APORTACIÓN AL INICIO DE UNA EXPERIENCIA DE DESARROLLO SOCIO-ECONÓMICO; BASADA EN LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, EN UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO DE YUCATÁN. EL CASO DE TELCHAC PUEBLO

APORTACIÓN AL INICIO DE UNA EXPERIENCIA DE DESARROLLO SOCIO-ECONÓMICO; BASADA EN LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS, EN UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO DE YUCATÁN. EL CASO DE TELCHAC PUEBLO

Gustavo Barredo (CV)

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Validación      de        la         información    y          Obtención       de hallazgos de la investigación.

INTRODUCCIÓN.

El problema de vulnerabilidad social asociado con la comunidad rural de Telchac Pueblo, invita a una urgente reflexión fenomenológica sistémica (histórico-estructural/funcional), analizando las posibles fuerzas modificadoras de la situación desde el interior del sistema mismo; es decir de modo endógeno (estructural), pero incorporando al mismo tiempo las características propias de su entorno (funcional).

El primer hallazgo desarrollado en este capítulo, acerca de los principios organizadores en una sociedad entramada en la vulnerabilidad social, es que dichos principios se presentan asociados de manera antagónica: contradicción dependencia/desarrollo como una totalidad; es decir, no podemos hablar de desarrollo sin contemplar el problema de la dependencia y viceversa.

Se considera poco pertinente iniciar la discusión buscando el entendimiento del desarrollo a través de una definición abstracta, general y encaminada hacia la búsqueda del desarrollo comunitario perfecto (enfoque trascendentalista). Llegar a una definición unánime de desarrollo en una comunidad seria una quimera, ya que existen muchos atributos difíciles de definir y acordar.

El enfoque presentado en este trabajo expone los principios del desarrollo en función de las vidas y libertades de las personas involucradas en el proyecto (un enfoque comparativo), pero con miras a un desarrollo comunitario al alcance de las mayorías campesinas y no de élites minoritarias. (Capítulo 3)

Este trabajo no pretende profundizar en un conocimiento meramente causal, ya que el análisis lineal tipo causa-efecto se observa muy limitado. En cambio, se investigaran los elementos que resultan vitales para el cambio, las relaciones entre ellos así como el papel que tiene su entorno, de forma que modificando la organización misma sea posible gatillar la iniciativa de un proceso de aprendizaje encaminado a un proyecto concreto de desarrollo.

Se parte de la realidad construida en base a nuestras percepciones, pero al mismo tiempo una realidad percibida como inacabada, una realidad transformable. Volviendo a la cuestión central:
¿Cuáles son los principios que constituyen y gobiernan la dualidad desarrollo/dependencia desde la perspectiva sistémica? ¿Cuáles son esos aspectos que permiten la realización del cambio? ¿Cuáles son las palancas que pueden generar una transformación? Partamos del diagnóstico realizado.

Se analizará la experiencia partiendo de los hechos y vista desde los logros y limitaciones que se tienen para invitar a un ejercicio de reflexión que gatille el proceso de aprendizaje grupal que tanta importancia tiene en el proyecto.

Este proceso de aprendizaje, en cuanto proceso, tiene el objetivo de entrenar a los participantes en el arte del pensamiento estratégico, de forma que puedan ver los sistemas que subyacen, los patrones que urden el orden de la realidad que se percibe. Por otro lado, uno de los objetivos terminales de dicho proceso es la construcción grupal, incluyendo a los participantes del equipo piloto y los investigadores  de una propuesta de intervención que permita implementar y/o modificar los principios detectados como transformadores del sistema social presenta en la comunidad de Telchac Pueblo.

UNA PROFUNDIZACIÓN EN EL EJE HISTÓRICO.

En este análisis se puede observar que el funcionamiento de una comunidad está marcado en gran medida por la manipulación de su entorno. Especialmente una comunidad con sistema social vulnerable es presa fácil de las dádivas miserables del gobierno, para mantenerlas en ese estado de pobreza, además de resultar una oportunidad para los mercados, tanto laboral para la explotación, como el de productos (commodites) con un pago de precios totalmente injustos, que dejan a los productores como centros de costos y al sistema de comercialización tradicional con todos los dividendos.

Sin embargo, esta historia no se ha dado al azar, sino se ha dado al servicio de intereses por controlar y utilizar a las comunidades y sus recursos para fines económicos y políticos; es decir, de poder.

Según Arzate, “Se puede pensar en la pobreza como una condición humana histórico- socialmente instituida que resume, potencia y reproduce una serie de relaciones de explotación, discriminación, y exclusión… Cuando hablamos de pobreza debemos pensar en un hecho social de dominación y degradación de la condición humana de aquellas personas estigmatizadas como pobres por parte del mercado, el Estado, e incluso por ciertas concepciones de las ciencias sociales que piensan la pobreza sólo como una serie de fenómenos de carencia económica monetaria” (Arzate, 2004: 220).

Ante esto el cooperativismo ofrece un futuro cargado de esperanza para poder alcanzar un sistema social fortalecido, cooperativo y preparado para resistir embates tanto técnicos como ideológicos. Para ello hay que fortalecer sistemas de cooperación a fin de obtener economías de escala basadas en la formación de redes.

Podemos contrastar esta afirmación con una experiencia documentada por Arzate, de una comunidad indígena en el norte de México, donde la creación y el fortalecimiento de una cooperativa dedicada a la explotación e industrialización de un yacimiento de cantera rosa, los socios gana entre 2 y 3 salarios mínimos al mes, (entre 187 y 280 euros); es decir, más del doble de lo que se ganaría como jornalero.

Entre los beneficios que tiene los socios es el de poder costear a sus hijos una educación universitaria o tecnológica, además de contar con esquemas micro financieros. “Este proyecto representa la principal esperanza de esta comunidad para generar empleo” (Arzate, 2004: 209).

La enseñanza que nos deja la historia del henequén debe ser aprovechada para un proceso de aprendizaje de tercer bucle. La situación del henequén representaba una oportunidad excelente para desarrollar un sistema de organización socioeconómica entre los productores, que sirviera como medio para iniciar un proceso de desarrollo comunitario territorial. Sin embargo sirvió para ejercer un modelo empresarial que dejaba al productor en calidad de obrero con sueldos bajos, a directivos en calidad de ejecutivos con ingresos muy superiores, y principalmente dejar al gobierno en condiciones económicas que permitieron el despilfarro, corrupción y dispendio.

Aún cuando la calidad y percepción del producto (henequén) era de excelente aceptación, y la demanda del mercado era buena y en crecimiento constante, lo cual representaba posibilidades de éxito, la experiencia termina dejando una estela de pobreza, marginación y subdesarrollo a todos los productores, familias y comunidades que subsistían con ello.

En primer lugar nunca hubo una participación adecuada de la riqueza generada. Como hemos mencionado, la riqueza se acumulaba en el estado y no era retribuida con la construcción de una adecuada estrategia de desarrollo humano para la población, como por ejemplo con una adecuada educación popular.

Por otro lado, la nula innovación al producto final, la no generación de valor agregado al producto, la no diversificación, hizo que al ser sustituido el producto natural (fibra de henequén) por productos sintéticos, la crisis fuera total y no hubiera donde colocar la producción. Al no haber plan alternativo que considerara esta posibilidad, la debacle fue total.

Contrastando con una experiencia de terreno en el transcurso de la investigación, en una visita que realizaron varios profesores e investigadores extranjeros a la comunidad de Telchac Pueblo, específicamente en la hacienda “San Eduardo”, donde todavía existe un cierto nivel de producción de henequén, había un depósito de bagazo de henequén que es un subproducto considerado en su mayoría como desperdicio en el proceso, o en el mejor de los casos subutilizado. Uno de los investigadores, el Dr. Nimal Jayaratna, quien labora en una universidad de la Gran Bretaña, profesor de sistemas y metodologías para el cambio, en la Manchester Metropolitan Business School, observó que ese subproducto podría tener un valor agregado importante para su comercialización. Difícil de creer resulta que en Yucatán no existan investigaciones serias e importantes y enfocadas a resultados reales con esta finalidad.

Sin embargo este desplazamiento de la fibra de henequén y declive de la industria, no hubiese sido devastador de no haberse canjeado en su totalidad las tierras de cultivo para el autoconsumo por áreas de cultivo del henequén con la única finalidad de comercialización, poniendo en alto riesgo la seguridad alimentaria de las comunidades dedicadas a la producción henequenera.

UNA PROFUNDIZACIÓN EN EL EJE ESTRUCTURAL/FUNCIONAL. EXPLICACIÓN “EN PRINCIPIO”.

La “explicación en principio” desde la perspectiva de este análisis, en cuanto a la identificación de los principios organizadores del sistema social de vulnerabilidad de la comunidad de Telchac Pueblo, así como la relación entre ellos y con el entorno de la comunidad, se ha expuesto ya como una contradicción dependencia/desarrollo. Sin embargo ¿Cuáles son los principios que interactúan y forman esta contradicción? ¿Es posible modificarlos?

En cuanto a la perspectiva estructural:

No existe ningún tipo de organización formal o informal que ponga las condiciones para la interacción profunda entre los protagonistas del desarrollo comunitario; es decir, los mismos habitantes. Una organización que permita la emergencia de un sistema social de cooperación que fortalezca su tejido.

No existe un proceso fundamental de auto percepción comparativa y aprendizaje, encaminado a gatillar un cambio en el sistema social que envuelve a la comunidad, capaz de romper el círculo vicioso de pobreza/vulnerabilidad para fortalecerlo hacia la cooperación y creación de una organización de redes sociales capaces de construir nuevas estructuras más incluyentes.

La pobreza crónica crea una disposición mental para ajustar los deseos a las circunstancias para hacer más tolerables las situaciones adversas, una manera de vivir en paz. Le gente en pobreza puede carecer de coraje para cambios radicales. En cambio, ajusta sus aspiraciones a lo poco que percibe como factible. (Capítulo 3).

En cuanto a la perspectiva funcional:

El entorno prevaleciente es la manipulación al servicio de los intereses políticos y económicos que refuerza el círculo vicioso dependencia/pobreza/dependencia hacia los  partidos  políticos,  muchas  veces  percibidos  como  la  única  fuente  posible  de ingresos a corto plazo, a través de los programas pseudo sociales que manejan.

