TALLERES METODOLÓGICOS PARA LA PREPARACIÓN DE LOS INSTRUCTORES DE MÚSICA DE SECUNDARIA BÁSICA EN LA EDUCACIÓN AUDITIVA O PERCEPTIVA

TALLERES METODOLÓGICOS PARA LA PREPARACIÓN DE LOS INSTRUCTORES DE MÚSICA DE SECUNDARIA BÁSICA EN LA EDUCACIÓN AUDITIVA O PERCEPTIVA

Lisbé Fleites Suárez, Yamilet Marín Cabrera, María Esther Hernández Padrón, Carmen Rosa Pérez García y Edelia Teresa Díaz Muñoz (CV)
Filial Universitaria de Salud Yaguajay

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1.3 - La  educación auditiva o perceptiva como componente de la educación musical.

Empezaremos hablando de la educación auditiva. Ésta se propone descubrir las aptitudes musicales que tiene el educando, desarrollar su capacidad expresiva, favoreciendo sus capacidades imaginativas y creativas. La audición interior, capacidad de memoria auditiva es esencial para conseguir esos objetivos; el progresivo desarrollo de los mismos conducirá a una mejor percepción auditiva. 
Otros objetivos de la educación auditiva son: despertar la sensibilidad del individuo, su sentido estético, la agudeza de oído, iniciarlo en el conocimiento de los elementos de la música, responder a estímulos sonoros, educar su voz... Para conseguirlos, es recomendable utilizar la música en su totalidad, de sonido y forma, con los elementos y aspectos que la integran, ejercitar la atención y  la memoria, los reflejos auditivos y motrices. Podemos contar con audiciones de canciones y música grabada, entre otros aspectos. La audición de canciones también nos puede acompañar en la realización de actividades plásticas y corporales.
La audición es la base de la educación musical y debe desarrollarse a partir de la planificación adecuada de actividades desde edades tempranas, por lo que es necesario tener presente una serie de advertencias previas para el desarrollo de la percepción auditiva (Behrmann, p.11)

  • El alumno debe oír antes de que pueda utilizar lo que oye.
  • Prestar debida atención a los dialectos.
  • Los ejercicios deben ser breves y puedan servir de soporte a otros ejercicios.

