EL PAPEL DE LAS PRÁCTICAS ACA-DÉMICAS EXTERNAS EN LA FORMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ECONOMÍA

EL PAPEL DE LAS PRÁCTICAS ACA-DÉMICAS EXTERNAS EN LA FORMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ECONOMÍA

Rafael Moratilla López (CV)
Universidad de Castilla–La Mancha

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Resumen de los resultados primer bloque del cuestionario

Lo más relevante que el primer bloque del cuestionario nos ofrece en cuanto a las diferencias entre los egresados que habían realizado prácticas y los que no las realizaron puede sintetizarse en los siguientes aspectos:

  • La tasa de participación en el programa de prácticas es creciente en el tiempo, sin duda gracias al notable incremento en el número de vacantes disponibles.
  • La oferta creciente de prácticas las hace más independientes de la nota del expediente y de la duración total de la carrera. Esto no significa que no haya una relación entre el expediente y la participación en el programa de prácticas, aunque sí que esta correlación es cada vez menor.
  • Las mujeres tienden a demandar algo más las prácticas que sus compañeros varones.
  • Los estudiantes de Económicas tienden a demandar algo más las prácticas que sus compañeros de ADE.
  • Los estudiantes que realizan prácticas mejoran más sus conocimientos de informática durante la carrera, de modo que quienes marchan al extranjero participan menos en el programa de prácticas de la Facultad.
  • Existe una cierta sustituibilidad entre dos opciones que sirven para completar el currículo: la realización de prácticas y la marcha al extranjero para cursar estudios durante la carrera.
  • Los estudiantes que hicieron prácticas eligieron en mayor medida sus estudios como forma de realización personal y estaban menos influenciados por sus padres y amigos a la hora de elegir la titulación cursada que quienes no las hicieron
  • El origen socioeconómico no parece un factor determinante en la realización de prácticas, puesto que se advierte una mayor incidencia en los hijos de padre universitario y en aquellos cuya madre participa en el mercado de trabajo ya sea como trabajadora autónoma o como asalariada.
  • Los estudiantes cuyas familias son propietarias de una pyme parecen necesitar menos la experiencia de las prácticas.
  • Los estudiantes en prácticas cursaban estudios de informática durante el curso académico en mayor medida que aquellos que no las realizaron.
  • Al finalizar los estudios, los egresados que habían participado en el programa de prácticas optaron en mayor medida por continuar de algún modo su formación y además también optan por intentar integrarse en el mercado de trabajo.

3.- Información sobre el primer empleo tras la finalización de los estudios

En este segundo bloque del cuestionario se ha preguntado con detalle por todos los aspectos relacionados con la búsqueda, obtención y características del primer trabajo tras la finalización de los estudios en nuestra facultad.

3.1.- Búsqueda y obtención del primer empleo

En primer lugar, presentaremos los resultados relativos al primer proceso de búsqueda de empleo. Aquí se describirán tres aspectos de este proceso: duración, canales y medios de búsqueda que fueron efectivos en el logro del primer empleo.

La primera pregunta de este bloque hace referencia al tiempo que los egresados estuvieron buscando su primer empleo (Gráfico 4.21).

Hay un porcentaje no despreciable de egresados que no tuvieron que buscar un empleo cuando terminaron sus estudios y esta proporción es considerablemente superior entre los que hicieron prácticas (21 por ciento) que entre los que no las hicieron (menos del 9 por ciento). Esto es un claro indicador de las mejores condiciones de acceso a un primer empleo de los estudiantes que realizan prácticas. Una vez que los jóvenes egresados se ven en la necesidad de buscar empleo, los estudiantes con prácticas siguen siendo los que necesitan menos tiempo para encontrar un primer empleo. Creemos que éste es uno de los mejores resultados que podemos extraer de esta encuesta con relación el éxito relativo de los estudiantes que participan en el programa de prácticas respecto a los que no participan, en términos de inserción laboral.

Los resultados anteriores se ven completados con la información que arroja el Gráfico 4.21 referido al número de entrevistas necesarias para encontrar el primer empleo. Muestra la distribución del número de entrevistas necesarias para obtenerlo entre los egresados que tenían y los que no tenían experiencia en prácticas. Vemos que no se aprecian diferencias relevantes en este aspecto entre ellos.
Tanto para los alumnos con prácticas como para aquellos que no las llevaron a cabo, el número más frecuente de entrevistas que tuvieron que realizar para emplearse por primera vez estuvo entre una y tres, seguido, también en ambos casos, de aquellos que necesitaron más de cinco entrevistas para encontrar su primer empleo. Las distribuciones de esta variable no muestran diferencias significativas entre los jóvenes que hicieron y los que no hicieron prácticas. A pesar de esta aparente similitud entre ambos grupos, los resultados pueden tener implicaciones diferentes. Dado que los jóvenes con prácticas necesitaron, como hemos visto en el gráfico anterior, buscar empleo en menor medida o durante menos tiempo, el hecho de que hicieran, en media, el mismo número de entrevistas que los jóvenes sin prácticas, puede explicarse por una mayor intensidad de búsqueda entre quienes hicieron prácticas. Esto puede responder a que las prácticas hayan puesto a los egresados más en contacto con el mercado laboral o les hayan proporcionado más habilidades para la comunicación.

