SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL

SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL "ESPACIO SOCIAL-NATURAL" DE LA CIUDAD DE PUEBLA 1984-2010

Rafael de Jesús López Zamora (CV)
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

2.2.- Oferta y servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento

2.2.1.-Agua potable

El subsistema agua potable comprende los procesos de extracción, potabilización y desinfección; conducción; regulación y distribución a través de la red. Estos procesos se describen a continuación.
Extracción y fuentes de abastecimiento: El abastecimiento a la ciudad proviene de las aguas subterráneas del acuífero del Alto Atoyac y de la potabilización de agua sulfurosa, por medio de 193 pozos profundos que opera el SOAPAP, que están dispersos en la mancha urbana, y agrupados por zonas de producción. La zona Xoxtla  abarca las zonas norte, norponiente y centro de la ciudad de Puebla; la zona Nealtican comprende en su mayor parte la zona suroriente y sur;  finalmente la zona Clavijero  cubre principalmente la zona oriente (Tabla IV.1).
La capacidad instalada de los 193 pozos es de 3,660 litros por segundo (l.p.s.) con un caudal de producción de 3,607 l.p.s., lo que representa un volumen de 113.9 millones de metros cúbicos (Mm3) en el año 2010, operando 24 horas en promedio diario (SOAPAP, 2010). Del análisis de la información se desprende que en los últimos años, aunque ha sido muy variable el volumen de agua extraído, en términos generales ha crecido al pasar de 94.8 Mm3 en 1997 a 113.9 Mm3 en 2010 pero a costa de aumentar el número de pozos en operación, mismo que paso de 148 a 193 en el mismo período, pero también se observa una tendencia descendente en los volúmenes de agua extraídos a partir del año 2007, lo que se refleja y repercute en una cada vez menor producción promedio por pozo lo que a su vez muestra el proceso de  abatimiento de los mismos y la sobreexplotación a que está siendo sometido el acuífero (Gráfica IV.1).
Del total del volumen extraído, el 43.46 por ciento corresponde principalmente a la zona del Sistema Xoxtla con el 36 por ciento de los pozos; el 30.41 por ciento a la zona del sistema  Nealtican con el 32 por ciento de los pozos y a la de  Clavijero el 26.13 por ciento, con el 27 por ciento de los pozos (SOAPAP, 2010).
Como se puede apreciar en la tabla IV.1, de los 193 pozos, 53 se encuentran ubicados en localidades de los 9 municipios conurbados a la ciudad de Puebla señalados, lo que representa el 27.4 por ciento del total de pozos que aportan el 39 por ciento del volumen total de agua extraída. Estas fuentes corresponden a los pozos perforados en los últimos años y han sido incorporados al sistema a medida que se han ido agotando las fuentes locales de las que dependía la ciudad, al tiempo que se fue incrementando la demanda por el agua, mediante un proceso que refleja claramente la desposesión o simplemente el despojo a que han sido sometidas las comunidades vecinas (SOAPAP, 2006; 2010).

De la extracción total, el 80 por ciento se conduce a tanques de almacenamiento y/o re bombeos y el 20 por ciento restante se bombea directamente a la red. Aproximadamente el 42 por ciento de los pozos tienen en explotación más de 25 años; a partir de 1990 se han perforado 69 pozos, principalmente en la zona norte y poniente; al oriente, a excepción de los pozos “Oriente” que aportan 100.28 l.p.s., los demás han sido para reponer a otros que han quedado fuera de servicio.
El 26 por ciento de los pozos presentan una variabilidad en su producción mayor al 10 por ciento, debido a diferentes factores entre los que destacan calidad del agua, disminución en la sumergencia, baja eficiencia de los equipos de bombeo, el análisis diario de los datos de operación y debido a que en su mayoría los conjuntos motor-bomba cuentan con frecuentes reparaciones, estos problemas se agudizan en los pozos ubicados en la zona oriente y sur de la ciudad de Puebla.
Existen pozos con aportación excesiva de arena, aunque la normatividad no considera la arena un parámetro directo de contaminación del agua, no es conveniente por su efecto de abrasión, desgaste y taponamiento que incide en los equipos de bombeo, líneas de conducción y aparatos de macro y micromedición. (SOAPAP, 2004). Existen 31 pozos con problemas de instalación eléctrica ocasionados por el rezago en el mantenimiento preventivo y correctivo, vandalismo y robo de partes eléctricas; se presenta baja eficiencia en el funcionamiento del conjunto bomba-motor debido a: deterioro de la bomba por falta de mantenimiento preventivo de sus partes internas;  otro problema es la circulación de agua con un alto contenido de sales que acortan la vida útil de los impulsores, lo que reduce la eficiencia del conjunto, ocasionando una reducción del gasto.
A 184 pozos con equipo de medición (macromedición) se les toma lectura diaria o cada tercer día, esta información se registra y analiza para conocer el caudal aportado por cada fuente, y en 154 pozos se tiene instalada una válvula de inserción, que permite realizar mediciones con pitometria, con intervalos de dos a cuatro semanas, para verificar la calibración de los medidores y comprobar su precisión.
En la porción sur oriental del Valle de Puebla la compleja estructura geológica subterránea y la composición mineralógica de las rocas determinaron la formación de varios acuíferos, probablemente conectados entre sí, que contienen agua de calidad variada. En el subsuelo de la zona urbana existe un acuífero (acuífero superior) que constituye la principal fuente de abastecimiento de la ciudad, con profundidad media de 150 m.  Su espesor es de 200 metros a partir de la superficie del terreno. A profundidades mayores entre 200 y 400 m., se tienen detectados acuíferos en rocas calcáreas fracturadas, que contienen agua sulfurosa y con gran presión, al grado de que algunos de los pozos han resultado artesianos.  Este acuífero, mejor conocido como acuífero inferior contiene agua que se infiltra en las porciones montañosas de la cuenca, se percóla a gran profundidad, circulando a través de fracturas, fallas y oquedades y busca su salida en las partes bajas de la misma. En condiciones naturales descargaba al acuífero superior, a través de manantiales ubicados en la zona urbana (SOAPAP, 2004), esta requiere potabilización.
Para la potabilización del agua se efectuó licitación pública internacional tipo llave en mano, la empresa ganadora asumió el compromiso de operar y dar mantenimiento a la planta potabilizadora durante 5 años, con el objetivo de asegurar la efectividad del proceso y garantizar la calidad del agua tratada. También se realizó el diseño, el proyecto ejecutivo y la construcción de varias obras entre otras la planta potabilizadora cuya  construcción inició el 28 de Diciembre del 2000 y terminó 11 meses después; las  pruebas y puesta en marcha concluyeron el 27 de Enero del 2002, iniciando su operación formal el 2 de Febrero del mismo año.