Esta educación va a permitir desarrollar una serie de conocimientos en el estudiante, como son: el sonido (timbre, intensidad, altura, duración, acento, compás...), el silencio, la diferenciación entre la música cantada o sólo tocada con instrumentos, la iniciación al cálculo a través de agrupaciones (el niño puede diferenciar si tocan muchos o pocos instrumentos, si cantan muchas o pocas voces)...
El sentido de apreciación empieza a una edad muy temprana. Una vez que captemos su atención, nuestra voz y las canciones entonadas con suavidad, serán las que primero despierten su sensibilidad auditiva. Ésta se irá desarrollando con la ayuda de un material didáctico adecuado: juguetes musicales, instrumentos melódicos, grabaciones de cintas y discos...
Los ejercicios sensoriales son el punto de partida de la educación del ritmo y de la formación musical. Por lo tanto, se debe trabajar con el niño para que vaya consiguiendo el ritmo de una forma gradual a través del movimiento, la expresión del cuerpo, la canción, los juegos musicales... Podemos utilizar instrumentos corporales y musicales para desarrollar el ritmo en los niños.
A diferencia de la actitud activa que adopta el estudiante frente al ritmo, la actitud ante la audición de canciones es receptiva. Es fundamental que se combinen ambas, es decir, que el estudiante sea activo y receptivo al mismo tiempo. Podemos incorporar  al  sonido nuestros movimientos de pies y de manos, flexión de rodillas, balanceos...
Las canciones son la forma más viva, fácil y espontánea de practicar la música. Desde los más elementales tarareos infantiles hasta las más elaboradas formas, las canciones ofrecen al estudiante un sinfín de posibilidades de expresión musical.
De forma progresiva, se le intercalan audiciones de coros infantiles, adultos, obras musicales de diferentes estilos y formas... Se Les invita a expresar con palabras, la emoción o el estado de ánimo que les inspire la música: diversión, cansancio, alegría, tristeza... También pueden escuchar música clásica cuando realizan otras actividades. 
Para las audiciones se deben tener  muy en cuenta las características de los alumnos, la buena calidad de los aparatos de reproducción, la elección  de las canciones que se interpretan, destacar características rítmicas (danzas populares) o tímbricas (orquestación instrumental), en algunos casos se pueden ilustrar las obras con láminas, diapositivas, fotografías...
La educación musical está íntimamente relacionada con: la educación sensorial, motriz y corporal (esquema corporal y lateralización), espacio – temporal, atención, memoria, afectividad, expresión corporal, educación del gusto y de la estética... Por eso es tan importante la globalización en esta etapa educativa.
Una canción o una música bien ritmada pueden servirnos para organizar unas formas en el espacio que los propios alumnos pueden inventar. Cuando danzamos coordinamos los gestos y movimientos anteriores en grupo, formando círculos, danzas de parejas, líneas que se cruzan... Antes de inventar una danza, se analiza la música para conocer las frases, las repeticiones, el elemento rítmico que sobresale, el tiempo... y así no tener que cambiar ningún gesto o movimiento que no encaje, una vez que los alumnos la han aprendido.
Las actividades musicales,  según las capacidades que desarrollan las se pueden clasificar en torno a tres grandes grupos: actividades de audio percepción, expresión y representación.
Las primeras se ocupan de potenciar las capacidades que hacen posible el desarrollo de la auto percepción. Según el canal de recepción de la información que favorezcan, pueden ser de:
       V        Percepción auditiva (reconocer algunos objetos al dejarlos caer al suelo, ordenar determinados instrumentos según su sonido, adivinar qué persona ha pronunciado una frase, ordenar los sonidos con unas progresiones lógicas...)
         V        Percepción visual (colocar los sonidos correspondientes a una acción que ven, a la que se le quitado el sonido original, rodear sobre un papel instrumentos musicales que han escuchado anteriormente...)
        V         Percepción sensorial – táctil (sentir con los dedos las  vibraciones producidas por un instrumento,  reconocer por medio del tacto determinados objetos que han escuchado previamente...)
Las actividades de expresión son la base para la vivenciación e interiorización musical y los mejores contextos  donde se pueden aplicar los conocimientos y las experiencias musicales que se han adquirido. Con ellas se potencia la expresión musical en sus distintas manifestaciones: 
1.  Expresión vocal: Dentro de estas actividades podemos desarrollar juegos con las palabras, frases, trabalenguas, imitar y reproducir sonidos de nuestro entorno, interpretar de forma individual y grupal un repertorio variado de canciones...)
2.  Expresión instrumental: Jugaremos con instrumentos naturales, objetos del entorno y de pequeña percusión, acompañaremos con instrumentos las canciones aprendidas en clase.
3.  Expresióncorporal y del movimiento: Son actividades de exploración del espacio, adaptación de los movimientos del cuerpo al ritmo de una melodía que escuchamos, acompañamiento con gestos de las canciones o la interpretación sencilla de danzas.
 Las actividades de representación son aquellas que se refieren al ámbito de la representación gráfico – plástica de la música y de sus elementos, de forma que los alumnos tienen un primer acercamiento a los códigos de comunicación musical. Suponen un marco adecuado para plasmar el  grado de comprensión de los sonidos y sus parámetros. Ejemplos de dichas actividades son: representación gráfica de diferentes sonidos, realización de dibujos para expresar lo que nos sugiere una melodía, expresión de pequeños mensajes sonoros, dictado de sonidos... 
Metodología a seguir para el desarrollo de una audición.

  • Toda actividad perceptiva requiere informar a los educandos los objetivos de la audición: precisar título de la obra, compositor, género y país, además de la percepción sonora corporal y percepción del entorno sonoro, de acuerdo con la secuencia metodológica planteada.

Preparación psicológica y física del auditorio: silencio previo, concentración mediante juegos, ejercicios vocales, respiratorios, etc. y postura adecuada para escuchar con disposición.

