CUARTO SEMINARIO DE DESARROLLO LOCAL Y MIGRACIÓN

CUARTO SEMINARIO DE DESARROLLO LOCAL Y MIGRACIÓN

Eduardo Meza Ramos (CV), Octavio Bojórquez Camacho y Edel Soto Ceja. Coordinadores

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El Programa 3x1 para migrantes en México

Resumen
El proceso que realizan conjuntamente las asociaciones de migrantes y los tres niveles de gobierno es un avance importante en la administración de las remesas colectivas, por esto es necesario conocer la situación de las remesas colectivas dentro del programa 3x1 para migrantes que ofrece la Secretaria de Desarrollo Social. Particularmente los proyectos productivos que se han desarrollado en Estados con mayor grado de intensidad migratoria como una forma de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida en las localidades expulsoras de migrantes.
El principal hallazgo al realizar el análisis se encontró que los Estados con muy bajo grado de intensidad migratoria destinaron mayor proporción de la inversión total en los proyectos productivos a diferencia de las entidades clasificadas como de bajo, alto y muy alto grado.

Palabras clave: Programa 3x1 para migrantes, Grados de intensidad migratoria, Remesas colectivas

  • Introducción

En el 2010, México recibió poco más de 21 mil millones de dólares de remesas a través de 67.4 millones de transferencias, teniendo un valor promedio por movimiento de 315 dólares (Banxico, 2011) mostrando una ligera reactivación respecto al año anterior, a pesar de ubicarse en niveles inferiores a lo observado hasta el año 2007 sigue siendo un monto significativo dentro de la balanza comercial del país dado que superan rubros como inversión extranjera y turismo, siendo el primer lugar los productos petroleros. Asimismo, el Fondo Monetario Internacional ubica a México como el segundo país que recibe más remesas en el mundo luego de la India siendo Estados Unidos el principal país de donde se envían remesas (FMI, 2003).
               En el fenómeno de la migración hay dos o más naciones involucradas necesariamente, siendo la relación México- Estados Unidos la que interesa para el presente estudio. La cercanía de estos dos países, la ausencia de oportunidad para incrementar ingresos sustancialmente y la percepción de ser una nación poderosa, son algunos de los factores que influyen en la decisión de migrar.
               Otro factor que alienta la migración son las redes sociales formadas por familiares que se trasladaron en periodos pasados, incluso amigos o vecinos de la misma comunidad que una vez establecidos en alguna ciudad americana alientan a las personas que permanecían en territorio nacional para migrar en busca de mejores oportunidades económicas.
               El uso de las remesas principalmente es para cubrir las necesidades básicas seguido de gasto de vivienda, y apenas entre 1 y 2 por ciento para la inversión productiva (Arroyo Alejandre & Corvera Valenzuela, 2003; BID-FOMIN, 2007). A pesar del porcentaje tan bajo que ocupa la inversión productiva, es importante por las dimensiones que alcanzan los montos monetarios enviados año con año de forma que se ha convertido en un tema de interés social y económico.
               Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Durango y Nayarit son los Estados con mayor grado de intensidad migratoria en México de acuerdo al Consejo Nacional de Población (2002). Por años se tenía la creencia de que las remesas no hacían diferencia alguna en las comunidades receptoras; sin embargo, con el auge de estudios acerca de este fenómeno se modifico esta opinión.
               Las agrupaciones de migrantes en Estados Unidos surgen como solución a problemas en común que tenían que enfrentar como la discriminación social y laboral, ofrecer prestaciones y atención médica, sufragar gastos de las deportaciones de connacionales y repatriar los restos de mexicanos fallecidos en Estados Unidos, también llamadas Hometown Association (HTA por sus siglas en ingles) iniciaron a partir de la creación del Programa de Comunidades Mexicanas en el Extranjero de la Secretaría de Relaciones Exteriores en 1990 (IME, 2004).
               Las asociaciones de migrantes reconocen que trabajar conjuntamente con el gobierno mexicano en los tres niveles fortalece el impacto de los proyectos para el desarrollo de las comunidades de origen. De esta forma se han creado diferentes programas como Iniciativa Ciudadana 3x1 de la SEDESOL, ahora Programa 3x1 para migrantes. Las remesas colectivas que envían las asociaciones en coordinación con el gobierno mexicano influyen en el desarrollo de las entidades o regiones, pues este recurso impulsa la calidad de vida de los que permanecen en el país.
               Así, el presente trabajo se avoca a presentar la experiencia de México en este programa en sus 9 años de funcionamiento. En la primera parte del documento, se presenta una introducción acerca del fenómeno de la migración; luego, en la segunda parte se aborda la experiencia mexicana con las remesas familiares y colectivas con sus implicaciones en las políticas gubernamentales.
               En la tercera parte, se describe el Programa 3x1 para migrantes con una breve reseña y los tipos de proyectos que se pueden realizar con dicho programa. En la cuarta parte, se realiza el análisis estadístico de la base de datos del Programa 3x1 para migrantes con lo cual se identifica el desarrollo de las remesas colectivas en el contexto nacional con los grados de intensidad migratoria de los Estados beneficiados por esta política pública. Finalmente, se presentan las conclusiones con los principales hallazgos del análisis.

