BULLYING, DERECHOS HUMANOS Y TECNOLOGÍA EDUCATIVA

BULLYING, DERECHOS HUMANOS Y TECNOLOGÍA EDUCATIVA

Víctor del Carmen Avendaño Porras. Coordinador
Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de los Altos de Chiapas

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PERCEPCIONES SOBRE ACOSO ESCOLAR EN JÓVENES DE NIVEL MEDIO SUPERIOR DE LOS ALTOS DE CHIAPAS

Víctor Del Carmen Avendaño Porras
Fabiola Cifuentes Paz
Diana Paulette Coronado López
María Concepción Domínguez Toalá
María Del Carmen Hernández Mendoza
Vladimir Alexander Pérez Pérez
Yadira Elizabeth Pola Zambrano

RESUMEN
La violencia que se genera entre compañeros actualmente se denomina, acoso escolar, en la cual los agresores molestan y agreden de manera insistente y reiterativa a sus víctimas, quienes se encuentran en desventaja al no poder defenderse por ser considerados más débiles. Esta problemática no es reciente, sin embargo hoy en día se presenta con elevados grados de peligro, es por ello que la sociedad en general ha puesto su mirada y preocupación para prevenirla y desde luego erradicarla.

La escuela como parte fundamental de la formación de individuos, adquiere el objetivo de concientizar a los actores que participan dentro y fuera de ella, debido a que esta tiene un lazo estrecho entre el ser y el deber ser de los estudiantes, la escuela puede influir en la mejora del comportamiento y la prevención de situaciones que puedan poner en riesgo la integridad de las y los estudiantes.

Esta investigación se realizó con el propósito de conocer la opinión de los jóvenes  que estudian el nivel bachillerato sobre el acoso escolar o también llamado bullying, así como se presentan en el ámbito escolar y relacionan con sus compañeros de aula, también se han presentado alguna inquietud por parte de sus compañeros.

PALABRAS CLAVE
Acoso escolar, violencia, agresión, sociedad, escuela

INTRODUCCIÓN
Para comenzar esta investigación se presenta la percepción que se tiene sobre el concepto de “Acoso Escolar”, debido a que puede abarcar diferentes formas de violencia, las cuales no son identificables en su totalidad por los actores educativos, quienes participan de forma consciente e, incluso, inconsciente en el marco de las acciones que éste engloba.

En seguida, se muestra un panorama general de cómo aparece este concepto en los diferentes ámbitos educativos a nivel internacional, nacional y local, dentro del cual se describen sus formas de reconocimiento, características, tipos de violencia, la colaboración que debe existir entre la familia y la escuela y las señales para su identificación.

Luego de ello, se da a conocer la metodología de la investigación en la que se narra el tipo de encuesta aplicada, el lugar de su aplicación, la forma de realización, los medios utilizados para su ejecución, el conteo de los encuestados, sexualidad y las instituciones educativas en las que se hallan inscritos, dentro del nivel estudiado.

Aunado al anterior se muestra el análisis de resultados de las 27 preguntas que integran el instrumento de esta investigación, conformado por las gráficas correspondientes, las cuales describen la percepción sobre el acoso escolar de los alumnos de nivel medio superior de los Altos de Chiapas, las tablas que acuerpan las gráficas que reflejan los porcentajes de las respuestas y número de personas para cada reactivo.

Por último, se registran las conclusiones en la que se incluyen los aspectos más relevantes de esta investigación, en las cuales se pueden identificar algunas contradicciones sorprendentes.

DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE ACOSO ESCOLAR
Esta problemática  es de gran trascendencia,  debido a que con el pasar de los años se han incrementado las acciones violentas, asignándoles un concepto que la defina, el cual hoy en día y para efectos de esta investigación se le denominará: Acoso Escolar; dichos actos violentos pueden abarcar diferentes formas de aparición, como la exclusión o rechazo de algunos compañeros, dentro del ámbito escolar, por diferencias físicas, psicológicas, religiosas, sociales y/o económicas; violencia física (agresiones corporales, robos, peleas); psicológica (sobrenombres, insultos, desprecios, etc.); cibernética (fotomontajes, memes, mal uso de la información personal, etc.); perjuicio a la infraestructura educativa; dentro de los actores que pueden ser violentados, se encuentran el personal académico, familiares, directivos, administrativos y alumnado en general. (Mendoza, 2012)

