SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL

SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL "ESPACIO SOCIAL-NATURAL" DE LA CIUDAD DE PUEBLA 1984-2010

Rafael de Jesús López Zamora (CV)
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

5.- Impacto e implicaciones del desempeño del actual modelo sobre el desarrollo económico y social: una visión articulada de conjunto.

Como hemos visto en este capítulo, la problemática respecto a la actual gestión de los servicios, al igual que el modelo que la acompaña, tiene su origen en etapas anteriores al desarrollo urbano de la ciudad de Puebla que ha estado acompañado de importantes actividades productivas sobre la base de un modelo de “acumulación por desposesión”.
La misma lógica del modelo capitalista de industrialización implantado bajo el paradigma de dominación del hombre sobre la naturaleza; que se desarrolla a expensas de la apropiación, acumulación por desposesión y sobreexplotación de los abundantes recursos de las comunidades y del espacio natural; que crea, recrea, y se nutre de sus propias condiciones para operar; no sólo fue determinante en la configuración del actual modelo de gestión, apropiación, distribución y consumo  del agua de uso urbano y el patrón tecnológico extractivo que le acompaña, así como en la configuración económica y social de la ciudad; sino que lo creó a su imagen y semejanza, de acuerdo a sus intereses y bajo su lógica, de tal manera que le ha sido funcional y por lo tanto lo recrea.
Esta situación también determinó el carácter jerárquico e inequitativo de la distribución del agua desde el siglo XIX, provocó y reprodujo una creciente desigualdad social, privilegiando a un sector de la población por encima de la población de los barrios, en su mayoría indígena.
El crecimiento constante en la captación y explotación del agua superficial de los manantiales,  aunado al impacto del desarrollo, del cambio tecnológico y el incremento de los volúmenes disponibles y extraídos, tuvo como resultado el que no se asegurara el suministro permanente de toda una ciudad, y se dilapidó el abundante recurso de los manantiales.
La misma lógica del incipiente patrón de industrialización que generó aquellas desigualdades y la exclusión del servicio a los barrios de la periferia, también demuestra que el modelo de gestión de los servicios de agua potable respondía ya a las necesidades de un modelo de acumulación e industrialización dominante.
El auge de la producción de harina, una de las ramas más representativas, ligaba indisolublemente a la ciudad de Puebla con su entorno agro-productivo, junto con los mecanismos de uso y apropiación que llevaba aparejado, agudizó la sobreexplotación del ecosistema acuático y resulto de gran impacto ambiental para el “espacio social natural”.
La mecanización de los molinos y su transformación en fábricas de hilados y tejidos de algodón, aprovechando la infraestructura energética-hídrica sufrió un cambio fundamental hacia la segunda mitad del siglo XIX cuando estas manufacturas bajo el signo de la industrialización, completaron su ciclo productivo con la introducción del estampado, que impactaría ecológicamente a ambos afluentes de la ciudad.
En resumen, aquel modo de relacionarse con el territorio y el modelo de acumulación depredador que le acompaña ha significado un fuerte impacto sobre el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla y se manifiesta actualmente en dos aspectos alarmantes de carácter ambiental: por un lado, la fuerte contaminación de los ríos de la cuenca y de la presa de Valsequillo y por el otro, la sobreexplotación del acuífero del Valle de Puebla, en particular la parte del subsuelo donde se ubica la ciudad. Ello, pone en riesgo el futuro del ecosistema y con él, el futuro de las poblaciones ahí asentadas.
El impacto ambiental no se ha podido revertir, por el contrario, se agudiza. La población de la rivera de la presa y los agricultores del Distrito de Riego han resultado afectados por la contaminación, económicamente y en su salud. La relación de explotación y expoliación que se ha entablado con el “espacio social natural” ha ido modificando y profundizando sus efectos e impactos ambientales, no se ven posibilidades ni las políticas adecuadas para revertir el proceso.
Por su parte los conflictos sociales actuales en torno al agua tienen que ver con las limitaciones de la región para hacerse con el líquido, pero también se originan por la existencia de una fuerte red de intereses económicos y políticos que se ha tejido en torno a la gestión del agua y la configuración política del SOAPAP a través del tiempo; a la par del mercado de tierras para uso urbano,  para proyectos de gobierno y de empresarios; así mismo son conflictos que se remonta a una lucha histórica de estos pueblos, por la defensa y el acceso a sus propios recursos.
Parte importante del impacto de aquella situación se refiere a la confrontación actual que se manifiesta en los conflictos socio ambientales por el agua desarrollados recientemente en el área de estudio y que implican directamente al SOAPAP, mismo que ha estado influenciado y ha sido parte importante de la lucha entre los grupos de poder político en el área de estudio y motivo de exclusión social. Actualmente continúan los conflictos y tensiones por el agua, derivados principalmente de un supuesto aumento de la demanda y de las necesidades de extracción para la ciudad. Recordemos al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, Puebla Tlaxcala (FPDTAPT) constituido en septiembre de 2009, que ha demostrado en los últimos días que está vigente y activo.

Estos son los principales resultados y efectos negativos que ha acarreado la construcción de un sistema de ciudades conformado por una gran metrópoli y ciudades medias en la zona conurbada, sobre el despojo de los campesinos y el conflicto social por la exclusión; la destrucción del ecosistema origen del agua y otros recursos, son palpables.  Y al alterar el ambiente y las condiciones de vida de las comunidades rurales se ha puesto en riesgo no sólo la sobrevivencia de la ciudad, sino también la sobrevivencia de toda la población asentada en el Valle de Puebla.