    • Audición de la obra, fragmento o hecho sonoro, que debe realizarse las veces que sea necesario para la adecuada percepción del oyente.
    • De acuerdo con el objetivo de la audición, el niño o la niña podrá marcar la métrica, tararear, ejecutar polirrítmias sobre la audición, expresarse con creatividad, o disfrutar exclusivamente de la música.
    • Análisis de lo escuchado y respuestas a las preguntas realizadas.
    •  Relación o no con la lectoescritura del material sonoro, por el método tradicional o por otras vías convencionales no tradicionales.
    • Durante la audición del material sonoro, no se darán indicaciones para no perturbar la atención del oyente, ni para que se interrumpa la idea lógica del contexto musical que se escucha. Si es necesario hacer una indicación durante el transcurso de la obra, debe ser muy breve, precisa y en el momento oportuno.
Las audiciones de buena música deben producir :

Percepción de los valores estéticos de la obra, dado que la tarea central de la Educación auditiva es el desarrollo de la sensibilidad y el gusto musical.
 -Concentración y reflexión de lo que se escucha.
 -Reconocimiento de diferentes contenidos técnico-musicales.
 -Apropiación de conocimientos artístico-culturales imprescindibles.
 -Adquisición de habilidades creadoras, tanto individual como en grupo.

-Dominio de hábitos adecuados de comportamiento ante la audición de los distintos tipos de música. Los principios indispensables a tener en cuenta para la selección del material sonoro son:
  • Características de las edades de los educandos oyentes.
  • Conocer si nivel de educación musical.
  • Objetivos que se persiguen: proceso de musicalización y el desarrollo  de habilidades técnico-musicales.
  • Intereses y vivencias de los educandos.
Las etapas de percepción del material sonoro son las siguientes:
  • Introducción al estudio de una nueva obra, puede ser de familiarización, profundización o entrenamiento del oído.
  • Trabajo con la nueva obra: observación, determinación, discriminación o identificación de aspectos técnico-musicales, entre otros temas.
  • Repaso y consolidación de la obra, reafirmación de los aspectos observados, con diversas actividades de aplicación.
  • Repaso y consolidación de la obra, reafirmación de los aspectos observados, con diversas actividades de aplicación.

Las audiciones pueden tener tres variantes

    • Dirigida al razonamiento del educando oyente, comprensiva, con un gran énfasis en la esfera cognoscitiva. Es aconsejable realizar discriminaciones, distinguir detalles, cualidades del sonido, tipos de comienzo, medio sonoro, formas binarias, ternarias, frases, ritmos iguales, sonidos del entorno, del propio cuerpo humano y de la voz, etc. En la orientación previa, debe inducirse a los niños oyentes a que descubran por sí mismos las tareas solicitadas. Tiene que existir plena correspondencia entre el objetivo, el análisis de lo escuchado y las respuestas del oyente A. Copland (1974), considera que el auditorio inteligente debe estar dispuesto a aumentar su percepción de la materia musical y de lo que a esta le ocurre. Debe oír las melodías, los ritmos, las armonías y los timbres de un modo más consciente.
    • La otra variante (sensible), relacionada con el nivel de sensibilidad de la persona, está encaminada a establecer comunicación directa con la música o hecho sonoro, sin valoraciones intelectuales o técnico-musicales. Los comentarios previos deben ser mínimos e indispensables, solo orientar la actividad del oyente. Puede ser que este descubra más lentamente los valores artístico-musicales de la obra. Este tipo de audición contribuye notablemente al desarrollo de la habilidad de escuchar y a la sensibilización musical del oyente, de tal forma que llegue a sentir la apetencia de escuchar buena música. “El modo más sencillo de escuchar la música es escuchar por el puro placer que produce el sonido musical. Ese es el plano sensual”, (Copland, 1974).
    • La audición creadora destinada al desarrollo de la capacidad creadora e imaginativa del oyente promueve la expresión musical, literaria, corporal, plástica, vocal, instrumental diversa, y la percusión corporal e instrumental. Este tipo de audición también propicia el reconocimiento y/o aplicación de contenidos técnico-musicales, la forma y el carácter de la música, que se expresarán mediante las vías expuestas anteriormente. Estas audiciones requieren de un entrenamiento sistemático del oyente.

