VIDA COTIDIANA, CULTURA Y POBLAMIENTO DEL CAMPUS CIUDAD UNIVERSITARIA DE LA UACJ 2010-2013

VIDA COTIDIANA, CULTURA Y POBLAMIENTO DEL CAMPUS CIUDAD UNIVERSITARIA DE LA UACJ 2010-2013

Alberto Díaz Mata (CV)
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Volver al índice

3.3.  Plano metodológico

El estudio parte con un diseño etnográfico abierto  porque se trata de una realidad compleja, con escenarios, ambientes y con una población  en continuo crecimiento, con circunstancias cambiante, a la que ingreso mediante un estudio cualitativo que “...trae a primer plano el aspecto metodológico, esencialmente en cuanto al aparato logístico utilizado; esto es, se refiere esencialmente a un conjunto de técnicas” (Rivas, 1990, p. 23) entre las que se encuentran la observación intensiva, las entrevistas en profundidad, grupos de discusión, la contrastación con grupos de informantes, la revisión documental y cartográfica; la fotografía etnográfica y las descripciones: escénica y topográfica, así como abundantes diálogos incidentales con miembros de todos los estamentos y servicios que serán junto a mis percepciones las herramientas centrales de recolección de datos.

El estudio aborda el poblamiento y la vida cotidiana en CU, se trata una realidad social convencional y compleja una “creación histórica, relativa y contingente, [que] del mismo modo que se construye se puede transformar, reconstruir o destruir. Es una realidad en si misma inacabada, en continuo proceso de creación y cambio” (Gimeno y Pérez  2005:119).

En esta realidad social universitaria de hechos, tiempos, distancias e interpretaciones en la que se encuentran y confrontan las culturas de los estudiantes y de la institución “Tan importantes son las características observables de un acontecimiento como la interpretación subjetiva que le conceden los que participan en el mismo” (Gimeno y Pérez 2005: 120).

            Es un estudio cualitativo y subjetivo porque la realidad  va influyendo en mí, me cambia y me permite verla de maneras y planos diferentes. Es una realidad que cambia en sí misma y cambia con mi presencia, mis preguntas, con los comentarios, con el accionar de mi cámara fotográfica “...la contaminación mutua del investigador y la realidad es una condición indispensable para alcanzar la comprensión del intercambio de significados” (Gimeno y Pérez 2005: 120)

3.3.1. Investigación Etnográfica

            La adhesión al marco general de las tradiciones naturalista, cuantitativa y etnográfica proviene de reconocer que el objeto de estudio no es susceptible de conservar su integridad y naturalidad a menos que se desarrolle como habitualmente lo hace, sin intromisiones, sin manipulaciones y preservando los tiempos y espacios que constituyen su escenario cotidiano. El estudio en ese sentido es naturalista en tanto que “...fundamentalmente hace referencia a un énfasis en el escenario donde se realiza la investigación; en este caso el natural, el propio donde se producen los sucesos” (Rivas, 1990: 22). Pero es  etnográfico también porque “Los etnógrafos acostumbran a estudiar los fenómenos tal como ocurren naturalmente...” (Goetz y LeCompte, 1988: 35).

            Es un estudio etnográfico que se “...interesa no solamente por lo que aparece, sino por lo que hay detrás, es decir, por el punto de vista del sujeto y la perspectiva con que éste ve a los demás” (Pérez S., 1994: 20). “Las etnografías recrean para el lector las creencias compartidas, prácticas, artefactos, conocimiento popular y comportamientos de un grupo de personas... la etnografía es una forma de estudiar la vida humana” (Goetz y LeCompte 1988:28)

            Según Goetz y LeCompte (1988: 47) en el campo educativo se destacan cinco tipos de investigaciones etnográficas, que van desde las biografías personales, hasta comparaciones controladas, pasando por estudios de pequeñas sociedades y comunidades.

