LA INDUSTRIA DE LA TELEVISIÓN EN ESPAÑA: UN PRESENTE DIGITAL

LA INDUSTRIA DE LA TELEVISIÓN EN ESPAÑA: UN PRESENTE DIGITAL

Coordinador. José Patricio Pérez Rufí (CV)
Universidad de Málaga

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Perfiles profesionales y expectativas laborales en la televisión andaluza.

Julia María Martín Rodríguez
Carlos Mérida Benamrane
Daniel Parra Berenguel
Manuel Prieto Hinojosa

Resumen
En este artículo se trata una de las cuestiones que más preocupan en la actualidad: las oportunidades de empleo. En concreto, se centra en el sector de la industria audiovisual en Andalucía. En primer lugar, se analiza el perfil profesional que buscan las empresas audiovisuales. En segundo lugar se presentan las expectativas de los futuros profesionales del sector. Conocemos las características de la industria audiovisual, los puestos más demandados, los métodos más eficaces de búsqueda de empleo, entre otros.

1. Introducción.
El objeto en el que se centrará este trabajo de investigación será el sector televisivo en Andalucía, más concretamente, se abarcarán las distintas cuestiones relacionadas con los perfiles profesionales que se demandan en dicho sector. Dentro del sector audiovisual televisivo, también se pretende llevar a cabo una diferenciación de los distintos perfiles profesionales, así como su demanda, además de analizar las diferentes expectativas de los profesionales y futuros profesionales del sector.
Como objetivo principal de este análisis se pretende definir el perfil profesional que buscan las televisiones, así como las productoras asociadas a éstas. No obstante, también se pretende a modo de subobjetivo llevar a cabo un análisis de las diferentes expectativas de los futuros profesionales del sector audiovisual andaluz en referencia al empleo.
Como hipótesis, se plantean dos principalmente en esta investigación. En primer lugar, se partirá del supuesto de que el perfil profesional deseado en el sector audiovisual andaluz se caracteriza por la polivalencia y la especialización. En segundo lugar se abarcará el supuesto de que las expectativas de los futuros profesionales no se corresponden con las demandas del sector audiovisual en Andalucía.
Para cumplir con la finalidad del estudio, se ha requerido de diversas técnicas de investigación, según la naturaleza de los resultados que hemos necesitado en cada una de las fases de la investigación. En primer lugar, hemos requerido de fuentes secundarias bibliográficas y estadísticas, con el fin de realizar una contextualización al objeto de estudio, de las definiciones y la conceptualización de términos propios al sector audiovisual en general, además de para comparar con los datos obtenidos a través de fuentes primarias. Esto se ha hecho teniendo en cuenta la perspectiva económica desde la que abordar el mercado audiovisual andaluz.
Incluyéndose en esta fase la recopilación de fuentes bibliográficas, cabe destacar que algunas de ellas han sido utilizadas para la realización del marco teórico sobre el que se ha estructurado el proceso de investigación. Sobre la recopilación bibliográfica, sería también preciso destacar la complejidad de la labor realizada, debido a la falta de datos oficiales recientes sobre el tema.
En un segundo plano, se ha requerido el uso de fuentes primarias, a través de la elaboración y diseño de encuestas, bajo un modelo predefinido, sobre el que obtener información acerca de las expectativas de los futuros profesionales del sector con respecto al mercado audiovisual andaluz. La encuesta será dirigida a estudiantes de la Universidad de Málaga, además de otros profesionales del sector audiovisual de la comunidad andaluza, a través de los cuales se obtendrán datos de la muestra.
Los datos que analizaremos en la muestra se corresponden con variables básicas relativas al perfil de quienes actualmente se forman en el sector audiovisual dentro de la comunidad andaluza y otras variables con respecto a sus conocimientos sobre el sector audiovisual andaluz (edad, experiencia en el sector, campo al que desean dedicarse, conocimientos sobre el sector en Andalucía…).
A la hora de contrastar los datos obtenidos, hemos contado con la participación de agentes vinculados al sector audiovisual andaluz a través de la realización de entrevistas telefónicas, además de la utilización de encuestas personalizadas a este segundo grupo, mediante el cual se ha hecho una comparación con los datos obtenidos de la primera encuesta. Los datos recogidos en esta encuesta atienden a variables sobre el perfil profesional de los futuros empleados del sector audiovisual. Una vez obtenidos todos los datos, estos serán volcados a formato informático para ser tratados y analizados con el fin de la elaboración final del primer borrador del estudio.
Como antecedentes en el estudio del sector audiovisual en Andalucía, en concreto la televisión, retomando desde el surgimiento de esta, con autores como Antonio Manfredi, Ramón Colom, Enrique Bustamante, Emelina Fernández Soriano o María Soler Campillo, hasta alcanzar un punto de vista más cercano con la actualidad en el sector, tratado sobre todo por Carlos A. Guerrero y Antonio Macarro, así como por la Fundación Audiovisual Andaluza (AVA).

2. Pequeños pasos de una industria televisiva en constante crecimiento.
Para llevar a cabo la investigación, antes debemos contextualizar a grandes rasgos el sector audiovisual referido a Andalucía, concretando en el sector de la televisión. Partiendo de la situación del mercado audiovisual en España, y basándonos en el testimonio de Ramón Colom, los inicios de las emisiones regulares de la televisión en España, se remontan allá por el año 1956, un 28 de octubre, que se llevaría a cabo desde un chalet del paseo de La Habana, en Madrid, que hasta hace poco sería sede del Consejo de Administración de RTVE. A pesar de ello, las pruebas iniciales datan de mucho antes, en 1948, las cuales se realizaron tanto en Barcelona como Madrid. Debemos aclarar cómo hasta la fecha, las emisiones regulares solo se daban en Reino Unido y Estados Unidos. Respecto a la financiación, ya comenzaban a perfilarse dos modelos: una financiación pública y otra privada, la primera en Europa y la segunda en América (Colom, 2008, p. 157).
