoge los dos primeros objetivos y la segunda el tercero. Durante la primera parte obtendremos una serie de datos lo más actualizados posibles que nos sirvan de base para el desarrollo del resto del trabajo, el primero de los objetivos es analizar el espectro de radiofrecuencia español para comprobar la ocupación del mismo por las diferentes emisoras, el segundo objetivo es observar la configuración de los grandes grupos multimedia y comparar sus audiencias con las del resto de cadenas. La segunda parte del análisis se centrará en la investigación de nuevos modelos radiofónicos con el fin de esbozar las claves para la renovación del modelo actual; el siguiente objetivo consiste en investigar la creación de nuevos modelos radiofónicos y su relevancia frente a las cadenas tradicionales. Pretendemos ver si es posible esta renovación y, si es así, intentar dar con las claves para el éxito de la misma.
Para realizar el análisis de este estudio se recurrirá a una metodología de tipo cuantitativa para comparar audiencias, número de emisoras y otro tipo de datos que sean relevantes en el estudio, todo ello con datos recogidos de los Anuarios de la SGAE, la EGM (Encuesta General de Medios), Infoadex y webs corporativas oficiales de las cadenas. Por otro lado, se recurrirá al uso de una metodología cualitativa para investigar acerca de nuevos modelos radiofónicos que tengan cierto interés en el ámbito de la renovación del modelo de radio actual. Este trabajo establecerá un marco teórico que ayude a definir a través de referencias el objeto del estudio y los problemas a resolver; en el análisis se llevará a cabo la consecución de los objetivos mediante la metodología propuesta; por último, se obtendrán conclusiones acerca del estudio y se definirá si la hipótesis se cumple o no.
En cuanto a los antecedentes consultados, se han recurrido a autores como Franquet, Cebrián, Rodero Antón, García Nogales, Linares Barrones y Mendoza del Moral. Además, para llevar a cabo el análisis de los objetivos propuestos se ha recurrido a los datos ofrecidos por los Anuarios de la SGAE (2011-2013), informes del AIMC sobre la EGM y un informe de Infoadex sobre la inversión publicitaria. Por último, la investigación se relaciona en ciertos puntos con trabajos relevantes para la misma como los de González Conde, Pedrero Esteban, Sánchez Serrano y Pérez Maíllo.

2. La radio en España: análisis y soluciones.
Para poder centrar la temática de la investigación, estudiamos cómo la gran audiencia que la radio posee en España no propicia cambios de contenidos ni formales para intentar acaparar más público, ya que su forma de actuar es de conformidad con la audiencia que ya posee.
Ante la crisis publicitaria que sufre el medio, cabe preguntarse si la radio no debería explorar nuevas fórmulas de financiación, contenidos y búsqueda de una audiencia más amplia, además de renovar sus figuras estrella (aquellas que hacen los programas más relevantes y acaparan un mayor número de oyentes), para poder hacer que su supervivencia sea duradera, ya que en caso contrario podría verse sumida en una profunda crisis de financiación económica y de falta de audiencias en un futuro.
El hecho de que la radio se ha vuelto tradicional podríamos observarlo estudiando la oferta de programas que tienen las cadenas, que prácticamente coinciden en temática y tipo de programas los mismos días en los mismos horarios, con una extensión excesiva dada la situación de las cadenas actualmente, algo que no sólo sucede en la radio generalista sino que también lo encontramos en la radio especializada.
        Para poder solucionar esto las radios deberían centrarse en una temática particular, centrarse en un aspecto y especializarse en este, y que les ayude a crear su imagen de marca para así los oyentes buscar las emisoras en función de aquello que quieran escuchar, cambiando así la programación, buscando nuevas respuestas y contenidos. Estos aspectos ya han sido propuestos anteriormente: “Una emisora de radio tiene que cultivar una personalidad sólida y diferente. El medio necesita apostar de una vez por todas por la especialización, en lo que algunos autores han denominado la radio de enfoque” (Keith, 2000).