             Me he propuesto que el diseño de aproximación sea la etnografía educativa porque este enfoque tiene como objetivo central “aportar valiosos datos descriptivos de los contextos, actividades y creencias de los participantes en los escenarios educativos” (Goetz y LeCompte, 1988: 41). Y porque desde mi óptica personal contribuye en mostrar la complejidad de los procesos y ambientes educativos, diseñar estrategias de  decisión e intervención, así como para establecer políticas institucionales. A través de hacer visibles las condiciones, prácticas y los significados que construyen y comparten los estudiantes universitarios en CU.

3.4. Logística

Toda investigación reclama un marco teórico al que anclarse y uno o más campos disciplinares que provean los conceptos y estructuras para analizar, interpretar y comunicar los resultados y hallazgos de la investigación. Pero cuando se trata de aproximación a la realidad desde la perspectiva etnográfica debe plantearse la disyuntiva la teoría primero o la teoría junto al  proceso de investigación.

El presente estudio tiene como antecedentes: la historia de vida de una estudiante invidente en las infraestructuras, equipamientos y servicios en una universidad española (Díaz, et al 2009), luego un estudio etnográfico sobre la construcción de significados en Los espacios escolares de libre acceso en la Facultad de Educación en la Universidad de Málaga (Díaz M., 2009), El tercer estudio titulado Cotidianidad, cultura y territorio en la vida de los estudiantes universitarios (Díaz M. 2012) es un estudio etnográfico sobre la vida de los estudiantes del campus Teatinos de la Universidad de Málaga. Por ello el presente estudio no se funda o instala en una sola teoría, sino en la intersección de modelos teóricos que me han permitido abordar cada aspecto de la realidad cuando este emerge o es invocado por los informantes. La importancia de los modelos teóricos radica en su flexibilidad para asociarse con modelos de otras ciencias sociales (Goetz y LeCompte, 1988:60-61).

            A pesar de la diversidad teórica y temática el hilo conductor es la vida cotidiana de la comunidad universitaria, particularmente de los estudiantes que van poblando la Ciudad Universitaria. Se inició con un diseño etnográfico abierto sin dejar de lado los referentes teóricos y metodológicos de los estudios previos pero en virtud de que se trataba de un escenario y de una comunidad haciéndose la atención focal a los cambios resultó ser un factor central para comprender cómo van construyendo los protagonistas los referentes y estrategias de participación.

3.4.1. Topos y temas

Los conceptos e ideas centrales del estudio se refieren a:

  • la vida cotidiana de los estudiantes universitarios,
  • las estrategias personales, habitus y capitales.
  • condiciones de vida de los estudiantes: tiempo, distancia, traslado y alimentación
  • interacciones, relaciones y emociones de quienes ocupa y pueblan el campus universitario 
  • horarios, regulación, oferta de cursos y profesorado
  • clima, configuración y equipamiento de los espacios universitarios que constituyen una parte de su hábitat
  • estamentos, tensión y violencia simbólica en los espacios universitarios
  • el ciberespacio universitario

Preguntas: ¿Cómo eligieron o decidieron ingresar a un programa universitario?, ¿Qué factores fueron cruciales en su decisión?, ¿De dónde vienen y que medios emplean para llegar a la universidad?, ¿Dónde se alimentan?, ¿Cómo se establece el uso de los espacios e infraestructuras universitarias?,¿Qué importancia y valoración otorgan el estudiantado de esta comunidad universitaria a los espacios no áulicos?, ¿Qué territorios comparten y cuáles son exclusivos de los distintos estamentos de la comunidad universitaria?, ¿Qué espacios universitarios les resultan más gratos?, ¿Qué tareas o actividades realizan en cada uno de esos espacios?, ¿En qué espacio universitario cabe la autenticidad?, ¿Por sus prácticas y disposición de espacios y equipamientos es ésta una universidad inclusiva?, ¿Cuáles son los márgenes de libertad de uso y comportamiento en cada espacio y ambiente escolar?, ¿Participa la comunidad de estudiantes en las decisiones de uso del espacio público y común?, ¿Qué condiciones influyen en los modos de vida de los estudiantes? ¿Qué parte de su vida académica y afectiva transita por el ciberespacio?