Ante esto cabe clarificar qué se entiende por el concepto de violencia, el cual A. Gómez lo precisa a continuación:

“La violencia va más allá de ser una forma agresiva de solucionar un conflicto. En primer lugar, para ejercer violencia no es necesario que exista un conflicto previo entre las partes; incluso, puede que antes no se conociesen, puede ser una violencia con un objetivo lúdico, con la que únicamente pretenden los actores divertirse. En segundo lugar, suele ser unidireccional y conllevar una relación desequilibrada entre las partes, en el que las fuerzas son desiguales entre el actor y la víctima a favor del actor, frecuentemente es un grupo contra una víctima aislada o un agresor más fuerte respaldado por un grupo que le aplaude la acción. Conlleva, además, una intencionalidad de hacer daño gratuito a la víctima en ausencia de una regulación normativa de la interacción.” (Gómez, 2007)

Así mismo, Ortega y Mora-Merchán definen a la violencia interpersonal como:            

 “El ejercicio agresivo físico, psicológico, social o verbal, mediante el cual una persona o grupo de personas actúa, o estimula la actuación de otros, contra otra persona o grupo, valiéndose de ventajas sociales que le proporcionan su situación física, psicológica o social”. (Gómez, 2007)

Entendido el concepto de violencia y de cómo éste puede partir sin motivo alguno, más que por el simple deseo de jugar una broma, que pueda parecer divertida en ese momento para el público espectador, que son parte de este acto violento y se convierten en agresores por aplaudir dichas acciones, las cuales abarcan el ejercicio agresivo en sus diferentes formas de manifestación, podemos entrar de lleno al concepto de competencia, acoso escolar.

Las primeras aclaraciones sobre esta problemática fueron realizadas por Olweus, quien afirma que para que un alumno sea considerado víctima después de una agresión, éste debió ser atacado continua y repetidamente por otros alumnos, quienes ejecutaran sobre él diversas acciones de manera intencionada, provocándole daños o heridas por contacto físico, psicológico o de palabras, o sin ellas como los gestos obscenos e incluso excluyéndole de algún grupo.   (Olweus, 2004).

Con base en lo anterior es preciso exaltar entonces, que existen tres características que deben presentarse para que el acto sea reconocido como acoso escolar; la primera de ellas es que exista una verdadera y real intención de agresión sobre el sujeto agredido, la segunda sustentada en que conste una relación intrínseca de poder (dominio-sumisión) entre los actores en cualquiera de los polos que se halle inscrito; y por último, se identifique debido a su reiteración de la ejecución del acto. (López, 2014).

La definición de acoso escolar según Piñuel y Oñate es la siguiente:

“Un continuado y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de someterlo, apocarlo, asustarlo, amenazarlo y que atentan contra la dignidad del niño”. (Citado en: Cepeda, 2008)

El estudio del acoso escolar en forma documentada fue recientemente a partir del año 2004, y se le atribuye a Olweus, sin embargo éste ha existido desde el momento mismo de la aparición del ser humano, por su propia necesidad de marcar su territorio, y para ello a través de la historia se ha valido de la agresión como instrumento para demarcar su dominio. (Novo, 2013).

Sin embargo existe un nivel de mayor intensidad de las conductas de acoso, las cuales al aparecer se vuelven menos reiterativas, pero producen daños graves; a esto se le denomina victimización; en donde se provocar muchas consecuencias; “los daños definen a la víctima de cualquier acción punible, son clasificados por Naciones Unidas en: físicos, materiales, psicológicos y vulneración de derechos fundamentales”. (Novo, 2013).

CARACTERÍSTICAS
Como aborda la SEP en su artículo de Acoso Escolar, dentro de las características del acoso escolar es posible identificar a las siguientes: la intencionalidad, comprendidos como aquellos actos premeditados, que tienen como objetivo el ocasionar daño o agredir a otro. La persistencia: se distingue como los actos repetidos y de tiempos prolongados.