  • El sistema operador está obligado a garantizar la calidad del agua suministrada por lo que debe dar cumplimiento a las Normas Oficiales Mexicanas establecidas por la Secretaría de Salud del Gobierno federal, entre ellas, dos resaltan por su importancia (SOAPAP, 2004):
  • NOM-127-SSA1-1994 "Salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización.” (modificada  en diciembre de 2000)
  • NOM-179-SSA1-1998 “Vigilancia y evaluación del control de calidad del agua para uso y consumo humano, distribuida por sistemas de abastecimiento público”.

Operan 48 pozos que producen agua con dureza y sólidos disueltos totales que exceden los límites de la norma; estos pozos aportan en conjunto un caudal de 985 l.p.s., para aprovechar esta agua, se mezcla con agua de baja dureza proveniente de la zona Poniente y del Norponiente, diluyéndola hasta lograr una mezcla con un nivel de dureza menor al límite permisible establecido en la norma NOM-127-SSA1-1994 (SOAPAP ,2004). En 2003 entró en operación la planta ablandadora para reducir la dureza del agua producida por los ocho pozos Atlixcayotl que producen 120 l.p.s.
El sistema funciona con 39 líneas de conducción e interconexión de tanques, con diámetros en tuberías de 150 mm. (6") hasta 750 mm. (42") y con longitud total de 262.7 km.; el 68 por ciento trabaja por bombeo. Las líneas inician en las fuentes de abastecimiento del norte y poniente para formar parte del acueducto denominado “Acuaférico” que forma un anillo en torno a la ciudad y cuyo circuito Guadalupe Hidalgo–San Manuel–Loreto y Desarenador-Clavijero fue concluido en el año 2006.  Hacia el sur opera la línea que va del tanque Rincón Arboledas hacia el tanque Guadalupe Hidalgo con diámetro de 18”; la otra línea en esta zona es la del tanque Rincón Arboledas al tanque San Manuel con diámetro de 16”. Por el oriente existe la línea que va de Xonacatepec hacia el tanque Clavijero con diámetro que varía de 8” a 24” ampliada en su tramo final en el año 2001 (SOAPAP, 2006).
La capacidad de regulación del sistema es de 186 tanques para 126,683 m³ con un bombeo de 19 horas diario, de los cuales 46 funcionan como estaciones de re bombeo con capacidad para bombear aproximadamente 2,457 l.p.s. con una potencia instalada de 6,530 HP. Con excepción del re bombeo de Zavaleta cuya rehabilitación terminó en marzo 2002, de Rincón Arboledas, Clavijero y la segunda etapa de San Manuel, construidos de 1990, la Constancia y Loreto, a la fecha el resto de los re bombeos tiene una antigüedad considerable con equipos de bombeo obsoletos y de baja eficiencia lo que significa altos costos de operación y mantenimiento (SOAPAP, 2006).
Existen problemas en la regulación, debido a las malas condiciones de la infraestructura,  en su mayoría los tanques son de poca capacidad y abastecen una zona muy limitada; además los tanques maestros (20,000 m.³), no están ubicados estratégicamente para regular los volúmenes requeridos y ofrecer servicio continuo. (SOAPAP, 2004).
La red de distribución de agua potable del área de influencia tiene una longitud de 3,502 Kilómetros; el 10.02 por ciento (351 Km.) es red primaria y 89.98 por ciento (3,151 Km.) es red secundaria (SOAPAP, 2010). Desde 1993 la ciudad de Puebla se dividió en nueve sectores de distribución, pero en realidad el agua se manejaba hasta 1999 mediante 82 pequeños sistemas formados a partir de un tanque, una batería de pozos o inclusive un sólo pozo. Para el año 2011 se reestructuro el sistema de distribución, para quedar en 10 sectores de distribución; estos sectores a su vez son subdivididos en 33 distritos hidrométricos a partir de los principales tanques o en algunos casos de la inyección de los pozos a la red de distribución. Hacia el norte de la ciudad se ubican los sectores de distribución 1, 2 y 3; al oeste se ubica el sector 4; al suroeste el sector 8 y 10; al sur el sector 9; al este el sector 6 y al centro los sectores 5 y 7, como se aprecia en el plano (Figura IV.1).
De acuerdo con información del año 2004, de la red de agua potable, el 8.14 por ciento tenía más de 50 años de antigüedad, el 22.8 por ciento entre 25 y 50 años, el 19.55 por ciento se encontraba entre los 10 y 25 años y el 49.51 por ciento menos de 10 años. Se señalaba que la tubería con menos de 20 años de antigüedad se encontraba aún en buenas condiciones, no así la tubería  con antigüedad de entre  40 y 60 años, lo que provoca grandes pérdidas por fugas en las redes de distribución (SOAPAP, 2004).
La red de distribución primaria se integra por circuitos, con tubería de materiales diversos (asbesto, cemento, PVC, etc.) y diámetros que varían de 4 a 24 pulgadas; adicionalmente, la red de distribución secundaria está construida también con varios materiales y con diámetros de 2, 2½ y 3 pulgadas. En los sectores 1, 2 y 3, localizados al norte y nororiente, la red está integrada principalmente por tubería con antigüedad entre 10 y 40 años, donde se presenta el mayor índice de fugas en tomas domiciliarias, particularmente en las colonias localizadas al noreste de la ciudad. En el sector 5, particularmente el centro de la ciudad de Puebla, presenta tuberías con una antigüedad que rebasa los 50 años y donde también ha coincidido la mayor presencia de fugas en tomas domiciliarias y red. En los sectores 4 y 6, ubicados al norponiente y poniente, en mayor proporción la antigüedad de la tubería varía de los 20 a los 40 años y en menor grado con antigüedad entre 3 y 20 años (SOAPAP, 2004).