  • Experiencia mexicana con las remesas (Planteamiento del problema)

El Banco Interamericano de Desarrollo en colaboración con el Fondo Multilateral de Inversiones muestra en sus encuestas de opinión del 2003 y 2006 que el uso de las remesas se distribuye mayormente en gastos corriente o de consumo, seguido del ahorro, educación, negocios y propiedades (BID-FOMIN, 2007).
       Asimismo, el Grupo de Trabajo de Migración del PRI en la Cámara de Diputados indica que el 78 por ciento de las remesas captadas fueron destinadas para bienes de consumo –como la compra de electrodomésticos, construcción, alimentación, ropa y gastos de otro tipo que no repercuten en la comunidad-, y el 1 por ciento restante se invierte en proyectos productivos que generan empleos, mejor infraestructura en las comunidades expulsoras de mano de obra o la creación de empresas familiares como medio de supervivencia (CESOP, 2005).
               Al respecto Arroyo y Corvera (2003) en un estudio realizado en el occidente de México afirman que el uso de las remesas es principalmente para mantener a la familia con un 67 por ciento, 12 por ciento para comprar casa o terreno, 13 por ciento para el ahorro, 2 por ciento para crear o financiar negocios, finalmente 5 por ciento para otros usos. Por su parte, Canales (2006) afirma que la generación de microempresas o negocios familiares responden más a estrategias de supervivencia que a una orientación emprendedora.
               Dado que para el periodo 2002-2010, México tuvo en promedio anual un ingreso por casi 20 mil millones de dólares por concepto de remesas y los expertos dictan que se destina aproximadamente el 2 por ciento de las remesas a negocios; se calculan 390 millones 1 de dólares destinados a actividades productivas. Se observa una importante oportunidad para los negocios o la productividad de las remesas como vía de desarrollo y crecimiento económico en las comunidades expulsoras de migrantes por los montos que representa.
               Hasta la década de los ochenta se creía que las remesas no tenían impacto en las regiones expulsoras de migrantes, pues se consideraba que el movimiento geográfico no iba a cambiar el pensamiento de las personas migrantes rurales a empresarios por el cambio de residencia territorial, así lo afirman autores como Papail (2002) y Lozano (2005). Por lo anterior, las investigaciones que se han realizado al respecto son recientes.