Freire habla del fenómeno de dependencia como identificado al subdesarrollo, y efectivamente, la estrategia política se encamina al fortalecimiento de este mal, buscando en el fondo que no sea posible crear un sistema socioeconómico autogestivo y crítico, capaz de exigir a las autoridades lo que en derecho les pertenece, en lugar de agradecer dádivas.

La estrategia alternativa de crear un sistema social cooperativo, es perseguida por las autoridades, inicialmente por las autoridades tributarias del país, ya que se podría volver un peligro desde la perspectiva del acceso y conservación del poder por la clase política.

Pareciera en principio, más inteligente disfrazar la filosofía cooperativa bajo figuras legales diferentes a las cooperativas, como las Asociaciones Civiles (A.C). Esa ha sido la historia del siglo XX en las organizaciones con filosofía cooperativa en México. Sin embargo; el Maestro Oswaldo Cámara Repetto, un activista de este movimiento (cooperativo) en México, manifiesta, en nombre del sentir general del movimiento su inconformidad, y al mismo tiempo plasma la necesidad de que las autoridades reconozcan en la práctica la importancia de este tipo de organizaciones para el desarrollo social tan necesario en el país. Ya no quieren esconder cooperativas bajo otros figuras legales, quieren ejercer su constitucional derecho fundamental de libertad tutelado por nuestra Carta Magna.

La visión histórica reconstruida ayuda a recuperar, al menos en nuestra conciencia, la realidad histórica estructural de la gran cultura maya, muy diferente a la actual. Sería importante preguntar ¿Cómo recuperarla? ¿Cómo despertar la majestuosidad de una cultura tan desgastada y dañada?

¿Qué necesita Telchac Pueblo, a la luz de la experiencia de Mondragón considerada desde el contexto de Yucatán, para poder alcanzar un desarrollo económico y social justo y sustentable?

¿Qué impedimentos presenta la comunidad de Telchac Pueblo para poder aprehender una experiencia de tipo Mondragón y sintetizar un conocimiento nuevo, aplicado a su realidad y bajo qué condiciones principales puede poner en marcha una estrategia que le permita la superación de la pobreza (mejoramiento del empleo y la calidad de vida de la comunidad), pero también otras condiciones de índole psico-sociológico y cultural?

Aun cuando Mondragón supone un modelo a seguir en cuanto a la construcción de principios fundadores de la experiencia que buscamos construir, no podemos dejar de realizar un análisis más crítico y observar que aunque existían similitudes importantes con el Mondragón de los años 50, en cuanto a la situación social como desempleo, pobreza, etc. existían también diferencias diametrales.

Una de ellas era la relación comunidad-gobierno, recordando que Mondragón se volvió bastión de resistencia ante el régimen franquista, lo que puso en condiciones de todo o nada a la propia comunidad. No había políticas pseudo sociales que fomenten la dependencia.

Otra diferencia fundamental es la identidad cultural. En  visitas de campo al país Vasco, específicamente en una estancia a la comunidad de Oñate, sede de la facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Mondragón, se constató la importancia y el orgullo cultural de ser Vascos. El idioma euskera es obligatorio al igual que el castellano para todo asunto oficial. En el país Vasco del norte los fines de semana en los parques la gente espontáneamente realiza bailes tradicionales con orgullo.

En Yucatán todo esto está desapareciendo, el idioma, la vestimenta, los bailes, se utilizan solo para comercializar turísticamente, pero el orgullo de ser maya ha sido arrancado del corazón de la comunidad.

La tercera diferencia importante es que Mondragón ha tenido una larga tradición en la industria metalúrgica, por lo que no resultó ajena la posibilidad de incursionar en empresas de este ramo para dinamizar la experiencia de desarrollo. En Telchac Pueblo, como comunidad rural, la industria es inexistente, el campo y el trabajo asalariado en las maquiladoras suelen ser las únicas posibles opciones. Esta situación actual percibida tal vez como fatalista, no significa de manera alguna que no se puedan construir rutas alternas para romper ese círculo de dependencia y vulnerabilidad social.

El campo es a Telchac Pueblo actual, lo que la metalurgia era al Mondragón histórico, en el sentido de presentar oportunidades posibilitadoras para un verdadero desarrollo.

Por lo que la respuesta a la última serie de preguntas que se plantean en la parte liminar, deben redirigirse hacia otras experiencias que nutran la construcción del modelo.

¿Qué estrategia puede desarrollar la comunidad, para alcanzar estos objetivos? ¿Cuáles son las metas intermediarias? ¿Con qué ritmo se puede avanzar? ¿Qué financiación se puede lograr, de dónde? ¿En qué personas puede apoyarse la puesta en marcha y estabilización de un tal proceso? ¿Qué apoyo político-institucional es factible, quién lo puede organizar? ¿Qué papel puede jugar la universidad en tales procesos?

La experiencia AMAP ha sido entonces de gran aportación en la construcción de nuestra experiencia, no sólo por que ha inspirado un sentimiento de optimismo en la posibilidad volver la mirada al campo, sino también al aprender estrategias de organización social y comercialización de sus productos, salvando las diferencias culturales, ideológicas, de formación, etc.

DE LA ENCUESTA SOCIO DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA.

El sábado 30 de mayo de 2009 se llevó a cabo la capacitación de los encuestadores y un ensayo piloto para verificar los elementos que habrían de intervenir en el levantamiento y el propio instrumento de captación. Como resultado del ensayo se llevaron a cabo algunos ajustes al operativo del levantamiento y se adicionó un anexo para captar información sobre la capacidad de ahorro de la comunidad. Durante el fin de semana siguiente, se llevó a cabo el operativo del levantamiento y en fechas posteriores la captura y verificación de la información captada hasta la consolidación de la base de datos de 126 hogares. Para la captura se contó con el apoyo de dos alumnos de servicio social de la FCA.

Como resultado del operativo de levantamiento, el tamaño efectivo de la muestra resultó ser de 123 viviendas y 126 hogares, es decir, se presentó una tasa de no respuesta efectiva del 12.1% inferior a la esperada.

Telchac Pueblo es una comunidad cargada de contradicciones. En materia de educación formal se tiene en términos relativos altos grados académicos (hasta nivel maestría), pero con una formación nula sobre las competencias necesarias en el ejercicio profesional. Sin embargo, se cuenta con un alto porcentaje de la población, en términos relativos, que sí saben leer y escribir. Esto sigue siendo una plataforma y una gran ventaja para el desarrollo de posibles proyectos económico-productivos.

Por otro lado la nula vinculación de los egresados contables, informáticos y agrarios, que representan las  carreras técnicas  con mayor  población, para  la generación de proyectos productivos, sobre todo al ser una comunidad eminentemente rural.

En materia económica, el 12.64% de los predios de la población se utilizan para actividades de comercio, apenas el 4.57% de los predios se utilizan para actividades agropecuarias. Esto habla de la dependencia de la migración laboral; es decir, de la necesidad de salir de la comunidad para conseguir alimentar la economía local.

Al mismo tiempo, es de llamar la atención la capacidad de ahorro de los hogares de la localidad que se estima en $313 mil 718 pesos mexicanos (19,600 euros) mensuales en promedio, los cuales de forma organizada podría funcionar para gatillar proyectos que egresados universitarios podrían desarrollar.

DE LAS ENTREVISTAS.

Podemos inferir en lo referente a la calidad de vida una percepción que va desde la de vivir al día, en estado de subsistencia de la mayoría de los habitantes de la comunidad, hasta la percepción de un estado de pobreza por un trabajador de campo de la comunidad, que ciertamente representa al sector de la población que más penurias pasan por los ingresos tan bajos e inciertos que tienen. Esta afirmación es constatable en otras comunidades rurales mexicanas en condiciones similares de vulnerabilidad: “Al final de la estructura social se encuentran los jornaleros, o aquellos que no poseen tierra y sólo tienen su fuerza de trabajo, el estrato más pobre de todos por carecer de una dotación inicial de tierra” (Arzate, 2004: 120).

En lo referente a las causas de esta situación, se opina que la “apatía” de la comunidad juega un papel fundamental. En algunos comentarios en la entrevista  se hablaba de “pereza”, entendida como poca laboriosidad. La enciclopedia Yucatanense en su capítulo de “carácter y sentimientos” refiriéndose a los indios yucatecos dice “Mucho se quejaban los cronistas de la holgazanería del indio yucateco, habiendo necesidad, dicen, de obligarlo a trabajar, hasta por su propio sustento. Afirman que hasta prefería el hambre al trabajo, aunque para satisfacer aquélla tuviera que recurrir a los medios indebidos” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 72).

Sin embargo enseguida rebate esta afirmación señalando “No creemos que tal defecto sea una característica del maya. Harto nos prueba su civilización lo contrario. ¿Cómo hubiera podido, en efecto, elevar tantas ciudades, elaborar tantos monumentos y crear una agricultura capaz de sostener a tan numerosa población, máxime en una región como Yucatán tan poco favorable en este sentido? La educación maya obliga al trabajo tanto al hombre como a la mujer, desde niños” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 72).

¿Cuál podría ser entonces la explicación? Enseguida la enciclopedia nos refiere: “Pocas ganas debían de tener, en realidad, los indios de la época de la conquista hispana y en las que la siguieron, de trabajar, cuando el fruto de sus labores era para sus opresores, los que además les habían quitado cosas tan caras como su antigua religión. Por último ahí tenemos la riqueza del Yucatán actual, hecha a base de henequén, que ha gravitado y gravita sobre el indio” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 72).

Un ejemplo de la dureza con que fueron tratados los indios por los españoles, fue el caso de la ciudad de Mérida: “Mérida era la ciudad blanca porque en ella sólo podían vivir los blancos, era una ciudad de blancos, no podían entrar los indios. Estos vivían en la periferia, fuera de los límites de la ciudad blanca… Todos vivían relegados. Pero a pesar de esa situación (1842), el gobernador Santiago Méndez decide pedir la ayuda de los indios mayas. Había que llamarlos para defender la ciudad, porque además, eran mucho…” (Balam, 2010: 16).

