SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL

SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL "ESPACIO SOCIAL-NATURAL" DE LA CIUDAD DE PUEBLA 1984-2010

Rafael de Jesús López Zamora (CV)
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

2.3.- Servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento y distribución social de la demanda

El padrón de usuarios del área de influencia del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP) al cierre del año 2010 está compuesto por un universo de 542 mil 757 registros de tomas domiciliarias de las cuales se consideran como activas y facturables 412 mil 294 tomas, mismas que representan la demanda de los SAPAS en la ciudad de Puebla y su Zona Conurbada. Este número ha venido evolucionando en los últimos años y observa un crecimiento del 31.4 por ciento del año 2000 al año 2010 y la eficiencia del padrón, representada por la relación entre usuarios activos y  registrados se mantiene en un 76 por ciento a lo largo del período (SOAPAP, 2006).

2.3.1.-Padrón de usuarios por usos, tipo de facturación y sector socioeconómico

Una primera clasificación del padrón se refiere a la que se deriva del tipo de uso que se le da a los servicios que presta el sistema operador, estos son Habitacional y Otros usos, este último concepto incluye los de uso comercial, industrial y de servicios (edificios  públicos de los tres niveles de Gobierno a los cuales no se les cobra el servicio y cuya situación no es objeto del presente trabajo). Así, de las 313 mil 762 tomas activas registradas en el año 2000, el  84.8 por ciento, o sea 265 mil 967, eran de uso habitacional y sólo el 15.2 por ciento, unas 47 mil 795 tomas,  correspondía a otros usos; pero para el año 2010 dicha participación relativa se modifica, de tal forma que paso a ser de 92.4 por ciento (380 822 tomas) para el habitacional  y solo de 7.6 por ciento (31,472) para otros usos. En el período el número de tomas activas creció en un 31.4 por ciento al pasar de 313 mil 762  a 412 mil 294 tomas en el período 2000-2010 (Tabla IV.5).
De acuerdo con la información observamos, en primer lugar que el SOAPAP durante el período mantiene una baja eficiencia en el manejo de su padrón; que los servicios son preponderantemente domestico-habitacional y que el crecimiento en el número total de tomas activas del 31.4 por ciento estuvo determinado por el crecimiento de las tomas de uso habitacional, mismas que crecieron en un 43.2 por ciento en el periodo, toda vez que el

número de tomas clasificadas como de otros usos se redujo en un 34.2 por ciento en el periodo (Tabla IV.5), situación que como veremos más adelante, obedece entre otras cosas al avance del sistema de servicio medido, sobre todo en los pequeños y medianos establecimientos del sector de uso comercial.
Una segunda clasificación obedece al tipo de facturación o de pago que realizan los usuarios y que se conoce como de cuota fija y servicio medido, la primera es una tarifa bimestral fija que se cobra dependiendo del sector socioeconómico en que se ubique el predio o el giro del negocio y la segunda es una tarifa bimestral en base a los  metros cúbicos consumidos en los predios que cuentan con aparato medidor de agua. De acuerdo con esto, se observa que del total de tomas activas en el año 2000, el 70.6 por ciento (221,501 tomas) estaba en cuota fija mientras que el 29.4 por ciento (92,261 tomas) estaba en servicio medido, y que para el 2010 los datos son del 65.8 por ciento (271,284 tomas)  y 34.2 por ciento (141,010 tomas) respectivamente; el número de tomas en servicio medido creció en un 52.8 por ciento en el periodo mientras que el de cuota fija  creció en un 22.5 por ciento, comportamiento que obedece al incremento por parte del SOAPAP de la instalación de medidores en tomas domiciliarias. No obstante el crecimiento del servicio medido ha resultado insuficiente, aquella composición no ha sido modificada en lo sustancial, se observa un crecimiento constante del servicio medido hasta el año 2006 y una caída hacia el año 2010, lo que se refleja en un magro crecimiento del 16 por ciento en la participación relativa de los usuarios en servicio medido durante todo el período (Tabla IV.6).


