MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL PARA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA Y LA ARTICULACIÓN DEL TEJIDO EMPRESARIAL EN BAJA CALIFORNIA SUR

MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL PARA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA Y LA ARTICULACIÓN DEL TEJIDO EMPRESARIAL EN BAJA CALIFORNIA SUR

María Angélica Montaño Armendáriz (CV)
Universidad Autónoma de Baja California

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INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, han adquirido importancia los proyectos y estrategias orientadas al estudio de las dinámicas del desarrollo económico local, cuya particularidad es que el tejido empresarial, la sociedad, las instituciones gubernamentales y de investigación y educación superior, participan activamente en la planeación y gestión de las políticas de desarrollo en una región.

En el contexto actual, esta área de estudio ha evolucionado rápidamente como resultado de los cambios que han experimentado los modelos de desarrollo, convirtiéndose así en una área de estudio muy dinámica, debido -en gran medida- a que la economía mundial se caracteriza por escenarios de mayor complejidad, incertidumbre, riesgos y transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales (Pike, Rodríguez-Pose y Tomaney, 2011), lo cual está exigiendo de los encargados de planeación la búsqueda de nuevas alternativas a los complejos problemas económicos, siendo una de ellas el desarrollo económico local.  El “Desarrollo Local” –como paradigma- surge del proceso de globalización económica, por lo tanto es una rama de la economía relativamente reciente, aun así se ha convertido en un punto de referencia para el diseño e implementación de políticas y estrategias para impulsar el desarrollo de una región en particular, esto sin dejar de tomar en cuenta los factores exógenos a esa región.

En particular, el desarrollo económico local  se manifiesta como un nuevo modelo de análisis que incluye a las empresas locales, la capacidad de innovación y el aprovechamiento del potencial de desarrollo existente en las regiones, lo cual es algo más que un simple proceso de crecimiento de la renta per cápita o de la producción.  En este caso, el desarrollo económico se asimila a la noción de “crecimiento” con “cambio estructural”, es decir, a cambios (o diferencias cualitativas) y productividad; pero también implica (para los participantes en el desarrollo económico local) un cambio de actitudes y valoraciones, una eficaz reasignación sectorial de los recursos y una más adecuada conservación de la naturaleza y del medio ambiente (Noguera, Pitarch y Esparcia, 2009).

Para comprender –de mejor manera- lo que es y comprende el desarrollo local, es necesario definir las bases que lo sustentan, mismas que Vázquez Barquero plantea de la siguiente forma:

Las medidas a adoptar, según esta nueva concepción del desarrollo que valoriza lo local, tienen su principal punto de referencia en el territorio, en el potencial endógeno, en la cercanía a los problemas y a quienes los sufren, así como en la movilización, la cooperación y la solidaridad.  El desarrollo endógeno se convierte, de este modo, en uno de los factores que definen el desarrollo local. Por un lado, los emprendedores locales utilizan productivamente  el  potencial  local  para conseguir que sus productos sean competitivos y, por otro, las instituciones y los valores socio-culturales locales se convierten en la base de los procesos de desarrollo (Vázquez Barquero, 2005, p. 41).

En este mismo contexto, el Banco Mundial (2010) considera al desarrollo local como el trabajo conjunto que desempeña una comunidad, con la finalidad de alcanzar un crecimiento económico sostenido, que permita beneficios económicos y mejoras en la calidad de vida de las personas que viven en esa comunidad.  Para este organismo, la comunidad es entendida como una ciudad, un pueblo, área metropolitana o una localidad dentro de una nación, en cuyo desarrollo económico local intervienen los intereses de los gobiernos locales (aunque también es deseable que los gobiernos estatales y nacionales participen coordinadamente), las empresas, las universidades y los centros de investigación, con la finalidad de lograr un mejoramiento en la economía local.