En cuanto a los métodos de búsqueda, el cuestionario preguntaba, en primer lugar, qué métodos habían sido utilizados, y en segundo lugar, cuáles habían sido clave en la obtención del primer empleo. Hay muchas posibilidades de respuesta en este aspecto: los medios de comunicación, los colegios profesionales, los contactos personales, las oposiciones, las bolsas de trabajo, las empresas de trabajo temporal, las becas, las propias prácticas, el currículum vítae y la oficina de empleo. El Gráfico 4.23 muestra la incidencia de cada uno de los métodos de búsqueda tanto para quienes hicieron como para quienes no hicieron prácticas durante la carrera. Las respuestas no son mutuamente excluyentes, al haber múltiples formas de búsqueda de empleo posibles.
Los resultados muestran que, por lo general, las diferencias en las estrategias de búsqueda de empleo no son muy pronunciadas (salvo por el caso de las prácticas: casi el 80 por ciento de los jóvenes que hicieron prácticas las identifican como un medio de búsqueda de empleo). Respecto a la mayor proporción de becas como método de búsqueda de primer empleo entre quienes hicieron prácticas, creemos que esto puede deberse a dos razones: o bien los jóvenes que realizaron prácticas remuneradas identificaron éstas con una beca, o bien siguieron vinculados a las empresas e instituciones donde habían realizado las prácticas a través de becas como mecanismo de reclutamiento alternativo a los contratos de trabajo.

Otra diferencia es un menor uso de oposiciones entre los alumnos con prácticas, lo que puede ser una señal de que las prácticas les vincularon más al mundo de la empresa y enfocaron sus vocaciones hacia el sector privado frente al público. Al mismo tiempo, los estudiantes que no hicieron prácticas quizá estaban ya durante sus estudios orientados hacia el trabajo en el sector público y las por eso las prácticas en empresas no resultaron de su interés. Los medios más comunes de búsqueda para ambos tipos de jóvenes son la entrega de currículos, los medios de comunicación, el INEM y los contactos personales.

En cuanto a la distribución de los medios por los que obtuvieron su primer empleo (Gráfico 4.24), entre los alumnos que hicieron prácticas, uno de cada cinco las consideraron el medio que los llevó al primer éxito laboral. Destaca que uno de cada cuatro jóvenes egresados de nuestra facultad no tuvo que buscar empleo y que “el empleo los buscó a ellos”, como demuestra el porcentaje de alumnos que fueron solicitados por sus empleadores. Aunque este resultado aparentemente apunte a favor de los egresados sin prácticas, debemos tener en cuenta que en el caso de los egresados que continuaron en la empresa donde habían trabajado o encontraron empleo a través de las prácticas, se les puede identificar también en la categoría de “solicitados por la empresa”. De este modo, al sumar las categorías de “les solicitaron en la empresa” y “a través de las prácticas”, parece que los que menos tuvieron que buscar al ser directamente convocados por la empresa fueron quienes hicieron prácticas.
Entre los métodos de búsqueda determinantes del primer éxito laboral destaca el uso de contactos, tanto para quienes hicieron como para quienes no hicieron prácticas. En tercer lugar, dado que las prácticas aseguraron el éxito de una parte de los alumnos, aquellos que no las hicieron consiguieron su primer empleo en mayor medida gracias a los anuncios y “otros medios”. Es significativo el escaso papel que juega el INEM en la colocación de nuestros egresados, algo que ocurre con otros muchos grupos de primeros buscadores de empleo.

Independientemente del medio de búsqueda empleado, y de cuál resultó ser determinante, los jóvenes tienen una percepción de qué aspectos personales y del entorno pudieron tener una mayor importancia a la hora de conseguir su primer empleo. Se pidió a los encuestados que valorasen, del 1 al 10, la importancia que habían tenido los distintos canales de búsqueda en la consecución del primer empleo. El Gráfico 4.25 recoge las valoraciones medias que de cada vía de búsqueda realizaron los distintos tipos de egresados.
Respecto a la valoración media de los factores que pueden influir en el logro del primer empleo, vemos que se valora positivamente la iniciativa individual y la titulación cursada, seguidos de cerca por el factor “suerte” (que recibió una valoración media de 6.3), junto con la realización de prácticas y los conocimientos sobre informática. Por el contrario, las menores valoraciones las reciben aspectos tales como la clase social, la experiencia, las recomendaciones o los idiomas. Los titulados que habían participado en prácticas las valoraron en cierta medida como elemento importante en el logro de un empleo (5.5), pero no de forma abrumadora. Dieron más importancia a la titulación y a su iniciativa personal que a la realización de las prácticas. También dieron más importancia a la experiencia laboral previa, lo que puede estar perfectamente correlacionado con el hecho de haber realizado prácticas con anterioridad.
A continuación, pasamos a presentar las características del primer empleo y, posteriormente, las del empleo actual.