DINÁMICA ECONÓMICA Y CONTABILIDAD INTERNACIONAL: UN ENFOQUE HISTÓRICO DINÁMICA ECONÓMICA Y CONTABILIDAD INTERNACIONAL: UN ENFOQUE HISTÓRICO Gustavo Mora Roa (CV)

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ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PERTINENCIA  DEL PROCESO DE ADOPCIÓN DE ESTÁNDARES INTERNACIONALES DE CONTABILIDAD Y REPORTES FINANCIEROS NIC-NIIF EN COLOMBIA

La regulación contable  internacional se encuentra con entornos particulares donde se pueden presentar entre otras las siguientes situaciones:

    • Entornos sin tradición en la  regulación contable, lo que lleva a que adopten la normativa internacional sin un mayor juicio crítico.
    • Entornos con alta tradición en la regulación contable, lo que implica un análisis de los efectos que trae la implementación de una nueva norma; donde se puede elegir entre:
      • Abandonar la norma nacional e implementar la internacional.
      • Continuar con la norma nacional, sin considerar la internacional.
      • Implementar la internacional mejorándola en los aspectos más significativos de las particularidades nacionales (estudio del entorno).
      • Continuar con la norma nacional, mejorándola con los aspectos más relevantes y significativos de la normatividad internacional.
    • Entornos sin tradición en la regulación contable, pero donde se ha desarrollado un fuerte sentimiento nacionalista y a pesar de sus debilidades en materia regulativa, se opta por la construcción de un modelo contable propio.

La aceptación de una nueva normatividad, depende de múltiples factores en los que se incluye el grado de aceptación de la norma tradicional vigente, la costumbre a utilizar modelos de innovación permanentemente, las dificultades y capacidad de respuesta a las necesidades de los usuarios de la norma tradición y la nueva propuesta,  la relación costo-beneficio de la nueva normatividad, la comprensibilidad y fácil adaptabilidad de la nueva propuesta, entre otros factores, en los que se incluyen elementos de tipo educativo, jurídico y económico.

En términos de Tua (1983,908) la innovación contable presenta unas características que son considerados factores esenciales en el procedimiento de implementación de una nueva norma, los cuales se enumeran en cinco puntos:

  • Ventajas relativas percibidas.
  • Compatibilidad con las pautas de comportamiento y valores existentes.
  • Complejidad de utilización.
  • Posibilidad de implantación parcial.
  • Comunicabilidad de la innovación.

Una innovación tiene mayor posibilidad de aceptación si se considera que será útil para los diferentes usuarios que serán cubiertos con el cambio, pero también es necesario que se muestre como tal y que los usuarios efectivamente perciban tal consideración.

La nueva norma debe ser compatible con los patrones culturales del entorno, en caso de ser totalmente opuesto dicha dinámica de cambio puede traer mayores dificultades o presentar la necesidad de hacer un proceso de adopción más lento y hasta parcial.

La complejidad del nuevo sistema puede retrasar su comprensión y habilidad en el manejo por parte de las autoridades regulativas, académicos y profesionales locales, la aceptación por parte del entorno se dará cuando exista un dominio efectivo sobre su práctica, un conocimiento teórico que justifique la superioridad metodológica y un estudio de impacto general que amerite su implementación.  La estandarización internacional a través del International Accounting Standards Board IASB ha presentado una dificultad en su proceso de aceptación por parte de los entes empresariales y nacionales, entre otros factores por el grado de complejidad de su estructura, una vez que fue diseñado para las empresas que participan en una dinámica propia del capitalismo financiero, situación muy lejana a la realidad mercantil-empresarial de otras naciones como Colombia.