Diversos especialistas en el tema señalan que, si bien no existe una definición comúnmente aceptada de lo que es el desarrollo local, en la práctica consiste en un proceso que supone la formación de nuevas instituciones, el desarrollo de industrias alternativas, un progreso en las capacidades de la mano de obra existente para hacer mejores productos  y la promoción de nuevas empresas; por lo que será el diagnóstico de cada territorio, el que entregará la información necesaria para incluir otros objetivos que le sean particulares y que, por tanto, requieran de un escenario a largo plazo para el uso eficiente de los recursos disponibles en la localidad y el flujo de ellos con el exterior (Vázquez Barquero, 2007). Las políticas y estrategias definidas a escala local, han dado muestras de una mayor capacidad (y sensibilidad) para percibir los problemas, así como de una mayor flexibilidad para responder –localmente- a los desafíos y tendencias de la economía global, tales como el desempleo y la reestructuración de los sistemas productivos (Nolan, 2003).

Desde la perspectiva latinoamericana (ILPES-CEPAL, 2011), las variables sobre las cuales se fundamenta el potencial para el desarrollo económico local (particularmente aquellas en las  cuales los gobiernos locales tienen cierta injerencia) se clasifican en cuatros grupos:

  • El primer grupo está referido al plano macroeconómico, en el cual los gobiernos centrales deben realizar su parte, manteniendo una economía estable (por medio de criterios eficientes de política económica) y creando un ambiente regulatorio explícito y positivo, que favorezca las inversiones.
  • El segundo grupo tiene que ver con una variable externa a los gobiernos locales, esto es la  presencia o ausencia de una cultura y espíritu emprendedor, elementos que no pueden crearse de la noche a la mañana, pero que –además- no son responsabilidad total de los gobiernos (pero si de los modelos educativos que impulsen esos gobiernos).
  • El tercer grupo se refiere a la infraestructura, en la cual los gobiernos locales desempeñan una función muy clara. Si bien es una actividad que les es familiar y bien definida, en muchas ocasiones se transforma en un obstáculo para el desarrollo económico local. De acuerdo a las experiencias de los gobiernos en América Latina, la infraestructura es un campo o área que registra grandes problemas, como proyectos incompletos o inconsistentes, financiamiento insuficiente, juicios equivocados acerca de la demanda, etc., lo que se traduce en funestas o inadecuadas inversiones, las cuales –finalmente- son un impedimento para un apropiado desarrollo económico local.
  • Finalmente estas instituciones consideran un cuarto grupo, mismo que se  configura por un conjunto de  variables que inciden en el desarrollo económico local, tales como: clima de negocios, cohesión social, planificación de estrategias y programas, capacitación y disponibilidad de equipos humanos locales; variables que –claramente- son del ámbito de responsabilidad de los gobiernos locales (pero que no siempre están dentro de sus capacidades).

En este mismo sentido resulta importante destacar a Vázquez Barquero, quien –como investigador pionero en el tema- señala al respecto: El desarrollo local debe entenderse como un proceso de crecimiento económico y cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población local, en el que se pueden identificar tres dimensiones: una económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de rendimiento suficientes para ser competitivos en los mercados; otra, sociocultural, en la que los valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo; y, finalmente una dimensión político-administrativa, en la cual las políticas territoriales permiten crear un entorno económico favorable, protegerlo de interferencias externas e impulsar el desarrollo local (Vázquez Barquero, 1993, p. 178).

Estas tres dimensiones (de las cuales se derivan los objetivos para la implementación de estrategias desarrollo económico local) son consideradas como básicas; sin embargo, una vez realizado el diagnóstico de cada territorio y en función de los sectores más dinámicos en la economía local, de las conexiones existentes entre la economía local y el exterior, así como del potencial de crecimiento existente, es posible identificar  otros objetivos que deberán de incluirse en las estrategias que se definan posteriormente. De ahí la importancia que todo estudio de desarrollo económico local se debe emprender a partir de un diagnóstico, al que –posteriormente- se le agrega una identificación de las vocaciones productivas, para de esta forma estar en posibilidad de  precisar estrategias que respondan a la problemática de la economía local (ILPES-CEPAL, 2011).