La tercera clasificación se refiere a la distribución por sector socioeconómico que está determinada por la ubicación social y territorial de los usuarios e involucra a las dos clasificaciones anteriores. En el periodo 2000-2010 el crecimiento del número de tomas se da en el uso habitacional, principalmente en el sector “A” popular; para el análisis por usos y de acuerdo con lo antes mencionado partimos de que del 100 por ciento de las tomas activas en el año 2000, el 84.8 por ciento era de uso habitacional y el 15.2 por ciento de otros usos (Tabla IV.5 y IV.7), de éste, el 14.3 por ciento correspondía al sector comercial y solo el 1 por ciento al sector industrial conocido como de grandes consumidores; así mismo en el año 2010 el habitacional representa el 92.4 por ciento del total, el comercial el 6.6 por ciento y el industrial igualmente el 1 por ciento (Tabla IV.7).
Dentro del uso habitacional se distinguen cuatro sectores que son el sector popular, sector medio, el residencial y el residencial alto cuya participación porcentual en el total habitacional se observa en la tabla, donde vemos que para el año 2010 el sector popular incrementa su participación considerablemente, mientras que el sector medio y el residencial desciende, mientras que el residencial alto mantiene su participación en el total. La información  refleja una participación mayoritariamente popular en el total de la demanda habitacional de  los SAPAS al pasar de representar el 78.2 por ciento en el año 2000 a un 84 por ciento en 2010 y que probablemente se ve favorecida por efectos de reclasificación de algunos usuarios de los sectores medios que pasaron al sector popular sobre todo en el sexenio anterior (1999-2005).

 

El uso comercial1 se clasifica en cinco sectores de acuerdo al giro y tamaño del establecimiento, observándose que aumentan su participación los sectores II, IV y V y la reducen los sectores I y III durante el período en cuestión. No obstante aunque el sector II aumento su participación considerablemente de 2000 a 2005, cae en el 2010, lo que aunado a la tendencia descendente del sector I y III estaría reflejando una fuerte afectación al sector comercio en pequeño. Los sectores que observaron mejor comportamiento en el período fueron los sectores IV (el segmento superior del pequeño comercio) y V conformado por casas de huéspedes, pensiones y escuelas pequeñas, básicamente (Tabla IV.7).
Los de uso industrial o grandes usuarios, a su vez se clasifican en tres que son el VI, VII y VIII, cuyo comportamiento en el mismo período es el siguiente: el sector VI redujo su participación durante el período; el sector VII aumento su participación hasta el año 2005 pero baja para el año 2010 y solo el sector VIII aumento sensiblemente su participación en el total industrial durante el período (Tabla IV.7).
Aquél comportamiento obedeció a una política tarifaria de depuración, reclasificación de cuentas y a la introducción del servicio medido en comercios y establecimientos, ya que en los últimos años se procedió a ubicar en un proceso escalonado, a usuarios que de acuerdo a las reglas establecidas debían ser re tabulados en una clasificación superior al estatus que conservaban, lo que afecto a los sectores y establecimientos comerciales más vulnerables, reflejándose en muchos casos en cierres de establecimientos, afectándose al comercio en pequeño, principalmente.
Atendiendo al tipo de facturación por sector socioeconómico tenemos que en el año 2000 del total de usuarios de tipo habitacional, el 66 por ciento correspondía a cuota fija y el 34 por ciento a servicio medido, pasando dicha participación en el 2005 a un 62 por ciento y 38 por ciento respectivamente y en 2010 regresa a representar exactamente el mismo 66 y el 34 por ciento. Dicho comportamiento se explica por qué a pesar de que se da un fuerte crecimiento del servicio medido durante el período 2000-2005, sobre todo en los sectores residenciales, hacia el período 2005-2010 no sucede lo mismo, por el contrario, se reduce fuertemente la instalación de medidores, e incluso se da un retroceso en algunos sectores como se observa en la tabla 8. La participación del servicio medido en el sector popular se reduce en el período, ya que para el año 2005 el sector popular tenía el 31 por ciento de su servicio en medido, para el año 2010 representa un 27.7 por ciento; mientras que en el sector medio paso de representar el 41 por ciento a un casi un 62 por ciento en 2005 pero bajo a un 57.7 por ciento en 2010; el residencial que de un 59.8 por ciento había pasado a representar casi el 79 por ciento, redujo su participación al 78 por ciento en 2010 y el sector residencial alto que había pasado de un 73 por ciento a un 86.5 por ciento en 2005, para el 2010 representa el 85.8 por ciento. Este comportamiento indica que el proceso de medición del servicio avanzó de manera consistente en el período 2000 a 2005 en mayor medida en los sectores socioeconómicos altos de la población, en particular residencial, pero redujo considerablemente su tendencia en el período 2005-2010 (Tabla IV.8).