Así también se aprecia la asimetría de poder, es decir que se presenta una desigualdad de fuerzas entre el agresor y la víctima. Y también se integra la naturaleza social del fenómeno, que presenta frente a los compañeros, espectadores o cómplices que pueden legitimar el comportamiento del agresor o apoyarlo.

TIPOS DE VIOLENCIA
Ellos son presentados en tres maneras; de manera directa: como la violencia física y verbal entre éstas se pueden identificar las burlas, apodos, golpes, insultos, amenazas, acorralamientos, robos, e incluso esconder o dañar las cosas de la víctima, hasta el uso de armas para amenazar o lastimar a la víctima, incluyendo también la violencia sexual.

De manera indirecta, se presentan la violencia psicológica, que implica hablar detrás de las personas, como la divulgación de chismes, secretos y calumnias, la emisión de mensajes anónimos o palabras insultantes escritas en los baños y ahora dentro de ésta, se encuentra el  ciber acoso, que consiste en el uso de Internet, celulares, los mensajes o e-mail, atentando su integridad.

La última forma es la social, en ésta se haya inscrita la exclusión de personas donde se deben considerar las características diferenciales de todos los integrantes; por otro lado, la discriminación por algún aspecto físico, de raza, de creencias, o de factores sociales y/o económicos; y por último, el mantener aislado alguien, ignorándolo, llamado en edades tempranas como aquel juego denominado la Ley del Hielo, donde se hace pasar como invisible a la persona que se pretende ignorar.  (SEP, Acoso Escolar, 2014)

COLABORACIÓN ENTRE FAMILIA Y ESCUELA
Es importante reconocer que los hijos son reflejo de los padres, por eso es trascendental comprender que es el hogar el punto de partida donde los niños aprenden a relacionarse con los demás y a comportarse de acuerdo a los valores que son transmitidos dentro de la familia. Sin embargo, la familia no es la única responsable en el desarrollo de los jóvenes haciéndolos hombres y mujeres de bien.

Queda claro pues, la participación que tiene la escuela en esta formación de los futuros hombres y mujeres del mundo, ya que no sólo se forman en cuanto a conocimientos y contenidos curriculares, sino también en valores y formas de actuación frente a sus iguales y sus mayores; por lo que familia y escuela comparten dicha responsabilidad en la educación, para prevenir y corregir su comportamiento. (SEP, Acoso Escolar, 2014)

FORMAS DE RECONOCIMIENTO
La preocupación en general en la desinformación que existe al respecto del acoso, el término es mal interpretado, y se orienta exclusivamente al entendimiento de insinuaciones o propuestas indecorosas, o en el mejor de los casos, a las agresiones físicas.

Se torna trascendental el comprender todo lo que envuelve a la violencia escolar, siendo ésta, toda actividad violenta, resultado de varios factores como la edad, el entorno familiar, escolar y la localidad, una inadecuada gestión de la convivencia escolar, exposición de medios electrónicos y televisivos de material violento, juegos electrónicos y falta de comunicación asertiva entre los integrantes de la comunidad escolar.

Por lo tanto, se vuelve primordial reconocer el acoso escolar a partir de varios signos o señales identificables en los actores, primero se puede señalar la manifestación de una conducta violenta o agresiva, en forma reiterativa y de presencia constante; en segundo lugar los largos periodos en que se presentan dichas agresiones; en tercer lugar, la intención que se tiene de provocar un daño; por último, en el acoso escolar intervienen: las víctimas, los agresores y los testigos que observan las agresiones (SEP, 2014).

SEÑALES PARA SU IDENTIFICACIÓN
No es tan difícil para cualquiera el reconocer si alguien cercano está siendo víctima de acoso escolar, ya que éste presenta señales muy marcadas de este fenómeno, muchas de las veces se puede observar que es sujeto de bromas pesadas con frecuencia, le ponen sobrenombres o apodos ofensivos que le hieren; es puesto en ridículo constantemente y se burlan de él.

Muchas veces podría pensar que esta persona pierde sus libros, su dinero y demás, o se las rompen o esconden, sin embargo no son actos realizados por su propia cuenta, sino que puede ser sujeto de abuso de otra persona, ocasionalmente también puede solicitar a sus familiares o amigos dinero extra e inclusive, llegar a robarlo para satisfacer las demandas de sus agresores.