Remesas familiares y colectivas
Las remesas son parte de los ingresos de los migrantes internacionales que envían a su país origen ya sea en dinero o en especie (Arroyo Alejandre & Berumen Sandoval, 2009; Lozano Ascencio, 2002). El objetivo de las remesas familiares y colectivas es diferente, dado que las primeras su principal uso es cubrir las necesidades básicas de las familias receptoras, luego satisfacer otras necesidades como educación y vivienda (Arroyo Alejandre & Corvera Valenzuela, 2003; Castillo, 2005; Tuíran, 2002), de igual forma pueden ser el capital semilla para impulsar actividades productivas como negocios familiares.
               Con la formalización de las Hometown Association en diferentes ciudades en Estados Unidos se dio paso a las llamadas remesas colectivas, siendo parte de los salarios que perciben los migrantes pero conjuntamente con otros migrantes de una misma comunidad con intereses comunes. Lozano (2004) las define como: “los recursos económicos recaudados y donados por agrupaciones o asociaciones de migrantes, para financiar infraestructura en pequeña escala o inversiones en actividades productivas y comerciales, en comunidades de origen”
               Las remesas familiares y colectivas se diferencian por el remitente, receptor y los usos que tendrán (Lozano Ascencio, 2004). Las partidas familiares, las envían personas individuales para familiares que permanecen en México teniendo como objetivo ser usadas para cubrir necesidades básicas. En lo que respecta a las colectivas, su remitente será un Club de migrantes organizados en tierra americana enviando estas partidas a organizaciones o líderes de las comunidades de origen o para los gobiernos locales, teniendo como objetivo de ser utilizados para gasto social, regularmente.
               El proceso que realizan conjuntamente las asociaciones de migrantes y los tres niveles de gobierno es un avance importante en la administración de las remesas colectivas; sin embargo, cuando se destina invertir en proyectos a través del Programa 3x1 para migrantes es común que los funcionarios públicos se inclinen por proyectos de desarrollo comunitario, infraestructura, salud entre otros que por proyectos que tengan una influencia positiva directa en el crecimiento económico de la población que se queda en territorio nacional –proyectos productivos-.
               Dentro del marco expuesto se identifica el problema de investigación como la necesidad de observar los usos de las remesas colectivas de acuerdo al grado de intensidad migratoria de cada estado para dar paso a la visualización de oportunidades para emplear estas partidas en proyectos productivos, que sean motores económicos en las comunidades como una forma de evitar mayor migración por ausencia de empleos y oportunidades de un mejor vivir.
               Dado que los índices y grados de intensidad migratoria2 son reflejo de los hogares con migrantes o que reciben remesas, se hace conveniente cruzar esta información con las remesas colectivas a través del Programa 3x1 para migrantes. El Consejo Nacional de Población considera que para evaluar el impacto de las migraciones es necesario considerar el grado de intensidad migratoria, y no necesariamente del tipo de migrantes; con lo anterior queda sustentado la importancia de estos índices de  migración.
               El CONAPO identifica que hay dos tipos de corrientes migratorias: los trabajadores temporales residentes en México que regularmente salen y entran de Estados Unidos una o más veces al año para trabajar, y los inmigrantes mexicanos con residencia más o menos fija en Norteamérica (CONAPO, 2002). De acuerdo a la metodología utilizada, se establecen los grados de intensidad migratoria a partir de los índices calculados previamente (Ver en anexos Tabla 1). Los estados con mayor intensidad migratoria son Durango (1.09000), Guanajuato (1.36569), Michoacán (2.09950), Nayarit (1.27041) y Zacatecas (2.58352)
               Dadas las características de los Estados se establece la hipótesis de trabajo como:
Los estados con muy alto grado de intensidad migratoria reciben mayores inversiones de remesas colectivas a través del Programa 3x1 para migrantes. Por lo que invierten en mayor cuantía en proyectos productivos que aquellas entidades federativas que no tienen la misma captación de remesas.

Metodología
Con información de las bases de datos del programa 3x1 para migrantes de la Secretaria de Desarrollo Social se realizó un análisis estadístico descriptivo, con datos del año 2002 al 2010. Del Consejo Nacional de Población se tomaron los índices y grados de intensidad migratoria para las entidades federativas de México, estimados en base al XII Censo de Población y Vivienda del 2000. Con lo anterior se obtuvieron un total de 14,673 obras realizadas en el periodo de estudio.
               Se mezcló la información de ambas instituciones para generar la base de datos con información de todo el país. Las variables que se utilizaran son: año, estado, municipio, localidad, nombre del proyecto, tipo de proyecto, grado de intensidad migratoria por estado y por municipio, financiamiento total, financiamiento federal, financiamiento estatal, financiamiento municipal, financiamiento de los migrantes, beneficiarios hombres, beneficiarios mujeres y total beneficiarios.

  • Programa 3x1 para migrantes

El programa 3x1 para migrantes tiene sus orígenes en la experiencia de los emigrantes del Estado de Zacatecas desde 1986 consolidándose en el 2002 con el Presidente Vicente Fox Quezada en el periodo 2000-2006 a través de la Secretaria de Desarrollo Social en su Unidad de Microrregiones. Este programa apoya las iniciativas de los mexicanos que viven en el exterior y les da la oportunidad de canalizar recursos a México, en obras de impacto social que benefician directamente a sus comunidades de origen.
               La dinámica del programa funciona con las aportaciones de clubes o federaciones de migrantes radicados en el extranjero, la del Gobierno Federal, la del Gobierno Estatal y la del Gobierno Municipal; por cada peso que aportan los migrantes, los tres niveles de gobierno ponen 3 pesos más, por ello el nombre de 3x1 para migrantes.
               Las asociaciones de migrantes son las responsables de presentar los proyectos potenciales al entregar los formatos necesarios identificando las necesidades prioritarias de la localidad, dicha asociación debe estar registrada oficialmente en alguna de las oficinas consulares de México en Estados Unidos o en el Instituto de los Mexicanos en el Exterior para poder participar en este programa.