El 3 de octubre de 1957 se aprobó un Decreto, según el cual se establece que la Administración Radiodifusora española (creada según el Decreto del 15 de febrero de 1952) sea la que desarrolle en exclusiva cualquier actividad relacionada con la televisión. Posteriormente, según el Decreto del 11 de octubre de 1973, se reorganiza la Dirección General de Radiodifusión y Televisión y se establece RTVE como servicio público centralizado. Así debemos destacar, cómo ha existido un monopolio estatal de la televisión hasta los años 80, en los que paulatinamente se ha ido liberalizando el sector (Colom, 2008, p. 157).
A pesar de todo, la democratización de RTVE sería tardía, pues el Estatuto de 1980 “no significó una recuperación plena de los principios del servicio público europeo” (Bustamante, 2002, p.214). A esto se sumó que en dicha época, comenzará a entrar en crisis el modelo público que se daba en Europa, surgiendo así la apertura a empresas de carácter privado. España, sin embargo, se situaba a contracorriente de la tendencia europea. A todo ello se le une la aprobación en el año 1983 de la Ley Del Tercer Canal por la cual “habilitaba a las Comunidades Autónomas a tener un tercer canal de televisión de titularidad Pública-Estatal gestionada por las diferente Comunidades Autónomas” (Fernández Soriano, 1999, p.122), lo cual se vería reflejado en sus comienzos con la aparición de TV3 en Cataluña, surgiendo así los canales autonómicos como modelo único respecto al resto de países del ámbito europeo. Es decir, el control gubernamental que por entonces se ceñía sobre TVE propiciaría la aparición de los canales regionales en los 80, llegando incluso a confrontarse entre sí en el uso de la red de difusión de señal, pues debemos mencionar que el Estado adquiría las competencias de limitación del espacio radioeléctrico.
 El nacimiento de entes de radiotelevisión dependientes de los gobiernos autonómicos, que se iniciaría en 1983 con las primeras emisiones de ETB, el 1 de enero, y de TV3, el 10 de septiembre de 1983. Así se iniciaba un proceso que duraría una década, en el que fueron apareciendo otras televisiones autonómicas como la TVG (Galicia, 1985), Canal Sur (Andalucía, 1989) y Canal 9-TVV (Comunidad Valenciana, 1989).
Centrándonos ya en el desarrollo de la televisión autonómica en Andalucía, debemos decir que este inicio en gran parte contaba con respaldo de las autonómicas ya asentadas tanto en País Vasco como en Cataluña. Por otro lado, el anuncio de proyecto de construcción de un edificio destinado a RTVE en Andalucía, fue interpretado como los primeros pasos o indicios –de manos del gobierno socialista- del surgimiento de la televisión autonómica en Andalucía. Esto sería un hecho que posteriormente fue confirmado por el entonces presidente José Rodríguez de la Borbolla en 1986, hasta que finalmente se aprobara la Ley de Creación de RTVA el 2 de diciembre de 1987 en la cámara autonómica.
Realmente comenzará su andadura a finales de 1988 con el comienzo de las emisiones de Canal Sur Radio, y el 28 de febrero de 1989 con el inicio de las emisiones de Canal Sur Televisión. Hasta 1998 van surgiendo las distintas marcas de la compañía, como es el caso de Canal 2 Andalucía (como segunda señal televisiva terrestre), Andalucía Televisión Producciones (nombre de la emisión vía satélite), Andalucía Información (canal de noticias de radio), Fórmula Uno (dedicada a programas de corte más juvenil y musical) y la Fundación Audiovisual de Andalucía.
En estos comienzos, a grandes rasgos, el sector audiovisual en Andalucía, según Emelina Fernández Soriano, “salvo iniciativas aisladas y de carácter muy limitado, el tejido audiovisual andaluz empieza a asentarse para dar respuesta a las demandas del emisor públicos que opta, inicialmente, por un modelo de gestión ligera, basado en acudir al mercado externo para adquirir la mayor parte de la producción” (Fernández Soriano, 1999, p. 123). En resumidas cuentas, en sus inicios no se dota de una maquinaria pesada acorde a los modelos empleados en las televisiones públicas imperantes en Europa y que habían demostrado su ineficacia por entonces.
Sería esta decisión en la gestión por parte de los diversos organismos públicos la que constituiría un incentivo para llevar a cabo la creación y posterior puesta en marcha de pequeñas empresas productoras de televisión y de servicios complementarios como sonido, iluminación, elaboración de decorado, postproducción, doblaje, etc.
Por otro lado, en esta primera etapa, el sector público audiovisual de Andalucía requerirá la colaboración y ayuda por parte de las distintas productoras de carácter independiente, que daría paso a la creación de empresas más especializadas. Al principio fueron pocos los productores que trabajarían con sus propios medios y buscarían la complementariedad con la Radio Televisión Andaluza, creando en consecuencia una gran correlación entre las empresas del sector.
Se trata de un modelo que progresivamente se ha visto sustituido por uno de mayor peso que incrementa la producción propia. En este sentido, y volviéndonos a remitir a Emelina Fernández Soriano según quien “la corrección del modelo carente de planificación, aunque no logró la autosuficiencia en la producción de programa, fue limitando el presupuesto para la producción externa. La inicial complementariedad se tornó en dependencia, cuyas consecuencias aún pesan, (…). Todo ello ha cercenado o, al menos, ralentizado el proceso de expansión de la industria audiovisual andaluza y de búsqueda de mecanismos empresariales que le doten de competitividad. Es altamente significativa la evolución de la partida presupuestaria destinadas a compras de producción de la RTVA” (Fernández Soriano, 1999, p. 124).
