UN ENFOQUE TEÓRICO ACERCA DE LOS VALORES EN LA CONTEMPORANEIDAD

UN ENFOQUE TEÓRICO ACERCA DE LOS VALORES EN LA CONTEMPORANEIDAD

Ibón Leonor Lahera Cabrales (CV)
UCP Frank País García

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EL CONCEPTO DE VALORES,  SU CARÁCTER DE CATEGORÍA  HISTÓRICA, TENDENCIAS PRINCIPALES PARA SU ANÁLISIS, EL ENFOQUE DE DIFERENTES  DISCIPLINAS.

La definición de los valores como categoría histórica y su interpretación desde la filosofía y  la pedagogía desde una concepción humanista y humanística es de interés para profesionales de diferentes ramas, en el caso de la pedagogía es una necesidad en función de contribuir a la formación del hombre en la sociedad actual.
¿Porqué estudiar los valores?
¿Qué valores debemos formar?

La ideología y los valores en la teoría Marxista  - Leninista. Sus fundamentos filosóficos, históricos, psicológicos y pedagógicos.

El estudio de los valores históricamente ha tenido en su evolución diferentes enfoques. Comienza a tener supremacía desde mediados del siglo XIX y ya en sus finales y principios del siglo XX, surge la axiología, como respuesta para resolver algunas cuestiones filosóficas relativas a su tratamiento. Esta prioridad que adquiere, se justifica por el crecimiento del factor subjetivo, de la actividad práctico- social del sujeto, de su actividad valorativa y de su influencia en el desarrollo de los procesos sociales.
En la concepción marxista, Carlos Marx y Federico Engels, propugnaron el humanismo en una nueva sociedad, sus postulados esenciales se encuentran en sus obras tempranas, donde se sustenta la teoría del Socialismo Científico como la ideología de la clase obrera en su lucha por la emancipación social. En sus tesis, se realiza un análisis de la alienación del hombre y sus atentados contra la libertad humana en la sociedad capitalista y de la necesidad de la construcción del “humanismo real”, del papel de la práctica y del sujeto social en la historia, además fundamentaron una nueva teoría de la sociedad, donde se revelan las relaciones entre individuo y sociedad, una concepción filosófica- política y una visión científica de las circunstancias históricas y los procesos sociales.
Se encuentran además, en sus obras, elementos de identidad, universalidad, civilización (Hart, 1998: 98) del papel  del arte y la literatura en la lucha revolucionaria de la clase obrera, de lo estético, no obstante, no lograron profundizar filosóficamente todo lo necesario (…) lo referente a la vida espiritual (Hart, 1998: 98).
El mérito del “humanismo real” de Marx y Engels, radica en la posibilidad del hombre de transformar el mundo que a nuestro juicio contiene una concepción ética para cambiar la sociedad a partir de condiciones histórico - concretas y revela el papel del sujeto social como parte de su concepción materialista de la historia.
En algunos de los escritos de F. Engels, como su carta a Mehring, se refirió a la ideología de su tiempo como conciencia falsa, tergiversadora de la realidad; aunque la ideología es uno de los niveles estructurales de la conciencia social y constituye un reflejo de la realidad objetiva, ésta puede reflejar la verdad; no tiene por qué ser una expresión inexacta de ella. Ambos pensadores dotaron a la clase obrera de una concepción científica del mundo y la solución al problema fundamental de la filosofía en la relación ser social- conciencia social en la aplicación de la dialéctica materialista al desarrollo de la historia, aspectos que posteriormente analizaremos en la práctica histórico-concreta.
Con respecto a la ideología, Lenin en su época la reconoce como un arma de lucha. En su trabajo “La teoría del empirocriticismo “plantea la naturaleza científica que ésta posee“, [...] toda ideología es históricamente incondicional, pero a toda ideología científica (a diferencia, por ejemplo, de la ideología religiosa) corresponde incondicionalmente una verdad objetiva, una naturaleza absoluta“(Machado 2000, en Lahera 2004).