Por otro lado, otro aspecto que se podría renovar son los propios contenidos en sí, ya que son muy repetitivos, siempre son los mismos y refiriéndose a los mismos temas. A pesar de que esté basada en la actualidad, siempre expone los acontecimientos en bloques estructurados y sin variar en ningún momento sus horarios y tiempos. Ante las posibilidades que nos ofrece Internet, la radio debería adaptarse y luchar por encontrar nuevas formas para poder evolucionar hacia una nueva audiencia, o para fidelizar más aún la que ya tiene. Como afirmaba Nieto (2003): “la radio muere porque no cuenta nada, no porque emita con tecnología analógica, muere por falta de talento, muere porque ya no es compañía, muere porque no es fiel a los principios que justifican su existencia”.
Sin embargo, podríamos valorar otro aspecto de la radio actual refiriéndonos a los contenidos de ésta. La radio es ese medio inmediato que tiene la capacidad de llegar donde otros no lo hacen, sólo que en España este carácter se ha ido perdiendo, tenemos una radio que se hace y produce en el estudio con conexiones puntuales, si surgen, en el lugar de la noticia o acontecimiento. Sin darle importancia, en muchas ocasiones, al oyente para que participe y pueda interactuar con este medio, cuando vivimos en unos años altamente interactivos gracias a la aparición de las redes sociales, donde el oyente busca más que nunca saciar su necesidad comunicativa. Por culpa de esta pérdida, también el oyente siente que la radio ha perdido su identidad local,  es una radio con información generalizada y que no busca otros contenidos que puedan afectar de forma más directa a su oyente más cercano, como exponen Rodero Antón y Sánchez Serrano (2007).
Por otra parte, otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es la pérdida de credibilidad que ha sufrido la radio en España desde hace decenas de años. La mayoría de los ciudadanos ha cambiado su concepto de radio y piensa que es una radio manipulada y que en ocasiones llega incluso hasta la propaganda de ciertas políticas o partidos. La relevancia de este aspecto proviene de que la radio en España es básicamente informativa, y el concepto que se tiene de esta también, por lo cual si nuestra información está manipulada la radio pierde oyentes. La radio debe librarse de estas influencias y dar la información de forma clara y objetiva, reservando espacios para la opinión. Esto lo podemos observar en el diagnóstico que hacen Gutiérrez y Huertas (2004): “Los informativos no esconden la opción política en la que se enmarcan. Si hace unos años parecía que la puesta en evidencia de la ideología política del medio sólo era aceptable en la prensa escrita, y para ello tenía el editorial, esta práctica se ha extendido ahora a la radio. Las cadenas públicas aparecen muy ligadas al gobierno del que dependen, central o autonómico, y las privadas responden a los intereses políticos del grupo multimedia del que son propiedad”.
Aunque debemos prestar atención a otro aspecto importante, que es la franja de edad que tiene la audiencia de radio en España, ya que en nuestro país los jóvenes y niños apenas escuchan este medio y es un público potencial que las emisoras deberían observar. La radio podría ser una gran herramienta pedagógica y educativa, que potenciara la imaginación de los más pequeños, un mundo sin explorar que si las emisoras se dieran cuenta de que existe podría ser una gran apuesta de futuro. No sólo por esa audiencia infantil, sino porque al inculcarles el hábito de escuchar la radio, conforme vayan convirtiéndose en adultos ya serían un público fidelizado.
Sin embargo, tampoco podemos olvidar que todos estos aspectos se incrementan por la falta de creatividad en este medio, un medio que no tiene riqueza expresiva, que tiene un lenguaje monótono y que no transmite nada, simplemente una redacción oral de los acontecimientos actuales, necesitamos la inclusión de más técnicos de sonido, de especialistas en la interpretación y en la palabra, que transmitan cuando hablan, que enriquezcan este medio y poder recuperar su potencial expresivo.
La radio digital en España no existe, parece que nos vamos a quedar encasillados en la radio analógica y que la evolución hacia un nuevo formato vendrá de la mano de Internet y no del sistema DAB. Como afirma Francisco Iglesias (2005): “La consolidación de los principales grupos de comunicación de la actualidad o los inicios de la radio digital y la radio en Internet”, una idea recogida por Rodero Antón y Sánchez Serrano (2007).
