EL PAPEL DE LAS PRÁCTICAS ACA-DÉMICAS EXTERNAS EN LA FORMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ECONOMÍA

EL PAPEL DE LAS PRÁCTICAS ACA-DÉMICAS EXTERNAS EN LA FORMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE ECONOMÍA

Rafael Moratilla López (CV)
Universidad de Castilla–La Mancha

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Información sobre las prácticas en empresas

La mayor parte de este cuarto y último bloque del cuestionario se aplicó exclusivamente a quienes realizaron prácticas. No es, por tanto, útil para conocer el éxito en la inserción laboral de quienes las realizaron frente a quienes no participaron en el programa, pero sí podrá arrojar luz sobre cómo fue el proceso de las prácticas de quienes las realizaron, y qué impacto creen los estudiantes que tuvo el programa en su inserción laboral.

El bloque se divide en varias partes. La primera permite definir inicialmente quiénes conocían de la existencia de las prácticas, quiénes las solicitaron y, finalmente, quiénes las realizaron. La segunda recoge las características más relevantes de las prácticas (tipo de empresa, lugar, relación con tutores y compañeros, tareas realizadas), y la tercera una valoración de la utilidad de las prácticas para lograr el primer empleo y lo que representaron las prácticas para el alumno.

Se consideran aquí diferencias entre quienes hicieron prácticas atendiendo a las variables siguientes: sexo, titulación y diversas características de las prácticas (lugar y tipo de empresa donde fueron desarrolladas).

Formas de acceso a las prácticas en empresas y razones para hacer prácticas.

En esta primera sub-sección sólo recogemos el grado de conocimiento que de las prácticas de empresa tenían los jóvenes de ambas licenciaturas y de las razones que llevaron a hacer prácticas o, en su caso, a no realizarlas, incluso aunque las hubieran solicitado y les hubiesen sido concedidas. Lo primero que se preguntó en el cuestionario fue si el alumno conocía de la existencia de la Oficina de Prácticas. Los resultados quedan dispuestos en los gráficos 4.40 y 4.41. El primero recoge los medios por los que se conoció la Oficina de Prácticas en función del sexo del estudiante entrevistado y el segundo por la titulación cursada por los estudiantes.
Como puede haber distintos medios para conocer la Oficina de Prácticas, las respuestas no son mutuamente excluyentes de modo que sus valores medios no suman 100 en ningún caso.
Es muy notable el porcentaje de egresados que conocía la Oficina de Prácticas (94 por ciento), y el de aquellos que en algún momento solicitaron la realización de prácticas (81 por ciento): las mujeres conocían la oficina en mayor medida que los varones, y también los estudiantes de económicas en mayor medida que los estudiantes de ADE. Los medios más habituales para conocer la Oficina de Prácticas eran los compañeros de clase (en un 50 por ciento de los casos) seguidos de lejos por la Guía del Estudiante y los carteles en la Facultad.
Del mismo modo (Cuadro 4.11), las mujeres solicitaron prácticas en mayor medida que sus compañeros varones (90 frente a 70 por ciento), y lo mismo ocurrió con los estudiantes de Economía (86.5 frente a 75 por ciento de estudiantes de ADE).
Independientemente de que realizaran prácticas o no, es interesante conocer las motivaciones que tenían los alumnos cuando las solicitaron. Los gráficos 4.42 y 4.43 registran esta información. Como las motivaciones para realizar prácticas pueden ser diversas, las categorías en que están organizadas las respuestas no son mutuamente excluyentes.

¿Por qué solicitaron prácticas los alumnos? Las razones más esgrimidas fueron, en este orden, mejorar la propia formación práctica (93 por ciento), ampliar el currículum (85.3 por ciento) y empezar a trabajar (70 por ciento). En menor medida, las prácticas se llevaron a cabo para lograr créditos de libre configuración (31 por ciento) o ganar dinero (tan sólo un 9 por ciento de los entrevistados). Encontramos interesantes diferencias por género: los varones solicitaron prácticas en mayor medida que las mujeres para lograr créditos de libre configuración (37.5 frente a 27.5 por ciento), y las mujeres lo hicieron en mayor medida para empezar a trabajar (77 frente a 57.5 por ciento). Del mismo modo, los estudiantes de Economía recurrieron más a las prácticas para conseguir créditos de libre configuración que sus compañeros de ADE (35.6 frente a 28 por ciento) y apenas hay diferencias por titulaciones en el resto de razones mencionadas.

Por último, registramos las diferencias en el grado de realización efectiva de las prácticas (Cuadro 4.12). Calculado sobre el total de las entrevistas, un 5 por ciento de los varones señala que finalmente no hizo prácticas porque no encontró ninguna satisfactoria, lo que sólo afecta al 1.4 por ciento de las mujeres. Del mismo modo, el 4 por ciento de las mujeres solicitantes no pudo acceder a ninguna práctica por no cumplir los requisitos exigidos. Resulta también interesante que el 5 por ciento de los solicitantes de prácticas en Economía no cumplían con los requisitos, algo que no sucedió en ningún caso con los entrevistados que estudiaron Administración y Dirección de Empresas. El cuestionario no ha podido recoger satisfactoriamente las múltiples razones por las que los individuos no quisieron o no pudieron finalmente realizar las prácticas solicitadas, de forma que queda una proporción considerable de aquellos que finalmente no las realizaron en la categoría de “otras razones”. Cuando nos fijamos exclusivamente en la distribución de las razones de quienes no realizaron prácticas, vemos las mismas tendencias, pero bajo otra perspectiva: de aquellos que no consiguieron realizar prácticas, una cuarta parte rechazó la práctica por no parecerle satisfactoria. Otra cuarta parte no cumplía los requisitos, y casi la mitad no las hizo por “otras razones”.
Las principales conclusiones que podemos extraer de las secciones anteriores en cuanto a la capacidad que las prácticas en empresa han demostrado para fomentar la inserción laboral de los egresados de nuestra Facultad, pueden resumirse del siguiente modo: los colectivos que con más frecuencia realizan prácticas son aquellos que en mayor medida conocen la oficina y solicitan prácticas. Los argumentos para solicitar prácticas cambian por sexo y titulación: las mujeres y los estudiantes de Economía las solicitaron más frecuentemente para empezar a trabajar, mientras que los varones y los estudiantes de ADE las demandan en mayor medida como medios para obtener créditos de libre configuración. Finalmente, sólo el 11 por ciento de quienes solicitaron prácticas no las realizaron, lo que respondió, aproximadamente en una cuarta parte de los casos a que no encontraron prácticas satisfactorias entre la oferta existente.