Otro factor que facilitad o dificulta  la implementación y aceptación de la innovación normativa es la posibilidad de aplicación parcial o progresiva de la normatividad, lo que permite que los diferentes entes dependiendo del grado de avance en el dominio y comprensión de la nueva regulación, acompañado de la evolución de su actividad económica  puedan paulatinamente insertar el nuevo modelo.  La regulación internacional del IASB es explícita al prohibir la adopción parcial del cuerpo de estándares aplicables, tal como se desprende de los siguientes párrafos:

La NIC 1 en su párrafo 11 expresa: “Toda empresa cuyos estados financieros sigan los Estándares Internacionales de Contabilidad IAS (NIC, hoy NIIF), debe dar cuenta de este hecho. No debe declararse que los estados financieros siguen los Estándares Internacionales de Contabilidad, a menos que aquéllos cumplan con todos los requisitos de cada Estándar que les sea de aplicación, así como las interpretaciones pertinentes que sobre las mismas haya emitido el Comité de Interpretaciones SIC (hoy IFRIC1 )”. La misma exigencia es ratificada y explicitada en la NIIF 1 ‘Adopción por primera vez de Estándares Internacionales de Reportes Financieros’.

La posibilidad de comunicación de los efectos de la nueva regulación cumple un papel importante en la estructura de armonización o adaptación -enfoques excluyentes- (Mejía, 2004),  la comunicabilidad y aceptación hace partícipes a todos los actores desde el manager y su estamento gerencial, los inversores propietarios y los inversores prestamistas, hasta el gobierno y el público en general, tal situación compromete la norma con la necesidad de utilizar un instrumento pedagógico que logre la comprensibilidad por parte de los diferentes grupos de interés que concurren en el uso de información contable.

En el proceso de implementación de una normatividad nueva concurren dos estrategias fundamentalmente:  la aceptación de adopción  voluntaria y la jurídica de  implementación obligatoria; la primera común de los países con tradición de regulación de carácter privado, donde los organismos profesionales con gran trayectoria en el tiempo y alta experiencia teórica aprueban la norma a partir de procesos de feed back entre los usuarios, necesidades, realidad y regulación; la segunda estrategia de tipo jurídico-obligatorio es típica de países con tradición regulativa de carácter público-oficial, donde la participación de los gremios profesionales y otros grupos de interés en la elaboración de la norma es muy baja o inexistente, por lo que la norma es iniciativa y potestativa de la autoridad gubernamental, como en la práctica se ha venido dando en el proceso de implementación en el caso Colombiano, donde su discusión parece alejada de la mayoría de los centros profesionales, empresariales y académicos.

Tradicionalmente los países del área continental son ubicados  en el ambiente regulativo en la estrategia pública-coercitiva, mientras que los países angloparlantes se ubican en la estrategia privada-profesional-de aceptación; tal situación no puede ser definitiva en el tiempo,  en el caso norteamericano tan ilustrado ejemplo de regulación profesional, viene dando un viraje hacia un mayor control de tipo estatal-público de la regulación contable, a partir de los escándalos que desataron la pérdida de confianza y que se ilustra en los casos representativos de Enron-Andersen y las empresas de alta tecnología (o punto-com), y el de las alteraciones contables que soportaron las especulaciones financieras del Lehman Brothers y otros intermediarios financieros e inmobiliarios  norteamericanos que condujeron a la ya mencionada recesión del 2008, que gestándose en EEUU se propago por el mundo desarrollado y las principales economías emergentes fundamentalmente. Muchos directivos y ejecutivos lograron burlar la autoridad como resultado de la aplicación de la contabilidad creativa, donde se presentan acciones incorrectas pero no posibles de penalizar jurídicamente.  Las autoridades sin embargo tratan de buscar los vacíos en las actuaciones de tales agentes, para encontrar el punto donde termina la ingeniería contable y se pasa al terreno del delito financiero; pero la desregulación estatal creada mediante leyes y la contabilidad engañosa generan  impunidad frente a estas conductas especulativas, en contra el interés general por parte de los directivos involucrados en dichas prácticas que buscaban obtener un rápido y exorbitante enriquecimiento personal, lo cual lograron.