Aunque las emisoras son conscientes de ello, no terminan de explotar el gran potencial que podrían tener si sacaran partido de Internet y de las nuevas tecnologías, teniendo a un público joven altamente inmerso en las nuevas tecnologías y que podría ser un gran público objetivo al que dirigirse. Esta afirmación ya fue realizada por Murelaga (2004): “Son días inciertos para el medio radiofónico. Años en los que el profesional del medio tiene que desenvolverse a las mil maravillas entre aparatos de todas las clases y formatos. En esa relación máquina-persona está la clave del éxito profesional de un aprendiz de estrella. Algunos han tomado el tren de la transición digital muy tarde, otros no lo han tomado y los que vienen por detrás casi lo llevan escrito en los genes”.
Por otra parte, no debemos olvidar que la radio no busca promocionarse en otros medios, y tampoco busca estudiar cuáles son las preferencias de la audiencia en nuestro país, se queda estancada en aquellos contenidos que transmite sin innovar, la radio no crea ya campañas para fomentar la escucha de este medio, sino que simplemente se conforman con las audiencias que tienen sin buscar fidelizarlas.
Por último, deberíamos observar cómo la radio es un medio que está bastante abandonado por parte de la administración pública y de otras instituciones económicas que quizás ejercen una mayor inversión en medios que ya tienen su propia financiación como puede ser la televisión.
Si la radio tuviera financiación y el valor necesario para arriesgarse a salir de los valores tradicionales en los que lleva años encasillada, cabría la posibilidad de que este medio pudiera tener un futuro brillante. Cómo afirmaba Pescetti (2006): “La radio es encantadora por sí misma. Y si no pregúnteles a los taxistas; a los estudiantes de arquitectura haciendo sus maquetas en la madrugada, a los chóferes de camiones, a las gentes que viven solas; a los desvelados por insomnio, por amor o por angustia; a los que ordeñan vacas; a los que viajan; a los panaderos; a los perdidos que saben por la radio que los están buscando; a los que hacen guardias en los hospitales; a los veladores, etc”.
Las emisoras deberían despertar de su letargo y comenzar a investigar sobre aquello que podría interesar a su público, abandonar los temas informativos banales y darle al oyente lo que este quiere oír.
Un concepto importante que debemos aclarar es la diferencia entre radio especializada y radio generalizada, la diferencia que hay de programación entre una y otra, esto se dio gracias a la evolución de la radio en su historia, gracias al crecimiento de las estaciones y la aparición de soportes nuevos para la emisión. Si se produce una gran concentración de emisoras en un mismo grupo de comunicación, pero las emisoras no compiten entre sí variando su programación unas de otras, sino que comparten temática y horarios de sus programas cada día.
Podríamos llegar a la conclusión de que la radio en España está muy estandarizada en estos modelos, sobre todo en el género mixto, por lo cual no se encuentra grandes emisoras transgresoras que busquen una nueva audiencia y que rompan con los valores tradicionales en los cuales nos encontramos a la radio tradicional encasillada.
Tal vez también se deba a que es una radio programada, es decir, los programas están sincronizados informáticamente para que sean emitidos en unos horarios establecidos, sin dejar libertad a técnicos ni espacio para la creatividad, lo que crea como resultado que la radio pierda su identidad como medio.
La radio en España necesita reinventarse, contratar a personal especializado en este medio y darle riendas para poder explotar todo el potencial que esta tiene. Debería recuperar viejos programas y estructuras formales ya desaparecidas, dar más formación a los trabajadores que ya están en las emisoras no sólo técnicamente, sino también formarlos en descubrir la riqueza y posibilidad del lenguaje y de la interpretación.

3. Análisis.
Como mencionamos en la introducción, vamos a abordar el análisis de nuestra investigación desde dos vertientes, por un lado la vertiente más cuantitativa, donde tomaremos como base el anuario de la SGAE de los años 2012, 2013 y 2014 (recogiendo cada uno de ellos únicamente los datos del año anterior) y analizaremos los datos expuestos en el estudio. Una vez tengamos esos datos abordaremos la parte cualitativa del proyecto, en la que analizaremos los datos anteriores que serán contrastados con estudios y artículos al respecto. En esta segunda parte es donde obtendremos, si es posible, las claves para la renovación del modelo radiofónico actual.