3.4.2. Observación

La observación es una de las estrategias logísticas inherente a los estudios etnográficos. Una estancia prolongada en el medio natural, participando o no, es la primera condición de la observación (Gimeno y Pérez, 2005 p. 126), entendida como “…un proceso que requiere atención voluntaria e inteligencia, orientado por  un objetivo terminal y organizador y dirigido hacia un objeto [de estudio] con el fin de obtener información” (De Ketele, 1984 en Pérez S., 1994: 23).

            Existen diferentes clasificaciones para la técnica de observación en función fundamentalmente del rol del observador, externa o participante con distintos matices; para el estudio de espacios públicos suele recurrirse a una observación externa, no participante y aún encubierta o instrumental. Mi asignación como profesor de tiempo completo en CU me permitió realizar observación participante, observaciones tanto de carácter sistemático como episódicas o incidentales “la observación participante se definirá como una estrategia de campo que combina simultáneamente el análisis de documentos, la entrevista a respondientes e informantes, la participación directa, la observación y la introspección...” (Denzin, 1998 en Flick, 2007:154).

Observación participante: El investigador de campo observa directamente el escenario pero también participa en el sentido que tiene relaciones sociales durables en la situación. Puede o no desempeñar una parte activa en los sucesos, o puede entrevistar participantes en sucesos que puedan ser considerados parte de la observación. (McCall  y Simmons en Rivas, 1990: 142)

La observación es un proceso prolongado que permite ir logrando cada vez mayores niveles de concreción y profundidad siguiendo las etapas de observación descriptiva y cartográfica que orientaron la actuación del investigador en los escenarios del estudio; la observación localizada o focalizada limitó la perspectiva y los ámbitos para ajustarla a las preguntas de investigación, pero posibilitando la incorporación de componentes emergentes (Spradley, 1980 y Adler, 1998 en Flick, 2007: 151 y 155).  Los registros de observación para fines de interpretación y triangulación quedaron documentados en el diario de observación, transcripciones ampliadas, bocetos, dibujos, diagramas y croquis, complementados con planos y fotografías como evidencias y sustento de la credibilidad del estudio.

3.4.3. Entrevista

Las entrevistas utilizado corresponden a la tipología  etnográfica semiestructurada  matizadas con los principios establecidos por Carl Rogers, es decir una entrevista no directiva, empática, libre de juicios de valor o asentimiento sobre los juicios emitidos que permita que emerjan sus creencias y escala de valores (Roger en Pérez S., 1994: 41). Pero las entrevistas particularmente con personal directivo y dela gestión del campus generalmente tomaron la configuración de diálogo.

            El diseño de las entrevistas en un estudio cualitativo con un enfoque etnográfico conlleva la determinación de la muestra teórica, buscando la participación de informantes relevantes o partícipes en el acontecer y en los espacios objeto de estudio.

            Los informantes deben ser personas que sepan mucho sobre el tema objeto de estudio sugiere Stake (2007). Y por supuesto cada estudiante sabe, porque como protagonista vive las condiciones de su  cotidianidad en forma singular y lo hace en primera persona, pero luego como informante narra e interpreta el acontecer en el que participan los otros co-ocupantes como si él fuese un espectador. En la muestra teórica no se intentó  alcanzar una representatividad, ni mantener un nivel de proporcionalidad “su objeto prioritario es captar las representaciones e impresiones subjetivas, más o menos elaboradas de los participantes, desde su misma perspectiva” (Gimeno y Pérez G., 2005:127).

