APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL AL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO

APORTES DE LA CIENCIA REGIONAL AL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Andrés E. Miguel Velasco (CV)
Pedro Maldonado Cruz (CV)
Julio César Torres Váldez (CV)
Nestor Solís Jiménez(CV)

4.2.3. El índice de desarrollo regional (C) en situación de C2

La valoración del impacto del C2 en el desarrollo regional sustentable puede sustentarse en la metodología de la complejidad. Como se sabe, este enfoca aporta al análisis de la región (Я) la multicausalidad, multidisciplinariedad y la multifuncionalidad, y se entiende como el conjunto de conocimientos sustentados en el andamiaje categórico-conceptual basado en el principio que Я y sus lugares centrales poseen la existencia simultánea de una heterogeneidad, diversidad estructural, y una reciprocidad funcional de sus elementos, subsistemas, o círculos de retroalimentación positiva o negativa. Con estos últimos vienen aparejados la entropía y el “caos”, que es un desorden de gran magnitud o un conjunto de desórdenes, y puede entenderse como el comportamiento impredecible que se presenta en Я y sus lugares centrales, y no necesariamente posee la connotación destructiva que popularmente se le atribuye, pues expresa la evolución errática de los eventos o sucesos, el rompimiento de la armonía o simetría de la actividad cotidiana.

El caos es resultado de la interacción del “atractor” con al menos un “activador” de caos, y para que tenga efecto se requiere de un “receptor”, que es el elemento que resiente los efectos del caos. Receptores tradicionales los son la población, las ciudades, y el medio ambiente. Con respecto a los activadores de caos o “acticaos” (αi), estos pueden considerarse agentes o estructuras potencialmente capaces de transformar (dañar, destruir o construir) a su receptor. Los atractores de casos relacionados con el C2 son: los riesgos geológicos (sismos, erupciones volcánicas, tsunamis, inestabilidad de laderas, hundimientos y agrietamiento de terrenos); los riesgos hidrometeorológicos (huracanes, inundaciones, tormentas de granizo, heladas y nevadas, marea de tormenta, vientos, sequías, erosión, precipitación anormal); los riesgos químico-tecnológicos (derrames, explosiones, fugas tóxicas y radiaciones, almacenamiento y transporte de sustancias peligrosas, incendios y residuos peligrosos); los riesgos sanitario-ecológicos (epidemias o plagas, contaminación del aire, agua suelo y alimentos);  y los riesgos socio-organizativos (migraciones y concentraciones masivas por conflictos o cambios ambientales bruscos).

Cuando un αi logra sincronizarse con un atractor, o sucede un ataque en racimo de diversos acticaos, su acción en el corto plazo puede generar un megacaos, es decir, una situación de incertidumbre muy alta (un 67% a un 100%) en Я, debido a que cuando se manifiesta se desconoce su alcance o impacto (nivel de destrucción o construcción), su duración (temporalidad), así como el lugar donde se manifestará. Ejemplos de esto aplicables al C2 son los fenómenos naturales como los sismos de gran magnitud mayores de 5 en la escala Ritcher, o erupciones volcánicas violentas), las sequías, heladas, huracanes con escala mayor a 2; y a nivel social las guerras, las epidemias, los conflictos políticos y el crimen organizado.

Si no se concretan cambios, a medida que pasa el tiempo, Я logra habituarse parcialmente al caos (pasa a una incertidumbre media con un valor entre  34% y 66%), convirtiéndose en un macrocaos (ejemplos de este lo son los problemas económicos, las luchas partidistas por el poder, la escasez, o la especulación financiera, y a nivel de C2 las heladas, las trombas, ventiscas y sismos de intensidad no superior a 5 en la escala Ritcher). Finalmente, en el largo plazo se pasa al nivel de microcaos, o de baja incertidumbre, el cual es tolerable para el receptor, que incluso puede llegar a habituarse y convivir con el caos (la incertidumbre alcanza un valor entre 1% y 33%). Ejemplos socioeconómicos de este lo son la pobreza, el desempleo, la emigración, el bajo ingreso, o la delincuencia cotidiana, y a nivel de C2 los cambios de temperatura ambiente que se antojan bruscos pero que las personas se adaptan, la escasez de agua y sucesos climáticos inesperados.

La complejidad implica la presencia de entropía, que se manifiesta en los efectos colaterales no deseables (ECOs) y conflictos de Я, como por ejemplo las desigualdades regionales (δR). Estas son la manifestación en la cual Я, sus ciudades, organizaciones y ciudadanos tienen un acceso diferente, e incluso discriminatorio, a un nivel de desarrollo, o una calidad de vida considerados adecuados para el momento histórico que se vive. Las δR de origen socioeconómico, y hoy en día ambiental, en gran medida son producto de la interacción interregional y de acciones deliberadas de los ciudadanos, gobiernos y organizaciones, que ocasionan diferencias en el acceso a los bienes, servicios, infraestructura, bienestar, y por consiguiente, a una calidad de vida similar para todas las regiones (Miguel et al 2007).

Los ECOs y los αi pueden operar de manera aislada, o bien, sincronizadamente, entendiendo por sincronización el acoplamiento repentino, de los sucesos caóticos. Cuando esto último sucede se manifiestan las “turbulencias sociales” (τi). Estas enlazan los conjuntos de desórdenes (económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales) que aparecen repentinamente en Я, articulando los ECOs, atractores y activadores de caos, dificultando la actividad normal del sistema económico-social, modificando (manteniendo o disminuyendo) los niveles de la economía, el bienestar, el medio ambiente, y por consiguiente del desarrollo regional sustentable en condición de cambio climático (C), de tal manera que
C = turbulencias sociales x desarrollo regional sustentable =
= τiC= τi (3/5Hi + 1/5Ai + 1/5Li) –--(VI)
donde τi=αiθi coeficiente de turbulencias sociales;  θi es el coeficiente de desigualdades, y αi: coeficiente de acticaos. A su vez τi=αiθi; τi: coeficiente de turbulencias sociales; θi=(1-δR) es el coeficiente de desigualdades, 0≤θi≤1, y; αi: coeficiente de acticaos, 0≤αi≤1; αi=[1-(0 a 33%)] microcaos; αi=[1-(34 a 66%)] macrocaos; αi=[1-(67 a 100%) megacaos. Entre más cercano a 1 es el valor de αi y θi, las turbulencias afectan en mayor medida δR, ocasionando una mayor disminución de de. En resumen, las turbulencias afectan dR, ocasionando una disminución del mismo.

Las τi pueden ser representativas de la valoración del efecto del C2 en el indicador ISA, en base a las consideraciones metodológicas indicadas en la tabla No. 7.

Tabla No. 7. Tipos de caos, turbulencias e incertidumbre en las regiones


Tipo de caos

Causas de las τi

Incertidumbre

Megacaos

  • Sismos mayores a 5 grados Ritcher
  • Sequías con impacto interregional
  • Heladas con impacto interregional
  • Huracanes nivel 2 y más
  • Desabasto de agua por debajo de los 80 lts/persona.

67 a 100%

Macrocaos

  • Sismos entre 3 y 5 grados Ritcher
  • Sequías con impacto regional
  • Heladas con impacto regional
  • Huracanes nivel 1y 2
  • Desabasto de agua entre los 81 y 100 lts/persona.

34 a 66%

Microcaos

  • Sismos no mayores a 3 grados Ritcher
  • Sequías con impacto zonal
  • Heladas con impacto zonal
  • Tormentas, inundaciones, trombas
  • Desabasto de agua por debajo de los 101 y 120  lts/persona.

1 a 33%