Por tanto, a diferencia de otras sub-ramas de la economía, en el desarrollo económico local es necesario partir de lo concreto, como lo es una región,  una entidad, una ciudad, en suma, de una localidad; a partir de ahí, se debe iniciar un diagnostico preliminar que permita saber con qué recursos se cuenta, cuales son escasos o del todo ausentes y, en función de ello, se deberían programar los pasos que se consideren más adecuados para la búsqueda de un entorno que conduzca o facilite el camino hacia el desarrollo económico. En este proyecto, se parte de la premisa conceptual que las posibilidades del desarrollo económico local se generan o propician a partir de los recursos endógenos que posee un determinado espacio territorial, el cual, a partir de la búsqueda y aprovechamiento de sus ventajas competitivas y de la definición del marco de referencia que condiciona el entorno externo, es posible proponer estrategias y objetivos que promuevan el desarrollo económico local, específicamente en el espacio geográfico y político-administrativo correspondiente al Estado de Baja California Sur, como espacio territorial definido para esta investigación.

Planteamiento del problema.

De acuerdo a los resultados obtenidos en diferentes investigaciones relacionadas con el desempeño de los modelos de desarrollo económico que se han implementado en Baja California Sur  en los últimos veinte años, es posible señalar que en materia económica la entidad enfrenta problemas de tipo estructural, así como un entorno de relativo estancamiento, el cual se ha intensificado por la situación de las crisis económicas y problemas coyunturales que ha enfrentado el país en los últimos años. Estas circunstancias se reflejan en la problemática y/o factores que caracterizan la estructura económica del estado, entre los cuales destacan:

  • Escasa articulación de los sectores y sistemas productivos locales.

Un breve análisis  de la situación que presenta el desarrollo económico de Baja California Sur en la actualidad, permite referir que -en los últimos años- la economía estatal se ha reorientado –vigorosamente- hacia una economía terciaria, enfocada hacia el sector servicios. Dada esta situación, se observa –por ejemplo- un deterioro y escasa participación del sector agropecuario en la economía estatal (principalmente agricultura, ganadería y pesca), así como un claro dualismo en el sector servicios (básicamente representado por comercio y turismo), lo cual se refleja en el hecho que la economía de Baja California Sur se vuelve más dependiente de las actividades turísticas.  De acuerdo a Fuentes y Sastré (2001), en el ámbito estatal la fortaleza de los sectores comercio y turismo, los hace presentar una relativa independencia con respecto al resto de la economía, lo que habla de una estructura productiva escasamente articulada; al respecto, este autor señala que los proyectos económicos a impulsar, deberían tomar en cuenta las interrelaciones de la estructura productiva, ya que de lo contrario se termina por responder con procesos reactivos y visiones de corto plazo; a partir de estos comentarios, se asume la necesidad de un replanteamiento de las estrategias de desarrollo, buscando orientar esas estrategias a la articulación de los sistemas productivos locales con una perspectiva hacia plazos más largos.

Un breve análisis de la estructura económica del estado en el periodo 1990-2010, permite detectar el crecimiento del sector servicios en el contexto de la economía estatal, mientras  que sectores como el agropecuario y pesquero han disminuido su participación en el PIB estatal (en la década de los setenta y ochenta eran los que registraban el mayor dinamismo y crecimiento).  Por su parte, la industria manufacturera es uno de los sectores con menor participación en el PIB (entre 2000 y 2010 presentó tasas negativas al disminuir de un 5.0% al 2.9% del total), aunque cabe aclarar que en los últimos veinte años este sector  no ha recibido un adecuado impulso. En forma paralela al cambio en la composición económico-productiva, también se modificó la estructura del empleo en el estado; de esta manera, el volumen de empleos en los sectores primario y secundario retrocedió del 18.5% y 19.0% del total en 1990, al 7.0% y 7.6% respectivamente en el 2010 (INEGI, 2009); por su parte, el sector servicios aumentó del 59.5% al 76.0% del empleo estatal para el mismo periodo de análisis.