Para Stake (2007) la entrevista cualitativa se corresponde con la observación cualitativa, -que en el fondo son entrevistas y observaciones etnográficas- y lo que busca son opiniones y conocimientos de múltiples informantes entrevistados. Estas técnicas se diferencian en el foco, que en la observación es prerrogativa exclusiva del investigador, mientras que en la entrevista el informante puede influir, sesgar y aun incorporar temáticas y determinar la profundidad, simplemente porque le resulten más importantes o con mayor significado que las preguntas que se le han propuesto. El riesgo es terminar en un terreno distinto al objeto de estudio, aunque la ventaja radica en tener puntos de vista diversos en sentido y profundidad que con mucha frecuencia  benefician el análisis. En las entrevistas estamos confiando en lo que los protagonistas informantes recuerdan de lo han visto, vivido e interpretado desde diferentes posiciones y en diferentes momentos (Stake, 2007: 63-65). En estos encuentros la precisión es menos importante que los significados que han construido, significados que se reafirman y arraigan al narrarnos lo acontecido.

            Goetz y LeCompte (1988) hacen una exhaustiva revisión de recomendaciones, propuestas y criterios para el diseño, estructuración y puesta en ejecución de las entrevistas. Citan por ejemplo a Zelditch (1962) que propone tres categorías: frecuencias, incidencias y estatus; Patton (1980) seis grupos de preguntas sobre: experiencias, opiniones, sentimientos, conocimientos, sensoriales y demográficas; Spradley (1979) preguntas descriptivas, estructurales y preguntas de contraste; y Lofland (1971)

            …desaconseja a los investigadores limitarse a considerar el contenido de lo        manifestado en las respuestas o de lo que se dice voluntariamente; se han de      tener     en cuenta también las respuestas que se evaden y las preguntas que se ignoran: lo que el entrevistado no dice. Con mucha frecuencia, las omisiones      revelan datos sociales significativos  (Goetz y LeCompte, 1988:138-140).

            En todo caso el propósito y naturaleza del objeto de estudio es lo que guía la estructura y profundidad de las preguntas. En este estudio las preguntas están más próximas a una clasificación como la propuesta por Patton (1980 en Goetz y LeCompte 1988:138)) porque la búsqueda de significados en experiencias y usos sobre el espacio parece adecuarse, aun cuando no cubre la totalidad de los grupos de preguntas sugeridas.

            Para el registro de las entrevistas existen recomendaciones que son tan diversas como extremas: por una parte se recomienda llevar registros mediante grabaciones de audio precisos  y escucharlo tantas y cuantas veces sea necesarias para desentrañar significados, e interpretaciones subyacentes, en el otro extremo lo encontramos en la opinión de Stake

            Para muchos el magnetófono es  de escasa utilidad, a menos que al final se quiera         hacer una presentación en audio. Normalmente no es importante disponer de las            palabras exactas del entrevistado, lo importante es lo que quería decir, antes de    grabar o escribir desaforadamente, es preferible escuchar, tomar unas cuantas notas,             preguntar para aclarar” (2007: 64).

 En la entrevistalas preguntas pretenden penetrar la capa superficial de las respuestas automatizadas, los clichés o aquellas consideradas social y políticamente correctas. Por ello a cada participante en las entrevistas y en los cuatro grupos de discusión le expuse el sentido  del estudio y uso que se haría de la información. De las respuestas obtenidas, algunas que parecen superficiales,  no lo son, son las únicas respuestas o interpretaciones de que disponen y a partir de ellas organizan sus actuaciones. Al igual que hay respuestas que tienen un trasfondo, hay otras respuestas  simples y llanas, pero que igualmente condicionan acciones, interacciones y construcción de significados en los estudiantes.  

