VIDA COTIDIANA, CULTURA Y POBLAMIENTO DEL CAMPUS CIUDAD UNIVERSITARIA DE LA UACJ 2010-2013

VIDA COTIDIANA, CULTURA Y POBLAMIENTO DEL CAMPUS CIUDAD UNIVERSITARIA DE LA UACJ 2010-2013

Alberto Díaz Mata (CV)
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

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3.5 Categorización

Los procesos de categorización procuré ceñirlos al objeto de estudio y a los marcos teóricos que fui incorporando conforme realizaba mis observaciones y entrevistas. Las categorías se construyeron  y reconstruyeron, porque el campus universitario, objeto de estudio, también lo hacía con el arribo de nuevos pobladores y la apertura de cada edificio que se iba concluyendo, trastocado en cada ocasión  el espacio social (posiciones y campos) y el espacio antropológico (usos, prácticas, interacciones, tensiones, ritos y significados). A los escenarios y ambientes  en mutación se agregaron la distancia, los horarios y los servicios del indiobus y la ruta universitaria  y con ellos aparecen las categorías del espacio geográfico y del desprendimiento del espacio urbano entendido como lejanía, así como la propia geopolítica del campus universitario.

            El recorrido frecuente sobre la superficie social en la que transcurre parte de la vida cotidiana de los estudiantes posibilitó establecer una tipología inicial de distribución por estamentos de los territorios del campus: docencia, gestión, dirección y servicios; protocolarios, de tránsito, de estudio, de restauración y de aseo y, espacios de acceso abierto o restringido. Porque  la vida cotidiana, la vida en la que priman las regularidades se compone de rutinas, espacios y trayectos; emociones, intensiones, actuaciones, interacciones y afectos, por ello fue necesario incorporar categorías que aluden a los campos de psicología ambiental, del interaccionismo, de la arquitectura universitaria y de los enfoques los cuerpo, la geografía de los objetos y de las que entraman corporeidad, afectividad y tecnologías de la información.

            Los ambientes se integran con usos, prácticas, pautas culturales e institucionales, normas sociales, configuración espacial y equipamiento. Pero es la percepción individual y grupal la que significa los espacios-ambientes en las categorías de aquellos que invitan, y por los que desarrollan una topo-filia que les lleva a ocuparlos, poblarlos y disputarlos; o en contraposición espacios-ambiente topo-fóbicos, espacios  incómodos, desagradables o ajenos,  ambientes que ellos eluden o que consideran expulsores. 

            Incorporé elementos de morfología social, fisiología social y etología colectiva o prexemia con el riesgo de que tenga el aspecto de caricatura etnográfica como califica Mauss (2006: 30-31) a las etnografías que no respetan las proporciones de los diferentes fenómenos sociales. Así que el estudio no es una etnografía de los estudiantes, sino una aproximación (a través de técnicas etnográficas) a la vida cotidiana de estos agentes en los espacios-escenarios-ambientes-nichos que su posición social y ocupación de estudiantes les propicia al habitar y poblar un campus académico trasplantado a un medio distante e inhóspito.

            Asumí -y por eso describo- que cada edificio e infraestructura académica es un nicho ecológico con múltiples ambientes propiciados por la normativa, la costumbre, el mismo diseño arquitectónico, en el que los diversos habitus y necesidades de los pobladores (estudiantes) buscan tener su propio espacio, un territorio que les sea propio, así sea en forma provisional y temporal. Territorios en los que concurren y se entraman de manera peculiar las culturas: social y experiencial, con las culturas académica e institucional.        

            Un eje de categorías tiene el carácter de circunstancia contextual, que se concreta en la distancia o proximidad entre el domicilio familiar al campus universitario, también se consideran los medios que le permiten transitar y enlazar el fragmento del hábitat citadino con el fragmento o hábitat universitario que da significado a su ocupación de estudiante –el campus universitario- y de éste se incorporan categorías espaciales, ambientales y de actuación del estudiantado.

            La vida cotidiana

            … es la medida de las relaciones humanas con el tiempo, con la habitabilidad     de los   espacios, con la búsqueda de imaginarios y con la construcción de historias, todos          ellos como referentes de los contenidos que se relatan en los    contenidos de la            racionalidad, la afectividad y la corporeidad que elaboramos        para tematizar cómo    pensamos, sentimos y actuamos la existencia de la cultura donde vivimos y       convivimos (Pollio, Henley y Thompson, 2006 en Orellana, 2009: 4).

            Como el objeto de estudio es la vida cotidiana de los estudiantes en el ámbito universitario y la vida cotidiana se estructura en torno a los espacios, tiempos, actividades, afectos e interacciones que viven los estudiantes en su día a día, no resultaba extraño que las categorías cubrieran una amplia gama de condiciones, circunstancias, prácticas, tiempos y lugares.

            Las regularidades del calendario y del horario escolar dejan huecos en los que cada estudiante -desde su habitus, sus estructuras motivacionales, su cuerpo, sus afectos y su circunstancia- construye su singular cotidianidad con sus prácticas y rutinas de: alimentación, aseo y autocuidado, trayectos, estudio independiente, deporte, ocio, amigos y redes sociales.

