ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

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¿Un volcán  explica todo el Éxodo?

Aunque a lo largo de esta explicación del Éxodo, he adoptado la hipótesis de algunos especialistas en relación a que los fenómenos llamados plagas, son resultado de una erupción volcánica, y tal idea tiene un sustento científico e histórico, siendo posible ubicarla en el tiempo y el espacio de la expulsión – convenio de los Hiksos de Egipto, y la identidad de estos últimos con los hebreos resulta posible, ya que las evidencias nos llegan desde hace más de dos mil años, manteniéndose una serie de pruebas, demostradas histórica, vulcanológica y arqueológicamente, por lo que no hay en el panorama histórico, otro fenómeno que pueda explicar con mayor certeza dichos sucesos, que la erupción del Santorini o Thera; sin embargo no se encuentra esta hipótesis exenta de objeciones, no mencionarlas sólo sería mostrar una de las hipótesis y perdería esta pequeña obra, el carácter académico que pretende.
Uno de los objetores de esta teoría, es el prestigiado arqueólogo Manfred Bietak, quien considera que los argumentos vertidos para esta hipótesis son por demás fantasiosos, Bietak sostiene, que la arqueología no proporciona ningún rastro de los israelitas antes de la Edad del Hierro, poco antes de 1200 a.e.c., que las pruebas escritas se proporciona por primera vez en la Estela del Faraón Merneptah (1209 a.e.c.), y que la evidencia probable de proto-israelitas aparecen en el registro arqueológico en Egipto en la segunda mitad del siglo 12 a.e.c; otra desventaja señalada por el arqueólogo, es que suponer la identidad de Hicsos y Hebreos, suponen una serie de anacronismos, por ejemplo, que los esclavos hebreos construyeron la ciudad de Ramsés y que el período de este faraón fue cientos de años después del período de los hicsos. Lo mismo ocurre con la referencia bíblica al camino de los filisteos, la cual los israelitas evitaron en su salida de Egipto, según éxodo 13:17, pero no existían los filisteos en el período de los hicsos.  Las piedras volcánicas del Thera encontradas en Egipto a decir de Bietak, es más probable que llegaran por las corrientes marinas o por el comercio, argumento que también aprueba el investigador Max Bichler, quien opina que eran demasiado grandes para ser enviadas durante la erupción. La muerte de los primogénitos por la nube tóxica, es quizás el argumento más difícil que Bietak no logra comprender, por lo que refuta el hecho de esta muerte selectiva. Para concluir su objeción Bietak señala lo siguiente: Desde el punto de vista técnico, la película es brillante. Si esta película se presenta como una obra de ficción, sería atractiva y entretenida. Sin embargo, no se presenta como una obra de ficción. Se hace creer al público que se basa en una investigación seria. Es una lástima que la teoría detrás de la película haya sido tan superficialmente investigada y no resiste un escrutinio  (Bietak, The Volcano Explains Everything—Or Does It?, 2006).
Creo que las evidencias señalas en este esbozo, pueden responder a las objeciones de Bietak, en efecto es evidente un claro anacronismo en la Torah, el asunto de los filisteos no es fácil explicarlo, porque las evidencias que tenemos ubican a este grupo hasta los tiempos de Ramsés III alrededor del año 1180 a.e.c. (Dever W. G., 2003, pág. 23), lo forma más lógica de entenderlo es considerando que la Torah se escribió mucho después de los acontecimientos, y las referencias a los nombres de los lugares, fue considerando el conocimiento de la época de su escritura y no en la fecha de los sucesos, situación que ya hemos abordado; pero la más fuerte de las objeciones de Bietak es quizás la muerte selectiva, sin embargo, de los casos analizados y referidos de otra nube toxica como la que se propone (4.5.1), si bien mató a más de 1700 personas, por lo menos 5,000 sobrevivieron a sus efectos  (Williams Jones & Rymer, 2000, pág. 999), por lo que la afectación no abarcó a toda la población. Jacobovici al explicar las plagas,  sugiere que los primogénitos egipcios dormían en una posición elevada, lo que haría selectiva la mortandad de primogénitos, llegando a asegurar que la tumba del hijo del Faraón Amosis, revela a una persona que murió muy joven (Cameron, 2006). Es sabido que los gases tienen tendencia a elevarse, y que las recomendaciones en caso de un incendio, es arrastrase por el suelo ya que la parte más tóxica se concentra en las partes más altas de una habitación (CENAPRED), lo que explicaría que la muerte de los primogénitos fuera algo muy selectivo, ya que al entrar la nube tóxica a una habitación, se concentraría en las partes más altas, dejando el suelo con un ambiente respirable. Lo mismo podríamos decir de las otras objeciones, pero la verdad es que no hay teoría que sea perfecta, de tal forma que me limito a dejar plasmados los comentarios de Bietak y dejar que el lector haga su propio juicio.