3.1. Primera parte
3.1.1. Objetivo primero: Analizar el espectro de radiofrecuencia español para comprobar la ocupación del mismo por las diferentes emisoras.
Para empezar, realizaremos el análisis y la comparación del reparto del espectro de radiofrecuencia español, tanto nacional como autonómico, comprendido entre los años 2011 y 2013, en base a los datos publicados en el anuario de la SGAE. Observamos que el espectro de radiofrecuencia en España está ocupado por emisoras nacionales públicas y grupos privados, así como por emisoras autonómicas y locales. Las emisoras que forman parte de grupos de comunicación nacionales llegan a casi todos los ámbitos. En el presente estudio nos centraremos en los números de emisoras de carácter nacional y autonómico, dejando de lado las emisoras locales, ya que no se han encontrado datos útiles para este apartado en el anuario de la SGAE.
Respecto al año 2011, destaca en el ámbito nacional, el grupo RTVE con 557 emisoras repartidas por la geografía nacional, seguida del grupo Unión Radio con 472 y el grupo Onda Cero con 229; en el ámbito autonómico público no existen grupos y se encuentra a la cabeza IB3 Radio Baleares con 12 emisoras (Canal Sur no aparece en los listados de la SGAE de este año).
En cuanto a los datos de 2012, existe cierta similitud con respecto al año anterior, aunque hay ciertas variaciones, el grupo RTVE pierde una emisora con respecto al año anterior quedándose en 556, Unión Radio alcanza las 480 emisoras y el grupo Cope aumenta notablemente su número de emisoras pasando de 216 a 256, superando incluso el aumento a 242 emisoras del grupo Onda Cero. Desaparece el grupo Unión Liberal de Radio, que tenía en 2011 27 emisoras y aparecen dos nuevos grupos, Radio Marca con 42 emisoras e Intereconomía con 31. En el ámbito autonómico y público, IB3 Radio Baleares mantiene sus 12 emisoras, pero Canal Sur Radio se coloca a la cabeza con 40 emisoras (es importante destacar que en el año anterior no aparecen datos de este canal, aunque figura en la lista).
Durante el año 2013 también surgen ciertos cambios, aunque existe cierta estabilidad. El grupo RTVE sigue manteniendo la supremacía volviendo a tener 557 emisoras repartidas entre sus cadenas, ocupando alrededor del 30,29% de las emisoras de carácter nacional. El grupo Unión Radio sigue manteniéndose en segundo lugar, esta vez con 492 emisoras, con un aumento prácticamente exponencial desde 2011 y representa el 26,75% de la emisión nacional. El grupo Cope vuelve a aumentar el número de emisoras y ahora tiene 316, ocupando el 12,45% de la emisión nacional. Es necesario destacar el regreso del grupo Unión Liberal de Radio, que el año anterior no aparece en la lista como grupo independiente, sino como cadena que forma parte de ABC Punto Radio, y que tiene 34 emisoras, siete más que en 2011. En el ámbito autonómico público no existen cambios apreciables respecto a los años anteriores.
Si nos centramos en los contenidos de las radios de los grupos con mayor número de emisoras, vemos que no varían durante el periodo de estudio, ya que los grupos mantienen todas sus radios. Los contenidos más recurrentes según los datos de la SGAE son principalmente música y sus derivados, en segundo lugar contenido generalista y, en último lugar, prácticamente al mismo nivel se encontrarían los contenidos culturales y de noticias.
Durante estos tres últimos años el reparto se ha mantenido estático, sin apenas cambios sustanciales, aunque los grupos en general sí que se han fortalecido con el paso del tiempo, adquiriendo nuevas emisoras para seguir ofreciendo principalmente contenidos musicales a sus oyentes.

3.1.2. Objetivo segundo: Observar la configuración de los grupos multimedia y comparar sus audiencias con las del resto de emisoras.
Atendiendo a los datos ofrecidos por el Anuario de la SGAE de 2014 y a la información recogida en webs corporativas oficiales de las cadenas, observamos que son tres los grandes grupos multimedia privados que abarcan la mayor parte de la radio española. Estos grupos son: Prisa Radio, Atresmedia Radio y Grupo COPE, y sus emisoras además de tener presencia en gran parte del territorio español, son las que más audiencia consiguen frente a cadenas que no se encuentran dentro de estos grandes grupos, debido precisamente a su poder de expansión, promoción y financiación.