No le gusta salir al recreo, y prefiere mantenerse cerca de su profesor o de otros adultos, para no exponerse a sufrir dichos maltratos. Es común identificarle en su cuerpo moretones, heridas, cortadas, arañazos o daño en su vestimenta; cuando le piden hablar delante de otros en la clase se muestra inseguro, temeroso y/o nervioso.

En su cuaderno se pueden detectar ofensas, ralladuras o ruptura de las hojas; en su comportamiento se observa que casi siempre está triste y preocupado; se percibe que no tiene amigos, que lo excluyen y no lo invitan a eventos de su edad; además de decir que está solo todo el tiempo en la escuela, el que uno o varios niños lo empujan o le pegan, por lo mismo también tiene miedo de asistir a la escuela, demostrando desinterés por el trabajo escolar y baja los resultados de exámenes o promedios de clase; si fuera el caso hay ocasiones que solicita llevar comida de sobra a la escuela, y puede pedir cosas que ni siquiera le gustan; por último procura trazar rutas distintas para trasladarse de ida o vuelta a la escuela.

ACOSO ESCOLAR EN MÉXICO Y OTROS PAÍSES
La problemática de acoso escolar no solo se presenta en el nivel nacional, sino también trasciende al nivel internacional ,  tomando como referencia a Muñoz (2008) en su artículo Violencia escolar en México y en otros países: comparaciones a partir de los resultados  del Instituto  Nacional para la Evaluación de la Educación:  aproximadamente menor al 20% en países como Finlandia, Grecia, Gales, Irlanda del Norte, República de Eslovaquia, Escocia, República de Irlanda, Suecia e Inglaterra; ahora bien, Noruega, Polonia, República Checa, Estados Unidos, Portugal, Canadá y Hungría, se hallan inscritos en un porcentaje del 20 al 30%; y los que presentan un valor mayor a éstos son Israel, Suiza, Bélgica, Letonia, Austria, Dinamarca, Alemania, Groenlandia y Lituania.

Por otra parte, en Barcelona se han realizado diferentes estudios de los cuales, uno de ellos detalla que en 66 centros escolares de secundaria, la prevalencia de acoso escolar fue del 18,2%, 10,9% y 4,3% en chicos, y del 14,4%, 8,5% y 4,5% en chicas de 2° y 4° de educación secundaria obligatoria y 2° de bachillerato o ciclos formativos de grado medio, respectivamente. Destacando como factores trascendentales el estado de ánimo negativo y la conducta violenta, y que a mayor edad, el consumo de riesgo de drogas y la asistencia a bares y discotecas se asociaron negativamente. (García, 2013)

“México ocupa el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica ya que afecta a 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria tanto públicas como privadas, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).” (Valadez, 2014).

Es impactante el lugar que ocupa el país a nivel internacional, en educación básica, con una cifra exorbitante de alumnos agredidos en este nivel, como lo señala la OCDE, sin importar el tipo de institución educativa a la cual se asista; sea ésta pública o privada. De acuerdo a las formas en que se presenta el acoso escolar señalado anteriormente, en el análisis efectuado por la OCDE entre los países miembros reporta que 40.24% de los estudiantes ha sido víctima de acoso; el 25.35% ha recibido insultos y amenazas; al 17% lo han golpeado y el 44. 47% dijo haber sido víctima de violencia verbal, psicológica, física y/o cibernética.

El acoso escolar se ha convertido en un severo problema ya que, de acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los menores afectados han aumentado un 10%, en los últimos dos años, donde 7 de cada 10 han sido víctimas de violencia.

De acuerdo a las investigaciones del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Nacional Autónoma de México detallan que de los 26 millones 12 mil 816 estudiantes del nivel básico, entre un 60 y 70% ha sufrido de este fenómeno, y desafortunadamente la ausencia de políticas para su prevención se han reflejado en el bajo rendimiento, deserción, e incremento de suicidio.

En México 59% de los suicidios suceden por razones diversas, incluidas el acoso escolar teniendo mayores porcentajes en nueve entidades: Estado de México, Jalisco, Distrito Federal, Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Nuevo León, Puebla, Tabasco. (Valadez, 2014).