Clasificación de los proyectos
De acuerdo a las necesidades que cubren las diferentes obras o proyectos es como se han clasificado los mismos, esta clasificación es propuesta por la misma SEDESOL.

  • Desarrollo comunitario. Construcción y/o remodelación de casas de ancianos, centros culturales, panteones, museos, bibliotecas, casas de apoyo a mujeres y discapacitados, arreglo de fachadas y viviendas, baños, iglesias y centros/salones comunitarios.
  • Pavimentación, empedrado y adoquinado de calles y/o avenidas. Obras de pavimentación de concreto hidráulico, pavimentación con asfalto, adoquinado y empedrado de diferentes tipos.
  • Agua potable. Ampliación de redes y rehabilitación de agua potable, reparación de toma domiciliaria, construcción de líneas de conducción y construcción de red de distribución de agua potable, además de construcción y/o mantenimiento de pozos de agua profundo.
  • Electrificación. Consiste en invertir en infraestructura eléctrica para llevar luz a los poblados y colonias, reubicación y ampliación de red eléctrica y rehabilitación de sistemas eléctricos entre otros.
  • Alcantarillado y drenaje. Mantenimiento y ampliaciones a la red de alcantarillado y construcción de sistemas de alcantarillado sanitario.
  • Caminos y carreteras. Construcción y mejoramiento de caminos a otros poblados cercanos, abrir caminos y puentes vehiculares.
  • Infraestructura educativa. Rehabilitación y construcción de escuelas, jardines de niños, preparatorias, universidades, equipo de computo, adaptación de sanitarios, laboratorios, bardas y cercos perimetrales, fachadas de escuelas y becas para estudiantes.
  • Infraestructura deportiva. Construcción de unidades deportivas y canchas de usos múltiples, remodelación, bardas perimetrales y sistemas de iluminación de canchas deportivas.
  • Proyectos productivos. Iniciativas de migrantes para la creación de algún negocio comunitario, compra de maquinaria necesaria para la agricultura, construcción de rastros municipales, granjas, invernaderos entre otros.
  • Centros de salud. Equipamiento de clínicas, ambulancias, centros de rehabilitación, dispensarios médicos, ampliación y remodelación de hospitales.
  • Otros proyectos. Los talleres de participación ciudadana, las auditorias a los mismo proyectos dado que los migrantes están interesados en darle  mayor auge y transparencia al programa.
  • Análisis del Programa en México, 2002-2010 (Resultados)