        En cuanto a la composición de estos grupos, empezaremos analizando el de Prisa Radio. Es el mayor grupo de radio en España, además tiene presencia internacional de forma directa y a través de emisoras franquiciadas, contando con más de 1.250 emisoras. Su accionariado estaba en 2014 compuesto en un 73,49% por el Grupo Prisa, un 18,37% del Grupo Godó y un 6,1% del fondo internacional de capital privado 3i. En cuanto a sus marcas principales en España, podemos destacar los 40 Principales, Cadena SER, Cadena Dial, M80 Radio, Radiolé y Máxima FM. El conjunto de estas cadenas suman un total de 482 emisoras en el territorio español.
Al grupo Prisa Radio le sigue Atresmedia Radio, con un accionariado formado por el 41,7% de Planeta de Agostini, el 19,17% de UFA (perteneciente a RTL del grupo Bertelsmann), el 3,39% de Imagina Media Audiovisual, el 0,51% de Autocartera y el resto de inversores que abarca un 35,23% de sus acciones. Sus marcas en España son Onda Cero, Europa FM y Melodía FM (antes Onda Melodía), con un total de 229 emisoras repartidas por todo el país.
Por último, el Grupo COPE tiene un accionariado compuesto por el 51% de la Conferencia Episcopal, el 21% de la Diócesis, el 7% de Autocartera, el 5% de La Información, el 5% de Cajasur, el 2,4% de Radio ECA Fundación Canaria, el 2% de ONCE, el 2% de UMAS, el 1,8% del Grupo Negocios de Ediciones y Publicaciones, el 1,6% de Dominicos, el 0,5% de empleados, el 0,2% de Jesuitas, y el 0,2% de Mutualidad del Clero Español. Además, desde marzo de 2013 tiene acuerdos con el grupo Vocento para la promoción de sus emisoras en el diario ABC. Las marcas del Grupo COPE son Cadena COPE, Cadena 100, Rock FM (antes Rock&Gol) y Megastar, con 316 emisoras en España.
En este apartado dejaremos a un lado la conformación de RTVE, ya que como grupo de carácter público no tiene relevancia su análisis en esta parte de la investigación. Pasaremos a centrar la atención, por tanto, en la composición de las cadenas independientes y los pequeños grupos multimedia. Por un lado tenemos el grupo Radio Blanca, compuesto por las emisoras Kiss FM y Hit FM, con un total de 88 emisoras a nivel nacional; a continuación, el grupo Libertad Digital con su cadena Esradio y 34 emisoras; por otro lado, el grupo Unidad Editorial (que posee el diario El Mundo y el diario Marca, entre otros) cuenta con la cadena Radio Marca y 53 emisoras, como apéndice del diario deportivo Marca; por último, el Grupo Intereconomía posee las cadenas Radio Intereconomía con 31 emisoras a nivel nacional y Radio Inter (sin datos de emisoras).
Con estos datos ya se puede empezar a observar el poder de los grandes grupos, que no sólo poseen gran cantidad de emisoras y de financiación a través de grandes inversores, sino que además cuentan con otros medios poderosos de comunicación (principalmente prensa y televisión), que fortalecen su imagen de marca, así como la autopromoción dentro de los mismos. Todo ello genera una gran inversión en publicidad, que si bien ha caído sustancialmente a pesar de la crisis, sigue siendo el sustento principal de mantenimiento de estas cadenas. Esta oligarquía radiofónica deja a un lado a cadenas con menos posibilidades económicas y, por tanto, a la implantación de nuevos modelos radiofónicos o nuevas ideas de negocio que puedan generar una renovación de la radio en España.
