NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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Antecedentes lingüísticos

Las lenguas mayas se han clasificado en dos grandes familias: de tierras bajas o mayances y de tierras altas. De acuerdo con Kroeber (1944), el huasteco junto con el chicomucelteco estaría asociado con las lenguas de las tierras bajas; también  consideró que el chontal (mayance) era la lengua más cercana a ellos, mientras que los grupos kechki-pokom eran los más alejados (Mason, 1977:71). El huasteco es la única lengua del grupo maya que se encuentra alejada geográficamente, por casi 1000 kilómetros, del resto de la familia. Pero a pesar de la distancia y el tiempo de separación, el idioma huasteco sigue siendo bastante homogéneo con respecto a las otras lenguas mayas. La presencia de un grupo de habla mayence en el norte de la costa del golfo de México aislado del resto del tronco maya crea una problemática especial sobre migraciones y contactos culturales (Gutierrez, 2003:26).
Los lingüistas, con raras excepciones, coinciden en explicar el problema de la localización geográfica de los huastecos, con la idea de que en algún momento ciertos grupos protomayas se expandieron de sur a norte a lo largo de la costa del Golfo de México. Posteriormente, movimientos de grupos no mayas romperían esta homogeneidad proto mayance insertándose como cuñas en la franja litoral y separando progresivamente a una parte del grupo que permaneció en el norte (huasteco) del resto del núcleo maya. Variantes de esta versión proponen el regreso al sur de hablantes de chicomucelteco, íntimamente relacionados con el huasteco, para establecerse en Chiapas, o bien, que este segmento lingüístico se quedó atrás cuando los proto huastecos emigraron al norte (Kroeber, 1944:191-195, cit. en Gutiérrez, 2003:26).
Además de la anterior, existe otra teoría por parte del profesor Jiménez Moreno (1942), a quien Stresser-Peán cita y menciona que según su hipótesis de Jiménez, “durante la época arcaica los pueblos mayas ocupaban toda la costa del Golfo de México, desde Pánuco hasta Tabasco, e inclusive parte del interior del país, probablemente. Más tarde, invasiones zoques y totonacas, luego otomangues y posteriormente nahuas, habrían empujado a los huastecos hacia el noreste y a los demás pueblos mayas hacia el sureste. Ciertos grupos de origen maya podrían haber perdurado tardíamente en algunas regiones como las montañas de Morelos. Esta hipótesis parece sugerir un origen septentrional para el conjunto de la familia maya” (Stresser-Peán, 2008:118).