Cabe destacar que la persona representativa del trabajo de campo, piensa que el mal gobierno es la causa del problema y el responsable de solucionar esta situación. Por lo demás todos opinaron que la propia comunidad es la responsable de salir adelante. En lo que respecta a la forma de solucionar esta situación, parece existir consenso entre crear empresa y crear fuentes de trabajo en la comunidad.

Las ideas a nivel de aportaciones para ello oscilan desde el gobierno municipal (alcalde) que opina se debe traer inversión de empresas que quieran instalarse en Telchac Pueblo, lo cual concuerda con la visión del trabajador de campo que opina que hay que crear fuentes de trabajo, hasta la necesidad de conseguir pequeños créditos que se puedan otorgar a personas que quisieran iniciar algún negocio.

Es importante remarcar las propuestas a nivel de cambio de actitud de la comunidad así como educación, llama la atención que la educación la pidió la persona que en la cadena socioeconómica de la comunidad se encuentra en la parte más baja, el trabajador de campo.

Una situación que mencionaron dos personas en las entrevistas al hacer referencia a una familia con hijos pequeños en condiciones de extrema pobreza es la del alcoholismo del jefe de familia. “Casi todos lo cronista dicen que los indios de Yucatán eran muy dados a la bebida, lo que les hacía delinquir mucho, cometiendo asesinatos, violaciones, incendios, etc… parece que también las mujeres se emborrachaban, aunque no tanto como los hombres y haciéndolo aparte… Nos es preciso tener en cuenta, que la embriaguez formaba parte del culto y que, en realidad, era obligatorio en los participantes de aquel. A semejanza de  muchos pueblos antiguos el pueblo maya no veía por lo regular en la embriaguez un delito, mucho menos cuando se daba a ella con fines religiosos, pues producía éxtasis y hacía entrar a los creyentes en una inmediata relación con los dioses, por las alucinaciones que causaba” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 207s.).

DE LA DOCUMENTACIÓN DE EXPERIENCIAS ANÁLOGAS.

Para contrastar esta experiencia de trabajo en la comunidad de Telchac Pueblo, se han documentado en el Capítulo 2, varias experiencias de proyectos de desarrollo principalmente con indígenas yucatecos (“producción y comercialización de borregos”, así como de “comercialización de papaya maradol” y “comercialización de productos agroecológicos en la escuela "U Yits Ka´an”) así como indígenas chiapanecos (“comercialización de café”). De la misma forma, se ha documentado una experiencia de intercooperación financiera entre personas físicas en estado de pobreza (financiera de ahorro y préstamo).

Con estas experiencias se tomaron algunos atributos considerados indispensables para el éxito de un proyecto basado en principios cooperativos. Los resultados se sintetizaron en la siguiente tabla:

Figura 8.4 Tabla comparativa de diferentes proyectos con los conceptos a evaluar.

Concepto a evaluar / Proyecto a evaluar

Proyecto

Cooperativa

Papaya

Productos

Cooperativa

Borregos

Café

Maradol

Agrícolas

Financiera

Lugar de experiencia

Yucatán

Chiapas

Yucatán

Yucatán

Yucatán

Estrategia de empresa:

Producción / Servicio enfocada un segmento mercado

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Sistema de comercialización propio

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Gestión de Riesgos

Filosofía Asociativa

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C. Privado

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Grado de participación

Propiedad

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Reparto Riqueza

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Estructura de toma de deciciones

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Dinámica del conocimiento

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Dinámica toma de decisiones operativas

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Dinámica toma de decisiones estrategicas

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Fuente: Elaboración propia.

La experiencia que podríamos considerar con un mayor grado de éxito, a pesar de las serias dificultades por las que ha pasado, ha sido la denominada “Cooperativa financiera”, y es importante notar que es la única que cumple con la totalidad de los requerimientos de lo que hemos denominado “empresa social”.

La segunda empresa que podríamos considerar con éxito parcial es la de granjas de producción agroecológica, que aunque mantiene un grado de cooperación más limitada refiriéndose a granjas familiares, conserva un grado de conciencia comunitario.

En ambos casos, tanto la financiera como las granjas de producción agroecológicas, aún contando con un sistema de comercialización propio, dicho sistema resulta muy limitado. A excepción del proyecto de papaya maradol que sí contaba con un sistema de comercialización y distribución sumamente profesional, ninguno de los  demás proyectos  contaba con esa fortaleza.
Mencionamos ya, que en el caso de la papaya maradol, la falta de participación de los productores, que podríamos decir, se sentían utilizados, hizo que la desconfianza al proyecto mermara la estructura hasta quebrarla.

Otra limitación que en este análisis se observa a priori es la nula gestión de riesgo en los proyectos analizados, lo que hace sumamente vulnerable a cualquier proyecto de empresa social que se desarrolle.

Estas experiencias análogas recientes podemos contrastarlas con tres experiencias, una muy reciente y dos actuales dentro de la propia comunidad de Telchac Pueblo.

El primer caso reciente (2008), fue referenciado inicialmente por el Alcalde de la comunidad al tener una conversación sobre la problemática de los habitantes de la comunidad y fue investigado con mayor profundidad. Es una experiencia de un grupo social (entendido como empresa no constituida formalmente),  que ante la iniciativa del Ayuntamiento de impartir algunos cursos de capacitación en algunas técnicas de alimentos, artesanías, etc. Aprendieron a elaborar una bebida conocida como “horchata”. Un grupo de mujeres que llevaron el curso se reúne y comienza a elaborar su producto, pero se olvido de algo que dentro de un proceso económico resulta de vital importancia: la comercialización. De esta manera, el producto empieza a caducar, y se empieza a usar, una parte para consumo propio y otra para venta a precio de liquidación. Esta experiencia definitivamente jugo en contra de confianza y autoestima de las mujeres que participaron en la experiencia.

El segundo caso, se da en la actualidad y pertenece más que a un grupo social (entendido como empresa no constituida formalmente) a una red social informal. Este caso fue detectado en visita física a casas ubicadas en el cinturón de la comunidad de Telchac Pueblo, en el que se converso con las mujeres, responsables de la economía familiar.
En la mayoría de las casas de la comunidad, mientras más pobres más se realiza la producción de “pollo de patio”, siendo el costo de tipo marginal ya que viven dentro de la misma casa y la alimentación es basada en sobras de alimentos de las personas que viven en la casa. No existe el proceso de producción por estabulación. Esos pollos alcanzan su madurez y llega el momento de su comercialización.

Ésta comercialización se da más bien a través de los habitantes de la misma comunidad que al tener familiares que llegan de los Estados Unidos de Norte América de visita por la navidad (diciembre) o para la fiesta de la comunidad (septiembre), quieren cocinar algo propio del lugar, y conocen a personas que tienen este producto. Cabe mencionar que las personas con familia en el extranjero tienen generalmente una mejor calidad de vida que las que no lo tienen.

Sin embargo existe una producción mucho mayor de la demanda que existe. Por otro lado, ese tipo de pollo tiene un valor agregado, ya que es un pollo con características agro-ecológicas que un pollo comercial que ha sido estabulado con alimento cargado de hormonas, antibióticos, etc. y pasado por un proceso muy largo de distribución. Por otro lado, el mercado local de la comunidad compra pollo de grandes empresas que lo entregan ya procesado a un precio que resulta de remate para el productor, y el precio constituye un factor decisivo para elegir al proveedor de pollo para el comerciante.

La tercera experiencia, tiene más que ver con el nivel de estudios de jóvenes que acaban de terminar su licenciatura. La comunidad de Telchac Pueblo y sus alrededores cuenta con una oferta muy alta de egresados de carreras vinculadas a las tecnologías de información.

Un profesionista y empresario con mucha visión y compromiso social, por la amistad con el Alcalde de la población, después de realizar un esfuerzo importante para conseguir recursos a través de fondos del gobierno federal y estatal destinados para ese tipo de proyectos, y de búsqueda de posibles alianzas con dos universidades, resultando todo esfuerzo infructuoso, logro un contacto de suma importancia.

Ese contacto fue con la empresa Noruega Adell contratada por empresas mexicanas, entre otras, la empresa de gobierno más grande del país, PEMEX (Petróleos Mexicanos). La empresa Noruega busca una subcontratación de  los servicios, por lo que  en realidad  el mercado es el de maquila de software.

Esto representa un ingreso por hora de los programadores de entre 10 y 40 usd (entre 8 y 33 euros) por hora, lo cual se les paga íntegramente a los programadores. Para la empresa Noruega representa de todas formas un 60% de ahorro en comparación con la tarifa de 100 usd. (83 euros) pactada para trabajadores noruegos; sin embargo, para los programadores de una comunidad rural de Yucatán, representa un ingreso inimaginable.

Por el otro lado, habría que pensar en la asimetría de profesionistas que ganan 25 usd. (21 euros) la hora en promedio, con obreros que ganan 4 usd. (3 euros) al día, y jornaleros que ganan menos de 1 usd. (80 centavos de euro) al día, cuando consiguen vender sus fuerza de trabajo. ¿Esta situación realmente sería un motor para el desarrollo que se busca?

RESULTADOS DE LOS DIÁLOGOS DE ANÁLISIS DE LA COMUNIDAD.

Si bien resulta riesgoso el análisis lógico de tipo ideas claras y distintas, se intentará diferenciar los principales actores del escenario que se presenta en la actualidad en Telchac Pueblo. Sin embargo; es importante también mencionar que la problemática  como tal emerge, de la relación de todos los factores que se intentará mencionar de alguna manera aislándolos de lo demás, pero que en la complejidad de esta realidad es imposible distinguir en su totalidad.

Como primer actor, podemos mencionar al gobierno. En la actualidad, tanto en su nivel federal como estatal, se percibe un rol con efectos negativos para por lo menos aspirar a minimizar el sistema de vulnerabilidad que cubre a la comunidad. Se ha analizado ya la política de pseudo desarrollo que mantiene a la comunidad dependiente en extremo de las dádivas que da el gobierno para mantenerse u obtener el poder (p. 137).