En torno a los datos que precedían estos inicios en el sector audiovisual en Andalucía, allá por 1999, empiezan a divisarse amplias posibilidades respecto al crecimiento y fuerza por parte del conjunto que supone todo el sector industrial audiovisual de la comunidad andaluza, con una capacidad que va más allá de nutrir las necesidades del mercado interno (que no sólo se constituye por el operador público regional), sino que también puede acceder a mercados externos, barajándose dicha posibilidad en función de los distintos soportes televisivos. Podría decirse que, en palabras de Emelina Fernández Soriano, “la creación de la empresa pública de la radio y la televisión de Andalucía ha sido un factor determinante en la conformación del tejido audiovisual propio de la Comunidad Autónoma de Andalucía” (Fernández Soriano, 1999, p. 125).
Desde los inicios hasta la actualidad, podemos comenzar a hablar del entramado empresarial que compone la industria audiovisual en Andalucía, centrándonos en principio en las que pertenecen al sector público.
Si en la década de los noventa se inició la televisión autonómica en Andalucía, no sería hasta 1996 cuando comenzará el crecimiento y desarrollo de una recién establecida RTVA. Apoyándonos en Antonio Manfredi, podemos decir que “hasta entonces, el negocio televisivo era considerado «clásico» con estructuras muy bien determinadas. A partir de ese momento, se inicia, en todas las empresas, la diversificación, al objeto de encontrar una posición dominante en el sector de las telecomunicaciones” (Manfredi, 2011, p. 291).
La RTVA, a través de la propia página web de Canal Sur, se autodefine como “la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA), líder en el actual mercado audiovisual del sur de España, es una Agencia Pública Empresarial perteneciente a la Junta de Andalucía. Empieza su andadura entre finales de 1988, con el comienzo de las emisiones de Canal Sur Radio, y el 28 de febrero de 1989 con la aparición en antena de Canal Sur Televisión. La Agencia se centra en el negocio audiovisual, sector que ha crecido en Andalucía de forma notable en los últimos años gracias a su puesta en marcha”.
 
Además, debemos destacar que dentro de RTVA como grupo están presentes las siguientes entidades, destacando las que más se acercan al interés de esta investigación, es decir, las orientadas al sector televisivo:
-Canal Sur Televisión: es la primera oferta televisiva terrestre del grupo, cuya programación es de tipo generalista, con una emisión de 20 horas diarias, circunscritas al territorio andaluz, aunque tiene clientela en los territorios vecinos, incluido el norte de África. Utiliza una red propia de emisión, a través de la empresa coparticipada Axión, lo que le permite realizar sus emisiones en estéreo en la mayor parte del territorio andaluz. A su misma vez, desde aquí se llevan a cabo las emisiones en digital, tanto de radio como de televisión.
-Canal 2 Andalucía: Es la segunda oferta televisiva terrestre de RTVA, que comenzó sus emisiones allá por el 5 de junio de 1998. Hasta hace poco emitía aproximadamente unas 13 horas diarias con una dirección hacia un público urbano y joven, apostando por programación enfocada a la cultura, documental también. Su parrilla diaria, consistía en una programación infantil de sobremesa y tarde, musicales y noticas por la noche. Pero respecto a esta programación que ha venido emitiendo se ha visto alterada recientemente (2012), ya que como señala el diario El Mundo el director general de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA), Pablo Carrasco, anunció la decisión de replantear el funcionamiento del segundo canal de la televisión autonómica, Canal Sur 2, que pasó a emitir la misma señal que Canal Sur, pero con subtitulación, lenguaje de signo y autodescripción en el caso de las películas” (El Mundo, 2012).
-Andalucía Televisión Producciones S.A.: Es la emisión vía satélite del grupo, a través de la plataforma existente en España, Digital Plus. Su programación incluye programas de Canal Sur Televisión y otros programas específicos de producción propia, con una emisión de 24 horas. Se emite en abierto y en digital para toda España, resto de Europa y norte de África. Esta sociedad además produce dos canales temáticos: Canal Turismo y Canal Fiesta, que se emite en otras plataforma vía satélite. Asume una parte importante de la producción de programas, mientras que Sandetel canaliza todo el desarrollo tecnológico, con lo que, de hecho, la actual Canal Sur queda actualmente con la radio, la plantilla orgánica y los Servicios Informativos.
-Sandetel: Sociedad Andaluza para el Desarrollo de las Telecomunicaciones (Sandetel), que fue constituida en 1997, participada en un 51% por la RTVA y un 49% del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA). En la actualidad es una sociedad anónima 100% pública participada en un 51% por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y en un 49% por el ente público RTVA dependiente de la Consejería de la Presidencia. El objeto de Sandetel es adaptarse al panorama del sector audiovisual. Junto a su filial SADESI (Sociedad Andaluza para el Desarrollo de la Sociedad de la Información) es la responsable de suministrar Red de datos a todos los organismos de la Junta de Andalucía, incluido RTVA y su servicio web.

  • Fundación Audiovisual de Andalucía (AVA): Creada en el año 1998, la Fundación Audiovisual de Andalucía “es una institución privada sin fin de lucro patrocinada por la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) constituida para promover, en todos sus aspectos, el sector audiovisual de Andalucía”, como se define a sí misma. Desde sus inicios, esta iniciativa se integra en los objetivos de la Junta de Andalucía encaminados a potenciar el desarrollo de un tejido empresarial audiovisual propio. La Fundación Audiovisual de Andalucía está presidida por la Dirección General de la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) y su Patronato está compuesto por los y las integrantes del Consejo de Administración de la misma. Integrada en la RTVA, la Fundación Audiovisual de Andalucía actúa en su papel de motor del desarrollo de un sector estratégico con un gran potencial de crecimiento y de futuro. El propósito de la Fundación Audiovisual de Andalucía es el de promover el conocimiento, potenciación y desarrollo de la industria audiovisual en Andalucía facilitando la obtención de los instrumentos de apoyo necesarios a fin de dotar a las empresas y profesionales que lo componen de la competitividad adecuada para su expansión en el ámbito nacional, europeo e internacional.”