En el sector servicios de Baja California Sur, se observa una marcada concentración de las actividades económicas derivadas de la importante derrama que genera el sector turístico (hotelería, restaurantes, transportes, entretenimiento así como los servicios inmobiliarios) hacia el sector comercio; en conjunto, ambos sectores aportaron el 57.0% del total de población ocupada, tal como lo registra el censo de 2010.  Este contexto económico ha propiciado una escasa  diversificación y poco aprovechamiento de las vocaciones y potencialidades productivas de las regiones y localidades de la entidad, aunado a una fuerte dependencia de las actividades económicas derivadas o relacionadas con el turismo; a su vez, es evidente la debilidad que presentan actividades como: pesca, acuacultura, agricultura y minería, actividades que (por las características geoeconómicas propias del estado, su condición casi insular, sus recursos naturales y su localización) deberían convertirse en vocaciones productivas casi de manera natural.  A lo anterior se debe añadir la escasa presencia de un sector industrial,  que no solo agregue valor a los  productos primarios sino que también pueda articularse con las demandas del sector servicios, especialmente aquellas que se derivas del turismo y actividades  conexas, mismas que -a la fecha- son cubiertas a partir de recursos exógenos a la entidad o importados desde el exterior (Montaño Armendáriz y Pérez Concha, 2012).

En general, las características de la estructura económica de Baja California Sur, resultan en una exigua integración de cadenas productivas y, por lo tanto, de un desarrollo económico desvinculado de la economía local, lo que dista bastante de los fundamentos del desarrollo económico local.  También se observa una escasa e incipiente coordinación entre los sectores público y privado, entre el gobierno y la sociedad civil,  así como una insuficiente gestión político–administrativa de los gobiernos locales (municipios)  y el estatal, la cual quedó relegada al papel de recaudador de los impuestos, derechos y aprovechamientos (en particular los generados por la actividad turística e inmobiliaria en la zona sur del estado).  Al respecto, resulta pertinente añadir que en el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2015, se identifica como una prioridad la integración de planes estratégicos y proyectos orientados a la reconversión económica y productiva  del estado, con los que se busca revertir los desequilibrios regionales y consolidar el mercado interno. El mismo documento integra, como una estrategia de alta prioridad, el “vincular la capacidad productiva con las potencialidades y vocaciones de cada región de Baja California Sur” (Gobierno del Estado de Baja California Sur, 2011).

  • Dependencia del turismo como “Sector Clave”.

Un elemento considerado como un importante factor en este análisis contextual, es que en los últimos años a la vez que se ha “terciarizado” la economía de la entidad, también se ha generado una notoria dependencia hacia el sector turismo (y actividades ligadas directamente), el cual ha sido considerado como “sector clave o motor de crecimiento” por las administraciones políticas desde los años noventa. Si bien el turismo ha propiciado economías externas, estas no han sido aprovechadas; esta situación se hace más compleja, cuando se observa que el modelo de desarrollo turístico aplicado en las últimas tres décadas, muestra evidentes signos de haber alcanzado la fase de madurez.

En Baja California Sur existen tres municipios en los que se desarrolla el turismo como  principal actividad económica: Los Cabos, Loreto y La Paz. De estos, el primero es el principal destino de Baja California Sur  y uno de los tres destinos turísticos de sol y playa más importantes de México (considerando la generación de divisas, la oferta de cuartos, el número de unidades de tiempo compartido y la calidad de la infraestructura para el turismo).  El impulso de esta actividad en Los Cabos tiene su origen en 1976, con la creación de un polo de desarrollo a partir de una pequeña región, misma que –en la actualidad– es la de mayor crecimiento económico y demográfico del estado, además de ser la que captó la mayor cantidad de inversión pública y privada en el estado en los últimos 30 años; esta acción (básicamente del gobierno federal) ha sido la de mayor impacto en la estructura económica y territorial de la región sur de Baja California Sur.  Sin embargo, después de alrededor de 20 años de constante y acelerado crecimiento, a partir de 2008 los principales indicadores turísticos en esta zona comenzaron a mostrar signos de debilitamiento, a lo cual se debe agregar el negativo efecto de la crisis económica en Estados Unidos (principal origen del turismo); es así como entre 2007 y 2010 la afluencia de visitantes descendió de 1.45 a 1.13 millones; al mismo tiempo, el promedio de ocupación hotelera decreció del 70.0% al 59.0% y disminuyó sustancialmente el ritmo de crecimiento de la construcción de infraestructura turística, de mega proyectos inmobiliarios y de tiempos compartidos, situación que afectó directamente a sectores como la construcción y el comercio, entre otros (Montaño Armendáriz y Pérez Concha, 2011).  A estos factores, se debe agregar una fuerte y creciente competencia, nacional e internacional, con otros destinos  ubicados en el mismo segmento de mercado.