Este criterio justifica la búsqueda que posteriormente realizan los seguidores del marxismo para elaborar teorías acerca de los valores, de disciplinas que se ocupen de la interpretación de lo procesos de su formación, el legado marxista está en el necesario vinculo ideología- valores, no puede obviarse que los valores son los elementos atomísticos de la ideología, por otro lado  las categorías señaladas por A. Hart, presentes en sus obras , identidad, universalidad, civilización, de alguna manera nos orientan en su tratamiento al servicio del desarrollo humano y la sociedad en general.
Los seguidores del Marxismo – Leninismo, en nuevas condiciones han reconocido y enriquecido el papel esencial del hombre y de sus diferentes tipos de actividad: práctica, cognoscitiva, y valorativa lo que es determinante en el análisis de la relación ciencia – valor – ideología.
En la literatura aparece además, el problema de la naturaleza de los valores humanos. El filósofo José R. Fabelo realiza un análisis  de la concepción naturalista la cual interpreta estos valores como resultado de las leyes naturales y critica al objetivismo axiológico de E. Kant; el subjetivismo; el sociologismo axiológico que llega a concebir lo valioso como lo aprobado por la sociedad; plantea la concepción de Risieri Frondizi quien trata de superar las limitaciones de las posiciones del subjetivismo en su análisis del sujeto – objeto - valoración, señalando de este autor que su error está en reconocer la realidad natural, pero no lo social, llegando a denominar esta última como irreal.
El enfoque de José R. Fabelo es de carácter multidimensional. Explica el proceso como un fenómeno complejo con manifestaciones distintas en diversos planos de análisis, sus relaciones y precisiones. Destaca el medio, lo histórico – concreto mediado por influencias educativas, culturales, principios, normas y reconoce tres planos o dimensiones: objetivo, subjetivo – instituido. (Fabelo,  2002).
Señala que los valores son estudiados además por las disciplinas particulares: la Economía, la Sociología, la Pedagogía, la Psicología, esta última los asocia a la esfera volitivo – emocional, los interpreta con un carácter subjetivo a pesar de la Psicología Social, quien nos acerca al tratamiento pedagógico de los valores como un proceso  formativo en el desarrollo de una  conciencia valorativa en las nuevas generaciones, lo cual es de interés del presente estudio.
La Sociología, desde su enfoque, asocia los valores a las fuerzas motrices del desarrollo de la sociedad, a la dirección de su movimiento, a la finalidad de las conductas sociales.
En el análisis del enfoque de la Pedagogía, se señala que a esta ciencia le es necesaria una escala objetiva de valores que guíe y oriente la formación pedagógica. Ella por sí sola no ofrece un cuadro integral de los valores y no puede con sus herramientas enfrentar los problemas cardinales de la axiología. El mayor aporte está en los valores subjetivos, por ello es indispensable un aparato conceptual, una teoría axiológica.  (Fabelo, 2002)
Podemos concluir que la ausencia de esta teoría justifica la búsqueda científica de las ciencias sociales y humanísticas para el tratamiento de los valores como núcleo para la formación de la ideología; es necesario dotarlos de los fundamentos que en este último aspecto desde lo filosófico, psicológico, pedagógico favorezcan el proceso de formación ideológica y en valores con una concepción única e integradora, lo cual ha tenido limitaciones en la Literatura contemporánea, por constituir un enfoque en las nuevas condiciones.
Los valores pueden ser definidos como aquellos que “contribuyen a que una persona, una institución o una sociedad establezca sus rumbos, metas, fines. Constituyen guías generales de conducta que se derivan de la experiencia y le dan sentido a la vida, propician su calidad de tal manera que están en relación con la realización de la persona y fundamentan el bien de la comunidad y la sociedad en su conjunto” (García, 1996: 59)
En esta misma dirección se asume que la formación en valores es una tarea pedagógica encomendada a la escuela, se trata de un “proceso de asimilación en el que inciden tanto lo cognoscitivo (lo conocido y comprendido) como lo afectivo (las satisfacciones que la constatación de esos nuevos y más altos valores producen en el hombre la creación de nuevas necesidades y motivos), hacen que se eleve la importancia de tan relevante tarea pedagógica” (Báxter, 1989).
En la pedagogía, entender que los valores constituyen el “núcleo regulador y orientador, rigen el comportamiento general de la juventud, orientan su conducta, determinan sus actitudes sus formas de actuar” (Báxter, 1989: 3), es esencial. Esta autora en sus trabajos establece el vínculo del proceso de formación en valores con la ideología, cómo a través de  éstos cristaliza la educación  y a la vez esta última procesa qué valores se deben formar.
A nuestro juicio este es un elemento metodológico en el análisis de los problemas de los valores y de la ideología como proceso formativo y científico, sustentado en la concepción científica del mundo.
La concepción científica del mundo es ante todo un sistema de conocimientos, de puntos de vista, ideas acerca de la realidad que interactúa con el hombre, por lo cual es una condición esencial en la formación de la ideología y en valores en la que se revela la relación ser social – conciencia social.
Metodológicamente este análisis nos permite establecer una relación entre los valores, la ideología y la pedagogía. Nos referimos a las metas o los fines de los individuos de la sociedad, cuando el fin es la formación del hombre integralmente  y portador a su vez de una ideología a nivel social. Se trata de una labor  ideológica para orientar la acción sobre la base de un objetivo y la formación de determinados valores, lo cual se realiza bajo un sistema  de  influencias educativas, en los marcos de una realidad histórica concreta.