La regulación de carácter público es mucho más común (sin ser exclusiva) en los países sub-desarrollados con escasa o nula experiencia en los procesos de regulación, investigación y aplicación práctica de modelos propios. El proceso de emisión de normas contables presenta tan variada gama de dificultades, que la presentación de una normatividad-impositiva foránea, aparentemente relevante, significativa y de mayor desarrollo  técnico-teórica que la local, no representa muchas dificultades en su aceptación y aplicación gracias a las debilidades de la regulación local, tal como parece darse en el caso Colombiano.

Ante la próxima implementación de estándares Internacionales de Información Financiera en Colombia, es necesaria (aunque tardía) la discusión sobre si se adoptan  o armonizan las NIIF para entidades de interés público y para Pymes propuestas por los organismos internacionales.

 De la aplicación de una u otra dinámica, se derivan diferentes productos: la adopción del estándar o norma internacional se orienta a eliminar todo el contenido regulativo nacional y a validar como un todo la normativa internacional; pero si los objetivos políticos y económicos del país no son coincidentes en su totalidad con los del entorno internacional del cual se da cuenta en la norma, se debe adelantar un proceso de armonización que garantice la presencia y mantenimiento de tales objetivos como orientadores de nuestro  proceso informativo contable y de control.

La armonización significa, para el caso Colombiano por ejemplo, que el modelo contable debe ser desarrollado conforme a las necesidades del entorno, dentro de las que aparecerán consideradas también necesidades del entorno internacional, y en tales circunstancias, el modelo contable incluiría algunos procesos, mediciones y dinámicas informativas impulsadas por el entorno internacional, pero como parte de un modelo contable nacional. Sin diagnósticos claros y actualizados sobre nuestra realidad económica y sin voluntades frente a esta importante discusión, que algunos contables consideran bizantina, ¿cuál será el producto contable a aplicar en Colombia? ¿Qué pasará, cuando en el anteproyecto del gobierno nacional que propone la reforma del contenido regulatorio contable, se da por da por descontado, como necesaria y conveniente para que el país pueda alcanzar altos estándares de desarrollo económico, financiero y social?

Entre las críticas más comunes que se pueden presentar a la regulación local pública se encuentran:  regulación sin justificación y fundamentación de tipo teórico-investigativo; alta influencia de sectores políticos buscando favorecer los intereses de minúsculos grupos privados desconociendo otros actores afectados por la regulación; la normatividad estatal es rígida y no logra tener la movilidad que exige el cambio permanente, lo que evita que dicha regulación sea el resultado de una consulta permanente con la realidad y las necesidades de los usuarios; el Estado no destina los recursos económicos suficientes para que la norma contable se oriente por las últimas innovaciones teórico-técnicas desarrolladas en las investigaciones de punta a nivel mundial, entre otras.

Otro aspecto a considerar lo plantean Mejía, Mora y Montes (2007a, 42 y 44) cuando expresan que “se ha considerado por parte de diversas autoridades contables a nivel mundial, que la existencia de unos procedimientos y políticas contables de alta calidad, constituyen un antídoto de alta efectividad frente a los riesgos de manipulación de información empresarial.  Un buen sistema contable, debe ser acompañado de unos procedimientos de auditoría acordes con las exigencia de alta  calidad y pertinencia en los procesos de verificación.

La separación de propietarios y administradores ha generado altos niveles de riesgo en la entidad.  La manipulación contable, contabilidad creativa e ingeniería financiera, son el resultado de la intencionalidad del manager de influir en las decisiones de los usuarios de la información. Existe contabilidad creativa, porque ciertos usuarios utilizan los estados financieros para tomar decisiones.”