Las fugas de agua en red y tomas domiciliarias se han concentrado en la parte poniente de la ciudad, principalmente en colonias donde la red tiene antigüedad entre 30 y 40 años. En los sectores 7 y 8 predomina la red de distribución con antigüedad entre 20 y 40 años, sobre todo en colonias que colindan con la zona centro de la ciudad. En dicho sistema se ha registrado un número considerable de fugas en tomas domiciliarias y en red, que coincide con las colonias que cuentan con esa antigüedad de red.  Adicionalmente, en la parte sur de este sistema también se han presentado fugas en redes con menos de 10 años de antigüedad, debido a la mala instalación.
De acuerdo con información del área técnica, del total de fugas el 72 por ciento se presenta en tomas domésticas y el 28 por ciento restante en tuberías y líneas de conducción y/o alimentación principales. Las fugas en conexiones domiciliares se presentan por fisuras, perforaciones, corte, piezas flojas, entre otros; las fugas en líneas de conducción se deben al efecto de corrosión-envejecimiento que usualmente inicia con fallas pequeñas, que van creciendo con el tiempo, también son generadas por cargas superficiales y por construcción de nueva infraestructura, lo anterior es recurrente con tubería de poca profundidad; por último el golpe de ariete debido a cambios de régimen en la apertura y cierre de válvulas, rutina diaria en la operación del sistema, provoca el aflojamiento de piezas generadoras de fugas, para cada causa de fuga se emplea determinado material, que va desde un ajuste de tornillería hasta la sustitución de la pieza o tramo.
Las perdidas físicas representan un gran problema para el sistema ya que para el año 2006 oficialmente se reportaban perdidas físicas en redes por 32.7 Mm3   lo que representaba el 27.6 por ciento del agua extraída de las fuentes, pero últimamente, como la información proporcionada no coincide con el indicador de agua no contabilizada y menos aún con el promedio nacional (también elevado) ya no se podía “maquillar” esa cifra, se ha admitido por los responsables, que las pérdidas físicas ascienden a un 40 por ciento del agua extraída de las fuentes, porcentaje que resulta elevado y repercute directamente en la oferta y el desempeño del Sistema Operador.
La zonas de mayor crecimiento de la mancha urbana se localizan al oriente y al sur, estas zonas con nuevos asentamientos no cuentan con red de agua potable, a excepción de desarrollos construidos por Casas GEO, SADASI y ARA, que construyen su propia infraestructura hidráulica; las nuevas colonias populares son atendidas mediante programas donde participa la comunidad aportando materiales y recibiendo una bonificación en el momento de pagar derechos de conexión.
La distribución del servicio en el área de influencia del SOAPAP en 932 colonias, Unidades Habitacionales y fraccionamientos registrados, se da a través de un total de 412 mil 294 tomas domiciliarias activas registradas en la ciudad de Puebla y área conurbada. Del total de tomas domiciliarias, el 92.37 por ciento corresponden a uso doméstico, 6.6 por ciento a uso comercial y el 1.03 por ciento a uso industrial (SOAPAP, 2010). El servicio continuo se proporciona solo al 4.7 por ciento de los usuarios, servicio diario al 9 por ciento, servicio tandeado seis días al 11 por ciento, cinco días al 6.2 por ciento, cuatro días al 14.8 por ciento, tres días al 26 por ciento, dos días al 21.8 por ciento y un día 3.5 por ciento; la zona con tandeos mas espaciados se localiza al sureste de la ciudad (SOAPAP, 2010).
El tandeo obedece a la falta de infraestructura, principalmente de almacenamiento y regulación, lo que obliga a suministrar en horas el volumen de agua de todo el día, en el caso de tandeo diario, y en el caso de tandeo de 2 a 6 días se suministra en un día el volumen necesario de varios días, el cual es almacenado por los usuarios en cisterna principalmente, en tinacos y en algunos casos en “toneles”. Esta situación se ve agravada en la periferia donde la población más pobre no cuenta con cisterna y como resultado el problema se manifiesta como un problema de falta de agua que se pretende solucionar con más y más extracción.
La población del área de influencia determinada por el Sistema Operador es superior a la población del municipio de Puebla en virtud de que en la última década la red de distribución se ha expandido hacia los municipios conurbados (Tabla IV.2). Para el año 2010 el área de influencia se calcula en un millón 787 mil 898 habitantes, donde el 86 por ciento corresponde a la ciudad de Puebla, los municipios de San Andrés Cholula, Cuautlancingo, Acajete, Amozoc y Tepatlaxco participan con el 14 por ciento restante y la población de la ciudad de Puebla representa el 80.2 por ciento de la población del área de influencia.
Para el año 2010, el SOAPAP proporciona el servicio de agua potable a un millón 623 mil 473 habitantes, lo que representaría una cobertura del 90.8 por ciento del total del área de influencia; a un millón 484 mil 385 habitantes del municipio de Puebla (96.4 por ciento del municipio) y a 139 mil 88 habitantes (56 por ciento) de la zona conurbada. De acuerdo con los mismos cálculos el organismo presta el servicio de alcantarillado a un total de un millón 614 mil 589 habitantes, lo que representa el 90.3 por ciento de cobertura del área de influencia total (SOAPAP, 2010).