Los jóvenes afectados por el acoso escolar, sufren de reiteradas humillaciones y actos de violencia que les provoca secuelas importantes como la baja autoestima y rendimiento escolar, deserción, problemas de sueños y terrores nocturnos, falta de apetito, se vuelven ansiosos e irritables, además de padecer de lesiones muy graves, a veces mortales, presentan severos conflictos emocionales y depresión que los lleva al suicidio (Cepeda, 2008).

En México, el tema del Acoso Escolar no ha sido abordado formalmente, como primer antecedente de cifras sobre maltrato escolar infantil se cuenta con las consultas juveniles e infantiles realizadas por el Instituto Federal Electoral (IFE) en los años 2000 y 2003:

“El 32% de los menores de 15 años consultados afirmaron ser víctimas de maltrato en la escuela; más de 15% aseguró ser insultado y 13% dijo ser golpeado por sus compañeros. Derivado de estos datos, el Instituto Nacional de Pediatría decidió iniciar un estudio serio y profundo sobre el tema. Sus conclusiones fueron presentadas a finales de 2008 y confirman que el acoso entre alumnos está aumentando” (SEP, Acoso Escolar, 2014).

Los medios de comunicación, en sus diferentes formatos han reportado el incremento de la criminalidad, la violencia en las escuelas. Sin embargo, los datos actuales obtenidos no reflejan el que en los últimos años se haya dado este incremento del que se habla.

De hecho los estudios realizados indican que las escuelas conforman uno de los espacios más seguros para los niños y jóvenes en edad escolar. Sin embargo a pesar de esta seguridad, también se producen, a veces dentro de éstas, problemas de convivencia, haciendo referencia a conductas antisociales y violentas hacia los actores educativos, los cuales debieran ser atendidos a la brevedad posible, por las instancias correspondientes (Mateo, 2009).

De manera general los conceptos anteriormente presentados nos proporcionan un panorama más amplio acerca de la concepción del tema del abordado “Acoso Escolar”, así como lo expresa María del Rosario Ramírez González (2014) encargada de la dirección de seguimiento a las recomendaciones propuestas consolatorias y documentos emitidos, de la Comisión Estatal de los Derechos: “Secundaria y medio superior, niveles educativos donde más se perciben este tipo de agresiones física o psicológicas”.

ACOSO ESCOLAR EN CHIAPAS
En Chiapas, existen índices de esta problemática, de acuerdo al diario La Prensa, las estadísticas que existen son de un 30% de jóvenes o niños que estudian en las escuelas de nivel básico que han sufrido de acoso escolar, como señala el coordinador ejecutivo del programa Escuela Segura en Chiapas, Noel Torres Arrazate; quien manifestó que gracias a los trabajos de prevención que existen en la entidad, no hay altos índices de violencia o agresión, como en el norte del país. Y agregó: "hace algunos días, una empresa de Chiapas, dio a conocer el índice de bullying y fue del 30 por ciento, un índice bajo". (Zúñiga, 2011).

Angélica Carrasco, Directora de la Licenciatura en Psicología del IESCH, expresó acerca del acoso escolar que:

“8 de cada 10 niños o adolescentes sufren de maltrato en los centros de enseñanza, ya que es allí donde pasan más tiempo, principalmente niños que cursan desde el 3º. Grado al 6º. Grado de primaria y durante la secundaria”. (Info Chiapas, 2011)
 
Algo muy importante que debe tomarse en cuenta es que para detectar ese problema,  el acoso escolar no sólo se trata de golpes o peleas entre los jóvenes, también pueden participar los maestros, los directivos, en una palabra en todos los actores de una institución educativa, es necesario que las personas agredidas den a conocer el problema como lo menciona Rivero: “la escuela se puede vivir como un lugar de hostigamiento, en formas variadas de violencia, que repercuten en el ambiente escolar y en el proceso de desarrollo de los alumnos.” (Palacios 2014).    

Porras, risas y empujones entre un inusual público es lo que puede verse en distintos           videos que circulan en la red social YouTube, en los que se da cuenta de cómo se    divierten alumnos de secundarias de Chiapas” (Infochiapas, 2012).