Por otro lado, debemos mencionar un sector poco amplio pero que intenta hacerse cada vez más hueco dentro del sector audiovisual y televisivo en Andalucía, como es el sector privado. Podría decirse que en Andalucía no son demasiadas las empresas que puedan llevar a cabo en su totalidad la elaboración de un producto audiovisual. Desde sus inicios han ido adquiriendo un mayor grado de consolidación tanto por las inversiones que han llevado a cabo en inmovilizado material e inmaterial, en inversiones tecnológicas, en la contratación de personal fijo y eventual, además de por la facturación bruta efectuada  en el ciclo anual y que han realizado a lo largo de los años. Esto es algo que podemos comprobar, recurriendo al listado de empresas que proporciona la Fundación Audiovisual de Andalucía a través del motor de búsqueda de su web, cuyo listado de empresas dedicadas al apartado televisivo son relativamente numerosas, alcanzando una cifra cercana a las 500.
En cuanto a productoras, podemos destacar nombres como Linze TV, productora de series como Arrayán o Plaza Alta; Atlas, la cual es productora de Andalucía Directo; MediaSur Producciones Audiovisuales, propiedad del grupo Mediapro, y que se encarga de las retransmisiones deportivas en Canal Sur entre diversas tareas; 16 Escalones S.L., productora de programas como La Semana más Larga de Canal Sur; ZZJ (Menuda Noche y La tarde con María); Caligari (Se llama copla); Mettre; Indaloymedia; El Silencio (El Loco de la Colina); Atrium; Cibeles (75 Minutos); o Producciones 52.
Por último, sería necesario destacar, como dato reciente, que se especula sobre el tipo de gestión que se desarrolla en las cadenas públicas en la comunidad andaluza, pues han causado controversia ante la posibilidad de que las cadenas públicas (como Canal Sur TV) pasen a seguir un modelo de gestión privada, todo ello barajado entres las opciones del Gobierno socialista presidido por José Antonio Griñán (Agencia Europa Press, 2012).
Desde un punto de vista general sobre el sector audiovisual y televisivo en Andalucía, debemos mencionar al Consejo Audiovisual Andaluz. Éste define sus funciones de la siguiente manera: “El Consejo Audiovisual de Andalucía analiza los contenidos y la publicidad que emiten las radios y televisiones, tanto públicas como privadas, para garantizar que se adaptan a la ley y respetan los derechos de la ciudadanía. (…) Otra de las funciones del Consejo Audiovisual de Andalucía consiste en el fomento de la mediación entre los agentes del sector audiovisual y la sociedad para mejorar la calidad de los contenidos”
Como conclusión final, podemos citar a Carlos A. Guerrero y Antonio Macarro, según quienes “todas estas nuevas posibilidades suponen avances técnicos importantes que requieren un personal de alta formación como requisito necesario para la profesionalización en medios audiovisuales de última generación y sus aplicaciones, como son los contenidos culturales. La actividad del sector audiovisual va a seguir teniendo su mayor fuente de trabajo, según el pronóstico  más consensuado, en los contenidos culturales de todo tipo; esto implica una fuerte dependencia, aunque no única, del sector público, lo que marcará el sentido de su actividad y el tipo de capacitación profesional, siempre alta, de su personal” (Guerrero y Macarro, 2011, p. 491).

3. Análisis de las oportunidades de empleo en el sector audiovisual andaluz y las expectativas laborales de sus futuros profesionales.
En este apartado del estudio presentaremos los datos obtenidos en las encuestas que, como se explicó en la metodología, se realizaron a empresas propias del sector audiovisual y a alumnos de Ciencias de la Comunicación y estudiantes de Ciclos Formativos de la rama de Imagen y Sonido y ex-alumnos como futuros profesionales de dicho sector. Las empresas que participaron en este estudio fueron: La Séptima Estación, Yolaperdono, Francisco N Merino, Brida Comunicación y una empresa anónima.
En primer lugar, interpretaremos los datos pertenecientes a las empresas del sector audiovisual haciendo una comparativa entre los datos de un estudio realizado por la Fundación AVA en 2009, que analizaba las oportunidades de empleo en el audiovisual andaluz y los datos que se han obtenido a través de las encuestas anteriormente citadas para valorar cuál es el perfil demandado en la actualidad. En segundo lugar, procederemos a interpretar los datos pertenecientes a los alumnos y ex-alumnos del sector audiovisual como futuros trabajadores de este campo para valorar cuáles son sus expectativas laborales.
En 2009, La Fundación AVA presentó la publicación Análisis de las oportunidades de empleo de la Industria Audiovisual en Andalucía: Caracterización, tendencias y perspectivas, el análisis más actualizado del sector audiovisual andaluz hasta el momento y en el que nos hemos basado.
En primer lugar, cuanto a la distribución de las empresas audiovisuales según su grado de descentralización productiva (Fundación Audiovisual de Andalucía, 2009, p.193), se iguala el porcentaje entre empresas que subcontratan servicios de apoyo (el 35%), empresas que subcontratan a otras en fases del proceso productivo (el 33%) y empresas que no subcontratan (el 30%). A raíz de estos datos podemos suponer que este 30% de empresas que no subcontratan cuenta con personal especializado en su plantilla. Esto se enfrenta al 35 % de empresas que requieren el apoyo de otras y al 33% de empresas que trabajan con otras en algunas fases, de donde podemos extraer que no cuenta en su plantilla con personal especializado, sino polivalente, y que por ello necesita de la colaboración con otras empresas para la elaboración de un producto audiovisual.
