EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

Diego de Jesús Iñiguez Moreno
Universidad de Guadalajara

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Procedimiento:

  • Fase de selección de participantes

El proceso de trabajo de campo se realizó desde Octubre del 2011 a julio del 2012. Dado que el estudio requiere la identificación de participantes con trastorno de cálculo, se revisaron los criterios diagnósticos establecidos en el DSM-IV TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales).

Evaluación de habilidades matemáticas

En primer lugar se encontró que para seleccionar sujetos con trastorno de cálculo debería aplicarse un test que midiera habilidades matemáticas para identificar posibles participantes tanto del grupo de estudio (con trastorno de cálculo), como del grupo control (sin el trastorno).

De acuerdo a la literatura se muestra que la prevalencia de este trastorno aproximadamente es del 8% de la población estudiantil, por lo tanto, buscando encontrar 30 niños con trastorno de cálculo se aplicó la prueba de habilidades matemáticas en 323 estudiantes de escuelas primarias públicas.

El test que ayudó a obtener los posibles diagnósticos fue el Wide Range Achievement Test - WRAT, debido a que mide habilidades para el cálculo. De acuerdo a los parámetros establecidos por el WRAT y tomando en cuenta las edades, los alumnos tenían que presentar en promedio un puntaje por debajo de 25 para poder decir que eran candidatos para el diagnóstico de trastorno de cálculo.

Conforme al proceso de aplicación, a los alumnos que obtuvieron un puntaje mayor a 5 puntos se les otorgaron los 15 puntos que se dan por la parte oral. Solamente se presentó un caso en que una estudiante obtuvo un puntaje menor a 5 aciertos en la parte escrita y se tuvo que aplicar la parte oral; este fue el único caso en que se aplicó esta sección del test WRAT. Después de aplicar el test resultaron seleccionados 32 niños con posible trastorno de cálculo.

Para seleccionar al grupo control se buscó que los sujetos tuvieran la misma edad, que fueran del mismo turno y del mismo sexo. Estos sujetos, para ingresar al grupo control, deberían de presentar una puntuación de acuerdo a los estándares establecidos por el WRAT, es decir, deberían de presentar una puntuación en el TEST mayor a 26 puntos.

Evaluación del Cociente Intelectual

Una vez identificados los niños de los cuales se sospechaba la presencia del trastorno de cálculo, era necesario conocer el Cociente Intelectual de los mismos para  descartar aquellos que no tuvieran una inteligencia normal.

Se utilizaron las subescalas de lenguaje y de cubos del test de inteligencia de Weschler. Se aplicó de manera individual para los dos grupos, no se presentó ninguna anomalía, es decir, que los sujetos deberían de presentar un CI de acuerdo a la norma que establece este Test, el cual dice que la media es de 100 y se acepta una desviación estándar por encima o por debajo de la media, ésta desviación es de 15 puntos. Este test ayudó a obtener el Cociente Intelectual, que era un segundo filtro para poder detectar niños que presentaran el trastorno de cálculo.

Evaluación de lectura y TDAH

La literatura sobre el trastorno de cálculo indica que comúnmente los trastornos de lectura y de déficit de atención e hiperactividad se encuentran asociados. De tal forma que es importante evaluar la posible presencia de estos trastornos en los participantes, por el efecto que puedan tener sobre los resultados del estudio. 

Con este fin se aplicaron la Prueba de lectura en voz alta de la Evaluación Neuropsicológica Infantil (ENI) de Ardila, Matute y Roselli (2004)  y la Escala de Conners para maestros (Keith Conners, 1997). Se aplicó también el cuestionario para padres de la ENI para saber si hubo algún problema en el nacimiento o desarrollo del individuo, o para conocer si ocupaban ayuda pedagógica o psicológica.

De los 32 niños con trastorno de cálculo se reportó que ninguno tuvo problemas durante el nacimiento o problemas en el desarrollo; lo que sí se encontró es que 8 de ellos estuvieron acudiendo al Psicólogo porque presentaban trastorno de Hiperactividad y problemas con la autoridad, de igual manera también recibían terapia porque eran muy agresivos. En general esto nos da una descripción de cómo son los sujetos y qué problemas de comportamiento o actitud presentan, y la característica reflejada es que además de tener el trastorno de cálculo  no tienen problemas de nacimiento o en la historia del desarrollo pero sí de conducta, prevaleciendo los problemas con la autoridad, hiperactividad y agresión.

Después de aplicar estas pruebas en el grupo de estudio y con el grupo control, y parearlos en edad, sexo grado escolar, turno y escuela, se procedió a hacer una evaluación visual, porque si presentaban problemas de la vista era muy probable que esa fuera una causa por la que fallaron en alguno de los test. Al no contar con los materiales apropiados para aplicar esta prueba, coincidió que en el mes de mayo y parte de junio llevaron a cabo el programa “ver bien para aprender mejor”.
Al hablar con las autoridades y con los encargados del programa acordaron pasar una lista con las evaluaciones visuales del grupo control y el de estudio, y de esta manera se pudo descartar 4 alumnos del grupo control que usaban lentes o tenían problemas visuales; en consecuencia se tuvieron que aplicar los mismos test buscando nuevos candidatos para que el grupo control quedara completo de nuevo.

  • Fase experimental

La fase experimental se hizo en tres momentos. El primero que se llevó a cabo fue el experimento para evaluar el módulo analógico, éste se midió con el programa panamath; el experimento se llevó a cabo en la biblioteca de la escuela, misma que se encontraba sola y el niño no tenía distractores de ruido o bullicio.

 Esta prueba se llevó a cabo individualmente y se aplicó dos veces para habituación a la prueba; en un primer momento cada ejercicio de habituación fue de 30 segundos. Después se procedió a aplicar el test que registraría los resultados, este tuvo una duración de un minuto y los niños no tuvieron acceso a los resultados. Se llevó a cabo el mismo procedimiento en los dos grupos y se aplicó individual en todos los casos.

En este experimento las cifras obtenidas y que son las que se necesitaban era el tiempo de reacción y el número de aciertos,  la fracción de Weber nos la daba automáticamente el programa pero no fue utilizada como medida en este estudio.

El segundo experimento que se llevó a cabo fue el auditivo. Este experimento constaba en que comparan dos frecuencias de sonido con duraciones distintas, el niño debería decidir cual era más larga; se aplicaron 2 ejercicios de habituación y después se procedió a aplicar el experimento este constó de 10 reactivos, los niños no tuvieron acceso a los resultados.

Este test se aplicó de manera individual en los dos grupos, se llevó a cabo en la biblioteca de la escuela para que el niño no tuviera ningún distractor. En este experimento las cifras obtenidas y que son las que se necesitaban era el tiempo de reacción y el número de aciertos.

El tercer experimento que se llevó a cabo fue el visual, el cual consistía en presentar una serie de láminas que se programaron en Flash, en las que se mostraban cantidades y el niño debería elegir cual cantidad era más grande. Se hicieron de la misma forma dos ejercicios de habituación, primero con una duración de 30 segundos cada uno, después se procedió a aplicar el experimento que tenía una duración de un minuto.

Este experimento se llevó a cabo en la biblioteca donde no hubiera ningún distractor, se aplicó de manera individual para los dos grupos, no se les mostraron resultados a los niños. En este experimento las cifras obtenidas y que son las que se necesitaban era el tiempo de reacción y el número de aciertos.