La élite política mexicana y yucateca de forma descarada muestra su poco interés en resolver problemas de fondo y manteniendo un discurso basado en la imagen, donde los medias mexicanos (como grupo Televisa) ha fungido como pantalla de imagen de los políticos, gastando cantidades millonarias, adquiriendo préstamos para gasto corriente sin el mínimo de proyecto de estado y de país.

En lo referente al tercer nivel de gobierno; es decir, el gobierno municipal, se tiene a un alcalde que como persona está muy preocupado y ha trabajado muy duro por rescatar a la comunidad. Sin embargo, la política tal como funciona en el medio hace prácticamente imposible el poder aterrizar ciertos proyectos, a riesgo de considerarlos “electoreros”; es decir, con fines de aparente compra de votos para acceso al poder.

Por otra parte el partidismo, juega un papel tremendamente negativo en las pocas políticas y alianzas que se pudieran dar por los gobiernos para hacer frente común a los problemas. El gobierno federal pertenece al PAN (Partido Acción Nacional), el gobierno del estado de Yucatán al PRI (Partido Revolucionario Institucional), el ayuntamiento de Telchac Pueblo, al igual que el de Mérida pertenecen al PAN, por lo que la cadena de los tres niveles de Gobierno Federal-Estatal-Municipal, se encuentra totalmente desmembrada, desarticulada, peor aún buscando como boicotearse y echarse culpas entre ellos.

Un ejemplo concreto, a finales del año 2009, el presupuesto de que dispone el ayuntamiento de Telchac Pueblo para pago de sueldos, salarios, prestaciones como aguinaldos de sus trabajadores así como gasto corriente llegó por parte del gobierno del estado en un equivalente al 30% del total. ¿Cuál es la razón? Se acercaban elecciones para diputados federales, y ante el miedo por parte del gobierno del estado (PRI) de que el gobierno municipal (PAN) usará dinero electorero se le cortó el suministro de dinero. Sobra decir, el tremendo descontento del personal y proveedores del ayuntamiento y su posible efecto en las siguientes elecciones.

El segundo actor de este escenario es el mercado. La planta productiva mexicana está en venta. Desde la implantación del TLC (Tratado para el libre comercio), se ha desmantelado paulatinamente el aparato productivo de la nación. El sistema financiero en México ya no es mexicano. El costo del saneamiento de la banca mexicana se estima en $305,250 millones de mxn (19,000 millones de euros), la recuperación por la venta a banca extranjera, fundamentalmente la española y norteamericana fue de 21,483 millones de mxn (1,343 millones de euros), tan sólo el 7% (Moncada, 2005: 85). Además de que este programa llamado “rescate bancario”, presentó muchas irregularidades, como adquirir una deuda a espaldas del congreso y con costo a toda la nación.

En 2010, el 24.9% de las acciones de Grupo Santander Serfin, que aún tenía Bank of América, por 2 mil 500 millones de dólares, fue adquirida por parte del grupo Español Banco Santander, convirtiéndose este grupo en dueño de la totalidad de Santander Serfin (Silva, 2010: 43).

El estigma de buscar mercados de exportación como evolución empresarial, es una falacia. Actualmente la economía de tres estados de la república mexicana se encuentra en Jaque al prohibirse la importación de camarón mexicano por los estados unidos de Norteamérica. El discurso netamente ecológico, las tortugas son el daño colateral. Aunque es posible que sea cierto, la realidad económica sigue siendo la misma, crisis grave de las economías locales, regionales y también la nacional.

Sin embargo; estas situaciones, no le son del todo ajenas a Telchac Pueblo. Recordemos que esta comunidad formó parte del auge y caída del emporio henequenero. Siendo una gran oportunidad para gatillar  un proceso de desarrollo, basado en la educación, aprendizaje, innovación, se volvió también un saqueo a la economía campesina con fuertes repercusiones para el estado de Yucatán y del país en general.
Como tercer actor, al que queremos llamar “protagonistas”, se encuentra la propia comunidad. Esta se encuentra en un letargo que ha hecho imposible tomar las riendas de su destino. Ciertamente, muchas de las actitudes que se toman pueden ser resultado de las problemáticas anteriores, más que nada de las experiencias de abuso de que han sido sujetos y también la sensación de ser utilizados para otros fines que no conocen y no pueden controlar.

Tomando la aportación de Latour, (desarrollada en el capítulo 7) entendiendo por actor a alguien capaz de realizar una diferencia, se analizará a la comunidad desde la perspectiva sistémica de su organización social. Después se realizará una reflexión sobre la robustez o vulnerabilidad de la  misma comunidad, y poder reflexionar sobre la capacidad de poder realmente ejercer un cambio positivo dentro de la propia comunidad.

En el “diagnóstico participativo” elaborado por el consejo municipal de desarrollo rural de Telchac pueblo en marzo de 2005, se consideran como recursos de organización social de la comunidad, en primer lugar a la sociedad de padres de familia, que se dedica a apoyar la educación extraescolarmente, aunque se consideraba funcionando, se enfrentaba a la problemática de resaltar la conciencia tanto de padres como de los profesores.

En segundo lugar se menciona a la familia, que en términos generales se dedica a la preparación de buenos ciudadanos e hijos, considerada prácticamente disfuncional dada la problemática de la drogadicción, alcoholismo y falta de comunicación.

En tercer lugar se menciona a Cáritas de Yucatán, una institución de apoyo altruista, considerada funcionando, aunque con la limitación de sus recursos económicos. Por último, el comité deportivo, que no queda claro ni su funcionalidad ni su problemática.

En lo referente a la educación, la problemática se resume en la falta de interés en la misma, dando como resultado profesionistas mal preparados y desempleados.

De esta situación podemos asumir que la comunidad no cuenta con un sistema organizado para responder a las necesidades básicas, económicas y sociales que demandan sus habitantes. Reforzando este círculo vicioso, la educación no tiene la calidad adecuada para gatillar un proceso de aprendizaje comunitario que permita encontrar soluciones viables, justas y sustentables al sistema de vulnerabilidad social existente.

Pero profundizando más esta preconización, ¿contra qué modelo podemos contrastar la función y estructura de una comunidad campesina? Pongamos la descripción propuesta por Arzate:
“Teóricamente (la comunidad campesina) es entendida como un sistema auto regulador, es decir, la comunidad, es una institución social fundamental de la sociedad campesina en la medida que funciona como nicho de protección, compensación, equilibrio y control social contra eventualidades sociales, naturales y económicas. En el caso del medio campesino, la comunidad es el referente imaginario fundamental que organiza y hace posible la continuidad de la sociedad. El trabajo pone especial atención a los procesos de reproducción comunitaria basados en una apertura operacional (las relaciones con el municipio y el Estado), las cuales funcionan como auto reguladores del sistema” (Arzate, 2004: 28).

Como hallazgo de la propia experiencia de campo, se tiene dificultad de entender la mentalidad, incluso de los profesionistas con mayores estudios, que en su gran mayoría están en una zona de confort que raya con la mediocridad absoluta, el desinterés por el crecimiento personal y profesional. Resulta sumamente complejo poder entender este problema, pero la sospecha fundamental es que de alguna manera se ha quebrado en ellos la voluntad de sentido.

En términos específicamente económicos, resultado del diagnóstico participativo mencionado, la producción local se divide en cinco actividades principales: avicultura, producción de cultivo de henequén, citricultura, apicultura y pesca.

Esto no significa sin embargo, que toda la comunidad participe de alguna de ellas, existe un gran porcentaje que venden su trabajo en las tierras de terceros, o los que tienen que emigrar incluso a otros países en busca de una fuente de trabajo, se considera que de 1990 al año 2000, la población decreció, en lo equivalente al -5% .

Sin embargo, focalizándonos en función únicamente de las actividades económicas mencionadas en el diagnóstico, se centrará el análisis en avicultura y citricultura, por encontrar hallazgos interesantes.

Es de llamar la atención que en el caso de la citricultura, las frutas representan el problema de sobreproducción, en el caso de avicultura, los pollos de patio representan el problema de falta de mercados. Al final  ambas convergen  en la misma problemática. ¿Cómo encontrar un mercado para estos productos?

En lo referente a la identidad cultural, se pudo constatar tanto en las visitas a las casas de la comunidad, fundamentalmente las que se encuentran en la periferia de la comunidad, ya que son las más pobres, como en las conversaciones con las mujeres jefas de familia, dos hechos que muestran la descomposición del orgullo y de la identidad cultural de la comunidad.

El primero con respecto a la vestimenta. Tanto los atuendos tradicionales como el conocimiento para su confección se han perdido, se ven más como un valor comercial en el turismo que como un signo de identidad. Pocas personas, las llamadas artesanas, son las que conservan ese conocimiento cultural tan importante.

El segundo con respecto al idioma “maya”. Las nuevas generaciones no hablan el maya por vergüenza. Las madres ya no transmiten a sus hijos ese conocimiento por percibirlo como un signo de retraso. El idioma maya se está perdiendo.

ANÁLISIS DE LOS MOTORES Y FORTALEZAS.

De forma enunciativa y no definitiva se obtuvieron los siguientes hallazgos en materia de elementos internos estructurales (fortalezas, motores, debilidades, obstáculos) y en materia de su relación con el medio externo (oportunidades y amenazas).

Motores y Fortalezas:

Necesidad y pobreza de la gente de la comunidad.

Una cultura (la maya) de incalculable valía y potencialidad.

Comunidad de seres humanos, en cuya naturaleza se encuentra una necesidad de cooperación y ayuda mutua.

Potencial de ahorro.

Condiciones positivas del ambiente y Oportunidades.

Aprovechar el flanco explotable de la globalización; es decir, “lo local”. Entendido como un proceso de creación o recuperación de identidades, que puedes ser inicialmente de tipo geográficas para dinamizar cambios.

Existencia de “agentes externos” (Personas, Organizaciones,  Universidades) interesadas en “gatillar” procesos de cambio y desarrollo en comunidades que se encuentran con un sistema socia vulnerable.

Si bien por una parte, el hecho de la pobreza endémica de Telchac Pueblo se ha vuelto crónica, creando un circulo muy difícil de romper al reforzarse con el proceso mental de pobreza aprendida y generando un estado de resignación y pasividad, por otra parte también resulta un motor vital para la generación de ideas y sueños necesarios para construir una transformación de su realidad a través de un proyecto concreto. Todas y cada una de las personas que participan en el proyecto tienen un sueño en esta vida, una voluntad de sentido.