 

En lo que respecta al uso comercial, aunque continua siendo importante la participación de los usuarios en cuota fija, los datos reflejan un avance en el servicio medido, pasando de representar el 3 por ciento en el año 2000 a un 28.2 por ciento en 2010, dándose el mayor crecimiento sobre todo, en el período 2000-2005.  El mayor avance relativo del servicio medido se observa  en los sectores de clasificación III, IV y V  que son los establecimientos más grandes  y de mayor capacidad comercial de este uso  (Tabla IV.8).

Por su parte el servicio de uso industrial registra un gran avance en el servicio medido durante el período 2000-2005, pasando de representar en el año 2000 el 19.7 por ciento en servicio medido a un 82.4 por ciento en el año 2005, mientras que en el año 2010 alcanza un 83 por ciento. El mayor avance relativo del servicio medido se observa del año 2000 al 2005 y en los sectores de establecimientos de mayor capacidad en este rubro (Tabla IV.8).
Lo anterior refleja una política comercial y tarifaria errática y equivocada que se resume en paralizar el proceso de instalación de medidores en el último período en estudio y lo poco que se aplica se orienta hacia los sectores que se cree arrojaran más recaudación al hacerlo, todo bajo el supuesto de que los sectores habitacionales es más conveniente mantenerlos sin medición y con el argumento de que se requieren grandes inversiones.
Se observa que el SOAPAP mantiene una baja eficiencia en el manejo de su padrón; que los servicios son preponderantemente domestico-habitacional y que el crecimiento en el número total de tomas activas estuvo determinado por el crecimiento del uso habitacional, toda vez que el numero de tomas correspondiente a otros usos se redujo en el periodo, situación que obedece entre otras cosas al intercambio del sistema de servicio medido, en los pequeños y medianos establecimientos del sector de uso comercial. El proceso de medición del servicio en general, que había avanzado en los primeros años del período analizado, en mayor medida en los sectores socioeconómicos altos de la población, en particular residencial e industrial, cayó en los últimos años.

2.3.2.-Estimación y cálculo de la demanda del servicio de agua potable

La demanda del servicio de agua potable se calculó en base a  la población  estimada del   área de influencia del SOAPAP, a los sectores socioeconómicos de los usuarios2 y a los consumos promedio en litros/habitante/día  (l/h/d.) estimados por año. Los resultados muestran que en términos globales, la demanda total de agua potable pasó de 3, 171.5 litros por segundo (l.p.s) en el 2000 a 3,489.8 l.p.s. en el 2010,  un crecimiento de 10 por ciento en el período, a una tasa media de crecimiento anual del 1 por ciento, la demanda habitacional creció el 17.5 por ciento, pero al interior de ésta, la demanda del sector popular por si sola aumento el 31.5 por ciento a una tasa media de crecimiento anual del 2.8 por ciento en el mismo periodo y la demanda industrial aumento el 38 por ciento a una tasa media anual de 3.3 por ciento, mientras que la extracción real de agua de las fuentes en el periodo, registro un crecimiento negativo del 2.1 por ciento con una tasa  media de crecimiento anual igualmente negativa de - 0.2 por ciento. La oferta real disponible por habitante/día va en descenso, al pasar de 150 l/h/d en  el año 2000 a 126 l/h/d en el año 2010;  de tal forma que el sistema actualmente opera con un fuerte déficit respecto a las necesidades mínimas estimadas de la población del área de influencia. El déficit paso de 634.3 l.p.s. en el año 2000 a 876.2 l.p.s en el 2010, o lo que es lo mismo, un déficit de  42.4 l/h/d. que equivale a un volumen de 27.6 millones de metros cúbicos anuales (Mm3) (Tabla IV.9).