De acuerdo con los datos censales emitidos por el INEGI, en el municipio de Puebla el porcentaje de la población que dispone de “agua entubada” paso de representar el 88 por ciento en 1990 a un 89.5 por ciento en el 2005 y para el año 2010 se registra una cobertura del 93 por ciento, lo que significa que en este ultimo año 107 mil 787 habitantes no contaban aun con agua entubada. De igual forma para la ciudad de Puebla el dato fue de 87.1 por ciento  para 1990 y del 90 por ciento para el 2005, mientras que en 2010 la cobertura fue del 94.4 por ciento, lo que significa que aún existen  80 mil 307 habitantes sin el servicio, solo en la ciudad de Puebla (Tabla IV.3) (INEGI, 2010).
Actualmente se calcula un déficit respecto a la demanda, de 876 litros por segundo (l.p.s.), esto es más de 27.6 millones de metros cúbicos (Mm3) anuales (SOAPAP, 2010, Tabla IV.9). Lo anterior aunado al estado de deterioro de la infraestructura hidráulica y la falta de inversión, ha conducido a una distribución inequitativa del servicio a nivel espacio-social-territorial y de los diferentes sectores socioeconómicos; existen zonas de la mancha urbana al oriente y al sur que no cuentan con red de agua potable aún; el tandeo es práctica común en las colonias populares.
Es así que el organismo operador encargado de gestionar los servicios de agua potable en la ciudad de Puebla se enfrenta actualmente a un problema que se expresa a nivel macro en una demanda urbana que crece exponencialmente mientras la disponibilidad natural del recurso decrece 1, y a nivel micro la segregación socioespacial aunada a las condiciones diferenciales y de deterioro de la infraestructura hidráulica, afecta el abasto y la distribución de agua, principalmente en las colonias populares y asentamientos irregulares.