Los citados autores mencionando a Elvira y Amat (2007) señalan las siguientes definiciones de manipulación contable:

  • “La manipulación contable se basa en el deseo de influir en la percepción del riesgo empresarial que tienen  los participantes de los mercados financieros, también conocidos como inversores”.
  • “Intervención en el proceso de elaboración de información financiera y contable, con el claro propósito de obtener algún beneficio propio”;
  • “La manipulación tiene lugar cuando los directivos hacen uso de la discrecionalidad y la subjetividad inherentes a su posición en la elaboración de los estados financieros, con el objetivo de inducir al error a los inversores y de ajustar las cifras a los requisitos impuestos por contratos basados en datos contables”
  • “Es la selección de técnicas por parte de la gerencia de la empresa para obtener un nivel de beneficios deseados, sirviéndose de la flexibilidad permitida por los principios de contabilidad generalmente aceptados de los distintos países”;
  • “Cualquier acción que afecte la cuenta de resultados y que no da ventaja económica a la organización, será a largo plazo en detrimento de la empresa”;

Existen también visiones favorables con respecto a la manipulación contable:

  • “Las manipulaciones realizadas son para mejorar la impresión de los inversores en las compañías”; y
  • “Las prácticas manipuladoras constituyen una solución óptima al problema de la agencia entre accionistas (principal) y gerente (agente)”.

A pesar de la filosofía de las NIC-NIIF de sustentar su regulación en el paradigma de utilidad para la toma de decisiones, los desarrollos técnicos de los estándares los especializan para las entidades de interés público. Los usuarios distintos a los proveedores de capital de riesgo, deben de utilizar los estados financieros generales con fines externos y extraer de los mismos la información requerida.

Si bien el paradigma de utilidad pretende ofrecer  información equitativa para todos los actores institucionales, en la práctica se privilegia unos sectores, por ende otros son afectados.  Surge de esta forma el problema de la información asimétrica, es decir, la información que tiene uno de los actores del mercado es superior en calidad y cantidad a la que poseen otros actores del mercado.

La regulación contable pretende disminuir los riesgos que se presentan en materia de acceso a información contable, fruto de ello se propone actualmente el modelo universal. Lo anterior no indica que la misma sea objetiva. Para muchos se trata de la imposición de uno de los actores del mercado, de un modelo proclive a sus intereses.  Una de las soluciones posibles, es desarrollar diferentes regulaciones, para los diferentes tipos de entidades que operan en el mercado.

El planteamiento de alternativas tales como la defensa de un solo cuerpo regulativo que satisfaga los intereses de todos los tipos de entidades y usuarios, frente a los que defienden la necesidad de construir diferentes cuerpos regulativos para cada uno de los sectores empresariales, tal situación es fruto de los resultados insatisfactorios que arroja la información contable en su función de herramienta útil para la toma de decisiones.

Mejía, Mora y Montes (2007a, 47y 48) citan al Profesor Harold Álvarez (2007) cuando hace una crítica a la valoración razonable del IASB, identificándola como un instrumento al servicio de los intereses del capital especulativo, siendo un procedimiento que no favorece los usuarios de otro tipo de inversión o empresa. Los siguientes términos son ilustrativos al respecto:

El valor razonable, columna vertebral del modelo agenciado por IASB.  A veces (pero sólo a veces) se exige que la transacción se realice en un ámbito de mercado activo, considerado éste como aquel escenario donde existen múltiples bienes homogéneos de condiciones similares al activo u obligación objeto de negocio, precios debidamente informados al público y múltiples oferentes y demandantes en el mercado.

Un mercado activo, bastante raro por cierto, dadas las actuales formas monopolistas y oligopolistas de dominio de las grandes empresas transnacionales, implica una cierta seguridad y neutralidad en el proceso de fijación de precios, que no estaría garantizada en los casos en que no se presenta esta clase de mercado, posibilitando en estas últimas circunstancias las manipulaciones de precios, como las que se presentaron a finales de los noventa y que produjeron los grandes escándalos financieros ampliamente conocidos que no produjeron pérdidas precisamente a los grandes sino a los pequeños ahorradores e inversionistas.

Dada la tendencia dominante de imposición de las condiciones de libre mercado, esta alternativa de valoración tendrá amplio respaldo en el futuro de las relaciones económicas internacionales.  Es otra versión de la valoración neoclásica que se aplica, en principio, a bienes cuyo comercio no es tradicional en el mercado, sino que han sido desarrollados por avances tecnológicos-técnicos, como los bienes intangibles o los activos financieros. Sin embargo, es una alternativa que se está extendiendo a casi todo tipo de bien que intercambie en un mercado y cuyo comercio sea de suficiente importancia para interesar a los mercados financieros.