Ganas de trabajar existen, muestra de ello son los altos índices de emigración hacia otros estados, incluso otros países, que en algunas etapas históricas se ha cuantificado en las estadísticas estatales como un decrecimiento demográfico en la comunidad de Telchac Pueblo. Aun asumiendo los riesgos de la emigración se vislumbra como la única posibilidad de encontrar un sustento para la vida propia y de la familia. Es importante destacar que las familias con integrantes en el extranjero, y que reciben remesas, tienen una calidad de vida mucho mayor que las que no las tienen.

Las remesas enviadas por estas personas dan sustento económico a sus familias y en general alimentan a la economía municipal, estatal y del país, ya que el ingreso por remesas ha llegado a ser la principal fuente de ingresos de todo México, incluso superando el ingreso generado por el petróleo (Rojas E. , 2009: 5-A).

El segundo elemento importante dentro del diagnóstico se refiere a la cultura maya, jugando un papel primordial como motor para el desarrollo. Los mayas son personas pacíficas, seres que históricamente se han ayudado entre ellos, y han ayudado a todo aquel que solicita su ayuda, como lo ha documentado Fray Diego de Landa.

Resulta relevante  de  mencionar que la  verdadera cultura maya, al ser despojada  de  su identidad, ha degenerado en la mayoría de los vicios que conocemos en la actualidad. Sin embargo, resulta de mucha intensidad la afirmación de Fray Diego de Landa: “Basta decir que justamente se le considera como el pueblo más inteligente de América Precolombina” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 69), refiriéndose a la inteligencia del maya antiguo.

Las características de  los antiguos mayas según  nos relata  Fray Diego de  Landa  como “estudiar el grado de justicia o injusticia que cabía en las partes… antes de resolver un litigio… así como la buena costumbre de ayudarse unos a otros en todos sus trabajos… acostumbraban buscar en los pueblos a mancos y ciegos y les daban lo necesario” (Irigoyen, Hoyos, Ruz, & Lara, 1977: 73), nos habla de una cultura muy diferente a la que observamos en la actualidad.

El tercer elemento encontrado es el referente a recursos financieros. El trabajo de terreno develó el potencial de ahorro que se tiene en la comunidad. Esto juega un papel fundamental desde la perspectiva de desarrollo endógeno del proyecto, ya que el mismo financiamiento necesario para los proyectos económicos se podrá fortalecer desde adentro y no abriendo oportunidades para personas y empresas dedicadas al “agiotismo” que cobra cantidades poco viables para el éxito económico de los proyectos.

El fenómeno conocido como “glocalización”, es decir esa dialéctica o más bien dialógica entre globalización y el valor de lo local, ha jugado un papel importante dentro del análisis sistémico desde la perspectiva estructural/funcional. (Capítulo 3)

Los grupos sociales y las empresas cooperativas generan un gran potencial para fortalecer el valor de lo local, al tiempo que las nuevas tecnologías de información y comunicación hacen más accesible la construcción de redes sociales tanto locales como globales, como apoyo a causas propias de un grupo o una comunidad. Estos grupos sociales y empresas cooperativas se vuelven entonces el rostro humano de la globalización.

De la misma manera existen organizaciones civiles y empresas cooperativas del medio, como “Grupo empresarial cooperativo mexicano S.C.L”, la financiera “Finacoop S.C.L”, “Universidad cooperativa Dr. Pedro Velázquez Hernández S.C.L”, la integradora de cooperativas “Economía social solidaria S.C.L” (Finacoop, 2010), que están apoyando de manera importante a estos grupos, dispuestos a crear redes de apoyo y transmitir conocimientos para el crecimiento del movimiento cooperativo en Yucatán.

Agrupaciones empresariales como la “Unión social de empresarios de México A.C” (Unión Social de empresarios mexicanos, 2010), son centros de concientización de la realidad de vulnerabilidad social de las comunidades, de la misma forma en que son fuentes potenciales de búsqueda de posibles soluciones al crear redes entre las empresas sociales y empresas capitalistas.

Por ejemplo, una empresa exitosa especializada en panadería fina cuya marca es el nombre de la fundadora “Tere Cazola” (Cazola, 2010), empresaria que sabe lo que es empezar con muchas dificultades y carencias, y que posee una gran conciencia social, ha visitado a la comunidad y sostenido una plática con las mujeres del proyecto compartiendo sus experiencias y motivándolas para continuar.

Diferentes organismos nacionales e internacionales también son plataforma de diálogo para compartir experiencias de desarrollo, y de ser el caso aprovechar recursos que destinan para este tipo de proyectos. Tal es el caso de la organización social Microchalice (Microchalice, 2009), de Nueva Scotia Canadá, que pudiera fungir como inversor social en este proyecto.

ANÁLISIS DE LOS OBSTÁCULOS Y DEBILIDADES.

Ayudado por la reflexión de Lacki (2009), se desarrollo el siguiente análisis de los principales obstáculos y debilidades:

Falta de capital humano (educación formal). No se tiene acceso por los agricultores, a verdaderas oportunidades para el desarrollo de su potencial humano y elevar  su autoconfianza, así como deseo de superación. Generalmente no están conscientes de que ellos mismos podrían solucionar sus problemas productivos y económicos; y que en sus  propias fincas están  disponibles  los  recursos  mínimos  para  empezar  su autodesarrollo.

Falta de capacidad para identificar las causas internas (generalmente de difícil percepción y fácil eliminación) que originan sus problemas; al no conocerlas  o subestimar su importancia, no se preocupan de eliminarlas o atenuarlas; más bien se dedican a identificar causas externas, a corregir consecuencias (de fácil percepción pero difícil solución) y a buscar infructuosamente agentes también externos que les ayuden a solucionar sus problemas; es decir, dejan de hacer lo que pueden por intentar hacer lo que no se puede.

No están entrenados para administrar sus tierras con eficiencia; utilizar plena y racionalmente los recursos más abundantes, ahorrando los más escasos; introducir correctamente tecnologías apropiadas y menos dependientes de insumos externos; aumentar rendimientos por superficie y por animal; producir mayores y mejores excedentes para el mercado; incorporar valor a las cosechas; reducir costos unitarios de producción.

No están organizados para acceder a los insumos y otros factores productivos, ni parta comercializar excedentes en condiciones más favorables.

Falta de capital económico para iniciar y sustentar proyectos.

Dependencia a la mentalidad del subsidio y la ayuda económica a fondo perdido que no permite el desarrollo endógeno integral de la comunidad.

Falta de cultura desarrollada de creación de redes sociales  y  circuitos  de comercialización corta.

Falta de visión empresarial con enfoque al mercado, de las personas y empresas que producen algún tipo de bien o servicio.

Alcoholismo como una enfermedad que abarca mayoría de los hombres de la comunidad.

Ayudado por la reflexión de Lacki (2009), se desarrollo el siguiente análisis de las principales condiciones negativas del ambiente y principales amenazas:

Ausencia de políticas agrícolas claras y estables.

Políticas agrícolas definidas en forma centralizada y vertical, sin considerar las reales necesidades de los pequeños agricultores.

Recursos de capital, tales como maquinaria instalaciones y animales de trabajo y producción, son de acceso muy limitado para los pequeños agricultores.

El crédito rural oficial es escaso y burocratizado; a él no tienen acceso la mayoría de los agricultores.

Las tecnologías agropecuarias en gran parte son inadecuadas para las circunstancias específicas de los pequeños agricultores; agrava esta situación el que, cuando son adecuadas, no llegan a sus destinatarios, en virtud de las evidentes y lamentables debilidades de los servicios de extensión rural.

Los insumos industrializados son caros, los precios de venta de la producción son bajos, y la comercialización es inestable, lo que da por resultado una relación insumo/producto desfavorable.

Las restricciones, los subsidios y los proteccionismos impuestos por los países desarrollados dificultan las exportaciones y estimulan las importaciones de alimentos a precios subsidiados, perjudicando doblemente a los productores nacionales.

La continua caída del tipo de cambio real (dólar por moneda nacional) estimula la importación y desestimula la exportación de productos agrícolas.

Los pagos correspondientes al servicio de deuda externa y otras formas de exportación de capitales, limitan las posibilidades de los gobiernos de asignar recursos adicionales al desarrollo nacional en general y al desarrollo del sector agropecuario en particular.

Existe una permanente transferencia de recursos del sector rural-agrícola al sector urbano-industrial.

Estas preconizaciones presentan la siguiente problemática en el proceso productivo:

Etapa anterior al proceso productivo:

Con mucha frecuencia:

Compran al por menor los pocos insumos que adquieren. Lo hacen en forma individual, en pocas cantidades, adquiriendo productos procesados de alto valor agregado.

Compran a crédito y al último eslabón de una larga cadena de intermediación.

El vendedor fija el precio, pesa el producto, hace los cálculos, en fin es el protagonista de la transacción.

Postura de pasividad y subordinación, sin ninguna condición para negociar mejores precios.

Estimulados por el aparato publicitario y comercial, compran productos prescindibles, otras veces en cantidades excesivas.

Gastan recursos en adquirir insumos cuyos reemplazantes podrían producir a nivel predial (fertilizantes químicos en vez de abonos orgánicos, concentrados industrializados en vez de forrajes leguminosos producidos en la propia finca, etc.).

Adquieren maquinaria innecesaria o sobredimensionada para su pequeña escala de producción o hacen inversiones que, técnica o  económicamente,  no  se  justifica hacerlas en forma individual.

Compran productos inadecuados a sus necesidades, adulterados, o con fecha de vencimiento ya expirada.

Durante el proceso productivo:

La falta de tecnologías apropiadas y falta de capacitación para aplicarlas correctamente, hacen tener las siguientes distorsiones:

Usan semillas de mala calidad y las siembran a destiempo y con densidad inadecuada.

No efectúan labores agrícolas en forma correcta y en el momento oportuno.

No practican rotación de cultivos.

No adoptan medidas elementales (de bajo o cero costo) para conservar el suelo y mejorar su fertilidad.