Son innumerables los videos que existen en las redes sociales, en que se muestran diferentes tipos de violencia, dentro de ellos, el acoso escolar, donde se pueden observar insultos de todas las categorías, daños, peleas entre estudiantes de ambos géneros, donde se exhiben una buena cantidad de espectadores, quienes apoyan a sus “favoritos”, sin responsabilizarse de las consecuencias de lo que ellos están siendo testigos puede traer como consecuencia, lo que los convierte en actores partícipes de este tipo de violencia escolar.

El bullying está relacionado con la discriminación, y esta a su vez con diversas formas de desprecio que le permiten a un sujeto posicionarse en un lugar de mayor jerarquía sobre otro. El bullying destruye la igualdad entre los seres humanos se apoya en la destrucción      física o moral del sometido” (De La Fuente 2014).

Sintetizando, son los padres quienes deberán estar alerta al cambio de comportamiento del joven o menor de edad, ya que cuando es víctima de acoso escolar desiste de ir a la escuela, tiene bajas calificaciones, está distraído o inclusive tiene tendencias a un desvío de su conducta, así que los padres deben estar alerta a este tipo de cambio, es decir, si el joven era dinámico y de pronto es retraído, no sale, no quiere ir a la escuela, no tiene amigos, es cuando deben prestar toda la atención.

Las consecuencias de la violencia escolar, en general, y del acoso escolar (…) los niños y niñas que la han padecido presentan consecuencias a largo y corto plazo. Entre las primeras están los sentimientos de angustia miedo e inseguridad, unidos a un deterioro de la autoestima y de la percepción de auto eficacia. Entre las segundas destacan el abandono de la vida escolar, la presencia de estrés postraumático, la tendencia a convertirse en agresor/a y la presencia de inestabilidad emocional (Serrano 2006).

Así también es primordial que los maestros notifiquen a la brevedad posible a los padres y autoridades educativas si notan o perciben algún comportamiento de esa índole, con la finalidad de detectar las causas probables y en conjunto intentar solucionarlas.
     
"La violencia se genera dentro de la escuela porque no hay convivencia". Por lo tanto los padres y maestros deben estar alertas a ese tipo de problemas, así como de posibles adicciones que puedan padecer los menores de edad” (Zúñiga, 2011).

Por lo tanto, si preguntásemos a las autoridades educativas sobre cuáles son los casos que mayor preocupación les causan, no cabe duda que alguna de las respuestas incluiría la palabra violencia, bullying o el término acoso escolar (López, 2014).

Ahora bien, esta investigación comprende un estudio exploratorio sobre el tema de acoso escolar en los Altos de Chiapas. Debido a la problemática que se viene generando a partir de la identificación del concepto de Acoso Escolar; situación que ha cobrado gran importancia en la actualidad dado que este problema es de competencia de todos los actores involucrados en el ámbito escolar, principalmente alumnos, docentes y padres de familia.

Esta situación acuerpa no sólo a las víctimas de esta forma de violencia, sino también involucra a los agresores y a los testigos; donde la comunidad escolar juega un papel fundamental al apoyar a las víctimas y denunciar el acoso.

Por lo anterior, resulta importante comprender la identificación del propio concepto por los implicados, su participación en estos sucesos, los antecedentes personales, para poder generar propuestas de disminución y/o de reconocimiento de esta problemática.

METODOLOGÍA Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
El presente análisis de resultados devela algunos datos interesantes respecto a la percepción general que tienen los encuestados en el tema de acoso escolar, en los Altos de Chiapas, dirigida específicamente a estudiantes de nivel medio superior, a quienes se dirigió el instrumento realizado, con la finalidad de identificar qué tanto conocen acerca del concepto de acoso escolar y si se hallan inmersos en un contexto en el que se esté desarrollando activamente esta problemática.
           
El instrumento o técnica que se empleó para la obtención de datos fue la encuesta, de tipo no probabilístico, “en el muestreo no probabilístico las muestras no son aleatorias -de ahí que con frecuencia se diga que no son representativas- sino de tipo casual o fortuito” (Pimienta, 2000)
           
Dentro de la clasificación de encuestas se encuentra el muestro de cuotas, en el que se busca seleccionar una muestra representativa de la población estableciendo proporciones de los diferentes segmentos que la componen. La técnica consiste en determinar, al seleccionar la muestra, la cuota de entrevistas que se debe cubrir de cada grupo de la población y por cada enumerador.