c) Polarización del sistema económico.

Tal como se ha mencionado, la economía estatal se caracteriza por su dependencia hacia las actividades relacionadas con los servicios en general y el turismo en particular,  propiciándose así una polarización del sistema económico (entendido como la concentración del dinamismo económico de la entidad); así lo refieren los indicadores macroeconómicos y la estructura económico-productiva de la entidad, situación que ha patrocinado la concentración de población, servicios, empresas y -por ende- del empleo en el territorio sur del estado, de ahí que esta región se convirtió (en los últimos veinte años) en la de mayor impacto en la estructura económica, social y espacial de la entidad, facilitando así, entre otros aspectos:

  • Un importante flujo de inmigración, principalmente desde Guerrero, Sinaloa, Estado de México, Distrito Federal y Oaxaca.
  • Considerables inversiones en infraestructura turística, de servicios, comercio, comunicaciones, transportes y servicios urbanos.
  • Un impresionante crecimiento de la planta hotelera y extra hotelera, así como de servicios y comercio ligados a esta actividad.
  • La transformación de las actividades del municipio en una economía de servicios dependiente -en gran medida- de la actividad turística.

Actualmente Los Cabos concentra el 70.0% de la actividad, oferta e infraestructura turística de Baja California Sur. Juntos, los municipios de Los Cabos y La Paz, aglutinan el 77.0% de la población del estado, registran el 81.0% del total de empresas y el 79.0% de empleos que se generan en Baja California Sur (INEGI, 2009).

En términos generales, la polarización de la estructura económica y su concentración en los municipios de Los Cabos y La Paz, se refleja en el crecimiento del sector servicios y su mayor participación en el PIB estatal, básicamente a partir del impacto económico que genera la actividad turística, cuya derrama económica se extiende –además de la hotelería- a restaurantes, comercio, transporte, servicios inmobiliarios, así como a la industria de la construcción, sector (este último) que para el periodo de análisis fue favorecido por el desarrollo y construcción de  mega-proyectos turísticos e inmobiliarios (principalmente en Los Cabos).

El crecimiento y concentración del sector servicios se observa claramente en el PIB, por cuanto en 1990 la suma de los subsectores que lo componen aportaban el 32.0% del PIB del estado, porcentaje que se incrementa al 56%para el año 2010, siendo los sectores perdedores (tal como se mencionó anteriormente) la agricultura, ganadería y pesca, así como el sector manufacturero, cuya contribución conjunta al PIB estatal disminuye del 11.0% en 1990 al 4.4% para 2010 (INEGI, 2009).  De acuerdo a especialistas en el tema (Martínez Pellégrini, 2008), la estructura económica de Baja California Sur se caracteriza por su analogía con otras regiones del país que también han sustentado su desarrollo en uno o dos sectores claves, cuya política pública giró en torno de la atracción de inversiones (que en la mayoría de los casos fue preferentemente extranjera), sin dar atención a la distribución integral y equitativa de estas inversiones y sin propiciar la articulación de los agentes económicos locales con dicho crecimiento económico, y  que –además- adolecen de una planeación con visión a largo plazo.  En realidad, a nivel estatal la implementación de estrategias con enfoque del desarrollo local, han sido bastantes limitadas.