En segundo lugar, tenemos la distribución de la plantilla según la relación contractual que mantiene con una empresa en picos de máxima producción (Fundación Audiovisual de Andalucía, 2009, p. 198). El 52,9% corresponde a personal eventual cuyo contrato con la empresa acaba en el momento en el que se termina el trabajo para que el fue contratado. El 36,4% equivale a personal indefinido y el 10,6% restante corresponde al personal autónomo que trabaja en situaciones más puntuales dentro de la producción.
En tercera posición, se hace una comparativa entre los medios utilizados por las empresas para reclutar personal y los medios utilizados por la potencial mano de obra para encontrar un empleo (Fundación Audiovisual de Andalucía, 2009, p. 216). En primer lugar, las empresas dan aproximadamente la misma importancia a los currículum que han recibido en su empresa personalmente (27,2%) como a los contactos personales (25,5%). Seguidos a estos, y con menor presencia en comparación con estos dos métodos, las empresas utilizan el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en un 14,6% de los casos, centros de formación y orientación en un 11,6%, portales de empleo en Internet en un 9,2%, en empresas de trabajo temporal (ETT) en un 7,6%, a través de prensa o anuncios en un 2,3% y en otros un 2%. La potencial mano de obra usa otros métodos para encontrar un empleo y podemos observarlo en la alta variación de porcentajes entre los futuros empleados y las empresas. Los métodos más usados, y muy igualados en sí, son la entrega de currículum en empresas (21,5%), los portales de empleo en Internet (19,2%) y los contactos personales (18,8%). Por debajo de estos encontramos otros métodos usados en menor porcentaje: a través de empresas de trabajo temporal (14,3%), mediante el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) (12,1%), prensa y anuncios (8,4%), en centros de formación y orientación (4,5%) y en otros (1%). Una vez conocidos los datos proporcionados en 2009 por la Fundación Audiovisual de Andalucía, procederemos a presentar los datos obtenidos por nuestras encuestas realizadas a empresas.
A la pregunta “¿En su empresa ha contratado alguna vez a un empleado sin estudios reglados relacionados con la comunicación audiovisual para realizar trabajos de dicho sector?” el 80% de las empresas lo niega frente a un 20% que sí afirma haber contratado a un trabajador de estas características. En relación con esta pregunta, y continuando la temática de la formación del empleado, formulamos la siguiente “¿Qué formación tienen los empleados y antiguos empleados de su empresa?” cuyos porcentajes están muy repartidos aunque con una clara ventaja de los titulados universitarios con un 33%, seguido por los titulados de Ciclos Formativos de Grado Superior con un 20%,  titulados de Ciclos Formativos de Grado Medio con un 13% y los titulados de postgrado y máster, Bachillerato, ESO, formación no reglada (cursos, talleres) y otros. En la muestra estudiada no hay ni ha habido ningún empleado con tan solo Formación Profesional Ocupacional o sin estudios. El sector audiovisual andaluz se caracteriza por profesionales con estudios que abarcan desde titulaciones universitarias hasta formación no reglada y que en su mayoría están relacionados con el sector audiovisual.
A la pregunta “¿Qué tipo de contrato según su duración se ha hecho en su empresa?” observamos cómo existe una igualdad entre contratos indefinidos y de duración determinada por obra o servicio o eventual con un 27% cada uno de estos. Los contratos formativos alcanzan un 9% y también un 9% de las empresas no han contratado aún a ningún empleado. Siguiendo con la temática de la duración de los empleados en una empresa, pasamos a analizar la duración de la relación laboral de un empleado que incluyen variables entre menos de un mes y más de dos años. En este aspecto, los porcentajes aparecen muy repartidos. En todas las empresas han habido contratos de todas las duraciones: un 13% ha tenido una duración de menos de un mes, un 13% del porcentaje también ha tenido una duración de hasta 6 meses, el 25% hasta un año, el 13% hasta dos años y un 38% empleados con más de dos años de contrato.
Otra de las preguntas que nos permite conocer cómo es el mercado audiovisual en estos años de incertidumbre económica es la de “¿Junto a quién desarrolla la actividad profesional de su empresa?”. Nuevamente, los datos se encuentran repartidos entre las distintas variables propuestas: con un 29% las empresas afirman contar con empleados propios, otro 29% se corresponde con la colaboración con trabajadores autónomos, el 21% de las empresas sólo trabaja con los socios de la misma y el otro 21% afirma trabajar junto a otras empresas especializadas en el proceso productivo que les ocupa. Por tanto, podemos confirmar que las empresas desarrollan su actividad contando con el miso porcentaje de personal especializado (trabajadores autónomos y empresas especializadas) y polivalente (socios de las empresas y personal contratado).
La siguiente cuestión abordada es la relacionada con qué valora más el empresario de un empleado. Una de las cualidades preferidas por las empresas del sector audiovisual (presente en un 80%) es la capacidad del profesional en actualizar y reciclar sus conocimientos de dicho sector. En tan solo un 20%, la siguiente cualidad más deseada es el manejo de software para la realización de productos audiovisuales. Fuera de este porcentaje queda la disponibilidad horaria ilimitada, sus estudios y experiencia en el sector. Una de las empresas señalaba que aunque es interesante que el empleado tenga experiencia en el sector, en el caso de los recién titulados y personal sin experiencia en el sector tienen en cuenta qué es capaz de ofrecer este, cómo se desenvuelve, en qué proyectos ha participado y cómo los ha sacado adelante e, incluso, el feeling que puede haber entre el empleador y el posible futuro contratado.