3.4.4. Muestreo

Cuando se estudian comunidades o incluso aulas e instituciones, con frecuencia es posible incluir a toda la población objeto de estudio. Pero en los grandes grupos o poblaciones en constante crecimiento o movilidad se prefiere tomar una muestra teórica. No intentaremos que la muestra se asemeje a la población, la muestra no es estática sino secuencial, incorporando a los nuevos pobladores que ingresan al escenario, por ello no aspira a representar a la población, ni fue diseñada a priori. Para ser claros la muestra no es estadística, sino basada en criterios (Goetz y LeCompte, 1988: 98), que incluyen a todos  los estamentos de la comunidad universitaria de  CU. Para el estamento del personal de las áreas de dirección, gestión, apoyo administrativo, intendencia y servicios el criterio fue que su foco de actuación y atención se relacionará directamente con los estudiantes y con los espacios objeto de estudio, en los que su interpretación y narraciones resultasen relevantes para comprender lo que acontece en la comunidad. La muestra del profesorado se integró con 11 informantes incidentales, adicionando opiniones vertidas públicamente en sesiones del cuerpo docentes de CU y dos  profesores entrevistados. Es oportuno enfatizar que la población objeto de estudio son los estudiantes y que los informantes de los otros estamentos permiten triangular, interpretar y contextualizar las actuaciones, interacciones y significados construidos por los estudiantes.

Para establecer la muestra de la población objetivo del estudio -los estudiantes- se establecieron los siguientes criterios iniciales: Primero ser estudiante de CU, segundo una parte de la muestra debería estar integrada por los estudiantes pioneros que iniciaron la colonización y poblamiento de CU (2010) El tercer criterio consistió en incorporar como informantes a estudiantes de cada promoción (2011-1 y 2, 2012 -1 y 2 y 2013-1 y 2). El cuarto criterio consistía en que los informantes deberían tener como base áulica alguno de los edificios A, B o C. Y aunque en 2013-2 iniciaron actividades académicas en uno de los módulos del complejo D no se incluyó a ningún estudiante de este nuevo escenario.  Otros criterios fueron: incluir informantes de ambos género, estudiantes casados o viviendo en pareja, estudiantes con hijos, estudiantes trabajando, estudiantes con discapacidad (muy escasos) y estudiantes becarios. Conforme se fue avanzando emergieron otros criterios como el lugar de origen (estudiantes foráneos), en virtud de que ello se asocia a la vida cotidiana y en los modos de vida de los estudiantes, por lo que se incluyeron también estudiantes compartiendo vivienda, estudiantes en condiciones de orfandad, o víctimas de la violencia. Como ya se comentó la muestra fue secuencial, con lo que encontré vivencias singulares y cotidianidades complejas, aunque asumiendo de manera preferente el hábitat universitario y los trayectos que lo unen al resto de la vida cotidiana.

Una parte de la población a la que se le solicitó su participación como informantes se negó o se intimidaron al informarles que grabaría sus participación; otros me ofrecieron un encuentro posterior al que no asistieron y en un caso el informante (UAMI) me indicó que necesitaba autorización del coordinador de Universidad Saludable para proporcionarme información y para ingresar al área, en la biblioteca la información proporcionada a cuenta gotas siempre estuvo acompañada de una solicitud de discreción y en el área de Cómputo después de expresarles algunas condiciones, servicios o procesos que podrían ser mejorables, los informantes dejaron de proveer información. En estas condiciones la muestra asumió características del llamado muestreo de conveniencia recurriendo a quienes se muestran disponibles (Goetz y LeCompte, 1988: 93), también llamadas muestras autoseleccionas. 

            La recomendación de establecer como límite de la muestra la saturación teórica (Flick, 2007: 79) no se alcanzó cabalmente, porque cada nuevo semestre se incorporaba nueva población estudiantil y algunos de los escenarios sufrían reacomodos y nuevas distribuciones.  El límite entonces fue mantener el foco en las categorías, escenarios e interacciones de mayor saturación informativa y concluir en forma prudente al término de los primeros tres años de operación del campus CU en el objeto de estudio. Acuciado por la demanda de resultados de la investigación

