PROGRAMA DE SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN SOBRE TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO DIRIGIDO AL ALUMNADO DEL GRADO DE MAESTRO/A

PROGRAMA DE SENSIBILIZACIÓN Y FORMACIÓN SOBRE TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO DIRIGIDO AL ALUMNADO DEL GRADO DE MAESTRO/A

Laura Orellana Martín
María Lidón Moliner Miravet
José Luis Barrios Roda
Universidad Jaume I

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MARCO TEÓRICO

El primer bloque del marco teórico, “Mitos o falsas creencias sobre el TGD”, está centra por falsas creencias que el alumnado del Grado de Maestro/a puede tener acerca de los Trastornos Generalizados del Desarrollo. En este punto se aborda en primer lugar el mito y posteriormente se explica la parte teórica que corresponde para desmentirlo.

Este bloque se estructura de este modo dado que al inicio del programa, en la primera sesión, se administra al alumnado/a una pequeña evaluación para determinar sus niveles de conocimiento y sus actitudes acerca del TGD. Esta evaluación también está compuesta por mitos o falsas creencias que en las sesiones posteriores se van aclarando. Se trata de que el programa resulte lo más práctico posible y se  desmientan y aclaren punto por punto los ítems que en un principio el alumnado ha contestado en la evaluación, se pretende así una mayor implicación del alumnado.
Posteriormente, en el bloque “Recursos para maestros/as” se exponen los recursos de derivación para hacer el diagnóstico y determinar los apoyos específicos del alumno/a y una serie de procedimientos y estrategias que se recomienda que los maestros/as tengan a su disposición por si en algún momento se encuentran con algún alumno/a de estas características en sus aulas.

MITOS O FALSAS CREENCIAS SOBRE EL TGD.

TGD es sinónimo de autismo y asperger.

Conceptualización: Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD)

En la clasificación actual el DSM-IV-TR (2002) incluye dentro de los TGD las siguientes categorías diagnósticas:

  • Trastorno Autista (TA): que incluye las manifestaciones prototípicas de la categoría, relativas a las dificultades en comunicación, relaciones sociales e intereses restringidos, así como la aparición temprana del trastorno.
  • Trastorno de Rett: que afecta únicamente a niñas e implica una regresión en la motricidad y una progresiva pérdida del uso funcional de las manos, con estereotipias características de "lavado de manos". Al haberse encontrado un marcador genético para este trastorno, va a dejar de estar incluido dentro de los TGD en próximas clasificaciones.
  • Trastorno desintegrativo infantil: implica la pérdida de funciones previamente adquiridas. Tras un período de aparente desarrollo normal, se da una regresión que implica la pérdida de habilidades adaptativas, como por ejemplo del lenguaje adquirido hasta el momento.
  • Síndrome de Asperger: que incluye personas con un buen desarrollo cognitivo y un desarrollo lingüístico aparentemente normal, pero con serias limitaciones en las áreas que definen el autismo.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado: los síntomas no encajan en ninguna de las categorías anteriores o bien se presentan de forma incompleta.

Por tanto, es necesario señalar que TGD no es un sinónimo de autismo ni de asperger, es más bien una categoría que engloba una gran cantidad de trastornos, entre ellos los dos citados.

Criterios para el diagnóstico del Trastorno Autista (TA) según el DSM-IV-TR

  • Explica un total de 6 (o más) ítems de 1, 2 y 3, con por lo menos dos de 1, y uno de 2 y de 3:
  • Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las siguientes características:
  • Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales, como son contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social.
  • Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros adecuadas al nivel de desarrollo.
  • Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas disfrutes, intereses y objetivos (p. ej., no mostrar, traer o señalar objetos de interés).
  • Falta de reciprocidad social o emocional.
  • Alteración cualitativa de la comunicación manifestada al menos por dos de las siguientes características:
  • Retraso o ausencia total del desarrollo del lenguaje oral (no acompañado de intentos para compensarlo mediante modos alternativos de comunicación, tales como gestos o mímica).
  • En sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros.
  • Utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrásico.
  • Ausencia de juego realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social propio del nivel de desarrollo.
  • Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados, manifestados por lo menos mediante una de las siguientes características:
  • Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de interés que resulta anormal, sea en su intensidad, sea en su objetivo.
  • Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales.
  • Manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar las manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo).
  • Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, que aparece antes de los 3 años de edad: 1 interacción social, 2 lenguaje utilizado en la comunicación social o 3 juego simbólico o imaginativo.
  • El trastorno no se explica mejor por la presencia de un tras torno de Rett o de un trastorno desintegrativo infantil.

Criterios para el diagnóstico del Síndrome de Asperger (SA) según el DSM-IV-TR y Rivière.

Según el DSM-IV-TR el Síndrome de Asperger se caracteriza por la alteración en la primera y tercera área del Trastorno Autista (interacción social y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados), en presencia de un lenguaje formal correcto.

Según Ángel Rivière (1996), uno de los principales expertos en la materia, nos ofrece una descripción detallada que suele considerarse acertada y más descriptiva que la que ofrecen los sistemas diagnósticos oficiales (DSM, CIE).

Trastorno cualitativo de la relación.

Incapacidad para relacionarse con sus iguales, falta de sensibilidad ante las señales sociales, falta de reciprocidad emocional, alteraciones en las pautas de expresividad no verbal, limitación importante para adaptar las conductas sociales según el contexto, dificultades para comprender las intenciones ajenas, y en especial, las dobles intenciones.

