RETOS Y ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN CONDUCTUAL

RETOS Y ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN CONDUCTUAL

Carro Pérez Ennio Héctor. Coordinador
Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales (CV)

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EL SENTIDO CRÍTICO DE HACER CIENCIA

Castillo de Leon Jorge Carlos
Jorgecarlos_castillod@hotmail.com
Universidad Autónoma de Tamaulipas
Unidad Académica de Ciencias Juridicas y Sociales

R E S U M E N
La Epistemología, que en principio se reconoce como una de las ramas fundamentales del quehacer filosófico, ya que trata sobre la naturaleza, el método y la validez del conocimiento, representa una materia fundamental para evaluar críticamente el sentido objetivado, y probado de presumir un Conocimiento que aspire al status de Ciencia, de ahí la relevancia de una epistemología de las Ciencias.
Bajo el contexto de este 1er.Congreso Nacional de Ciencias del Comportamiento, me ha parecido apropiado abordar la problemática que envuelve a la cientificidad, ya que nos concierne a todos; lo cual englobo bajo las siguientes interrogantes;

  • ¿A qué clase de conocimientos debo aspirar predominante y preferentemente?
  • ¿Cómo definir y demarcar el conocimiento científico del que no lo es?
  • ¿Cuál es el auténtico método, que me encamine a la producción del conocimiento válido, confiable y verificable?

A lo largo de la Historia de la Ciencia han prevalecido dos grandes posturas, con su respectiva visión de la ciencia y de verdad.
En principio, resalto la visión positivista cuya tesis medular sostiene que; no hay relación entre el sujeto y el objeto, en otras palabras, los hechos que se derivan  de la observación y de la experimentación, pueden ser analizados de manera neutra y objetiva.
Por otra parte, la visión Hermenéutica contrasta señalando que, los fundamentos del discurso científico no toman en cuenta  los objetos exteriores independientes del sujeto que percibe, sino que también las percepciones, las sensaciones e impresiones frente al mundo exterior, por ello la clave esta en crear una metodología objetiva partiendo de la subjetividad de los sujetos.
Palabras clave: Epistemología, Pseudociencia, falsacionismo, Hermenéutica y   Positivismo.

A B S T R A C T
Epistemology, which in principle is recognized as one of the fundamental branches of philosophical activity, since it deals with the nature, method and validity of knowledge, represents a fundamental matter to critically assess the meaning, objectified, and tested of presumed knowledge that aspire to the status of science, hence the relevance of an epistemology of science.
Under the context of this national 1er.Congreso of behavioral science, have found me it appropriate to address the issues surrounding the science, since it concerns us all; which englobo under the following questions;

  • What kind of knowledge can I suck predominant and preferably? How define and demarcate the scientific knowledge that is not?
  • What is the real method, which I route for the production of valid, reliable and verifiable knowledge?

Throughout the history of science have prevailed two large positions, with their respective vision of science and truth.
In principle, highlighted the positivist vision whose core thesis holds that; there is no relationship between the subject and the object, in other words, the facts derived from observation and experimentation, can be analyzed in a neutral way and objectively.
On the other hand, the hermeneutic vision contrasts stating that, the foundations of the scientific discourse do not take into account foreign objects independent of the subject, who perceives, but also perceptions, sensations and impressions against the outside world, so the key is to create an objective methodology based on the subjectivity of the subjects.
Keywords: epistemology, pseudoscience, Falsifiability, hermeneutics and positivism.

OBJETIVO: DELIMITAR ALGUNOS ALCANCES Y LIMITACIONES EPISTEMOLOGICOS DE LA PRODUCCION CIENTIFICA, CON PARTICULAR REFERENCIA A LA INVESTIGACION CRITICA.