Desperdician el estiércol y queman los rastrojos y otros desechos orgánicos.

No eliminan la maleza en el momento oportuno.

No hacen uso óptimo de recursos, no diversifican los rubros productivos y no planifican adecuadamente las actividades para distribuirlas todo el año.

Por falta de conocimientos (y no tanto de recursos) subutilizan los factores productivos disponibles en sus predios (tierra, mano de obra familiar, animales de producción y trabajo, etc.).

Contraen deudas para comprar mayor número de animales de producción, en circunstancias que normalmente la prioridad no sería tener más animales, sino mejorar su   manejo y producir forraje  para  alimentarlos  adecuadamente,  de  modo  que produzcan en la plenitud de sus potencialidades.

Se utilizan productos costos en exceso y se aplican incorrectamente y a destiempo (por ejemplo, fertilizantes compuestos, sin hacer previo análisis por conocer las reales necesidades del suelo, o efectúan aplicaciones exageradas de plaguicidas, en cuanto a frecuencia o cantidad).

Etapa posterior a la producción.

Los excedentes de producción suele ser pequeños, de mala calidad y altos costos unitarios.

Son vendidos como productos primarios (sin valor agregado) y a granel (al por mayor).

Se venden en forma individual al primer eslabón de una larga cadena de intermediación que  compra en la parcela (probablemente al mismo comprador que le vendió los insumos y le concedió crédito informal).

El comprador es el que pone la totalidad de las  condiciones  de  compra.  Los agricultores no tienen ningún poder de negociación.

Venden la totalidad de su producción de una sola vez, debido a la urgencia de obtener dinero para pagar compromisos adquiridos en la producción y no tener graneros para almacenar las cosechas.

Aunque la población logra tener una auto-percepción de la pobreza económica que tienen, se tiende a confundir el problema con tan solo un síntoma. La pobreza económica representa en realidad un problema estructural/funcional de vulnerabilidad social. La situación de vulnerabilidad social no es realmente auto percibida por mucha gente de la comunidad, dado el

bajo nivel de conocimiento comparativo con entornos diferentes, donde al tiempo que se perciba el problema, se pueda percibir la posibilidad de un fortalecimiento del tejido social.

En un mundo local donde prácticas y creencias han sido fijas y seguidas sin criticidad durante mucho tiempo, el problema de la propia comunidad puede pasar desapercibido intelectualmente, “como Smith (Adam) ilustraba como ejemplo del respaldo intelectual que los antiguos griegos, incluidos Platón y Aristóteles, daban a la costumbre del infanticidio, pues ignoraban que habían sociedades que funcionaban bien sin esta supuesta necesidad” (Sen, 2010: 159).

Considerar la experiencia y organización de otras comunidades tanto dentro del mismo estado y país como fuera de ellos, puede ayudar a la creación de una fuerza transformadora importante dentro de la comunidad, así como la toma de conciencia necesaria para encontrar una individualidad, una identidad, una propiedad de la persona misma que permita emerger económica y jurídicamente a la superficie social.

El ejercicio de formación de una conciencia adecuada enfrenta el problema de la falsa conciencia, promovida por la falta de una experiencia de aprendizaje encaminada a la autocrítica, al diálogo, al análisis de problemas y búsqueda de soluciones. Esto se inserta de manera importante en la propia comunidad, impidiendo también una auto percepción de su situación. El no contar con un verdadero sistema de aprendizaje refuerza la ignorancia y la vulnerabilidad de la comunidad. Este círculo vicioso ignorancia/vulnerabilidad genera entre otras cosas la falta de capital humano, elemento indispensable para la construcción de una experiencia de desarrollo.

El diálogo, el debate y la discusión sobre la situación y la problemática de la comunidad, así como de ideas para desarrollar proyectos concretos por los integrantes del grupo social emergen como un herramienta importante para derribar esas barreras mentales e iniciar la construcción de una realidad liberadora, una realidad no predeterminada y predestinada, sino como abierta a las capacidades, libertades y posibilidades.

Para lograr crear un sistema de aprendizaje real, se requiere también de otro elemento de tipo bio-físico, una alimentación adecuada. Muchas veces aún en experiencias y proyectos que emergen para cubrir la necesidad de experiencias de aprendizaje, la falta de una alimentación adecuada hace imposible incluso entablar una conversación mínima, ya que en muchos casos existe ya un daño neurológico por desnutrición.

ANÁLISIS DE LA EXPERIENCIA (PROYECTO PILOTO).

La forma concreta de gestionar el cambio en el proceso de transformación de la realidad comunitaria deseada en la intervención de la investigación, es a través de un proceso denominado “aprender haciendo” (learning by doing) en términos de Senge (2007).

Un equipo de pilotaje permite poner en práctica el modelo conceptual elaborado en la investigación. Esta experiencia, desde los hechos, nos enseñará los logros alcanzados en función de los principios rectores que forman las dimensiones del concepto de desarrollo que se desea. Por su parte, habrá también limitaciones; es decir, nos mostrará lo que falta para poder implementar en la praxis lo que en teoría resulta deseable.

Estos principios redactados en forma de Hipótesis en el Capítulo 7, serán contrastados en la realidad de la comunidad de Telchac Pueblo, a fin de comprobar si realmente pueden sustentar una acción de largo plazo en el proceso de desarrollo comunitario, y de no ser así, que haría falta para lograrlo.

HECHOS, LOGROS Y LIMITACIONES.

Después de una constante animación a los habitantes de la comunidad de pertenecer a un proyecto de desarrollo comunitario se logró conformar un grupo de cinco familias que asistían regularmente, una vez por semana a una reunión donde se logró integrar un equipo de trabajo capaz de discutir su problemática y buscar soluciones viables a las mismas.

El caso del agiotismo existente en la comunidad, permitió discutir y encontrar en un grupo solidario de ahorro y préstamos una solución a este problema, por lo que se puso en marcha un proceso encaminado a la captación de ahorro. Aunque el ahorro semanal era de pequeñas cantidades, entre $20 mxn (1.25 euros) y $100 mxn (6.25 euros) la dinámica permitió un ejercicio de voluntad, organización y compromiso, necesario para el éxito del proyecto.

Por otro lado, la necesidad de alimentar la economía familiar a través de la comercialización de algún producto, puso en marcha un mecanismo de discusión que permitió analizar y descartar opciones, hasta llegar a la que finalmente se empezó a consolidar: la producción y comercialización de pollo agroecológico.

En la ciudad de Mérida Yucatán se inició con un proceso de investigación de posibles canales de comercialización para productos agroecológicos. Se llegó a la tienda llamada “Café orgánico” donde amablemente la dueña de la tienda, doña Lupita explicó la problemática de la comercialización de este tipo de productos, refiriéndose al incumplimiento en muchas ocasiones de cubrir los compromiso de venta realizados por la tienda que administra.

Doña Lupita referenció un nuevo concepto (para Yucatán, ya que en otros países es conocido) denominado mercado “Slow food”, que nace como respuesta a la tremenda influencia que el "fast food" ha tenido sobre el consumo de estos productos (chatarra) y la salud sobre los consumidores. Hace un intento por cambiar la cultura de consumo y los hábitos alimenticios, de la misma manera que es responsable con las comunidades que todavía sobreviven del campo, sin el cual, sería imposible la producción alimentaria.

Investigando más a profundidad se encontró que este mercado solicita alguno de los siguientes requisitos (Yucatán Today. La guía turística, 2010), para poder participar en él:

Que sean productos orgánicos.

Que sean productos producidos en un radio de 100Km. de la ciudad de Mérida.

Que sean productos producidos artesanalmente y en pequeñas cantidades.

Que sean productos que apoyen a familias y productores locales.

Que sean productos con una herencia culinaria Maya /Yucateca.

Siendo el requisito de ser productos orgánicos el único que no se cumplía, se presentó la solicitud de pertenecer al mercado y se inició un período de exploración y entrenamiento en el que las señoras prepararon lo que sabían hacer y podían hacer en una poco tiempo (dulces típicos) y se presentaron al mercado a venderlos.

Lo principal  de asumir  esta experiencia era principalmente aprender  cómo funcionaba el mercado, qué tipo de clientes asistían, qué tipo de productos se vendían, etc. Se aprendió desde el hecho de hablar con los consumidores, hasta cómo sacar las cuentas entre las socias para no discutir delante de los clientes.

Este mercado es frecuentado por personas extranjeras, generalmente canadienses y norteamericanos con una conciencia agroecológica mucho más desarrollada que la que se tiene en México en general y Yucatán en particular. Sin embargo, esto no significa que no se pudiera generar un nuevo mercado dentro de la comunidad de Yucatán.

Del aprendizaje de estar en el mercado, conocer un poco más la demanda existente, y contrastar con los posibles productos de la comunidad se llegó a la conclusión de que el “pollo indio”, conocido como pollo de patio ó pollo de granja y el huevo de granja, podrían ser por fin el producto que de entrada a la comercialización de esta comunidad.

El mercado “slow food” ciertamente sugiere un circuito de proximidad, donde no se llega al consumidor final a través de intermediarios, sino la venta directa. De manera que también el consumidor pueda conocer a los productores y se pueda fortalecer un vínculo emocional con ellos. Sin embargo, este tipo de modelo no representa ningún tipo de certeza para el productor, en el sentido de garantizarle que la producción será vendida.

Se ha trabajado en la percepción de una creación de conciencia, no sólo en la función de un producto como el pollo indio puede tener en la salud de las personas que lo consumen, también en la cuestión emocional, de tener una mejor alimentación, al tiempo que se es corresponsable con una comunidad rural. Se maneja el atractivo funcional y emocional.

Actualmente se está comercializando pollo indio (de granja o de patio) así como huevo de granja. La alimentación de estos animales hace radicalmente diferente a los pollos y huevos comerciales tratados por estabulación, y que tanto atentan contra la salud, favoreciendo enfermedades como el cáncer, entre otras.