2.2.2.-Alcantarillado 

En la ciudad de Puebla el subsistema de alcantarillado sanitario funciona por gravedad, está integrado por atarjeas, subcolectores y colectores que cumplen con esta condición; las descargas de este sistema son en su mayor parte a los colectores marginales a ríos, arroyos y barrancas más próximos.
La ciudad cuenta con un sistema de atarjeas que funcionan para recolectar y transportar las aportaciones de las aguas negras domésticas, comerciales e industriales, hacia los subcolectores, colectores y emisores. Los subcolectores reciben las descargas de aguas negras de las atarjeas, éstas pueden terminar en un colector, emisor o directamente a las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR). A su vez los colectores reciben las descargas de los subcolectores y pueden terminar en un emisor o bien en las plantas de tratamiento. Por último, el emisor recibe las descargas de uno o varios colectores en su trayecto y su función es únicamente la de conducir las aguas residuales hacia la planta de tratamiento.
La cobertura de la red actualmente tiene una longitud total de 2,734.25 km., la red de colectores y subcolectores que integran el sistema de alcantarillado sanitario está construido con tuberías de concreto simple y concreto reforzado, con diámetros que van desde 30 cm. hasta 244 cm. y una longitud total de 358.39 km., El sistema actual de atarjeas y subcolectores opera combinado en casi su totalidad, únicamente en algunas áreas trabaja en forma separada, esto es, drenaje pluvial y sanitario. La red integrada por atarjeas y subcolectores funciona totalmente por gravedad; las descargas de las aguas se realizan hacia los colectores marginales ubicados en las márgenes de los ríos, arroyos y barrancas que atraviesan la ciudad a través de los cuales se conducen hacia alguna de las cinco plantas de tratamiento de aguas residuales. La red de colectores está distribuida en cinco sistemas denominados sistema Parque Ecológico, San Francisco, Barranca del Conde, Atoyac Sur y Alseseca Sur, ubicándose en estos dos últimos un cárcamo de bombeo para cada uno, de  manera que en el primero son integradas las aguas del ramal el Zapatero al ramal 1 A y en el segundo son elevadas las aguas residuales del ramal 5 por bombeo hasta la parte alta del cerro el Chiquihuite y de ahí por gravedad hasta la planta tratamiento (SOAPAP, 2006). 
La zona norte descarga la mayor parte de  aguas residuales a la Barranca del Conde; la zona oriente descarga a los colectores marginales del río Alseseca; el centro de la ciudad vierte sus aguas residuales en los colectores marginales al río San Francisco, actualmente entubado en su mayor parte; la zona poniente y sur desechan sus aguas a los colectores marginales del río Atoyac, con excepción  de  algunas colonias que vierten  hacia pequeñas barrancas que descargan en la presa de Valsequillo.
Estas cinco zonas y sus respectivas plantas de tratamiento tienen como sitio final de disposición de las aguas residuales, la presa Valsequillo o Manuel Ávila Camacho, así como el río Nexapa, a partir de los cuales son utilizadas para el riego de cultivos, en el Distrito de Riego 030 Valsequillo y para la zona de Atlixco-Matamoros.
EL funcionamiento de la red de atarjeas inicia con la descarga domiciliaria o albañal, la cual parte de un registro principal localizado en el interior del predio provisto de una tapa de cierre hermético que impide la salida de malos olores, el diámetro de la descarga es generalmente con tubería de concreto simple de 15 cm. y una profundidad mínima de 60 cm; el albañal se conecta al sistema de alcantarillado con una pendiente del 1 por ciento como mínimo. La antigüedad de la red de atarjeas, es la siguiente: el 45.77 por ciento de la red existente es mayor a los 30 años,  el 33.62 por ciento oscila entre los 15 y 30 años y el 20.61 por ciento es menor a los 15 años (SOAPAP, 2004).
En la zona norte se localiza la Barranca del Conde y sus colectores marginales en donde descargan algunas de las aguas residuales producidas en las colonias San Felipe Hueyotlipan, San Pablo Xochimehuacán, San Jerónimo Caleras, Francisco Villa, Santa María La Rivera, La Candelaria, Fraccionamiento Industrial El Conde y Fraccionamiento Moratilla, entre otras. Al oriente la red da servicio a las colonias Ciudad Satélite, Vista Hermosa, América del Norte, Chapultepec, Resurgimiento, Infonavit Amalucan, Joaquín Colombres, Maestro Federal, Cristóbal Colón, Campo Militar, H. de Puebla y V. Guadalupe, descargando a los colectores marginales del río Alseseca.
En el centro de la ciudad el desalojo de las aguas residuales se efectúa por medio de los colectores marginales al antiguo río San Francisco, ahora bóveda y conducto pluvial de alivio, denominados colector sanitario marginal poniente y colector sanitario marginal oriente, los cuales vierten sus aguas a los colectores marginales al Río San Francisco denominados ramal 7 margen derecha y ramal 7 margen izquierda, respectivamente, lo anterior a la altura del fraccionamiento Prados Agua Azul.
Al poniente se localizan las colonias La Paz, La Libertad, Los Ángeles, La Piedad, Luz Obrera, Fraccionamiento Las Fuentes, Pino Suárez, Obrera, Francisco I. Madero, Pueblo Nuevo, Santa Cruz Guadalupe, Viveros, Santa Cruz, Fraccionamiento Las Animas, Buena Vista, Nueva Antequera, Volcanes, Díaz Ordaz, Agua Azul, Panteón Francés, Lomas del Sol y San José Vista Hermosa, descargan sus aguas residuales a los colectores marginales del río Atoyac.
Finalmente, las colonias del sur de la ciudad como Bugambilias, Patrimonio, Granjas Puebla, Loma Bella y otras, descargan sus desechos hacia los colectores marginales del río Atoyac, presentándose casos excepcionales de colonias como Balcones del Sur que descargan directamente a pequeñas barrancas o escurrimientos que llegan hasta la presa Valsequillo.
El estado de la red de alcantarillado es aceptable en la mayor parte del área servida, sin embargo, existen zonas en que las redes han sufrido un deterioro considerable, llegando incluso al colapso, debido a la antigüedad de más de 30 años de la tubería, a la agresión de los sulfatos disueltos en el terreno y al tipo del agua que transportan.
El crecimiento demográfico y urbano de la ciudad de Puebla, ha creado nuevas necesidades en servicio de alcantarillado, que con el paso del tiempo ha modificado el funcionamiento para el cual fue diseñada la red, utilizándola también para desalojar las aguas de lluvia y también se han originado puntos conflictivos de inundación, debido a la falta de bocas de tormenta en las zonas de crecimiento y a la falta de capacidad en algunos tubos del sistema (SOAPAP, 2006). 
La red de subcolectores y colectores que conforman el sistema de alcantarillado está constituida por tuberías de concreto simple y concreto reforzado, con diámetros que van desde 30 cm. hasta 244 cm. El funcionamiento de los subcolectores es en su mayor parte combinado, salvo en algunas zonas en las cuales trabajan en forma separada, la construcción de los colectores más antiguos se realizó sin análisis y diseño específicos, buscando solamente dar solución inmediata a las necesidades urbanas, por lo que presentan problemas para su operación.  (SOAPAP, 2004).
Actualmente los técnicos del SOAPAP consideran que en términos generales, el estado de conservación de las tuberías del subsistema de alcantarillado sanitario es bueno, salvo algunos colectores que tienen problemas en su estado de conservación, ubicados la mayoría en zonas en donde la agresividad del terreno es alta, debido a las aguas sulfurosas y otros sólo por su antigüedad.
Las aportaciones consideradas para los colectores marginales a los principales ríos, barrancas y arroyos que atraviesan la ciudad de Puebla, construidos entre los años 2000 y 2003, fueron del 75 por ciento de los consumos de agua potable y por tratarse de colectores cuyo funcionamiento debe ser exclusivamente residual son analizados con un factor de seguridad de 1.0, es decir, se usa en la mayoría de los casos, salvo contadas excepciones, el gasto máximo instantáneo. Además no se consideran las aportaciones de aguas pluviales. Los gastos sanitarios fueron calculados con base en los lineamientos técnicos de estudios y proyectos de alcantarillado sanitario de la Comisión Nacional del Agua.
Para incrementar la cobertura del servicio de alcantarillado sanitario de la ciudad, se requiere construir obras importantes como introducción de redes de atarjeas, subcolectores, colectores, estructuras de cruzamiento, interceptores, estructuras de derivación y desvíos.  El sistema de subcolectores y colectores de la ciudad, tiene la capacidad suficiente para conducir sin problema las aguas residuales; sin embargo, su funcionamiento actual es combinado, por lo que en época de lluvias se presentan problemas de operación en algunos de sus tramos, debido sobre todo a la falta de capacidad en las tuberías, originando a su vez zonas conflictivas de encharcamientos y pequeñas inundaciones en la ciudad. (SOAPAP, 2004).
Se calcula que para el año 2010 el Sistema Operador en su área de influencia proporciona el servicio de drenaje a un millón 614 mil 589 habitantes, lo que representa una cobertura del 90.3 por ciento del área de influencia; y proporciona el servicio a un millón 466 mil 800 habitantes del municipio de Puebla, lo que representa el 95.2 por ciento del total de la población municipal (SOAPAP, 2010).
De acuerdo con los datos censales emitidos por el INEGI, en el municipio de Puebla el porcentaje de la población que dispone de servicio de drenaje paso de representar el 87.6 por ciento en 1990 a un 92.1 por ciento en el 2005, lo que significa que en este ultimo año contaban con el servicio un millón 363 mil 412 habitantes y 116 mil 153 no contaban aun con drenaje y para el año 2010 se registró una cobertura del 94.9 por ciento. De igual forma para la ciudad de Puebla el dato fue de 90.1 por ciento para 1990 y del 93.3 por ciento para el 2005, con una población desatendida al 2005 de 94 mil 017 habitantes sólo en la ciudad; mientras que en 2010 la cobertura fue del 95.5 por ciento (Tabla 5), registrándose aún 64 mil 533 habitantes sin servicio, sólo en la ciudad de Puebla.