 

 

Otro aspecto que deja ver el análisis de la demanda es la distribución inequitativa del servicio a nivel de los sectores durante los años en estudio, donde por ejemplo, en los extremos de los estratos de uso habitacional en el año 2010 vemos que por un lado el sector popular con el 84 por ciento del padrón habitacional del área de influencia participa con una demanda del 72.6 por ciento del total habitacional, con un promedio de consumo de122 l/h/d y por el otro, el sector residencial “D” con el 1.2 por ciento del total del padrón habitacional participa con una demanda del 3.3 por ciento y con un promedio de consumo de 385 l/h/d; igualmente vemos que el sector comercial con el 6.6 por ciento del padrón total participa con el 8 por ciento de la demanda, con un promedio de consumo de 875 litros/comercio/día, el sector industrial con el 1 por ciento del padrón participa con un 5.4 por ciento de la demanda y su consumo estimado es de 3,800 litros/industria/día (Tabla IV.10).

2.3.3.-Recaudación por tipo de servicio prestado, usos, tipo de facturación y sector socioeconómico.

En el análisis de la recaudación por los servicios que presta el SOAPAP se puede realizar en varios niveles, para el caso que nos ocupa se realiza el análisis de la composición y comportamiento de la recaudación, primero por tipo de servicio prestado; se analiza el comportamiento de la recaudación por sector socioeconómico y usos y finalmente la recaudación por sector socioeconómico y tipo de facturación.
Los principales servicios que presta el Sistema Operador son el servicio de agua potable, el de drenaje y el de saneamiento de las aguas residuales. Del análisis de la información se desprende que la recaudación por estos conceptos registro un crecimiento real del 92.3 por ciento en el periodo 2000-2010 al pasar de 433.6 millones de pesos constantes en el primer año a 833.6 millones al final del período, a una tasa  media de crecimiento anual del 6.8 por ciento. Se observa que el más dinámico de los tres rubros en el periodo fue el saneamiento con una tasa media de crecimiento anual real del 20.7 por ciento, le sigue el servicio de agua con una tasa media anual del 5.3 por ciento y el de drenaje con el 3.1 por ciento promedio anual. Así mismo al analizar la participación relativa, observamos que reducen su participación en el total de los recursos captados, los servicios de agua y de drenaje  durante todo el periodo, mientras que la participación de la recaudación por concepto de saneamiento creció en  39 por ciento y a una tasa anual promedio del 13.8 por ciento anual, derivado de que a partir del 2002 se inicio el cobro del saneamiento a los usuarios, registrando una fuerte participación en el total recaudado en los últimos años (Tabla IV.11).

 

 

Cabe destacar que en el período 2000-2005 el crecimiento de la recaudación total fue del 81.8 por ciento a una tasa media anual del 12.7 por ciento en el período, siendo el rubro más dinámico el de otros, en donde se ubica la recaudación por concepto de nuevas conexiones, que creció 154 por ciento a una tasa media anual de más del 20 por ciento, seguido por la recaudación por concepto de agua; pero en términos relativos, ya se observa una fuerte reducción en la participación de los servicios de agua y drenaje. No obstante en el período 2005-2010 el crecimiento de la recaudación fue sólo del 5.8 por ciento a una tasa media anual del 1.1 por ciento; y en términos relativos, se observa una reducción considerable en la participación de los servicios de agua potable, drenaje y “otros” en el total de la recaudación (Tabla III.11). Es evidente la fuerte caída y desaceleración que se da en el segundo período en estos dos servicios que se consideran los de mayor importancia, así como la del rubro de “otros”, este último refleja la fuerte reducción en las nuevas contrataciones y conexiones domiciliarias en la ciudad. Vemos pues que el dinamismo de la recaudación del sistema operador en los últimos años, ha descansado mayormente en el rubro de saneamiento de las aguas residuales.
Por sector socioeconómico y usos, para el año 2010 la recaudación total por su composición, la integran el sector de uso habitacional con el 78.4 por ciento,  el sector de uso comercial con el 7.6 por ciento y el sector de uso industrial con el 14 por ciento (SOAPAP, 2010).  El total, observa un crecimiento en el periodo 2000-2010, del 93.9, mismo que está soportado por el crecimiento de la recaudación en el sector industrial y el habitacional que registraron  un crecimiento real del 246 por ciento y 91.6 por ciento respectivamente (Tabla III.12). Se observa que la recaudación del sector comercial paso de 46 millones de pesos en el año 2000 a casi 143 millones de pesos constantes en el 2006 para caer estrepitosamente en el 2010 a un nivel de 53 millones de pesos, mientras que la recaudación en el sector industrial refleja un constante aumento en todo el período y el habitacional reduce su dinamismo hacia el período 2006-2010. En el total de la recaudación y a nivel de los tres casos dicho comportamiento estuvo determinado por el fuerte crecimiento de la recaudación por concepto de servicio medido en el período 2000-2006 en los tres sectores, pero sobre todo el crecimiento del total de la recaudación por usos, estuvo determinado por el mayor incremento de los recursos provenientes del uso comercial y el industrial. Pero a partir de 2006 y hacia 2010 la instalación de medidores domiciliarios se reduce considerablemente, lo que se refleja en la desaceleración de la recaudación en servicio medido y un repunte en la recaudación del servicio en cuota fija, sobre todo en el sector habitacional, comportamiento que estuvo determinado por la desaceleración de la recaudación proveniente del sector medio, residencial y residencial alto, mientras que los mayores volúmenes de recaudación son aportados por el sector popular al crecer en 159.5