Justificación y pertinencia

Aun cuando se reconoce la importancia e impacto que para la economía de Baja California Sur ha registrado la actividad turística (sustentada en el modelo tradicional de sol y playa), tal como se mencionó anteriormente este sector está alcanzando su etapa de madurez, así lo refieren los indicadores estadísticos y el deterioro de su imagen comercial, urbana, ambiental, etc.  Se asume que si continúa el actual modelo de desarrollo turístico se estará arriesgando la viabilidad futura del destino, motivo por el cual resulta necesario analizar, discutir y/o proponer alternativas para generar un modelo de desarrollo más amplio (que no dependa de una sola actividad económica), fundado en la identificación y posicionamiento de sus vocaciones y potencialidades, que integre políticas públicas y estrategias que fomenten acciones más distributivas e integrales en materia económica, lo cual -desde nuestra óptica- es posible alcanzar con un modelo enfocado teóricamente en el desarrollo económico local; se asume que así será posible afrontar –de manera más o menos adecuada- los retos de competitividad y sustentabilidad que requiere actualmente un destino turístico internacional.

En términos de desarrollo económico, Baja California Sur se ha caracterizado por su dependencia respecto del diseño de los modelos de crecimiento, los cuales siempre se han aplicado con una visión tradicional y diseñados de manera exógena y centralizada, respondiendo más a políticas públicas del centro del país que a la incorporación y fomento de las potencialidades de su desarrollo endógeno. Asimismo, los planes y programas de desarrollo adolecen de las proyecciones y de la cuantificación de las dimensiones y efectos de los mismos en los ámbitos económico, social, ambiental etc.  Se observa, además, una desarticulación de las autoridades locales (llámese municipales y estatales) respecto de los proyectos de desarrollo económico y  regional.  También se ha percibido que en los procesos de planeación del desarrollo, no se han incorporado los principales agentes y actores del desarrollo local, esto se deduce de los análisis e investigaciones realizados.  

También, es conveniente referir que las estrategias aplicadas han sido más bien de tipo reactivo, generalmente como respuesta a una problemática específica de la entidad, por lo que no siempre se ha incorporado una perspectiva y una visión a más largo plazo.

Si bien el actual Plan Estatal de Desarrollo 2011-2015, identifica como una prioridad la integración de planes estratégicos y proyectos orientados a la reconversión económica y productiva e integra como una estrategia de alta prioridad “vincular la capacidad productiva con las potencialidades y vocaciones de cada región de Baja California Sur” (PED 2011-2015, p. 15), a la fecha no se ha formulado propuestas concretas en relación a un modelo de desarrollo económico alternativo, observándose políticas y programas aislados, más orientados hacia una perspectiva redistributiva y con carácter asistencial y no a partir de la identificación de los recursos y potencialidades existentes en cada sistema productivo territorial, problemática que –al final de cuentas- resulta ser un factor común en la mayoría de los países de América Latina, tal como lo refiere (Alburquerque, 2004).

Por lo tanto, a la luz de problemática que enfrenta Baja California Sur, se reitera la importancia de plantear propuestas de modelos de desarrollo alternativos, fundadas en: primero, la identificación y/o exploración del potencial endógeno; segundo, la articulación de los actores del desarrollo económico local a dicha dinámica de desarrollo y; tercero, una mayor integración de Baja California Sur al entorno internacional (considerando los factores exógenos del mismo) a partir de un adecuado proceso de planeación estratégica.

La trascendencia de esta investigación radica, principalmente, en el enfoque propositivo y en la aplicación empírica que se tiene proyectado realizar, así como en la importancia que actualmente tiene el tema objeto de análisis y su aportación al conocimiento para abordar los temas del desarrollo local desde una dimensión económica; lo anterior sin dejar de incorporar los aspectos de desarrollo y cooperación institucional y político-administrativa, así como de los entes y entidades que componen la estructura productiva (sector empresarial).

El presente estudio surge de la labor de investigación y vinculación que ha realizado la autora en el estado de Baja California Sur. Específicamente, se origina en la experiencia que proporciona el haber colaborado en diversos proyectos de investigación, así como en programas de extensión interdisciplinarios, cuyo objetivo era tratar de implementar acciones para promover el desarrollo económico de la entidad a partir de las decisiones locales.