La encuesta realizada para este estudio exploratorio fue aplicada de manera electrónica a través de dispositivos móviles (celulares, laptops), realizando las preguntas de manera directa a los estudiantes encuestados. La forma en que se aplicó la encuesta fue a través de la expresión oral, bajo el siguiente orden; en primer lugar los encuestadores les leían las preguntas a los encuestados, para posteriormente brindares las opciones a elegir de las respuestas señaladas en el cuestionario; a partir de ello, los jóvenes respondían de acuerdo a sus vivencias. Y se señalaban las respuestas en los dispositivos señalados, para posteriormente enviar al sistema Google Drive los formularios resueltos. Se pudo percibir que las respuestas eran espontáneas y presentaban cierto grado de timidez.

Los encuestados fueron específicamente estudiantes de nivel medio superior, de una edad promedio de 15 - 18 años de edad, la mencionada encuesta se aplicó el día domingo 23 de noviembre de 2014, en el lapso de tiempo de 9:30 a 12:00 hrs.

Se seleccionó la Ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas; por ser una zona turística, urbanizada, y de población estudiantil muy diversa, en cuanto a los niveles culturales, económicos y sociales referidos.  La zona específica donde se aplicó la encuesta fue en el parque central de la ciudad, debido a que es un lugar muy transitado por los jóvenes. 

El total de la población encuestada fue de 27 jóvenes, de los cuales 16 son del sexo femenino y 11 del sexo masculino. Los jóvenes encuestados manifestaron estudiar en los siguientes centros escolares: CBTis 92, COBACH, plantel 11 y 58 de esta misma ciudad.

El presente cuestionario pretende explorar cómo son las relaciones que se establecen entre los chicos de educación media superior. Con la información proporcionada por los estudiantes, se pudieron identificar algunos de los problemas que a veces surgen entre o alrededor de ellos.

Estas encuestas fueron aplicadas en el nivel medio superior, debido a que se pensaba que, es en esta etapa, donde se presenta el mayor índice de acoso escolar en las instituciones educativas.

Se aplicaron un total de 27 preguntas a los encuestados, tomando en cuenta los siguientes criterios:

  • Familiares
  • Amistades
  • Escolares

Estas preguntas especifican las situaciones donde se presentan el acoso escolar como: intimidación, maltrato entre familiares y compañeros de clase.  

CONCLUSIONES
El acoso escolar es algo común e importante de estudiar e investigar ya que es un problema en el que está presente la falta de amor y confianza de padres, amigos y profesores de los jóvenes que sufren y generan violencia. Este problema destruye la autoestima y la confianza de los niños y adolescentes, se puede llegar a la depresión, ansiedad y puede crear en los jóvenes dificultades para adaptarse a la sociedad, un bajo rendimiento escolar, e incluso impulsarlos hasta el suicidio.

A medida que pasan los años este problema va creciendo como lo señalan las estadísticas y porcentajes expuestos anteriormente en el desarrollo de la presente investigación, aunado al desarrollo tecnológico, que también trae consecuencias, debido a que por medio de las redes sociales y algunas páginas web se continúa afectando a las personas fuera del horario escolar.

Con base en este estudio realizado y a partir de los datos arrojados por la encuesta aplicada a jóvenes estudiantes de educación media superior, se pudo constatar que: en la zona centro de San Cristóbal de las Casas, el acoso escolar no es muy común entre ellos, sino que se da muy esporádicamente, aunque todos opinan que es un problema que debe solucionase para lograr una buena, sana y divertida convivencia entre todos.

Por tal razón, los docentes principalmente, como actores inmersos en el ámbito escolar deben siempre estar atentos ante las posibles situaciones de acoso escolar que puedan presentarse entre los alumnos, así también realizar acciones educativas que procuren contrarrestar este fenómeno y tomar decisiones adecuadas para generar un cambio en todos los actores que generan y sufren este tipo de violencia, procurando con ello que los estudiantes no sufran más daños y puedan cambiar sus actitudes por el bien de todos.

FUENTES DE INFORMACIÓN

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