En este apartado se presenta el análisis de la base de datos con las obras y proyectos realizados entre el 2002 y 2010 a nivel nacional, considerando los grados de intensidad migratoria que establece el Consejo Nacional de Población obteniendo un total de 14,673 registros en la base de datos.
               El primer año de formalización del Programa tuvo poca demanda de proyectos a realizar, con sólo 246 obras representando el 1.7 por ciento del total de proyectos realizados en el periodo analizado. En el siguiente año, 2003, se cuadriplicaron los proyectos realizados alcanzando 1023 proyectos representando el 7 por ciento de proyectos realizados en los nueve años de estudio de este estudio.
En los años 2004 y 2005 se observa un alza en el número de proyectos realizados en el país con 1677 y 1716 obras, respectivamente. Para el 2006, se realizaron 1353 proyectos representando 9.2 por ciento reflejando un descenso de obras realizadas a partir del boom en los años anteriores. Finalmente, en el 2007 se observa una recuperación que se sostiene hasta el 2010 para ubicarse en 2467 obras realizadas. Cabe señalar que la crisis económica que golpeo fuertemente a las remesas familiares, no se refleja en las remesas colectivas, dado que no hay una disminución en el número de obras.
En cuanto a la distribución de las obras y proyectos en los Estados, se observa que Jalisco y Zacatecas son los que registraron más proyectos en estos años de funcionamiento del programa, tan solo estos dos estados abarcan casi la mitad de las obras realizadas -29.7 por ciento y 19.4 por ciento, respectivamente-.
               Los proyectos realizados en Estados con muy alto grado de migración –Zacatecas, Michoacán, Durango, Guanajuato y Nayarit- abarcan el 41.2 por ciento. Los Estados con alto grado de intensidad migratoria tienen 42.4 por ciento con 6217 obras, siendo Jalisco el más participativo con el 70 por ciento del total. Por su parte, Baja California, Coahuila, Chihuahua, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Sinaloa y Tamaulipas, Estados con grado medio de intensidad migratoria registraron 1141 obras en el periodo, reflejando un 7.8 por ciento del total.
               Finalmente, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, México, Nuevo León, Sonora, Tlaxcala y Veracruz, estados con un bajo y muy bajo grado de intensidad migratoria ocupan el 8.6 por ciento del total de obras realizadas en el periodo que se analiza, con 1269 proyectos.
Las obras de pavimentación, adoquinado y empedrado de calles y avenidas es el tipo de proyecto con mayor incidencia (25.82 por ciento) en el periodo de estudio; en segundo lugar, los proyectos de desarrollo comunitario como las casas de ancianos, de mujeres, centros culturales, panteones, museos, bibliotecas, arreglo de fachadas y viviendas, baños públicos, iglesias y centros/salones comunitarios con un 13.4 por ciento. Los tipos de obras con menos incidencias son los centros de salud, la infraestructura deportiva y caminos y carreteras (1.9, 3.9 y 4.6 por ciento, respectivamente).
En cuanto a los niveles de inversión, el Gobierno Federal proporciono 2,360 millones de pesos durante el periodo 2002-2010; el Estatal 1,985 millones de pesos; el municipal 2,056 millones de pesos y los migrantes 2,168 millones de pesos; es así como se puede mostrar que los migrantes son la segunda fuerza de inversión para los proyectos y obras que se realizaron en los años que lleva el programa.
El financiamiento total de acuerdo al grado de intensidad migratoria está distribuido en los diferentes niveles, concentrándose casi la mitad del total en los cinco Estados con muy alto grado de intensidad migratoria (42,30 por ciento) con una suma de 3,626 millones de pesos. Siendo los Estados de muy bajo grado de intensidad migratoria los que tienen el menor financiamiento con 349 millones de pesos durante el periodo de estudio.
La inversión en proyectos productivos asciende a 478.7 millones repartido en 809 partidas durante el periodo, donde los Estados de muy alto grado de intensidad migratoria ejercieron el 46.54 por ciento, los de alto grado de intensidad migratoria el 16.5 por ciento, los de medio grado de intensidad migratoria 20.47 por ciento, los de bajo y muy bajo grado realizaron el 16.1 por ciento.
Lo anterior resalta que la condición de tener mayor migración no es totalmente necesaria para invertir las remesas colectivas en proyectos productivos en la comunidad, esto refuerza el argumento de que existen otros factores que impulsan el uso productivo como lo plantea Massey y Parrado (1997), Canales (2004) y, Papail y Arroyo (2009).
En promedio se invirtió 592 mil pesos en cada proyecto productivo realizado durante el periodo en los diferentes estados. Se observa que los Estados de muy bajo grado de intensidad migratoria destinan una inversión por proyecto menor a los de muy alto; sin embargo, el dinamismo que presentan es señal de que otros factores como el clima de inversión, el ambiente político e institucional en el Estado y en el Municipio, la percepción de la gobernabilidad y calidad burocrática, así como características de los líderes migrantes sean factores que incentiven el desarrollo de proyectos productivos.
Lo anterior, podría ser la explicación al caso de Chiapas que desarrolló 73 proyectos durante el periodo, muy por encima de muchos otros con más altos grados de intensidad migratoria, siendo los proyectos de mejoramiento y construcción de beneficios húmedos de café orgánico, invernaderos de hortalizas, cultivo y engorda de mojarra tilapia, los más frecuentes. Por su parte Tamaulipas realizo 99 proyectos dentro del periodo a pesar de ser un Estado clasificado como de grado medio de intensidad migratoria.

