VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

Victorina María Reyes Salas (CV)

Volver al índice

Contexto Geocultural

Herencia cultural fundante
De manera preliminar se anticipa: en el recorrido de observación de la arquitectura de la UPN no se encontraron correlaciones directas  con los aspectos históricos por presentar, hubiera sido lo ideal, pero una investigación debe mostrar lo real, y por mucho que el programa arquitectónico se documentara en ésa época era difícil encontrar una relación geocultural fundante de la UPN porque no había documentos antecedentes al respecto. La incorporación histórica hecha en la arquitectura de la UPN está referida a elementos arquitectónicos invariantes de la arquitectura prehispánica nacional, donde la cultura dominante es la mexica, estos factores serán abordados en la descripción de los elementos arquitectónicos, porque son parte de una historia de estilos arquitectónicos en México. El propósito de presentar aquí, en una investigación de valores arquitectónicos, el desarrollo del contexto geocultural, es decir, presentar los acontecimientos históricos del espacio geográfico, donde se inserta la UPN, tiene la finalidad de exhibirlos como factores históricos fundacionales de un espacio educativo. En esta exploración de hitos geoculturales queda al descubierto la existencia de una línea histórica interrumpida por siglos, sin desaparecer del imaginario social un cierto sentido histórico  aunque el sitio estaba totalmente deshabitado cuando se construye la UPN, no se niega su historia, al contrario se indaga para fortalecer la identidad cultural derivada del espacio geográfico. Se van a recrear como relatos de fundación.
Para Augé (2005) los relatos de fundación no suelen ser de autoctonía, sino una integración entre los relatos de los primeros nativos habitantes, o  genios del lugar y los aportes de los  habitantes del grupo en movimiento que se asientan. Por esa razón la marca social del suelo es considerada tanto más necesaria en tanto no es original. El enfoque de la tesis es el de la complejidad y la fenomenología y usa una metodología  cualitativa, su método etnovalórico despierta el interés fundacional, en este caso de la UPN, donde antes de construirla había un lote baldío, no existen los relatos de los originales genios del lugar  correspondientes a la cultura de Cuicuilco, en cambio existen las investigaciones científicas de antropólogos y arqueólogos realizadas en el siglo XX. Ante la falta de evidencia directa, la indagación deberá mostrar si el lugar se inscribe realmente en el referente histórico señalado.
Por otra parte los relatos fundacionales cubren ciertas fantasías. Una primer fantasía de todo nativo es creer que su sociedad ha permanecido anclada al lugar desde tiempos inmemorables. Otra fantasía ligada es la de su sociedad como un mundo cerrado fundado de una vez y para siempre. Augé  (2005) considera que los relatos de origen junto con los calendarios rituales, postulan la legitimidad y aseguran la estabilidad y son dignos de un discurso cuyos términos van a ser espaciales.  Una sociedad transparente  se expresa entera en cualquiera de sus instituciones. El relato de origen funciona si se extrapola a la UPN, la noción de los sujetos nativos son los miembros actuales de la “comunidad universitaria”, comunidad reconocible en forma histórica y social, por tratarse de un aproximado de seis mil personas con presencia cotidiana durante 6 a 8 horas diurnas diarias. Muchos poblados en México tienen una cantidad de habitantes mucho menor y con menos impacto social. Pero no es solamente una estimación horaria, muchos jóvenes estudiantes viven a una gran distancia y en la complicada ciudad de México esto significa en promedio una hora de traslado, por lo tanto una importante proporción de alumnos y trabajadores desayunan y/o comen en la universidad, su vida social se hace fuera de casa, llegan a su casa prácticamente a dormir, la universidad es el eje de sus actividades y es un tramo formativo relevante para inducir su forma de vida laboral en las siguientes décadas; están por decisión personal, en una etapa consciente y crítica. Su formación cultural en la comunidad universitaria y su identificación con ella tienen una importancia social e individual muy significativa.
Otra de las fantasía encontradas en los relatos fundacionales, según Augé (2005) es la del “lugar fundado e incesantemente refundador”, donde cada desplazamiento restaura la idea o imagen de la fundación, en esta semi fantasía, se considera a dioses protectores del terruño, de esta suerte las tierras son valorizadas, y se aseguran la domesticación de animales y vegetales y la reproducción de las generaciones. La analogía para establecer el gobierno es proteger  el terruño.
Las tierras efectivamente se revalorizaron con la construcción de la UPN, impactando en la zona, donde se domesticaron los vegetales al incorporarlos como jardines y  la “reproducción de las generaciones de estudiantes”, se garantiza cada año con nuevas inscripciones.
Los individuos se van incorporando a una colectividad y ambos, individuo y colectividad misma tienen necesidad de pensar en su identidad, de simbolizar los constituyentes de la identidad compartida. La organización del espacio y la constitución del lugar son  modalidades de la práctica colectiva. En este sentido el término lugar antropológico es útil para esta construcción concreta y simbólica del espacio.  Para el observador, el lugar es un principio de inteligibilidad,  de escala variable.  Cuando los lugares son cargados de sentido, cada nuevo recorrido y cada reiteración ritual  confirman su necesidad. Los tres rasgos comunes de un lugar antropológico son: identificatorios, relacionales e históricos. (Augé, 2005)
En esta relación del dispositivo espacial con la identidad del grupo,  según Marc Augé (2005), aunque los orígenes de un grupo sean diversos, es la identidad del lugar la que lo funda y reúne, por tanto el grupo debe defenderlo contra las amenazas externas e internas, así el lenguaje de la identidad conserva su sentido.
Además de una contextualización sociohistórica, hay un supuesto para justificar y conferir  importancia a la búsqueda de relatos fundacionales  para la UPN, a la historia asociada al espacio geográfico y por ende al espacio arquitectónico e institucional, creer que la UPN es un lugar en el sentido antropológico, con elementos identificatorios, relacionales e históricos, aunque sus habitantes tengan una residencia temporal. Este factor implica buscar, generar y justificar una herencia cultural fundante.