Además, estos datos nos permiten hacer una comparativa por número de emisoras entre los grandes grupos y los grupos minoritarios en el ámbito nacional. Recordemos, por tanto, que en el territorio español el grupo Prisa tiene 482 emisoras, el grupo Atresmedia 229 y el grupo Cope 316 emisoras; el poder de estos tres grandes grupos propietarios de las principales emisoras nacionales compiten con Radio Blanca (Kiss FM y Hit FM) que suma un total de 88 emisoras, con Unión Liberal de Radio (Libertad Digital-Unidad Editorial) un pequeño grupo que posee únicamente EsRadio con 34 emisoras, Radio Marca con 53 y Radio Intereconomía con 31 emisoras. Aun así, las cadenas más pequeñas están integradas en grupos de comunicación con cierta relevancia, en ningún caso ninguna de ellas propone un modelo nuevo o alguna característica diferente a las de las demás cadenas tradicionales, ya sean temáticas (Radio Marca, Kiss FM y Hit FM) o generalistas (EsRadio, Radio Intereconomía y Radio Inter). Estos resultados nos revelan que las emisoras minoritarias tienen un difícil camino por delante para alcanzar a sus competidoras, pero también que el panorama radiofónico español está dominado por grupos multimedia que han consolidado un modelo tradicional sin apenas cambios a pesar de la crisis y los avances tecnológicos.
Cabría hacer mención en este apartado a los ingresos publicitarios en radio basándonos en datos del Anuario de la SGAE de 2014, y es que los ingresos totales en publicidad a la radio han descendido a un mínimo de 404 millones de euros en 2013. El dato más bajo anterior a la crisis lo encontramos en 2004, con una inversión de 540 millones de euros. En contraposición, en la época de bonanza económica de España, las inversiones publicitarias alcanzaron un máximo en 2007 con un total de 678 millones de euros. Desde ese momento la inversión no ha parado de caer, aunque en 2010 hubiera un leve repunte. Según datos de Infoadex, la inversión publicitaria en radio en 2013 ocupa un volumen del 9,5% del total de inversión publicitaria en España, ocupando el cuarto lugar, lejos del 15,5% de los diarios, el 21% de Internet y el 40% de la televisión. Estos datos confirman que la radio no ha sabido reaccionar ante la crisis para adaptarse a ella, generando nuevos modelos o propuestas de renovación que la saquen de esta caída.
En cuanto al análisis de las audiencias, basándonos en datos del Anuario de la SGAE de 2014, observamos que son las cadenas generalistas principales de los grandes grupos las que cosechan una mayor audiencia. En primer lugar, la Cadena SER cuyas audiencias en 2013 rondaron los 4,5 millones de oyentes; en segundo lugar, Onda Cero con unos 2,3 millones de oyentes y, en cuarto lugar, por detrás de la radio pública de RNE, la cadena COPE cuya audiencia se sitúa en torno a 1,8 millones de oyentes. Lejos queda la siguiente cadena generalista autonómica, Catalunya Ràdio con unos 590.000 oyentes. En cuanto a la radio temática, podemos observar que la distribución de la audiencia es muy similar en cuanto a las grandes cadenas se refiere. En primer lugar, los 40 Principales con 3,5 millones de oyentes; a continuación, Cadena Dial con unos 2,1 millones de oyentes; le sigue Cadena 100 con aproximadamente 1,6 millones de oyentes. Vemos que las audiencias se encuentran más repartidas en la radio temática, pero en general siguen siendo las emisoras pertenecientes a los grandes grupos multimedia las que dominan el sector.

3.2. Segunda parte.
3.2.1. Objetivo tercero: Investigar la creación de nuevos modelos radiofónicos y su relevancia.
El concepto de radio en Internet surge como una evolución de la radio tradicional gracias a las nuevas herramientas tecnológicas. Gracias a estas herramientas, se puede llegar a experimentar una mayor conectividad e interactividad con la radio que estemos escuchando. Las nuevas formas tecnológicas llevan a ese salto evolutivo de la radio, transformándose en la ciberradio. A pesar de que la radio en Internet es diferente a la tradicional, se quiere seguir manteniendo la esencia de la tradicional dentro de la de Internet.
Con la ciberradio aparecen otras formas comunicativas, como los radioblogs, que van creando el nuevo lenguaje de la radio, o la radio a la carta, una nueva modalidad donde el usuario crea una lista de reproducción en función de la música que le gusta, teniendo la opción de compartirla con el resto de usuarios y de que éstos colaboren en la creación de esa lista. Se establecen nuevas maneras a su vez de distribuir la radio y el resultado de la producción se renueva.