2.2.3.-Saneamiento 2

Una de las funciones y tareas del sistema operador consiste en el saneamiento de las aguas residuales y coadyuvar en la solución del grave problema de contaminación de ríos, barrancas y cauces que cruzan la ciudad, principalmente el Alseseca, Atoyac y San Francisco, originado por las descargas de aguas residuales de uso doméstico e industrial. Para ello se cuenta con un sistema de colectores marginales y cinco plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR).
La construcción de 120 kilómetros de colectores marginales y 5 plantas de tratamiento de aguas residuales inició en 1994 y se formalizó mediante Contrato de Prestación de Servicios con el 100 por ciento de recursos de la iniciativa privada, realizándose solamente 40 Km. de colectores y se inició la planta de tratamiento “Parque Ecológico” que concluyó en 1997, con recursos de programas federales y estatales. Para continuar con el Programa de Saneamiento, en 1998 el SOAPAP gestionó ante BANOBRAS recursos del Programa FINFRA y en el mes de mayo de 1998 se publicó la convocatoria para la construcción de 4 plantas de tratamiento de aguas residuales y 104.9 kilómetros de colectores en las márgenes de los ríos y barrancas, adjudicándose el contrato en el mes de octubre de ese año.
La licitación se celebró bajo la modalidad de contrato de concesión de servicios con vigencia por 20 años, con 40 por ciento de recursos a fondo perdido aportados por el FINFRA, 30 por ciento de capital de riesgo de la empresa y 30 por ciento de crédito aportado por BANOBRAS a la propia empresa.
Actualmente el caudal de aguas residuales colectadas y recibido en colectores es de 126.68 millones de metros cúbicos anuales, de los cuales 88.77 Mm3 son tratados en las cinco plantas de tratamiento localizadas en diferentes puntos de la ciudad de Puebla, lo que representa una cobertura de saneamiento del 70 por ciento. Se estima que alrededor de un 20 por ciento de las aguas residuales generadas provienen de las localidades y municipios vecinos ubicados aguas arriba, en donde no existe aportación por concepto de pago de éste servicio por parte de la población y empresas (SOAPAP, 2010).
La operación de la planta de tratamiento “Parque Ecológico” está a cargo directamente del Sistema Operador (SOAPAP), su capacidad instalada es de 100 l.p.s. y opera a 43 l.p.s; las otras cuatro plantas recientemente se encontraban concesionadas a la empresa francesa Degremont 3 y sus capacidades son: Planta Barranca del Conde con una capacidad máxima de 500 l.p.s. y opera a 200; Planta San Francisco con capacidad máxima de 1,500 l.p.s. y opera a 1,311; la Planta Atoyac Sur con capacidad para 600 l.p.s y opera a 450; y la Planta de Alseseca Sur con capacidad máxima de 1,000 l.p.s. y opera a 800. En total la capacidad instalada al año 2010 es de 3, 700 con un gasto de operación de 2,817 l.p.s y el subsistema comprende 120.1 km. de colectores (SOAPAP, 2006, 2010).