Finalmente, lo que esta dinámica valorativa significa, es la de poner toda la información contable de las economías mundiales al servicio del gran capital financiero, arriesgando la supervivencia de muchas pequeñas y medianas empresas que no podrían financiar diversos sistemas de contabilización y, por ello, quedarían sin su bitácora de vuelo la información pertinente para soportar la gestión empresarial. De paso afectando profundamente las economías de los países de origen, que ya han visto cómo sus indicadores de empleo, crecimiento y pobreza marcan la magnitud de la crisis producida.

La mayoría de países, incluso los desarrollados, muestra la gran importancia porcentual que tienen las empresas micro, pequeña y mediana, entidades que generalmente no requieren informar al público en general, puesto que son empresas unipersonales o familiares, cuya financiación proviene de capitales domésticos, préstamos bancarios, ahorros y por lo tanto no necesitan recurrir al capital financiero de riesgo”.

Continúan señalando Mejía, Mora y Montes que conforme a lo anterior el modelo IASB solo responde a los intereses de un usuario, el financiero o  bursátil. La contabilidad debe dar respuesta a diferentes usuarios, con condiciones distintas, en el acceso a la información financiera de la entidad. Pero los responsables de la preparación y presentación de estados financieros, tienen grandes ventajas frente a los usuarios que sólo se limitan a ser receptores de dicha información.

La contabilidad creativa, práctica muy común en Colombia en procesos conducentes a la evasión y elusión tributaria, es un tipo de manipulación contable, que utiliza los vacíos que tiene la normatividad para aplicar la interpretación que sea más conveniente a sus intereses.

Tal como se señaló con anterioridad en este trabajo, en el trasfondo de los sectarios críticos de la contabilidad creativa, pervive un criterio de verdad superior, que los mismos suponen como interpretación correcta o suprema. Las interpretaciones distintas a los criterios de la  normativa hegemónica son consideradas desviaciones. Considerar que todas las interpretaciones de la normatividad contable distintas a la tradicionales sean un delito contable, es una forma simplista de negar el juicio crítico del profesional contable.

No todas las aplicaciones atípicas de los procedimientos contables deben ser consideradas prácticas delictivas.  El profesional de la contaduría tiene no sólo la opción sino la obligación de estudiar cada situación a ser reflejada en los estados financieros, evaluando cuál es la más recomendable conforme a los supremos intereses del interés general.  En ocasiones el interés general exige apartarse de las orientaciones de mayor aceptación.

Es evidente que la manipulación contable es aplicable en las entidades donde la administración es distinta al propietario, pues existe entre ellos un acceso asimétrico a la información, agravado por la diferencia de propósitos y objetivos, lo que hace que el estamento gerencial se encuentre tentado a desinformar a los inversionistas, con el objeto de lograr un favorecimiento conforme a sus propios objetivos.

La manipulación puede tener diferentes objetivos, tan opuestos que pueden llevar en ocasiones a reflejar utilidades altas o bajas, según sus intereses. Si una entidad se encuentra a punto de emitir acciones en el mercado o en proceso de fusión, le interesa mostrar utilidades altas; si por el contrario se encuentra en un proceso de recompra de acciones, o los inversionistas mayoritarios desean comprar acciones a los minoritarios, muestran una situación crítica de la entidad con el objeto que las acciones bajen dramáticamente de precio.

Diferentes autores han establecido que los estándares internacionales de contabilidad y de reportes financieros constituyen un antídoto contra la práctica de la manipulación contable; al considerar que estándares uniformes y con menores opciones reducen la posibilidad de tales procedimientos.  Mejía, Mora y Montes (2007 a) consideran que tal apreciación no debe ser asumida en términos absolutos, debiendo ser analizada en profundidad.