Internet ha provocado que nuestra percepción de los medios cambie, desde la prensa hasta la televisión. Se producen remodelaciones en las webs de los medios con mejores contenidos y además renovables al minuto, nos encontramos información en calidad de hipertexto que puede ser almacenada y consumida en el momento que queramos. Nos encontramos en una sociedad de sobreinformación donde prima la actualidad. Ahora podemos escoger desde qué medio queremos ser informados. 
En las gráficas realizadas por la AIMC podemos comparar las audiencias tanto por parte de la radio convencional, así como de la radio en Internet. El pico más alto para ambos tipos llega en el horario matutino a las 10:00 horas, siendo para la radio convencional de casi 4,5 millones de personas, mientras que en la radio por Internet apenas llega a los 1,1 millones de personas, por lo que se observa una clara preferencia por la radio convencional. Ahora bien, la línea que marca las audiencias por horas en la radio convencional es bastante irregular a lo largo de un día, mientras que en la radio por Internet se mantiene a un nivel estable desde las 15:00 hasta las 00:00.
Uno de los nuevos modelos de radio creados a raíz de la difusión por Internet son los “podcasts”. Con los podcasts se transmiten contenidos audiovisuales que podrán ser escuchados y/o visualizados en cualquier momento. La cadena SER es la primera emisora en España en transmitir con esta nueva forma el 10 de abril de 2005. Atendiendo a la gráfica de la AIMC, se puede observar que la audiencia prefiere la radio en directo (o analógica) a la que se emite en diferido (previamente grabada, el podcast), este porcentaje tan pequeño de escucha tan sólo representa un 4% del total respecto a la radio emitida en directo.
El podcasting se puede hacer de manera fácil y sin demasiados costes, nos permite convertirnos en productores de información y de distribuirla por la red. Este modelo no debe confundirse con la radio por Internet, ya que el podcast hace uso de la conexión a la ciberradio para difundir la información (fotoblogs, audioblogs, videoblogs, teleblogs, radioblogs o moblogs).
Otra modalidad, comentada anteriormente, y que cada vez se usa más son las radios a la carta. Páginas webs como Spotifyo LastFMtienen las funciones de una radio social, donde podremos encontrar personas que tienen gustos parecidos a los nuestros. También nos ofrecen los servicios de poder calificar nuestras canciones, añadir nuestras canciones favoritas, etc. La plataforma YouTube se suma a esta tendencia y ahora es más común que nos encontremos con esta nueva modalidad. A raíz de las canciones que buscamos, YouTube nos muestra aparte una lista de reproducción con canciones parecidas al estilo que estemos escuchando. 
Las radios tradicionales se han enfrentado a la individualización creada a través de la red ofreciendo prácticamente una estructura relativamente similar a la que ofrecen de manera analógica, con una programación bastante escueta. Esto es algo que también atañe a las radios especializadas, ya que los géneros, e incluso los estilos, que nos ofrecen son muy parecidos entre ellos.
El punto fuerte de la radio en Internet es el uso de la tecnología como base vital para su funcionamiento. Todos tenemos ahora un dispositivo tecnológico (ya sea móvil o  un ordenador portátil) que nos permite estar conectados a Internet. En España, cada año es mayor la penetración de usuarios en este tipo de radio a la carta, lo que se convierte en un aumento anual de audiencia a favor de esta modalidad. Así pues, y según la gráfica de la AIMC, observamos que hay un incremento desde 2012 hasta 2014 de un 5% de la población que escucha frecuentemente este tipo de radio a la carta. Por otra parte, hay una reducción en el mismo período de tiempo acerca del desconocimiento de este tipo de radio de un 2,8%.

4. Conclusiones.
Desde el inicio de la presente investigación nos planteamos una hipótesis que en un principio podría parecer complicada de abordar, por lo que decidimos dividir el análisis en dos partes. La primera parte, con un enfoque cuantitativo nos ha permitido conocer la situación actual de la radio de ámbito nacional y autonómico en España desde varios puntos de vista, mientras que la segunda parte, de índole más cualitativa, nos ha permitido conocer las posibilidades que existen para intentar un cambio en la escena radiofónica actual mediante nuevas fórmulas radiofónicas.