Mediante este proyecto de investigación, se pretende que los responsables del desarrollo económico en Baja California Sur (llámese gobiernos locales, sector empresarial, sociedad civil y gobierno central), puedan disponer de un modelo de desarrollo que integre propuestas (elaboradas con rigor científico) y alternativas para enfrentar la problemática que representa el impulso de la economía en la entidad, todo lo anterior sustentado en la metodología del desarrollo económico local y teniendo como ejes, la articulación de los sistemas productivos locales y la diversificación de la estructura de la economía estatal.

Un elemento adicional para determinar la pertinencia, factibilidad y aporte de una investigación aplicada al desarrollo económico local, radica en que la generación de conocimientos sobre esta temática permitirá efectuar recomendaciones y, en consecuencia, revisar y/o considerar (en su caso) el proceso de formulación y articulación de las políticas tendientes a la gestión del desarrollo económico local (en general) y el turismo (en particular) en Baja California Sur.

Cabe resaltar que la mayor trascendencia de este proyecto de investigación, radica en que se busca su aplicación empírica en las localidades de los municipios de Baja California Sur seleccionado como estudio de caso.

Los usuarios –directos e indirectos– de los productos esperados de este proyecto de investigación aplicada son, en primer término, las instituciones y organismos de la administración pública que tienen responsabilidad en los procesos de planeación del desarrollo económico, llámese: Municipios, Secretaria de Promoción y Desarrollo Económico del gobierno del estado, los Institutos Municipales de Planeación de La Paz y Los Cabos, las representaciones federales de las Secretarias de Turismo, Economía y Desarrollo Social; además de las organizaciones representativas del sector privado, tales como: las Asociaciones de Desarrollo Inmobiliario, de Hoteles y de Desarrollos de Tiempo Compartido, Consejo Coordinador Empresarial; así como de: Organizaciones no gubernamentales, colegios de profesionales e instituciones educativas en Baja California Sur.

Preguntas de investigación

  • ¿Es posible lograr sistemas productivos locales más articulados, que contribuyan a un desarrollo equilibrado y una economía local más diversificada, a partir de la identificación del potencial de las vocaciones productivas, organización del tejido empresarial y la articulación de los actores del desarrollo local?
  • Como parte de las características de la estructura económica de Baja California Sur ¿se registra una escasa articulación entre los sectores y sistemas productivos locales, provocándose así una desvinculación de la economía con el desarrollo local?
  • ¿La dependencia hacia las actividades relacionadas con los servicios en general y el turismo en particular, propician una polarización del sistema económico?
  • Respecto de la asociación entre los actores del desarrollo económico local ¿esta posible asociación fortalece los niveles de cooperación inter-empresarial e institucional y favorece un mejor aprovechamiento de las vocaciones y potenciales productivos de la economía local?

OBJETIVO GENERAL

Generar una propuesta para diseñar un modelo alternativo, que propicie la organización y diversificación de los sistemas productivos locales, así como la articulación de los actores del desarrollo territorial en Baja California Sur, fundamentado en el enfoque metodológico del desarrollo económico local,  a partir de la aplicación de técnicas cuantitativas que orienten la mejor selección de las variables a considerar en el modelo propuesto.

Objetivos específicos

  • Analizar y describir los fundamentos teóricos del Desarrollo Económico Local, identificando su incidencia en las diversas acciones y políticas orientadas a fomentar la articulación y la diversificación productiva interna y la construcción de un desarrollo equilibrado y una economía local más diversificada.
  • Ejecutar un diagnóstico estratégico y de componentes principales del desempeño de la dinámica económica territorial en Baja California Sur.
  • Examinar el modelo y políticas de desarrollo económico aplicadas en Baja California Sur, en particular en el período que media entre 1999 y 2012.
  • Identificar, analizar e integrar la percepción de los empresarios de Baja California Sur, respecto de las principales variables y dimensiones del desarrollo económico local, y de cómo estas influyen en el desempeño de su actividad empresarial.
  • Formular estrategias que incorporen alternativas que promuevan esquemas de organización, para impulsar las capacidades del tejido empresarial de Baja California Sur.

HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN

  • Hipótesis principal: A partir de la diversificación económica, de la organización del tejido empresarial y la articulación de los actores del desarrollo endógeno, es posible desarrollar vías potenciales de modificación del modelo económico de Baja California Sur, que contribuya a un desarrollo local más equilibrado e integral.
  • Hipótesis particular 1: Las características de la estructura económica de Baja California Sur, registran una limitada articulación entre los sectores y los sistemas productivos locales, lo cual provoca una reducida vinculación con la economía y el desarrollo local.
  • Hipótesis particular 2: En las últimas dos décadas la industria turística ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo económico de Baja California Sur, generando -a su vez- una fuerte dependencia y polarización, tanto geográfica como económica, en torno a esta actividad, sin lograr generar una articulación con los sistemas productivos locales; se observa además, un agotamiento del modelo turístico aplicado.
  • Hipótesis particular 3: La asociación entre los actores del desarrollo económico local, fortalece los niveles de cooperación inter-empresarial e institucional y favorece un mejor aprovechamiento de los recursos y vocaciones productivas de la economía local

Con base en los objetivos e hipótesis planteadas, se llevó a cabo la investigación que presenta los resultados y estructura del trabajo en seis capítulos. En el primero, se aborda la evolución y desempeño de las políticas públicas relacionadas con el desarrollo económico en Baja California Sur; este capítulo inicia con una referencia a las políticas de desarrollo local a nivel internacional, centrándose  en el contexto la aplicación de esas políticas en América Latina.  Posteriormente, se realiza un análisis descriptivo de las políticas públicas que -a nivel central o federal- que han influido en el desarrollo económico de Baja California Sur, en particular desde que el estado se transformó de territorio en una entidad  federativa; por ello, y con la finalidad de identificar y evaluar el papel del gobierno estatal en las políticas de promoción al desarrollo económico, se analizan los Planes Estatales de Desarrollo (PED) para las administraciones que van desde 1991 hasta el PED 2011-2015.

El segundo capítulo,  se orienta al análisis de los fundamentos teórico-conceptuales que sustentan las teorías del desarrollo local; se describen las principales escuelas o corrientes teóricas de pensamiento, las características y recursos requeridos para que se pueda dar el desarrollo económico local, así como los elementos fundamentales que respaldan a los principales actores que intervienen en el desempeño exitoso de la economía local. 

En el tercer capítulo se describe –detalladamente- la metodología aplicada en el trabajo de  investigación, partiendo con la matriz de congruencia del proyecto; posteriormente se explican las técnicas de análisis multivariante como lo es el análisis de componentes principales y el diseño y criterios de aplicación del cuestionario a empresas; para la evaluación de este último, se recurrió al análisis factorial confirmatorio, a través del modelo de ecuaciones estructurales.

En el capítulo cuarto, se abordan y analizan los principales antecedentes, indicadores y tendencias que han incidido en el desarrollo y conformación de la estructura económica de Baja California Sur, esto con el objetivo de generar una breve visión del área geográfica que es objeto de estudio.  Este capítulo incorpora además, los resultados obtenidos en el análisis de componentes principales, mediante la explicación detallada de la denominada “Dinámica Económica Territorial” de Baja California Sur, así como la trascendencia y el papel que ha representado el turismo como factor de desarrollo en la economía del estado.

En el quinto capítulo  se presentan los resultados obtenidos a partir de la aplicación empírica del modelo propuesto, la información se genera en el trabajo de investigación de campo, mediante la aplicación de cuestionarios personalizados a directivos y ejecutivos del sector empresarial de la entidad, mismos que se evaluaron con base en el análisis factorial confirmatorio mediante el modelo de ecuaciones estructurales.

Finalmente, en el Capítulo sexto, se presenta la propuesta con la que se busca diseñar un modelo alternativo que propicie un desarrollo económico más equilibrado e integral en Baja California Sur, mismo que se integra a partir de tres ejes conductores: organización y diversificación de los sistemas productivos locales, la articulación de los actores del desarrollo local y las particularidades del mercado laboral.