GÉNERO Y ECOTURISMO: PERSPECTIVAS DE EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES EN LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE LOS TUXTLAS

GÉNERO Y ECOTURISMO: PERSPECTIVAS DE EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES EN LA RESERVA DE LA BIOSFERA DE LOS TUXTLAS

Isis Arlene Díaz Carrión (CV)
Universidad Autónoma de Baja California

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Capítulo I. TRABAJO DE LAS MUJERES Y TURISMO

INTRODUCCIÓN

          En 1998 un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consideraba que el 46% del empleo que generaba el turismo era ocupado por mujeres (en Moreno y Lunar, 2006); cuatro años más tarde, las mujeres ocupaban el 70% de los empleos en el sector turismo (OIT, 2002).  Actualmente la OMT está apostando fuertemente por reconocer el papel de las mujeres a lo largo y ancho de la industria turística;  ya el 8 de marzo del 2007 lanzó un comunicado de prensa para notificar sobre la puesta en marcha de un programa encaminado a incluir a las mujeres en el turismo bajo la consigna de abrirles las puertas, toda vez que su presencia trae equilibrio a la sociedad además de reforzar la economía y las estructuras sociales (OMT: 2007).  Lo cierto es que desde que el turismo es turismo las mujeres han estado presentes tanto del lado de la oferta como del de la demanda; el turismo es un ejemplo de una actividad económica y social más donde la transversalidad de género da como resultado visitantes, comunidades anfitrionas, mercados de empleo, medios de promoción y atractivos turísticos que permiten diversas lecturas (Kinnaird y Hall, 1994:210-216).

La participación de las mujeres en el turismo se encuentra repartida a lo ancho y largo de las empresas directa e indirectamente relacionadas con esta actividad; así es posible encontrarlas como artesanas, guías de turistas, consejeras, delegadas, presidentas de consejos de administración, directoras de hoteles, gerentes de áreas protegidas, secretarias jurídicas, presidentas de juntas de turismo, directoras de compañías aéreas, directoras de museos, empresarias turísticas y hasta ministras o secretarias de turismo (OMT, 2007; Aguilar y Vargas, 2007). Las mujeres también se encuentran como camaristas, prostitutas, meseras, ayudantes de cocina, secretarias, profesoras e investigadoras, instructoras de deportes, recepcionistas, animadoras, bailarinas, y un sinfín de etcéteras para cada uno de los diversos y distintos segmentos del mercado turístico; y aunque ninguna ha presidido aún la OMT podemos tener la esperanza de que cualquier día de estos nos despertemos con la noticia de que una mujer dirige las acciones de uno de los principales organismos internacionales en materia de turismo.  

Sin duda existen algunas mujeres que a través de un empleo en el sector turístico han accedido a los espacios masculinos del poder; ubicándose en posiciones que reúnen status e independencia económica en una actividad donde la amabilidad, el servicio, la atención, la calidez y la hospitalidad pueden ser vistas como atributos principalmente atribuibles a las mujeres; y como consecuencia una extensión de su rol doméstico, que si bien las saca del ámbito privado, no rompe con el sistema tradicional de patriarcado y por lo tanto no cuestiona ni los roles ni las relaciones de género (Sparrer, 2003).  Pero antes de ahondar sobre las múltiples relaciones donde  turismo y  género se intersectan,  es menester revisar algunos conceptos que nos permitirán irnos posicionando con el enfoque de género en el  entorno turístico.