ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

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Fuego y granizo .

Éxodo capítulo 9 versículo 24, nos habla de que descendió sobre la tierra de Egipto fuego mezclado con granizo, este fenómeno resulta sorprendente y aparentemente inexplicable, sin embargo, veamos si eso es posible. Ya había adelantado que LaMoreaux considera que la erupción del Thera o Santorini, causó un gran daño físico en el Mediterráneo oriental, desde Turquía hacia el sur y hasta el centro de África, causando graves daños e incendios en el norte de África desde el Sinaí a Egipto, lo que explica la caída de fuego del que nos habla la Torah. El investigador también asevera, que la ceniza volcánica se extendió hacia arriba como una columna de fuego y las nubes en la atmósfera bloquearon el sol durante algunos días. La ceniza llegó a la estratosfera1 y se movió en todo el mundo en el que los gases asociados y las partículas finas impactaron en la atmósfera, suelos y aguas. Oleadas de nubes debieron reflejar destellos brillantes de llamas anaranjadas en el cielo. Tormentas con truenos y relámpagos debieron crepitar, y la electricidad estática en el aire habría sido tan grande que un rayo habría corrido por el suelo y sobre los tejados. Los gases mortales probablemente también llegaron a las costas del norte de África, en Egipto (LaMoreaux, 1995). La caída de fuego y la muerte ocasionada por este fenómeno es indudable, no podemos pensar que una erupción varias veces más poderosa que la bomba caída en Hiroshima no pudiera causar tal impacto, las evidencias demuestran que ceniza y piedra volcánica del Thera llegó a Egipto, por lo que la destrucción atribuida a este fenómeno fue real y además, como hemos visto, ocurrió en la época de la expulsión de los hiksos de Egipto. El problema que se plantea es ¿Cómo explicar que junto al fuego hubiera caído granizo?, Jacobovici considera que los cristales que acompañaban a la rocas volcánicas, bien pudieron ser confundidos como granizo (Cameron, 2006). Es ampliamente conocido que en efecto en las erupciones volcánicas, van acompañados cristales, Gerald Friedman nos confirma, que fragmentos de cristal que pueden ser rastreados como pertenecientes al Thera o Santorini, se han encontrado en sedimentos del delta del Nilo al oeste de la laguna Bardawil (Friedman, 2005), por lo que si bien sería difícil explicar la caída de granizo, podemos pensar que una confusión permitiría creer que los cristales en la roca, eran granizo, sobre todo cuando en la lluvia de fuego nadie saldría a ver que era exactamente, la tradición conservó la idea que era fuego y granizo, pero también hay evidencia que liga al granizo con piedras, así lo podemos leer en el llamado libro de los salmos 78:47, ya que cuando se refiere a las plagas en Egipto y en especifico al granizo, la relaciona con rocas ya que textualmente señala: … sus viñas destruyó con granizo, y sus higuerales con piedra; la caída de fuego no presenta ninguna dificultad para ser explicada, la caída de granizo puede explicarse con una simple confusión.  
Independientemente a la hipótesis de la confusión, debemos considerar que LaMoreaux establece que la erupción del Thera y la acumulación de nubes y lo elevado de la temperatura, bien pudo originar una tormenta (LaMoreaux, 1995), dicha opinión también la comparte Trevisanato, para él las tormentas tienen sentido dentro de una perspectiva volcánica: las cenizas volcánicas en el aire pueden dispersarse en el aire, y son conocidas por afectar los patrones climáticos durante largos períodos de tiempo. Como resultado de la presencia de grandes cantidades de polvo volcánico en el aire, la temperatura puede bajar y el tiempo puede empeorar en general (Trevisanato, 2005, pág. 37). Por su parte, éxodo 9: 28 nos dice claramente que hubo truenos, por lo que la hipótesis de una tormenta con granizo tampoco puede ser desechada.
Al parecer las dos hipótesis tienen cierto sentido, tanto que hubieran caído piedras humeantes con cristales derivados de la erupción, y ello hubiera generado la confusión de la que hemos hablado, pero además, no resulta fuera de lugar que se hubiese generado una tormenta, con rayos, lluvia y granizo, lo que podría explicar la famosa estela de Amosis o de la tormenta (4.2) (4.6), de la que nos ocuparemos más adelante. De todas formas, cualquiera de las dos hipótesis resultan válidas para explicar este fenómeno y ambas, tienen como origen común, una erupción volcánica, por lo que no son excluyentes y pueden coexistir válidamente.

1 Estratosfera. (Del lat. stratus, extendido, y sphaera, esfera). f. Meteor. Zona superior de la atmósfera, desde los 12 a los 100 km de altura. Fuente: Microsoft Encarta 2008.