4.5.2 Colombia

En Colombia la participación de las ramas castrenses de las Fuerzas Armadas tuvo bastante relevancia en temas de calidad de vida de “Legislación-Justicia”, debido principalmente por la naturaleza militar que, en varias ocasiones, presenta el delito de narcotráfico. Es decir, a pesar de que en estricto rigor se trata de una materia en que comúnmente interviene la policía, el poder de fuego de los traficantes de droga en combinación con la guerrilla colombiana ha hecho necesaria la intervención de alguna rama castrense.
Entre los muchos casos que se pueden citar, cabe destacar el decomiso de 80 toneladas de mercancías de contrabando que iban a bordo de una motonave inmovilizada en aguas del Golfo de Urabá por los guardacostas, que además descubrieron seis millones de dólares en paquetes de billetes de 50 y 100 dólares. En la nave pesquisada, de nombre Don Dinier, se encontraron mercancías como licores, calzado, textiles, ropa, juguetes y distintos tipos de electrodomésticos. De acuerdo a la versión entregada por el comandante de la Fuerza Naval del Caribe, contralmirante Alfonso Díaz Gutiérrez De Piñeres, el trasfondo de este tipo de delitos era la ganancia obtenida por grupos narcoterroristas en el lavado de activos.1
La participación combinada de unidades de la Policía, del Ejército Nacional y de la Fuerza Aérea de Colombia, permitió la captura de 24 personas acusadas de ser colaboradoras del estado mayor del Bloque Oriental Embo y de los frentes 40 y 42 de las Farc en La Uribe, localidad de la zona de Meta. El Grupo Antiterrorista de la Dijin, en coordinación con personal de las otras dos ramas castrenses mencionadas, posibilitó que, tras cuatro meses de pesquisas, las personas sindicadas fueran capturadas en las inspecciones de La Julia, Muribá, El Diviso y La Pista. Los detenidos habrían participado en diversas acciones delictivas, como un ataque a la población de Mesetas, un hostigamiento a la estación de policía en el municipio de Argelia, en Meta y en variados secuestros, robos y retenes ilegales.2
En otra acción combinada denominada “Operación Simeón”, entre el Ejército y la Fuerza Aérea de Colombia, fue capturado el narcotraficante más buscado del  mundo, Diego León Montoya Sánchez alias don Diego. Este individuo manejaba un ejército de más de mil hombres y era buscado desde hacía siete años. El gobierno de Estados Unidos, que llegó a ofrecer 5 millones de dólares por su detención, mantenía entonces encarcelado a uno de sus hermanos, Juan Carlos, mientras que el otro, de nombre Eugenio, se encontraba en la cárcel de  Cómbita a la espera de ser extraditado hacia aquel país. 3

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