 

por ciento en todo el período.  (Tabla IV.12).

Es importante destacar que del año 2000 al 2006 se da un fuerte crecimiento en la recaudación en los tres sectores de uso, determinado como ya se dijo por el mayor crecimiento del servicio medido, pero hacia el año 2010, la tendencia se revierte, sobre todo en el sector comercial en el que cae fuertemente la recaudación en todos sus rubros y se fortalece en el industrial. Este fenómeno obedeció a la retabulación y reubicación de usuarios hacia el sector más alto del sector comercial y más del industrial.
Respecto al comportamiento de la recaudación en el sector habitacional se observa que en los sectores medio, residencial y residencial alto hacia 2006 cae fuertemente la recaudación en virtud del cambio de cuota fija a servicio medido, derivado de la que la baja en la recaudación en pesos reales en cuota fija fue mucho mayor que el incremento derivado del cambio a servicio medido, pero en los sectores comercial e industrial el efecto fue totalmente contrario. Aquella situación no sucede con el sector popular en donde crecieron los dos conceptos por lo que se confirma la hipótesis de que en los sectores de uso habitacional las tarifas en cuota fija están sobrestimadas y al cambiar a servicio medido se reduce considerablemente la recaudación, situación que no se refleja en el sector popular mientras, como vimos anteriormente, éste siga conservando un alto componente de cuota fija. Así mismo, de acuerdo al mismo fenómeno se puede afirmar que en los sectores de uso comercial e industrial se da la situación contraria, a saber, están subestimadas las tarifas por lo que el sesgo se corrige al medir el servicio.
Lo anterior se refuerza cuando se analiza la recaudación por tipo de facturación, esto es, cuota fija o de servicio medido, la tabla IV.13 ilustra un balance en el que se muestra un índice de intercambio de la recaudación de cuota fija a servicio medido durante los períodos 2000-2006 y 2006-2010.
En el primer período el índice de intercambio total fue del 32.6 por ciento3 en el periodo, mismo en el que se observa como el proceso de avance del servicio medido cambio la composición del padrón de usuarios y del origen de la recaudación, de tal manera que la relación cuota fija/servicio medido, paso de 79/21 en el año 2000, a 46.7/53.3 en 2006, mostrándose  un avance considerable en los  tres usos (en éste orden: industrial, comercial y habitacional) y con más dinamismo al interior, en los sectores residenciales, en los VI y VII del industrial.
Pero es en el período siguiente, 2006-2010 cuando el índice de intercambio total pasa a ser negativo (-2), por lo que la relación cuota fija/servicio medido es de 48/51, por debajo de la registrada en el período anterior. Al interior de los sectores se observa que dicho índice aunque muy bajo es positivo en los sectores habitacionales, en el sector comercial todos pasaron a ser negativos, y en el sector industrial el índice también fue bajo, sólo del 3.9 por ciento, pero positivo.
La instalación de medidores casi fue abandonada en el segundo período, advirtiéndose cierta resistencia al interior del sistema operador para impulsar un programa más riguroso de implantación del servicio medido so pretexto de la falta de recursos de inversión, resistencia que en realidad obedece a la idea sin fundamento de que los efectos financieros que pudiera acarrear el intercambio, pueden ser negativos para la recaudación, tomando en cuenta el peso especifico de los sectores de uso habitacional, en particular del sector popular  (Tabla IV.13).