A la pregunta “¿Qué puestos son los más demandados por su empresa?”, encontramos datos igualmente repartidos: el 40% de las empresas precisan de puestos creativos (guionistas, copy, diseñadores gráficos, animadores gráficos...), con un 20% cada una de las siguientes categorías: puestos técnicos (operador de cámara, sonido, iluminación...), puestos de postproducción (edición de vídeo y sonido, montaje, efectos especiales) y otros. Quedan fuera de los puestos demandados los de periodista y redactor, productor, realizador y creador de contenidos multimedia y digitales. Entre estos puestos demandados el rango de edad oscila entre los 21 y 40 años. En las empresas incluidas en la muestra existe un 60% de personal entre 21 y 30 años y un 40% de personal entre los 31 y 40 años.
La siguientes dos cuestiones nos permiten conocer hasta qué punto las empresas contratarían a personal especializado o polivalente. La primera pregunta es “¿Qué perfil le parece más interesante de cara a una contratación de personal para una producción de un programa televisivo?”. Entre las variables se incluyen tres con puestos especializados diferenciados (uno a la preproducción de televisión, otro a la producción de televisión y otro a la postproducción de televisión) y una cuarta con un puesto polivalente que aunaba estos tres puestos anteriores, pero sin estar especializado en televisión, sino en contenidos audiovisuales en general. Los datos nos revelan que el 100% de las empresas contrataría a un empleado con capacidad de preproducción, producción y postproducción de contenidos audiovisuales en general. La segunda pregunta pretende conocer si existe una mayor contratación de técnicos (especialización) que de titulados universitarios (polivalencia). El 60% de las empresas hacen contrataciones a más personal técnico frente al 20% de empresas que contratan a personal universitario. Tan solo en un 20% de las empresas existe el mismo número de técnicos que de universitarios.
El tipo de proyección que tienen las empresas de audiovisual en Andalucía también se encuentra repartido entre todas las variables: un 44% afirma tener proyección nacional, el 22% tiene proyección local, y con un 11% encontramos las empresas que tienen una proyección provincial, autonómica e internacional.
Para comparar los métodos usados por las empresas para la búsqueda personal se realizó la pregunta “¿Cuál es el método que usa su empresa para la selección de personal?”. El 36% de las ocasiones las empresas prefiere la recepción de currículum vitae personalmente, con el mismo porcentaje encontramos el método de contactos personales y las redes sociales profesionales como LinkedIn. Las empresas usan con la misma asiduidad (9% de las ocasiones) los anuncios en prensa, bolsas de empleo por Internet y otros métodos. Es relevante cómo en 2009 en el 14,6% de los casos se hacía uso del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) (Fundación Audiovisual de Andalucía, 2009, p.216) y en este estudio cae en picado al 0%.
Las próximas dos cuestiones hacen referencia a los períodos de formación en centros de trabajo de estudiantes de ciclos formativos, universitarios y otros. A la primera pregunta “¿Incluye en su empresa un programa de recepción de becarios y estudiantes en prácticas?” el 60% de las empresas contestó que no disponían de ningún programa de estas características frente al 40% que sí afirmó pertenecer a uno de estos programas (el 20% para técnicos de ciclos formativos y no universitarios y el otro 20% para técnicos de ciclos formativos, universitarios y otros). La segunda pregunta de este apartado está destinada a averiguar el número de contrataciones realizadas entre los becarios o estudiantes que tuvieron un período de formación en dichas empresas. En el 60% de los casos no hubo contratación. En una de las empresas (20%) se contrató hasta un 25% de los becarios y en otra de las empresas (el 20% restante) se contrató todo el personal en prácticas.
Para finalizar con las encuestas realizadas a las empresas nos queda una cuestión que también se analizó en el estudio de la Fundación AVA de 2009 anteriormente citado. A la pregunta “¿Realizan dentro de su empresa todos los procesos de la fase productiva audiovisual (preproducción, producción y postproducción)?”, el 60% de las empresas afirma contar con trabajadores autónomos y otras empresas especializadas que trabajan en partes específicas de cada proyecto. El 40% restante afirma tener a empleados especializados en plantilla y cada uno se encarga de realizar una parte del proyecto. En esta muestra no existe ninguna empresa que sólo asuma una pequeña parte del proceso productivo.
Tras presentar los datos obtenidos por las empresas del sector audiovisual andaluz, pasamos a presentar los datos obtenidos de una muestra de 48 alumnos y ex-alumnos de la rama de Ciencias de la Comunicación y alumnos y ex-alumnos de Imagen y Sonido.
Ante la primera pregunta “¿En qué sector del audiovisual quieres trabajar?”,  observamos algunos datos reveladores sobre las expectativas de futuro de estos futuros profesionales, donde observamos que tan solo un 11% de los encuestados quiere dedicarse a labores relacionadas con el sonido, mientras que aproximadamente un 63% de los encuestados (30% cine y vídeo; 9% de televisión; 24% fotografía), quieren dedicarse a labores relacionadas con la imagen, ya sea fija o en movimiento. También es destacable como en puestos como el multimedia y dispositivos móviles, representan a un 7% de los encuestados, observándose por tanto cómo estos nuevos soportes digitales están adquiriendo importancia en los últimos años y los futuros profesionales llegan a tenerlos en cuenta como un nuevo filón de empleo.
A la pregunta “¿Actualmente amplías tus conocimientos de dicho sector audiovisual a través de cursos de especialización, talleres, conferencias, etc.?”, observamos como un 83% de los encuestados amplían sus estudios por otros medios, frente a un 17% que no amplia sus conocimientos.
Ante la pregunta “Elige la relación de dependencia que se ajuste a tus preferencias”, observamos como un 46% desea trabajar como empleado de una empresa (ya sea publica o privada), un 22% que desea trabajar como freelance, y un 32% que desea montar su propia empresa. Estos datos nos muestran cómo el 54% de los encuestados (22% freelance; 32% montar mi propia empresa), posee cualidades emprendedoras, y ante la falta de empleo en el sector se plantea trabajar por cuenta propia e incluso fundar sus propias empresas.