El desarrollo de los temas propios de la manipulación contable afecta primordial, pero no exclusivamente a las grandes empresas, que han de escindir la propiedad y el control. Pero las organizaciones de menor tamaño que constituyen el mayor porcentaje de las empresas en la mayoría de países del mundo, a lo cual no es ajena la economía Colombiana, presentan problemas de manipulación contable distintos, que no son abordados a fondo por las regulaciones internacionales. Otras en alto número carecen de contabilidad o la utilizan con fines tributarios.

La teoría contable constituye un faro orientador para que, en circunstancias como la presente, se opte por decisiones sensatas, tomadas a la luz de la reflexión propia de las ciencias sociales, en consideración a propósitos claramente establecidos y que signifiquen acciones dirigidas a la solución de los problemas que afectan nuestra realidad social.

La realidad socioeconómica de un país requiere para su adecuada representación, del esfuerzo conjunto de diversas disciplinas como la sociología, la política, la economía y la contabilidad. Cuando se habla de modelo contable propio, nos estamos refiriendo a una pieza de un complejo rompecabezas que debe estar pensado como un todo; por ello no puede hablarse de un modelo contable de forma independiente, por ejemplo, de la política económica que debe haberse trazado luego de un evaluación sociológica, económica y de una valoración de las condiciones políticas del entorno en referencia. El modelo contable juega un importante papel en el proceso de aplicación de las políticas económicas, ya que informa y controla los resultados a partir de la adopción de sus objetivos que los deriva en correspondencia con tales políticas.

Tomando la orientación económica como marco genérico de referencia del entorno, debemos establecer algunos condicionantes complementarios para avanzar en el delineamiento de algunos de los principales aspectos que deberían orientar el modelo contable para Colombia. Recuérdese que en el caso Estadounidense la regulación contable es el reflejo de la realidad económica, la regulación norteamericana se orienta decididamente hacia la protección de mercado de capitales, dado el papel que  las Bolsas y el tráfico de títulos que juegan en la economía de este país.

La globalización como fenómeno irreversible produce una cantidad de nuevos fenómenos socioeconómicos y políticos que vuelven más compleja la realidad, con lo que cualquier intento de reflejar las circunstancias reales en una representación tecnológico-técnica constituye una labor más exigente a la hora de proponer soluciones válidas.  En este marco global, la realidad de países como Colombia se debate hoy en un momento histórico en el que confluyen tanto circunstancias internas (dificultades en procesos de integración económica apropiados; debilidad de sus estructuras productivas; altos niveles de desocupación y subempleo profesional y laboral en general, articulación económica asimétrica y dependiente de decisiones extra-regionales, insuficiencia de productividad, marginalidad e inequitativa distribución de la riqueza, corrupción generalizada y débil cohesión nacional, bajos niveles de competitividad, entre otras), como exógenas (revolución tecnológica, redistribución política y económica por la derrumbe del mundo socialista; cambios en las dimensiones y requerimientos de los mercados financieros, endeudamientos compulsivos con apalancamientos negativos, limitaciones a la concepción de soberanía y nuevo orden geopolítico, entre otras) 2

Tradicionalmente el mensaje contable ha estado al servicio de intereses extraños, cercanos a los del gran capital, pues en general las regulaciones han recibido las orientaciones a partir de procesos de transferencia de contenidos regulativos norteamericanos o internacionales, los cuales se han aplicado en ausencia de la necesaria reflexión teórica y sin la adecuada evaluación de sus resultados.

Es ésta una perspectiva muy diferente a la propuesta desde las barreras de los internacionalistas contables, a quienes parece no preocuparles las condiciones internas del país, sino su predisposición para que los grandes capitales realicen su reproducción ampliada, no importando que esto se haga a costa de las riquezas acumuladas por largas décadas de esfuerzos del trabajo nacional.

