MODELO DE GESTIÓN HUMANA PARTICIPATIVA EN LA TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL DEL COLEGIO UNIVERSITARIO DE LOS TEQUES “CECILIO ACOSTA”  (CULTCA) A LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DE LOS ALTOS MIRANDINOS “CECILIO ACOSTA”  (UPTAMCA)

MODELO DE GESTIÓN HUMANA PARTICIPATIVA EN LA TRANSFORMACIÓN ORGANIZACIONAL DEL COLEGIO UNIVERSITARIO DE LOS TEQUES “CECILIO ACOSTA” (CULTCA) A LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DE LOS ALTOS MIRANDINOS “CECILIO ACOSTA” (UPTAMCA)

Flavio Orestes Salerno Mata
Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional

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Gerencia  y gerencia universitaria

“Después de todo, si no gerenciamos, el cambio de todas maneras sucederá, sólo que los resultados serán diferentes a lo que deseamos”. (MANZANILLA, 2000, pág. 27). Desde esta sentencia, se destaca que entre los principales trenzados de la gerencia se incluye de manera ineludible, gestionar el cambio o la transformación.
La gerencia, más que por su ubicación jerárquica y reconocimiento de quienes el gerente estima como sus subordinados, resulta hoy por hoy en un rol fundamental que necesariamente debe trascender en asumir y hasta propiciar constantes retos para la marcha, subsistencia y evolución de la organización.
Además, entre los aspectos notables de la gerencia, se incluye el reconocer, divulgar y realizar sus prácticas conforme sea la visión de futuro que se ha trazado y se comparte, pues esa imagen sólida del futuro se consolida a través de cada palabra, gesto, acto o acción, de manera de lograr el concurso en torno a ella, sin olvidar el pasado, que a decir de KOULOPOLUOS y otros (Ob. cit.): “El conocimiento del pasado sólo es válido en la medida que brinde una perspectiva del futuro.” (p. 9), de donde se logra experiencias enriquecedoras de aprendizaje. En este sentido, para (JARAMILLO, 2001) subraya respecto de la visión que: “[...] integra maravillosamente lo material y lo humano con lo espiritual y lo divino; y que señala derroteros superiores a nuestros ideales, permite realizarnos plenamente en nuestros anhelos y proyectos temporales en este mundo (p. 43).
Asimismo, la visión permite dar la idea clara no sólo hacia donde se deben dirigir los esfuerzos, sino que tributa para el esclarecimiento de los objetivos organizacionales, lo que potencia la posibilidad de emplear las capacidades de toda la organización, agregando Delgado (Ob. cit.) que la visión resulta en: “[...] una excusión mental de lo conocido a lo desconocido, que crea el futuro mediante el montaje de los hechos, las esperanzas, los sueños, los peligros y las oportunidades actuales”. (p. 235.
Lo anterior, resulta en el concurso activo y concertado que el mismo Jaramillo (Ob. cit.) asimila a la formación de equipos en los que el gerente se incluye e identifica como uno más y emplean colectivamente las capacidades creativas:
El equipo se anima e inspira cuando el jefe se identifica con el grupo, -equipo- se hace parte de sus anhelos e ideales, trabaja hombro a hombro con ellos en la obtención de las metas y objetivos, trata de entender sus problemas y frustraciones, comprende sus fallas y limitaciones y participa de sus triunfos y fracasos. Además, todos saben que el jefe está ahí con ellos; pueden contar con él; acudir a él. No los va a dejar solos. (p. 64-65)

La constitución de equipos de trabajo, tributa a la sinergia, y ella en sí misma, potencia los efectos superiores a la sumatoria de los esfuerzos de las individualidades, lo que resulta del involucramiento de los equipos de trabajo desde un enfoque participativo.
Por otra parte, la gerencia como función compartida, requiere tener en cuenta el propósito fundamental de la organización como marco referencial y orientación o modo de ser. Lo anterior, se inclina a la concepción de la misión, que como expone Manzanilla, (Ob. cit.) “Es el objetivo global de la empresa o institución, el cual define lo que ella debe lograr en el área de su influencia, a través del tiempo, dentro de los límites y alcance definidos [...]” (p. 110).
En el caso de las Instituciones de Educación Universitaria (IEU), la misión se ciñe, de acuerdo a la Ley de Universidades (Ob. cit.) en su Art. 3, a la educación, la cultura y la ciencia, en consecuencia, sus esfuerzos solicitan centrarse en crear, asimilar y difundir el saber, atendiendo los exigencias del país, para lo cual, la gerencia universitaria, demanda asimilar, como destaca Murillo (Ob. cit.) que las IEU, requieren, más que ser administradas, requieren ser gerenciadas.
Desde esta perspectiva, a la gerencia corresponde fundamentalmente la coordinación de esfuerzos por lo que Drucker (Ob. cit.) hace el símil de su labor al director de orquesta, procurando de cada uno de los miembros y equipos de trabajo lo mejor. De ahí que (SENGE, 1992) subraya que los gerentes:
Deben abandonar el viejo dogma de planificar, organizar y controlar para comprender el carácter casi sagrado de su responsabilidad por la vida de tantas personas; la tarea fundamental de los directivos consiste en brindar las condiciones que capaciten a la gente para llevar vidas enriquecedoras. (p. 181)

A tales fines, lo que aquí se concibe como gerencia del siglo XXI, implica el ejercicio innovador y dinámico que procura ver el futuro y se propone cómo conquistarlo, exigiendo del gerente, entre otras cualidades: la capacidad de escuchar a sus colaboradores y equipos de trabajo. De manera que, la comunicación juega un papel fundamental que envuelve a toda la organización y se extiende a su entorno. Así, la comunicación, requiere ser entendida y asumida más allá de la mera trasmisión de información, pues comporta la transferencia de ideas, así como de datos, reflexiones opiniones y valores que resultan en un vínculo entre quienes intervienen, además, implícita el objetivo para la consecución de resultados deseados o esperados.
Para Luhmann (Ob. cit.): La comunicación produce y reproduce a la sociedad, es decir, es recursiva. Además, indica el mismo Luhmann que constituye una operación sistemática y necesaria de carácter social, requiere por lo menos a dos personas, que se concibe como socias, emplean sus sentidos y conocimientos para comprender, reafirmando así, que la sociedad misma, y con ella las organizaciones, se construye y reconstruye desde la comunicación.
Este investigador concibe a la comunicación desde tres perspectivas, teniendo siempre la concepción sistémica de Luhmann, que se resume en la figura 5. La comunicación.