 

Dado el análisis anterior vemos que el avance en el servicio medido sí afecta  a la baja la recaudación en el sector habitacional, lo que quiere decir que el cobro a través de cuota fija actual está sobreestimado; pero también que el avance en el servicio medido  aumenta  la recaudación en los sectores comercial e industrial, lo que quiere decir que el cobro a través de cuota fija está subestimado en estos sectores, por lo que en general se puede concluir que el intercambio de cuota fija por servicio medido, a través del tiempo aumentaría en términos absolutos la recaudación total. En general y a la larga sería más beneficioso y conveniente socialmente, seguir avanzando en la introducción del servicio medido a fin de que sea justo el cobro para los sectores populares y habitacional en general, haciendo que la recaudación se traslade y/o distribuya, de acuerdo al consumo de los diferentes sectores sociales sin afectar la recaudación del sistema operador, y más aun mejorarla, amén de que la medición al cien por ciento  permitiría conocer exactamente el volumen de pérdidas, de agua facturada y agua cobrada y contar con información confiable, transparentando la administración del recurso, sobre todo resolver un sinnúmero de problemas de carácter operativo que se enfrentan en la actualidad y que impiden una administración socialmente eficiente y autosustentable.                                                                                                                                                                                                                                

2.3.4.-Estructura y evolución de las tarifas de los SAPAS

Las tarifas que cobra el SOAPAP para los servicios que presta son de dos tipos, las que se aplican al servicio medido por metro cúbico (m3) de agua consumido a los predios que ya cuentan con aparato medidor y las que se aplican aun como cuota fija, las dos con cobro bimestral. Para los propósitos del presente trabajo primero analizaremos la estructura y el comportamiento de los dos tipos para el caso del servicio de agua potable en el período 2000-2010; enseguida el caso del servicio de  saneamiento en el mismo período y por último se realiza un ejercicio donde observamos el comportamiento de una tarifa mensual integrada por metro cúbico que incluye los tres servicios en el período 2000-2010. En virtud de que para el cálculo de la tarifa  del servicio de drenaje se aplica un porcentaje sobre el importe del agua consumida (habitacional 30% y no habitacional 40%), su análisis se integra  en  el ejercicio de la tarifa mensual integrada.