Se requiere no perder de vista orientar la información contable hacia la elaboración de bases de datos que posibiliten su uso en la conformación de la macro-contabilidad regional y nacional. También impulsar la contabilidad analítica (de costos) y de gestión para promover el desarrollo de actividades empresariales en áreas de complejidad media (industria liviana, tecnología blanda) ya establecidas en otros países (química, metalmecánica, textil, alimentos procesados, entre otros), que pueden producirse con ventaja en Colombia. Nuevos estados financieros que informen sobre el valor agregado producido por las unidades empresariales y sobre indicadores de gestión, mando y control que permitan orientar las decisiones organizacionales, los cuales deben ser desarrollados y adaptados a las necesidades de nuestro entorno de medianas,  pequeñas, micro y famiempresas MIPYMES

La Misión Pyme3 plantea que según el censo general del DANE del 2005, la estructura empresarial colombiana4 está conformada por microempresas el 96,4%, pequeñas el 3%, medianas el 0,5% y grandes empresas el0,1%,conuna ubicación geográfica concentrada en cinco Departamentos Cundinamarca-Bogotá, Antioquia, Valle, Santander y Atlántico que centralizan el 79% de las grandes empresas y el 62% de las microempresas y las pymes del país.

Las microempresas en Colombia en su mayoría ocupan menos de 5 empleados y se dedican a desarrollar actividades del sector comercio (especialmente al por menor) 47,3%, del sector servicios 39,1% y a la industria 11,1%. Tienen como características altos niveles de informalidad, bajos niveles de asociatividad, estrechez de los mercados a los que se dirigen sus productos (mercados que son locales y de bajos ingresos, donde los requisitos de calidad, precio y volumen son poco exigentes),  bajo nivel tecnológico y de formación de sus recursos humanos, baja capacidad para llevar a cabo actividades rentables con poca capacidad de expansión, y limitado acceso al sector financiero.

Los altos niveles de informalidad de estas microempresas se reflejan en el elevado número de empresas que no pagan impuestos 53,5%, no llevan registros contables 42% y no tienen registro mercantil 45%; niveles de informalidad que son mayores cuando menor es el tamaño de la microempresa.

En materia del apalancamiento que usan las microempresas al momento de iniciar su negocio proviene el 72% de los ahorros acumulados por la familia y de ingresos de trabajos anteriores, el 16% de préstamos de amigos y familiares, el 4% de las ONG y solo el 5% de los bancos u otros intermediarios financieros, lo que refleja el limitado acceso al mercado financiero.

Las pequeñas y medianas empresas en Colombia se dedican a una gran variedad de actividades del sector servicios el 59,2%, el comercio el 21,5% y la industria el 19,3%. Se estima que un alto porcentaje lleva a cabo prácticas empresariales informales, debido al alto costo que implica operar en la formalidad.

Las características que limitan el desarrollo  de este tipo de empresas son: baja capacidad de innovación, el bajo uso de tecnologías de la información y comunicaciones (Tics), el limitado acceso a financiamiento adecuado, los problemas para la comercialización de sus productos y para la obtención de insumos, así como la limitada participación en el mercado generado por la contratación pública.

Según dicho estudio, al valorar la incidencia de las mipyme en el panorama empresarial colombiano de la industria manufacturera,  según la encuesta anual manufacturera, permite conocer que son el 96,4% de los establecimientos, el 45% de la producción manufacturera, el 66% del empleo industrial, el 40% del total de los salarios y el 37% del valor agregado, ubicadas principalmente en los sectores de alimentos, cuero, calzado, muebles y madera, textiles y confecciones, artes gráficas, plásticos  y  químicos, metalurgia y metalmecánica, y autopartes. En materia de comercio exterior se indica que  el 50% de las empresas exportadoras del país son pyme que realizan el 25% de las exportaciones no tradicionales, pero que solo participan con éxito en los mercados externos el 18,6% de dichas pyme.