Frente a la pregunta “¿Dónde prefieres trabajar?” observamos cómo a un 61% de los encuestados no les importa dónde trabajar dentro del ámbito nacional, sin importar el cambio de residencia; un 11% desea trabajar en Andalucía; un 28% tiene aspiraciones internacionales y desea trabajar fuera de España. Además de todos estos datos, también se observó cómo ninguno de los encuestados quiere trabajar en España pero no en Andalucía, por lo que podemos ver como un 72% de los encuestados desea trabajar dentro del ámbito nacional, teniendo en cuenta también las posibilidades de este sector en Andalucía; frente a un 28% que posee aspiraciones internacionales y no cree que pueda obtenerlas dentro del mercado nacional, un 11% de las empresas encuestadas anteriormente posee proyección internacional y esta cuestión también es fácilmente relacionable con otros datos obtenidos donde ninguno de los encuestados creyó en las posibilidades de proyección internacional de las empresas andaluzas.
Ante la siguiente pregunta sobre “¿Qué estudios tienes relacionados con este sector?”, observamos datos muy dispersos siendo destacables los Ciclos formativos de Grado Medio como el de Laboratorio que obtiene un 0%, al igual que el Ciclo de Grado Superior de Sonido que obtiene también un 0%. Observábamos que los futuros profesionales se decantan principalmente por empleos relacionados con la imagen más que con el sonido. El 33% de los encuestados posee otros estudios relacionados con talleres y cursos formativos, de carácter más especifico y de corta duración, frente a otros estudios más dilatados en el tiempo como Ciclos formativos que tan solo representan un 17% de los datos obtenidos. También podemos destacar cómo el 21% de los encuestados no posee ningún estudio previo a lo que esta realizando en la actualidad y como un 20% de los encuestados se decanta por una formación universitaria frente a otros estudios más específicos.
Ante la siguiente pregunta “¿Has tenido alguna experiencia laboral en el sector audiovisual?”, observamos como un 22% de los encuestados ha tenido experiencias en prácticas no remuneradas, un 13% han trabajado para empresas, un 33% ha desempeñado labores como freelance y un 31% no han trabajado nunca en el sector. Frente a estos datos podemos observar cómo un tercio de los encuestados (33%) ha desempeñado labores como freelance, frente a un 31% que no ha trabajado aún en el sector, viéndose por tanto cómo la mitad de los que no ha conseguido una relación laboral por una empresa posee una actitud emprendedora. Estos datos se pueden comparar por los obtenidos por la fundación AVA en 2009 mediante los cuales podemos ver como en ese año un 91,7% nunca había trabajado en el sector, frente a los datos actuales donde tan solo un 31% de los encuestados no ha tenido ningún tipo de relación profesional con el sector.
Ante la pregunta “¿Sabes dónde enviar tu currículum?”, observamos como un 70% sabe donde enviar su currículum, frente a un 30%.
Frente a la pregunta “¿Con qué estudios complementarías tu formación?”, podemos observar qué tipo de estudios son los preferidos por ese 83% que amplían sus estudios dentro del sector audiovisual. Con un 11% cada uno, empatan la formación continua y los Ciclos formativos de Formación Profesional, un 35% prefiere la realización de másters y un 43% la realización de cursos específicos. Este último 43% nos sirve para verificar cómo los estudiantes prefieren la realización de cursos más específicos menos dilatados en el tiempo.
Ante la pregunta “¿Cómo crees que es la proyección de las empresas del sector audiovisual andaluz?”, observamos como un 74% de los encuestados (37% ámbito local y provincial; 37% ámbito de la comunidad autónoma) opina que el sector audiovisual andaluz no traspasa las barreras autonómicas, frente a un 26% que opinan que estas empresas tienen representación en el ámbito nacional. Frente a estos datos, es destacable realizar una comparativa con los datos obtenidos en 2008 por la Fundación AVA, por los que podemos ver cómo el 27,98% de las empresas andaluzas poseía presencia internacional; un 30,47% tenía proyección nacional y un 41,55% se centraba en el ámbito autonómico (14,96% Autonómico; 26,59% Provincial).
Como pregunta final de este bloque de los alumnos, se planteó “¿Cuál crees que es la mejor forma de encontrar empleo en el sector audiovisual andaluz?”. Tomando como referencia el 70% de los futuros profesionales que saben donde enviar su currículum, podemos observar como el 23% confía en entregar el currículum, algo que nos señalaron las empresas como su principal fuente de adquisición de personal; pero lo más destacable es como el 49% confía principalmente en los contactos profesionales como forma principal de búsqueda de empleo. Comparando estos datos con los obtenidos por la fundación AVA en 2008, podemos ver que el 23% de las empresas confía en los currículum que reciben, algo que se corresponde con las expectativas de los futuros profesionales y tan solo un 19% confían en los contactos personales, método señalado como principal por los futuros profesionales.

4. Conclusiones.
Tras presentar los datos obtenidos en las encuestas a empresas, alumnos y ex-alumnos, a continuación, mencionamos las conclusiones a las que hemos llegado una vez presentado el análisis.
Sobre la hipótesis primera (el perfil profesional del sector audiovisual andaluza se caracteriza por su especialización y polivalencia), podemos afirmar que, efectivamente, se cumple, como hemos visto en las gráficas pertenecientes a los cuestionarios realizados a las empresas.