Agua Potable

La estructura tarifaria para el servicio medido de agua potable estipulada para los usos habitacional y no habitacional se compone de una tarifa por metro cúbico diferenciada por cada uno de los rangos de consumo progresivos que debería permitir cobrar más al que más consume, independientemente del sector socioeconómico en que se ubique el usuario, aquí ya no se distingue  a este por la zona en que habita sino que la diferenciación se establece por los niveles de consumo, algo que de acuerdo con los expertos y la experiencia de otras ciudades resulta más justo que una tarifa fija estimada.
Así, para los sectores de uso habitacional se manejan dos rangos, de cero a quince m3  y de 15.01 a 25 m3, para los sectores de uso no habitacional son seis rangos que van de cero a 10 m3 hasta 50.01 a 100 m3. Del análisis de las tarifas por m3  a precios constantes de 2010 se desprende que durante el período 2000-2010 las tarifas de uso habitacional  del primer rango crecieron en términos reales en un 58 por ciento una tasa media de crecimiento anual real del 4.7 por ciento pasando de 3.7 a 5.8 pesos por m3 y las del segundo rango crecieron 51.7 por ciento a una tasa media anual del 4.3 por ciento pasando de 6.1 a 9.2 pesos por m3 en el período; las tarifas de uso no habitacional registran un crecimiento en el mismo período que va desde el 46 al 54 por ciento, con tasas medias de crecimiento anual de entre 4 y 4.4%, se observa que las tasas más elevadas se dieron en el rango más bajo de los dos usos: de 0 a 15  m3   habitacional y de 0 a 10 no habitacional (Anexo 1).
Si observamos el comportamiento en dos sub períodos, nos damos cuenta de que el mayor crecimiento se dio en el período 2005-2010 en donde las tarifas crecieron por arriba del 40 por ciento, mientras que en el período 2000-2005 sólo habían crecido desde 3 a un 9.8 por ciento; igualmente el crecimiento fue más acelerado en el último período al alcanzar tasas de crecimiento media anual real hasta del 7.8 por ciento, mientras que hasta el año 2005 no pasaron del 1.9 por ciento anual. Dicho comportamiento estuvo determinado particularmente por fuertes alzas en las tarifas durante los años 2005 y 2006 (en este ultimo año el incremento a las tarifas habitacionales fue casi en general arriba del 11, del 13.5 y 14.9 por ciento).
Igualmente el comportamiento de las tarifas en cuota fija fue similar, donde los incrementos fueron mayores en el período 2000-2010, observándose crecimiento de las tarifas hasta del 138 por ciento en los estrato del sector industrial, crecimiento que estuvo determinado por los del periodo 2005-2010 con crecimientos de hasta el 49 por ciento y tasas de crecimiento media anual de hasta el 8 por ciento  (en 2006 de manera abrupta se registra un incremento real generalizado de las tarifas)  mientras que en el primer período la tasas medias anuales en los sectores habitacional y comercial no pasaron del 4.5 por ciento; salvo el comportamiento del sector industrial donde se observa un mayor dinamismo en el crecimiento de las tarifas ya desde el período 2000-2005 (Anexo 2).
De acuerdo con lo anterior podemos afirmar en primer lugar, que a pesar de que el manejo de las tarifas se rige por una normatividad establecida en el Decreto de creación del SOAPAP y los Acuerdos tarifarios emitidos por el Consejo Directivo donde fundamentalmente se afirma que las tarifas se establecerán cada año y se actualizaran mensualmente de acuerdo al índice inflacionario, en los últimos años este manejo se realizó de manera discrecional e irresponsable, sin una lógica comercial y política recaudatoria seria. El manejo de las tarifas refleja claramente una política favorable a los sectores habitacionales y más contraria al sector industrial y de grandes negocios durante el primer período, que coincide con el sexenio del priista  Melquiades Morales, mientras que los aumentos coinciden con el inicio del nuevo gobierno Estatal (2005-2011), mostrando en éste caso, la intención apresurada de aumentar la recaudación (en 2005 y 2006 sobre todo), ahora a la inversa,  de forma injusta e inequitativa a costa de los sectores más pobres. Tal aumento resulta más fácil de lograr a costa de los sectores socioeconómicos más desprotegidos, en virtud de que son los más numerosos en el padrón.

Saneamiento

Las tarifas para el saneamiento de las aguas residuales se implantan a partir del año 2002 y para servicio medido son fijadas por m3 sobre la base del 80 por ciento del volumen de agua consumida para uso habitacional y sobre el 100 por ciento para el no habitacional, utiliza los mismos rangos tarifarios que para el caso del agua potable; de acuerdo con la información disponible en el periodo 2002- 2010 las tarifas registran un incremento del 217 por ciento real sólo en el primer rango de uso habitacional (0 a 15) con una tasa media de crecimiento anual del 15.5 por ciento al pasar la tarifa por concepto de saneamiento de  74 centavos a 2.33 pesos por m3; del 103 por ciento y 9.2 por ciento respectivamente en el segundo rango de consumo habitacional (15.01 a 25); sorprendentemente en el sector no habitacional a medida que avanzamos en la escala de rangos los incrementos son menores, favoreciendo a los grandes consumidores comerciales e industriales. de igual manera el crecimiento estuvo determinado por los fuertes aumentos que se dan en el período 2005-2010 en todos los sectores; de manera inusual sólo en el 2005, se da un incremento exagerado, sobre todo en los dos rangos de uso habitacional (83.9 por ciento y 40.3 por ciento), sectores a los cuales desde un inicio (2002) ya se les había cargado la mayor parte de los costos del saneamiento, en el año 2006 el incremento es casi generalizado pero inequitativo ya que de nuevo al rango de menor consumo de uso habitacional se le cargó un 36.3 por ciento y al segundo rango un 12 por ciento, para los rangos del uso no habitacional los incrementos fueron muy variables con tasas que van de un 18 por ciento hasta un 49 por ciento (Anexo 3) (SOAPAP, 2005, 2006).
Igualmente en cuota fija de saneamiento observamos un fuerte incremento de las tarifas por arriba del 139 por ciento en el periodo 2002-2010, mismo que estuvo determinado por los incrementos que se dan a partir del año 2005; para el sector popular habitacional el crecimiento en total fue del 139 por ciento y del 74 por ciento sólo en el período 2005-2010; los primeros sectores del comercial con aumentos hasta del 137 por ciento, pero sorprendentemente las tarifas en el sector industrial se reducen considerablemente a precios constantes, reducciones hasta del 43 por ciento en el período, sólo el estrato de clasificación VI del sector industrial registro un crecimiento del 23 por ciento en el periodo (Anexo 4).
La política de fijación y aplicación de tarifas refleja que los costos del saneamiento de las aguas residuales, de la depredación y de la contaminación que se ha generado en los últimos años, en mayor medida por las grandes empresas con procesos contaminantes, los pagan los sectores socioeconómicos más débiles, tomando en cuenta que éstos se ubican en el rango de menor consumo, además de revelar una situación de injusticia social lo anterior demuestra que se adolece de un sistema  tarifario  serio y congruente con los más elementales principios de administración de las políticas públicas, y se desaprovecha la oportunidad de cobrarle los costos de la contaminación a los responsables del deterioro ecológico del “espacio social natural” de  la ciudad de Puebla y su Zona conurbada. 

