SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL

SUJETOS SOCIALES, CONFLICTOS Y GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y SANEAMIENTO EN EL "ESPACIO SOCIAL-NATURAL" DE LA CIUDAD DE PUEBLA 1984-2010

Rafael de Jesús López Zamora (CV)
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Conclusiones Generales

Hemos estudiado la gestión de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento (SAPAS) en el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla, misma que ha estado operada por el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP). El enfoque crítico adoptado en ésta investigación, además de novedosa, la convierte en una gran aportación instrumental-metodológica y  la ubica en el contexto más general de las luchas sociales anticapitalistas que hoy se dan en diversas partes del mundo y en muchas comunidades indígenas que resisten los embates de un capital transnacional que orienta sus acciones de recomposición global a través de un proceso denominado de “acumulación por desposesión” o de simple despojo.
De acuerdo con los resultados de la investigación podemos afirmar que se cumplió con el objetivo inicial de estructurar un conocimiento que teniendo como eje a los actores y sujetos sociales, sea de utilidad metodológica en la tarea de investigar el origen, lógica  y forma de operar del actual modelo de gestión de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento y de identificar las opciones viables para construir una propuesta alternativa de gestión social de los mismos, capaz de constituirse en un proyecto social para el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla.
El logro de dicho objetivo tuvo que pasar por demostrar:
1.- Que la lógica del modelo de acumulación capitalista de industrialización no sólo fue determinante en la configuración del actual modelo de gestión, apropiación, distribución y consumo del agua de uso urbano y en la configuración económica y social del “espacio social natural” de la ciudad; sino que lo creó a su imagen y semejanza, de acuerdo a sus intereses y bajo su lógica, de tal manera que le ha sido funcional y por lo tanto lo recrea permanentemente y
2.- Que el actual modelo de gestión de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento (SAPAS) en el "espacio social natural" de la ciudad de Puebla, representado por el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (SOAPAP), es ineficiente e inviable en términos sociales, económicos y ambientales, por lo que se justifica promover la construcción de un proyecto alternativo de gestión.
El manejo de los SAPAS, ha sido históricamente parte importante de la lucha entre los grupos de poder político en el área de estudio y ha sido motivo de exclusión social. Desde la época colonial el poder que concentraban los miembros del cabildo ya venía perfilando las características de un modelo clientelar e inequitativo de gestión y distribución de los servicios en la ciudad. En el origen de aquellos procesos de conformación de las estructuras de poder, se gestaron también las características que presenta el actual modelo de gestión de los SAPAS como un espacio de poder político en disputa.
También, la práctica necia y antidemocrática de utilizar históricamente a las instituciones, en este caso a la entidad encargada de proporcionar aquellos servicios, a favor de intereses políticos y de manera mezquina por los grupos de poder en turno, ha repercutido en el constante deterioro de la interrelación entre gobierno y sociedad.
Actualmente la negociación entre actores urbanos y gobierno respecto a la gestión del agua depende de la correlación de fuerzas real y del poder económico o político que concentren en una determinada coyuntura los mismos. El canal de gestión de las demandas es en esencia, político; el grado de segregación urbana define las desigualdades espaciales en el acceso a los servicios, la infraestructura y el equipamiento. Este es un indicador territorial de la fragmentación social y económica ya que el equipamiento y la infraestructura urbana cubren con mayor eficiencia y calidad las zonas donde se ubican las industrias y comercios, así como las zonas residenciales de más alto nivel socioeconómico.
Los industriales y comerciantes, a diferencia de los actores populares, tienen capacidad para convertirse en interlocutores permanentes del poder local y de negociar en bloque los servicios hidráulicos y pueden manifestarse a través de los medios locales de comunicación. El sector de las colonias residenciales es un interlocutor permanente y de gran peso político para el gobierno local, en especial para el ayuntamiento y el SOAPAP; cuenta con una organización más fuerte, con canales abiertos hacia, prácticamente todas las dependencias.
 En cambio a los usuarios domésticos de las colonias populares sólo les quedan dos opciones: engancharse a los mecanismos clientelares con el partido en el poder o bien constituirse en movimientos espontáneos de presión. Es evidente la ausencia de verdadera y estructurada participación ciudadana en la ciudad, ya que la participación democrática nunca se ha impulsado, por el contrario, ha sido inhibida.
La problemática respecto a la actual gestión de los SAPAS en el área de estudio, al igual que el modelo que la acompaña, tiene su origen en etapas anteriores al desarrollo urbano de la ciudad de Puebla. Sus antecedentes se remontan a los tiempos del virreinato o más allá, cuando se empezaron a desarrollar importantes actividades productivas sobre la base de un modelo de “acumulación por desposesión”. Como parte de un mismo proceso, se gesto la relación nociva, parasitaria, de dependencia y de despojo de los recursos naturales, en particular del agua, fundada en elementos de poder y dominio de la ciudad de Puebla respecto a los pueblos vecinos, sin retribución o beneficio alguno y sin haber tomado en cuenta el impacto que representaría. Aquella situación ha derivado en conflictos por el agua en el área conurbada de la ciudad de Puebla con matices de movimientos de resistencia, tanto por el lado de la prestación de los servicios, del lado de los actores urbanos y el operador de los SAPAS; como por el lado del aprovisionamiento, entre el operador y los actores sociales de las localidades vecinas de donde se extrae el agua. Estos conflictos se enfrentan pues, a las pretensiones del paradigma y modelo dominantes que han resultado en fuertes implicaciones e impactos sociales, económicos, políticos y ambientales.