I N T R O D U C C I O N.
En su devenir histórico el ser humano se esfuerza por comprender y manejar la realidad que hace objeto de su interés cognitivo y de dominio, sin embargo la complejidad creciente de la “realidad selectiva”, así como la multiplicidad de las formas de operar su respectivo y perfectible análisis nos impone una dificultosa tarea.
La Epistemología, que en principio se reconoce como una de las ramas fundamentales del quehacer filosófico, ya que trata sobre la naturaleza, el método y la validez del conocimiento, representa una materia fundamental para evaluar críticamente el sentido objetivado, y probado de presumir un Conocimiento que aspire al status de Ciencia, de ahí la relevancia de una epistemología de las Ciencias, y como muestra asomaría la declaración popperiana siguiente: “…los enunciados que no satisfacen la condición de coherencia son incapaces de efectuar discriminación alguna entre dos enunciados cualesquiera (de la totalidad de todos los enunciados posibles); y los que no satisfacen la condición de falsabilidad no son capaces de efectuar discriminación entre dos enunciados cualesquiera que pertenezcan a la totalidad de todos los enunciados empíricos básicos posibles” (1977, Popper, p. 88).
Lo que por supuesto, sustenta la idea de que un sistema teórico ó axiomático que de fundarse con dos requisitos ineludibles; coherencia y falsabilidad.
Es una distinción dirigirse a un grupo selecto de Universitarios y gente pensante de educación especializada, ya que son gente   crítica con intereses comunes, como es, el conocimiento del más alto nivel.

 

 

JUSTIFICACION TEMATICA.
Bajo el contexto de este 1er.Congreso Nacional de Ciencias del Comportamiento, me ha parecido apropiado abordar la problemática que envuelve a la cientificidad, ya que nos concierne a todos; lo cual englobo bajo las siguientes interrogantes;

  • ¿A qué clase de conocimientos debo aspirar predominante y preferentemente?
  • ¿Cómo definir y demarcar el conocimiento científico del que no lo es?
  • ¿Cuál es el auténtico método, que me encamine a la producción del conocimiento válido, confiable y verificable?
  • Si la Universidad no fuera el mejor de los escenarios actuales, para inducir y formar al joven en el interés científico, ¿Cuál sería?, y si no es en esta etapa de la vida ¿Cuándo?
  • Sin duda, como parte de tu identidad del ser Universitario, aspiras a obtener toda gama de conocimientos, como bien lo enfatiza el Constructivismo se procura conocimientos procedimentales, relacionales, actitudinales y cognitivos, sin embargo en relación a este último hemos de aspirar en el mejor de los casos al Conocimiento Científico o presumiblemente como tal.

Ante tales, consideraciones, propongo como planteamiento Hipotético, el hecho de que aunque predominantemente hemos forjado un saber positivista bajo sus diversas modalidades, debemos re-enfocar nuestro sentido de Ciencia en una dirección hermenéutica, que esta más adhoc, con las Ciencias humano-sociales, como lo pudiera ilustrar una Teoría Critica en un momento dado.
En estos últimos años, los Organismos Acreditadores y Evaluadores exigen a la Universidades Públicas y Privadas e Instituciones de Educación General una mayor involucración en la Investigación, por tal motivo nuestra Universidad, a través de los docentes demandan de sus alumnos, la titulación  por Tesis, la elaboración de ensayos y toda clase de artículos científicos, sin embargo, a menudo una mayoría de los estudiantes evaden el reto de elaborar una tesis bajo toda clase de pretextos y falacias, que se reducen al menor esfuerzo intelectual así como a un burdo pragmatismo, y el restante reducido grupo de alumnos, carece de una asesoría metodológica y teórica pertinente en muchos de los casos, ya que la asesoría no debe reducirse al seguimiento calendarizado de los elementos que conforman el Protocolo de Investigación, pues no se trata de una vulgar receta culinaria.
En mi experiencia docente de poco más de 20 años a nivel  de Postgrado en Ciencias Sociales descubro que a menudo reflejamos no “saber pensar metodológicamente”, por tal motivo les invito en primer término a asumir una actitud científica, lo cual significaría entre otras cosas asumir una acción observadora y crítica sobre el estado de las cosas de nuestro particular interés acompañado de una “lectura selectiva” y reactiva.  En un segundo momento, cultivar sin dogmatizar una formación metodológica sustentada en una visión comprensiva de la ciencia y no exclusivamente fisicalista.
Y, en un tercer término, hacer investigación partiendo de lo más elemental, como es la realización de ensayos pero vinculándose a un equipo o grupos de profesionales experimentados con visión interdisciplinaria ad hoc a nuestro perfil académico, con intereses aproximados a nuestros focos de problematización científica.