Por un lado, observamos cómo la formación de los empleados es mayoritariamente universitaria cuyo perfil lo encajamos dentro de un profesional polivalente. Por otro lado, si comparamos el número de empleados técnicos y de empleados universitarios, vemos que el número de técnicos prevalece sobre el de los licenciados cuyo perfil está orientado a la especialización dentro del campo del audiovisual, como se puede comprobar en la distinta oferta formativa en centros donde se imparten ciclos formativos de grado medio y superior de la rama de Imagen y Sonido (Grado Medio en Laboratorio de Imagen, Grado Superior en Imagen, Producción de audiovisuales y espectáculos, Realización de audiovisuales y espectáculos y Sonido). Esta oferta formativa del sector audiovisual se ha visto incrementada entre 2011 y 2013 en la Ley Orgánica de Educación (LOE, Ley Orgánica 2/2006 de 3 de mayo de Educación), incluyendo nuevos y actualizados títulos que, igualmente, pretenden formar numerosos perfiles especializados en diversos campos del sector audiovisual (Vídeo, Disc-jockey y Animación 3D, Juegos y Entornos interactivos). Dentro de las distintas fases de producción de una creación audiovisual, se observa cómo algunas empresas de la muestra analizada cuentan con ciertos empleados especializados en su plantilla y aquellas que no los tienen subcontratan a otras o colaboran con trabajadores autónomos para la realización de una parte de la producción (especialización).
Por consiguiente, y para finalizar con la primera hipótesis, podemos decir que las empresas contratan a personal polivalente para cubrir sus necesidades cotidianas y subcontratan o cuentan con trabajadores autónomos cuando necesitan realizar un proyecto con algunas características que no pueden ser realizadas por su personal polivalente por falta de especialización y conocimiento de ciertos campos. Nuestra comunidad cuenta con una estructura de mercado audiovisual en el que son necesarios, en proporciones muy similares, tanto perfiles polivalentes como especializados
Frente a la segunda hipótesis (las expectativas de los futuros profesionales no se corresponden con las demandas del sector), solo cabe decir que en parte sí se cumple ya que, por ejemplo, los estudios que realizan los alumnos se corresponden con la búsqueda de esa polivalencia que buscan las empresas en los futuros profesionales.
Ante los datos obtenidos, podemos decir que el futuro profesional andaluz posee mayores inquietudes con respecto a la imagen que al sonido, además de que estos futuros profesionales comienzan a dejar de lado posibles yacimientos de empleo como la radio, con el fin de centrar su orientación profesional hacia otros sectores mas novedosos del sector como el de las plataformas digitales. Estos estudiantes, a su vez, aumentan sus conocimientos con otro tipo de estudios, siendo los cursos y talleres específicos los favoritos con el fin de aumentar, con una cierta especialización, los estudios polivalentes que realizan a la vez de estos cursos.
Por todos los rasgos recogidos, podemos decir que el futuro profesional andaluz especializado en algo muy especifico del sector queda fuera de las demandas del mismo, viéndose relegado a la realización de pequeños trabajos centrados en esa especialización por la que destaca. Ante esto vemos cómo estamos ante un mercado altamente mercantilizado derivado de la subcontratación de autónomos en la realización de algunas de las labores del servicio. Esto da lugar, por tanto, a que el profesional especializado llegue a aceptar trabajos de categoría inferior debido a la falta de experiencia que le reporta la realización de trabajos muy específicos.
Es en este punto donde podemos llegar a plantearnos cómo, pese que una amplia parte del sector apueste por las demandas que este requiere basadas en la especialización y el carácter polivalente, una pequeña parte que apuesta por un estudio mas especifico, se ve obligados a emigrar con el fin de dotar de utilidad esa especificidad adquirida en uno de los ámbitos del sector. Pero al mismo tiempo que esto ocurre, la fuerte iniciativa personal con la que cuenta el futuro profesional andaluz, le lleva a generar sus propios negocios con el fin de cumplir con las oportunidades de negocio que surgen en el sector, no desaprovechando la oportunidad de insertarse en el mercado laboral, a través del autoempleo.
El futuro profesional andaluz no tiene problemas de movilidad y está dispuesto a cambiar de residencia si su puesto de trabajo lo requiere. Además de esto, también es destacable cómo el futuro profesional andaluz posee una actitud emprendedora y se decantaría por la creación de su propia empresa en el sector con el fin de realizar algún tipo del trabajo relacionado con el sector;  la figura más destacable es la figura del freelance que representa más de la mitad de los contratos en el sector audiovisual andaluz (Tea Cegos, 2007).
Según datos recientes de la fundación AVA, el futuro de los profesionales andaluces es muy esperanzador, con una inserción del 85 por ciento del alumnado que cursa estudios relacionados con el sector (Fundación AVA, 2013, p.55). La fundación incentiva la formación continua de los futuros profesionales, respondiendo a sus necesidades formativas  y apostando por las nuevas tecnologías. Los futuros profesionales a través de este estudio no hacen más que demostrar un alto nivel de implicación en sus estudios con una alta cualidad para adaptarse y aprender las nuevas tendencias sobre las TIC, con el fin de reciclar sus estudios y actualizarlos, realzando esa polivalencia de la que presume con los conocimientos más actualizados sobre el audiovisual andaluz. Es mediante el análisis de estos datos cuando podemos llegar a decir que la potencial mano de obra andaluza posee una altísima predisposición hacia las posibilidades de empleo del sector audiovisual, algo que se llega a incluso a traducir con la autocreación de empleo en algunos casos. Como consecuencia directa de estos datos, el sector audiovisual andaluz se ve recompensado con un amplio desarrollo estratégico del tejido del propio sector audiovisual.
Para concluir, podemos ver cómo el futuro profesional andaluz confía en los contactos personales como principal método de búsqueda de empleo. Pero como ya hemos señalado, las empresas prefieren un trato personal en lo que refiere a la búsqueda de empleo, requiriendo que el potencial empleado se dirija personalmente para entregar su currículum en mano, mostrando su interés por trabajar en esta, siendo un complemento importante la presentación de un portafolio o trabajos previos del aspirante al puesto.

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