Tarifa Mensual Integrada por Metro Cúbico

Con propósitos de análisis se realizo un ejercicio que muestra el comportamiento de una  tarifa mensual integrada por metro cúbico en el período 2002-2010 para servicio medido (Anexo 5) que refleja y por lo tanto refuerza las conclusiones de los dos apartados anteriores ya que igualmente se observa un crecimiento desproporcionado e injusto de las tarifas en el período, no obstante y cabe hacer la observación que en éste caso no se aprecia en detalle lo que sí reflejan los tres análisis anteriores. Pero sí se pueden apreciar, derivado de que la tarifa integrada comprende los montos cobrados sobre los servicios de drenaje y saneamiento, los fuertes incrementos porcentuales que se aplicaron durante el período en estudio. Así observamos un incremento real del 105 por ciento de la tarifa en el rango de 0 a 15 m3 de uso habitacional con una tasa media anual de crecimiento del 7.5 por ciento llegando a casi 10 pesos por m3; en el rango de 15.01 a 25 m3 del mismo uso el incremento es menor, con el 83 por ciento y una tasa media anual del 6.23 por ciento donde el m3 llego a 14.5 pesos; así mismo los dos primeros rangos de uso no habitacional registran un crecimiento real de112 y 106 por ciento y tasas medias anuales mayores que el resto de los rangos de mayores y grandes consumos.
El comportamiento de la tarifa mensual integrada estuvo igualmente determinado por los aumentos en las tarifas ocurridos durante 2005 y 2006 antes mencionados,  a partir de estos años es cuando se observa una política tarifaria regresiva, claramente contraria a los intereses de los sectores y rangos de menos consumo per cápita, de los que más aportan a los ingresos totales del organismo encargado de los servicios y por el contrario progresivamente a  favor de los sectores empresariales y de mayores ingresos, mismos que han sido los beneficiarios de la depredación de los recursos y de la apropiación de las últimas reservas del crecimiento urbano para grandes complejos residenciales. Así, el análisis de las tarifas además de reflejar una situación de injusticia social, de irresponsabilidad y falta de planeación como ya se dijo, muestra una situación que pone en riesgo no sólo el logro de la llamada autosuficiencia financiera del sistema sino también la oportunidad de frenar la tendencia del deterioro de las reservas de agua subterránea del acuífero del Valle de Puebla y de aspirar a servicios públicos de calidad y auto sustentables.

1 Sector I y II: comercio en pequeño; III y IV: comercio en pequeño con más de 50 metros cuadrados; V: casas de huéspedes, pensiones, escuelas pequeñas; VI: veterinarias, gasolineras con 4 dispensarios; VII: clínicas, sanatorios hasta 10 camas, gasolineras de 6 dispensarios, escuelas grandes; VIII: fabricas de todo tipo y grandes consumidores.

2 Ver Tabla IV. 8 en el apartado anterior.

3 El índice de intercambio es el porcentaje calculado de cambio de cuota fija a servicio medido de las tomas domiciliarias de un período a otro