  • LO IRRECONCILIABLE DE DOS GRANDES TRADICIONES CIENTIFICAS.

A lo largo de la Historia de la Ciencia han prevalecido dos grandes posturas, con su respectiva visión de la ciencia y de verdad.
En principio, resalto la visión positivista cuya tesis medular sostiene que; no hay relación entre el sujeto y el objeto, en otras palabras, los hechos que se derivan  de la observación y de la experimentación, pueden ser analizados de manera neutra y objetiva.
La publicación del “Discurso sobre el Espíritu Positivo” en 1844 por parte de Augusto  Comte, que constituye una introducción a un “Tratado filosófico de astronomía popular”, representa una explicación sobre la pretendida Ley de la Evolución Intelectual de la Humanidad, en la que resalta que en la Etapa Teológica, como en la filosófica, es imposible una neutralidad del Científico en la recolección de los hechos mediante observaciones adecuadas, ya que la mentalidad (o miras especulativas) estará orientada en alguna dirección e intencionalidad, así pues refiere Comte; “Pues, si bien los modernos han debido proclamar la imposibilidad de fundar ninguna teoría sólida sino sobre un concurso suficiente de observaciones adecuadas, no es menos incontestable que el espíritu humano no podría nunca combinar, ni siquiera recoger, esos indispensables materiales, sin estar siempre dirigido por algunas miras especulativas, establecidas de antemano,” (1997, Comte, p.21)
El rigor de este Positivismo Clásico, se refuerza al explicar en la ley de la Evolución intelectual de la Humanidad, la 3ª. Etapa denominada Científica  o Positiva al citar que; “Desde ahora reconoce, como regla fundamental, que toda proposición que no puede reducirse estrictamente al mero enunciado de un hecho, particular o general, no puede ofrecer ningún sentido real e inteligible” (1997, Comte, p. 28)
Por ende, al positivista el Conocimiento, solo puede resultar del análisis de los hechos reales, los cuales deben ser el resultado de una descripción neutra, objetiva y lo más completa posible.
Posteriormente esta visión, encuentra su clímax en la década de 1920 a 1930, con el surgimiento del Círculo de Viena, en la que se acuño el término de “Positivismo lógico”,  para caracterizar el punto de vista de un grupo de filósofos, matemáticos y hombres de ciencia, que se denominaron a si  mismos el Circulo de Viena, bajo el liderazgo de Moritz Schlick, cuya posición clásica se caracterizó por:  1). Su rechazo general de la metafísica,  2). Su respeto por el método científico,  3). El supuesto de que mientras los problemas filosóficos sean lo suficientemente auténticos, se pueden resolver mediante el análisis lógico,  4). Por una actitud filosófica empírica en el sentido político,  5). Se desconfía de las generalizaciones, multiplicando los ejemplos particulares,  6). Se hace el intento de aclarar todos los aspectos de un problema antes que forjar una solución.
Este movimiento en voz de A. J. Ayer declara; “…las afirmaciones metafísicas carecen de sentido porque no tienen relación con los hechos, no están formadas en lo absoluto en ningunos enunciados elementales”  (1978, A.J. Ayer, p. 18)
Solo resta agregar que para los discípulos de Wittgenstein los enunciados elementales eran  relaciones de observación como criterio de significación, para Wittgenstein como él lo declaró; “…El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas”, (1978, A.J. Ayer, p. 31)
Como podemos consecuentar, a la luz de estas aseveraciones, para los Neopositivistas, el Conocimiento será la expresión lingüística bien formalizada del mundo, la pretensión  de contar con un lenguaje de base que se acepte universalmente da lugar al “fiscalismo”, o sea, a un lenguaje de objetos corporales extralingüísticos, independientes del sujeto que los percibe.
 Ahora bien, la otra postura, que hace referencia a la corriente que se califica de fenomenológica podría sintetizarse  así: “La realidad no es jamás exterior al sujeto que la examina, existe, por tanto, una relación entre el sujeto y el objeto.” (1994, Pourtois, p. 44)
Son múltiples las corrientes filosóficas que rechazan la existencia de un mundo real, en tal sentido E. Kant asentó: “El mundo es incognoscible y mi conocimiento es fenomenológico”.
En 1980, Devereux, cree reconocer la razón de la posición objetivista y que consiste en disimular de la mejor forma las motivaciones irracionales e inconscientes del investigador, aunque también existe la opinión de otros, en el sentido de que bajo la capa de la objetividad, se esconde el problema  ético de la manipulación y el control.
Para Boudon R., la postura de K. Popper se vincula directamente a la tradición fenomenológica, ya que el conocimiento científico que se produce es el resultado de preguntas más o menos bien formuladas, pertinentes y decisivas que el investigador,  hace a la realidad.
En este sentido T. Kuhn (1962); se apoya también en esta corriente, cuando señala que el investigador formula sus preguntas y teorías dentro de un marco lingüístico  que se le transmite por generación y que difícilmente cuestiona.
Para P. Bordieu los objetos mismos no son objetivos, dependen de las características sociales y personales de las personas que observan.
Finalmente, podemos afirmar que en esta postura, los fundamentos del discurso científico no toma en cuenta  los objetos exteriores independientes del sujeto que percibe, sino que también las percepciones, las sensaciones e impresiones frente al mundo exterior, por ello la clave esta en crear una metodología objetiva partiendo de la subjetividad de los sujetos.
Para el investigador de perfil cualitativo, como los etnólogos y etnometodólogos, las causas que develan los fenómenos sociales emanan de la imaginación, de ahí que es necesario distinguir entre una “causalidad idealista y una causalidad realista”, por lo que actualmente se reconoce la necesidad de comprender el sentido de los fenómenos atendiendo a su complejidad y no solamente explicarlos, en términos de causalidad.  El reconocimiento de complejidad de los fenómenos, nos permite visualizar la prioridad de la comprensión y del sentido.  Por ende, un procedimiento calificado de hermenéutico que tenga en cuenta las intenciones, motivaciones y creencias de los individuos es un procedimiento mucho más complejo