La muestra se compuso de 106 estudiantes en la que participaron 33 hombres y 73 mujeres, el sesgo de género se produjo por la mayor disponibilidad y asistencia a los encuentros convenidos por parte de las estudiantes. De la totalidad de los informantes estudiantes solo 18 participaron en más de tres sesiones y seis  (tres mujeres y tres hombres) de ellos  acompañaron el proceso con distinta intensidad durante al menos seis meses. En la muestra se incluyen los estudiantes del  grupo de discusión integrado solo con estudiantes pioneros (los que ingresaron en 20110), además de  39 estudiantes que formaron doce grupos de tres estudiantes cada uno como informantes de contraste, esos grupos observaban y discutían antes de entregar un informe sobre comportamientos e incidencias en distintos escenarios o en distintos grupos. Cada grupo observó y redactó un informe narrativo acerca de  comportamientos e interacciones e incidentes en  escenarios específicos, esos informes enriquecieron las observaciones del investigador y las narraciones e interpretaciones de informantes individuales, posibilitando la triangulación necesaria para sostener la credibilidad del estudio. Debo destacar la contribución directa e indirecta de un estudiante de diseño con quien me reuní en tres ocasiones y que es autor de una serie de animaciones en las que aborda temáticas vivenciales como: el transporte, la cafetería, la biblioteca, las salas electrónicas el campus universitario y las vicisitudes de los estudiantes que pueblan CU. Su obra a la que considero etnografía en animación está disponible en Youtube bajo el seudónimo de indómito champ, Martínez Varela contribuye con sus animaciones a entender los sentidos y significados que los estudiantes otorgan a las prácticas y condiciones del hábitat universitario.

De los informantes pertenecientes a otros estamentos y áreas de dirección, gestión y servicios, que participaron o proporcionaron información: dos grupos de discusión fueron formados por cuatro miembros del personal administrativo, y otro por cinco miembros del personal de intendencia y uno del área de mantenimiento. También se entrevistó a personal de: la  Unidad de Atención Médica Inmediata (UAMI), COBE, Biblioteca y teleinformática; a los responsable académico y administrativo de la división multidisciplinaria, a tres de los enlaces académicos a la responsable de la Coordinación de Orientación y bienestar estudiantil (COBE), mientras que con el responsable del campus CU se mantuvieron algunos intercambios a nivel de diálogo. De las áreas de servicios brindados por empresas no universitarias se entrevistaron choferes, personal de vigilancia y de las cafeterías.

3.4.5. Fotografías y datos visuales

Las fotografías etnográficas pueden modificar las conductas de la realidad estudiada, pero se consideran valiosas cuando capturan hechos y condiciones únicas o relevantes. Al respecto Barthes (1996, en Flick, 2007:165) distingue cuatro tipos: como demostrador, (muestra fotografías al investigado) como operador (toma fotografías de la realidad o el objeto de observación como modelo), como espectador (observa fotografías que le son mostradas) y como espectador del operador (observa la realidad que es fotografiada por el investigado). En este estudio las fotografías fueron utilizadas en dos modalidad, operador y la de operador –espectador. La primera tomando a estudiantes realizando algunas tareas, o actividades, descansando, haciendo uso de los espacios universitarios y del transporte, la segunda aprovechando fotografías tomadas por miembros del personal de COBE, de intendencia y de los propios estudiantes informantes, ello con el propósito de mantener abierto el foco de atención y también como evidencia fotográfica que respaldase la triangulación discursiva e interpretativa. La mayoría de las fotografías tienen como propósitos: ilustrar los espacios como escenario y hábitat de la actividad humana en apoyo a la descripción que de ellos se hace en forma verbal y mediante planos y, segundo mostrar el poblamiento y las coreográficas interacciones del estudiantado. En algunos de los apartados del informe se corrió el riesgo denominado “saturación de imágenes” que con frecuencia impide el acceso al texto atraídos por la fuerza de la imagen (Banks, 2010: 63), pero se decidió de forma  intencional y reflexiva, esperando mostrar las condiciones espacio-materiales en que se presenta la interacción y construcción de significados de la comunidad estudiantil de CU.