SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL

SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL "ESPACIO SOCIAL-NATURAL" DE LA CIUDAD DE PUEBLA 1984-2010

Rafael de Jesús López Zamora (CV)
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

2.2.- Participación de las fuerzas sociales en la construcción de la nueva gestión de los SAPAS

Para hacer posible la participación de las fuerzas sociales se requiere de un proceso masivo de preparación de los actores sociales que les permita constituirse en sujetos sociales urbanos capaces de enarbolar demandas de interés general; construir una capacidad organizativa y de negociación propia; así como constituirse en una fuerza social de verdadera participación directa en la planeación y toma de decisiones de un nuevo órgano gestor y no sólo se reconozcan sus necesidades y demandas.
Se debe exigir el derecho universal de acceso al agua e insistir en la capacidad de la sociedad de participar en gobernar su manejo para combatir la falta de transparencia, el burocratismo, la ineficiencia, la irresponsabilidad administrativa, cuando no el autoritarismo y la corrupción, que son características de los modelos tradicionales de gestión pública vigentes. Es necesario diseñar y promover un nuevo modelo de gestión del agua urbana, que sea participativo, de gestión pública, basado en un enfoque actualizado del concepto de interés general (Arrojo, 2006).

2.2.1.- Preparación de los actores y sujetos sociales urbanos

Se reconoce que abordar este debate exige determinadas condiciones, relacionadas con un sinnúmero de transformaciones estructurales y reformas democráticas, de carácter institucional y políticas en el ámbito local y a nivel nacional y tomar en cuenta la heterogeneidad de los actores sociales. Pero también se parte de la idea de que existe un movimiento nacional de democratización impulsado por las diferentes fuerzas progresistas que ha entrado en una etapa de maduración en los últimos años; prueba de ello son el sinnúmero de reformas que se han dado a nivel nacional como resultado de demandas y presiones populares sobre legislación electoral y ciudadanización de algunas instancias tradicionalmente corporativas y dependientes del gobierno; los más de 15 millones de votos que obtuvo la izquierda en las últimas elecciones federales; los actuales movimientos de resistencia nacional por el agua y anti represas en diferentes latitudes del país1 ; así como los últimos logros del movimiento nacional por el agua encabezado por las organizaciones de la COMDA, entre otras, al impulsar y lograr recientemente elevar a rango constitucional el derecho al agua y al saneamiento  mediante la reforma al artículo cuarto constitucional  y además continuar con la lucha por la promulgación de una nueva Ley General del Agua  en México. Lo anterior está encaminado a un nuevo modelo de gestión y una nueva cultura del agua al amparo de un nuevo y verdadero modelo de desarrollo sustentable en el país, lo que significa un gran reto que los mercados no podrán abordar.
Aunque no existan aún y del todo, dadas las condiciones, en lo inmediato y a nivel local se deben a provechar aquellos logros que se están dando a nivel nacional, mismos que abren la posibilidad de continuar impulsando más demandas y exigencias en el mismo sentido, ya para impulsar nuevas reformas a la ley o para crear nuevas leyes que sin promulgar el fin del sistema burocrático en que está sumido el sector, continúen reivindicando la democracia participativa, los derechos universales como el del agua y del saneamiento.
Debe abrirse un profundo debate social y político, precedido de la pertinente autocrítica sobre la degradación de la función pública y de la ineficiencia e inviabilidad social del modelo actual, acompañado por una serie de actividades y acciones de difusión de los principios de una nueva cultura del agua en las ciudades. Abordar la cuestión simplemente a base de condenar la perversión de lo privado y defender lo público como sinónimo de progresismo, resulta insuficiente, se requiere avanzar hacia otras formas de organización social y participativa.Por que “Más allá del Estado y del mercado se encuentra el Poder de la participación comunitaria. Más allá de las burocracias y del poder corporativo se encuentra la promesa de una democracia del agua” (Shiva, 2007).
En la lógica de la propuesta de la Nueva Cultura del Agua (NCA) 2, Pedro Arrojo (2006) destaca la necesidad de abrir un profundo debate ciudadano ante una cuestión tan trascendente, un debate que convoque a todas las fuerzas progresistas y organizaciones sociales involucradas, actores sociales y colonos de la ciudad. El debate deberá iniciar un proceso de información y difusión y además que sirva para diseñar y promover nuevos modelos participativos de gestión pública, basados en principios actualizados de interés general, de participación social y  de democracia del agua como elementos clave.
Se hace necesario involucrarse en la vida pública para incidir y replantear las estrategias y políticas de manejo del agua. Lo anterior, a partir de abrir un debate centrado en los problemas de la gestión del agua; denunciar la inequidad y los diversos problemas al respecto; alertar a la opinión pública sobre las violaciones a los derechos humanos relacionados con el agua y sobre el uso no sustentable de los ecosistemas acuáticos, y construir un espacio donde la comunidad científica y académica en convergencia con organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales participen generando propuestas de alternativas eficientes, equitativas y sustentables para la gestión integral del agua en México. Pero fundamentalmente el propósito en esta etapa será la preparación y conformación de la fuerza organizada de los actores sociales sobre la base de la difusión y apropiación de los principios y valores de la nueva forma de gestión. 3