La planta de tratamiento “Parque Industrial Puebla 2000” (cuya información no aparece en la tabla anterior), se construyó con el fin de sanear el río Alseseca, en este proyecto se encuentran involucradas 80 empresas asentadas en el corredor industrial denominado “Parque Industrial Puebla 2000”. El gasto de diseño de la planta fue de 360 M3/hr, equivalente a 100 l.p.s, contemplando el proyecto dos etapas de tratamiento, la primera para alcanzar concentraciones de agua tratada con valores de DBO5 de 150 p.p.m. y SST de 125 p.p.m, dentro de la normatividad vigente(SOAPAP, 2004). En la segunda etapa el efluente es sometido a un tratamiento avanzado, el nivel de agua tratada obtenido debe ser suficiente para reusar el agua en procesos industriales, enfriamiento, etc.
El éxito en las tareas de saneamiento, en el mediano y largo plazo consiste en solucionar la contaminación del agua, sanear los ríos que cruzan la ciudad y proteger la salud de los habitantes; elevar la rentabilidad para más de 25 mil familias de las regiones de Tecamachalco, de la Cuenca del río Balsas y el río Nexapa que podrían regar alrededor de 30 mil hectáreas por cultivos mejor remunerados. Pero a pesar de las buenas intensiones en la operación de la infraestructura para el saneamiento, el Río Atoyac y parte del Alseseca, así como, sus afluentes y la presa Manuel Ávila Camacho (Valsequillo) no se han podido sanear, debido entre otras razones a que existen industrias localizadas en sus márgenes, en los estados de Puebla y Tlaxcala4 , que han estado amparadas en cierta normatividad en donde se establecen diferentes plazos respecto a la calidad del agua(SOAPAP, 2004) que les permite evitar que se aplique rigurosamente la norma establecida para las descargas industriales, misma que también es  violada permanentemente por los industriales al descargar residuos químicos para lo que no están preparados los sistemas y procesos actuales de saneamiento y más aún, que la empresa francesa DEGREMONT no ha cumplido con lo contratado, no atendió el problema y en los últimos doce años ha sangrado las finanzas públicas  sin lograr ninguna mejora en el saneamiento, las plantas de tratamiento que opera fueron planeadas para cubrir tres etapas del proceso de tratamiento de agua, pero las mismas no se han cumplido, el balance hasta el momento ha sido desastroso para la ecología y fraudulento para las finanzas públicas y se presume que todo fue en contubernio y con la complacencia de ex funcionarios del SOAPAP, lo que ha resultado en costos millonarios y en la multimillonaria deuda con la que carga el SOAPAP actualmente 5.
En resumen y visto en conjunto, los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento presentan una problemática de ineficiencias en vías de agudizarse, ante la imposibilidad de encontrar otro tipo de soluciones que no sea la técnica y/o financiera, sigue latente el riesgo de la privatización de los recursos hídricos y/o de la gestión de los servicios que se prestan, lo que significaría someter la gestión del agua a los mecanismos del mercado y al control del capital privado trasnacional, a un modelo de gestión cada vez más antipopular, con la consecuente fijación de altas tarifas, desempleo, bajas inversiones en infraestructura y transferencia de capitales, entre otras consecuencias.
Se estima que de continuar la tendencia actual de ineficiencias en la gestión de estos servicios, se acentuaran los rezagos en la cantidad y calidad de los mismos; la contaminación y deterioro del medio seguirá impactando negativamente la calidad del agua y la calidad de vida de la población; se intensificara la sobreexplotación de acuíferos; las deficiencias, dispendio y los incrementos de costos de operación impactan y limitan el desarrollo de las actividades productivas  lo que hace impensable el logro de una autosuficiencia financiera del SOAPAP y con ella un manejo sustentable del recurso y de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, soporte fundamental, a su vez del desarrollo de la ciudad y su entorno.
En la ciudad, los servicios de agua potable, alcantarillado 6 y saneamiento  observan un crecimiento desordenado, concentrado y fragmentado; existe una distribución inequitativa del servicio a nivel territorial y de los diferentes sectores socioeconómicos, ocasionada por el patrón irregular de los asentamientos humanos y de urbanización; coberturas irregulares y escasez; inexistente cultura ciudadana del agua; fuertes cargas financieras del organismo, argumentándose también insuficiencia de recursos de inversión para infraestructura. Es un hecho ya la sobreexplotación del acuífero del Valle de Puebla, existe un gran desperdicio y uso ineficiente del recurso, contaminación de las aguas superficiales y del ecosistema.
Está en riesgo el equilibrio ambiental y el desarrollo de las poblaciones aquí asentadas y su entorno natural, por la sobreexplotación, deterioro y abatimiento del acuífero; existe la amenaza de una crisis del agua y un desastre ecológico en el futuro inmediato, derivado del deterioro ambiental. De acuerdo a la situación reseñada, la ciudad enfrenta una serie de retos, entre otros, el déficit respecto a la demanda de agua potable por parte de la población; las perdidas físicas en redes que para el año 2010 se estiman hasta en un 40 por ciento del agua extraída de las fuentes, porcentaje elevado que repercute directamente en la oferta y el desempeño del Sistema Operador; la estructura y política tarifaria; manejo ineficiente del padrón; información técnica poco confiable; la fuerte carga financiera que representa la deuda pública; ineficiencia administrativa, financiera y operativa.
La baja disponibilidad de agua y el fuerte déficit del recurso para atender las necesidades de uso urbano aumenta la competencia por el agua, aumenta la escasez y se ve afectada la calidad y gestión de los servicios y por lo tanto la calidad de vida de la población, lo que se convierte en constante tensión y descontento social, sobre todo en la periferia. Los conflictos socioambientales no sólo son causados por el recurso limitado y la creciente demanda de la ciudad hacia las fuentes de abastecimiento, sino también por su relación con los problemas que lleva aparejados como la degradación y la contaminación ambiental, está en crisis pues, la actual relación con la naturaleza y el “espacio social natural” de la ciudad.
Finalmente, como resultado de la intensa explotación a que ha sido sometido  el acuífero y de la creciente actividad productiva en el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla, en los últimos años se observa gran desperdicio y uso ineficiente del agua que se traduce en una creciente demanda que crea competencia entre regiones por el líquido y por lo tanto reducción de la disponibilidad; el agua susceptible de concesión es insuficiente para soportar el crecimiento poblacional y la actividad económica, en el mediano plazo el acuífero está en peligro por la intensa deforestación de las dos principales fuentes de recarga y existe un  riesgo en curso, de contaminación antropogénica y  natural.
El Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP), entidad responsable de la prestación de los mismos en el Municipio de Puebla, creado y desarrollado bajo el modelo y la política hidráulica dominante a nivel nacional, cuyo soporte tecnológico es el aprovechamiento de las aguas subterráneas (mediante pozos profundos, líneas de conducción y rebombeo)  para el logro de su cometido, en los últimos años ha aumentado el volumen de agua extraído pero a costa de aumentar el número de pozos en operación,  lo que refleja y repercute en una cada vez menor producción promedio por pozo.
La capacidad de regulación del sistema en la ciudad de Puebla es insuficiente, la mayoría de los rebombeos tiene una antigüedad considerable con equipos de bombeo obsoletos y de baja eficiencia lo que significa altos costos de operación y mantenimiento; la antigüedad de gran parte de la red de distribución  y líneas de conducción de agua potable, provoca  malas condiciones de operación que ocasiona  grandes pérdidas por fugas que representan un grave problema para el Sistema y repercuten directamente en la oferta y su desempeño; las zonas de mayor crecimiento de la mancha urbana se localizan al oriente y al sur, estas zonas con nuevos asentamientos, sobre todo los irregulares, no cuentan con red de agua potable.
Actualmente la distribución del servicio en el área de influencia del SOAPAP integrada por 932 colonias, Unidades Habitacionales y fraccionamientos, en su gran mayoría es tandeado, se hace mediante servicio continuo y diario a un número muy reducido de usuarios, la zona con tandeos mas espaciados se localiza al sureste de la ciudad, la población del área de influencia que aun no cuenta con el servicio es de 164 mil 425 habitantes.
El estado de la red de alcantarillado es aceptable en la mayor parte del área servida, sin embargo, existen zonas en que las redes han sufrido un deterioro considerable, llegando incluso al colapso, debido a la antigüedad de la tubería, a la agresión de los sulfatos disueltos en el terreno y al tipo del agua que transportan.
Para incrementar la cobertura del servicio de alcantarillado sanitario, se requieren fuertes inversiones para obras importantes, el sistema de subcolectores y colectores de la ciudad, tiene la capacidad suficiente para conducir sin problema las aguas residuales; sin embargo, su funcionamiento actual es combinado, por lo que en época de lluvias se presentan problemas de operación en algunos de sus tramos. 
A pesar de los grandes esfuerzos para la operación de la infraestructura de saneamiento de las aguas residuales, el Río Atoyac y parte del Alseseca, así como, sus afluentes y presa Manuel Ávila Camacho (Valsequillo) no se han podido sanear, debido a que existen industrias localizadas en sus márgenes, en los estados de Puebla y Tlaxcala, las cuales están amparadas en tiempos establecidos y diferentes plazos.
Aunado a lo anterior los empresarios no cumplen con las normas ambientales correspondientes, instalan plantas de tratamiento que únicamente funcionan durante las inspecciones y otros no hacen ningún esfuerzo para tratar sus desechos arrojándolos a las barrancas, en algunos casos bajo la complicidad de servidores públicos. Estas no pagan o aportan recursos por el daño ambiental que están ocasionando y el SOAPAP carga con todo el costo financiero y de operación de las plantas de tratamiento de aguas residuales que opera.

