VIVIENDA, RIESGO Y VULNERABILIDAD SOCIAL EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO PÁNUCO

VIVIENDA, RIESGO Y VULNERABILIDAD SOCIAL EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO PÁNUCO

José Luis de la Cruz Rock
Alfonso Tello Iturbe
María Eugenia Rosas Rodríguez
(CV)
Universidad Autónoma de Tamaulipas

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Asentamientos humanos: sitios de riesgo

Los asentamientos humanos en el sur de Tamaulipas, han proliferado sin reglas básicas de urbanización e incluso, en espacios ganados a los humedales que poco a poco se fueron rellenando y multiplicando en las últimas tres décadas. Esto resulta de un proceso que inició a fines del siglo XIX  con el descubrimiento del petróleo y el establecimiento de las primeras petroquímicas; razón por la que se deriva una fuerte migración de las zonas rurales que se fueron estableciendo en las márgenes de los ríos y lagunas.

Las zonas vulnerables o de riesgo, son todas aquellas que se encuentran expuestas a eventos naturales o antrópicos,  que pueden afectar los servicios básicos, poner en riesgo bienes materiales y la seguridad de sus habitantes (Protección Civil, Tamaulipas , 2010).

La pobreza y marginalidad  en el ámbito rural provoca el movimiento de la población hacia zonas urbanas, es por esto que se observa cómo los migrantes se incorporan paulatinamente en áreas donde se construyen espacios riesgosos al no encontrar otras opciones para su asentamiento. El peligro y el riesgo son ingredientes activos que restan valor a estos lugares; por ello, son los más asequibles para los grupos sociales pobres.

Estos nuevos habitantes de la ciudad carecen de escolaridad básica y de capacitación que les impide incorporarse al mercado formal de trabajo; situación que provoca la oferta de mano de obra barata, comercio informal, entre otros.

Tal es el caso de las colonias populares que se establecieron en la periferia y en los alrededores de la refinería y del puerto de Altamira. Allí, el crecimiento fue desordenado y, por consecuencia, se carece de servicios básicos como electricidad y agua, pavimentación  adecuada  y  alcantarillado.  Se  sufren los embates de la temporada de nortes y ciclones, por lo que año con año se presentan severas inundaciones. Las colonias populares son zonas receptoras de inmigrantes rurales que provienen de la huasteca y se incorporan a las actividades urbanas de la ciudad.

La población migrante que llega a la ciudad se va arraigando en las colonias populares, pues la mayor parte de la población rural expulsada se ubica en la categoría de pobres y pobres extremos; la mayoría de ellos no se encuentra debidamente capacitado para incorporarse a los sectores productivos de la ciudad, por consiguiente, el refugio laboral, es la informalidad.

La existencia de zonas marginadas o cinturones de miseria aumentan en la periferia de Tampico, resultando en la proliferación de colonias irregulares que se han expandido sobre ejidos o zonas federales de alto riesgo, ubicados cerca de barrancas, áreas inundables muy próximas a industrias o al margen de basureros urbanos.

Los cinturones de miseria de alta densidad de población representan el mayor reto a las autoridades municipales para suministrar los servicios públicos básicos, como agua, drenaje, electricidad, pavimentación, seguridad pública, clínicas, escuelas,  t r a n s p o r t e, recolección de basura, parques o áreas de esparcimiento; situación que impide la calidad de vida de los que ahí habitan, haciendo cada vez más compleja la problemática de los “pobres urbanos”.

Los bajos ingresos que obtienen por el trabajo, se refleja en carencias para satisfacer sus necesidades básicas, que los hace vulnerables en sus condiciones de vida: mala alimentación y desnutrición, enfermedades (gastrointestinales, dengue, paludismo), vivienda en deplorables condiciones, hacinamiento, desempleo y subempleo, así como conflictos sociales motivados por la marginación y pobreza.

Existen diversas  formas  en  que  los  pobres adquieren lotes y viviendas irregulares, ilegales o de riesgo:

A) Invadir áreas públicas o privadas y crear nuevos asentamientos. B) Comprar las posesiones en un mercado informal, que no cuentan con títulos de propiedad, como los t e r r e n o s  e j i d a l e s o  l a  c r e a c i ó n  d e  r e s e r v a s  municipales para vender lotes a residentes, o los incorporan sin la dotación de servicios.

En la zona de estudio, uno de los mayores problemas son las inundaciones causadas por lluvias torrenciales, además de los efectos por huracanes que han impactado históricamente a la región. Los Atlas de riesgo estiman en más de 40 colonias y 150 mil habitantes los que viven situaciones de peligro por inundación.
En la conurbación, las colonias en posible afectación son las ubicadas a las orillas de los ríos Pánuco y Tamesí, y de las lagunas Del Chairel, Champayán, El Carpintero y La Ilusión, así como espacios que fueron rellenados en otras áreas y que no cuentan con drenaje o canales pluviales.

La falta de reserva territorial y la deprimida oferta de vivienda popular, así como los altos niveles de pobreza en la zona, son la principal causa de la proliferación de los asentamientos humanos irregulares que en los últimos años han vivido graves inundaciones que han hecho cada vez más vulnerables a sus residente que han ocupado áreas no habitables y de alto riesgo para la vida humana (González, 2014).

Los sectores y colonias inundables de Altamira– Madero-Tampico representan aproximadamente 17,000 familias y poco más de 120,000 personas que viven inundaciones de manera permanente en temporada de lluvias y ciclones.