        Según los datos que hemos obtenido a través de nuestro análisis en el primer objetivo, hemos visto que en el ámbito nacional hay un número considerable de radios analógicas y que la mayoría de estas pertenecen a grupos como Unión Radio, Cope u Onda Cero, grupos que aglutinan las principales cadenas de radio y, por tanto, poseen un número considerable de emisoras repartidas por toda España, quedando muy atrás los grupos y cadenas minoritarios en cuanto a capacidad de emisión. Además, esto es algo que apenas ha variado en los últimos años, lo cual nos indica que hay un estancamiento en este aspecto. Un análisis similar en una escala más reducida, es decir, a nivel autonómico, tampoco nos ha revelado ningún dato sorprendente, ya que en los últimos años la relación entre canales y emisoras ha sido prácticamente idéntica.
        Por otro lado, al realizar el análisis del segundo objetivo, nos hemos percatado de que los grandes grupos reciben muchas más inversiones, ya que tienen más medios que los respaldan. Además, estas grandes inversiones les permiten tener mayores audiencias y, por tanto, son un buen negocio para la publicidad. Estos grupos reciben los mayores ingresos publicitarios, lo cual desequilibra aún más la balanza a su favor. Por otro lado, los grupos minoritarios, aunque tienen menos relevancia, también mantienen un buen respaldo económico. La peculiaridad que puede jugar en su contra es que se trata de grupos con un fuerte componente ideológico, como es el caso de EsRadio e Intereconomía que están muy ligados a una ideología de derechas y a la religión cristiana. También podemos hablar de las cadenas temáticas, que consiguen mantenerse sin apenas innovación, y que son incapaces de competir con los grandes grupos. Hablamos de radios con modelos tradicionales, musicales, deportivas, generalistas y de información, pero que no aportan nada nuevo, a pesar de la amplitud de temas que tratan.
En cuanto a las audiencias, como adelantamos antes, son los grandes grupos (sobre todo Prisa Radio) quienes tienen el mayor número. No es de extrañar, ya que es la que tiene más poder económico y más capacidad de emisión. En este sentido, las pequeñas radios no tienen mucho que hacer, ya que carecen de la capacidad de emisión y los medios económicos para colocarse a la altura de las grandes.
Con esta primera parte del análisis hemos confirmado que nuestra hipótesis se cumple, y es que efectivamente la limitación del espectro radiofónico español hace que los grandes grupos multimedia acaparen el mismo, así como la audiencia potencial, limitando el espacio a nuevos modelos y formas radiofónicas. Son precisamente los grandes grupos multimedia quienes controlan la mayor parte del espectro radiofónico y, por tanto, son quienes mantienen fidelizada a la mayor parte de la audiencia, por lo que los grupos más pequeños se encuentran marginados, y deben conservar sus modelos y formas para no arriesgarse a perder lo que tienen.
Confirmada nuestra hipótesis nos preguntamos si hay posibilidad de cambio en este panorama tan estático. La segunda parte de nuestro análisis tenía como objetivo investigar la creación de nuevos modelos radiofónicos y su relevancia, ya que cuando abordamos esta investigación queríamos saber si había algo más allá de la radio analógica convencional. Para ellos hemos realizado un análisis cualitativo que nos ha permitido saber que en Internet la radio social tiene cierto potencial al respecto, sobre todo la radio a la carta, como la que proponen servicios como LastFM en las que el usuario crea su lista de reproducción para escucharla y compartirla con sus amigos para que también la escuchen. Por otro lado, están los podcast, una propuesta de radio algo más profesional que es usada tanto para ofrecer información especializada como reseñas o comentario de eventos, pero que con el tiempo ha perdido popularidad en favor de la radio a la carta, que aumenta sus audiencias.
        Con estos datos, podemos concluir que, ante el evidente estatismo de la radio nacional en España, una posibilidad de que se produzca un cambio en el panorama es que surja una radio que, con un buen respaldo económico, ofrezca un amplio catálogo de contenidos que sean personalizables por el usuario, donde el usuario elija qué quiere escuchar, cómo y dónde, y además que permita compartir su selección por las redes sociales.

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