1 Como resultado de la intensa explotación del agua subterránea a que ha sido sometido  el acuífero y de la creciente actividad productiva en la región, se observa una reducción de la disponibilidad, el agua susceptible de concesión es insuficiente para soportar el crecimiento poblacional y la actividad económica en el mediano plazo (SOAPAP,  2004).

2 Gran parte de la información sobre el apartado de saneamiento fue recabada directamente de la Gerencia de Saneamiento del SOAPAP, 2009.

3 Triturados Basálticos y Derivados SA de CV y Degrémont  se asociaron en Tratamiento de Agua de Puebla SA, por un plazo de 20 años. Actualmente las cuatro plantas son operadas por el SOAPAP en virtud de que se rescindió el contrato a principios de 2012.

4 Las principales localidades del estado de Tlaxcala que aportan contaminantes  son las de Apizaco, Santa Ana Chautempan, Tlaxco, Ixtacuixtla, Tlaxcala y Nativitas; así como sus corredores industriales. El río  Zahuapan recibe las aportaciones de los  ríos Apizaco, Totolac, San Juan y Barranca de la Soledad, aportando un gasto total de 1,279 l.p.s., al río Atoyac, con una carga orgánica de 5 ton/día, valor que supera la capacidad de asimilación del río Atoyac y que sumados a las que ya lleva éste, se aportan a la presa Valsequillo un total de 70 ton/día.

5 Se estima que el pago mensual que realizaba el SOAPAP hasta hace unos meses a Degremont ascendía a 10 millones de pesos por los servicios que prestaba, la relación de prestación del servicio estaba atada a un contrato de 20 años, aún vigente, pese a lo cual se ejecuto la reincorporación en beneficio del SOAPAP.

6 La red de alcantarillado en gran parte ha sufrido un deterioro considerable. El sistema de subcolectores y colectores de la ciudad, tiene la capacidad suficiente para conducir sin problema las aguas residuales, sin embargo, su funcionamiento actual es combinado, por lo que en época de lluvias presenta problemas de operación en algunos de sus tramos.