La educación del oído  esta presente en todos los componentes de la educación musical. El desarrollo del analizador auditivo debe valorarse con una visión integral, totalizadora en el proceso de percepción .Este ultimo debe comenzar con las posibilidades sonoras del cuerpo, con sus sonidos internos y externos .Así mismota percepción del entorno sonoro ´´áreas exteriores, calles, objetos, conversaciones , el viento, la lluvia, medios de difusión masiva, fuentes idóneas para el desarrollo del analizador auditivo y para la creación-improvisación con la utilización de los sonidos percibidos.
Los objetos pueden tener múltiples posibilidades sonaras según se manipulen. Para ello debe realizarse una observación o percepción sonora, visual, táctil y cinética .En la percepción auditiva ocupan un lugar relevante las audiciones dirigidas de buena música, folklórica, popular profesional y de concierto, en vivo o grabada .El concepto buena música incluye la mejor de las distintas músicas del mundo, desde las épocas pasadas hasta la contemporáneas .Su inclusión en la musicalización del individuo debe ser gradual y sistémica desde las edades tempranas.
La educación auditiva como componente de la educación musical tiene diversos objetivos en la musicalización del educando:

  • Discriminar los parámetros del sonido, intensidad, timbre altura y duración.
  • Potenciar la capacidad de concentración auditiva, creando hábitos de escucha.
  • Desarrollar la atención y la memoria auditiva.
  • Favorecer el descubrimiento del mundo sonoro con una actitud abierta.
  • Desarrollar el gusto por las audiciones musicales.
  • Favorecer la adaptación al medio ambiente.
  • Potenciar, aumentar los periodos de escucha activa pasiva.
  • Disfrutar con las actividades auditivas.
  • Cuidar y mantener el material sonoro.
  • Respetar las actividades de los demás.

Nuestra percepción se renueva constantemente, es una conquista progresiva  ,cuanto mas experiencia y conocimiento tenga la persona tanto mas elaborada será .La percepción remite la comprensión ,es un vinculo entre sujeto y objeto, y para que las sensaciones conscientes lleguen a transformarse en percepción, primero tienen que convertirse en una experiencia significativa, para lo cual es necesario que el estimulo se reitere en el numero suficiente de veces como para que, asociado a otras percepciones, se convierta en una señal (Muscarsel,1988,p.74)
Abbdie y Gillie (1973,p. 19), sobre la pedagogía de la audición, proponen desarrollar  las facultades de concentración y de atención .La atención es indispensable para el acto de escuchar, y el grado en que se desarrolle será proporcional a la audición que se obtenga .La escucha es el fundamento de la educación musical ,la importancia de la pedagogía de la escucha en el campo de la educación actual estriba precisamente en que es imposible la adquisición adecuada y correcta de la practica musical sino se realiza un entrenamiento de la sensorialidad  auditiva ,que se debe comenzar lo mas pronto posible y en consonancia con el desarrollo evolutivo del educando.
En la metodología de Willems(1981,1984), lo mas significativo es la preocupación por la educación auditiva al considerar que el oído es el órgano principal, a través del cual captamos todas las sutilezas del lenguaje, en relación con las distintas partes del cuerpo ,Considera tres aspectos fundamentales a educar en el oído :sensorial ,afectivo y mental , que asocia con los verbos oír, escuchar y entender .Cree que la enseñanza ha sido guiada hacia el aspecto intelectual o mental, con el aprendizaje de conocimientos teóricos, sin llegar a una escucha, a la audición interior , y que es aquí donde radica el problema de la educación musical .Para la aplicación de esta metodología es necesario desarrollar la sensibilidad señorial(educación auditiva desde edades mas tempranas(Willems y Chapuis,1989,1990,1993)
La autora se adscribe a la metodología que aplica Willems, por lo especifica a la hora de determinar el principal fin de una audición, oir .escuchar y entender (relación entre lo sensorial, lo afectivo y mental)
En la escuela general básica en los distintos niveles se debe contemplar un sistema de percepción auditiva con actividades de percepción sonora corporal, percepción del entorno sonoro y audiciones de buena música, teniendo en cuenta las particularidades de las diferentes edades, los gustos y preferencias musicales de los oyentes así como sus necesidades estético-musicales.