En su relación con las localidades vecinas, el Gobierno del Estado ha convertido la extracción del agua en un problema regional y las consecuencias se muestran en el abandono y degradación de los campos de cultivo y en la cada vez más baja producción de alimentos en la zona; pero también en el aumento de los conflictos de poder y las demandas  enarboladas por los pobladores de los pueblos y comunidades  conurbadas a la ciudad de Puebla.
Estos conflictos reflejan el rechazo de los campesinos a la exclusión, se han convertido en fuertes movimientos sociales y experimentos organizativos; son conflictos actuales, relacionados con la extracción y apropiación del agua para el uso de la ciudad. Durante el desarrollo de los conflictos, el gobierno del Estado se muestra reacio y vertical en sus decisiones; falto de sensibilidad política y social; sólo acude al diálogo una vez que ha avanzado el conflicto; poco hábil para generar consenso y legitimidad entre la población afectada, echa mano de la coerción  para imponerse; se muestra decidido a utilizar la fuerza para disolver las manifestaciones de protesta; él mismo provoca confusión y falta de información, no existe pues una cultura de la concertación y el diálogo democrático.
Es de destacar por su importancia, la capacidad organizativa y actualidad del conflicto social del agua que se da durante los años 2006-2009 en San Francisco Ocotlán y que tuvo impacto regional involucrando a siete municipios poblanos y a todo el sur del estado de Tlaxcala. Ante el empuje del movimiento, finalmente el gobierno retrocedió; el 5 de febrero de 2007 el Comité de Defensa del Agua de San Francisco Ocotlán convocó al Foro en Defensa del Agua e invito al público en general para el día 11 de febrero de 2007 en la comunidad del mismo nombre.
Pese a la represión que el gobierno del estado ejerció contra integrantes del Movimiento por la Defensa del Agua, el movimiento iniciado en Ocotlán fue un ejemplo de resistencia civil pacífica que alcanzó niveles regionales, llegó a poner en jaque al gobierno estatal y frustró los planes del SOAPAP respecto a las nuevas fuentes de agua.
Al fragor de la lucha, nació el Comité de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (CPDTA) el 15 de marzo de 2009, quienes manifestaron al gobierno del estado de Puebla su oposición a la realización de proyectos sin tomarlos en cuenta.
En el mes de septiembre de 2009 ya como Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, Puebla Tlaxcala (FPDTAPT) 1 se dirigieron a los pueblos de la región, de México y del mundo a través del manifiesto del 15 de septiembre de 2009, bajo la consigna de “¡YA BASTA DE DESPOJOS Y ABUSOS AL PUEBLO!” y declaraban entre otras cosas que: “nuestro descontento es el resultado de la historia de despojo e injusticia por parte del mal gobierno a los pueblos”.
La relación de explotación y expoliación respecto al “espacio social natural”, se ha ido modificando, ha profundizado sus efectos e impactos ambientales. En los orígenes del modelo de acumulación y desarrollo, junto con el auge de la producción, los mecanismos de uso y apropiación de los recursos y la sobreexplotación del ecosistema acuático, se gestó un fenómeno de gran envergadura que impacto de manera contundente al “espacio social natural” de la ciudad. Se dio inicio a la agonía de los ríos que delimitaban a la ciudad, haciéndose evidente los efectos ambientales negativos sobre la configuración del “espacio social natural”, de un metabolismos social e hídrico altamente agresivo y depredador.
Aquél modo de relacionarse con el territorio y el modelo de acumulación depredador que le acompaña se manifiesta actualmente en dos aspectos alarmantes de carácter ambiental: la fuerte contaminación de las aguas superficiales, de los ríos y de la presa de Valsequillo y por el otro, la contaminación y sobreexplotación del acuífero del Valle de Puebla.
La lógica del modelo de acumulación capitalista de industrialización, implantado bajo el paradigma de dominación del hombre sobre la naturaleza, históricamente; no sólo fue determinante en la configuración del actual modelo de gestión, apropiación, distribución y consumo  del agua de uso urbano, del patrón tecnológico extractivo que le acompaña y en la configuración económica y social del “espacio social natural” de la ciudad; sino que lo creó a su imagen y semejanza, de acuerdo a sus intereses y bajo su lógica, de tal manera que le ha sido funcional y por lo tanto lo recrea permanentemente. Pero, aquél modelo de gestión, hoy, es ineficiente e inviable en términos sociales, económicos y ambientales, y por lo tanto se requiere promover la construcción de un proyecto alternativo de gestión.