La pregunta sería: ¿si esta estructura empresarial colombiana hace referencia a los usuarios para los cuales están diseñadas de las Normas Internacionales de Información Financiera o más bien demanda de la contabilidad analítica (de costos) y de gestión para promover el desarrollo de sus actividades empresariales?. La respuesta es que se necesitan estados financieros que al informar sobre el valor agregado producido por las unidades empresariales y sobre indicadores de gestión, mando y control, desarrollados y adaptados a las necesidades de nuestro entorno de medianas,  pequeñas, micro y famiempresas MIPYMES.

Igualmente es necesario desarrollar la contabilidad del valor (valor de realización) para ser aplicada en la valoración de empresas que se oriente a determinar el monto de la riqueza empresarial, tanto pública como privada,  que sirva de garantía y control para la protección del patrimonio nacional, por ejemplo,  en los casos de venta de empresas a inversionistas extranjeros.

Es necesario orientar  la información y control contable hacia la valoración (valor de reposición) y protección del capital productivo de las organizaciones nacionales. Ello requiere del desarrollo de métodos finos de corrección de datos afectados por fenómenos de inflación y devaluación monetarias, de depreciación por uso, por obsolescencia o por cambio tecnológico. Asimismo se requiere de procesos investigativos que informen sobre aspectos más del futuro y del presente, que del pasado. Por ello los estudios de adopción de metodologías de valuación actual, presente neto y futuro, deben marcar la pauta en los procesos de modernización informativa contable.

Impulsar estudios de inventario, clasificación, medición-valoración (de ser posible) y control de la riqueza natural ambiental. Esto exige un proceso riguroso de investigación inter-disciplinaria  que convoque el aporte de múltiples saberes como la biología, la ecología, la economía y las matemáticas, entre las principales, como fundamento de la propia reflexión contable que debe aportar los elementos para contabilización de este patrimonio.

Estimular la Investigación contable para el desarrollo de modelos informativos y de control productivo, propios de las actividades agropecuarias, con miras a favorecer la producción nacional que garantice la seguridad alimentaria del país.

Los puntos esbozados arriba constituyen algunos de los frentes de trabajo investigativo que los profesionales contables deberían acometer si desean contribuir al desarrollo del país en condiciones de independencia, todo ello en concordancia, con las orientaciones de una política socioeconómica establecida a partir de los requerimientos de la nación.

La tendencia mundial dominante es la de orientar la información hacia la protección del capital financiero, buscando la garantía y seguridad de los grandes capitales transnacionales. La Nueva Arquitectura Financiera Internacional en la actualidad se representa en las entidades de tipo multilateral que estandarizan en todos los campos las relaciones comerciales: políticas monetarias y fiscales, tratamiento de datos en su  presentación y revelación, conductas empresariales, políticas bancarias y de mercados de valores, seguros y por ende la información contable y de auditoría, entre otras.

Ningún proceso de armonización que pretenda ser útil a los usuarios de la información contable, puede desconocer las particularidades de los diferentes contextos, sólo es posible formular una normatividad común de universal utilidad, cuando las prácticas y conductas económico-empresariales sean comunes.  Mientras existan diferencias en la dinámica empresarial a nivel mundial, cualquier sistema pretendidamente internacional, deberá reconocer las especificidades de cada sistema; considerando que la regulación debe entenderse como una política que se orienta a promover y lograr el bienestar económico y social.

1Léase Comité de Interpretaciones de Normas Internacionales de Información Financiera CINIIF

2 Gil, Jorge Manuel. Conocimiento Contable e Identidad Latinoamericana. Conferencia dictada en el XVI Congreso Nacional de FENECOP. Manizales, Marzo de 2002.

3 http//www.misionpyme.com/cms/content/view/107/41

4 La ley 590 para el fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, las clasifica así:
microempresa: personal no superior a 10 trabajadores y activos totales inferiores a 501salarios mínimos mensuales legales vigentes smmlv.
pequeña empresa: personal entre 11 y 50 trabajadores y activos totales entre 501 y menos de 5.001 smmlv.
mediana empresa: personal entre 51 y 200 trabajadores y activos totales entre 5.001 y 15.000 smmlv.