2.2.2.- Capacidad organizativa y de negociación de los actores y sujetos sociales urbanos

De todo lo anterior, aunado a las experiencias históricas de lucha de la sociedad poblana y sobre todo de la difusión desde la base social de una NCA, dependerá en mucho el desarrollo y fortalecimiento de la capacidad organizativa y de negociación de los actores y sujetos sociales involucrados en la problemática de los SAPAS en la ciudad. De esa capacidad va a depender que se elimine la cultura del clientelismo y se evite la utilización de los usuarios a favor de los procesos políticos y electorales. Al contar con la participación directa, su fuerza no sólo dependerá  de la presión de un determinado número de personas  inconformes que demandan la solución de problemas inmediatos.
Así, todos los actores urbanos deberán hacer presencia no sólo como interlocutores al gobierno local sino como co-gestores de sus propias necesidades y dejaran de ser considerados como simples “usuarios” o clientes”, su interés ya no será solo cíclico, ni dependerá solo del costo del servicio, de la escasez o del volumen y frecuencia del abasto. La idea central en esta etapa sería que los mismos actores logren la consolidación de aquellas formas primarias organizativas y avancen hacia la constitución de un sujeto social capaz de enarbolar, defender y hacer viable el proyecto de gestión social, incluyente, participativo y sustentable de los SAPAS en el “espacio social natural” de la ciudad.

2.2.3.- Participación de los actores y sujetos sociales urbanos

De manera paralela y continua se requiere desarrollar instancias de participación social en tres niveles diferentes y coordinados. En un primer nivel y como organización de base, se propone integrar Comités de Agua Potable ciudadanos, integrados por usuarios de los servicios a nivel de asentamiento, colonia o fraccionamiento; estos comités desempeñarán la función de enlace para, que a través de una representación por cada comité, se integre como un segundo nivel de organización un Consejo Ciudadano de Agua Potable y en un tercer nivel, emanado de los dos anteriores, un órgano controlador de base social, autónomo, acorde con la gestión de recursos compartidos o comunes (Ostrom); con capacidad de sanción entre uno y otro nivel, entre uno y otro miembro, y que garantice un sistema democrático, eficiente, sostenible y equitativo. Las tres instancias de organización deberán estar basadas en los principios de interés general; participación y control social, y  de democracia del agua participativa, acorde con una nueva cultura del agua.

La nueva gestión para ser realmente pública y social deberá materializarse y hacerse operativa en la práctica de la administración de la prestación de los servicios de  agua potable mediante la participación de las estructuras de base anteriormente descritas, en la toma de decisiones que atañen a la función del nuevo órgano gestor.

1 Al Movimiento de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder), se ha sumado, el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa la Parota (CECOP) en Guerrero; el Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (COPUDEVER), en Oaxaca, diversas organizaciones y comunidades de Veracruz, donde se pretende construir más de 100 mini hidroeléctricas; del estado de Tabasco se han sumado comunidades que se encuentran entre México y Guatemala donde se construye un movimiento binacional por el anuncio de la construcción de presas en la frontera; en Jalisco el Comité Salvemos Temaca, Acasico y Palmarejo; en Nayarit también hay comunidades Coras que se han sumado al Mapder y están en contra de la Presa “Las Cruces”, varias son las comunidades del norte del país, en Colima, Coahuila, Sonora, Chihuahua, que se articulan en este movimiento porque los proyectos de presas no van solos, están vinculados a los proyectos turísticos y mineros (Indymedia, 2012).

2 Se refiere al concepto  "La nueva cultura del agua en España", obra del catedrático de Hidrogeología y profesor de la Universidad de Zaragoza, Francisco Javier Martínez Gil, que es un texto que se considera como "acta fundacional" del movimiento.

3 Para Shiva (2007) la “democracia del agua” se sustenta en nueve principios: 1. El agua es un regalo de la naturaleza,  2. el agua es esencial para la vida, 3. La vida se encuentra estrechamente relacionada por el agua, 4. El agua con fines de subsistencia debe ser gratis, 5. El agua es limitada y puede acabarse, 6. El agua debe preservarse, 7.- el agua es un bien comunal, 8. Nadie tiene derecho a destruir y 9. El agua es insustituible.