La mala e injusta distribución de la oferta de los servicios; el deterioro en la calidad de los mismos; la falta de ellos en gran parte de los asentamientos marginales; el estado de deterioro de la infraestructura, y el manejo de las tarifas de manera discrecional e irresponsable, sin una lógica comercial social, profundiza las diferencias sociales, la contaminación y la degradación del “espacio social natural” de la ciudad; pero además refleja la irresponsabilidad y la falta de planeación con que se ha manejado el operador.
El gasto en obra pública, en algo tan importante y prioritario como son los servicios de aprovisionamiento y saneamiento del agua urbana, en los últimos años ha venido a menos. En términos absolutos la inversión pública en obras de agua potable, alcantarillado y saneamiento ha observado una tendencia descendente, se observa irregularidad en la aplicación de dichos flujos, situación que evidencia el poco o nulo impacto social y una deficiente o nula planeación de los requerimientos de infraestructura hidráulica, pero sobre todo una gran falta de interés por atender este rubro por parte de las autoridades responsables.
La situación de ineficiencia administrativa, financiera y operativa en que está sumido el sistema (SOAPAP) se refleja en las elevadas pérdidas físicas de agua; la insuficiente capacidad de saneamiento de aguas residuales; la ineficiencia comercial; el pésimo comportamiento de los ingresos; el manejo desordenado de los egresos; el manejo inadecuado de la deuda. En resumen una situación de insolvencia y deterioro financiero permanente que impacta en todas sus dimensiones al “espacio social natural”.
En términos ambientales la relación de explotación y expoliación sobre el “espacio social natural” ha profundizado sus efectos e impactos; no se ven posibilidades, iniciativas, ni políticas efectivas para revertir el proceso. Mientras no se saneen las aguas superficiales, en particular de los ríos que atraviesan la ciudad y de la presa de Valsequillo se seguirá afectando la salud, la economía familiar y el desarrollo de los agricultores del Distrito de Riego y del resto de la población ahí asentada.
Pese a los intentos para sanear la cuenca, la situación y el impacto ambiental no se han podido revertir. Hoy, a 66 años de su construcción, la presa de Valsequillo está convertida en un gran depósito de desechos domésticos e industriales, que acabaron con su flora y su fauna. Toda la población de la rivera de la presa ha resultado afectada por la contaminación y la fuerte reducción en las extensiones regadas; el riego se ha condicionado a ciertos cultivos por lo que se inhibe el desarrollo hortícola.
Igualmente, respecto al problema de contaminación y sobreexplotación del acuífero y del abastecimiento de agua, sólo se han dado soluciones temporales y no soluciones que resuelvan el problema de sustentabilidad de largo plazo; las soluciones y propuestas actuales se hacen con criterios puramente de costo-beneficio, de racionalidad económica, sin tomar en cuenta los costos sociales, ecológicos y ambientales que acarrean las decisiones verticales, tomadas en contra de la voluntad de los pobladores de las localidades vecinas y de los actores sociales, a quienes finalmente se les transfieren aquellos costos.
Para la nueva administración del gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas (2011-2017), la situación financiera, económica y de deuda pública del SOAPAP se ha convertido en la principal y única preocupación, no por lo que representan los servicios o el organismo en sí, ya que en múltiples ocasiones, los funcionarios del primer círculo han manifestado su desinterés por fortalecer financieramente al sistema, sino por el riesgo que representa para el gobierno del Estado en su totalidad. Según la calificadora internacional Fitch Ratings la deuda del SOAPAP, al representar casi una tercera parte del monto de deuda total  del Gobierno del Estado, pone en riesgo la calificación del mismo y lo coloca en una situación vulnerable, en el caso de que acceda a nuevos créditos en el futuro próximo, motivo por el cual el Ejecutivo ha urgido y propuesto insistentemente buscar opciones o esquemas de reestructuración de la deuda, dejando ver con ello la posibilidad de aplicar esquemas de privatización parcial  del Sistema Operador.
En resumen y una vez que se ha mostrado la situación real de los SAPAS, las causas de la problemática actual y se ha demostrado que el modelo de gestión de los servicios de agua potable en el "espacio social natural" de la ciudad de Puebla, representado por el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable, es ineficiente e inviable en términos sociales, económicos y ambientales, se presenta la necesidad y la oportunidad de plantear una propuesta alternativa a tal situación. Apoyándose en el estudio y análisis de diversos casos de éxito, en diferentes ciudades grandes de América Latina pero también en el de un caso de una comunidad local muy cercana a la ciudad de Puebla, en el municipio de Cholula; así como en los diferentes planteamientos, principios, demandas y experiencias de los movimientos sociales alternativos relacionados con el agua, la presente investigación ha estructurado una propuesta de gestión social, incluyente, participativa y sustentable de los servicios de agua potable y saneamiento para el “espacio social natural” de la ciudad de Puebla.

1 El 15 de Septiembre 2009 a 199 años de la Independencia de México y 99 de la Revolución Mexicana, “Manifiesto del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Puebla Tlaxcala”  (La jornada de Oriente, 15 de septiembre 2009).