Ejemplos de la vida real:1

  • Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social.
  • Ausencia de la tendencia espontánea a compartir disfrutes, intereses y objetivos con otras personas.

-   Ausencia de reciprocidad social o emocional.
-   Dificultad para negociar con iguales.
-   Ansiedad social en situaciones de grupo.
-   Dificultad para cambiar el “xip”.
-   Quiere amigos pero desconoce las reglas.
-   Frecuente diana de burla o ridiculización.

Inflexibilidad mental y comportamental.

Interés absorbente y excesivo por ciertos contenidos, presencia de rituales y/o actitudes perfeccionistas extremas que dan lugar a gran lentitud en la ejecución de las tareas. Preocupación por partes de objetos, acciones, situaciones o tareas, con gran dificultad para detectar las totalidades coherentes.

Ejemplos de la vida real:

  • Autoestimulación. Balanceo, aleteo de manos, etc…
  • Intensa preocupación por centros de interés muy limitados: trenes, dinosaurios, marchas de los coches, personajes de TV, etiquetas de productos….
  • Necesidad intensa de mantener rutinas y aparición de ansiedad cuando no se siguen las rutinas (salir al recreo).

Alteración de la expresión emocional y motora.

Limitaciones y anomalías en el uso de gestos, falta de correspondencia entre gestos expresivos y sus referentes, expresión corporal desmañada, torpeza motora en exámenes neuropsicólogicos.

Capacidad normal de inteligencia “impersonal”.

Las pruebas de evaluación estandarizada muestran una inteligencia normal (en algunas ocasiones superior a la media) pero su perfil cognitivo presenta con gran frecuencia picos muy altos en ciertas áreas, a la vez que en otras su puntuación es baja (todas las que tienen que ver con situaciones de índole social). Presentan a menudo habilidades inusuales en ciertas áreas.

Según la Asociación de Asperger de Asturias (2009) en cuanto a la prevalencia de SA en la población, los datos disponibles indican que es mucho más alta que el Trastorno Autista. Estudios recientes la sitúan en de 3 a 5 casos por cada 1.000 individuos. La proporción descrita de varones respecto a mujeres es de 4 a 1 (se prevé que esta proporción varíe cuando las características de las mujeres con SA estén mejor definidas).

Nueva conceptualización según el DSM-V

La propuesta de cambio para la revisión del DSM-V, viene a dar una respuesta a las dificultades para establecer diagnósticos diferenciales entre las categorías diagnósticas dentro de los TGD así como la evidencia clínica de que las alteraciones socio-comunicativas y el patrón de intereses y conductas repetitivos y estereotipados, se presenta a lo largo de un espectro de severidad y alteración. Los siguientes son los dos grandes cambios que propone el DSM-V sobre su predecesor:

  • Sustitución de una clasificación categorial de los TGD (un total de 5 en el DSM-IV-TR), a una única categoría dimensional: Trastorno del Espectro Autista (TEA).
  • Reducción de la triada (comunicación, socialización y comportamiento) a dos únicos dominios (déficits sociales y de comunicación, e intereses restringidos y comportamientos repetitivos).

Ambos cambios se evidencian de manera inmediata en el nuevo término, Trastornos del Espectro Autista en sustitución a Trastornos Generalizados del Desarrollo, lo que recoge mejor la diversidad del grupo de trastornos y tiene más utilidad clínica y educativa porque conecta mucho mejor con las necesidades de apoyo de las personas.

Un solo trastorno del espectro es un mejor reflejo del estado de los conocimientos sobre la patología y la presentación clínica. En esta nueva conceptualización, se elimina el Síndrome de Rett y el Trastorno Desintegrativo Infantil dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), y se unifican los actuales términos de Síndrome de Asperger, Trastorno Autista y Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado, en un solo término Trastorno del Espectro Autista.

Entre las diversas fundamentaciones que sustentan este cambio quizás la más fuerte es la que avala que el diagnóstico diferencial en el DSM-IV entre los diferentes subtipos del TGD es inconsistente a lo largo del tiempo y carecer de validez externa.

Un cambio positivo que ha logrado el consenso de todos los profesionales ha sido la posibilidad que dará el DSM-V de establecer que los TEA puedan ser diagnosticados junto con otras alteraciones o trastornos como el TDAH, trastorno del movimiento estereotipado, TOC u otros Trastornos Mentales como la ansiedad o la esquizofrenia. El trabajo clínico demuestra que el autismo puede estar presente junto con cualquier otro trastorno del desarrollo u otro trastorno mental, pudiendo cambiar el cuadro clínico de una persona a lo largo de los años (Wing, 2011).

La nueva propuesta define tres niveles de severidad 2 (divididos en 10 grados), dentro del trastorno que se establecerán de acuerdo a las competencias que la persona presente ante una variedad de dominios, teniendo en cuenta que no concurra ningún otro trastorno psiquiátrico comórbido y haciéndose necesario valorar otros factores como el nivel de desarrollo, la función adaptativa, la edad, etc.

De cualquier forma en este trabajo se hará referencia al trastorno entendido como el DSM-IV-TR indica. No se tendrán en cuenta los cambios que ya aparecen en el nuevo DSM-V puesto que esta versión todavía no está disponible en nuestro idioma.

1 Esta información ha sido recogida de la asignatura “Atención Psicoeducativa al Alumnado con Trastornos del Espectro Autista” del Máster de Psicopedagogía (2012/2013), del profesor José Luis Barrios Roda.

2 En el Anexo V (Diapositivas Sesión 1) aparece un cuadro explicativo de los niveles de severidad.