En la actualidad el producto no tiene un nivel de certificación, dado el alto costo y la complejidad del proceso. Se está manejando a nivel únicamente de compromiso social de los productores de mantener los estándares de calidad sobre los productos. Por su parte, los consumidores también construyen una red cuyo eje fundamental radica en el compromiso de solidarizarse con la problemática de estas familias y comunidades, ejerciendo una estrategia de subsidiaridad con ellos, por ejemplo al pactar un precio justo y un pago anticipado por los productos.

Resulta un reto importante el poder crear economías de  escala  en materia de  logística, marketing y gestión en general del proyecto para poder pasar de un sistema no diversificado de uniproducto (pollo indio) a un sistema de multi-productos, donde a la vez que los costos puedan escalonarse se pueda crear una identidad propia a los productos y a la misma comunidad de Telchac Pueblo, creándoles una marca y llegar a obtener también ciertas certificaciones que hoy día resultan muy onerosas dado el nivel de producción a muy pequeña escala.

La tecnología ha sido de mucha utilidad, al poder generar oportunidad de acercamiento con posibles interesados, a este efecto se elaboró por internet una página blog (Telchac Pueblo, 2009), donde se puede contactar a través del e-mail (telchacpuebloyucatan@gmail.com).

A pesar de los logros, se han presentado también muchas limitaciones. En lo referente a los intereses y expectativas del grupo piloto se han detectado las siguientes:

En primer lugar muy poca motivación económica. La gestión del proyecto en la actualidad se manifiesta con muy poco ingresos para las familias que conforman el grupo social. Esto debido a la etapa de posicionamiento y de darse a conocer en el mercado, pero también por lo limitado del mercado que tiene la conciencia para consumir estos productos.

En segundo lugar, falta de compromiso en la organización. Se ha llegado a esta conclusión, debido a obligaciones de sus hogares, siendo mujeres las más comprometidas, muchas veces los esposos ponen trabas para las actividades necesarias del proyecto como los viajes los sábados por la mañana a la ciudad de Mérida para asistir al mercado slow food. Esto tiene una relación directa con el problema de la poca generación de ingresos, y las necesidades apremiantes de conseguirlos por otro lado.

En lo referente a la organización del proyecto:

En primer lugar, Interrupciones por motivos políticos. Coyunturalmente se presentó la época de campañas electorales, con una suspensión total de las actividades enfocadas al proyecto, lo que ocasionó la pérdida de tiempo valioso en el fortalecimiento del proyecto.

En segundo lugar, un cuerpo administrativo paralizado. El Tesorero de la comuna fue asignado responsable de gestionar los aspectos operativos, por ejemplo, tramitar ante el ayuntamiento el transporte de los sábados hacia la ciudad de Mérida para el mercado slow food. También de dar seguimiento a los pendientes operativos durante la semana, así como de captar y resguardar el ahorro y el registro administrativo. Hasta la fecha no se le pagan honorarios, con la idea de que cuando se empiece a generar recursos, se pueda pactar algún honorario, y ante la incertidumbre de cómo quedarán las elecciones denota falta de compromiso en el proyecto al estar contemplando otras opciones laborales. En junio de 2010 quedó desempleado.

Cabe mencionar que este apoyo ha resultado, ya que los costos del combustible para ir a la comunidad se incrementan mes con mes así como la limitante del tiempo, sobre todo en horas que se pueda coincidir. Sin embargo, este administrador, se encontraba ocupando el cargo de tesorero del ayuntamiento. A la fecha se encuentra disperso debido que en el mes de junio de 2010 termina su contrato.

En tercer lugar el financiamiento. Hasta junio de 2010, el ayuntamiento había apoyado con los costos de transporte semanal al mercado Slow Food en Mérida, así como facilitar el espacio para las reuniones semanales, las comidas de alumnos que visitan la comunidad para trabajar, y en algo se contribuyó con los costos de combustible para las visitas de campo. Esto tiene relación directa con los sueldos del personal que colabora con la administración del proyecto, como el caso del ex tesorero de la comuna.

En lo referente al proceso de investigación y consultoría:

La principal limitante es el inexistente financiamiento para los costos de operación. Tanto los investigadores, asesores invitados, alumnos de servicio social, empresarios en el caso de Tere Cazola, pagan sus viáticos, y los costos de transporte y combustible aumentan con frecuencia. Proyectos de desarrollo comunitario, requieren de un seguimiento constante y de largo plazo, lo que hace que los costos sean considerables.

Encontrar a personas con experiencia y conocimiento en este tipo de proyectos, que además estén dispuestos a comprometerse a largo plazo en estos proyectos sin algún tipo de honorario resulta sumamente difícil; incluso las visitas de campo, resultan onerosas para los asesores por las razones ya expuestas.

Con respecto a las personas de la comunidad, aunque no tienen costos por viáticos, al no tener un estimulo económico inmediato, no están interesados en participar, muchas veces por la necesidad de percibir ingresos de otras fuentes.

CONTRASTACIÓN DE LAS HIPÓTESIS (TEORÍA vs. PRAXIS).

En nuestro entorno la comida chatarra ha sido de gran aceptación, puesto que la inversión para manipular la consciencia de los niños por empresas como Burger King, McDonald´s, y todas las cadenas de “fast food” que han invadido nuestra sociedad y han desplazado nuestra salud y nuestra economía local es gigantesca.

Mientras tanto, ¿qué pasa con nuestra salud vista también como problema público? Está ampliamente documentado por autores como Robin (2009 y 2010) el deterioro y el favorecimiento de enfermedades; más aún en al caso de niños que requieren una alimentación sana y completa.

¿Qué pasa con la seguridad alimentaria? Se está atentando contra el campo como fuente de alimentaria, la gente que se dedicaba al campo prefiere emigrar a otras ciudades o países para vivir mejor de manera lo más digna posible.

Lo que esta sociedad desorganizada, e incluso autodestructiva no ofrece a las comunidades y la gente que necesita y merece vivir con dignidad, el “crimen organizado” lo está haciendo, y esta problemática nos alcanza a todos, urgiéndonos a hacer algo.

En este sentido el hecho de lograr una organización aunque muy básica, pero construida sobre los principios rectores de Desarrollo humano sostenible, Importancia de un proyecto de corte económico comunitario, Importancia de una empresa social con filosofía cooperativista, Importancia de la participación, Creación de riqueza y desarrollo social a los grupos vulnerables, y de Aprendizaje de tercer bucle y Cadena de Traducciones, (Capítulo 7) es un logro cualitativo importante para iniciar ese proceso de transformación de la realidad social de vulnerabilidad de la comunidad de Telchac Pueblo.

Por otro lado, a nivel de acción esos principios filosóficos y epistemológicos, han necesitado de otros principios  que permitan la gestión de un proyecto socio-empresarial: Pensamiento estratégico, Innovación en valor para la creación de un mercado, Agricultura sostenible, Producción local y comercialización de proximidad, agricultura familiar campesina, y Organización basada en la relación personal consumidor/productor. (Capítulo 7).

La implementación de estos dos niveles de principios, los filosóficos y epistemológicos, y los de Gestión de un proyecto socio-económico, han requerido de una metodología que a nivel general ha sido expuesta en el capítulo 6, y a nivel Ad hoc, ha sido expuesta en el capítulo 7.

Con certeza razonable, después da la investigación de campo se puede afirmar la validez de dichos principios, encontrando básicamente dos ejes por trabajar para la consolidación de la propuesta de intervención en la comunidad de Telchac Pueblo.

Consolidación de un modelo organización y gestión que permita embuclar la relación entre los productores y los consumidores. Hace falta trabajar el principio de Relación personal consumidor/productor de una manera más profunda y metódica.

Profundizar en la práctica y el entrenamiento de competencias necesarias para el éxito de este tipo de proyecto. Básicamente el pensamiento estratégico, trabajo en equipo, emprendizaje cooperativo, compromiso personal con el proyecto común, capacidad de aprender a aprender.

APRENDIZAJE DEL EQUIPO PILOTO.

Desde la perspectiva económica, plantearse la recuperación de una comunidad en base a un solo producto (el pollo indio), sería peligroso dada la variabilidad del mercado, los gustos de los consumidores, posibilidad del crecimiento de oferta de estos productos por otros grupos e incluso empresas capitalistas que han visualizado esta perspectiva de productos orgánicos como un nicho de mercado visto desde la única perspectiva de incrementar sus utilidades al tiempo que vuelven a desplazar a los pequeños productores ahogando nuevamente las economías rurales.

Sin embargo, se intentó proponer un proyecto ad hoc a la situación de la comunidad rural de Telchac Pueblo que pueda gatillar e iniciar a un proyecto de dimensiones mayores. Si bien ese proyecto está iniciando con el pollo indio como producto único, se ha detectado la necesidad de construir una red de producción que incluya más variedad de productos como frutas, hortalizas, miel y con un mayor valor agregado.

La experiencia AMAP, fruto de la investigación, ha surgido como opción viable ante la gran limitante del modelo tipo slow food, llevado hasta ahora, al no tener la alta dependencia de los caprichos del mercado; más bien, de crear una red que compense los intereses tanto de los productores como de los consumidores. De esta manera, se puede optar por correr ciertos riesgos que conllevan los cultivos como pueden ser las plagas o sequías, ya que dichos riesgos son compartidos en forma responsable también por los consumidores. En la actualidad todo este tipo de riesgo corre por cuenta del campesino y su familia, lo que hace más difícil aventurarse en estos procesos.

Cabe recordar que el proyecto inicia con una experiencia de pequeña escala pero capaz de crear las condiciones necesarias para un desarrollo de mayor espesor, por lo que resulta de gran importancia el conocimiento obtenido por el grupo piloto, pero aún más importante, la forma de obtener el conocimiento; es decir, su proceso de aprendizaje resulta fundamental.

En este sentido es importante mencionar que la experiencia de slow food ha gatillado un proceso de aprendizaje en los integrantes del grupo piloto, de forma que les ha permitido experimentar las limitaciones de este modelo y ser más abiertos con otras experiencias, especialmente con el modelo AMAP.

Otra enseñanza que trajo esta experiencia es la de encontrar los paradigmas de mercado capitalista de que disponíamos seriamente limitados y encontrar una intrincada concatenación de intereses que impiden la emergencia del desarrollo de las comunidades rurales que participan en él.