C O N C L U S I O N E S

  • El Método propiamente Científico ha de conducirnos a la producción Científica, sin embargo no hay un solo método, sino tantos como justifiquen su “legalidad científica”
  • La Naturaleza del objeto de estudio de las ciencias fácticas difiere del que corresponde  a las ciencias humanísticas sociales, por lo cual es imperativo renovar nuestra visión positivista de ciencia, a una visión Hermenéutica, que permita aprehender la intersubjetividad, de modo más pleno.
  • Reconocer que mi análisis científico sobre la parte selectiva de la realidad de la que me intereso, esta sujeto en amplia medida a mi marco teórico-conceptual con que estudio el fenómeno en cuestión que me ocupa, y, por ende condiciona mis resultados.

B I B L I O G R A F I A

Ayer, A. (1978). EL POSITIVISMO LOGICO. España: F.C.E.
Braunstein, N. a. et. al.(1981). PSICOLOGIA: IDEOLOGIA Y CIENCIA. Mexico: S.XXI.
Comte, A. (1997). DISCURSO SOBRE EL ESPIRITU POSITIVO. España: Alianza Editorial.
Kuhn, T. (1987). LA TENSION ESENCIAL. México: F.C.E.
Kuhn, T. (1995). LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS. México: F.C.E.
Popper, K. R. (s.f.). LA LOGICA DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA. Madrid: Tecnos.
UPN, A. (1994). CONSTRUCCION SOCIAL DEL CONOCIMIENTO Y TEORIAS DE LA EDUCACION. México: SEP-UPN.
Ziman, J. M. (1972). EL CONOCIMIENTO PUBLICO. México: F.C.E.