3.5.1. Consideraciones previas a la interpretación 

            Espacios, ambientes, territorios y trayectos por una parte; cultura, capitales, habitus, comportamientos y significados por la otra, y una parte más la corpórea, emocional y afectiva, constituyen las tres grandes unidades tanto conceptuales como de percepción.  Su complejidad imposibilita su aprehensión simultánea y total, ello me obliga a buscar unidades perceptuales y conceptuales de nivel operacional sobre las que pueda centrar y enfocar las tareas de percepción y especulación. Estas unidades son en este estudio: el significado de haber sido asignado al campus  Ciudad Universitaria; la distancia, el trayecto y el medio cotidiano para conectar su hábitat; los espacios y lugares concretos del campus universitario en los que acontece su vida, y; los comportamientos, interacciones y afectos que los estudiantes exteriorizan en cada uno de esos espacios. A pesar de la aparente segmentación que las categorías hacen de la realidad, no se está fraccionando la realidad natural, ya que como hemos señalado la institución (universidad, centro, edificio) como espacio ecológico se compone de múltiples nichos con comportamientos y significados construidos y exteriorizados en cada uno de ellos.

            La tarea fundamental es el establecimiento de relaciones entre constructos y categorías, relaciones no siempre causales como en los modelos predictivos, sino relaciones contextuales, relaciones entre condiciones y comportamientos, relaciones secuenciales, siempre buscando patrones, pautas o ejemplos que tuvieran significado, dieran sentido o al menos le confieran visibilidad a actuaciones inadvertidas o soslayadas. En resumen se trata de dar sentido, interpretar y comprender lo que acontece en la realidad. Porque al comprender se especula, infiere e interpreta como un proceso unificado que da sentido a las voces y observaciones, a los textos y a los discursos, a los escenarios y las actuaciones, a las tradiciones y a las disidencias. Pero la comprensión no basta, debe convertirse en texto, narración y discurso.

            En la interpretación, señala Stake  hay dos vías, la de ir sumando ejemplos, comportamientos, hechos y opiniones y a partir de esa suma categórica hacer la interpretación, y aquella otra en la que la interpretación se hace de manera directa sin esperar que se presente un cantidad indeterminada  de comportamientos similares para especular, interpretar o asegurar que se trata de patrones o pautas; en ocasiones un solo ejemplo, observado y analizado en su complejidad abre el camino a la interpretación y da paso a la comprensión.  Por el momento sólo de esta realidad singular. Y a pesar de ello, aun en la investigación cualitativa  más ortodoxa, es trasluce la búsqueda de relaciones y significados que permitan construir un modelo consistente, un modelo en que las partes presentan con cierta regularidad una especie de correspondencia (Stake, 2007:69-72). Si no fuera así cada indagación o estudio cualitativo se agotaría en sí mismo.

3.6 Triangulación

La triangulación en la investigación cualitativa un proceso central para establecer la credibilidad de las interpretaciones. Stake (2007) sugiere que la denominación tiene origen en los procesos instrumentales de navegación que mediante la triangulación de la posición de un grupo de estrellas podía inferir el navegante su propia posición, y que aplicada en la investigación la posición de las estrellas corresponde a otras fuentes de datos, a los instrumentos y a los informantes e interpretaciones con cuya confrontación se clarifican, fundamentan y validan las interpretaciones del investigador.

            En este proceso es importante distinguir en las observaciones la calidad o solidez de las mismas al igual que de las interpretaciones. Este arduo trabajo de triangulación debe ocupar los esfuerzos preferentemente en los datos e interpretaciones más relevantes (Stake, 2007:94-97). Por su parte Goetz y LeCompte (1988: 36) la comparan con los trabajos de los topógrafos que confirman la posición desde diversos puntos. Pero en todo caso reconocen que los procesos de triangulación tienen la virtud de impedir la pronta o irreflexiva aceptación de las interpretaciones iniciales hasta someterlas al contraste con otras fuentes de datos. Los autores reconocen también que la triangulación es importante para corregir sesgos en la apreciación de un fenómeno por un observador solitario (1988: 36), por lo que en mi caso incorporé informes de contraste elaborados por 12 grupos de estudiantes. 

            La contrastación de observaciones, datos verbales y narraciones, fuentes diversas, momentos, escenarios y métodos diferentes también llamada discusión- permite evitar o al menos atenuar las distorsiones, posibilita apreciar las interpretaciones y percepciones subjetivas y de colectivos. Pero además permite a los protagonistas reconocerse en las voces y escenarios y conocer posiciones diversas y con ello asumir la construcción e intercambio de significados de manera más crítica (Gimeno y Pérez, 2005: 127).

            Denzin (1989, en Flick, 2007: 243) distingue cuatro tipos o estrategias de triangulación: triangulación de diferentes datos (en tiempo, espacio y informantes diferentes); la triangulación del investigador (otro investigador  para minimizar las desviaciones propiciadas por el investigador); la triangulación de la teoría,  (diferentes constructos teóricos uno al lado de otro para evaluar la potencia y utilidad de cada una) y; la triangulación metodológica (las dimensiones metodológica y táctica). Por su parte Flick propone la triangulación  como una estrategia alternativa para incrementar la profundidad y alcance de las metodologías cualitativas (Flick 2007: 244).

                        Los datos generados en las entrevistas de los estudiantes informantes se contrastan con las observaciones y con la información y documentación proporcionada por otras fuentes. Se puso especial atención en el análisis de los planos y fotografías porque según Stoller con ello se da robustez y credibilidad a los estudios etnográficos y antropológicos (Stoller, 1989 en Banks, 2010: 156-157).