Por su parte el modelo AMAP también representa un cambio radical en al modelo mental de los consumidores de Yucatán, por lo que se requiere un proceso de conocimiento y asimilación para poder finalmente participar en él. Es necesario entrar a un proceso de cambio de conciencia y actitudes, de romper con paradigmas hegemónicos que impiden desarrollar la capacidad del pensamiento propio y despertar el sentido de conciencia.

Tal vez la enseñanza más grande de esta experiencia es que al tiempo que se canaliza la energía del pensamiento y de la acción en encontrar soluciones a la problemática concreta que se presenta, se deja de buscar “culpables”, se deja a un lado la mentalidad dependiente dejando espacio para el surgimiento de la capacidad autogestiva y creadora, que posibilita realmente la emergencia del desarrollo.

Por otro lado, encontrar otras experiencias capaces de inspirar y de mostrar formas diferentes y alternativas de detectar oportunidades de desarrollo aún en las comunidades apartadas y bajo las circunstancias más difíciles impuestas por los paradigmas capitalistas, abren espacios para ventilar el pensamiento reflexivo al tiempo que nutren la convicción de que la realidad por oscura que parezca está todavía inacabada, que el destino de la comunidad está en las manos de su gente.

Utilizando como ejemplo la elaboración de un mapa conceptual comparativo, para responder a la batería de preguntas generadas en la técnica de seis sombreros para pensar (desarrollado en el capítulo 6) se propone el ejercicio de comparación realizado por el grupo piloto analizando similitudes y diferencias entre el mercado “slow food” y la experiencia tipo “AMAP”.

Este mismo mapa ayudó a tomar la decisión de apostarle más a la experiencia tipo “AMAP”; siendo conscientes de que a pesar de ser considerada como una de las mejores prácticas encontradas en la investigación, deberá pasar a la vez por un proceso de “innovación y aprendizaje” de tal manera que difícilmente funcionará de la misma manera que lo hace en país Vasco del Norte, la inspiración de los principios organizadores será de total utilidad.

CONCLUSIONES.

Tal vez la palabra adecuada para sintetizar la problemática descrita es “dependencia”; en congruencia con la afirmación de Paulo Freire “La situación límite del subdesarrollo al cual está ligado el proceso de la dependencia, como tantos otros, es una connotación característica del tercer mundo y tiene, como tarea, la superación de la situación límite, que es una totalidad, mediante la creación de otra totalidad: el desarrollo” (Freire, 1999: 122).

Esa dependencia, pone a la comunidad en una situación de total vulnerabilidad en su sistema social, lo que de manera cualitativa hemos denominado “pobreza”. El desarrollo deseado de manera sustentable y sostenible debe basarse en principios de fortalecimiento endógeno y de sustentabilidad autogestiva.

De acuerdo a  Arzate, “la pobreza rural tiene una base estructural:  el desempleo abierto combinado con una economía agrícola desmercantilizada o de subsistencia… Significa una crisis institucional de la familia y la comunidad campesina, lo cual tiene profundas implicaciones de vulnerabilidad en el ámbito de género y entre generaciones” (Arzate, 2004: 215,372).

Por otro lado, se confirmó la sospecha, basada en la aportación de Arzate, de la existencia de “una economía de subsistencia, basada en la familia como organización pluriactiva” (Arzate, 2004: 163).

Ante esto se comparte totalmente la afirmación de Polan Lacki de que “sólo los propios agricultores pueden promover su desarrollo; otros agentes o factores, apenas pueden contribuir a que ellos lo hagan. Sin embargo, debido a su insuficiente capacitación, en la actualidad no están en condiciones de hacerlo. La conclusión lógica es que no habrá desarrollo, a menos que se forme y capacita a las familias rurales, para que ellas quieran (estén motivadas) sepan y puedan solucionar sus problemas” (Lacki, 2009: 22).

Es un hecho que las instituciones de educación no están cumpliendo ni con su labor de capacitación en competencias profesionales, y menos con su labor de formación enfocada al desarrollo humano. Es urgente, como plantea Lacki que “las escuelas básicas rurales… se transformen en centros de participación comunitaria y formación de recursos humanos, las escuelas rurales deberían ofrecer a los niños conocimientos, habilidades y actitudes para que, una vez adultos, protagonicen la solución de sus propios problemas y promuevan su desarrollo y el de sus comunidades, en forma más autónoma” (Lacki, 2009: 51).

Esta situación de contradicción entre el nivel educativo y el nivel real de desarrollo nos lleva a pensar en la necesidad de un cambio en la práctica educativa y pedagógica. Según Arzate “quizá habría que pensar que las relaciones pedagógicas tienen una realidad descentrada, que va de la familia a la escuela, y de estas dos a la comunidad inmediata, y así de vuelta, completando un círculo de complejidad social” (Arzate, 2004: 78).

Como plantea Arzate, es imperante “Orientar la escuela básica rural hacia una educación que forma para la vida… significa orientar la organización escolar, modelo pedagógico, sistema de planeación-evaluación, administración y política magisterial, hacia una educación que contribuya a que los individuos cuenten con un cúmulo de habilidades, destrezas conocimientos, actitudes y valores… que les dé una educación para la vida, valdría decir para la auto-creación de la vida como proceso autónomo de las personas, colectivos y sociedades. Una educación y una escuela para el cambio social” (Arzate, 2004: 265).

A nivel universitario, según Lacki, existe el error conceptual de creer que “una universidad de un país en desarrollo es considerada tanto más adelantada o progresista cuando más cercanamente simule en sus programas de enseñanza e investigación lo que hacen instituciones similares de otros países desarrollados, sin importar que estos no respondan en lo absoluto a las necesidades del propio país… Los programas de enseñanza deben adecuarse a las necesidades de la sociedad a la que van a servir los futuros profesionales” (Lacki, 2009: 70).

En cuanto al error técnico de la currícula universitaria, se puede citar que “la enseñanza universitaria está fuertemente inspirada en la realidad del mundo desarrollado, en el cual abunda el capital y escasea la mano de obra. En los países de América Latina y el Caribe ocurre exactamente lo contrario, consecuentemente los contenidos que se enseñan en las facultades, generalmente no son adecuados a nuestras circunstancias y, muy especialmente, a las de la gran mayoría de los pequeños agricultores” (Lacki, 2009: 69).

Ante esta problemática, es necesario iniciar una experiencia de integración de las fuerzas de diferentes actores económicos a través de un esquema de formación de capital humano y capital económico. Enseñando principios cooperativos y de redes sociales para formar organizaciones que de modo individual seguirían el patrón de vulnerabilidad actual.

Al investigar cómo iniciar esta experiencia, y al nutrirla con experiencias análogas, podemos valorar los siguientes puntos:

Lo más importante es poner en marcha un proceso de comercialización para los productos que se determinen.
Necesidad de administrar en la Complejidad.

Necesidad de “recuperar” una Identidad propia. No confundirse con las masas, al tiempo que se es solidario con otros grupos de igual identidad.

Acceso a un proceso integral de aprendizaje comunitario, cuya “autocrítica” y proceso de   “diálogo” pueda gatillar un cambio sustancial en  la  dinámica  de  desarrollo comunitario.

Redefinir el concepto de organización como “sistema social cooperativo” (Sahuí, 2007: 132).

Materializar el nuevo concepto de Organización a través de la creación de figuras organizativas con filosofía cooperativista. (Empresas y Redes de talante social).

Formación en valores y principios éticos y cooperativos.

Formación en aspectos de empresa (finanzas, mercado, administración, etc.), de forma que sean económicamente viables y socialmente justas.

Formación en materia de producción, de forma que sea ecológicamente sustentable.

Acceso a un adecuado sistema financiero ad hoc (financiamiento, sistemas de ahorro e inversión, gestión de riesgos).

Importancia de formaciones y procesos de aprendizaje muy concretos, relacionando los periodos prácticos de las formaciones con las experiencias de desarrollo de la comunidad.

La predicción falible, es que siendo un sistema social abierto; es decir, con influencia del medio y al medio y teniendo la posibilidad de modificarlo para que nos permita reaprender lo que en realidad somos como personas, se podrán gatillar los cambios en la situación inicial de vulnerabilidad del sistema social.

Maturana y Varela nos indican “La clave para entender el origen de la evolución… es primero que examinemos más de cerca y explícitamente cómo ocurren las interacciones entre los seres vivos y lo que nos rodea.” (Maturana & Varela, 2003: 63). ”Todo ser vivo parte con una estructura inicial, que condiciona el curso de sus interacciones y acota los cambios estructurales que éstas gatillan en él…Por esto hemos usado nosotros el término gatillar un efecto, con lo que hacemos referencia a que los cambios que resultan de la interacción entre ser vivo y medio son desencadenados por el agente perturbante y determinado por la estructura de lo perturbado” (Maturana & Varela, 2003: 64).

La enseñanza del cooperativismo debe recordar que nuestra entidad biológica también está integrada por un “altruismo biológico natural…un impulso biológico natural a cooperar con nuestros semejantes…netamente una fuerza biológica común a todos los seres sociales, creyéndose por el contrario que es expresión de nuestra evolución cultural civilizada, de un logro de nuestra racionalidad” (Maturana & Varela, 2003: XIV). Sin embargo; de manera dialógica entender los propios intereses egocéntricos.

No se puede esperar de la buena voluntad del gobierno; ya que “el objetivo principal del discurso político es llegar al poder y mantenerse en el poder” (Soros, 2008: 75).

Sin embargo; ante una realidad recursiva y manipulada, el conocimiento de la realidad se vuelve más complejo. Ante esto Paulo Freire, nos sugiere: “lo que debemos hacer es plantear al pueblo, a través  de ciertas contradicciones básicas, su situación existencial, concreta, presente, como problema que, a su vez lo desafía, y haciéndolo le exige una respuesta, no a nivel intelectual, sino a nivel de la acción… Nuestro papel no es hablar al pueblo sobre nuestra visión del mundo, o intentar imponerla a él, sino dialogar con él sobre su visión y la nuestra. Tenemos que estar convencidos de que su visión del mundo, manifestada en las diversas formas de su acción refleja su situación en el mundo en el que constituye… Por esto, el diálogo es una exigencia existencial”. (Freire, 1999: 111,101).