  • Conclusiones

En el marco de la revisión de literatura hay un consenso entre instituciones y estudiosos en que las remesas familiares tienen como principal finalidad cubrir las necesidades básicas como alimentación, vestido y salud, también se destina a la inversión en capital humano a través de la educación de los hijos de migrantes. De igual forma coinciden en que un pequeño porcentaje se destina para la creación de negocios, entre 1 y 4 por ciento.
Al examinar las bases de datos de este programa tanto a nivel nacional, se encontró que los proyectos productivos son un tipo de obra con menor proporción de obras realizadas –la cuarta más baja- en los nueve años del periodo de estudio. El uso productivo de las remesas depende de diferentes aspectos como el tipo de migración, del contexto histórico y político de las localidades, del capital humano creado a partir de la migración, de las redes sociales transnacionales, de las características sociales de la comunidad expulsora y de la etapa del ciclo de vida de los hogares de migrantes.
La pobreza extrema es el principal factor que limita el uso productivo de las remesas familiares, pues los receptores están más interesados en cubrir las necesidades primarias que generar riqueza para subsistir (Montoya Zavala, 2006). Lo anterior se traslada a las remesas colectivas, pues al enfocarse en cubrir dichas carencias inhibe la participación económica colectiva a través de clubs o asociaciones.
Los factores que han estimulado la inversión productiva de remesas familiares y colectivas, son las habilidades adquiridas por el migrante en Estados Unidos, las asociaciones de los mismos (hometown association), la filantropía y necesidad de contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de los residentes en México, normalmente familiares; además de las redes sociales que se mantienen entre el migrante de retorno con personas que permanecen en territorio extranjero.
               Con el análisis de los proyectos realizados durante los nueve años del periodo de estudio resalta que las obras de pavimentación, adoquinado y empedrado son las que tienen mayor prioridad dentro del programa representando 25.8 por ciento de las obras dentro del periodo. Los centros de salud, equipamiento de clínicas, ambulancias y centros de rehabilitación son los que tienen una menor frecuencia de obras.
               Los proyectos productivos ocupa el octavo lugar en frecuencia de obras en los nueve años, englobando 5.5 por ciento del total de obras realizada en los nueve años del programa.          En el análisis por grado de intensidad migratoria se distinguen las entidades federativas de muy bajo grado al concentrar 114 proyectos productivos lo cual rebate la hipótesis del presente trabajo donde se establece que a mayores grados de intensidad migratoria corresponderían mayores niveles de inversión y por tanto más financiamiento para proyectos productivos.
               Las entidades de bajo grado registran apenas 50 proyectos, reforzando la objeción de la hipótesis pues estos estados que tienen un mayor grado de intensidad migratoria no desarrollaron un mayor número de proyectos productivos como se esperaría.          En cuanto a los estados de grado medio se registraron 206 obras durante el periodo de estudio; los de alto grado registran 129 proyectos rebatiendo nuevamente la hipótesis, con lo cual se deduce que la decisión de desarrollar proyectos productivos tiene relación con otros factores que estimulan la inversión productiva. Los estados de muy alto grado desarrollaron 310 proyectos productivos durante el periodo, ajustándose al comportamiento esperado en la hipótesis de trabajo.
               Los estados de muy alto grado de intensidad migratoria se desempeñan de acuerdo a lo esperado en la hipótesis del trabajo, donde se estableció que a mayor grado de intensidad migratoria más inversiones en proyectos productivos. Siendo los estados de muy bajo grado de intensidad migratoria los que se contraponen a lo esperado dado que registran un mayor volumen de estos que entidades federativas con grado de intensidad bajo y medio, incluso apenas por debajo de los Estados de alto grado de intensidad migratoria.
               Durante este periodo, 2002-2010, se ejerció un presupuesto total de 8,574 millones de pesos, observando que año con año se ha aumentado el monto invertido. La distribución del financiamiento de acuerdo al grado de intensidad migratoria, responde afirmativamente a la hipótesis de investigación, pues los Estados con muy alto grado obtuvieron el mayor nivel de inversión durante el periodo con 3 634 millones de pesos, en la siguiente tabla se presentan los datos.

De la tabla anterior sobresale que Aguascalientes, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos y San Luís Potosí, estados clasificados como de alto grado de intensidad migratoria, sean los que destinan menor inversión media en los proyectos productivos en comparación con otras entidades federativas catalogadas con diferentes grados de intensidad migratoria.
               La hipótesis es rechazada en cierta medida porque los Estados clasificados como de muy bajo grado de intensidad migratoria destinaron mayor proporción de la inversión total en proyectos productivos a diferencia de las entidades clasificadas como de bajo, alto y muy alto grado.

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1 Se calculo considerando un 2 por ciento; sin embargo, puede utilizarse otro porcentaje según el autor al que se refiera.

2 Determinado por el Consejo Nacional de Población con base en la muestra del diez por ciento del XII Censo General de Población y Vivienda 2000